Descubro que la tripulación de Radio Tijuana está bastante contrastada y equilibrada. Hay METAL (José María Lizundia), FUEGO (Juan Royo), AGUA (Víctor Roncero) y MADERA (Ramón Hernández). Falta la TIERRA, para que ruede la fortuna.
De Wagner, para no quedarme en la inopia el martes que viene, ya he consultado (¿pasa algo?) diccionarios, enciclopedias, cartas del tarot, runas, zodiaco chino, ruido de las bolsas de papas fritas... etc. etc. Y anoté la expresión GESAMTKUNTWERT (obra de arte total). De la biografía del músico me he quedado con algunos detalles.
En 1832 inicia su primera ópera, (La boda, en español), pero abandona la idea debido al desagrado de su hermana con el argumento. Primera sospecha paranoica: ¿hubo "algo" entre el músico y la hermana?
Pasaba miserias, hasta que, en 1864, accede al trono Luis II de Baviera, y, al parecer, se enamora de Wagner y lo protege. Wagner se deja proteger hasta que en 1865, una hija de Liszt, casada con otro, da a luz una niña, y Wagner es el padre. El escándalo presiona al rey homosexual, tanto que Luis II piensa abdicar e irse con Wagner al exilio, pero el músico lo persuade. Primera duda: ¿hubo "algo" entre el músico y el rey.
El batiburrillo político se me escapó de las manos. Dicen que fue amigo de Bakunin un tiempo, que Nietzsche lo apoyó y luego lo denigró. Escribió JUDAÍSMO EN LA MÚSICA, pero no me aclaré si era antisemita o no. En fin, El anillo del nibelungo es cosa que me despierta la curiosidad, y el recuerdo. Recordé una película antigua, en blanco y negro, alemana, que tenía ese título. Ya la tenía olvidada en la memoria infantil. Sólo recuerdo una escena, y el eco de la música.
4 comentarios:
Fuerte ombliguismo ¡hermanos! Abran de una puñetera vez la jodida PUERTA y vean que existe más vida en el universo, que no todo son rollos metafísicos neuróticos, bajen unos cuantos escalones o tírense por la escalera, que aquí con los pies en la tierra estamos los humanos, no creen un nuevo universo cerebro tónico apapanatado. Uno es lo que ven los demás, no lo que cree ser. Bueno, ¡que coño! si ustedes son felices viviendo en un patético mundo aparte... ¿Quién soy yo para interferir?
tú lo que tienes es que ir
que no sé si de tierra
pero sí eres de hierro.
Si no una mujer, tú, isleño.
para seguir con lo de Wagner, cuento el sueño de mi don.
cap. 1
Mi don caminaba por un jardín, por un camino de losas que hacían dibujos geométricos y ensimismada en descifrar las figuras cuando de repente, delante de ella se ponen unos soldados y la llevan con ellos a la fuerza a una tienda de campaña que había a pocos metros.
En la tienda estaba una señora con pinta de loca, gorda, pintarrajeada y dando órdenes a voz en grito para que ella se sentase en una silla. En el salón una mesa al más puro estilo de videntes, pero la mesa no tenía bola de cristal, sólo unas velas y un tapete de cartas.
Anghelete
como
siempre
de jodeloncete
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