miércoles, 6 de noviembre de 2024

 Dicen que el hombre taciturno, excesivamente callado, se vuelve desagradable; pero los que hablan sin parar irritan y aburren a sus oyentes. Tenemos que evitar las palabras inútiles pero sin caer en el laconismo exagerado, incompatible con la delicadeza. Eso dicen.

Tenía sed y vi a la mujer de agua. La bebí entera, hasta la última gota. Hoy me persigue la Justicia por haber eliminado a la mujer de agua. Ahora tengo hambre.


lunes, 4 de noviembre de 2024

rutinas

Tengo que masticar con la izquierda de la boca. un diente flojo en la parte derecha. Solución, masticar hierbahuerto. Apaga las molestias y el diente flojo se afloja hasta que se cae. Hoy día de sol. Me pongo una disciplina para fumar menos pero a menudo me la salto. Tanto tiempo viviendo en la inopia, en las esferas metafísicas, que ahora que lo físico se impone, me cuesta vivir con los pies en la tierra. En literatura, transformo ahora Agosta escribe. Transformar la propia obra te evita la sensación de pecado que puedes sentir cuando transformas obra ajena. Me arrepiento de haber hecho eso en literatura. A no ser cuando he cobrado por esa labor. En pintura sin embargo sigo haciéndolo con cierto gusto. En lo que llevo de convalecencia, he transformado (metamorfoseado) tres tomos sobre celebrados pintores. Si me dejan solo en El Prado, le cambio la iluminación a Las Meninas, le pongo atuendos a la maja desnuda y desnudo a la maja vestida. Una pena no tener ningún tomo sobra Goya ni sobre Velázquez. Me queda uno con pintores rusos pero no me atrevo a tocarlo. Me impone un gran respeto. Tendré que hacerlo, es el único tomo virgen que me queda y los vicios son imparables.

Como el del tabaco. Cuando no pillo por la mañana a Nicolás yendo al carrito de Vicenta y le pido que me baje una cajetilla, subo yo mismo por la tarde al Komo Komo, la venta de Raquel. Una pequeña hazaña. Me la tomo por etapas. Primero llegar al final de la calle y empezar a subir. Luego llegar al paso de peatones, luego a los contenedores... Y al bajar, el mismo tinglado. 


domingo, 3 de noviembre de 2024

 Ninguna de las variantes sexuales está exenta de peligros. Lo que se predica como un bien trae en la cola su mal. Lo mejor es no hacer nada ni atacar a nadie. Quien no ataca, tampoco defiende, porque quien defiende está pidiendo se atacado. Pero ¿quién no tiene algo que defender? La misma naturaleza lo impone. Tienes que defenderte del hambre, del calor, del frío. Y en la vida social, a veces tienes que defenderte más de quien te quiere que de quien te odia. Quien te quiere te transforma, te hace a su imagen y semejanza. Si no respondes a sus expectativas, prepárate para el desprecio o el reproche. 


Lo de sexualidad iba por la homosexualidad. Es un asunto que toca un nota en Vertical. Un contrapunto en la generalidad de la novela.    

sábado, 2 de noviembre de 2024

flores y pendejos

 salvo el conflicto en oriente medio, donde no se quiso entrar, la plática durante el almuerzo en la casa del vino fue fluida. El conflicto es menor en el Sur, en Los Cristianos, en los encuentros, organizados por Sita Sánchez, en El Escondite. Hablo con uno de sus colaboradores y termina la conversación hablándome de no plantar flores en tierra de pendejos. Así está el mundo. Mi mundo, sin embargo, está más limitado de conflicto. No he soportado más daños que los que yo he permitido, y no he hecho más daño que el que he podido. En mi caso, la balanza que pesa el mal y el bien está equilibrada. 

Leo una cita de Dylan Thomas, y copio aquí cambiando solo una palabra:  ¿Cuál es mi definición de mujer? Yo solo conozco mujer por placer. Conozco solo las mujeres que me gustan. Esto significa, naturalmente, que tengo que conocer una cantidad de mujeres que no me gustan antes de encontrar las que me gustan pero cuando las encuentro lo único que puedo decir es ¡la encontré! ... ¿Qué importa lo que la mujer sea? ... La alegría y la función de la mujer es, y ha sido, la alabanza del hombre que es también la alabanza de Dios.

Veo documentales sobre Maximiliano y Carlota. El emperador de México está en Vertical, fluido de Bajo el Volcán. El Cónsul inglés no puede amar. Por cuestiones físicas. Toda la parafernalia metafísica en la novela de Lowry es cortina de humo. y de Maximiliano se dice que era homosexual. Maricón en una tierra de machos. Se dice que Carlota nunca fue consumada en el lecho por su marido. Su cartas europeas, en su declive emocional, son delirantes. Me acuerdo de una en que dice que la flagelen hasta hacerla sangrar y que le quiten de encima lo que le queda de emperatriz. La frase esta, la primera parte, está en la biografía del político PI. El aliado de Fallarás. La reina de las cotillas. Sin cotillas no hay novela, son las preñadoras/es de las novelas. 

    

domingo, 27 de octubre de 2024

.encuentro comestible en la casa del vino. Juan Royo, José Ramallo  y Jesús Rodríguez. Hablamos de los negocios editoriales, de amigos o enemigos y de lo divino. Ya en el coche de Juan encontré en el asiento un librito con una virgen en la portada y, dentro, oraciones y citas bíblicas. Bilingüe. Latín y español. Un librito adorablemente didáctico. Como el vino y la comida y todo lo demás. Sabrosamente didáctico.

Con mi vecino y amigo Nicolás también hay conversaciones. Hablamos de agricultura. Bendecimos la lluvia. Adorable como el pequeño libro en el coche de Juan. Y como el vino, un vino que traiciona al doctor civilizado y da entrada al míster troglodita. Excelente para escribir libros perversos.

Uno de los libros de Roald Dahl cuenta una aventura con unas señoras que se congregan para proteger y defender a los niños y son en realidad unas brujas criminales y caníbales. Hay que tener cuidado con los que claman que nos defienden. Si lo claman mucho, malo.


domingo, 11 de agosto de 2024

Juan en Japón

Recuperé el Samurai, así que puedo seguir elaborando esta nueva edición, aunque sea para los pocos lectores que visitan este blog. Mientras tanto, la noticias reales del Japón actual me llegan de Juan, que está ahora allí gastando yenes. 

Visitó un ouzen, baño termal japonés.

--Sexos separados, y los decoran con rocas y vegetación. ... Son como escenas de Mishima, aunque no entiendes nada.

También visitó Tsumago, un pueblo de casas de madera en las montañas. y gozó un terremoto en Mishima, en un piso 14, en el comedor del hotel.

--La cosa se movía y a los europeos se nos puso cara de susto. Los japoneses ni se inmutaban. Los japoneses no mueven ni una ceja. Los europeos cagaditos de miedo. Algunos se marchan para bajar los catorce pisos por la escalera. Yo me quedo donde estoy. El hotel deja de moverse, pero cae un palo de lluvia y veo rayos por la ventana.

También visitó el parque nacional de Hakone, y fue a ver el monte Fuji, pero no lo vio, Estaba nublado.

--Un país que parece un sueño.