sábado, 24 de marzo de 2018

Pepe:
esperando que al recibo de esta carta estés bien en buena compañía y que las alteraciones, esas alteraciones que están en el cuadro de Nguyen Pelea de gatos, se apacigüen.
Tiempo que no te escribo. Bueno, tú no contestas. No voy a tupirte a cartas. Pero para qué están los amigos. Fuente de nuestros secretos. Bueno, cosas que uno no cuenta aquí y que a veces, si cuadra, camufla en una novela. Yo estoy con las tres que tú sabes y no creas que no es trabajo. Pero a veces tengo la sensación de que estoy tallando un diamante en esas tres novelas. Aroma ha puesto el jardín y la selva de sus cuadros en facebook. Pepe, créeme. Sabes que mi corazón está iluminado por su arte. Pero la sabiduría de su obra me ha iluminado el pensamiento. Así que entre problemas con el ordenador y que el tiempo corre, me estoy concentrando en una. Y vuelo. La pintura de Nguyên Thúy Huong me ha dado las alas.
La entiendo y me entiendo yo. Es como si hubiese estado perdido y de pronto me encontré.
Estoy pintando ahora en las paredes. El genio de tu licor me acompaña. Es un buen platicante.

Hay tres corrientes esenciales en su pintura... Bueno, los apuntes los sigo mañana.

El móvil sé ya dónde está. Localicé el paradero. Tardaré en recuperarlo. Déjense ver.

Un abrazo.

Chito

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