domingo, 4 de julio de 2010

pensamiento narrativo blando

La paradoja de no creer en la fidelidad es que no aparecen ocasiones para ser infiel.

Es de egoista mameluco querer a una mujer hermosa sólo bajo tu tutela, en caso de que aguantes la mecha explosiva. La dama siempre se les arregla para ser ... (aquí la palabra preferida de Maradona) apareciendo siempre, no lo dudes, como una santa.

Era lizundianamente razonable el calor del ambulatorio de Tomé Cano a la cuatro de la tarde, para pedir número. Primero hay que coger número para pedir día y hora pal especialista. Tengo el 58 y va por el 19. La multitud que espera es casi todo mujeres. Por lo menos son las que hablan. Los hombres, calladitos la boca. Las mujeres hablan, los hombres piensan, salvo excepciones. Como nuestro Charlín, que habla a lo divino cuando no piensa. Si piensa, se vuelve repetitivo y tópico. El arte narrativo es eminentemente femenino. , o propio de hombres que se han criado entre mujeres. La narrativa, el cuento, la novela, abarca todos los mundos; es más que el pensamiento, que no es inabardcable sino limitado. Los autores realmente grandes, sin embargo, fusionan en simbiosis alentadora pensamiento y narratividad.

Horas bajas se llama, amigo, lo que me está ocurriendo. Esta tarde dejé a mi padre con mi sobrina en Los Rodeos. Estará en La Palma una semana.
--Ahora Chito, vas a descansar de mí, de todos los mandados que te encargo todos los días --dice, después de decirme la lista de mandados para toda la semana. Y a Thor no le dejó ninguno. Suerte que tienen los perros.

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