sábado, 27 de abril de 2019

Hoy, día importante. Saber que existe Dani Aranda. Saber que existen los animales. Y nombro a Dani porque él es tres en uno. A ver si explico. Desde hace algún tiempo me ha dado por pensar que en Pepe predomina la Inteligencia, en Nguyen la Intuición, y en mí el Instinto. La correspondencia afectiva entre Inteligencia-Instinto-Intuición crea salud, buena circulación de la sangre y buena circulación del dinero. Pero es difícil compenetrar las tres potencias cuando están en individuos distintos. Sin embargo, el azar tiende a unir lo que necesita unirse. En Dani no lo necesita. Todo está unido en un mismo individuo. Dani es el nahualt.
Y día importante porque vi en cuerpo y alma a Belén Valiente. Buena feria.
El sol trae mesura y sobriedad. Tiempo de orden. Vaticinio de buenos negocios. Donde hay comercio con frutos tangibles hay vida, y donde hay vida están Dios y el Diablo, enseñando a bailar.

Nguyen cantaba una canción vietnamita. Supe ciertamente por qué la amo. Saber es poder. Y más poder es no saber por qué sabemos.
Dani lo explicaría mejor. Y Angeles, también conocí a Ángeles, más mejor incluso. Mujer nahualt.

domingo, 21 de abril de 2019

La vida sigue igual. La vida es una tómbola. Vive que son tres días y dos llueve. ¿Iré a la barbería? Debería. Esta barba no soy yo. ¿Quién soy yo? Coño, soy el autor de las coplas de Juan Cabrón. Esa obrita es un almendro florido. Ópera bufa. Última poesía del campo. Cuando algo noble se vuelve mánido y lo usan los innobles, el paso siguiente es el cinismo. Eso es La Celestina al amor cortés. Pero la obra tiene piedad por Melibea y, con su muerte heroica, rescata aquello que ha venido atacando. Esa piedad tampoco la pudo evitar Cervantes en la burla que hizo de su personaje. Lo hace morir como hombre y no como payaso (por muy sabios que sean los payasos), de la misma manera que devuelve la cordura al Licenciado Vidrieras. Donde no hay piedad de ninguna clase --siguiendo con Cervantes-- es en El Celoso Extremeño. El marido celoso queda como un tonto rematado y su esposa como una burladora con un ingenio mayor que el de Juan Tenorio. La literatura se alimenta de la literatura, lo dijo Stevenson (punto redondo). Lo escribió en la discusión epistolar que tuvo con Henry James. Este decía que la literatura se alimentaba de la vida. Stevenson le contestó: "La literatura refleja algo de la vida, muy poco, pero se alimenta de la literatura --él había escrito La Isla del Tesoro gracias a Los Tres Mosqueteros, y le aconsejó a James que escribiera sus novelas psicológicas como si fuesen novelas de aventuras. Henry James se enfadó pero luego los dos fueron amigos. Y los dos escribieron novela psicológica --El Dctor Jeckil y Otra Vuelta de Tuerca--. En las dos el deseo sexual lleva a la destrucción del orden, al caos. El deseo de la institutriz hacia el niño en Otra Vuelta de Tuerca y la pasión criminal de mister Hyde en la novela de Stevenson. En todos los casos nombrados, cuando los contrarios se alían la obra termina bien, y cuando no, termina mal. Y se acabó la clase por hoy.

sábado, 13 de abril de 2019

No sé por qué, me intereso por Miguel Servet. En realidad buscaba a Calvino (conocer mejor su idea del dinero) y me salió su disputa con Servet.

Por empecinarse en que Dios era todo
lo quemaron por hereje

Descubrió la circulación pulmonar de la sangre
y que la Trinidad es un monstruo de tres cabezas.
Fue castrado a la edad de cinco años
y era dialécticamente intolerante.

Y es lo primero que leo. Si sigo, hago una epopeya. Hay de todo, a favor de Calvino, a favor de Servet, en contra de ninguno, etc. Me llamó la atención una cuestión escolástica sobre el insulto. La necesidad del insulto. Recordé los que yo proferí ayer. Más o menos del estilo de los que Servet profirió contra Calvino. Lo puso como un trapo de limpiar mierda.

El vecino Nicolás me llama esta mañana a la puerta. Para hablar del caso de la pitanga y el nido de mirlos. Me dice que su mujer, cuando vio el arbusto como lo dejaron, cogió un disgusto. Y él también. ¿Qué te pasa en el ojo?, me pregunta mientras vigilamos al mirlo con lombrices en el pico. Lo tienes rojo, mírate al espejo. Más tarde Esteban el cazador me dice que me ponga agua hervida con pétalos de rosa. Evito hacer el chiste con hervida. Ibrahim me dice que eso es por el cabreo.

El jardinero no ha salid hoy nada a la calle, y no ha aparecido su ayudante. Lo imagino no sé si derrumbado  o velando armas. Se portó como el ballestero del romance. Bueno, algo menos. Ibrahim dice que si no cogieron con la mano el nido, los padres no lo abandonan. Eso parece.
--Pero lo dejaron al aire. Lo malo si viene una coruja.

Habrá que esperar.

viernes, 12 de abril de 2019

Le gusta preguntar sobre la vida social, familiar y sexual. Pero le molesta que la corrija en la forma de hacer la comida. Se amula.
--Cuál es tu apellido?
--No tengo apellido.
Y se instala el silencio.

El vecino jardinero me pide la escalera. Es de él. Se la doy. El ayudante va a cortar las ramas de la pitanga.
--Le pediste permiso a Nicolás?
--Sí.
--Hay un nido de mirlos.
Como si nada. Empiezan a cortar. Me dan ganas de salir con un balde de agua y tirárselos encima. El balde. De hierro. Que les ilumine la cabeza. La cordura es ser hombre de ley. Soy hombre de ley. Me callo. Viene a decirme lo guapo que queda el jardín. Le digo que no me hable, y que sepa que está cometiendo un delito. Tu discurso político es una pantomima, y lo bueno que has hecho lo anula el gesto que has tenido. Le viro la espalda y entro en casa. El otro, el ayudante, triunfante silva podando y podando. Por lo menos éste sabe silbar. Llega Nicolás. Sí, los dejó podar pero no tanto. Vuelve el jardinero con la broma. Le recuerdo que no tenemos nada que hablar. Terminan de podar. Recogen herramientas. Se llevan la escalera.

La mujer sin apellido ablanda el gesto cuando se despide. Yo también. Ella sube la calle y yo la bajo. A la altura de la vecina de la puerta abierta, está de charla el jardinero. Hasta luego, Jesús. Ya mi voz es un rugido. Al instinto lo aplaca la inteligencia, que es la ley. La ley prohíbe un acto violento. No se puede responder a un delito, dañar el nido de un mirlo, con dañar al dañador. La ley de Talión está abolida.

Llama Marcelino. Hablamos de Caperucita Roja. Los negocios están cambiando y lo que hacliams Pepe&Chito con los ejemplares únicos, es una labor que puede tener porvenir como negocio en la demanda editorial que imponen los nuevos valores. Feministas. Eso dijo ayer la moderadora, Ana Hardisson, en la charla filosófica de Cajacanarias. El asunto era el laberinto del mundo actual. El diagnóstico, que vivimos en el colapso. Un orden social se derrumba y no aparece otro. Ese otro es posible que sea logrado por el feminismo. El sociólogo, Wolfgang Streeck, dijo que biologicamente está demostrado que la mujer es tan lobo para el hombre como el hombre. Hillary Clinton destruyendo el equilibrio social en Oriente medio, fue un ejemplo. Amelia Valcárcel aclaró que el problema no era biológico sino político. Como si se pudiera separar lo uno y lo otro. Si te pones a hacer chiste puedes decir que el problema es biologicamente político o políticamente biológico. Sea como sea, en lo que la mesa toda estaba de acuerdo es que estamos en decadencia, tiempos oscuros. La píldora mágica de Valcárcel, si es que la hay, sería embridar el dinero. Me quedo con esta expresión. Ya la comprenderé.

miércoles, 10 de abril de 2019

Día apacible en el club de lectura. El amante dio de sí. Buena novela. Pocas palabras bastan si se quiere ser sincero. El continuo fogueteo verbal, por muy musical que sea, hoy lo rechazo. Me aturde. Empecé a leer El siglo de las luces, la próxíma lectura, antes de llevarme el libro y lo dejé allí, Me pasa con autores canarios que son amigos más o menos, pero es mejor criticar a Carpentier que a uno de aquí. Ya estoy un poco harto de que los autores no sepan distanciarse de su obra. Por lo demás, evita lo que te elogian y cultiva lo que te critican.

La rabia me dura poco. Una pena. Necesito una palabra tan rabiosa que sea capaz de morder sin piedad. Me aflojo.

Y así vamos.

lunes, 8 de abril de 2019

El asunto de la casa del norte y un sueño de pimientas del que desperté en una realidad no grata, me tienen revuelto los intestinos.

La buena intención que pude tener con lo de la casa acabó empedrando el infierno. Sirvió para que el enemigo tenia que tengo subiera tres peldaños más. Y los nuevos dueños se estén haciendo el longuis con un pequeño trozo de tierra que no entraba en el trato. El recuerdo del sueño me paraliza y acordarme de la casa y lo que sucedió me llena de bilis.

Es asunto mío. Lo escribo para conjurarlo, pero me temo que no existe conjuro ninguno.

La casa donde vivo está habitada de humedades y fantasmas.

Nada más. Sigo con la rabia de una cosa y el remordimiento. No me diga nadie nada. Es lo menos que necesito.

El hombre es el único animal que tiende su propia trampa, solía decir en la juventud, donde uno habla al sabor de la boca.

No es verdad.

domingo, 7 de abril de 2019

Cada cual arrastra su sombra. Cierto.
La sombra es al cuerpo lo que el recuerdo a la memoria.

Ayer con Sita y Ramón. Hoy con Marcelino. Por la tarde conversación con doña Teresa en el asiento frente a su casa.

Elena se queja de que no esté con ella los viernes. ¿Para qué quiere que esté?

Aroma parece atisbar lo que realmente sucede.

Calvario da señales pero no le escribo. No le escribo a nadie. Ni siquiera por interés comercial.

Trabajo los injertos de cuentos pornográficos baratos con cuentos de Borges. A veces casi presiento que el autor argentino me está usando. Que su fantasma me tiene como ayudante en la elaboración de ese trabajo. Aún no está terminado. Queda tela que bordar.

El cuento de Sita, de su viaje a Egipto, es imagen del mundo. Ramón narraba cómo la luz danzaba entrando en las pirámides, y Sita dibujó la estampa de un perro, una raza especial de perro, comiéndose a un caballo muerto a la orilla del río.

--Y los niños bañándose en el río.

Días de letargo. Me despierta el material del mexicano. Estaría bien combinado con un pastel de manzana de Charco del Pino. Mejor lo olvido.

Noche tranquila con Marcelino. Le conté episodios de Naranja Mecánica.
--La tienes atravesada.
No. Simplemente es motivo de atención. Su ansia de poder, su sentirse madre superiora, y su energía envidiable. Digna de atención. Sí, lo que veo en ella no es atractivo. Pero: esa falta de atractivo la hace atractiva. Qué paradoja.

miércoles, 3 de abril de 2019

Con la dama de los girasoles, la mujer Dragón, tengo un reducto donde conversamos. No es una piedra del Sur donde jugamos a veo veo. ¿De qué color es? Blanco. Una mariposa o la flor del almendro, o una nube sombrero en la montaña del guanche. No, lo que vemos es la pantalla donde tenemos las conversaciones. Un rincón estrecho pero con cierto encanto.

Encanto era también escribirme con la poeta que se fue al infierno. Aquí la llamaré Calvario. Depresión por motivos laborales, no poéticos. El rincón de conversar era más amplio. El correo electrónico. Me es imposible escribir a una carta a una mujer y no intentar seducirla. Tengo que quitarme este lastre. Los don juantenorios, que antes me caían simpáticos y los veía como poetas voladores y si estaba inspirado yo también lo era, hoy por hoy me ofrecen cierta repugnancia. Animadversión.
Con Calvario también tenía relación física, honestamente física. De vez en cuando nos vimos y hablamos de verdad. La echo de menos. Aunque veo que ha resucitado en facebook. Y si no con ánimos renovados, sí con la fuerza natural que la hace vivir. Y escribir.

Recuerdo ahora, asociaciones de ideas del señor Smith, que la mujer Dragón y Calvario, mujer Tigre, tuvieron un desencuentro virtual y ahora viven separadas de la amistosa relación.

De la soledad hablé hoy con la dama de los girasoles. Empezó ella.

--¿Te asusta verte solo? --preguntó.

Lo primero que se me ocurrió contestarle fue una copla parrandera:

Me preguntas, amiga 
si me gusta la soledad. 
Si no es nombre de mujer 
 se la regalo a San Blas. 

Me agrada la compañía
 de animal que cague bien 
 que cante a la luz del día
 y cuando esté triste también.

No se la mandé porque no sé qué pinta san Blas en ese verso. Eso me dio tiempo a reflexionar. Todavía estoy reflexionando.

martes, 2 de abril de 2019

a Ignacio Gaspar

Amigo:

Con el deseo de que todo vaya bien y tu novela siga creciendo sin prisa pero sin pausa. No sé si aquí o en otro lado, dije que la soñé como una película. Donde los rosarios de preguntas suenan como una música. Una turbadora sinfonía. Con largos silencios humanos donde sólo se oye el viento, la bruma o la gaveta donde guardaban aquellos la comida. Escenas en blanco y negro se interrumpen con pocas escenas en que va apareciendo el color. Hay una película rusa donde se hizo esto muy bien. El color lo marcan los siete vestidos de María Cahina, arco iris soñado en una tierra en blanco y negro.

No sé si es tu novela o es que veo ahora así la realidad. Por aquí mucha feria cultural. A Tenerife Noir no pude ir ni un día. Una pena. Ganas tenía de encontrarme con Angel de la Calle, el director de contenidos de la Semana Negra de Gijón. Recordar un poco esa época que está en la novela que te dejé, Horizontal jazz. Algunos remendados más le he hecho, pero no creo que la maree mucho más. Esa novela y la que la precede sería lo más cómodo publicar ahora. La parte que se refiere a las islas es imaginación pura, ningún personaje está inspirado en la realidad; la parte asturiana sí: Roger Wolfe y José Luis García Martín; pero sólo inspirados. En el desarrollo se convierten en algo que no tiene que ver con ninguno.

La del gigoló sería de más interés aquí. La novela se desarrolla casi toda en este territorio. Y algunos personajes sí germinaron de la realidad y en el desarrollo no perdieron del todo el retrato real. En fin, más comprometida. Más dada al cotilleo y a la conjetura. Retirada vida, dijo fray Luis. No es momento de mucho ruido.

Más me está llamando, para ponerla en posición de salida, una construcción de cuatro cuentos. La titulo Injertos. Porque es lo que son. Unión de cuentos de Borges con cuentos de revistas baratas pornográficas. El resultado es tremendo. Borges escribió que Las mil y una noche germinó en los albañales. Se nota. El lenguaje obsceno, antiguo estiércol, se fue puliendo y convirtiendo en flor, y la buena conserva un filo del aroma de la buena mierda. Eso es lo que he intentado, en cuanto al estilo.
En cuanto al contenido, es seco. Sin sentimiento. Sólo emociones y cálculo.

La fuente es meramente literaria, como en Agosta escribe. Es como navegar sin la carga de la vida. Sin motivos personales. Si aún puedo editar algo, quizá empiece por estos cuentos. Me gustaría hacer ilustraciones pero a tanto no me atrevo.

Bueno. Esto para darte la tabarra con lo que tengo encima. Y esperando esa obra corta, que sea como una palanca que mueve el mundo.


lunes, 1 de abril de 2019

"¿Quieres saber lo que te dice un ser querido desde el más allá?". Al otro lado no hay ningún ser querido que dé la respuesta sino una máquina rotulante con respuestas aduladoras. La falsedad de estos juegos ya la tengo controlada. Las tarostistas es lo mismo. Ya han dejado de mandarme correos. Deben de tener controlado esta pantalla y ya saben que no juego si no hay posibilidad de ganar. Dinero. Intento calibrar el peso emocional que se establece con el otro jugador. Hay una electricidad que marca que la posibilidad de ganar está garantizada. Pero a veces la confundes con la electricidad de la adicción al juego. La necesidad fetichista de jugar. Mala consejera.

Electricidad ninguna hubo hoy con Naranja Mecánica. Fui a ver el documental sobre Karl Marx y el capital hoy, y la vi a la entrada. Saludó por compromiso y no detuvo ni una milésima de segundo la mirada. ¿Estará con la conciencia alterada por algún psicotrópico?, sospeché. El psicotrópico era un barbudo con cara de filósofo con quien la vi al final de la película. Seguramente el hombre importante que dará la charla el próximo jueves.

Mañana temprano análisis. Ñoc. Bueno, habrá que ir. Ya me salté uno.