lunes, 7 de julio de 2025

variedades

 Con Marcelino en San Andrés, en El Petón, abierto por fin. Malamente vimos a Beba, si es que era ella quien estaba en la cocina. Luego un café en El Monterrey. --Mataste a Orlando y mataste a Deivi y tú sigues aquí --me recordó Carmita los amigos idos. Ferni me dijo que llamara a Chani. Pronta derrota y más ganas de volver a casa, más bien. 

El doctor Maestro me ha hecho pensar en una continuación, menos ambiciosa, del Quijote. Curioso que ese hombre, Maestro, que denosta a Borges sea quien más me haya inspirado superior simpatía por el escritor argentino con flema británica. Dicen que Cervantes se inspiró o plagió en los inicios El entremés de los romances para construir su novela del caballero andante. Ese entremés trata de uno que se vuelve loco leyendo romances. La continuación actual puede ser de uno que le pasa lo mismo leyendo a Borges. Es devorado por un tigre, como Garbancito; es engullido por un espejo, como Alicia; y es aniquilado por un anónimo y borracho marinero, como el hombre del cuento El Sur, entre otros episodios donde no faltará una biblioteca. 

Veo una película donde cuatro hombres van a un lugar de indios detrás de una mujer con intención de rescatar a su marido, atrapado por un derrumbe en una mina de oro. Entre los hombres dos héroes, y un mexicano echao palante y un ambicioso sin moral. El héroe 2, un jugador que sabe hacer trampas, le dice al otro que se interesa por los demás por si tiene que jugar una partida con ellos y por poesía: "También soy algo poeta, por eso toda clase de gente tiene interés para mí".

Sibi me trae al podenco Rafael. Tendré compañía. Ella hace un viaje a Transilvania. Le enciendo una vela al diablo para que no joda y otra a Dios para que la ilumine. Mi amiga Ana me dice cómo hay que contar ovejas para dormir. Ahora lo que me falta es ver las ovejas y contarlas, empezando por la última. Nguyen viene diosmedante el miércoles. Ella es la dueña de mi pelo. Sabe manejar la tijera y el peine. Recuerdo la vieja historia de una tijera, pero no era para pelarme. Tuvo otra función y yo fui un cobarde. Si la cuento, haré que mi personaje se porte como un valiente.   

sábado, 5 de julio de 2025

 Hay que bajar de las nubes, coloreadas con tonos fantásticos y brillos sublimes. La realidad que vivimos y percibimos es más rutinarias, esta calle donde hace tiempo no vienen abejorros de culo negro ni de culo blanco. No hay fuegos celestiales más allá del calor del insistente verano, a mí negándome las fiestas y el jolgorio, incluso la conversación entretenida, y tampoco hay llamas hirientes del infierno. Salir al mundo, al mundo insistente y conocido, una casa de comidas o la orilla del mar, se me ha convertido en la tediosa y fatigosa hazaña de Sísifo subiendo la piedra por la ingrata montaña.  

jueves, 3 de julio de 2025

 Retiro todo lo dicho. Retiro todas las promesas e intenciones. Ya no hay camino que andar ni nada que encontrar, ni que comer, que merezca un paso. No he subido a la montaña y tampoco puedo bajar. Imposible subir o descender. Apago la vela del diablo y la vela de dios. Adiós los viernes prometidos. Sigo llorando el drama pero la comedia ya no me hace reír. 

miércoles, 2 de julio de 2025

notas variadas

 A un poeta muy salido

critica una bella dama,

 el poeta no ha sabido

llevarla aún a la cama.


Mi amiga del Sur escribió en su fb. sobre un poeta salido. Merece un poema más sutil que la anterior copla. Hay que ver la danza y el canto de las olas del mar. También habla esa mujer del miedo, por una parte, y del amor, por otra. El miedo es más delicado de tratar. El amor, que tiene algo de oficio, tecnología amorosa, es más sencillo de abordar. Por aquí, en pantalla, hay varios comentaristas de la seducción. Unos dicen que es preferible no hacer caso a la persona que deseas, es decir, provocar su curiosidad y que sea ella quien te aborde, y otros predican el acercamiento pero con inteligencia, saber mirar, respirar y decir. Hay seducciones que además del deseo sexual, añade la simpatía amorosa. Cuando es solo deseo, una vez satisfecho pones tierra por medio. Si hay amor, hay agrado comunicativo incluso una vez cumplido el deseo. Se pueden hablar más cosas, pero por hoy es suficiente.

*

Dos llamadas agradables. Una de Dani y otra de Berto. También las ha habido de Marcelino, pero estas son más usuales, más cotidianas. También hubo visita del analista de sangre y de la doctora de cabecera. Nada especial que contar.  Y hoy comida con mi hija menor en San Andrés, en El Túnel, celebrando que ya está en el BOE como funcionaria de carrera. No estuvo mal. Pero si tengo que elegir un sitio cumbre en esto de la buena comida es la guarida de Zoroastro. Le prometí una invitación a Juan en El Petón. Hoy cerrado por defunción. Pero si el amigo accede, mejor iremos a Santa Úrsula, y de camino, si le es posible, invito también a Pepe Ramallo. Ayer lo nombró Jordi como un genio que había escrito dos libros de los más importantes en la literatura editada en estas islas. Cierto.

Y ahora a esperar el viernes, si Dios quiere. Día de Venus. Danza de viejo poeta salido que aún cojo y destartalado no deja de soplar gaitas.

En el tema, raro en la literatura, del hijo que folla con la madre, leí el otro día un cuento de Cristina Peri Rossi. Extraordinario. Lo sumo a la leyenda yoruba de Oshum y Yemayá y al primer amor del príncipe Genji, de una novelista japonesa del siglo XI. La primera historia la conozco. La segunda todavía no la he leído.  

 

martes, 24 de junio de 2025

 No tenía todos los ingredientes y salté algún paso, pero hice las habichuelas y me salieron buenas. Es buen discípulo quien tiene buena maestra. A Pamela le debo el buen hacer. Y Mañana, diosmediante, con Juan en la guarida de Zoroastro. El persa. 

jueves, 12 de junio de 2025

visiones

 Hasta los cuentos infantiles se están volviendo terroríficos. Video algunos que están, youtube, en Testigos del Horror. Espeluznante el de Hansel y Gretel. El de Caperucita no parece menos agobiante. Y ya casi prefiero no ver el de la Bella y la Bestia. Estética expresionista muy bien dibujadas y bien contadas. Busco en otros sitios versiones eróticas, explícitas, que se hicieron famosas en las revistas satíricas de los finales de los 70, versiones picaras y amables que eliminaban los símbolos y desnudaban la realidad. Las que he visto ahora son tan chabacanas que dan vergüenza ajena. Paso de ellas. 

El de Caperucita de Perrault es, de los que conozco, el más cercanos a esos terroríficos. La niña se come carne de la abuelita y bebe su sangre que el lobo le dice que es vino. El lobo la manda desnudarse y que se acueste con él, y se la come. El comerse a la niña, en cierta semántica, es follarla. Ahí se acaba el cuento de Perrault.

Lo que me interesa a mí, es el de madre e hijo que se comen. El primer amor de Genjis, de la antigua novela japonesa, es con la madre. Amor consentido. No consentido, en la religión yoruba, el de Oggún, orisha que abre los caminos, con su machete, cuando viola a Yemayá, su madre. Aquí en pantalla no he localizado contenido amplio de esos relatos.

Me manda Ramón, variando de tema, una intervención de Sánchez aplicando el discurso del espejo, el que contesta a otro que lo que le está diciendo, en realidad se lo esté diciendo a sí mismo. Un ejemplo, el que te insulta se está descubriendo a sí mismo, desnudándose. Ese espejo no sé si es el de la madre de Blancanieves o el del callejón del Gato. En el caso de Sánchez, cuando se decía limpio, el primero. Cuando se refiere a su partido, el segundo.