--¿Tu hermana no te invita a comer? --pregunta Maite.
Mi hermana no, ahora sólo tengo cocineros masculinos en mi equipo de cocineros. Chani ayer y hoy Ramón. La pregunta me la hace Maite en la mesa, graciosa anfitriona, cree que no ha habido nunca una sociedad matriarcal, viste un brioso vestido negro desde los hombros a las rodillas. Nido del Cuervo. Del bosque venimos, buscando un lugar para una foto, futura portada de la nueva novela del airado Charlín. Gallego cabreado, échate a correr. "Yo leo más que Jesús, y Jesús ya cómo corrector está acabado", dice el Cuervo que dijo mi gallego. Al Cuervo Ramón allí debajo lo tengo ahora en el patio del charco, separando corazones de tripas y poniéndolos en tarros de cristal. Míster Herar está en su salsa. Esta vez su receta es cocinar una foto para esa portada. Es muy buen cocinero, y esconde reservas de ron exquisito, Aldea de 25 años, con jugo de parcharita.
El capitán M me pide prestado el clío. Encantado de la vida. Escribo un más o menos kaiku:
abro el auto,
yerba en la guantera.
Beso tus labios.
Día movido, aprovechado. El libro del cuervo ya empredió el vuelo, y el gigoló sigue su curso hacia el lector, que es el morir, pues nuestras vidas son palabras que van a dar al lector, ese infame que no se entera de nada, salvo excepciones.
2 comentarios:
Tu (mi) cuadro cuasa sensación. Para cuándo esa expo que tenemos pendiente?
En mi tierra, un kaiku es un recipiente de madera con asa que se utiliza para recoger la leche.
Pero tu kaiku es más bonito...
Y por cierto, guárdame el cuadro en el que estoy con el Cuervo, que ya veo que se están revalorizando y quién sabe...bss.
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