Soñé que llevaba a hombros a Siao Ling a la parte del mar que está a la izquierda del muellito, en San Andrés. Dos amigos de ella viejos estaban allí, metidos en el mar. Luego en el viejo bar El Castillo pretendía que yo la defendiera de algunos burladores. Le dije que bastaba con mi carácter para defenderla. Luego me llevó a casa de un artista finlandés, de hablar español sin acento extranjero. El hombre supo que yo también era artista. Fueron el grupo del finlandés, mucha gente, a mi casa, la casa de mis padres. Yo no quería recibir a nadie pero S.L. los dejó pasar. El finlandé dijo que yo buscara en el ordenador cosas mías para verlas. Busqué en una página de Ramallo. Mientras, yo medio echado en la cama, una chica al lado se puso melosa conmigo. Qué suerte, pensé y me dejé querer. Quedamos que cuando estuviéramos solos haríamos el ñaca ñaca. Yo procuraba no abrir mucho la boca para que no me viera mellado. Si me ve desdentado se jodió el invento, pensé yo. No me vio la falta bucal y fue bien. Me despertó la sensación de que tenía una cucaracha en el hombro. Me la sacudí para echarla de mi cama. Me volví a dormir. Ya amanecido el día, la misma sensación. No vi a esa cucaracha, la sentí pero no la vi. Pero como si estuviera, la sacudí y me la quité de encima ¿Me estaría atacando, vengativa?Imaginaciones, pensé. Cuando me levanté vi a una, frita, en el suelo. Al lado de la cabecera.
Fue porque por la noche estuve haciendo una limpia. Por el dormitorio, la cocina, el patio y e baño. Por el día, una purriada de ellas, todas fuera de combate. Las barrí y las saqué afuera, a la calle, a una bolsa que dejo fuera cuando barro por el frente de la casa. La culpa, el miedo y... dicen que son los motivos principales de nuestra infelicidad. Recordé lo que señala el doctor Pulido , religioso de Ifá, los motivos que provocan nuestra desaparición de la vida...
Pasé el día de ayer repasando una versión simple de Vertical. La última es una versión complicada y contradictoria, cargada, barroca, donde el narrador da por hecho real sus imaginaciones. A final no se sabe qué es verdad y que es ficción de todo lo que ha contado. Esa versión tiene cierta semejanza con el cuento Domingo Ladrillo, de Marcelino Marichal. No es que partiera del cuento de Marcelino sino que me di cuenta a la postre. En el argumento de la novela, en las dos versiones, hay una relación amorosa que tiene cierto contacto con un cuento de Ramallo en Ensalada y también con un poema de Orlando Cova: ¿Qué hago yo aquí en esta barra...?¿Qué hago yo aquí en este mundo?, ¿con esa mujer: Siao Ling, llevándola al hombro al mar, a relacionarse con unos amigos que cultivan una huerta en la orilla del mar, en el mismo mar?
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