Pepe
Estos días no he dejado de pensar en tu pregunta. Mi conocimiento es una pequeña isla rodeada de un mar de desconocimiento, no puedo darte una respuesta exacta, verdadera.
Pienso que somos repeticiones y somos auténticos. Una mariposa es repetición de otras mariposas, las blancas de las blancas y las otras de las otras. La flor de la adelfa, venenosa, es repetición de las que antes existieron, y una rosa, más amable, lo es de las que ya no están. Los hombres valientes son linaje de los valientes y los cobardes de los cobardes. Un taoísta creo que diría que el valiente tiene una molécula de cobarde y el cobarde la tiene de valiente. Saber que somos repetidos es una llamada a la humildad, a ese no somos nada, que solemos decir en ciertas ocasiones. Todos comemos, estamos marcados por esa necesidad de la naturaleza, pero no es lo mismo comer en Santa Úrsula, en el Zoroastro, que en una hamburguesería de carnes alienadas.
En el oficio de escribir, hay quien inventa la rueda o la pólvora, o no inventa nada y más vale que deje el oficio.
Bueno, voy a seguir depurando Injertos. Intuyo, no sé si con acierto o autoengaño, que hay novedad en esa obra, aunque todo libro esté fabricado con palabras, todas constantemente repetidas, por lo general.
Un abrazo.
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