Intento abrir el título "hortífruticola", del blog del vecino, y lo que vuelve a salir es el "hermano monósilabo". Misterios de la técnica moderna. ¿Lo sabrá resolver el Mago del Tarot? Ni lo sé ni me importa.
La Ratita Presumida se enamora de Anghel Morales, interfecto en el Monterrey, que no es el mismo bar sin Ferni. Su hermana Carmita y su novio Pablo hacen lo que pueden, pero no es lo mismo. Anghel está ahora en Alemania, y Ratita, cuando llega Pepe Rivero, deja de estorbar. Está pendiente de todo, sin embargo. Tiene antenas en las orejas. Siente venir a Marcelino, con un bastón. Pepe se va, Anghel deja a su enamorada desangelada, también se va. Alemania lo llama. Un rato con Marcel, con Orlando Cova peregrino en La Pandorga, y también se retira. El bar Castillo, último refugio, Cristo con sus sudokus, y Fufo recuerda a Juana, capto admiración y respeto. Por mí mismo no soy nada, por mucho escritor y mucho tal que sea. Lo que me valida a los ojos de Fufo es Juana. Me emociona. Me invita al humo de los dioses. La policía del Tonique hace tiempo que no melosta. Lo acepto.
San Andrés no es una fiesta, ni Tenerife, ni Canaria, ni Europa, y ahora, con la mancha negra, ni EE.UU. Pero lamento no poder estar con la mujer que quiero estar. Y el blog del vecino vacilando. El que no vacila es el de Dulce Xerach. Chaxiraxi. Óyelo, Ramón.
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