Días mágicos en esta ciudad
que siento renacer
de sus cenizas tristes.
Leo la novela inédita de Juan Royo. Todo lo que tarde en ser publicada, es un tiempo en contra de lo que debe mostrarse. Si me sugieren una etiqueta, diría realismo canario, donde por fin asoma el humor como un huracán, y sin embargo asentado en un retrato de una realidad nada humorística... 122 páginas de un mundo intenso, con una historia memorable y unos personajes inolvidables. "Puerto Santo". Y me quedo corto. Una de las novelas con las que más he disfrutado en estos tiempos.
Curiosamente, hoy en la gratificante estancia del Dr R, una foto grande de la pared refleja parte del paisaje urbano de la época en que sucede la novela de Juan Royo. El Dr R, autor de otra obra --preveo también volando alto-- que pronto estará con nosotros.
Y más aportaciones valiosas las que se trae entre manos el editor Anghel Morales. Y su socio, editorial Idea, dicen que pronto nos traerá a la luz el libro de José María Lizundia Zamalloa sobre el Sahara.
¿Crisis? No sé dónde. Aquí riqueza de libros por venir, y todos de amigos míos, incluso Lizundia. Y del otro sexo no hablo ahora, por superstición, por no dar cuartos a la pregonera. No sea que se interponga otra vez la escondida María Antonieta. Miedo le tengo.
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