Perdí por desear que otro perdiera
con lo cual me queda bien demostrado
que el deseo es ave de ida y vuelta
que apenas ha volado al nido regresa,
Habrá que admitir el dichoso karma
tan repetido que ya es admitido,
el que hierro usa de hierro se carga,
diente por diente, labia por labia
se delata a sí mismo quien nos habla
de las desvirtudes de su buen amigo,
yo la cosa contraria no la digo.
También me digo y no sé si es lo mismo,
que el mundo está poblado de narcisos,
narcisos y narcisas nunca faltan.
*
Narcisa de letras, mujer ingrata,
es quien yo me sé y aquí no la nombro,
su nombre merece entullarlo en escombros,
nunca nombre ha de darse a una rata,
Le di el mejor grano y el berro más fresco
y su lengua clamó a los cuatro vientos
que fue un importante quien le dio berros
y además los granos, y tan agradecida
fue que a cambio dio al dador la vida,
con la fe, la caridad y la esperanza
de entrar en la más alta burguesía.
A mí me mandó dos fieras sicarias
a escoger de un revólver una bala
o un cheque con dos ceros en la cifra.
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