--Vives como una rey, la cerveza, la croqueta, ... --Luis en el bar de Ibrahim, hablando con la mujer lagarto y se me acerca a la oreja a decirme que vivo como un rey. Vivo como Teseo, en un laberinto de piedras negras, con Ariadna no tirándome un hilo sino dentro también, esperando que en cualquier momento de una esquina aparezca el minotauro y nos machaque definitivamente.
--¿Te cuento mi procesión por dentro para que no me estés tocando los huevos?
Antes me había pedido libros de pintura que un día llevó a mi casa y dijo "toma, deja esto por aquí". Y tuneé algunos, y se lo dije. "Pero son mis libros", dijo.
No me dijo que eran prestados. Yo no se los pedí. ¿Quería hacer sitio en su casa y que yo le guardase los libros? Muy bien, no problema, pero eso se dice.
Ahora tengo que buscarlos, los que han quedado sanos. En fin, todo tiene una contrapartida. Me quito bultos de encima. Pero que no entre más en mi casa. Entra por mi casa como Pedro y nunca me ha dicho de entrar yo en la suya. Desequilibrio existencial.
Me prestó la escalera el otro día para coger unas papayas, dijo que la guardara yo, y antier me la pidió. Sin necesidad. No soy bobo. Y ahora los libros.
Por otros motivos, en que el infame fui yo, recuerdo la Montaña Roja, en El Medano, ahora con peces muertos en su aguas. En una cueva de Montaña Roja me refugié con la primera mujer que conocí. Ella tenía quince años y se había escapado de casa. Yo tenía 19 y no me había escapado. Estuvimos varios días. Hasta que se acabó el condumio. Cuando volvimos la acompañé hasta cerca de su casa. Sus padres la recluyeron en un colegio de monjas en Las Palmas. Cuando la volví a ver, un año después, me contó que la Policía la había interrogado, quién fue el hombre con el que estuvo. No lo dijo. Quería que siguiéramos juntos. Yo estaba entonces con otra mujer. No pudo ser.
A veces vienen esto y peores recuerdos, de mis delitos o errores en esta vida. No es agradable pero he aprendido a vivir con los agujeros negros. El malestar físico es peor. Ayer estaba citado con ella a media mañana y no pude bajar. Me dolían las articulaciones y el cuerpo temblaba de fiebre.
Espero no recaer. Me he acostumbrado a estar solo. Pero estar malito y sin nadie que haga un taza de agua, tampoco es agradable. Dios nos ayude. Y a esos niños en Tahilandia. Etc.
lunes, 9 de julio de 2018
sábado, 7 de julio de 2018
Hoy he oido dos veces la mención al libro del Apocalipsis.
Ella lo menciona muchas veces. Más aún el libro de Macabeos. Son las raíces de su Libro.
Anoche leía la novela epistolar de ... ..., tarea de esta semana del Club de Lectura.
Hago un inciso y voy a ver a Ibrahim el partido. Rusia-Croacia. Marcos cuenta los problemas que hay en el barranco con unos que quieren quedarse con todo. Pedro me cuenta cómo es Croacia. No me imaginaba que este hombre hubiese viajado tanto. Se le ve todavía joven y fuerte.
Anoto parte de lo que dicen unos obreros que hoy estuvieron poniendo bloques de veinte bajo el solajero en Bajamar. Están alegres. Están descansando del trabajo en la obra. Cuentan historias de Bajamar. Anoto frases que dicen mientras miran el fútbol y las pongo en fb. Me gustaría ser escritor de bar. Contar lo que pasa y las historia que se cuentan. Esteban por la mañana, sacándole punta a todo, riéndose con sus cuatro dientes; Marcos por la tarde hablando de las historias del barranco... El periódico... hoy hablando de Einsten... ¿habrá cerrado Ibrahim?... Mañana le pido la página. Habla de la teoría de la gravedad. De Newton, de Einsten y otros. Habla del universo. Tengo que leerlo más despacio. El autor sabe de lo que está escribiendo, da confianza. El reto es entenderlo. Como el artículo de Lizundia el otro día, sobre "la manada". Lo tengo sobre la mesa. El reto es entenderlo. Se fundamenta en el Estado de Derecho. La ley hay que cumplirla y la ejecutan los jueces. Pero
"La muchedumbre, como ha pasado tantas veces en la historia, necesitaba como exutorio los desahogos del populacho, para erigirse en único tribunal y saciar los instintos. Sólo hay una cosa positiva: que las masas iracundas, contagiadas de furia, con sed de justicia y venganza, a diferencias de la de Salem, Florencia, Ginebra, Illinois, no iban provistas de leña, hoces ni sogas, pero psicológicamente compartían con ellas idénticas pulsiones y apetitos".
Se le puede pasar una raya roja por la parte rimbombante de su estilo, menos por la parte poética, y no se le puede quitar razón. Sólo en un detalle. En Salem, etc, hubo más que palabras, el instinto se adueñó de todo. En el caso de la manada, lo que hay son palabras, pancartas, palabras gastadas, y ya ecos que se repiten y empiezan a cansar. Los jueces decidieron, el populacho (licencia poética) no estuvo de acuerdo y salió a la calle, pero los jueces no cambiaron su decisión. No corrieron peligro. La opinión pública en un caso notable siempre se hace sentir, bien, mal, eso hay que verlo, pero no es lo mismo participar en una película que en una realidad. Sufrir esa realidad es otra cosa. Por lo demás, sigo leyendo a Lizundia. Su intelecto merece atención.
Quería también hablar del artículo de Belén Valiente ayer en fb. Habló de los dos mundos en que se desenvuelve la literatura. De puertas para afuera y de puerta para adentro. Fb debe ser, si no la entendí mal, de puertas para fuera. Es un enigma las dos corrientes de esta autora, la pública, la que pone en fb, y la privada (de la que surgió Nudismo). Hoy no me atrevo a abrir ese libro. Para mí es sagrado. No se puede abrir así como así.
Y esto, que no son sino páginas de un diario que no sé si es de puertas para afuera o pa dentro, termina ahora por hoy... bueno, recuerdo que dejé puntos suspensivos... Es una escritora de EE.UU. Su novela epistolar sucede en los 50 y 60. Son cartas entre ella, en Nueva York, y su librero principalmente. Un amor platónico, cortés, donde la mención a Chauser es amor al inglés antiguo... Es una novela grata, de detalles menores, que habla de los libros con acierto. Una sola frase muestra lo que el libro es. A lo mejor, el simple color de la cubierta. En fin.
Ella lo menciona muchas veces. Más aún el libro de Macabeos. Son las raíces de su Libro.
Anoche leía la novela epistolar de ... ..., tarea de esta semana del Club de Lectura.
Hago un inciso y voy a ver a Ibrahim el partido. Rusia-Croacia. Marcos cuenta los problemas que hay en el barranco con unos que quieren quedarse con todo. Pedro me cuenta cómo es Croacia. No me imaginaba que este hombre hubiese viajado tanto. Se le ve todavía joven y fuerte.
Anoto parte de lo que dicen unos obreros que hoy estuvieron poniendo bloques de veinte bajo el solajero en Bajamar. Están alegres. Están descansando del trabajo en la obra. Cuentan historias de Bajamar. Anoto frases que dicen mientras miran el fútbol y las pongo en fb. Me gustaría ser escritor de bar. Contar lo que pasa y las historia que se cuentan. Esteban por la mañana, sacándole punta a todo, riéndose con sus cuatro dientes; Marcos por la tarde hablando de las historias del barranco... El periódico... hoy hablando de Einsten... ¿habrá cerrado Ibrahim?... Mañana le pido la página. Habla de la teoría de la gravedad. De Newton, de Einsten y otros. Habla del universo. Tengo que leerlo más despacio. El autor sabe de lo que está escribiendo, da confianza. El reto es entenderlo. Como el artículo de Lizundia el otro día, sobre "la manada". Lo tengo sobre la mesa. El reto es entenderlo. Se fundamenta en el Estado de Derecho. La ley hay que cumplirla y la ejecutan los jueces. Pero
"La muchedumbre, como ha pasado tantas veces en la historia, necesitaba como exutorio los desahogos del populacho, para erigirse en único tribunal y saciar los instintos. Sólo hay una cosa positiva: que las masas iracundas, contagiadas de furia, con sed de justicia y venganza, a diferencias de la de Salem, Florencia, Ginebra, Illinois, no iban provistas de leña, hoces ni sogas, pero psicológicamente compartían con ellas idénticas pulsiones y apetitos".
Se le puede pasar una raya roja por la parte rimbombante de su estilo, menos por la parte poética, y no se le puede quitar razón. Sólo en un detalle. En Salem, etc, hubo más que palabras, el instinto se adueñó de todo. En el caso de la manada, lo que hay son palabras, pancartas, palabras gastadas, y ya ecos que se repiten y empiezan a cansar. Los jueces decidieron, el populacho (licencia poética) no estuvo de acuerdo y salió a la calle, pero los jueces no cambiaron su decisión. No corrieron peligro. La opinión pública en un caso notable siempre se hace sentir, bien, mal, eso hay que verlo, pero no es lo mismo participar en una película que en una realidad. Sufrir esa realidad es otra cosa. Por lo demás, sigo leyendo a Lizundia. Su intelecto merece atención.
Quería también hablar del artículo de Belén Valiente ayer en fb. Habló de los dos mundos en que se desenvuelve la literatura. De puertas para afuera y de puerta para adentro. Fb debe ser, si no la entendí mal, de puertas para fuera. Es un enigma las dos corrientes de esta autora, la pública, la que pone en fb, y la privada (de la que surgió Nudismo). Hoy no me atrevo a abrir ese libro. Para mí es sagrado. No se puede abrir así como así.
Y esto, que no son sino páginas de un diario que no sé si es de puertas para afuera o pa dentro, termina ahora por hoy... bueno, recuerdo que dejé puntos suspensivos... Es una escritora de EE.UU. Su novela epistolar sucede en los 50 y 60. Son cartas entre ella, en Nueva York, y su librero principalmente. Un amor platónico, cortés, donde la mención a Chauser es amor al inglés antiguo... Es una novela grata, de detalles menores, que habla de los libros con acierto. Una sola frase muestra lo que el libro es. A lo mejor, el simple color de la cubierta. En fin.
viernes, 6 de julio de 2018
El viaje con Marcelino al Norte de la isla tuvo señales que Ernesto Sábato hubiese apuntado en su cuaderno. (El túnel es una obra clave en mi amigo.)
1. La escultura desposeída de cabeza en la plaza del ayuntamiento (Icod de los Vinos). Habíamos subido a Icod, procedentes de Garachico, con la intención de ver el cuadro, retrato, del Siervito de Dios, hombre relacionado con la monja de La Laguna y con el corsario Amaro Pargo. La iglesia estaba cerrada. Vimos la escultura. Dedicada a una triste mutilación. Ahora añadía otra mutilación. La cabeza. La cabeza se la quitaron artistas anónimos. En una acción contraria al artista principal.
Mi memoria no puede evitar un salto al pasado. Cuando en los años setenta, independentistas canarios guillotinaron también el busto de un conquistador, en una plaza de La Esperanza. En ese tiempo un escritor bastante bueno (Borges), hoy olvidado, celebró en su columna de El Día el descabezamiento del godo. Casos distintos. En el de aquel tiempo, reivindicación política. En el de ahora, simple desbarre de borrachos, seguramente.
2. En el escaparate de una tienda, en la calle principal de Icod, un proverbio: "Lamentaba andar descalzo hasta que vi a uno que no tenía pies".
3. Para completar mutilaciones, recordé, yendo por Tacoronte, cuando pusieron en grande una copia del cuadro La pianista, de Oscar Domínguez.
*
--Jesús, estás fuerte --me dijo ella--. Gracias a mí. Verme te da fuerza.
No lo dudo.
Nos despedimos en la parada del tranvía. Iba a comprar pescado al Hiperdino. Su zona. No quise adentrarme en su zona.
Habíamos estado con Anghel en la plaza El Príncipe. Anghel está preparando la edición de su dicionario.
Ella dijo que quería exponer los cuadros que ha pintado en estos tiempos. Lugares de Santa Cruz, ciudad a la que da un significado desconocido hasta el momento. Él le propuso que hablara con la MAC. La acompañé. Muy amable la mujer que nos atendió. Dificultades mínimas. Yo veo mejor sala Los Lavaderos, pero no dije nada. La burocracia para pedirla es un engorro. Quizá para ella no tanto. Ya expuso en esta sala cuadros de los que he hablado aquí hace algún tiempo, en un acercamiento a su pintura, que dejé pendiente cuando comencé a ver también el valor de su obra literaria. Una obra que comienza con una niña a quien unos forajidos, o soldados enemigos, le cortan la cabeza.
*
Ya en Ibrahim, yo solo, comí un rancho. No sé si fue el rancho, el cuerpo se me puso asqueroso, descompuesto y débil.
Ya estoy mejor.
1. La escultura desposeída de cabeza en la plaza del ayuntamiento (Icod de los Vinos). Habíamos subido a Icod, procedentes de Garachico, con la intención de ver el cuadro, retrato, del Siervito de Dios, hombre relacionado con la monja de La Laguna y con el corsario Amaro Pargo. La iglesia estaba cerrada. Vimos la escultura. Dedicada a una triste mutilación. Ahora añadía otra mutilación. La cabeza. La cabeza se la quitaron artistas anónimos. En una acción contraria al artista principal.
Mi memoria no puede evitar un salto al pasado. Cuando en los años setenta, independentistas canarios guillotinaron también el busto de un conquistador, en una plaza de La Esperanza. En ese tiempo un escritor bastante bueno (Borges), hoy olvidado, celebró en su columna de El Día el descabezamiento del godo. Casos distintos. En el de aquel tiempo, reivindicación política. En el de ahora, simple desbarre de borrachos, seguramente.
2. En el escaparate de una tienda, en la calle principal de Icod, un proverbio: "Lamentaba andar descalzo hasta que vi a uno que no tenía pies".
3. Para completar mutilaciones, recordé, yendo por Tacoronte, cuando pusieron en grande una copia del cuadro La pianista, de Oscar Domínguez.
*
--Jesús, estás fuerte --me dijo ella--. Gracias a mí. Verme te da fuerza.
No lo dudo.
Nos despedimos en la parada del tranvía. Iba a comprar pescado al Hiperdino. Su zona. No quise adentrarme en su zona.
Habíamos estado con Anghel en la plaza El Príncipe. Anghel está preparando la edición de su dicionario.
Ella dijo que quería exponer los cuadros que ha pintado en estos tiempos. Lugares de Santa Cruz, ciudad a la que da un significado desconocido hasta el momento. Él le propuso que hablara con la MAC. La acompañé. Muy amable la mujer que nos atendió. Dificultades mínimas. Yo veo mejor sala Los Lavaderos, pero no dije nada. La burocracia para pedirla es un engorro. Quizá para ella no tanto. Ya expuso en esta sala cuadros de los que he hablado aquí hace algún tiempo, en un acercamiento a su pintura, que dejé pendiente cuando comencé a ver también el valor de su obra literaria. Una obra que comienza con una niña a quien unos forajidos, o soldados enemigos, le cortan la cabeza.
*
Ya en Ibrahim, yo solo, comí un rancho. No sé si fue el rancho, el cuerpo se me puso asqueroso, descompuesto y débil.
Ya estoy mejor.
jueves, 5 de julio de 2018
miércoles, 4 de julio de 2018
Insolence es el aroma del día.
Subía a acostarme, intentando aceptar el mundo como es. El mundo siempre es el mundo de uno.
"Si insiste en verla, pondré el asunto en manos de un juez".
--Se llama obra viva y obra muerta --me dice Marcelino--, la obra viva es la que está bajo el agua...
Le cuento la novela. Como él también es novelista, supongo que le interesará. Me pregunta por el título. No le gusta. Le digo el título anterior. Este sí. Estamos en el muelle deportivo de Garachico. Viendo barcos. Negocios nuestros.
--La vida de un marino vale lo que el grueso del casco de su barco. Si son dos dedos, vale dos dedos.
En volviendo por el túnel de los agujeros, me habla de El banquete, de Platón.
--En un pasaje relacionan el amor con la madre.
Esto me interesa. Todo lo que tenga relación con el dilema hijo-madre me interesa. Bueno, no todo. Hamlet por ejemplo no.
Buf, mi madre, no quiero ni pensar lo que tengo entre manos. A veces pienso que estoy sentado sobre un barril de pólvora. Espero que sea pólvora mojada. Lo que se puede hacer con una obra muerta es cubrirla con piel de cabra. Resucitarla no. Eso no.
Subía a acostarme, intentando aceptar el mundo como es. El mundo siempre es el mundo de uno.
"Si insiste en verla, pondré el asunto en manos de un juez".
--Se llama obra viva y obra muerta --me dice Marcelino--, la obra viva es la que está bajo el agua...
Le cuento la novela. Como él también es novelista, supongo que le interesará. Me pregunta por el título. No le gusta. Le digo el título anterior. Este sí. Estamos en el muelle deportivo de Garachico. Viendo barcos. Negocios nuestros.
--La vida de un marino vale lo que el grueso del casco de su barco. Si son dos dedos, vale dos dedos.
En volviendo por el túnel de los agujeros, me habla de El banquete, de Platón.
--En un pasaje relacionan el amor con la madre.
Esto me interesa. Todo lo que tenga relación con el dilema hijo-madre me interesa. Bueno, no todo. Hamlet por ejemplo no.
Buf, mi madre, no quiero ni pensar lo que tengo entre manos. A veces pienso que estoy sentado sobre un barril de pólvora. Espero que sea pólvora mojada. Lo que se puede hacer con una obra muerta es cubrirla con piel de cabra. Resucitarla no. Eso no.
lunes, 2 de julio de 2018
--Aquí está Jerusalem. ¿No lo ves, Jesús? Ya te enseñé la tumba de Cristo.
--Lo que veo, Nguyen, es que el mundo está dormido. --No añadí: "Prisionero en una pesadilla".
Quizá no lo dije por no nombrar la soga. Ella también está prisionera. Todos estamos prisioneros, unos más que otros.
La trabajadora de las mesitas, chica agradable, amable y atenta, nos trae una botella de agua, de cristal.
--Pero yo soy la luz que va a despertar el mundo.
No, tú eres la que estás crucificada en la cruz oscura del mundo. Y yo sólo soy uno que merodea, que vuela en el vacío de la botella y cae en el líquido. Y no es transparente ni contiene agua clara esta botella, este mundo. Yo tengo una triste ventaja sobre ti. He visto caer todos los castillos de naipes, esfumarse en nada todos los espejismos. He visto al santo, al poeta y al soldado perder el rumbo.
Cuando regresé a casa vi dos tórtolas haciendo piruetas. Nguyen me había dicho que las tórtola eran las anunciadoras de la luz.
--Y no te olvides que que soy tu majestad.
Bueno, de la luz que me queda en el corazón, vale, majestad. Reina de mi corazón. Verso manido pero no incierto. Mi alma no tiene reino ni reina, y mi cuerpo tampoco tiene señor ni señora, y yo lo cuido lo que puedo, pero a veces me pide más; Chito, o espabilas, o te vas de vareta.
Sí, espabilar con el cuerpo y con el trabajo que me exige el alma, para no perderme definitivamente. ¿El alma? ¿Qué será eso?
"A ver si nos dejamos ya de romanticismos y empezamos el cachondeo", señaló en fb una amiga visual.
Quiere recuperar el fb y establecer una línea... Bueno, más no puedo decir.
Me preguntó por la novela. Le dije que tomando forma pero no entré en detalles. Ahora, mientras al otro lado de la ventana sube y baja la mujer violeta, veo parecidos entre su historia y la historia de Dos moscas enemigas. Esa semejanza en la novela es imaginación; en su caso, es real.
Esto es lo que tengo que pensar. Restaurar el espejismo. Es justo y necesario.
Oí leí en un una entrevista a un poeta, hablando de poesía, de narrativa y de pintura, y sí, muy ilustrado, pero ¿de qué estaba hablando ese hombre?
También esto tiene cierta relación con la novela. A la novela le hace falta una diatriba literaria, un gran crítico --un personaje que ya está bien fabricado-- hablando tonterías.
--Lo que veo, Nguyen, es que el mundo está dormido. --No añadí: "Prisionero en una pesadilla".
Quizá no lo dije por no nombrar la soga. Ella también está prisionera. Todos estamos prisioneros, unos más que otros.
La trabajadora de las mesitas, chica agradable, amable y atenta, nos trae una botella de agua, de cristal.
--Pero yo soy la luz que va a despertar el mundo.
No, tú eres la que estás crucificada en la cruz oscura del mundo. Y yo sólo soy uno que merodea, que vuela en el vacío de la botella y cae en el líquido. Y no es transparente ni contiene agua clara esta botella, este mundo. Yo tengo una triste ventaja sobre ti. He visto caer todos los castillos de naipes, esfumarse en nada todos los espejismos. He visto al santo, al poeta y al soldado perder el rumbo.
Cuando regresé a casa vi dos tórtolas haciendo piruetas. Nguyen me había dicho que las tórtola eran las anunciadoras de la luz.
--Y no te olvides que que soy tu majestad.
Bueno, de la luz que me queda en el corazón, vale, majestad. Reina de mi corazón. Verso manido pero no incierto. Mi alma no tiene reino ni reina, y mi cuerpo tampoco tiene señor ni señora, y yo lo cuido lo que puedo, pero a veces me pide más; Chito, o espabilas, o te vas de vareta.
Sí, espabilar con el cuerpo y con el trabajo que me exige el alma, para no perderme definitivamente. ¿El alma? ¿Qué será eso?
"A ver si nos dejamos ya de romanticismos y empezamos el cachondeo", señaló en fb una amiga visual.
Quiere recuperar el fb y establecer una línea... Bueno, más no puedo decir.
Me preguntó por la novela. Le dije que tomando forma pero no entré en detalles. Ahora, mientras al otro lado de la ventana sube y baja la mujer violeta, veo parecidos entre su historia y la historia de Dos moscas enemigas. Esa semejanza en la novela es imaginación; en su caso, es real.
Esto es lo que tengo que pensar. Restaurar el espejismo. Es justo y necesario.
Oí leí en un una entrevista a un poeta, hablando de poesía, de narrativa y de pintura, y sí, muy ilustrado, pero ¿de qué estaba hablando ese hombre?
También esto tiene cierta relación con la novela. A la novela le hace falta una diatriba literaria, un gran crítico --un personaje que ya está bien fabricado-- hablando tonterías.
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