El cardiólogo me da dos noticias. Una, que la válvula averiada está mejorando Otra, que la avería es hereditaria. Cada cual carga con su herencia.
Ahora encontré los libros de Lewis Carroll. Me pongo a leer las aventuras de Alicia. Psicotrópicas aventuras. Por lo pronto la niña no hace sino crecer y decrecer. La historia se abre después de encontrar a la Oruga que fuma opio subida en un hongo alucinógeno. Hay poemas trastocados por el autor. Uno, el de un viejo que harto de las preguntas que le hace el hijo le dice que como siga preguntando lo baja de la escalera con una patada en el culo, me recuerda una de las canciones que los niños solíamos inventar en el pueblo: Seña Petra se cayó / en un pozo muy oscuro / y Ceferino la sacó / de una patada en el culo.
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