No sé qué rollo de fuentes me obstaculiza hacer ahora comentarios a las entradas del blog Bosque Quemado, de Ramón Herar. La actual versa sobre Malinowki (con w), un intruso hombre blanco en las tribus salvajes, incluida la guanchinerfe de Icod de los Vinos. Un hijodalgo entre paletos. Mejor un intruso que un pedante Rata de biblioteca, aunque a decir verdad, todo tiene su excepción. Jorge Luis Borges sigue estando aquí y ahora, incluso como antropólogo (¿no es verdad, Cuervo?). Pero por lo general, un intruso está mejor informado que un mero espectador, que ve la comedia por fuera y se piensa que ya sabe más que nadie (como el clásico godo, recientemente redifinido como "mártir" por mi admirado judío postizo). Esto me lleva a pensar que el testigo es un elemento perjudicial en la administración de justicia. Pero ese teatro rudimentario y rutinario en que se ha convertido la justicia, necesita emocionalmente al testigo, al público. Sin público, se sienten desamparados.
No hablaré mal de nuestro presidente plenipotenciario ni del poco potenciario. A ver si me invitan al festín y me compran las quincallas que aún me quedan del paso de las rapaces de la tribu. Aunque aún, antes de dar ese paso al pozo de los limosnero de la poca opulencia, espero aún la llegada de Robin Hood. Que podría ser José Rivero, pero este amigo y sabio hombre no tiene voluntad ni interés de meterse en política. Aunque se mantiene vigilante. Podría ser Holmes el Rata, pero su martirio de godo le tiene secuestrada las ideas, y con síndrome de Estocolmo. Podría ser, Anghel Morales, pero ahora tiene las armas averiadas. Podría hacer Antonio Curbelo, pero duramente encadenado con las ondas, está como Prometeo. No, ninguno me vale para héroe, aunque el poeta haya dejadop escrito que ya los héroes no existen o están en cualquier parte. Hace unos meses creí en Dulcinea Xerach, pero creo que me equivoqué. Por los datos que tengo, hay que prepararse para la guerra que ha de venir, y en cierto modo, necesariamente darle la razón (esa hetaira) al filosófo que abrazó al burro. No a Marcelino el Burro, sino otro. Al amigo Burro lo veremos en su inminente Y fumar puede matar.
Y lo que no mata, engorda.
(Me llama el italiano esposo de la poeta que escribió el libro "El último baile") Y la agencia de noticias virtuales, anuncia que mañana es el cumpleaños de Kimi, la amiga escocesa, una gracia de mujer.
Después de este tiempo he encontrado la entrada de su blog: Rey desnudo. Sólo darle las gracias por el comentario y decirle que lo tengo enlazado en mi zoo.
ResponderEliminarCuando Jesús Castellano
ResponderEliminarse pone a filosofar
le dice a todo el sistema
que la vayan a chupar-
Y cuando Anghel Morales
ResponderEliminarnos deleita con sus coplas
nos quita todos los males,
y los demas se la soplan.