Hay cosas en esto que llaman cultura (que mejor sería otro nombre viendo lo que vemos, pero en fin, tampoco hay que ponerse fanático) que prometen un renovado valor que se está perdiendo. El encuentro entre la inteligencia y los sentimientos. Tal será, estoy seguro, el acto de esta tarde a las ocho en la librería del Cabildo, en Santa Cruz de Tenerife. Tercer encuentro del ciclo "Entre hijos anda el juego". Dos autores en esta ocasión por los que tengo admiración y empatía, tanto en lo personal como en su obra, naciente la de Iván Morales, con su novela Oikia dualidad, y en maduro apogeo la del padre de Iván: Anghel Morales.
Un reto será para Iván hablar de su padre, con el que tiene algunas diferencias ideologicas y pasionales pero, en contrapartida, el triple o el cuádruple de afinidades diversas. Un acontecimiento que, sospecho, marcará a los que vayamos esta tarde a Santa Cruz a oír a Ivan y, por supuesto, a Anghel, un narrador y poeta que brilla con luz propia.
Hasta la noche en la acogedora librería.
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