en fin, nos estamos acercando. Aquí la prueba:
Fernando se fue a La Habana
a buscar la guayabita
que en la mar de Santa Rita
danza su nana mucana
cuando le sale en la gana
a Ferni del Monterrey,
que lo mismo que al maméi
come el mango de mulata
empuñando la culata`
para que sepan su ley.
Sabía del Monterrey de María Lionza y de D. José Gregorio, pero ya veo que la conexión habanera también se ha instaurado en el territorio ronero del Aldea y la Gomeray. La exuberancia del San Andrés caribeño es así, poderosa en elixires de exquisita condición. Por eso está en letras mayúsculas del mapa geoestratégico de la avenida litoral del muelle partido, del castillo encantado, del campo de los truenos, del cementerio vituperado y de la playa de los alacranes.
ResponderEliminarCRÓNICAS CULTURETAS (4)
ResponderEliminarMañana del lunes. Otra vez con demasiadas cosas que contar. Este mundo es un torbellino y un simple escribano y archivador como yo no es capaz de resumirlas en nigún parrafus maximum… en unos versos que parafraseen verdades del más allá y del más acá. Hoy, triste mañana de un lunes cualquiera, sólo me animan las nuevas entradas al blog de Jesús. Un lugar de encanto magnético, porque ya no puedo abrir el ordenador sin visitarlo y sumergirme en sus profundidades. ¡Cuidado Quico! que ya veo comienzas a margullirte con cierta asiduidad por estas aguas cenagosas; acabarás como yo.
Una de las cosas que me ha ocupado estos últimos días es la lectura de “El sueño de la noche azul”, la primera publicación de Antonio Gómez Charlín (2004). De él ya conozco “Hay putas que tienen algo de santas” (2007) y el comienzo (hasta que lo presté) de “Las bellezas de Kyoto”. “El sueño de…” es un diario que va de julio de 1997 a julio de 1999, dos años de fuerte transición personal, en el que aun siendo su ópera prima, ya se ven algunos de los ramalazos que jalonan su narrativa posterior; mucho recorrido personal, mucha cinefilia y mucha lectura. El propio Antonio se describe así: “Soy un conglomerado de libros, películas y realidad infranqueable”. Con respecto al primero (el personal), lo natural, tratándose del diario de un corredor de fondo: viajes, amigos, carreras, sacrificios, derrotas, éxitos. Pero también reflexiones sobre la propia escritura del diario, y, de vez en cuando, alguna frase potente, de las que a mí me gustan, como cuando hablando de la impotencia creativa de su diario suelta: “la memoria es una prostituta que te ofrece su cuerpo pero no te concede su amor”.
Respecto de la segunda (la cinefilia), la cita inicial ya es toda una declaración de principios: “Yo he visto cosas que no creerías, atacar naves encendidas más allá de Orión, he visto Rayos D brillar cerca de la puerta Tänhauser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia” (Blade Runner/¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?). Del tercero (las lecturas), hay algunos ‘apuntes literarios’ que poder citar aquí: Mishima, Kafka, Sartre… pero ahora sólo me apetece la abrumadora y necesaria cita de Bukowski, “El dinero es como el sexo —dije—, parece mucho más importante cuando no se tiene”.
Mañana martes, sin duda, el ‘Bosque de Tijuana’ estará muy poblado de literatura con Antonio de invitado.
Ayer fue un ron que se llama Guayabita del Pinar, nectar de diosas. Ferni sólo pilló una botella. Hasta lo más feo se vuelve lo más guapo después de un par de buches. Y mañana te llevo "Las bellezas de kyoto"... estos días disfrutando con ese libro. También será saludable que, con el ángulo visual de José María, hablar también de José Rivero Vivas. "Lo nuestro ha de ser lo nuestro --dice un joropo-- aunque esté mal preparado". Y si la preparación es excelñente, con más razón. Así que mañana con Charlin (presente) y con Pepe (también presente, aunque de otro modo). Por lo demás... iba a hablar del tenerife, pero mejor no.
ResponderEliminarCRÓNICAS CULTURETAS (5)
ResponderEliminarMe hubiera gustado ir al Kamback, Jesús, para ver las pinturas de Palarea. Creo que pinta mucho mejor de lo que escribe. Yo conozco algo de su obra por los trabajos que envía a la revista La Tapa; dibujos coloristas y abigarrados, de regusto picassiano, pero con una temática de metafísica propia, dirigida a lo humano, a lo demasiado humano de nuestra existencia. Pero nada, el viernes me tuve que ir para el Sur desde por la mañana. Mientras la calima se posaba en las oraciones de Jesús, yo la veía como una cortina evanescente a lo largo de mi recorrido por la autopista, paisaje acompañado de los otros paisajes sonoros de un Jan Garbareck con su saxo portentoso, inverosímil en medio del repiqueteante platillo y los giros arrítmicos del batería. Un horizonte etéreo y liviano, otra vez, para reivindicar africanías y letanías ancestrales, mientras me deslizo con tecnología oriental sobre ruedas y a 120, acariciando la gran culebra negra con pintitas amarillas y blancas, saludando al viejo cenotafio de piedras encaladas y flores silvestres al borde de la cuneta.
Por la tarde quedo con Sonia en LC para hablar de gateras, gatos y misifús. Luego seguimos juntos a encontrarnos con Antonio Gómez Charlin, en Playa Paraíso. Nombre excesivo, como excesivo es todo el sur turístico, este maremágnum residencial, esta migración babélica de contornos efímeros e impactos definitivos. Nos deja Antonio su nueva novela “La vida soñada de las sirenas”, recién cocinada, y hablamos de ella para adelantarnos que será la que termine con su etapa más autobiográfica. Lo siguiente será pura ficción ¿ciencia ficción? Quizás, lo citado de Blade Runner nos dé algunas pistas, una intención anunciada ya desde un primer momento, pero dilatada hasta ahora. Mientras tanto, sirenas, sirenas orgullosas, de ojos sollozantes y armas a la espalda listas para entrar en combate, o, por lo menos, esa es la imagen seleccionada, emblemáticamente, para la portada. Dedicada, en primer lugar, “A María a la que amé incondicionalmente desde la primera vez que escuché su voz a través del teléfono. Este libro nos pertenece a los dos.”
De las orejas y los tríos hablaremos algún día. Sí, estoy contigo Jesús, demasiadas coincidencias para no formar parte de alguna ley cuántica de este universo, pero entre tanto habrá que sacarle algún partido narrativo… o quizás precisamente por eso. Como ves, ya estoy saliendo del escondite donde me refugié desde el decepcionante 2-1. A veces dan ganas de que algo grande salte por los aires y caiga al suelo hecho pedacitos de carne fiesta en adobo recién frita, para comerla con unos puñados de gofio amasado.
con unas odaliscas bailando el chaca chaca cha. o unas walkirias por lo menos, que a falta de cha cha cha, bueno es Wagner, si no me engañaron el otro día en Tijuana. Mano, yo creo que hay que ir preparando un aquelarre para principios de abrir, celebrar la llegada de Campanilla, que ya que no llegan sus versos sino por goticas, mejor que venga ella misma volando... a ver dónde y ´ver si se puede, porque está todo tan prohibido y vigilado.
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