Aquí ya se acabó la fiesta de anoche y ya nadie celebra nada. El calor se impone y la tele es un coñazo. Lo mejor de la tele es apagarla. Tanta famfarria aburre, y si Bisbal y Antonio Escobar son los cantantes, ay mi madre.
El día empezó con una pregunta crucial del poeta del pueblo en el Monterrey.
--Jesús, dime una sola razón para vivir... sólo una.
"Tener coraje para comprarte una pistola y jugártela a la ruleta rusa", no le dije. Bien dicen, uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Luego el poeta arremete contra Deivi.
--Ya sé que ya no quieres ser mi amigo, pero yo te querré hasta el último día de mi vida. Según Deivi, había estado antes armándola en La Tasca, descamisado, metiéndose con todo el mundo.
--San andrés es una isla en una isla --me dijo Deivi cuando el poeta se fue pero no a buscar versos a la mar, ni mejillones, ni lapas, ni pulpos...-- A mí me gusta este pueblo, por eso estoy aquí, pero O es un niño mimado, aquí las mujeres miman a sus niños y los echan a perder...
Sí, en parte sí. Aquí había tres clases de mujeres. La que llegaba el chiquillo a casa porque le habían pegado y le curaba las heridas llorando quimeras. La que salían a poner verde a la familia del otro chiquillo o al propio guaje. Y la que te preguntaban, cuántos piñazos te dio, y te daba a ti el doble o el triple, y luego te decía: y ahora sal a la calle, vete a buscar a Pedrito y como yo no me entere que le diste más de lo que él te dio a ti, no vuelvas por esta casa.
Así se hicieron los héroes del pueblo, lo siento por los derechos humanos contra el menor. Toda religión siembra los pecados que crítica. Bueno, tendré que preguntar a José Rivero Vivas lo qué opina él de las madres de este pueblo.
En el caso de Fernin, lo crió el padre, así que con la madre sólo tiene discusiones o nada, casi nada, que yo sepa. No estoy en su intimidad.
--¡navega por áhi! --riñe a su madre--. ¡Me cago en la mar! Cuando no me pasa algo, tengo algo. Como coja a Benjamín, le voy a dar por el tronco de la oreja que lo voy a dejar loco.
Y encima está majareta porque no comprende que ahora yo pida otras marcas.
--No vayas ahora a dejar el Aldea, que compré dos cajas por ti.
No le hablo de que la rutina es mala consejera, y que estoy rompiendo la rutina.
--Ponme un Matusasalén --pido, a la salud del publicista.
Entra Jose, el barman del Castillo. Me inspiré en él para el personaje de David en El Pintor. Me cae bien. Guerrero y afable.
--Estoy loco porque me quiten la vida, Jesús. Que me peguen una puñalada y me quiten del medio. ¿Qué hago yo aquí?...
Con razón Chani está hoy de UVI, como dijo su abuela, encerrado en la casa, viendo el soporífero desfile. Sí, Anghel, sí, mucha bobería. Así que ajo y agua. Pero España jugó bien, y Del Bosque es un paisano. Anda, reconócelo, no seas ahora un don pepito carcamal que no sé si cree en lo que predica o sólo es una farsa... Eso lo discutí con José Rivero esta noche sin banderitas ni vuvuselas. Me preguntó por tí.
--¿Qué es de Anghel?
--Desde que se metió a editor, hemos perdido al poeta bimbache, el del verso de hierro...
Mi padre volvió de La Palma, y Thor se alegró serenamente. Ya esta viejo. Mañana por la mañana a Icod, a la cosecha del millo, y por la tarde Bosque de músicos. Inicia Victor Roncero, si hay suerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario