sábado, 16 de agosto de 2025

el odio y otros malos alimentos

 pepe, busque creatina en el diccionario virtual; creo que la voy a poner en el cuento de jaime: el sargento tomándose un buche antes de salir al parque a vestirse de moro

mancuerna también tengo que buscarlo

eso me recuerda la idea de hacer versos libres con las medicinas que tomo; si no me diera tanta pereza...

lo de los gatos me intriga más; tengo más sentimentalismo con los perros pero los gatos siempre han despertado interés; supongo que se escapan en busca de aventuras sexuales y, en cuanto comen, vuelven a casa, a la comodidad, como los niños ricos

ahora que pillé tinta para atraer a las musas, peligro tengo; tengo que controlar el gasto de combustible animoso

maestro, el teorico literario que te dije el otro día, el personaje del sueño, hace una charla sobre el libro de cervantes que me regalaste: viaje del parnaso; lo estoy leyendo, y voy por donde habla de los poetas que celebran con dulces versos los excrementos que salen de sus bocas; aquí tienes un oxímoron, y otro cuando nombra a uno que alaba los riñones de su dama con gusto grande y no elegancia poca

y el jordi, para no quedarse atrás, limpiándose el culo con el quijote, por odio a lo español, y luego va este amigo canario catalán despotricando espantado porque en el bar de su pueblo ponen verde a los catalanes; en fin, quien odia algo con gusto es por otro algo odiado y eso le disgusta

tú si puedes, viejo, no odies nada ni a nadie sino ama y haz lo que quieras; esto me enseñaban a mí en el catecismo

la ciencia la hacen los científicos, y estos dijeron una cosa ayer, otra hoy y otra mañana, pero lo cierto es que somos lo que comemos, y mal vamos si comemos fruta podrida como el odio y sus semejantes

pepe, cosas se me quedan en el tintero, pero la brevedad es un grado que tú dominas y yo estoy aprendiendo

el wasap de la santería me recuerda que tengo aquí para releer la novela de juan carnaval amargo, en la primera lectura no percibí la importancia de la santería en esa novela 

un fuerte abrazo, viejo

 

2 comentarios:

Jesús Castellano dijo...

pepe, me acaba de mandar juan un comentario sobre carnaval amargo; te pongo aquí su texto

Ni la percibiste, ni la percibirás. Más importancia tiene el culto pagano a Saturno, el dios de la locura. Y del carnaval.
Carnaval amargo se me quedó corto. Pero ya lo sabía mientras lo componía. Más que escribirlo, lo compuse sabiendo que escarbar de forma exhaustiva en lo que supone el carnaval para el alma de la gente me podía llevar toda la vida. Así que la presencia del carnaval en la cultura creencia animista se quedó fuera.
Vuelvo mañana de Lanzarote. A ver si apaño una visita al zoroastrista.
*
algunas cosas diré sobre el amargo carnaval --novela con trama política donde esa fiesta es el decorado-- en la próxima carta; ya la habré releído
te mandé copia del nuevo borrador de injertos, falta por revisar el épilogo; no es para que lo leas sino por ahora para que lo guardes como copia de seguridad

Jesús Castellano dijo...

pepe, he estado dos días sin conexión; inmejorable compañía está siendo la lectura de un carnaval amargo, con el concejal babalú que adora a su dios, el alcalde de entonces, zerolo, y despotrica cascarrabia contra todos los demás, sobre todo contra el gerente al que considera un pollaboba, él y el narrador de esta novela histórica; es una novela que se las trae en lata y si algún orgullo tengo yo es que sé elegir a los amigos que merecen la pena, y me refiero a lo literario; quien a buen árbol se arrima... espero que no no se me vuelva a ir la conexión