viernes, 28 de enero de 2011

San Andrés todavía existe

La tribu de buitres carroñero ataca usando todas las armas. Pretende desalojar al mago cuanto antes, sin esperar el día de la victoria. En fin, no más informe. Los buitres vigilan esto, así que no más información de esta dinámica comedia del nacimiento, la boda y la muerte.
Tijuana, acto del martes pasado, sigue trayendo cola. El oyente Chani se queja de cómo trataron al... albatros. Sí, la puso, a la dañada dama, como el albatros de Baudelaire, esa princesa de las nubes, víctima del escarnio de los rudos marineros cuando cae sobre la cubierta del barco. No haber caído.
Y ahora, como uso el cíber del edificio entre barrancos, no tengo mucho tiempo para narrar nada, aunque un episodio del Castillo la otra noche, con dama morena tirada en el suelo, entre la máquina tijuana y la barra, merecería que te contara, compadre, comadre. En fin, hay que volver a las trincheras.
El próximo martes en Tijuana, visita de José María Cova, el Rubio, 20 minutos de gloria y luego que se incorpore al cotidiano discurrir del río de las palabras... poético me pongo. Así que ahul, hasta otra.

miércoles, 26 de enero de 2011

ayer en Tijuana

La superinteresada dama del clavel florido no sólo pasa de la interesante discusión sobre las películas del oeste sino que pretende que el tiempo lo dediquemos a celebrar su libro "tan natural, con sus excelentes dosis mágicas, asequible a todos los lectores, sin diferenciar edad, sexo o raza", pero cometió el desliz de informar del nombre postizo de una avenida con el cual no se indentifican, por ahora, sino estos militantes en cuyo lado claro de su doble moral parecen inmaculados de santidad, bondad y razón divina. Pero no contaba con nuestro hermano Víctor, a quien podemos criticar en esto o en lo otro, pero que no pasa por el aro, sean damas o caballeros, de la celebración del tópico y el lugar común. No se arrodilla ante la bobería ideológica. Y saltó, y luego nuestro hermano Lizundia, mientras nuestro hermano Ramón, disipada la discusión sobre el oeste primordial, quedó mudo hasta que, luego, abordamos la gran orilla del que Lizundia ha bautizado como río 3 de Mayo. Allí, concretamente en el Atlantic city, representación de un nuevo acto de Esperando a las azafatas.
Nuestro oyente volvió a su función preferida, oír, y su informe a la superioridad destacaba sobre todo la diatriba de Víctor. No arrodillarse ante las tonterías de los que sólo buscan ondar la bandera de su interesada mediocridad de hojalata. En fin, nuestro primo Charlín causó baja, atacado por un virus estomacal. Tal vez el próximo martes.

lunes, 24 de enero de 2011

en el cíber del pueblo

--El eme de los cojones metió el dedo en el ordenador y lo jodió. Ahora estoy en el cíber y no tengo mucho tiempo. Me salió caro el derby. No sólo los poetas grandilocuentes merecen el degüello o el azufre. Otra historia, la carretilla de tirar la basura. Historia larga con Domitila. "Chito --me dijo hoy--, como puedes hacerme eso, si te vi nacer". También es verdad. Le pedí perdón por no permitir que me ponga bolsas mal cerradas y demás basuras en la carretilla del patio de afuera, todos los días de Dios. Y mañana otra vez La Puerta. De nuevo Charlín y de nuevo Julia Gil, a hacer propaganda de su nuevo libro pajinero. Que se prepare nuestro jurisprudente Víctor, cara a cara con el trovador galaico. A lo mejor hablamos del Sahara. No, no, Ramón, no puedo ir al cine de Cajacanarias hoy. Digamos que estoy trabajando la novela del polémico prólogo. Digamos eso --dijo el mago, antes de seguir, en el ciber del pueblo, lleno de animada gente, investigando blogs antes de mirar el correo personal--. ¿El viejo? Anoche me contó todos los episodios de su vida militar en Las Palmas. Dijo que todo eso es una novela. Le dije que yo se la escribía y la firmaba con su nombre. Negro de mi padre, la raíz de mi destino. El gofio es el hilo conductor de toda la trama... --Ramón procuró acortar la dialéctica del mago: había llamado él.

martes, 18 de enero de 2011

mañana a la 18.30 horas en la antigua Casa Elder...

el más sabio en los amigos

es nuestro Anghel Morales,

que con sus coplas sencillas

espanta mayores males.



voz verdad sin retortijos

a la lizundia manera

o mentiras verdaderas

canta de esta tierra hijo.



perdona, viejo colega,

con este verso te pido

por mañana no poder

estar en el estampido



oyendo a nuestro Corujo,

a Angelino a Marcelino

y las otras bellas voces

contigo tejiendo lino.

lunes, 17 de enero de 2011

el día más triste

--Hoy mi padre lloró, Juanito... fue después de estar yo con Beba en La Estrella... sabes, allí tienen Amaro Pargo, hacía tiempo que no probaba ese ron... día de calima hoy, y no te cuento lo que comimos Marcelino y yo en El Puntero... No le di tiempo a mi hermana a reaccionar... "Tengo que hacerle la comida a mi marido"... la dejé bailando en la cocina, de la que se ocupa lo justo... su aficción es la limpieza... y el viejo esta noche se le saltaron las lágrimas... lo ves ahí tan flaquito... "No sé por qué se ha metido la plaga en esta casa, ¿qué mal hice yo?"... no, no se refería a lo que yo pensé, sino a que se estropeó la cocinilla, y encima lo de Icod... "Boberías", le dije, Juanito... y ahora, hace un momento, acaba de irse mi sobrino... vino de visita esporádica, con tres colegas de su gremio, a mostrarles su futura posesión... Tengo que releer el cuento de Isaac de Vega... donde las nubes pasan de largo y los buitres son los que reciben la fertilizante lluvia...
--Dicen los científicos que hoy es el día más triste del año... Entró por Fuerteventura y Lanzarote el polvo ese --oyó Juanito al padre del mago, al otro lado de la puerta del patio, en su habitación.
Comenzaba el chiquillo a desesperarse. Quería que el mago le contase el arte de amar y ya estaba cogiendo complejo de monaguillo, haciendo las veces de confesor en lugar del cura confesor.
--Es la vida, Juanito. Intuyo que pronto volverá a visitar el pueblo una beldad nibelunga. --Juanito abrió de par en par sus oídos, aún sin fosilizar--, y mañana, después de Icod, flete sorpresa en Tijuana.

domingo, 16 de enero de 2011

perritos

En fin, en la agenda cerebral anotó el mago el martes por la mañana a Icod, tal vez encontrase a una jueza simpática y jugosa y no el principio de una historia kafkiana. Comienzas como testigo y terminas como reo, todo por un pago de la basura que ya se estaba haciendo a cuenta de su madre, también difunta. Vicente, el primo del padre, le dijo que una casa tan retirada de la carretera no tenía que pagar basura. La gestión de la basura es la raíz y el destino de la economía de un territorio, pero eso no estaba en la mente de los gestores políticos, sino cobrar. Cobrar cobrar y no perder prebendas. Pero nunca se sabe. a lo mejor lo citaban como testigo de un crimen. La noche in illo témpore que salió por piernas de la casa de un enterrador de perros, por la carretera de La Guancha, la noche en que la policía lo encontró empozado en una cuneta, quizá aquella noche se cometió un crimen, era noche propicia para el arte del asesinato pasional, y quizá por eso lo citaban. Por si vio algo. Así carburaba la cabeza del mago cuando Juanito llamó a la puerta de la casa a la que ya el mago literato podía ir diciendo adiós.
--Toma el puto poema --y tiró a las manos de Juanito una servilleta del Monterrey escrita con letra más o menos legible.

Un chupito de tus labios
quiero tener
para refrescar la boca
de tanta sed.

Auuuuuuuuuu, auu... auuuuuuuuuuuú --aulló el perrito del patio de los vecinos.
--Esto está mejor --suspiró Juanito--. Hasta parece que lo dice de verdad.
--De tu verdad, Juanito, de tu verdad. Todo es relativo.
--Sí, don Einstein. Pero yo no me conformo con un chupito. Yo quiero todo el contenido.
--Eso es amor --dijo el mago, abriendo la botella de futuro duelo, ya compraría otra--, y lo demás poesía.
--Amor por Esther, don Chito, o como quiera que se llame --qué talle, qué donaire, qué cuello de garza--. ¿Podré lograrla yo algún día.
--Si ella también te está buscando a ti, seguro que sí, Juanito, la encontrarás.
Efectivamente, acertaba el literato, mientras despedía a Juanito y abría en el ordenador la novelita sin prólogo. Estaba verticalizando la forma. Si seguía así, a lo mejor conseguía algo más merecedor de prólogo, con la artesanía exquisita y maestra de Juan Royo aplicada a los perros callejeros.
Auuuuuuuu, auuuuuuuu.... --aulló con tristeza el pobre perrito atado en el patio de los vecinos. Mientras, en S/C, en la zona rica de los alemanes, otro perrito, lindo y resuelto, miraba a Griselda. Nunca la había visto tan bella.
--Lo tengo crudo para ir al recital del miércoles --se lamentó el mago.
--A mí no me mire --dijo Juanito.
Auuuuuuuuuu, auuuuuuuu...
--¿Quiere que le traiga un veneno para matar a ese perro? --indagó.

citación

--"El juez ha acordado citar a Usted como TESTIGO para que comparezca ante este juzgado el día 18 de ENERO a las 9.00 horas al objeto de CITAR. En el procedimiento Exhorto Civil número ... previniéndole que de no comparecer, le parará el perjuicio a que hubiere lugar en derecho. Icod de los Vinos a..." bla bla bla... ¿Tú entiendes algo, Juanito? Ya debías entender, ya que "estudias" para estar al lado de la Ley.
--Debe de ser por eso de la basura, la carta que le mandaron a su abuelo difunto... mejor es que se persone. Con la justicia no se puede jugar, ya se lo dijo su amigo Víctor.
--Vale, chico listo... ah, y los números del móvil los puedes encontrar en la publicidad de los libros... busca Idea/Aguere y no te vuelvas loco buscando la carta robada...
--Ya no quiero ser Unipol...
--Eso dícelo a tu tío.
Tres días lleva el perrito de los vecinos aullando lastimosamente. Eso encima. En el patio de al lado. El sonido del futuro. El duelo del presente.

jueves, 13 de enero de 2011

posesiones

"¿Me quieres decir en qué momento de nuestra relación te he dado a entender que mi vida es un libro abierto para ti?... No lo es ni para ti ni para nadie". Frases antiguas, esta dicha por la mltrtdt que hoy ya es agua pasada, y en su momento despertó cierta curiosidad. Nos atraen los libros cerrados. Y abrirlos y descubrir... a veces no descubrir nada especial, simplemente que no vale la pena hacer el prólogo, no más enemigos. Pero bueno, el mago recopilando sus pertenencias hojea, y hojear es como desempolvar el pasado. Pasado imperfecto. También encontró una libreta sobre notas que tomó en un viaje a Santo Domingo y que creía desaparecida. En fin, otro embrión de futura novela. Son muchas ya. No, nada le da igual. Ojalá pudiera zanjar ya el asunto literario y lo más no dejarlo más que aquí, en este medio, donde inmediatamente la cosa queda publicada, quitada de encima, sin hacer peso sobre los ya cargados hombros. Bello el metro de Estocolmo. Los suecos tienen un índice de suicidio considerable, y cree que los japoneses. Pero tienen sentido de la belleza, los unos y los otros. La hermana del mago no sabe el mago si tiene sentido de la belleza, de tanto ser un libro abierto y manoseado por el marido, y tanto ejercer el espionaje continuo sobre el marido. Mujeres. Mujer canaria que no sabe amar. Hoy estaba en la cocina y le preguntó al hermano que pa que quería los muñecos de vudú que tenía en la azotea. Son muñecos que compró en el mercado de Santo Domingo. Son muñecos curativos o curanderos o médicos. Su arte es la curación. Dicho así puede llamar a engaños. No son nada, sólo trapos, y su función es recordar al mago un deseo y una esperanza. Pero la hermana, dada a baratas brujerías, se asustó. "No quieras prolongarle la vida a papá. Él ya se quiere morir, pero tú como eres egoísta y temo que quieras sacar provecho...". Sacar provecho. Piensa la dama que el hermano está trabajando al hombre para quedarse con esta casa, que tanto les costó a la tribu trabajos malevos y maléficos conseguirla. "Para tu tranquilidad, sé que cuando suceda, lo primero que voy a hacer es irme de esta casa, pero mientras tanto, quédate con la casa, quédate con el dinero y desea que muera pronto para que no cambie de opinión, pero creo que te haría bien divorciarte".
Todo este repertorio del mago lo aguantaba Juanito, cuya misión era sonsacar al pureta información sobre algunos de sus amigos y conocidos dignos de estar en el punto de vista de la investigación policial unipol. Todos los que habitaban en la zona de Santa Cruz. Marclino y su cuento sobre la Unipol; Lizundia y su diario mundano donde expresaba el deseo de ver volar por los aires el palacio de justicia... estos dos sobre todos.
--Y estoy aquí a ver si pillo los números del móvil de esos amigos suyos. Su hermana y su cuñado me aburren...
--Ya sé por qué estás aquí. Yo te inventé y eres un libro abierto, Juanito.
--Y usted un poeta cerril --pasó Juanito al contaataque.

rumbo a Tacoronte

El mago, de cerebro neurótico, persistente en el error, literato en sus horas libres, decidió que el abogado Fiscalio tenía razón, y podía dejar arrimada por el momento Hrzntl blues y decidirse por Kioscos, una novela novela, donde había logrado aunar por fin sus dos voces, la literaria profunda con la narratividad diarista de personajes disfrazados, o incluso decidirse por lo que por el momento era su última obra: Informe para cumplir una condena, instalada en un 90 por ciento en la imaginación, donde el pantano biográfico se había quedado reducido a un pequeño motor de arranque. Esto le recordó que el Clío de triste memoria estaba en un taller de Tacoronte. Ya lo habían arreglado. Y lo arrimar, ni loco. Claro que a Hrzntl blues le faltaba algo y le sobraba otro algo. Sacó del cuarto de las herramientas la cuchara de albañil, el martillo de carpintero y la brocha de pintor. Y previó que después del prólogo, tendría que pedir a Fiscalio un epílogo. ¿Aceptaría tal trabajo de Titán su amigo de Tijuana, el vascongado con acento de voz canarizada?
--Encájate allí a buscar el coche --dijo su padre.

miércoles, 12 de enero de 2011

pequeñas zozobras

A la niña Griselda le encantó el nuevo tripulante. Le daba un toque susurrante a las ondas sonoras, con una voz sensual y persistente en lo suyo, sin dejarse achantar por los demás, con un toque perfumado de elegante humildad. Fue así como la pequeña Griselda quedóse enamorada de Marcelino el ex oyente, pero sin olvidar al niño de ojos relampagueantes y sonrisa cautivadora que vio en aquel bar estrecho de San Andrés. Suspiraba por oír la voz de su futuro hombre, cuyo nombre aún desconocía, por lo que decidió por ponerle uno provisional. ¿Por qué no Marcelino? Genial, le pareció su propia idea. En un mismo nombre aunaba una voz encantadora, inteligente y despierta, con un rostro encantador, inteligente y despierto. Mañana viajan sus padres a Alemania y ella se queda al cuidado de la institutriz Gertrudis. Ya contaremos pormenores de la institutriz. Por lo pronto saber que, en su germánica intuición, sabía que Gertrudis la ayudaría a volver a encontrarse con su amado de San Andrés. No en vano, ella había guardado el secreto de las largas charlas, en ausencia de sus padres, que tenía con el cartero. Sabía que podía confiar en Gertrudis, y más que nunca deseó dominar el idioma que se hablaba en la isla. Abrió su hucha. Le confió a Gertrudis que, sin decir nada a nadie, le comprara los libros Y fumar puede matar y José Rivero Vivas: un mundo literario rotundo.
Mientras en una parte del pueblo de nuestra historia, el mago hablaba entre solo y con Juanito.
--Que todo me da igual, dice ese hombre... Si él supiera... pero a lo mejor tiene razón... la novela es demasiado plana... no captó la trasformación del protagonista en el hermano... lo de menos es que esté en la cárcel... no tiene por qué hablar de la cárcel... y sí, es verdad, hay episodios que sobran... Horizntal blues no es Bajo el volcán... y si lees la última entrada de su blog, te darás cuenta, Juanito, que está impregnada de la atmósfera de Hrzntl blues, no me cabe duda... la obrita le caló más hondo de lo que quiere reconocer... a ver que dice Marcelino... oye, ve pedirle un ron a Francisca, y que no me entere yo que falta una gota, no quiero tener problemas con tu tío, no ahora... y a las novias alemanas no les agrada un borrachito temprano, ¿oíste?
--¿Y los versos? --preguntó Juanito.
--Ah sí, aquí los tienes.

Danza tu risa en mis sueños
y no quiero despertar,
soy una estrella sin dueño
que en tu cielo quiere estar.

--No sé yo esto... un poco plano, ¿no cree? --no se quedó convencido el chiquillo.

martes, 11 de enero de 2011

me voy a acostar

Marcelino el marino ataca de nuevo. Y el próximo maRTES también, a buscar los fletes. Marcelino el marino no es el capitán Ahab ni así de lejos. Hoy, posTiguana, Víctor capitán América, Lizundia antiprologuista, Marcelino en los fletes enquistado, míster Cuervo oteando Parte de una historia, esta novela de AldECOA, NI GRAN SOL NI SUS CUENTOS DEL FERROCARRIL, su novela grande es Parte de una historia, novela que escribió Ignacio Aldecoa después de bailar sobre una mesa de la calle Miraflores con Antonio Bermejo. Y hoy me di cuentA QUE hORIZNTAL BLUES es una buena novela, la superación de Charlín. Ya no se titula Los escudos del mono. Se titula HRIZONTAL BLUES. Aviso al antiprologuista, el hombre del flete.

esta tarde Radio Tijuana navega de nuevo

La grácil Griselda (Esther para Juanito), niña alemana que vive con sus padres en la zona lujosa de Santa Cruz, investigando "San Andrés" llegó a "José Rivero Vivas", y de aquí saltó a "José María Lizundia" (por su reciente libro José Rivero Vivas: un mundo literario rotundo --ediciones Aguere/Idea--) e investigando a Lizundia encontró La Puerta (Radio Unión Tenerife). Sabe que esta tarde a las seis comienza el programa y quiere oírnos. Nuestra audiencia crece imparable y ahora abordará la atención de una niña alemana de diez años que reside en Tenerife. Avisados están los navegantes.

lunes, 10 de enero de 2011

capítulo 4 del cuento de Juanito

Nosotros sabemos que Hilván insinuativo de San Andrés sí existe. Y es una obra superior al Mirador de Humbolt en La Orotava, que por cierto está muy bien, y con Matusalén 7 Años en la vitrina. Prepara 4 euros. El autor de ese libro que Griselda no encuentra, nosotros sabemos que se aposenta hoy en San Andrés, patria de una novela suya: La magua. La pequeña Griselda (Esther para Juanito) ha decidido que si el libro no existe, el autor sí tiene que existir. Con austeridad y exhaustividad germana, buscó en la red "José Rivero Vivas". Seguro que el escritor conocía al niño que misteriosamente la cautivó en aquel bar raro, lleno de verticales jerárquicas, que llamaban El Castillo. Lugar donde nosotros sabemos que Marcelino Rodrigues Marichal ambientó su cuento "El Oreja", en su libro Y fumar puede matar. Esto no lo sabe Griselda pero lo sabemos nosotros. Igual que sabemos, por nuestro amigo Ramón Herar Cuervo, que afición y directiva del Tenerife caminan cabizbajos calle abajo y se distancian...

domingo, 9 de enero de 2011

nueva derrota

El Tenerife, falto de raíces naufraga sin destino. Esto sí que es muerte lenta. Empecemos a llorar aunque las lágrimas no deshagan la escarcha extranjera que lo cubre. Te acompaño en el sentimiento, míster Cuervo. Y recuerdo que Juan Royo tampoco debe de tener los ánimos por las alturas. El tranvía riela triste por las vías. Callado está el Auditorio. Sólo El Tanque, ese bidón que decía don Anghel, parece respirar un poco de frescura, según he oído. Será verdad. Ojalá. Y el martes, nueva derrota del Tijuana con artistas que son chamuscados por las llamas de su propio genio, según recordaba Víctor el pasado día 4 por la tarde-noche, etc.
Y por el pueblo, Juanito haciendo espionaje a su pesar, ahora en la casa del mago, pidiéndole ayuda para escribirle un poema de amor a la niña desconocida. Pretendía que se lo escribiese en alemán. Pero el mago no sabe alemán. Así que tuvo que conformarse con el español de media altura. Y ni siquiera sabe el nombre de la destinataria de los versos. Ha decidido llamarla Esther.
Mientras, Esther --que en realidad se llama Griselda-- aprovecha sus clases de español para investigar sobre San Andrés, el pueblo de su amado. Por lo pronto ha encontrado el título de un libro sobre el pueblo: Hilván insinuativo de San Andrés. Le pidió a sus padres que se lo trajesen los Reyes. Pero no fue así. Y ella no cree lo que le dicen. "Ese libro no existe".

jueves, 6 de enero de 2011

el trabajo y el amor

Si la tribu familiar que me rodea es una muestra del pueblo canario, que me guarden un cachorro --meditaba el mago, mientras Juanito ya no espiaba con el ahínco de ayer todos los detalles, ni en El Castillo ni en la casa donde vivía el mago. Cuando parecía que se iba la estupidez, llegaba la codicia, y la codicia y la estupidez hacían manitas en todos los rincones, limpiando, limpiando, y la parte de humanidad potable, que podía ser vista como esperanza, mirar con aprecio en lugar de sentir ganas de vomitar, se reducía a una sola persona (la sobrina del mago) y al perro, atónito, observando como su mundo limitado reducía aún más sus límites horizontales y verticales. Todo lo demás, basura obsesionada con la limpieza. Lo mismo que lo que denunciaba Anghel Morales en sus coplas sobre S/C pero en pequeño, ciudad reducida a pueblo chico infierno grande. Incluso el espionaje de Juanito había perdido consistencia y profundidad, por culpa del amor, esa cosa extraterrestre.

miércoles, 5 de enero de 2011

día de lágrimas

--Me dijo Chani que Lizundia acorraló a Marcelino.
--¿?
--Como haya hecho eso, se las va a tener que ver conmigo. Marcelino es un caballero y nadie lo acorrala porque yo se lo impido.
--¿?
--Tienes que hacerme un favor... corregirme unas páginas de poemas, por si hay alguna errata, y también para que me digas que opinas, tu opinión me interesa.
--¿?
--Ah, tengo un amigo que es un alto cargo de *** y me dio un libro para que yo lo leyese, y alguien por ahí le hizo correcciones que le cambia los guiones de diálogos por comillas y no te cuento. Le dije que yo tenía un amigo que es corrector... Tienes que hacerme ese favor. Tú corriges el libro y cuando yo se lo entregue le digo que lo corregiste tú.
--¿?
--Hazme ese favor... soy tu amigo...
La barra del Castillo, cuatro mamones más sin nada especial que contar. Ya la discusión sobre la ley antitabaco gastó todo el humo ayer. De pronto entra una pareja de alemanes despistados con una niña de diez años, ojos verdes y cabellos rubios y dientes de marfil. Juanito, un chiquillo que está haciendo prácticas de policía secreta para cuando sea mayor entrar con pedigrí en la Unipol, otea a los alemanes con desdén. Mas en esto que la niña lo mira, él la mira, y ambos se quedan atrapados en un arrobamiento de miradas que anuncian un cambio de destino en el futuro de Juanito.
En fin, ya le contaré al vecino virtual que me niega como vecino cómo continuará esta romanza, si es que continúa, porque los padres tuvieron que enfadarse con la pequeña alemana pues no quería marcharse del bar ni perder de vista a Juanito. Le había echado el ojo y ya lo tenía enganchado. Juanito dejó la cocacola que le había comprado su tío el de la Unipol y ahora el tío le daba un cogotazo porque el chiquillo pretendía salir del bar y seguir los pasos de la pequeña beldad. "Venga, usted aquí, a seguir haciendo prácticas".
Y la visita al mago no la cuento porque demasiadas lágrimas no son buenas para la vista. Ya suficientes las de Juanito, con su pena de amor, y las de la alemanita, con su sueño desventuradamente roto, por el momento, y supongo que durante ochenta capítulos más.

lunes, 3 de enero de 2011

negro y Tijuana

Lunes con género negro en El Perseguidor, con trabajo publicado de la presentación en Arona de Ramón Herar de Los días prometidos a la muerte. La cortedad de miras de Eduardo Rojas no ve el cuento inicial de Crimen, de Agustín Espinosa. Pero todos estamos cortos de miras y no tenemos alas. Localistas y universalistas.
Y este martes, en La Puerta (Radio Unión Tenerife) al margen o paralelo a la disputa entre los defensores de la raya horizontal relativa y los escuderos de la raya vertical absoluta (la portada de La identidad fragmentada sabe mucho de rayas, incluso oblicuas y quebradas), tenemos la visita (esperemos que cierta) del narrador, filósofo, marino y abuelo Marcelino Rodrigues Marichal, el oyente.

sábado, 1 de enero de 2011

día 1

Anoche creo que quería irse. Un sueño casi sin respiración, a punto de empatarse con el sueño eterno. Morir durmiendo es un fastido para los afectados que quedamos vivos. Las vecinas criticonas ya habían cumplido su cometido: "Chito no está regando bien los rosales de la azotea"... "El coche de Chito esta mañana a las siete y media no estaba en la puerta"..., y encima algunas han cogido la mora costumbre de meterse en el patio de afuera y dejar bolsas de basura en la carretilla de tirar la basura. Como han visto que le llevo la basura a Francisca, cuando tiene la venta baierta, las demás no quieren ser menos. Hoy Domitila me vio salir con un balde de pintura y ya quería que le pintara un tubo que tiene por debajo del balcón. He pensado poner un cartelito en la puerta y cobrar por cada bolsa de basura extraña, pero lo impide la ley. La verdad es que estoy pletórico de tirar basura. Mi hermana es una maestra en encontrar hasta la última basura de Diógenes. Así que ya he decidido poner bolsas grandes en el patio de adentro. Y el resto de la noche, bien gracias a Dios. La táctica que me enseñó el sueño para discutir con mi cuñado, dio resultado. Se quedó hablando solo. Primero del tabaco, ansioso de que llegue el día dos, y luego ya no me acuerdo porque no lo oí. Gente como el cuñado del mago o el mago ilustrado Victor H. Roncero están hechos para ejercitar la paciencia. Don Juan el de Castaneda hablaba de la fortuna que tiene el guerrero cuando encuentra a un pinche tirano, alguien que te está jodiendo todo el rato y sin rasgo alguno que merezca remisión. Cuñado y mago ilustrado no son siquiera pinchitos tiranos. Tiranos en miniatura. Ambos los dos tienen motivos de remisión: el cuñado del mago es hacedor de buen vino y Víctor es discípulo de Julián Marías y devoto de los episodios nacionales de Galdós, Wagner aparte.
Esto porque me quedé pensando en la discusión eterna entre Lizundia y Charlín. ¿Tal autor es bueno o malo? Lizundia demuestra que es bueno, y Charlín clama que es malo, pero sin dar argumentos, sólo el gusto. Bueno, no sé de qué lado ponerme. Si pruebo un buen vino, no me hace falta que venga mi cuñado a decirme su paseo por el cristal de la copa, su olor a roble, su transparencia de uva recogida en la escarcha de la mañana..., sé que es bueno y ya está, a menos que mi cuñado o Lizundia demuestren lo contrario, que entonces, carente de argumentos, hay que aceptar los del contrario. En fin, que hable Charlín cuando regrese a Tijuana. Por lo pronto, esperamos como agua de mayo la visita del abuelo que escribió El fuego de siempre.

primer día de 2011

felicidades a todos, con especial mención al recién abuelo Marcelino, y a Ramón pues las mismas tres que me desea para mi cobijo, y a mi sobrina lejana, y a mi sobrina cercana, y a mis hijas, y a mis primos, incluidos Victor y Lizundia, y Anghel y Pepe, y a la gente del Sur, y a Campanilla, y... en fin, a todos sin faltar ni uno, incluido Orlando Cova, y demás no lectores, y por supuesto a los otros cuatro lectores que siguen este verbo florido. Palante.