domingo, 29 de abril de 2012

Viaje a La Palma (1)

Llorad las damas
si Dios os vala,
Guillén Peraza
quedó en La Palma,
la flor marchita
de la su cara.
No eres palma,
eres ciprés
de triste rama,
eres desdicha,
desdicha mala.
Tus campos rompan
tristes volcanes,
no vean placeres
sino pesares,
cubran tus flores
los arenales.
Guillén Peraza,
Guillén Peraza,
¿dó está tu escudo?
¿dó está tu lanza?
Todo lo acaba
la malandanza.

Estos versos, primeros en español de la historia canaria --dicen--, comienza este relato hacia una isla llena de nísperos (por la zona donde estuvimos la palmera y un servidor). Tristes volcanes del pensamiento quedaron en Tenerife...

viernes, 27 de abril de 2012

Viaje al Sur, Los Cristianos & Las Ámericas (y IIII)

Arroz caldoso.
Lenguas que hablan
de los pájaros
de la tierra.
Pájaros del árbol
donde Adán y Eva
conocieron la manzana
del misterio. 
Piernas de mujer
viajan con bolsos
modernos
hacia un hotel
donde soy el invitado
que llega.
Hacia una habitación
donde cabemos
tres holgadamente
pero nos juntamos
en la bañera
y en cama grande
acampamos.
Afuera, en la Milla
de Oro, las inglesas
líbidas de la noche
aguardan los versos
de Alonso Quesada. 


domingo, 22 de abril de 2012

Viaje al Sur (III)

El Norte es el amor. Y mi médico dice que el amor no existe. Y el Sur es el negocio. Esto sí existe.

La autopista del Sur...

... Viajamos hasta Chío. Aquí vivieron entre los setenta y ochenta, Cristina y Paco padescanse. A Cristina hace mucho que no la veo. No sé si seguirá en la zona inglesa de La Orotava, cerca de los aforismos de Anoniman. Paco decidió irse de este mundo. Siempre me recibieron con los brazos abiertos. Ella era la maestra del pueblo. Paco había estudiado Derecho pero no ejerció. Hacía lámparas de macramé. Preciosas. Y unos pasteles integrales que nunca he probado otro igual. Cultivaba plantas de mirar la luna. La luna era más bella a través de las sus plantas en flor. Los eché de menos. Intenté recordar dónde estaría su casa. Ni modo.

De Chío pasamos a Tamaimo. Paramos en una casa con huertas cuidadas, y luego desandamos camino y paramos en Los Cristianos. Primero unas cañas con Berto Linares. Recordamos viejos episodios, y donde hay episodios hay gente. Carmelo Bencomo, Marcos Risco... y La Belga. La cineasta, antigua amiga de Berto, que hizo La isla donde se esconde La Edad de Oro. Una película que no pude ver entera cuando la estrenaron en el Cine Víctor. Ahora, en un anuncio en la tv, vi que la están poniendo de nuevo, pero no acerté a ver dónde ni en qué isla. Parte de la historia con la Belga, y otras historias, están en las páginas de Barandal Paraiso, el libro que Berto editó con Pepe Varos. A Pepe Varos me lo encuentro ahora en Línea líquida, la novela inédita de José María Lizundia. Quien también conoció a Pepe Varos, excelente editor en cuanto a la calidad y elegancia física del libro, fue Sit. Pero no hablamos de Pepe más tarde, cuando Berto se fue a coger la guagua para ir a trabajar, en Buzanada, y esperamos a Sit en la plaza de la iglesia, viendo pasar almas humanas y jugando a conocer el alma de la estampa. Como ayer noche con Marlene y Lindoslabios en la plaza del mercado, en Santa Cruz.

Sit nos llevó a almorzar. Arroz caldoso. (Esto me recuerda que Ramón me debe una invitación a arroz caldoso, pero no se la recuerdo porque a lo mejor me recuerda él lo que yo le debo...)

sábado, 21 de abril de 2012

viaje al sur (II)

Tea. Ordenador 46. Ya antes el 41 se negó a abrirse. Este me hace negocios raros.

--¿Con quién fuiste al Sur?

Anoche después de que estuve con Carmen, Marlene y dos amigas más, que si Tirante el blanco escribiera esto las llamaría Lindoslabios y Dulcemirar. Pero lo escribo yo. No me acuerdo cómo se llaman. Con Dulcemirar compartí una cerveza. Con Lindoslabios una parte de la realidad.0. Con Marlene la foto de un cachorro, y con las cuatro la actuación de Abubukaka en el teatrillo del bar Regio, en la zona este del Estadio.
La obra era de

humor chabacano
pa rascarse el ano

No causaba por lo menos vergüenza ajena, se podía mirar y oír, e incluso a Dulcemirar le encantó. A mí no tanto, salvo el momento en que sale a escena La Justicia (más que aceptable semblanza de esa estampa del Tarot de Marsella), una casquivana verbenera y por cocaína dispuesta a declarar inocente y culpable, inclinar la balanza pal lado que más le interesa. Estuvo bien ese momento, a mi sentir, en la actuación de Abubukaka, digna de Arístófanes. Lo demás, y mejor, una cena en la tasca de un paisano del Bierzo. Estupenda comida y buen precio. Luego montamos en el coche y como yo no tenía ganas de que me descargaran todavía en La Maldad, le dije a Carmen que me dejase en La Laguna. Lindoslabios y Dulcemirar se apearon del Altea en la zona del Mercado y a mi me dejaron en la avenidad Trinidad. Pasé por casa del Brujo. Le pedí un cigarro. Le dije adiós y bajé a S/C en el Tranvía. Esta vez no problema. El revisor, que antes de llegar a mí puso dos multas, me pidió el bono y todo correcto. Viaje pagado. Me bajé en Guimerá y bajé al Generador. Allí me encontré con Dr. R.  Estaba con un grupo de artistas. Pegué la hebra con una instaladora afrocubana. Y hace unas horas, tomando los churros del amancer, Dr R me hizo esa pregunta.

--¿Con quién fuiste al Sur?
--¿Sabes que me dicen que no es buen consejo ese tuyo de que me haga amigo de la rata? --dije.

¿Continuará? 
 


viernes, 20 de abril de 2012

Viaje al Sur (entrega 1)

Recuerdo viajes festivos y viajes dramáticos. En República Dominicana (donde el dictador Trujillo --hijo de mujer de Haiti y de hombre de La Gomera-- tuvo la desafortunada osadía de creer que podía seguir medrando a espaldas de EE.UU.) vi cómo la alegría coexistía con la miseria sin que nadie gritase más alto que nadie. Un hombre, en la calle principal de Santo Domingo, se golpeaba la cabeza con una botella, hasta que la botella se rompió en uno de los golpes y el vino se mezcló con la sangre, chorros de sangre y chorros de vino y cristales rotos. Más tarde, en una guagua hacia playas paradisiacas, viajaba una chica mulata con un niño en los brazos, de pocos años de edad y con las manos amarradas. Se bajó la mujer a medio camino. Con el niño en brazos, sin pies, la mujer caminó hacia un poblado de desoladas chabolas. Más tarde, en las playas de arenas doradas y aguas termales, donde los negros tenían vedado el paso, JO me sugirió que fuese a tomar una Presidente. Era la manera en que ella podía deshacerse de mi compañía y llamar al hombre que había dejado en España, aunque había preferido viajar conmigo porque yo era más civilizado y en caso de apuros podía resolver con más autoridad cualquier percance. Así fue. Pero esto ya es parte de una historia más larga, con la bachata inundando los trasportes públicos (qué escandalera armaron los negros cuando un chófer quitó una bachata y puso un tango), con los parachoques amarrados con alambres y las ventanillas con plásticos y papel adhesivo. Negros buscándose la vida, ofreciendo frutas o muñecos de vudú. Un tinerfeño blanco, asentado en la república, que quería convencerme para que me quedade en la isla caribeña y montar un museo del pirata. Ayer recordé, viajando al Sur, esos años atrás y que por algún lugar duerme un cuaderno con dibujos y etc. de esos agridulces días de no sé ya qué año.
El Sur, ayer, estuvo en las ántipodas (sentimientos y emociones) de ese viaje al Caribe, pero no pude evitar recuerdos de otros tiempos en Chío, y lo que el destino guardaba a los antiguos amigos que vívían en Chío.
De ellos --y de otra gente-- hablé con Alberto Linares...

Continuará (creo)
Totalmente en las antípodas del Cáribe, fue ayer el Sur.

miércoles, 18 de abril de 2012

3+1

El Sáhara como metarrelato se presenta en Las Palmas. El libro habla de nuestros más inmediatos vecinos. Está escrito con claridad, solvencia y derecho al grano, gracias que también están en Canarias diversos nacionalismos, dos libros donde la sociología y la política tienen inevitable matrimonio. Lástima no estar en Las Palmas, donde ahora sufre, encadenado a un barco el capitán M. Aquí, en la isla del infierno, Mr Cuervo me tuvo anoche como una carga. No fue muy afortunado decirle en la tasca del posprograma que pagara una ronda. Cuatro que fueron 3 + 1, el 1 Juan Royo (a partir de ahora Juan con Miedo, si mi amigo no se molesta, y sé que no), que vació la tarjeta pagando cuatro copas (a cuatro) y cuatro bandejas de deliciosos pinchos que preparan en esa tasca. La cosa se convirtió en 2 + 2 por insistir en "venga, paga una ronda". En la tele Bayer-Madrid.  La hierba anterior, ingerida en el paseo de 3 de Mayo junto a la sede de la Nacional, nos había abierto el apetito y las ganas de beber. Juan y Ramón pusieron objeciones a la novela Cucarachas con Chanel. Yo también puse la mía. De ello hablaremos, si Dios quiere, el día 5 en el Ateneo Miraflores.
Cuando Mr Cuervo me descargó en La Maldad, abrí la tele que me regaló un dama de Taraconte. Si no me la llevaba yo, se la llevaban los gitanos. Que me perdonen los gitanos. Me he vuelto adicto (estudioso, si quiero quedar bien) de los programas de pitonisos tarotistas o numerológicos, magientos y espirituales. Gabriel el venezolano y Karisma la cubana son soberbios. Pintoresco otro que parece un venusiano elegido para la maestría de curar los maleficios, maldiojos y otras desgracias con que nos plaguean los hombres malos. En fin, programa con elefantes símbolicos. Rey que cayó y Reina que debería reinar.

Esta mañana con Anghel. Hablamos de Puerto Santo. La aún inédita novela de Juan Royo. Esta (que se pudo haber titulado El cherne hablador) y Cucarachas con chanel ocupan la cumbre de la píramide sincrónica de la narrativa isleña, una píramide sólida la de esta edad de oro... Oro es lo que necesitamos, para venderlo y no tener que decir "venga, invita una copa"... Otras cosas son las que dicen Gabriel y Karisma. Ya te contaré, desocupado lector. Ahora voy a ver si pillo las columnas de Andrés Chávez donde habla de casos judiciales y casos médicos. Un fuerte abrazo a La Palmas, y ahúl.  

lunes, 16 de abril de 2012

acusaciones

Entre "las putas tienen algo de santas y las santas tienen algo de putas" y "todas las putas son santas y todas las santas son putas", existe un abismo ideológico, dos formas antagónicas de ver el mundo, quizá lo que los hermanos L-V llamaron relativismo y no relativismo. Prefiero la segunda opción, no por razones ideas sino por emociones poéticas (como principio de un romance, es la única opción

todas las putas son santas,
todas las santas son putas...)

y espero que reflexiones si o no "toda idea es poesía y toda poesía es idea", incluso las malas. Malas ideas me brotaron la otra noche, la noche de los antecedentes. Las acusaciones eran ciertas. Por fortuna, G no añadió la de maltratador. Más incierta que la verdad. Sí son ciertas las que G señaló. La herida había cicatrizado mal, y fue suficiente el dedo en la llaga para que ahora esté desangrándome. Mis conocimientos médicos me indican que las sangrías son terapéuticas de vez en cuando. Espero que sí. Y que Dios me conceda tiempo para reparar mis delitos y no volverlos a cometer.

Ahora de pronto recuerdo tres casos de ACUSADORES: 1) los tiradores de piedras contra María Magdalena; 2) El pintor, el poeta y el político que acusaron a Sócrates de impío y corruptor de menores, y 3) el moreno que acusó (y era cierto) a Martín Fierro de haber matado a su hermano. Es el único caso en que el lector oyente simpatiza con el acusador. Martín Fierro en una borrachera se comportó de un modo indigno. Sin embargo, comprendemos al gaucho cuando no permite que el negro se acerque a tocarle las pelotas de la conciencia. En cambio, en el caso 1 estamos con María, y con Jesucristo. Muchos son los que tiran piedras que tenían antes que metérselas por donde estás pensando. Por lo que queda, en el caso de Sócrates, no tengo otra opción que estar con el héroe de la historia del pensamiento. Reconocer la propia ignorancia es superior a la petulancia de los que creen saber más que nadie porque han leído muchos libros, sus pinturas están en prestigiosos museos y su palabra es ley en las pantomimas públicas.

Y ahora iba a hablar (en honor de mi amigo-hermano Alberto Linares) de Ramón Trujillo Carreño, nuestro antiguo profesor de Semántica (quizá tenía razón Josefina Martínez en Oviedo y la voz pasiva en español no exista, en contra de la demostración de Ramón Trujillo), que hoy está en la página 6 de La Opinión. Pero el tiempo de TEA se termina y hay que caminar. Si no camino, no seré santo nunca y nadie me va a querer. Hasta otra y que Mr Cuervo logré salir de las encerronas del Triángulo.  

sábado, 14 de abril de 2012

eNSALADA LÍQUIDA

Viernes 13 es uno de los títulos de la Etiqueta Negra (de la tristemente desaparecida editorial Júcar) que corregí durante un tiempo de mi estadía por el norte de España.
La novela que mi médico de cabeza me receta que escriba (DESTINO INTERCAMBIADOR) transcurre en un día de tiempo viernes 13 (13 de abril --el mes más cruel-- de 2012, es decir, ayer) en Santa Cruz de Tenerife, ciudad e isla escogida. Anoto todo lo que recuerdo de lo que fui testigo y personaje en este día. Llamada de Ramón a mediamañana, comida con Cl en nuestra mesa de la calle Nokia, acontecimientos de puntos suspensivos en el bar de Ibrahim, y de la Maldad a Santa Cruz nuevamente por la tarde. Encuentro con Alejandro, con un bolso negro portando perfumadas cucarachas. Plática de Anghel en el Ateneo Miraflores (nombre suficiente para recordar viejos tiempos de una calle que fue y algo queda), con una errata: Candelaria Quintero no es de la generación de Ezequiel Pérez Plasencia, Ignacio Gaspar o Roberto Cabrera (nacidos en los cincuenta) sino a G21 o de los afortunados nacidos a partir de 1960.
Cuatro lugares púbicos posteriores. 1) el bar que está por debajo del Ateneo (personaje principal: Juan Royo, con su novela El fulgor del barranco reanimada por El Escobillón de Eduardo..., a la que Gl llamaba "el furor. Esta novela me dejó con una frustración tremenda; otro hubiera sido el destino del personaje del moro si la señora cristiana devota hubiese seguido los pasos de madame Bovary, una bobary de preguerra y con final dichoso: el marroquí y la señora católica huyendo de la quema con el dinero del marido de la dama).  2) uno de los  bares enfrente del Guimerá. 3) El Generador, con dos episodios notables, arriba en el salón de los actos y abajo en la barra, y 4 en la barra de Los Reunidos. y luego tranvía, Cruz del Señor y penúltima parada en La Maldad. La protagonista le dice al personaje principal (no Juan Royo, que sólo ocupa un primer plano en los capítulos tres, seis y nueve; ni Dr R, bien visible en los capítulos ocho y doce, ni Ramón, ni Lizundia, ni Víctor, ni etc de todos los actores. En fin, tomo notas. A cual más preciosa, a cual más necesaria. La clave se la debo a Gl, a la que quiero más de los que ella sospecha, aunque ella hace bien en no querer demasiado a un tipo como yo, con DESTINO INTERCAMBIADOR) una palabra clave: Antecedentes.
Así titulo estas piezas de abajo, que encontré el otro día en La Mancha, procedentes de papeles que han viajado en el tiempo y el espacio.

ANTECEDENTES

Sombra en la esquina de la ley

Se gastaba el dinero
en los cigarrillos
que fumaba sin parar
y en los mil cafés
que bebía en la horas
de trabajo.
Y si algo sobraba,
caía alguna puta,
alguien con quien hablar
del fracaso con su mujer.

***

Síndrome de Job

Deseé que el coño de mi madre
me hubiera despeñado muerto
sobre la palangana de la partera.

***

¿es suyo este jardín?

Había algo extraño en desnudar a aquella mujer
que irradiaba calor como una bombilla de 60 vatios,
con la tierra y el cielo convertidos en gas oscuro.
Atrapados los dos. Como niños que confían
en que si no miran las paredes de la noche,
nada escapará de ellas para devorarlos.

***

Escribo cuando necesito acallar
la infamia, la muerte de las flores,
y no sé si pido la misericordia de la Virgen
o jugar al dominó con los demonios.

Todo se vacía y vuelve a llenar
y alguien canta en los sótanos
de un calabozo

ya nadie nos defiende del idioma
de la ciudad.

***

Molesta y comienza a cansarme
la memoria,
la arrastro por los surcos secos de los años
sin sitio donde darle
humana sepultura.

---
Y hasta aquí esos restos, que tienen su origen en las correcciones de aquellos libros de Júcar (novelistas y antropólogos mayormente) que me hicieron salir de los torbellinos del surrealismo canario y adentrarme en el realismo, sobre todo el realismo español, el más inquietante de todos los que conozco. Incluso más que el ruso y el americano del siglo pasado).

jueves, 12 de abril de 2012

encuentros

El dia de ayer fue de mágicos encuentros en la misma zona de la ciudad. Primero en la parte Miraflores del puente Serrador. Sit en su Limusina, me vio y paró para darme tiempo de cruzar y abordarla. Sin malas intenciones. Visito con ella Los Juzgados. No veo por allí dentro a Lizundia ni a Víctor, por si me detienen y necesito un abogado. La próxima vez que necesite un abogado, rechazaré, aunque me metan en la cárcel, a una letrada de marras, los dioses la hayan confundido. Como a mí ella, que me dejó bailando sin ponerme música.
Resuelve mi amiga la dama bella con la administración de justicia, yo no resuelvo nada (por antaño consejo de Víctor) y quedamos con Cl. Las dos mujeres me invitan a comer. Estoy tentado de pedirle los sendos bolsos, a ver qué cosas lleva una mujer moderna en su bolso. Pero no me dan opción. Están interesadas en desentrañar el alma profunda de Mr Cuervo, que este día (en su faceta de Ramón Herar) ocupa toda una página de El Perseguidor. Pienso en el nivel superficial y en el profundo (nada que ver con la teoría lingüística de Chonsky), el saber de los que traducen las palabras que están en la superficie y que cubren, como manta a un soñador, las que realmente importan y dicen lo cierto (o lo incierto, pero lo que realmente es o importa).
Por la tarde-noche, grato y nuevo encuentro --en la otra parte del puente-- con Eduardo García Rojas. Él se enfada conmigo porque lo llamo crítico. La verdad, es que el documental del místico de Lanzarote (le faltó un martirio final. Un tiro en la cabeza, envolver el cadáver en un lienzo y exponer ese lienzo en la sala oscura... etc. Le faltó a la película. En la realidad, por Dios que nada tengo --ni demasiado interés artístico-- contra ese buen hombre, al contrario, su casa es envidiable). Más tarde en el callejón, Eduardo está a punto de romperme el vaso de agua sin gas (él agua sin gas y yo con gas) en la cabeza, sólo porque nombré a Chejov.
--Eso si que no... Chejov es Dios --rugió nuestro actual y más puzante crítico de narrativa que tenemos por estos laberintos...
Más tarde, en casa, me sumerjo en Línea líquida...

martes, 10 de abril de 2012

notas

Leo en el periódico que Madame Bovary representa el afán de libertad de la mujer. Tonterías. Aunque me gustará ver qué han hecho en la obra de teatro con el mismo título a la pobre Emma Bovary. El sábado, diosmediante, lo veremos. Leí el estudio de Nabokov. El genio de Flaubert haciendo que lo inverosimil parezca verdad. También Vargas Llosa escribió sobre la novela del maniático Flaubert. Este escritor dijo que madame Bovary era él. Supongo que sí.
*
Ayer diversos encuentros. Con Eduardo García Rojas en el callejón del Parra. No tuvimos ocasión de entrar en algunas materias de interés mutuo pero difrutamos de un par de birras, antes de bajar yo a la plaza de los poetas, donde ponemos a cada cual donde le corresponde, jueces implacables y sicarios contra la mediocridad. Allí estudiamos cada paja del ojo ajeno. La mención a Anghel es inevitable, encuentro tras encuentro. Mi amigo es un gran zorro editor, como debe ser, y sabe escoger a las gallinas del corral de escritores. Yo soy una. Espero que me cuide y la semana que viene cumpla su promesa de acrecentar mi fama cuesta arriba. Hoy lo vi en las mesitas frente a La Isla, con el poco conocido (desde mi ángulo visual) Víctor Alamo y el pintor Camacho. Me hubiera gustado quedarme a conocer al pintor, no conocido en persona hasta ahora pero hace tiempo admirado. En fin, una pena será no oír la conferencia de Anghel el próximo viernes. Ya veremos. Nada está desechado.
*
Hoy radio unión otra vez con la puerta. Esta vez ya con Ramón Herar de comandante. Menos mal. A mí ya no se me ocurre nada que pueda decir esto me interesa. Lo que me interesa no puede ser público, y con lo público paso una temporada que no me interesa gran cosa.
*
Recibo del agua. Mientras espero reunión con Anghel (es un hombre que cumple sus promesas), no sé si echaré mano de mi Banco del Tiempo. No sólo de torrijas vive el hombre.
*
Manos adoradas me traen copia en papel de Línea Líquida. No sé si le falta andamiaje y le sobran algunas páginas, pero sigo pensando que la L de Lizundia es clave para comprender lo que de poderoso se está hoy escribiendo en estas Islas africanas.

jueves, 5 de abril de 2012

coliflores

Don Juan yaqui aconsejaba a Castaneda que escribiese todo lo que quisiese pero nada que tuviese que ver con él mismo. Díficil lo veo. La especie marca la pauta sobre el individuo. Así, aunque creamos escribir nada que nos afecta, a lo mejor es cuando estamos enfocando más directamente sobre nosotros, especie humana.
En La Mancha encontré toneladas de papeles antiguos, y supongo que con algo de trabajo sabrá uno encontrar un poco de bronce entre tanto entullo. En fin, será cuestión de buscarlo (si lo hay) y no dejar detrás de nuestros pasos huellas sucias.
Otra vez en La Maldad, dos lecturas que se aúnan en el fervor de este lector. Cucarachas con Chanel y Madame Bovary. De la primera, si Dios me da salud y claridad mental, pienso fabricar una investigación como la que hizo el autor de Lolita sobre la novela de Flaubert, en su Curso de literatura europea (la última vez que vi este libro, en excelente edición, estaba en los cm de la biblioteca de la calle Irene, y no creo que mi amigo de esa calle me lo preste para refrescar la memoria). De Madame Bovary, en bajando al Tea por la raja de Santa Cruz, el viento bajo los puentes y la primera lluvia compusieron estos

MEDITACIONES DE EMMA

Advierte, mujer, con qué ufano antojo
nos bañamos en las charcas del hombre,
nos afanamos en buscar la llama
en la brasa y la flor en los escombros.

Salí de casa y me dejé llevar
por los amables modos de un gentil
Rodolfo, lindo sabía su hablar,
su habla tan bella, cadencia sutil.

Alcancé la anhelada cima. Vi
el monte de la luna en el cristal.

Creí que la mentira era verdad,
me entregué a los brazos de Rodolfo.
En cesta de fruta, la carta de un golfo.

*
y

Rodolfo mándome un cesto
con frutas envenenadas,
engaña el hombre necio
a mujer enamorada.

Como monja portuguesa
sufrí el ingrato dolor
de ver la piedra turquesa
convertirse en un carbón.

Carlos remueve los pies
bailando sobre una lata,
doctor curador de ratas
pero no de su mujer.

Sobre el tejado una gata
busca al macho que se fue.

*
Y esto es todo por hoy, si Gustave Flaubert no me visita esta noche a reclamarme derechos. Los romances de malcasadas abundaban ya antes de que él escribiese ese libro. 

miércoles, 4 de abril de 2012

La Mancha

Fui a La Mancha. Camino del Almendral. Caí en todos los vicios. Este numero está momentáneamente fuera de cobertura; Venus no me atendió porque estaba con un negro. Él a ella y otro al negro. Negro bisexual. Ya sabemos que Venus no es nada si no hay otro. La existencia del otro resguarda su matriarcado.

Ningún cartel de PROHIBIDO FUMAR. Caí en el vicio del tabaco. A veces me acuerdo de la novela La conciencia de Zeno, con un personaje deplorable que pasa por cada página fumando su último cigarrillo. Esta vez negro. Krüger. Un paquete.

... deje su mensaje después de la señal. Móvil de Alcohólicos Anónimos. Ninguna voz amable rociándome lo bueno que es no beber. Ron Arehucas. Oro. Mestizo, tirando a negro.

Metarrelatos del desierto guiñaron las tragaperras del bar Teidrago, por debajo de la estación de guaguas. Espejismos del desierto. Caí en todos y comí arena donde esperé encontrar un arbol con monedas de oro en lugar de frutas. Oro del que caga el moro. Oro negro, pero no petróleo. 

Por la noche cerrada me visitó la Muerte. "Así no, mamasita, así no", le digo. Es la única santa de la que soy devoto. Le rezo para que me trate bien y aprender a caminar por estos laberintos.

Por la mañana, en saliendo el sol. En un ejemplar de la revista PSICOLOGIE. Un Psicólogo escribe sobre nuestro lado oscuro. Somos aquello que deploramos. En la tele un ciclón. Camiones volando como si fuesen plumas. Y un par de poemas en el bolsillo.

FABULA MORAL

Ha sido una serpiente
voraz, lasciva, codiciosa
y ha sido una lombriz
amable, humilde, inocente.
A la lombriz tómola en sus uñas
un gato que pescaba sargos en el muelle,
y de un anzuelo fue
a la boca de un pescado.
Se lo comió un pavo real
voraz, lascivo, codicioso
que sabe esconder las trampas
entre las líneas de la ley.
La serpiente, lección aprendida, observa
y obedece a su implacable carácter.

*

Y este otro que ya no es fábula ni tiene moral:

Barco sin puerto
sin timón ni velas,
naufraga mi pena,
no sopla el viento.

Adiós, alma mía,
ya estoy curado 
de toda sorpresa.

Suena la hora
de la partida.
Nadie me llora.
Así es la vida. 

  

lunes, 2 de abril de 2012

lectura de una vieja gloria

A cuatro páginas de terminar Cucarachas con Chanel y a la mitad de Mujeres con gafas de luna, me detengo, abro un paréntesis (dos autores los de estas novelas que obligan a uno a pararse en seco aquí y allá y digerir la contundencia de lo leído antes de continuar leyendo. Leer y comer podrían ser sinónimos en una cábala que aún no conozco) y abro uno de los libros de obligada lectura si quiere uno pasar al siguiente curso de esta carrera sin título, y menos mal, donde el príncipal examinador es uno mismo. Madame Bovary (con V la segunda B, según me corrigió Juan Royo). Me interesó conocer este libro cuando vi aquella película mexicana (hace tiempo pasada en el TEA) basada en los últimos capítulos de la novela de Flaubert. Luego el azar subrayó esa obra (una Madame Bovary teatral que pasó por el Guimerá). La trama de la peli era el de una mujer casada con un vulgar nadie comprándole unos zapatos (con un dinero que ya no tenía) a un amante que ya estaba agobiado de sus abordamientos y que la mandaba a freir espárragos. Los zapatos terminaron en los pies de un viejo baboso que aprovechó el trauma de la infeliz mujer para llevársela al huerto. En Madame Bovary novela, el lector debe pasar por un amplio territorio de aparatajes fotográficos antes de que la cosa empiece a moverse de verdad. Ahí he llegado. León, el primer aspirante a amante desaparece y en su lugar asoma un tal Rodolfo. Hay un conato de esperanza, en la consideración de Emma, en relación con Carlos Bovary, cuando este opera a un chico de un pie, con un éxito inicial que pronto se transforma en estrepitoso y vergonzante fracaso. El desprecio de Madame por su marido se convierte en odio. El capítulo donde se narra todo esto es de un humor negro, cruel. Imposible, a menos que tengas el corazón congelado, no sentir alguna piedad por el pobre médico. No la tiene su esposa. Aquí empieza la auténtica novela moderna. (Seguiré informando, si hay suerte y salud.)