Días que no pinto, no escribo, no flirteo. La fobia a los trámites asfixia mi capacidad de trabajo. Y no tengo secretario, como Agustín Goytisolo. A mi equipo de abogados, no le puedo pedir que me solucione los pagos de luz y agua, aparte el teléfono. Me darían cogotazos. Hoy visita de mi hermana Mirella y de mi sobrina Eva. Busquen en Lizundia cómo los europeos miran a los palestinos, y verán cómo la otra parte contratante me mira a mí, otra vez comparándome con José Miguel, que Thor lo guíe por la senda del otro mundo hacia Dios. Goytisolo hablaba de los dioses en el Tea, en la sala blanca. Su agrado era la santería cubana, muchos dioses. Mala cosa es la que yo percibo en la santería cubana, por lo menos la que he visto por aquí, en Isla del Infierno. Prefiero al dios de Jesucristo, el dios de Israel. En fin, tocaron a la puerta- Pom pom pom, los taponazos de Eva. Los invité a pasar --de corazón, no de corazón realista sino corazón de los chinos, de amor--. No en vano anoche soñé con mi hermana Mirella. Otra cosa que la maltratadita, que soñé antier noche. Estaba rota a jirones. Mirella no, sin roturas y aterciopelada. Eva nada más entrar miró lo primero, la vista fija, un elefante de cristal. Sí, Eva, es el que estaba en la sala del cuadro que perdió Marcelino una tarde en Santa Bárbara. Lo perdió como perdió una noche de navidad la copa de África en el futbolín de los negros. A lo tonto. Tonto me quedé yo con la visita, con la boca abierta, como mi padre. "¿Pueden cerrarle la boca?", le dije al funerario. "No se preocupe, ya lo prepararemos". Me habían llevado a los sótanos a reconocer el cadáver. Nada de lo acordado con Mirella and Eva. La libreta del agua, que ellos no la tenían. No me lo creo. Mi padre era Virgo, puntilloso. Conozco a mi padre. No tenía mis defectos. Y menos mal que he aprendido a ser responsable de la cartera, el móvil y las llaves. Según Mirella no, no soy responsable, soy como su cuñado José Miguel.
Bueno, pues eso, me quedé con la boca abierta.
A ver si mañana salimos a la superficie en La Puerta, con Sergio Barreto de nuevo, poeta, y según Lizundia, sucesor de Pérez Minik. Lo cual quiere decir que tal sucesor va a ser otro, seguramente el que criticaba el capitán Marcelino en el Platillo Volante una noche.
Sin embargo, comulgué con Goytisolo en su devoción al libro de Las mil y una noche, el libro de los libros, el libro de las dudas frente al libro de las certezas.
Y con Manzano (Nuestro Amado Líder)comulgué con la descripción del cuadrito "La plazoleta". "Retrato de un escritor escondido" espero que esté mejor. Me voy a dedicar al retrato. Los rostros son el corazón del mundo. (Ahí los tienes, Cuervo. No hace falta que vayas al matadero.)
Noticias a comentar este martes, si nos acordamos.
ResponderEliminarLa palmera roída por las ratas, en la cota 600.
El vídeo del decapitador de Los Cristianos. "Odio a los humanos".
León Barreto el domingo en la Casa de Emeterio Gutiérrez Albelo.
la reciente declaración de nuestro presidente de la Asociación de Amistad con Israel.
LA PUERTAS. RADIO UNIÓN TENERIFE.
Ya te vi escondido en la azotea, como Velázquez tras las meninas
ResponderEliminarCierto. Si me dejas, pongo aquí tu comentario sobre el cuadrito, es de cara a la promoción artística pictórica, o pinturera, como prefiere el nahualt.
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Otros detalles sobre la otra parte contratante:
El tamboril y la fula creen que soy tonto en un -0,5. En realidad, sólo lo soy en un -0,3. Los más idiotas ponen a los menos a su altura. O pueden que hayan ido a otra Enmasa. Razón tiene Lizundia cuando habla en el plural del pueblo, frente al singular del ciudadano. ¿Solución?, ponerme un quitapelos y quedarme calvo, a salvo de que los piojos bípedos me coman el sudor de la cabeza y la caspa, o que me corten la cabellera.
Por supuesto que puedes poner la descripción del cuadro.
ResponderEliminarPor alusiones, el mundo es de los calvos: Julio César, Casanova ... Si el pelo fuese importante estaría dentro de la cabeza.