miércoles, 30 de marzo de 2022

La gesta. 3

 Ya solo me queda un capítulo y el epílogo. Los penúltimos los leí en la escalinata de Ibrahim. Imagino a Ramón enfurruñado porque no salió en los créditos. "Me rompo el coco haciendo una obra de arte y me dejan en el anonimato", debe de estar diciéndose Ramón. El real. El de la ficción, el de la novela, tiene un gesto noble en relación con un anillo inglés, pero no lo voy a contar. Lo último que ha sucedido hace que las gestiones del miserable furriel sean decisivas para lograr el cese de hostilidades. En la novela en ningún momento se habla de rendición británica. Seguramente no la hubo. La novela de Juan incita a conocer otras fuentes que hablan, con una seriedad que Juan Royo elude, de lo que sucedió en esa contienda. Debería ser un libro de uso en los institutos. En la asignatura de Historia Canaria. ¿Existe esta asignatura? Pero las fuerzas vivas, aunque exista la asignatura, lo impedirán. Los chiquillos irían a tirarle piedra al general cornudo. A desbancarlo de su pedestal (¿hay algún busto de piedra del general victorioso en Santa Cruz?) a pedradas. 

En lo literario, varias fuentes nutren la novela. La gesta, entre otras cosas, es una versión canaria del cuento de La Bella y la Bestia. Vale la pena poner juntos los dos cuentos y ver el contraste. Como en el cuadro de la noche y el día que pintó Magritte. 

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