variaciones sobre un fragmento de una novela de Corín Tellado
--¿Le causaría placer, señorita, saber que me estoy empalmando mirándola a usted?
--No, no lo creo capaz, señor doctor; no creo que tenga usted una naturaleza humana.
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Corín Tellado escribió un par de novelas pornográfica. Un delito grave sería coger una de sus novelas rosa y hacerla gore. Un buen delito. Lástima que ya no tenga tiempo de cometer más delitos.
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Maestro se mete mucho con Borges. Dice poco menos que es un sofista con voz de pájaro y un ignorante con florituras. Está bien eso de señalar a los ídolos sus pies de barro, pero en Borges no todo es fanfarria luminotécnica. Tiene cuentos como El Sur y milongas que evitan el llanto de Carriego. Dijo que Las mil y una noche nació en los albañales, en las lenguas sucias y en los camastros pecaminosos. Lo mismo sucedió con los cuentos infantiles, supongo; fueron bestiales en sus principios y luego edulcorados. Joyce se dio cuenta de este detalle y su Ulises está sembrado de escenas hediondas, como el hijo de dios comiéndole el coño a su madre. Con cierta razón un filósofo griego antiguo iba a las casas de puta a aprender a discutir con sus colegas en el ágora.
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Juan, este sábado en la calle San Francisco, número 105, a las siete de la tarde hay obra de teatro, de Darío Fo, dirigida por Ana Hardisson, compañera del club de lectura...
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