domingo, 22 de octubre de 2023

Acteón y otros personajes

 Me temo que no veré a la tejedora bañándose desnuda en el lago del pino a la luz de la luna. No seré Acteón. Menos mal. 

Al principio de los 70 en el cine Numancia (hoy solo memoria) vi la película Acteón. Los más viejos recordarán cuando multitudes masculinas entraban a ver en la pantalla de ese cine un coño a punto de dar paso al mundo a una criatura humana. En Acteón fue al revés. La sala se iba vaciando a medida que iba avanzando la película. Creo que quedé yo solo en la sala, hipnotizado. Creo que a las dos horas Acteón vio las nalgas de Diana a la luz de la luna. Y yo también. Él escondido entre los árboles y yo sentado en la butaca del cine, hipnotizado. 

*

Pensé en Juan cuando escribía esto y veo, en el blog de su amigo, que está en Madrid. Lo pensé por su viaje a Grecia. Pero el no habla en sus páginas del caso Acteón. No se puede hablar de todo. 

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Sigo leyendo la novela de Bruno Mesa El hombre encuadernado (la que toca ahora en el club de lectura). Por lo menos tiene cierta fluidez, entretiene; y te hace pensar en asuntos banales como el vicio de leer (que puede ser una drogadicción como otra cualquiera) y en la complicada relación personaje/autor, cuando el personaje se majareta y se cree personaje que está siendo escrito por un desconocido Autor, y también en la dialéctica ficción/realidad. Por lo demás hay incongruencias y vicios mentales y sentimentales que dañan lo que hasta ahora (voy por la mitad) es una respetable estructura.

*Aclaro a la lectora ex amiga que Ibrahim está ahora en La Mareta, a la orilla del mar, donde tiene una casita con su mujer, recuperándose de la última operación quirúrgica (por eso cerró el bar). Aclarado.

  

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