lunes, 18 de enero de 2021

el día más triste del año

 personaje parecido a luis


Segunda parte

ni la mujer disfrazada de virgen y gran señora ni las otras que ella descubre en el piso lo descubren porque va disfrazado después de ver la peli porno y salir pitando porque lo cogen desnudo magreandose en la última fila, se esconde en un rincón oscuro, golpea a uno que casi lo descubre y sale pitando. A la salida hay uno al que le hace no sé qué pero tampoco lo puede coger... deambula por la ciudad... NEGRO   va a un coche años cincuenta donde le vende viagra en goma a los que ocupan el coche, tres filas de asientos, petados (años 50) y al momento se ponen todos a darse por saco, en la última fila del coche una mujer fea fea y un tipo.... el tipo pasa al asiento del medio y le dice a ella si quiere, él se tira vestido con todo sobre los folladores y ella lo pajea por detrás, le pajea el culo... él (el protagonista del sueño) se va, pasa por un pequeño parque donde encuentra a unos con ganas de coca... en el parterre encuentra bolsitas de coca y se lo dice al otro... y dos que estaban sentados, barbudos, lumpen, se acercan por la coca, que es de ellos... pero terminan cogiendo amistad y él hace dulces con la goma de viagra y la coca y la van a vender a una dulcería... los clientes que están detrás comienzan a comprar... ellos se van a buscarse la vida... encuentran a uno, parecido al bobo de Ibra pero cara cuadrada, nariz muy pequeña cerca de los ojos y alejada de la boca que dice que tiene una casa en Tenerife y que si quieren ir a vivir con él con la condición de que cada cual compre su comida y no toque la de los demás... eso no les conviene... van a buscarse la vida, dónde dormir... en otra plaza ven que en un lado uno ha montado su tiendita de lona para guarecerse de noche... uno del grupo empieza con una pala a quitar boñigos en otro rincón... (para adecentarlo y montar otra tienda de lona) boñigos de mierda humana canelo claro y maloliente... eso no es mierda humana, dice otro...

Primera

es un trabajador que vive con su mujer y está acechando a uno que roba cosas de las obras que están haciendo en el edificio, telas metálicas, pero se le escabulle el tal pícaro... se enrolla ese individuo con una vecina a la que se juntan otras vecinas para hacer orgías... viejas formales pero gozosas de la vida alegre en secreto... las peripecias del nota para cogerlo son innumerables, todas fracasadas..., él se adentra en la casa de donde están las vecinas porque sospecha que allí está el ladrón y participa en el juego y otro dia organizan en la casa, la suya, otro meneo y cuando están en lo más colorido entra la mujer, vestida con traje de señora y manto de virgen... sale corriendo y desaparece, y nada, que el tipo se cambia de nombre, de atuendo, y se vuelve maricón... no es simulado lo  del cambio... él ha perdido su personalidad y se cree otro.

Yo despierto del sueño sin dejar de soñar... y paso por un cine donde ponen una película que se anuncia con un número de Lunula que es la publicación de la segunda parte de esta historia, formato antes de intervenir Amez,,, y nuevo director otro, no sé qué Moren no sé qué... Me desconsuela no haber hecho yo ese número...

*

Dejo el sueño escrito tal como le redacté después de despertar de verdad, sin siquiera calentar un café.

Salvo cuando aparece el cartel de cine (años 50, en una ciudad que ahora se me antoja Madrid) con la película basada en la novela publicada en Lunula, yo no soy personaje del sueño sino un observador anónimo, invisible. Y ningún personaje tiene que ver con mi realidad. Que el protagonista lo relacione con Luis (el vecino ahora menos parlanchín, que arregla de vez en cuando su jardín con la ayuda del buhonero tocayo suyo) fue después de despertar, y también la relación del otro con el que llaman el bobo, aunque en este caso no hubiera ningún parecido físico. En el caso de Luis no era solo el parecido físico sino también el temperamento, nervioso inquieto.

Después del café y lavarme la cara, abro el fb y lo primero que veo es un poema de Candelaria Villavicencio:

Estoy en mi casa nueva / Anoche me echaron de ella / Pero no hice caso / Es difícil pensar que todo sigue en su sitio / Que no fue ayer cuando ardió / Volaba hacia Londres / Allí lloré lo que pude / Yo vi antes las llamas en la que era mi casa / Recuerdo ahora el aliento de las puertas / Las habitaciones cuadradas donde jugaron nuestros hijos

Recuerdo como era esa casa / El ruido de la madera / El calor de las paredes / La maldad de las piedras en las ventanas / Pero el fuego arrancó mi casa de la calle /  Me dejó con los brazos al descubierto / El fuego me arrastró al mar / como agua sucia / Ahora vivo en otro lugar / con nuevos inquilinos / Sonrío a veces / La bondad del mar me guarda la alegría / Sí / Sonrío a veces

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Lo segundo que veo es el muro de Jordi Solsona:

Mejor me callo

y en un comentario le responde a alguien que se quedó con la curiosidad, que solo tiene ruido.

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Y lo tercero, en el muro de Pamela Álvarez:

Este 18 de enero es el primer lunes del mes de enero. Según el psicólogo Cliff Arnal, esta fecha es la más triste del año y es por eso que se conoce como Blue Monday. // Chorradas puras y duras.

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Pues algo triste está siendo, tristeza metafísica, pues aparentemente hay alegría. Mediodía soleado en la escalinata.

--No hay ni una nube --dijo Esteban el cazador.

Y Z habla por el móvil con Marcos como el buen hombre de La llamada de la selva habla con el perro protagonista, frases donde los aparentes insultos (subnormal, pollaboba, hijo de puta...) son halagos afectivos. Al rato llega su ex mujer, en una moto vespa pequeña y Z le pregunta si ha comido y ella dice que no y él la invita a que coma en Ibrahim. Recuerdo que hoy era el día del pelado pero no digo nada porque hoy no tenía muchas ganas. Cuando la ex se va, me dice:

--Por fin ¿quieres pelarte? --le digo que sí--. Es que me dijo C que para mañana mejor, porque hoy no puede.

Sí, mañana mejor, cuando pase el día triste.

Por la noche toca Carlos a la puerta. Lo invito a entrar. Me dice que si quiero una mesa grande por 50 euros. Por ahora no. Cuando sale, vemos a su mujer, la que baila sin darse cuenta. Le acaricia la cintura.

--Qué mujer más guapa tengo --dice, mirándome.

--Dímelo a mí que cada vez que la veo me desconsuelo.

Él baja hacia su casa y ella y yo quedamos a solas unos segundos mirándonos. Dios,que luz fluye de sus ojos.

Cuando entro y cierro la puerta vuelvo a recordar el día en que la acción generosa de Carlos evitó que mi casa se quemara. Si no es por él, hoy podría escribir algunos de los versos de Candelaria Villavicencio.

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