Eso sí lo podía contar. Le conté a mi amigo el corrector la película en blanco y negro que vi el otro día en la tele del Monterrey.
--Recuerdo que el norte de Francia --es un pesado con el norte de Francia, un tema recurrente, porque estuvo allí unos cuantos años, y cuenta sus experiencias del norte de Francia como antiguamente muchos contaban su belicosa mili, cosa que nunca soporté, y eso que yo mismo tengo en la memoria intrahistórica cuentos sobre la mili, en los que fui protagonista, que no están mal. Uno podría titularse "Ziento Zezenta y Zeih", y Otro "Arbol nevado y soldados durmientes"-- a los podadores de manzana le pagaban una barbaridad. El corrector de contenidos, no sólo de estilo, es lo que hace, y no sólo el trabajo de podar... a veces también tiene que convertirse en reescribidor, que es lo que me ha pasado con el cura...
--¿Qué cura?
--¡Te hablé del cura un montón de veces y ahora preguntas qué cura?
--Ah, sí, ya recuerdo... ¿qué te pasó?
--Se llevó el pendrái, se llevó el trabajo y ahora no me coge el móvil... Trabajo no cobrado, y fue exhaustivo, la segunda parte no sólo podar sino añadir injertos nuevos... Oye, me tienes que explicar otra vez lo de la coma después de la "y"... yo creo que si hay incisio, tiene que haberla...
--Muchos la ponen... si te gusta más déjalas...
De lo menos que tengo ganas es de hablar de correcciones ortotipográficas... La primera parte del libro que tiene en sus manos José Rivero Vivas, la primera parte bien, alguna errata, alguna coma y sólo un párrafo confuso, pero que se entiende... Pero la segunda parte, mi madre la que armaron... en fin, nada que no se pueda solucionar.
Preferí contarle la película en la tele del otro día, la que no existió, al parecer, pero yo la vi.
--Yo estoy de acuerdo con la moraleja --dijo--. Una buena corrección puede elevar a categoría de arte un texto mediocre... Es lo que hizo el editor de Raymond Cárver... ¿Tu amigo Marcelino sabes si pilló ese libro de los cuentos de Carver sin las correcciones del editor...?
--Sí, lo mismo que hizo el profesor Rico con El Quijote... editó la obra tal como había salido de la pluma de Cervantes, sin quitar ni una tilde...
--Los correctores de las editoriales antiguamente sí que tenían poder... y los autores a callar... No tenía que haberle dicho nada del título de su libro al cura... le dije que ese título era una tontería, que tal como yo la dejé, la novelita merecía otro título... Yo creo que eso lo ofendió...
--Sí, es verdad... corrige lo que te dé la gana pero no te metas con el título.
Y eso me recordó que por la tarde había quedado con José, y la mi casa, aparte de los mandados... Y porca miseria, no me había acordado de mirar en qué canal y a qué hora era el partido...
Y Thor esperando, y ya cada vez más cerrado el cerco de San Andrés. El barranco de la Huertas cambió totalmente. Ya no es lo que era. Aún quedaba el parque jurásico, pero ya ni eso. Y luego se quejan los de Cho Vito... Aquí nadie se queja. Como dice el ex candidato a alcade Angel Llanos: la única sumisión son las perras.
1 comentario:
Fascismo, antifacismos... ay señor, que gvida esta... ya no sólo el piii piii piii, y el chito chito chito, y el guauuu, guauuuu... y ahora las cotorras.Primero las ratas, las que dejan vacías a las gallinas, y ahora las cotorraa... Bueno, Diego dice que siempre hay un artículo. Pero hay días que no. Que lo que quieres contar es más que un artículo. Un cumpleaños por ejemplo, una llamada al móvil...
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