miércoles, 31 de mayo de 2023

 El tiempo se ha terminado

no acabada la labor,

no barrida la casa,

no servido el amor.

*

Estimo las opiniones de Pamela sobre esto de escribir. Es cierto de que con las letras desaborras los pecados, No necesitas ni confesor ni psiquiatra. Y lo de tener a veces demasiado en cuenta teorías y críticas literarias, ha sido un error. Un pecado que me llegó con la madurez (es un decir, lo de madurez). En la juventud no tenía en cuenta teorías ninguna. Me había alimentado de Venanceo y de unos pocos versos del libro de literatura en aquellos años de primer bachillerato (curioso cómo se ha perdido la palabra bachiller referido a personas). Luego, ya en el instituto, fue celebre una antología de la generación beat. La música del aullido de Gimsbert se me pejó, y dos poemas pequeños de Keruac. Mi memoria mal recuerda:

El peso del mundo es amor, no se vive sino con sueños de amor. / Obsesionado con ángeles o demonios / el peso del mundo es amor.

La bondad es esos viejos / sentado en un banco / en un tedioso parque / que no tienen nada que decirse / y hablan porque el silencio da miedo. 

(Este segundo está bastante desviado del orginal, El primero es más fiel.) 

viernes, 26 de mayo de 2023

un sueño más


 Aquí entran en casa todos los chiquillos que viven cerca. Asier, dos años mayor que Darío, hace una sopa con la tierra de afuera y me la pone en el fregadero, el hijoputa. Lo que me faltaba, que se tupiera de nuevo el fregadero. No gana uno para disgustos. Nojayla, la niña nieta de Lili, la mujer que danza cuando camina, esposa de Carlos, que una vez gracias a él no se me quemó la casa, juega al escondite. Se esconde bajo la mesa donde tengo el ordenador. Me acordé de un chiste de los que leo en fb, Un chiste bastante malo, mejor no contarlo. Chistes machistas sudamericanos, donde el feminismo posmoderno no tiene éxito, por ahora. Que no me oiga mi hija, que cada vez que le cuento uno, si no me da con el cucharón en la cabeza es porque Dios es grande. 

Bella --que no es bella, por lo menos a mí no me atrae sexualmente-- es sorprendente cómo se sabe poner bien puesta. A todo le da la vuelta para quedar como heroína o víctima de injusticias. Flagelarla es poco. 

Anoche soñé con Thuy. Yo estaba en la casa que, con engaños por su parte, cedí a Siao Ling, ¿Culpable ella y su marido, que han aprovechado todas las oportiunidades para robarme libros valiosos y otras cosas? No. Culpable yo por necesitar el calor de la familia. Fuerte calor. Menos mal que mi hija Sibi salió más inteligente que yo. Si me muero, que no vayan a mi funeral esa gentuza.

 Los niños del barrio, de la calle El Tanque, sí pueden ir. Eso de que me entierren en una cueva, una parecida a la que viví los tres primeros años de mi existencia, no creo que vaya a ser posible. 

Sigo con el sueño. Yo estaba en la casa de Santa Bárbara. La hija menor de Siao Ling lloraba y se me metía en mi cama a seguir llorando. No me dejaba dormir. La chica que cuando estuve muy malo dijo que se alojaba aquí, en esta casa, para hacerme compañía. Estuvo tres días. El tiempo suficiente para llevarse los papeles de la casa, cosa que me está costando ahora la biblia en verso para arreglarlo todo. Gracias a Sibi, mujer categórica y práctica. La casa del sueño, aunque yo la identificaba con la de Santa Bárbara, estaba donde una vez fui a comer con Juan, la casa de comida del zoroastrista, junto a un barranco. En ese barranco pastaban unas cabras, pero no me acuerdo de más. La sorpresa es que allí estaba Thuy, sacando un cuchillo de cocina, de trocear la carne, para amenazar a gente del pueblo, todos machos jóvenes, que entraron allí dentro con una botella de vino blanco del país. Le quité el cuchillo, Ella tuvo conexiones, superficiales, sexuales con dos de esos jóvenes. No hice nada pero estaba atento, con el cuchillo escondido en el cinturón. Luego se metió en una nevera. La abrí al poco y la vi con tres cabeza de niños en su pecho, Abandonamos la casa y caminamos por la carretera, con Siao Ling y Wang. Obligué a Wang a que me devolviese papeles importantes. Los papeles que, en la realidad, debe de tener guardados en su caja fuerte. En fin, me deshice de ellos y seguí caminando con Thuy, a la que llevé en brazos hasta una parada de guaguas. Qué cosas. En el sueño era fuerte y decidido.

En fin, iba a hablar ahora de Ramón. Pero se acerca la madrugada y esto se ha hecho muy largo. mejor dejarlo aquí. 

jueves, 25 de mayo de 2023

 Pronto vendrá la guerra

y pondrá todo en su sitio,

al ladrón quitará su botín

y al honesto el sombrero

que esconde su miseria,

del poeta borrará los versos

y oscurecerá el espejo

de Narciso y de Venus

la belleza, 

martes, 23 de mayo de 2023

disfraces

 Dama que te engañas a ti misma

creyéndote honesta y servicial

y eres puta que cuentas las monedas

que no ganaste en el juego del azar.

Ni te amo por honesta ni por puta

aunque por puta te podría amar

si no fuese tan horrendo tu disfraz.


Se refiere a una mujer que presume de valores posmodernos. Idealismos que se han impuesto como en la dictadura de Franco se impusieron los valores católicos. A dios rogando y con el mazo dando. Los favores que le haces no los tiene en cuenta, o los camufla. Por ejemplo, un ejemplo parábola, le pintas la casa de cabo a rabo, se la dejas como una patena, y luego llama a otro que le dice una opinión sobre lo que tu hiciste, a quien le dice que lo hizo ella, y luego, para ser honesta, proclama que varios pintores le arreglaron las paredes. La próxima vez que necesite una pintada, que llame a un albañil.

Más me gustaría hablar de una pelirroja pero no puedo contar el cuento --esta vez me portaré como un caballero-- porque la guinda la puso una amiga con su voz en esta pantalla, y cuento camuflado, que merece y pide total desnudez, no vale la pena contarlo.

*


sábado, 20 de mayo de 2023

vitrubios

 El amor a una sola persona es un idealismo que si te lo crees estás condenado al infortunio y al conflicto. Una sociedad donde lo normal esté impuesto por ese idealismo, que desaparezca la doble moral,  viaja a la ruina. Pero el cambio de un idealismo por otro (lo bueno es el poliamor) no cambia nada. Seguimos supeditados a la moral dominante. Curioso como la moral dominante cada cierto tiempo le da la vuelta a sus tortillas morales. Lo que ayer era aceptable, hoy es condenable. Y así hasta el final de las civilizaciones. Conviene conocer las leyes morales de cada estrato social para desenvolverte sin correr peligro y no meter la pata, por ignorancia y por pasarte de listo. 

Bueno, filosofía. Tenía en mente escribir sobre un amigo acomplejado y soberbio. La mejor manera de ocultar la poquedad de uno mismo es creerse uno un gigante en esta materia, en la otra, o simplemente por la ley de la tierra o la ley de la sangre. No es lo mismo un apellido XX que un apellido xx. xx son apellidos españoles puestos a los nativos, después de la conquista de las islas canarias. En fin, dejo la historia de XX y xx para un cuento que ya no creo que escriba. Se me ocurren varios pero mejor dejarlos en ideas que se van disipando como pompas de jabón. El estilo y cimientos de los relatos serían los de las novelas de Samuel Beckett. Las leí casi todas en el rocío de la juventud. Fue las primeras novelas que leí. Llegué hasta Malone muere. Esta no terminé de leerla porque me entró la migraña mental de que si terminaba de leerla, el que me iba a morir era yo. 

En fin. Hoy por hoy amo a tres mujeres. (No recuerdes el soneto de Quevedo del enamorado incompetente, lectora.) Con una o con otra me iría a una isla desierta made in paraíso terrenal. Pero hay una con la que no me iría a ningún lado ni desierto ni habitado. Aquí si puedes acordarte del maldito soneto de ese viejo cabrón.

martes, 2 de mayo de 2023

Maestro, perro empalmado y gallinas durmientes

 --Es un libro que hubiera podido escribir Jiménez Losantos --dice Jesús G García en youtuber en la tercera charla sobre el tercer tomo del libro de Antonio Escohotado Los enemigos del comercio.

(Inciso. A Juan Royo le recomiendo oír a ese discípulo de Gustavo Bueno, sus numerosas clases virtuales sobre la obra de Cervantes. ¿Por qué? Porque una vez, cuando hacíamos el programa La Puerta en RUT (Radio Unión Tenerife) rebajó a un colega, a quien yo tampoco tenía estima literaria, diciendo que tenía un estilo cervantino. No le mordí la oreja porque Dios es grande. El estilo de Cervantes no tiene nada que ver, sino que es lo opuesto, a la retórica hueca y enrevesada.)

Maestro pone a caer de un burro el libro de Escohotado. Yo cuando oí hablar a Escohotado sobre ese libro suyo, me convenció. Vi el mercado de Nuestra Señora de África. No vi el otro, el esclavista chupasangre.

Por supuesto, no es lo mismo una charla de una hora que un libro de muchas más que mil páginas. Todas las masticó y digirió Maestro. Una proeza. 

Por aquí por el barrio la cosa bien. Fui con Topín a Ibrahim. Entró Dácil, que tiene un perro de presa. Lo tuvo que llevar al veterinario porque tenía la polla como un boniato, estaba salido y no tiene hembra.

 Maite con Marcos el Cuevas (hombre extraordinario) y una cerveza, le elogié el vestido, claro azul con variadas flores, y le pregunté por la medalla posada sobre su pecho. No era ningún santo. Era una M, sostenida a la cadena por su ángulo izquierdo, lo que provocaba que estuviese posada en oblicuo. Colgada por el ángulo inferior estaría en mejor equilibrio, pero la letra sería W, escrita con caligrafía carolingia. El Topín, Marcos, Maite y yo sentados en la mesa 1, la que está al lado de la máquina del dinero, la hijaputa. Y Dácil, mujer ninfa, de belleza acuática, narrando la empalmadera del perro. La solición que le dieron Marcos y Topín es de novela como Agosta escribe; en esta novela es pepita de oro, aquí no.

 Del perro, pasando por los gatos --condenados a la castración--, fuimos a las aves de corral. Topín hizo el cuento de un gallo al que se le fue la cabeza y cantaba a las tres de las madrugadas. Marcós hizo un cuadro de gallinas y gallos subiendo hasta las ramas más altas de un aguacatero, a dormir. Eso fue ayer. Hoy el aguacatero ya desapareció, y gallinas quedan pocas en esa parte del barranco Santos.

caminando

 Sé que esto lo lee Pamela, Juan y Marcelino. Belén cuando le digo que la nombré aquí. Y ahora no sé quién más. Escribir es como hablar, depende del receptor, del oyente. Que a la vez puede convertirse en transescritor, en comentarista o replicante de lo que uno ha dicho, ha escrito. 

Quien no sé si seguirá leyendo es Ignacio.

Nuestros afectos y desafectos quizá merecen un cuento, y tal vez él mismo ya lo ha contado: en El rejo de la máscara.

Si yo lo contara recurriría al cuadro de Duchamp La novia, la máquina de chocolate y los nueve solteros. El gran vidrio. Estar entre los nueve solteros, a espensas de la novia, no lo admitió mi vanidad a pesar del chocolate, costillas con papas en Casa Tomás.

Trabajos de negro hice algunos en Júcar, con la suerte de que uno fue para un alto cargo del periódico de la ciudad y me contrató como corrector. Trabajo fijo, sueldo fijo. Hasta que lo tiré todo por la borda. Locuras de fiebre banal.

*

Hoy me sacudí el letargo y bajé al parque a la feria del libro. Hice la crónica en fb. Aquí poco que añadir. Maite me regaló la antología poética que le hizo Fabio Carreiro. Su poesía me interesa bastante. No me da de lleno en el plexo solar, como la de Candelaria Villavicencio, pero la tengo mucho en cuenta. 

Estoy con el cuerpo a medio gas. Lo dejo aquí.