jueves, 18 de noviembre de 2010

tres párrafos

El localista Chéjov defendía el localismo, qué cosas. Si quieres ser universal cuenta lo que pasa en tu barrio, decía. De su barrio escribieron los grandes, empezando, es un decir, por el Dublín de Joyce, y qué autor más localista que Juan Rulfo. Por no nombrar a Borges, que después de sus metáfisicas transigió al exotismo de su barrio vecino. Todo lo que no es floklore es pedantería, creo que alguien lo dijo. No sé si con autoridad. Pendantería es admirar a Malcolm Lowry y olvidar a Isaac de Vega. Aunque también es cierto que suicida es no leer a Malcolm Lowry. En fin, no sé por qué me da ahora por repetirme. Me asombra que gente con estilo defienda un español estilográfico. En fin, es mi asombro. Nadie está obligado a compartirlo.

Dos noticias, sin embargo, que animan entre tanto universal despropósito. Dos noticias locales. La inminente llegada del libro de Lizundia sobre José Rivero Vivas, persona por la que siento un gran aprecio y admiración. Como lector prefiero a los narradores J Ramallo o Marcelino Marichal, entre pocos otros autores locales. Gusto plebeyo, seguramente. Nunca pude con el Ulises, y si en otro tiempo y otra dimensión escribí una novela que el amigo asturiano José Luis García Martín comparó con el Ulises, fue para denigrarla. A él tampoco le encantaba esa novela estreñida de abalorios lingüísticos. En fin, en mi caso la novela tal fue más una deficiencia que un proposito calculado. Demasiada pretensión para un mediano carpintero. Gracias a escritores como Thompson, Fonseca y otros encontré un camino con corazón, por lo menos por el que prefiero andar. En fin, críticas aparte, este pueblo necesitaba la reivindicación no sólo de la figura humana sino de la obra de José Rivero.

Por alguien que tiene que ver con la otra buena noticia. El regreso de Lizundia and hermano a radio Tijuana, que milagrosamente se une a la vuelta de Charlín, aunque este nunca se ha profugado. Al zapato le faltaba betún. Ellos lo tienen, ese betún, además de gracia, armonía y saber. Si alguna vez los molesté, que sí los molesté, a los tres, reitero las disculpas y aquí gloria y en la radio buenos programas, charlas, discusiones y enseñanzas, etc.. Bienvenidos.

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