Autores a los que se le tiene miedo. No a lo golfos que puedan ser, sino a lo que escriben. Aquí está A.L.B. Sus dientes saben masticar y saben morder. Los dientes de su literatura. EnSe camufla en diversos personajes pero detrás de todos ellos es A.L.B. quien habla. Autor y narrador están en una única línea y caminando a la par en el mismo sentido. En él está el grano y la tierra, el agua que corre y la mano de un amigo que ni pide comisión. ¿Te acuerdas, Robenson? Alberto Linares Brito sí se acuerda de muchas cosas. Tres fuentes tiene su narrativa. Una es el recuerdo, el acordarse de las cosas
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Tengo una paranoia que no se me quita. En el mundo literario se premia (el poco que conozco) a los mediocres para tapar a los que valen la pena. Estamos en el destierro platónico de los poetas. Además llenan el mercado de libros. Ayer el Estado apoyaba a los editores con la publicación de cada libro. Los invitaba a mezclar lo valioso con lo estomagante. Ahora con el liberalismo, la cosa, salvo los premiados que se han currado el Premio, los escritores pagan sus propios libros. ¿Quién encuentra una pepita de oro entre tanto fango. La mejor manera de tapar un libro es la censura o rodearlo de un alud de libros asfixiantes, o inocuos por lo menos.
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sueño. recuerdo que enterramos a Alejandro en una tumb de piedra, vivo, para que no lo cogiera la policía. Cuando la poli ya no acechaba, levantamos la tapa de piedra y el sarcófago estaba lleno de mierda, asquerosa mirda humana (dicen que en los sueños no hay olores). Eramos Ramallo y yo. Él apartó toda la mierda y al fin Alejandro apareció, vivo y coleando. El sueño era más complicado, pero no me acurerdo bien. Aparecía un diminuto alojamiento, donde apenas cabíamos para escondernos, porque no podíamos pagar algo más amplio. Medias puestas en la cabeza y la cara para no sé qué numero callejero.
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en yoyube aparece ahora uno que me recuerda al doctor Pancracio (no me acuerdo del nombre real) que en el siglo XIX descubría a los asesinos por la fisonomía. Este de ahora igual. A los asesinos y a los honrados, a los inteligentes y a los tontos. Etc. Le he oido cosas sobre el filtro entre la nariz y los labios. Cuanto más largo, es persona menos influenciable, más solitaria y autosuficiente. La falta de las líneas que lo marcan, tendencias asesinas.
Dialéctica las letras y las armas. "Sobre una tumba, una rumba" es un cuento donde no hay acción, acción conflictiva o batalladora. Es el cuento de un artista que entra en comunión con la naturaleza. "Cuando tratas con una americana" es un cuento de acción. Los individuos se mueven y trasforman, civilizan, el mundo que los rodea. En este cuento hay dos tumbas de perros. Ver los animales en el libro.