viernes, 31 de agosto de 2018

Nguyen:

Espero que te estés fortaleciendo y animando después de todo lo que has pasado.

No te llamo ni te mando mensajes porque sé que ahora es lo más prudente. El azar, es el destino. Él dirá.
Escribo esta última página en el blog, por ahora, porque voy a hacer como Pepe. Retirarme del mundo un rato. Te aseguro que el mundo ahora está en un estado delicadamente deplorable. Por alguna parte se arreglará, pero hay que dejarlo solo.
Retirarse del mundo a tiempo es una manera de comprenderlo. Estoy seguro.

Comprender los muros que han puesto entre nosotros. No importa. Todo sucede para algo de más valor. Dios lo quiera.
Yo ahora dejé un poco de lado la escritura y he vuelto a la pintura. Siempre te he dicho, aunque una vez me dijiste que no querías un alumno como yo, que seré buen pintor cuando me des las cuatro clases que me faltan. La pintura y la escritura es la única herencia, si tienen valor, Dios lo quiera, que puedo dejar a mis hijas y a mis amigos, a la gente que estimo.

En la escritura lo más que siento ahora es el libro que te he escrito. Ordenaré los textos. Y si quieres, si todavía lo ves, lo traduces al vietnamita. Seguro, tengo ese presentimiento, que suenan mejor en tu idioma.

Bueno, más cosas podría contarte. Cosas mundanas, vida de todos los días, relatos, a veces divertidos y otros menos. El girar de la vida.
Por ahora nada de eso tiene mayor interés.

Tú sí.

Un abrazo.

miércoles, 29 de agosto de 2018

La vida pública es un putiferio y haces bien, Pepe. La intimidad, el silencio y saber llevar el ruido es camino de sabio. El mejor mosto se hace buen vino en escondida bodega. Y tú ya eres buen vino. Y no digo más. Hoy una amiga me mandó unas albóndigas. Estaban tan buenas como las del Rincón Gomero, las que sirve una mujer serpiente, de pelo verde oscuro brillante. Deliciosas. El vino lo puse yo. Del minisúper de una joven madre separada que me llama cariño y se pinta las uñas de verde limón. Es buen vino. El otro día lo probó Marcelino y le gustó.

Este sábado no creo que me lance a Los Cristianos. Mucho trajín. Presenta Ignacio Gaspar la novela. Me gustaría ir pero si tuviera alas. No las tengo. Quedé en pasarte la novela. A lo mejor el día X, si no hace calor y el día no aconseja no ir muy cargado.

Bueno, voy a dar un paseo por el barrio antes de recogerme. Pintando mucho ahora. El otro día vi cuadros de Velázquez y el pintor me dijo que todavía me queda, pero no voy por mal camino. No sé yo. Pintores buenos hay aquí bastantes, y medianos, como puede ser uno, hay tropas. Ser el mejor de los medianos no es fácil. Lleva trabajo, Pepe. A ver si Dios nos da salud y voluntad.

martes, 28 de agosto de 2018

Pepe, como veo que no contestas (tus cosas estarás haciendo) te sigo escribiendo. Estoy con energía cósmica y eso tiene sus momentos abismos, así que dejo cuestiones elevadas y bajo a la tierra, y si puede ser a una pocilga mejor, bañarme ahí, como el Rey de La Habana (¿te acuerdas de Pedro Juan Gutiérrez?) que le gustaban las mujeres con el coño sabor agrio y el culo con olor a mierda, uno que se puso una bolita de metal duro en la punta para dar más pleno. ¿Nos vamos a La Habana,
Pepe? Tú a rejuvenecer y yo a madurar.

Estaba entretenido en una novela ambiciosa con dos amigos (no acabo de resolver lo propio y me meto en más tinglados; lo que es vivir en La Maldad) y hoy, el que escribió el primer capítulo, se cansó y se rajó; luego yo y luego la otra, la otra persona, que también está en una novela propia y así se mete en lo suyo privado y no anda perdiendo el tiempo.

Hice unas coplas:

Tres amigos hacían
una novela en secreto,
en ella hechos salían
como el Rincón del Gomero

Salían viñas del Sur
y del Norte la Cruz del Puerto,
salía el puente Las Vallas
do un vivo pasaba a muerto

Quien ideó ese salto
se cansó de tal enredo
y a los otros dos autores
les quiso dejar el muerto

Por un lado la querida,
por el otro la mujer,
un cura y un policía
y la torre de Babel

Suerte tenga el suicida,
ese que está en el texto,
y todos tengamos suerte
estemos vivos o muertos

Y se acaba el cuento. Salía también la ermita del barranco. Ahí me interesé más y bajé un par de veces, acordándome de Jabalí y María cuando estuvieron. El lugar merece más de una visita. Y el puente no sé si lo has visto. Lo de las vallas es porque lo vallaron para que no se tirara nadie. Una estética agobiante. Ahora le pusieron un material trasparente. Por lo menos puede uno mirar la montaña. Barrio Nuevo es un lugar desperdiciado.

Y me dejo de urbanismo en Santa Pus. Y ahora a ver si Anghel sigue operativo, y darles esas novelas, más novelas al mundo, y hacernos famosos y estudiar cómo vamos a ganar el Premio Nobel.






lunes, 27 de agosto de 2018

a Pepe Ramallo

Hoy mi amiga Pamela me despertó la vena satírica. Puso tan buenos poemas en fb que me salió la vena poeta, pero más por la parte Chito que por la parte Castellano. Pepe, tú sabes ya que soy un esquizofrénico que ha aprendido, más o menos, a caminar por el alambre que une a mis dos mitades, y de una tercera parte hablamos cuando nos veamos, porque no es cosa de novela, no es cosa pública. Es cosa seria. Yo creo que mi amiga hubiera preferido una poesía más castellano, más mística y divina, menos profana y arrastrada, pero esa poesía mística la hacía contigo y, sin ti, pensando en mi maestra de pintura. Ya salió. Está libre.

La foto --lastima que yo no la pueda poner aquí; tú sí puedes-- de los tres animales es un faro, esa foto es un faro. El Dragón Tigre, el Jabalí de Bengala y... Dani no me cuadra el animal que me dijo que era, yo le veo carácter serpiente, como yo, Serpiente Alada, azteca, descubridor de símbolos.

Bueno, y te escribo porque ahora sé que estás leyendo nuestro blog, que por ti lleva esperando esperando

En fin, y también porque ya puse demasiado verso en fb, y este lo pongo aquí y así no lo dejo para mañana.

Aquí está mi alma
toda entera,
te la regalo
a ti y a cualquiera

Todo el día rumia,
toda la noche ladra
Unos la llaman baifo,
otros la llaman cabra

Yo no la llamo
y siempre viene
a joder los bienes
de vivir sin ella

El alma es invento
de malos poetas
y poetas buenos
que fallan la letra.

*
y sí, oyente pasajero,
no es ser un fresco hacer versos
que suenen bien a tus oídos,
ni excesivo precio
un vaso de buen vino.

domingo, 26 de agosto de 2018

la pintura no para, animales. esto va tomando cuerpo. Todavía por los pies. No falta nada para llegar a la cabeza. Antes hay que alcanzar la polla, esa catapulta. Todo se desmorona, y nosotros también. Ya no hay remedio. Agujeros por donde escapar. Eso es lo que me está diciendo la pintura. Necesito óleos. Jabalí ya sabe que soy amigo del arte pobre pero con materiales ricos. Cuántos ricos materiales he desperdiciado, yo el primero. muy rico era, y ahora soy ese poema de Baudelaire que no lo voy a decir en alto.

sentado en la rambla tranquilo la vida pidiendo una cabeza acechando a una vieja... mi amiga manda unos cuantos chistes de gomeros. Llega un gomero al muelle y pregunta al taxista: ¿Cuánto me cuesta ir a La Maldad? Diez euros, dice el taxista. ¿Y la maleta?, pregunta el gomero. La maleta nada. Entonces lleve la maleta que yo me voy andando.

Bueno, los de mi cultivadora amiga eran chistes de Lepe. Eso queda en España no sé donde, en la parte española de la península. Ahora no sigo la política. El mundo está en lo que yo pinto. Todo lo demás son apariencias.

Cada vez pinto más parecido a Chagal. Voy a tener que copiarlo. No tengo ningún libro de Chagal. "Cristo en el burdel de la montaña", lo firma Chagal y está en el museo del Prado. Donde está es en casa de Marcelino. Enfrente de otro que podría titularse "Paisaje irreal". No sé. Todo es irreal. El sufrimiento y la alegría, todo, menos el ruido y el silencio. Entre el ruido y el silencio, la música. Mi amiga me dedicó una canción, en un vídeo en blanco y negro, como los tiempos pasados. No vino ella a cantármela bajo los laureles de La Rambla. Demasiado pedir. Me dan un dedo y quiero todo el cuerpo. 


sábado, 25 de agosto de 2018

--Lo que hay es jarlapa. --O farlapa; no sé cómo dijo.
--¿Y qué es eso?
--Chocolate bueno. Menos cantidad pero mucho mejor.

No engaña. Coge las perras y se va a buscarlo. Regresa. Me entrega la materia prima. Hace calor. Día de calor. Bajo una de las escaleras de cemento, las barandillas de hierro hirviendo, no hay quién las toque. Imagino al dictador Trujillo quemándose las manos en una barandilla. Mandando fusilar al que puso esas barandillas. La imaginación es inocente. No hay rabia. Sólo película. Una escena de la novela de Vargas Llosa La muerte del Chivo me vino a la memoria. Un militar tiene en mal estado una parte del cuartel y el hijo de gomero y haitiana lo pone a parir. El militar no recuerdo si es uno de los que ofreció su hija al generalísimo.
Trujillo quiso volar muy alto, contra los EE UU, y cayó en picado. De su época es Rubirosa, el gran seductor. Su primera mujer, la hija del dictador. En su libro cuenta que un amigo árabe, de la juventud, le enseñó técnicas infalibles. Mujer que cogía, mujer que se rendía. En los negocios creo que fracasó. Su vida principal fueron las damas de alcurnia. Un gigoló de altos vuelos.

viernes, 24 de agosto de 2018

Esta noche no tengo ganas de dormir y me pongo a escribir porque no tengo ganas de dormir. Me pasé el día con el fb como si fuese un pasatiempo.

Con Franco no obligaban a los niños a ser homosexuales

No me acuerdo quien dijo eso. Una mujer. La ponen de vuelta y media. Un comentario: Estamos agrediendo a un Mesías democrático que nos salvó de la dictadura de los rojos jajaja

Me acuerdo de Ledesma el autor de Historias de mis calles. Un escritor que en un tiempo escribía novelas del oeste. No era tan popular, por lo menos aquí, como Marcial Lafuente Estefanía pero ganó soldadas trabajando para Brugueras. En ese libro cuenta alguna historia, un empleado harto porque una jefa lo cogía (en sentido argentino) un día sí y otro también. Ahí contó que en tiempos de Franco las putas estaban protegidas. Y de los homosexuales, que yo recuerde, aquí los declarados, los que tenían poses y maneras, eran respetados, que yo sepa. Antoñito, mi vecino de enfrente. Uno de la calle Miraflores, y este era respetado además porque daba mejores piñazos que los marineros. Y uno que sirvió conmigo en el cuartel. Este no tenía maneras. Era una mujer en su totalidad menos en lo que la obligó a hacer la mili,

Sigo con el záping en fb.

Le puse "follamos" desde el móvil de mi amigo a mi novia y me puso que sí jaja como supo que era yo? La quiero tanto.

Lástima que no dé el número del móvil de la novia. En tiempos de Franco, los feriantes, yo lo supe por los feriantes, había una tarjeta con una literatura que decía lo mismo pero con más palabras:

SI                                          NO
Señorita, estoy sufriendo de amor
por usted. Si me devuelve la tarjeta
con el SÍ me atreveré a enamorarla.
Si es el NO, me alejaré de usted. Si 
me la devuelve sin respuesta, tendré
esperanza

que es lo último que se pierde, dicen.

El poeta donostiarra Karmelo Iribarren se queja... no sé de lo que se queja; no me acuerdo. Ah sí, de saber que la mujer de otro cuando pasa por su lado a quién desea es a él, al poeta, pero tendrá que esperar aún mil años antes de que ella se decida a engañar al marido. Algo así era. Cito de memoria.

De Donostia me voy a Asturias. Hay una asturiana que yo la sigo porque es simpática e ingeniosa y escribe un asturiano que tiene poco que ver con el olor a cucho del asturianu de la Academia de la Llingua,

Pasamos Armás y la curva y vemos el coche verde na sebe. Allí mismo, en el prau de abaxo, tan a la Yerba... (Aitana Castaño Díaz)

¡Quién estuviera en Asturias! Aitana después de ella pide versos. María José Vidal Prado escribe unos de amor a su abrigo, el que él (el hombre que la engañó la maltrató la ultrajó y le robó) se llevó
para dárselo a la otra. El poema concluye con más que una maldición. Con la certeza de que su abrigo hará justicia y matará a la otra. Así están las cosas en Toledo.

Un "ojalá" de Belén Valiente (también en un poema en fb), expresador de un deseo de bondad y de claridad, es un marcado contraste.

Más tenue es el contraste entre una entrada de Candelaria Villavicencio (Lo malo de morir no es la muerte, es la vida que abandonas sin haber entendido porqué razón has vivido) y un comentario de Anyelo Fernández. Lo bueno de morir no es dejar la vida, es vivir la vida hasta el último aliento sin ninguna razón.

En otro sitio, un poema de Víctor Botas. Copio algunos versos

El cigarrillo roto del cenicero azul.
Mi mano con la pluma que no entiendo.
La rosa inalcanzable de Jorge Luis Borges.
...
El salto delicado de los gatos.

y me voy a acostar, tal vez dormir, tal vez soñar. Con un faro.


miércoles, 22 de agosto de 2018

--Mira lo que me hizo. Toda la mañana lo tengo en el jardín y viene a hacerlo a casa. --Señora de la calle de por abajo con la que coincido en el contenedor, junto a un arbusto que por las tardes desprende un olor que enamora.
Me enseña bien una bolsita negra que lleva en la mano. No es transparente. No veo lo que hay dentro. Debe de tener mi edad. Es pequeña, con esa gracia que sólo poseen las mujeres pequeñas. Levanta la tapa de plástico verde con la agilidad de una niña menuda, y la sostiene en alto esperando por mí. Regreso a casa. Doña Alfonsa, que siempre tiene la puerta abierta, con vistas al limonero a la entrada de la calle, ha puesto música mexicana.
--Es que tengo a la chica limpiando y le pongo esta música para que trabaje más deprisa.
Vaya, le elogié la música con intención de invitarla a bailar entre los rosales... Me acuerdo de Barrio Nuevo cuando yo tenía edad de merecer. Acompañaba a una muchacha de Las Palmas, de visita en Tenerife, de mi casa a la suya, de noche, y había una calle de tierra en medio del barrio, en medio de la montaña, con casas a un lado, y al otro el vacío, el cielo. Todas las puertas abiertas. Y afuera un pickud en cada entrada, con una canción, todas un corrido.

Busco en la edición de Victor Ramírez el cuento "La fiesta" de Antonio Bermejo. No está este cuento en esta primera recopilación de la narrativa del escritor fetasiano. ¿Fetasiano? Hay un influjo onírico en Isaac de Vega que no lo recuerdo en Bermejo. No el influjo surrealista de Rafael Arozarena, sino más profundo, de allí donde el sueño se confunde con el mito. No hay mitología en Bermejo.
La fiesta tiene un argumento sencillo, casi no tiene argumento. Un hombre baila con una mujer. Sucede una catarsis negra. Cada detalle es un escalón hacia el desencanto.

La que no es un desencanto es la mujer de Nick. Desde que vino de La Gomera parece que le inocularon aire del Kilimanjaro, Qué guapa, qué graciosa, qué piel de madera bien pulida. Y la jodienda; no somos esquimales.

Algo de esquimal tiene sor Nuria. Después de qué guapo estás, me dice:

--Estar a bien con Dios y con la Virgen y que haya fufú y amor libre.

Tengo que buscar en el diccionario fufú, a ver qué es eso. Quedo con Anyelo. Cosas nuestras, por ahora.

martes, 21 de agosto de 2018

... :

¿Qué te voy a contar hoy? Hoy estuvo un poco más animada la tarde en mi calle. El vecino inmediato casi se cae de la escalera cogiendo una papaya. Anduvo listo. Luego pegamos la hebra. Me enseña lo que le mandan al movil los amigos. Aparte de imágenes picantes, tiene más cosas bellas. Fotos antiguas de santa Cruz. El castillo de San Andrés sin casas alrededor. El boxeador Sombrita... bueno, no creo que te guste el boxeo. En fin, imágenes que te pones a verlas e imaginas una historia. Yo ya puedo ver casas de madera en el Sur. Irse los gorriones y aposentarse los júligans, orgías, borracheras, escándalos. Hasta las más bellas flores del jardín se mustiarán con tanto ruido. Es el progreso. A lo mejor la solución es hacernos caníbales. Cuando venga la gran hecatombre, comernos al turista y comernos unos a otros. Esto último ya lo hacemos.

Pero a veces no nos comemos nada.Yo aquí hace tiempo que no como nada. Voy a hacer unos spagheti. Luego vuelvo.

tú ya me dejaste claro que contigo nada. qué voy a decir. dos no pelean cuando uno no quiere. Aquí en mi territorio alguna siento con ganas de ver cómo es el gallo. El gallo, bueno. No es gallo real. Las pollancas tampoco. Hay una de alcurnia, pero no acaba de encontrar la cuerda apropiada, a veces desvaría, y además el novio es celoso. Que la necia mire poco para uno y que el novio se ponga celoso, no es una buena regla de tres.

Entre los vídeo-youtube de Nick el vecino, había uno de dos que los trancaron follando en el Estadio. A él, debajo, no se le veía la cara; a ella sí. La reconocieron y tuvo que bloquear su cuenta en fb y esconderse. Ya sabes, a nadie le agrada ser motivo de risa burlona. Yo aquí me pongo serio para que no me cojan la delantera los jurones, porque sor Nuria, con quien me siento al aire a hablar por las tardes, es ya más que abadesa y Nick dice que le falta un riego. Un riego no, esa mujer es más cuerda que él y yo juntos.

--... y a él, a pesar de las sombras, lo reconocieron unos amigos. Cómo se entere la mujer...
--Lo perdona. Qué va a hacer --digo yo--. Imagina que tu mujer se entere que tú... ¿te va a echar de casa?
--No, echarme no, pero luego me engaña ella con otro... ¿y...?
--Diente por diente, qué vas a hacer.
El negocio de talión no lo convence.

Bueno, picaresca aparte, hoy vi que podía poner en toda la pantalla películas que me salían en pequeño. Vi una de F L, de 1927, que el final parece negociado, pero el preludio y el entreacto no tienen desperdicio. La película es muda y se interrumpía para mostrar, blanco sobre negro, lo que decían los personajes o narrar algo que no salía en pantalla.

LA LEYENDA DE LA TORRE DE BABEL  mano de obra extranjera

--Significa hundirse, hundirse hasta el subsuelo... Esta noche he de emprender un largo camino hacia la profundidad, hacia mis hermanos...

--Quiero que vayas hacia ellos a la profundidades, para destruir a la mujer que es igual a ti

(La Muerte toca una flauta de hueso humano mientras la mujer-maquina le hace saltar los ojos a los mirones con su baile... Puertas que se abren y se cierran, anillos de luz, la estrella de David, el pueblo que una y otra vez ha alcanzado la cumbre de la Torre y ha caído. La piedra ha caído. Extraña transposición cultural del mito de Sísifo...)

No me hagas caso. Ya me disparaté en un hermetismo que sólo entiendo yo.

domingo, 19 de agosto de 2018

Hoy mi lejano amigo Martín señaló un megusta a un poema que puse en fb. Que el crítico literario más certero e incorruptible que hay hoy en España se haya fijado en eso, tendría que ponerlo en el currículo, si es que tuviera currículo. Ese dedo con el pulgar alzado y lo que escribió sobre mí, también hoy, mi amiga de Charco del Pino (añadiendo lo que me dijo hace unas semanas mi amigo de Charco del Pino) sería una carta de presentación que me pone muy bien.

Mi amigo me dijo que yo era el mejor con diferencia. Hombre, no soy malo, tengo ideas y sé cómo mover esta rueda, pero mejor hay. Hay otro. O mejor dicho, otra. Y tan o más apartado que yo del gremio literario. Quienes gobiernan aquí las letras, en cuanto fenómeno social y económico, no son de admirar. Yo no los admiro. A veces me son indiferentes y a veces los desprecio. Filisteos de la literatura.

Mi amiga fue más concreta. "Con las palabras narra, fotografía, dibuja y se retrata". Añade que soy persona sin mucho ropaje. En esto sí dio en el clavo. Un perro que pasa por la calle se pone a ladrar y dice que sí, totalmente. Llevo todo el verano queriendo comprar un pantalón de verano --el que tengo me lo vio Belén en el parque cuando presentó Nudismo, y salgo a la calle con este pantalón y me siento desnudo. Bueno, desnudo no. Mal vestido. Veo a los animales y parecen que están en plena selva. Mandan imágenes por wasap y los veo a ellos y digo de mí, qué va, con estos pantalones no voy a ningún lado. Antes del 9 del 9...

Este día nueve tiene que ver con el proyecto en marcha, y el proyecto tiene que ver con el símbolo de La Torre. En el Tarot La Torre es la carta XVI de las figuras mayores. Los tarotistas con psicosis que se apartan del Tarot de Marsella la pintan con presagios horrendos, cumbres borrascosas. Claro que hay cumbres borrascosas y horrendos acontecimientos. En la naturaleza y en la civilización. Pero la carta XVI no señala acontecimientos ruidosos, sino cotidianos. "Caerse del burro" resume la lectura de esa carta. O "... más alta será la caída". No significa sino que lo que creemos, o lo que pensamos, o lo que sentimos o lo que tenemos, si hasta ahora valía algo, a partir de ahora pasa a valer una mierda. Y con la mierda lo mejor que se puede hacer es estiércol. Se acabó lo que se daba, amigo. Te caíste con todo el equipo. Tú verás lo que haces. La carta no dice más. La realidad puede decirlo. Despertar de un delirio puede llevar al suicidio. Ese, el suicidio, es la aguja que marca el centro del mapa...

Martín en su blog, última entrega, nombra una torre y la Casa de la Virgen. ...

(Releí el relato inicial y hay que corregir el dibujo que le hice al hombre del puente. El suicida tenía barba. No se había afeitado.)



viernes, 17 de agosto de 2018

Recuerdo la película El resplandor. El escritor escribiendo folio tras folio siempre la misma frase. Pues a veces todos los libros se convierten en eso. En la misma monótona frase. Da igual que sea de aventura o de filosofía. Y la vida. Y escribir es absurdo. Anoche soñé con Nguyen. Iba a salir del Recinto y me reñía por algo y me decía que esperara. Desperté y el recordatorio de fb era el retrato que le hice. La sentí riñéndome en una realidad cuántica, y la comprendí. El ego de estos día ha sido infame. Pensamiento infame. Sin sentimientos. Ahora sigo sin sentimientos. Y sin pensamiento que no sea la misma monótona frase. El trabajo alivia, dicen. A veces. Ahora no es que me agobie, pero no me dice nada el trabajo o el no trabajo (creo que esto corresponde a un cuadro clínico concreto, pero no sé. No soy psicólogo).

Papeles sueltos de un proyecto con amigos. Le estoy cogiendo manía a los papeles sueltos. Supongo que aquí están mejor guardados. Borradores, ideas, sobre un tema no agradable.

la amante
Aquí dejó su dentadura. Eso es lo único que dejó. Todo lo demás lo tiene ahora su mujer. Y la pensión de viuda. Estará contenta. El diablo la confunda. Mira que me amenazó. Llamadas, wasaps, todo. Insoportable. Que le estaba sacando los cuartos al marido. ¿Qué quería? ¿Que lo tuviese aquí en mi casa de gorra? Le gustaba comer bien al señorito. Y leer versos. Me tenía medio aburrida de leerme versos. Me dejaba a medio camino y luego me retenía en la cama leyéndome versos y versos y versos. Y el cabrón arrancó la hoja de uno de los libros y me lo dejó en el espejo del cuarto de baño. 

Adiós, querida, adiós.
No llores por mí.
Vivir no es nada nuevo
y morir tampoco.

Pues adiós, querido, adiós, pero qué hago yo con tu dentadura. Al contenedor no, eso da mala suerte. Si, se la mandaría por correo postal a tu mujer, que se quede con todo, que no le falte tu odioso postizo dental.
Ya sé. Se la llevaré a la Virgen del barranco. Será lo mejor. Quiero quedarme tranquila.

la mujer del bar
Ayer vino afeitado, Siempre tuvo bigote. No era de esos a los que les dicen ¿y ese bigote? El bigote lo tuvo siempre. Ayer vino afeitado. No sé por qué vinieron esos policías a preguntarme...
--Toma, mi niño, cuidado que está caliente.
Al principio me pareció más guapo. Pero no. Le faltaban dientes. Usaba dentadura postiza, y yo creyendo que era un hombre completo. Vino como era. Sin disfraz. Le puse lo de siempre. Albóndigas. En el barrio nadie hace las albóndigas como yo. Dejó dos euros sobre la barra y se fue. Yo qué voy a saber. Que si tenía querida, me preguntó el policía. Me dijo que un testigo no podía mentir. Le dije que sí. Me dio las gracias, terminó el vino y se fue. 

jueves, 16 de agosto de 2018

Día alegres en Clichy. Más o menos éste es el título de una novela corta de Henry Miller. Lo único que recuerdo es una escena en que Henry cuenta cómo se limpia el culo y se come el papel higiénico. En un tiempo leí bastante a Henry Miller. Me cansaba un tanto su afán de justificarse aludiendo, con largas peroratas, a propuestas místicas sacadas de acá y de allá, orientalismos pasados por papel higiénico occidental. Me acuerdo de un viaje en tren. Cadiz-Madrid. Viajé sentado enfrente de una alemana que leía un libro. Yo leía otro libro. El mismo libro los dos. Sexus, de Henry Miller. Ella en alemán y yo en español. A mitad de camino era su destino. Me invitó a bajar e ir a su casa con ella.

Pero aquí ahora son días de tedio en La Maldad. Doña Sonrisa ya no baja a llamarme a la puerta, o por la ventana. Pensaba convencerla para que posara para un cuadro. La idea no le parece mal. Pero no quiere entrar, cuando baja y me llama, por lo que dirán los vecinos. Nada bueno dirán. Lo sé.


Hoy esperaba llamada de Marcelino por si iba solo iba con él a La Gomera. No me viene mal un cambio de aires. Pero me parece que no va a ir solo, con una furgoneta cargada de materiales para arreglar su casa de Agulo.

Discusión en fb entre dos amigas. Sobre si el poeta debe vender o no su poesía. Don Quijote en uno de sus discursos dijo que la poesía no se vende, salvo... bueno, mejor es citar el libro:

... pero esta tal doncella (la Poesía) no quiere ser manoseada, ni traída por las calles, ni publicada por las esquinas de las plazas ni por los rincones de los palacios. Ella es hecha de una alquimia de tal virtud, que quien la sabe tratar, la volverá en oro purísimo de inestimable precio: hala de tener, el que la tuviere, a raya, no dejándola correr en torpes sátiras ni en desalmados sonetos; no ha de ser vendible en ninguna manera, si ya no fuere en poemas heroicos, en lamentables tragedias, o en comedias alegres o artificiosas; no se ha de dejar tratar de los truhanes, ni del ignorante ...

Esto dijo quien se alegraba de que el libro de sus aventuras estuviera corriendo por calles, esquinas, plazas y rincones de palacios. No me extrañaría que actuase en la cabeza de don Quijote la inquina que su autor, un poeta fracasado, le tenía a Lope de Vega, un poeta exitoso. 

Viene el vecino. Le pido papelillo y viene. Lo cojo de modelo.
--No metas en tu casa a esa mujer, que le falta un agua y te puede traer problemas.
Así que lo cojo a él de modelo. Por lo pronto carboncillo.

Me enseña fotos que le mandan los amigos. Un desfile de modelos esplendorosas. Y otras que tienen más interés (fotográfico). Fotos antiguas de Santa Cruz. Hay una del castillo de San Andrés, derruido, cuando aquello era un descampado. Y otra en la que salen Sombrita y Legrá, entre otros. Una de la calle El Castillo, llena de gente, que es un cuento...

Y creo que estamos a jueves. A ver cómo estoy el viernes.


lunes, 13 de agosto de 2018

--Ñas, hermano, ¿y ese bigote? --Perro el loco en el carrito mientras yo paso después de hablar con Miguel. (Algún día hablaré del carrito de Vicenta. El bar de Ibrahim y el kiosco de Vicenta, con su huerta al lado, detrás, que cuida Miguel, son el polo este y el polo oeste de mi calle.)
--Para asustar a los niños --miento.
El jodido bigote, como el de un bisabuelo mío, que me extraña hasta a mí, tiene que ver con Nietzche, el célebre filósofo alemán. Algo que leí de este hombre. Algo así como que la máscara es mejor que la persona, y que la persona lo mejor que puede hacer es cuidar su máscara. O sea, hacerse una máscara que lo embellezca, o que le oculte las fealdades. Por eso Nietzche, y yo ahora, se dejó crecer el bigote. Qué oculta el bigote. En mi caso los dientes rotos. El triste complejo de mellado. A don Quijote también le faltaban dientes, que se los soltó una pedrada. En mi caso, el motivo es menos honorable. Me admira el vecino Esteban no ya por lo ingenioso y su buen humor sino porque no tiene bigote y le faltan unos cuantos dientes y se ríe igual, sin problemas y sin complejos. Reír así es salud. Eso me hace pensar que la máscara no es tan saludable.
Antier noche me quité la máscara, casi la tiro por la ventana, y le escribí unas líneas a Afrodita.

... mi relación real con las mujeres es ultimamente muy torpe. Hay una palabra vulgar fea que a mí no me gusta como a nadie le gusta la palabra fea que lo retrata. Llevo tiempo que me subo por las paredes. Ya me da igual cualquiera...

Sí, y si le digo que soy un pobre desgraciado, ya le doy el DNI completo. Y anoche se me rompieron las gafas. La parte del ojo de la bondad (esto es una referencia a la novela "Jubiabá", padre santo brasileño que decía que tenemos el ojo de maldad y el ojo de bondad. Si cerramos el ojo de bondad, nos volvemos crueles y la crueldad trae desgracias. Y si cerramos el ojo de maldad, nos volvemos idiotas. Y la idiotez es peor que la crueldad. Esto lo añado yo. Creo que Jubiabá estaría de acuerdo. Él lo mismo curaba que hacía hechizos de amarres amorosos. La favela de esa novela me recuerda Barrio Nuevo. Y Santa Pus en otro tiempo, antes de llamarse Santa Pus, era como Río en el tiempo de la novela del brasileño. Macumba. La novela de un negro pendenciero, mujeriego y valiente).

En fin, entre la máscara y la carne está la palabra. Y la palabra es seriedad y es broma. Es todo y es nada. No te amargues. No te pongas esa máscara.

viernes, 10 de agosto de 2018

Esta noche no pasó la mujer de caderas anchas y rostro griego. Rostro de Venus con todos los cánones. Oigo ruido fuera. Nadie.
--El sexo es la pulsión más poderosa --dice mi amigo... Y también lo dijo Pascal. Y lo dijo Aristóteles. El sexo y el dinero. Pascal dijo que son las pasiones por las que vale la pena vivir, pero son incompatibles. Eso decía él.
Un gato maúlla fuera. Es el que metía ruido. Está buscando hembra. El maullido de hambre es diferente. Es un gato blanco. Se alimenta de lagartos. Una hembra le responde. Voy a ver.
Es una gata parda. Están uno frente al otro. Él le habla, intenta convencerla. Ella tiene deseos pero tiene miedo. Él le dice que no tema. Ella acepta. Dos gatos bajo la palmera.
Ibrahim sigue abierto. Desde la escalinata, sigue viéndose Marte.
Noche tranquila.

jueves, 9 de agosto de 2018

De noche suelo salir al banco de fuera a fumar un cigarro. Dejo la puerta abierta. En la calle no hay mucha luz, hay una penumbra agradable. La vi bajar. Hermosa mujer. Amplias caderas. Rostro bello y maduro, de líneas delicadas. Cabello recogido en un moño. La puerta de la calle deja ver una pequeña parte de la casa donde tengo algunos cuadros. Se paró delante de la puerta y se puso a mirar. Yo la miraba a ella y ella miraba dentro de la casa.
--Me encanta cómo dispones los colores.
Y me miró. Con encanto. Y a mí me encantó ella.
¿Por qué no le dije que pasara a ver los otros cuadros? Los que tengo en la sala, en el patio, y en los cuartos de arriba. ¿Por qué no le pregunté si quería ser modelo? Modelo de siete trajes mágicos, como María Cahina. La mujer antigua de Charco del Pino. En el patio tengo un cuadro que iniciamos Marcelino y yo, sobre un espejo, grande, que encontré en la basura. Los dos fuimos modelos. Yo tracé su perfil en el espejo y él trazó el mío. Mi perfil sobraba. Hoy lo cubrí con naranja. El cuadro ganó en profundidad y armonía. Es feo, pero también la fealdad tiene una armonía. Es decir, se transforma en belleza.
Le hubiera gustado, si la emociona de verdad la combinación de los colores, ese cuadro, tal como está ahora, sobre un espejo. ¿Por qué no le dije nada? Sino que me quedé mirándola, hipnotizado. Y cuando me dijo adios, seguí mirándola.
¿Pasará de nuevo mañana a esta hora? Tengo que poner los cuadros más bonitos a la vista de la calle.
Y ordenar el patio. Desalojar el sillón de cachivaches. Y terminar el que tengo en las puertas del armario en el dormitorio. Ayer le puse rojo y cogió profundidad. Hoy toca azul. Un poco de calma.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Callar es de sabios, pero si lo callo no lo cuento.
l
--... ayer me encontré casualmente con XX en el auchón de Beneharo. Le dije que le echaron de menos en la presentación de la novela de YY. La respuesta tiene miga --me informó un amigo.

Servida la corteza, habrá que ver la miga. XX no es un alterado isleño que se pasa la vida señalando vigas en los ojos ajenos. Ha hecho mucho más --ya no, se retiró-- por la literatura canaria que otros.

--"Este país es un país de traidores y los literatos son los más traidores de todos". Y lo quiso dejar ahí, sin más aclaración. Otro que se apunta a lo críptico.

Menos críptico fue mi amigo de San Andrés el otro día:

--Los guanches eran unos traidores...

Coincidencia de opiniones.


Lo que sí es críptico es otra cuestión que cuenta mi informante. La que me dejó en 33.

--Hace un mes me llamó el poeta A, para decirme que te dijera que dejaras de molestar a ... .

Que la familia de ... me diga que deje de verla, puedo comprenderlo, vagamente. Pero que el poeta A, que no sé quién le dio velas, intervenga y no diciéndome a mí sino buscando un tercero, no está todavía en mi comprensión. A añadió que lo llamaría el actor C (un militante de un partido político) para darle las explicaciones. Nunca lo llamó el dicho actor. Con este individuo hace meses tuve un intento de entendimiento, en relación con ... . No cumplió su palabra.

--Un hombre que no cumple su palabra no merece el nombre de hombre --decía hoy uno en la casa adonde fui de visita--. Y además es mala persona. Eso de que dejara al perro metido en una bolsa blanca pudriéndose en la calle... el perro que lo había acompañado toda la vida merecía un respeto...

Dicen los cuánticos esotéricos que Sirio está presionando sobre este planeta, metiendo presión. Si no eres capaz de desprenderte de todo lo inservible y renovarte, en estos días del ocho al once de agosto, vas a salir de este tiempo hecho un trapo. Dicen.

Abro la Biblia, a ver qué dice.

"El que tocare la pez, se ensuciará con ella; y al que trata con el soberbio, se le pagará la soberbia. Una buena carga se echa encima quien tiene tratos con otro más poderoso que él. No te acompañes con quien es más rico que tú. ¿Qué sacará la olla de barro de estar junto al caldero? Cuando chocare contra este, quedará hecha pedazos." (Eclesiástico, XIII, 1)

Suele pasar. En otro pasaje, dice que el que no tiene dinero es despreciado. Suele pasar. Los calvinistas lo comprendieron.

El dinero es pertenecer a un partido político, por ejemplo. Y con el disfraz de la humildad, estar con tu soberbia profunda jodiendo.


martes, 7 de agosto de 2018

Hoy vi a Verónica. Me vio ella a mí. Señaló mi cambio de aspecto. Las veces que nos hemos visto, yo tenía una pinta diferente. Ahora estoy buscando el look apropiado, le dije. Sí, está muy guapo, me dijo. Ay, cuando una mujer me dice que estoy guapo. Lo comprendo en mi vecina de más arriba, pero en Verónica, mezcla de romana y londinense. Yo estaba con Marcelino abandonando la mesa de un sitio donde el camarero me caía mal, y no me hizo nada, y no dejamos propina. El viejo escritor me advirtió que me estaban llamando. Calle peatonal, alegre, con niños danzando cerca de las mesas y ningún raptor. Todos buenas personas. Y Verónica buena perspectiva. Un vestido rojo que le caía de los hombros hasta la rodilla. Su mirada de lapislazuli que habla más que los labios. Sus labios delicadamente perfilados. Pelo suelto negro. Mujer blanca con piel de ébano. Estaba con el novio.

lunes, 6 de agosto de 2018

Cuando un amigo regresa
algo se alegra en el alma

Vino a poner una pieza en el portátil. Un archivo antropológico. Dice que ha hecho un trabajo sobre la Virgen de Candelaria en Puerto Rico y que allí San Blas es Covopo (si no me falla la memoria auditiva)... Virgen de la candela... Otro amigo hace tiempo escribió

el Teide no es mi padre y la Virgen de Candelaria no es mi madre

Y ya era hora que alguien lo dijese. La pantomima cansa. Quien siga mirando al Teide como cosa sagrada está en la inopia. El turismo se lo ha comido todo... También hablamos de literatura canaria, no sé qué sobre Armas Marcelo, y no ha tenido tiempo de ponerse a leer la novela de Ignacio, y lo comprendo, hay que aislarse del mundo para leer esa novela. La nueva de Charlín tampoco la ha leído. El crítico icono del escritor gallego sacó una reseña el domingo en El perseguidor. La leí. Gómez Charlín lee muchos libros. Llamarlo devorador de libros sería exagerado e inapropiado. Me aparté dél y él de mí, de su persona, no de sus libros, porque me tenía en una cumbre; y las cumbres son incómodas.

Después de la instalación de la pieza, bajamos mi amigo y yo a La Alhambra. Secretos. Uno de los secretos me deja en 33. El otro me es ajeno, un vodevil turbulento entre amigos, él y un amigo común. Hablamos de la mujer del amigo en común. Es atractiva, inteligente, bella, con buen humor y trabajadora. En un cuento de Borges dos hermanos o amigos resuelven el conflicto que ha provocado una mujer en sus vidas. No es muy recordado este cuento; hoy sería tachado de machista. Y lo es. El problema lo resuelven matando a la mujer de la que los dos están enamorados. Borges --si no recuerdo mal-- estaba trabado porque no sabía cómo terminarlo, y le preguntó a la madre. Su madre le resolvió el cuento. Paradojas. Lo demás son secretos entre amigos.

--No cuentes esto en el blog --no es el primero que me lo dice.

Ya no hace falta. La camisa en que tenía escrito TODO LO QUE ME CUENTES SERÁ CONTADO está descolorida.

Tengo en una parte de la casa un cuadro con una mujer canaria el día de su boda, con su marido. Y otro cuadro con la Virgen de Candelaria...

--No, eso no lo cuento.

domingo, 5 de agosto de 2018

Te das cuenta de lo mal que está todo cuando uno no está para tirar cohetes. Días tediosos en La Maldad. Ganas de salir para algún lado. ¿Para dónde? Todo es dinero, gastos. Y a donde me gustaría ir a matar la apatía, ni hablar. No alcanzo ni para las copas. Hay que joderse. Santa Pus es un cadáver pestilente. Lo que se ve y los trapicheos especulativos. Ya derribaron lo que quedaba del colegio Tinerfeño Balear. Junto a la calle Miraflores, cuando había vida en esa calle. La ciudad estaba abierta al mar y del mar venían los barcos de La Habana.
El Balneario mejor olvidarlo. Lleva tiempo de escenario ideal para una película gore. La plaza toros, la misma cantinela. Y la publicidad del 25 de julio, cartón piedra absoluto. No sé qué se puede escribir sobre esta ciudad que valga la pena. No da ni para una trilogía sucia de Santa Pus. Los pobres se rinden, los mediocres se rinden y los gallitos sociales también se rinden. Todo lo matan. Los disfraces de carnaval, mortuorios, están de moda todo el año.
No sé cómo estará la cosa por el campo. Mejor no hablo del campo. Los cuervos me sacaron los ojos y ya no veo el campo ni en pintura. Y la hierbahuerto del parterre de afuera, ha cogido no sé qué que están las hojas cenicientas. Mejor cierro.

sábado, 4 de agosto de 2018

Tengo una sospecha que no sé si es verdad. Voy a hablar della como si fuese verdad. Jorge Luis Borges descubrió la literatura (como pasión) cuando encontró, a escondidas, revistas sucias, unas pornográficas y otras incitando al crimen y a la crueldad. Vivió todos los personajes. O mejor dicho, todos los personajes fueron Jorge Luis Borges. La biblioteca de libros más eruditos y educadores vino después. En sus lecturas y escrituras aquellos descubrimientos de niño curioso fueron la primera lámpara en el laberinto de los libros. Comprendo su admiración a Carriego, al Martín Fierro y a las Mil y Una Noche. De este cuento de los cuentos, él decía que había germinado y florecido en los albañales, en los barrios bajos.
La sospecha me vino esta noche corrigiendo uno de los cuentos donde injerto uno de Borges con otro de revista de kiosco. La intención fue quitarle todo el lenguaje soez, la tópica coprolalia del género. Hice bien. El relato ha quedado más elevado, y mucho más elegante.
El argumento es sólo parecido al del original del cuento de revista, pero el texto de Borges ha permanecido tal cual. Es el que se titula La secta del Secreto. Si el Secreto se refiere a la literatura, está hablando de la literatura que tiene más baja consideración social. En ella, viene a decir, está el conocimiento. ¿El conocimiento de qué? Dímelo tú, paloma mensajera.

viernes, 3 de agosto de 2018

Bueno, prácticamente está concluido el trabajo de la criba. Hay que poner atención. Convertirse uno en cernidera es un logro. No creo que lo haya logrado. La poeta cribada (su obra) es buena pero no es mi camino. Ella canta un mundo que se ha ido. Leerla es caer en la nostalgia. La nostalgia me produce miedo. La felicidad es la ausencia del miedo. Frase totémica de Cucarachas con Chanel.

Mi amiga charquera, lo leí de reojo, concluye el cuento de los amantes de la playa. Un baturro amargado rabioso y una cubana sufrida y rabiosa. No sé si está acabado el cuento. Ella dice que sí. Y pone una música, Eva María se fue / con su bikini de rayas... y una imagen, una foto de bañador con rayas verticales, blanco y negro. Yo miro toda esta trama como un cuadro, yo lo pinté, que contiene el alfabeto hebreo, un zigurat de las letras, la torre contraria a la de Babel. Esta torre del cuadro es simple. No dice nada. Ni siquiera sé hebreo y no sé si las letras que salen juntas en horizontal dicen algo. Y en vertical y en oblicuo. Ese cuadro parece que no dice nada pero lo dice todo. Hace mucho tiempo que no le pongo ni una gota de pintura nueva. Lo nuevo que he pintado es al vecino Luis, el jardinero de Podemos, al que envidio porque su hierbahuerto  ha dado flores. El mío no, pero es más curativo. Hoy lo vi en Ibrahim. Para pagarle los libros que le estropeé (los de pintura que al parecer me prestó, no me regaló) le di El libro del cuervo, la novela de la que dijo Eduardo García Rojas que la mitad era genial y la otra mitad un pedo innecesario. Esta crítica merece que partan esa novela en dos. La primera parte: obra viva (realidad), y la segunda: obra muerta: imaginación. Las dos fuentes principales de este tinglado. Nguyen una vez me riñó porque yo lo mezclo todo, soy un mezclador. Mezclo el bien con el mal y me sale una tinta azul. Mezclo la mentira con la verdad y me sale una tinta roja... Mezclo un cuento pornográfico de revista barata con un cuento de Borges y me salen las nieves del Kilimanjaro (tengo que aliviar esos cuentos del lenguaje soez, cuanto menos mejor). En fin, que hoy viajé a tierra lejana a entenderme ya de una vez para siempre con lo peor de mi mismo. El más despreciado enemigo es el reflejo de uno, sin equivocaciones.

Y por ahora, me agrada escribir cartas, no messenger. Odio el messenger. El espacio es estrecho. Opresivo.

miércoles, 1 de agosto de 2018

Anoche revisé lo tres títulos de poesía que tengo pendiente. Hay que podar Balada para el odio de una cantante. La fuente es real. Un suceso que ocurrió en 2007. ... Si mi amiga la abogada del Club de Lectura estuviese aquí, me diría:

--Ten cuidado, Jesús, lo que escribes. No te dejes llevar por el instinto, sé inteligente.

Todavía no me ha mandado la carta que dijo que me iba a mandar. Escribe cartas preciosas. En la última clase en la sala de Pérez Minik, donde nos reunimos el club de lectura, leyó una aventura de juventud que hubiese deseado estar yo menos sordo para oírla mejor. Me dijo que me iba a escribir. Me había comentado que tenía ganas de cartearse con un desconocido. Pero a falta de desconocido, vale un compañero del Club. Quedó en eso. Le di la tarjeta. Y estoy esperando pero me temo que leyó esto el día que dije que estaba echando fuego, y comprendo que no es mujer que le agrade un venado ardiente, sino un hombre educado, apaciguado e inteligente. A ver si lo consigo. Bueno, hay que podar La balada. Un día hablé con Nguyen del número de poemas que debe contener un libro de poesía. El contenido de la Balada ya no me afecta, es historia pasada. Es narrativa en verso con fuente real (obra viva). La referencia más importante que tengo en poesía ahora es Belén. No se me escapa que ella tiene las mismas dificultades que yo, pero las sabe resolver, y yo también sabré. Seguro.

*
Pepe manda a los animales una noticia: CONDENADO A MUERTE DESPUÉS DE CONFESAR SUS CRÍMENES EN UN LIBRO

Si no me equivoco, es un caso que pasó hace años. Un policía obstinado vio que el hombre había escrito la novela de su vida.
Pepe me dirige un comentario a cuenta del titular:

"Chito, te cuidado".

el segundo ser humano que me dice lo mismo el mismo día. No hay que preocuparse, el delito está prescrito. De la Ley estoy a salvo. De Dios y el Diablo no. Que Dios me proteja y sepa cómo atar el rabo del Diablo a la vela encendida. Con instinto, sin dejar de ser yo, pero con inteligencia como me dice la entrañable abogada a la que fumando espero su carta.

Mi amiga lejana no me da su correo. Mi amiga más cercana no me escribe.

Con la imagen de un bañador a rayas, como la camiseta de la Juventus, cierro el ordenador hasta la semana que viene. Tengo que hacer un trabajo, seguir haciéndolo, delicado. Dejo todo lo demás reposar y me pongo a ello. Lo merece. Una criba la llamó un amigo.