miércoles, 30 de diciembre de 2020

Vertical blues. El primer capítulo tiene consistencia, el segundo también, pero el tercero parece una sucesión de historietas facilonas. Como la que iba pensando mientras caminaba hacia Ibrahím. Una versión de Otelo. Desdémona se enamora de verdad del amigo que la acompaña a leer poemas en los jardines del palacio. Como es mujer fiel, su amor se reduce a lo platónico. Sin embargo se muere de celos porque su amigo comienza a fijarse más en otra que en ella. El engaño de Yago, la triquiñuela del pañuelo, es una mentira que esconde una verdad. Un cuento simple. No vale la pena escribirlo. Más auténtico es la pelea que Marcos tuvo hace tiempo con un macho cabrón. El cabrón le mordió un brazo y Marcos le dio una trompada que lo dejó grogui. A partir de ahí el cabrón no dejaba que nadie se acercase a las cabras, menos a Marcos, al que a partir de la trompada le tuvo una obediencia de oveja. En la escalinata, uno que marchó para Venezuela a los doce años y regresó hace poco huyendo de Maduro. Allí fue policía y estuvo a punto de morir de un disparo en la boca. Hace valer su condición de isleño, de Argüallo (?), Santiago del Teide. Recordaba palabras de su infancia campesina, presumía de ser puro guanche, criado junto a cuevas con huesos guanche dentro. 

--¿Sabes lo que es una jícara? ¿y un machango? No, machango de tortolín no, machango el que le ponían al mulo... --Y contó la historieta de un padre que mandó al hijo matar el cochino. "¿Pero qué hiciste? ¿por qué rompiste la pileta?" "Para que se muera de hambre."

Miguel también contó la suya. Un día que acompañó a otros que montaban a caballo. A él le dieron un burro con silla de montar en vez de albarda. Un burro bajito, un pollino. Cuesta abajo, uno de los jinetes gritó so al burro y el animal, al pararse en seco, tiró a Miguel al suelo. Al suelo no, lo tiró sobre una tunera. 

Luna llena sobre Barrio Nuevo. Llega Julia la de los perros con su hija, vestida de rojo, con la barriga al aire. Vestido elástico, ceñido... Y la luna brillante, parecía una perla en una concha de luz. 

Carlos me manda otro vídeo. Pornografía de taller mecánico. Este tiene más gracia. Me hace recordar Barrio Chino. En la novela un personaje hace una clasificación de mujeres según personajes de cuentos de hadas. En el vídeo no hay cuentos de hadas. La contadora es mala pero el cuento es bueno. Dice que hay varios tipos de hombres. El hombre Gamba... cuerpo tal pero cara que no, que dan ganas de quitarle la cara y quedarte con el cuerpo. El hombre Microondas, que se calienta enseguida... El hombre Caracol, no porque vaya despacio sino porque nada más verte se pone  baboso... El hombre Café, el más verdadero, el mejor, rico, caliente, fuerte y te mantienen despierta toda la noche.

Le mando al vecino Carlos foto del gato azul con todo azul. Contesta. Mensaje de voz:

--... guate, ese gato, Jesús, parece que está triste, ponle una carita de contento, Jesús... acuérdate que es pa una niña... 

A ver cómo hago yo parecer que está contento el gato triste y azul. Estos encargos.

El encargo que dio un fruto más aceptado fue el de los textos para la agenda de Sita. No fue difícil. Cada foto de mujer, mujer de Sur, alegoría de cada mes del año, era un poema. Sólo me limité a oírlo. Las musas hablaron.

El de la mariposa azul sí le gustó a Carlos. Sólo le mandé la foto. No le dije que lo pinté pensando en Isadora Duncan, en la Isadora de la calle del Tanque. Su mujer. Cualquiera le dice la verdad a ese Otelo. 

martes, 29 de diciembre de 2020

 Tú eres pez de aguas profundas

y yo pez de aguas termales,

cuando bailas, hermosura,

yo me salgo de mis cabales.

Si nos vemos en la hondura

tú te quitas el vestido

de brillantes escamas,

yo como voy desnudo

no podré quitarme nada.

Te ofreceré la manzana

de la mar y de los ríos,

la que despierta el amor

en todos los seis sentidos.

Saldremos de nuestras aguas

volando como cernícalos,

escondiéndonos en las nubes

y picoteando los nísperos.

O bailando con los vientos

en las dunas del desierto.


Este poema está dirigido a Candelaria Villavicencio, poeta cuántica. Yo toda la poesía no la conozco, pero de lo que sé, esta mujer está alcanzando en ese arte nuevas dimensiones. Además está entre las mujeres que amo, que no son muchas. Todavía no tengo que esforzarme en recordarlas a todas. Creo que son tres. Una pantera, una puma y una leopardo. Una morena, una albacora y una tiburona. Una águila, una mirlo y una calandria. Me faltan los reptiles, pero aquí me es más complicado de ver sus correspondencias animales. Entre las diosas son las que se presentaron a Paris para que el pobre dijese cuál era la más bella. La belleza no está  en el cascarón sino en la yema. La belleza es una energía, una emanación. Por ejemplo, la vecina que parece Isadora Duncan cuando camina o simplemente se mueve, o incluso cuando está quieta, si no se maquilla a modo se le ven las arrugas en la palidez del rostro. Pero la belleza que desprende su rostro es inaudita, incluso más que cuando se maquilla. 

Día tranquilo hoy. Continúo el trabajo en Vertical. A veces siento que voy por una vereda y otras que me meto en riscos. A esa novela le hace falta una poca del habla de Marcos. 

--Antes te pegaban un revés y te dejaban la cabeza sonando a cacharros.

La noche en la escalinata de Ibrahim es humanamente agradable. Marcos, pinta de orangután, en mangas de camisa. Todos abrigados y él como si nada. Pidiendo una hamburguesa especial de la casa. Al otro lado de las mesitas mostrador, encajadas en la puerta del bar, Miguel el de la perra de presa con la mascarilla negra puesta. Dice que se puso a ver la televisión en su casa, se durmió y cuando despertó todavía tenía la mascarilla. "Cuando desperté, la mascarilla estaba allí". Entre otros paosanos, varias mujeres del barrio alegraban el cuadro de la escalinata, y el teatro de la vida, y la luna casi llena sobre Barrio Nuevo. 

El cuadro de la mariposa ahora es mariposa azul sobre fondo azul. El cuadro con el dibujo del gato que hizo la sobrina del vecino Carlos ahora es gato azul rodeado de azul con fondo azul. Mañana si dios quiere tengo que bajar a la tienda de la Cruz del Señor, a buscar azules. Y blanco transparente. 

lunes, 28 de diciembre de 2020

 Sue fue Manzanero,

dejó el bolero,

llanto de violín

ardiendo en el fuego...


El vecino Carlos me trae más lienzos. Ya les puse gesso a los que trajo. El de la mariposa azul lo dejé en mariposa blanca sobre fondo blanco. El de los misteriosos bailarines lo saqué afuera y cuando lo puse en el banco salió una cucaracha corriendo. Hoy cuando le ponía gesso salió una araña corriendo. Está apoyado en el tronco del papayero macho, dos hojas de aloe proyectan sobre el lienzo una fina sombra. Ese es el cuadro. Y lo dejo fuera. Ese es su sitio. La intemperie.

--Me sorprendiste el otro día; no me cuadra S que sea marido de M. --le digo a Nicolás.

--¿Por qué no?

--Ella es una mujer y él parece un niño.

--¿Un niño? Ha tenido una enfermedad detrás de otra.

Seguimos hablando, Me cuenta sus aventuras con un 850. Tiempos de marras. La Cuesta Piedra en su apogeo.

Entre lo que me trajo Carlos hay uno que dice que empezó su sobrina (la figura de un gato) y que se lo termine yo para regalárselo. Pos bueno, si tú lo dices.

--Tiene que estar antes de Reyes. ¿No tendrás por ahí...?

--No, el pequeño gran hombre no vino hoy por aquí.

Para abajo y para arriba pasa el hombre del perro con la mirada atravesada que presume de mujer guapa, ese barrigudo. Mujer guapa que cuando pasa por aquí y saluda a Nicolás se acaricia el pelo.

--Eso es que le gustas, Nico.

--¿De dónde sacaste tú eso? 

Espera que lo miramos en internet.

Hoy estuvo en la palmera grande cantando un pájaro toda la tarde. 

--No sé si es un mirlo o un capirote. 

Un pájaro pequeño rovolotea entre las flores amarillas del aloe y Sombrita, gato callejero, lo acecha.

--Cómo se descuide, lo caza el gato.

--¿Tú crees que los pájaros son tontos? 

No, supongo que no. Sale volando y el gato se queda albiando.

En Ibrahim uno de los venezolanos cuenta un viaje que hizo en taxi en Venezuela, como de aquí a Las Américas, y en el que aprendió una lección que no olvida. No me enteré que lección fue. No llegué al final del cuento.

domingo, 27 de diciembre de 2020

 Pamela viaja a Candelaria, ve una librería, entra y compra un libro. Mujeres del alma mía , de Isabel Allende. No he leído nada a esta autora. Si  no me equivoco una de sus novelas originó la película donde la comida, el modo y lo que sucedía al cocinarla, hacía aparecer un espíritu que luego habitaba a los comensales, a los comelones. Algún párrafo esencial pondrá en su muro, un modo de conocer esa novela. Así hubiera podido titularse Barrio Chino. No sé si cambiarle el título. Mujeres del alma mía es un título más apropiado a esa novela del ramero Chi, hermano de madre de Siao-Ling y primo de Wang, esposo de Siao-Ling. Es una cosa entre diario y memorias que escribe el condenado Chi condenado por la Justicia, y por la ley del karma) en Santa Bárbara. De Belén Valiente es el epílogo. Le dije que se pusiera en el papel de una de las mujeres. Eligió el papel de Claudia, la mujer que Chi amó en su vida y que abandonó una triste mañana

con los bolsillos llenos de blues, enredado en negocios callejeros.

Juan, que inspira el personaje de Juan Roco, amigo y compañero de oficio de Chi, podría hacer el prólogo poniéndose en el alma de Juan Roco. Hubiera tenido que pensarlo entes, darle el borrador la noche de los manjares japoneses y las gheisas despiertas. Lo tendría ahora entretenido en Lanzarote. (¿Lanzarote no fue aquel caballero de la tabla redonda que le robó la mujer al rey Arturo?)

Cómo la isla terminó llamándose Lanzarote no lo sé. Tal vez Juan lo descubra. El otro día Jorge en la escalinata se acordaba de la novela Mararía. Creía que Mararría era gomera. Gomera natural, no como la Bobadilla. 

Hoy me acordé de Bobadilla (la rasputina --entre Rasputín y ella se pueden trazar líneas paralelas, reflejos una de la otra--) viendo un programa de tv canaria sobre la identidad canaria que me mandó Pepe por wasap. Me acordé de los tiempos de Cubillo. La entrevistada defendía, tal como lo recuerdo, que el canario debería sentirse dueño de sí mismo y no dependiente, en emociones en primer lugar, de Europa, y más integrado en África. Es el sentimiento que despertó Cubillo desde Radio Argel. El guanche como absoluto valedor de bondad, valor y verdad, la entrevistada lo ponía en discusión, como debe ser, pero en aquel tiempo de los años setenta creer en un pueblo heróico, sin fisuras, era necesario para salir del colonialismo mental.  

Hablaba la entrevistada del ínfimo papel de las mujeres después de la conquista, cuando me acordé de Bobadilla, que de ínfimo nada. Un monumento debían hacerle en la Torre del Conde donde sonara en sus oídos las décimas sobre la conquista en La Gomera que escribió un poeta gomero. Marcelino tenía ese libro de décimas. La historia de una traición. Una traición que favoreció a la señora Bobadilla.

Historias antiguas.

sábado, 26 de diciembre de 2020

sin fría humedad

 Le cuento a Pepe que arreglo el deshumificador o pillo otro, o los huesos se me van a pudrir antes de tiempo. Hoy me llama Dani y me dice que me va a traer uno. Obsequio de los animales. Y además se lleva el estropeado para que Tito, que es electricista, lo arregle. La humanidad puede ser el mayor error de la naturaleza, como pensó Schopenhauer, pero la amistad es el reino del cielo en este mundo. 

Escribo ahora sin aire húmedo metiéndoseme por la piel.

Vi una peli basada en la novela Madame Bovary. Cuánta razón tuvo Emma Bovary cuando le dijo a su marido, el torpe doctor, que quería que fuese ambicioso y que el nombre de Bovary fuese célebre en toda Francia. Tal vez Flaubert sabía sin dudas que estaba escribiendo una novela que no iba a pasar de largo. La película --argentina, de 1947-- no es un desastre pero no es una maravilla. La actriz no es la apropiada. Tiene la pinta de mujer fría haciendo el papel de mujer caliente por todos los poros. Y el guionista adulteró la historia. Salva al primer amante, lo pone como un enamorado románticamente sincero. El siguiente es más seductor,  al estilo del seductor que inventó Kierkegaard, un hombre que la pasión es conquistar a una mujer que  le importa un rábano, ni siquiera quiere poseerla. En el personaje de Flaubert sí quiere poseerla, y el fin justifica los medios. En la película este personaje no es del todo malvado, no es un burlador en todo el sentido de la palabra; la deja, como el primero, porque tiene que buscarse la vida, está sin una perra. Todo el dinero que Emma ha gastado para agradar a este hombre la precipita al arsénico, al suicidio. En el lecho de muerte Emma descubre que el zoquete de su marido, el médico fracasado, es el único hombre que la ha amado de verdad. De verdad no, le faltó la sal. Un amor desabrido que no colmaba las ansias de una mujer que, dañada por la literatura romántica, soñó con encontrar el amor. 

Luego leo un artículo sobre Colette. Una vez intenté leer una novela de Colette pero me aburrió y la dejé. En el artículo hay dos frases suyas con interés. "¿Feminista yo?... Me asquean. ¿Sabe lo que se merecen? El látigo y el harén". "Tantas mujeres desean que se las corrompan y tan pocas son las elegidas". 

Hoy los y las sin pecados le hubieran tirado piedras hasta dejarla sin resuello. Colette fue negra de su primer marido, hasta que espabiló y defendió lo suyo, su obra, como cosa propia. 

Nicolás desde la ventana me dice que se acordó de que había leído ya, hace tiempo, La isla del tesoro. De pronto recordó todo el argumento y perdió el placer de la lectura.

Carlos, el marido de Lili, la mujer bailarina, me trae dos lienzo más. Lienzo con pinturas en serie para que yo le haga filigranas.

--Ya me debes tres porros --dice.

A punto estuve de decirle que le podía hacer un retrato a Lili, en el lienzo primero que me dio, el de la mariposa azul, pero no le dije nada. Fui precavido. Persona precavida vale por dos, pero a veces no vale por ninguna. 

Uno de los lienzos tiene el motivo gastado, borroso. Las flores o las mariposas se han convertido en manchas blancas, difusas. Parecen dos fantasmas bailando en una noche loca. La vida no olvida mostrar su caligrafía, lo que a simple vista está escondido. El sueño de Emma. La verdadera, la de Flaubert. Miro ese tercer cuadro, fondo violeta. La luz de la mesa ilumina las soberbias nalgas de la danzante. La escena se complica. Algo pasa, están huyendo uno del otro, la mujer y el hombre.

viernes, 25 de diciembre de 2020

Rasputín

 ¿Qué me llevó a Rasputín? Quizá la mariposa. Comenzaron a aparecer mariposas por todas partes. Maximiliano descansaba de la política en su jardín con un experto en mariposas.  Pamela en fb muestra la portada de un libro donde la mariposa es protagonista. Carlos el vecino, el marido de Isadora Ducan de la calle del tanque me regala un lienzo con una mariposa enorme, cuadro muy feo. En el capítulo II de Bajo el volcán una bandada de mariposas acompaña a yvonne en su viaje de regreso al Cónsul...

--Esto para que tú hagas filigranas de las tuyas --me dijo Carlos.

Yo haría filigranas de las mías si tuviese a su mujer de modelo, cosa complicada. 

Y hoy, en bajando a la plaza de la Paz, en la esquina donde en otro tiempo una mujer pedía socorro desde un balcón y lanzaba, sujeta por una cuerda, una cesta y pedía a los que pasaban por abajo que le pusiesen comida porque se moría de hambre, mujer vieja, sombría, que ya no está, en esa esquina encuentro una mariposa de papel, con un corazón dibujado con rotulador permanente. El cartón es feo y el dibujo es torpe, pero lo que importa es la imagen de la mariposa. 

Es la imagen del coño.

Un buen coño de mujer es una mariposa que aletea.

Pero no fue eso lo que me llevó a Rasputín. Fue un bolero que puso Pamela de un tal Barrios. Un anhelo de amor. En la columna de la izquierda, mientras sonaba el bolero, había un vídeo sobre Rasputín. Vi el vídeo y luego otro y otro, y en eso estoy. Descubrí que era un trasunto del don Juan de las Coplas de Juan Cabrón. Tengo que prestarle más atención a esa "épica" canaria en clave de ópera bufa. Descubro que Juan Cabrón y Rasputín tienen vidas paralelas. Lo que he visto sobre el ruso me inspira nuevos poemas que completan y enriquecen la "epopeya" que surgió un día cuando, viajando al Sur, oí a uno oír la historia de un tal Juan Cabrón que iba de noche a casa de su hijo a acostarse con la mujer de su hijo. Tal para cual, Rasputín y Juan Cabrón.

Sigo trabajando Vertical blues. Juan Cabrón puede esperar.

Pepe el Viejo y Paula me dicen que están buscando una sala, sin nombre, para exponer cuadros míos. Se pueden exponer, no me avergüenza mostrarlos. Es más, me enorgullece que salgan a la luz pública. 

En fin, la calle del Tanque hoy con poco movimiento. Me alimento bien. Entre lo que me trajo Siao Ling y lo que me trajo Nicolás (me pidió dos calderos para ponérmelos con condumio) estoy bien alimentado. Y me voy a acostar. Mañana viene doña Elena. ¿Qué bolero le cantaré? 

jueves, 24 de diciembre de 2020

Noche buena

 Sigo con el libro de Judith

Judith --lo cuenta el libro--

se quitó el cilicio y desnudose de los vestidos de viuda,

lavó su cuerpo y lo untó con ungüento precioso,

repartió en trenzas el cabello de su cabeza

y ataviose con sus vestidos de gala.

Calzó sus sandalias, se puso brazaletes,

manillas y zarcillos. No por pasión lasciva

sino para un santo fin realzó al Señor su hermosura.

El santo fin es que Holofernes la mandara llamar para follar con la hebrea que, precedente de Mata Hari, dijo que su pueblo pecador merecía ser atropellado por el caudillo asirio. El caudillo asirio la llamó y en su aposento se emborrachó. El libro dice que no sucedió nada pecaminoso mientras él se emborrachaba. Ya borracho como una cuba, Judith pidió a Dios que le diese valor, y con un machete cortó la cabeza de Holofernes. Dejó el tronco de su cuerpo desangrándose sobre el suelo, metió la cabeza en una talega y la llevó a su pueblo. Los judíos vencieron, los asirios perdieron. Gracias a Dios y al valor de una mujer. 


Miguelito el flaquito,1,60 de estatura, el medio gitano antimigrantes africanos, me grita desde su ventana de los edificios de enfrente si tengo un sacacorchos para abrir una botella de vino, para la noche. Viene a buscarlo, se lo lleva. Más tarde regresa a devolverlo. A Nicolás y a mí nos enseña `porno de última generación, y fotos de mujeres que ha conocido por internet y que lo invitan a follar como bestia. Eso dice.

Siao Ling y mi sobrina menor, su hija, vienen a traerme el pescado encebollado y una botella de vino última cosecha de la finca de Wang. Buen vino, no todo es horerndo en ese hombre. Mi sobrina también me trae una botella de Matusalén. Aunque ahora no suelo beber ron, buen detalle. Pienso invitar al vecino Carlos pero no sale a la calle. El que sale es Nicolás, porque se le fue la luz. Otra vez. Cruz que tiene ese hombre.

--Leí en el wáter un libro, La casa de Bernarda Alba o algo así se titula.

--Casa de locas.

--La que volvió locas a todas fue la madre... Ahora estoy leyendo La isla del tesoro.

--Buen libro.

--Voy cuando el cojo llega a la taberna.

Se vuelve a la oscuridad de su casa, a ver si viene la luz. Noche buena en el callejón del Tanque. Willian Shakespeare asilvestrado, me comenta Juan sobre la foto que le mandé. 

Y la noche sigue, todavía queda a un rato para irme a dormir. Tal vez sueñe con Judith. Espero no ser Holofernes en ese sueño.

miércoles, 23 de diciembre de 2020

conjunción júpiter saturno

 Una conferencia (en youtube) sobre Hegel y a continuación otra sobre Schopenhauer, me llevan al libro de Judith. Abro la Biblia (católica) que me regaló una mujer que me tuvo ejerciendo de puto, hasta que me cansé, y comienzo a leerlo. Creo que comienzo a entender el Dios de Spinoza. Ser ateo es tan tonto como un obrero de izquierdas en estos tiempos de trileros y charlatanes. Dios es la Vida. El Dios del antiguo testamento. No se le puede nombrar porque el misterio de la Vida es indescifrable. Es una novela de la que sólo podemos captar un fragmento minúsculo, y a partir de ahí hacernos una vaga idea de la totalidad que desconocemos.

"La vida no tiene sentido ni valor", sentenció Schopenhauer. Fue un occidental que pensó como un budista pero actuó como lo que era, un hombre al que le gustaba comer bien y follar mejor. Descubrir que la humanidad es el mayor error posible, le hizo ser en lo posible un animal de cueva.

Todo animal de cueva, / como dice Aristóteles, / por dos cosas trabaja. / Una cosa era / tener mantenencia / y la otra cosa era / haber ayuntamiento / con hembra placentera.

Schopenhauer sabía español. Tradujo al alemán La vida es sueño. No me extraña que conociera al Arcipreste, al del Libro del buen amor. Ay --me acuerdo ahora de un poema de Villon, otro poeta medieval--: Si yo hubiese sido un niño bueno, / aplicado en aprender el idioma / y no en las bragas de la profesora de francés/, hubiese estudiado con interés / con el mismo interés que tenía / en cazar la mariposa /  escondida en las bragas,/ y sería yo un profesor aplicado/ con dinero en el banco / y una casa en Yaiza / y una profesora de francés.

No me extrañaría que el filósofo alemán hubiese bebido del Arcipreste de Hita, de los tiempos en que los curas tenían barraganas, que luego fueron sobrinas o tías, y sólo los malos de la película iban a los monasterios de monjas a hacer orgías rituales.

*

Siao Ling me llama para decirme que viene mañana a traerme un trocito de pescado...

--¿Y sopa? ¿quieres que te lleve sopa?

--Sí, trae sopa. --Pensé que no viene mal una sopa con pan frito.

Al almuerzo de navidad no me dice que vaya porque ya van a ser seis. Al que no le importa si son seis o más es a Ramón. Me llama para preguntar si bajo al Sur. No sé, no creo que baje, no me aseguró si Isa va a estar en la cena. Seguro que no, y es una cena familiar. No sólo Sita y Ramón sino también familiares con los que no tengo confianza. Pepe me manda un wasap, me pregunta si alguna mujer me llamó para cenar. Guasón este Viejo. 

Juan me comunica que me hizo caso y está en Lanzarote. Mañana si dios quiere le mando una foto del Shakespeare que me trajo de uno de sus viajes a Inglaterra. Lo tengo sobre un bloque pintado. Para que lo ilumine. Le  haga ver en toda intensidad el resplandor de las piedras de la isla. 

Ibrahim es grato a mediamañana. La escalinata parece radio macuto, con noticias de aquí y de allá. Jorge el ex bombero, Matías el gorila, Esteban el cazador, y en el coro Miguel, con novelas de mediamañana. Luminosas como el sol. La más notable, la policía anda buscando al Papa. Por la tarde es más cálima, gente que habla sin armonía ni ritmo. Que parece que se quieren comer unos a los otros. Becerros mugiendo en las praderas de la desolación. Mujeres pocas. Lili a buscar un bocadillo. Julia la de los perros y hablar verdulero, esta vez con su hija, contenta porque... 

Mañana nochebuena. 

 

martes, 22 de diciembre de 2020

 Con ayuda de blanca y radiante novia, sigo trabajando eso. Funcionan los dos palos de la cruz: Pedro Páramo y Bajo el volcán.  México en el trasfondo de una "epopeya" asturiana. A fin de cuentas el personaje don Ignacio tiene una relación remota con Taibo II, el director de la Semana Negra de Gijón. 

*

Hoy no sé por qué pensé en Kolia. También inspiró un personaje, en Barrio Chino, con episodios que se alimentan de la realidad, de cosas que pasaron entre él y yo. Sus post en fb los ilumina con chistes verdes, fotos con mujeres guapas y hombres célebres, y con su labor como artista y escritor. Sus pinturas me interesan, es mejor pintor de lo que yo pensaba. Ahora lleva tiempo resucitando un viejo proyecto, el proyecto Caracol, la construcción de un edificio con la forma de la concha de un caracol. Ojalá se hubiese construido en su tiempo y no lo que destrozó en gran medida la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. En fin, historias aparte, es algo que merecería que se hiciese.

*

También pensé en Juan Royo. Su desgana en ir a Lanzarote. Este autor está obligado a superar Mejor cuando improvisas. No se ha dado cuenta del valor del libro tuneado que le regalé. No sabe que Lanzarote es el escenario de su próxima novela. Sus novelas históricas son encomiables, corre como la sangre en esas páginas su ironía alemana, pero Mejor cuando improvisas es ron de sonoro ingenio. Lanzarote lo espera. Si quiere ir. Yo no lo voy a obligar.

*

Hoy también pensé en tres personas ausentes. Mi mujer, Nguyen y Marcelino. Marcelino no tanto, está a golpe de teléfono. Seguramente sigue hospitalizado. 

*

Hoy vi a una mujer que amo. No me acerqué. Hablar a distancia y con mascarilla es cruel. No procede. 

lunes, 21 de diciembre de 2020

sentimientos

 Al final Ibrahim decidió abrir según las reglas. Encajó dos mesas en la puerta de entrada y puso dos sillas a los lados. Dos sentados y los demás en los peldaños de la escalinatas, apoyados en las barras de hierro. El sol de la mañana hizo agradable el rato de desayuno, y oír a Jorge sus cuentos de bombero. Ahora es ex bombero, trabajador jubilado con 6 mil al mes menos un euro. 

--Yo era perito de baches y caminos e ingeniero de obras terminadas...

También estaba Matías, otro jubilado, más joven, más fuerte, más barrigón. 

Jorge contaba lo valiosa que eran las mujeres de Lanzarote, que lo esperaban en recodos apropiados y se escarranchaban si más cuento.

Por la tarde el ambiente en la escalinata fue distinto. Serenada molesta. Mari Cruz, la mujer de Ibrahim, cansada. No se si resistirán esta situación.

*

En el muro de Ana María, mi amiga pregunta, en letras grandes: SI LA QUE DICE SER AMIGA DE SÚBITO SE "DESENAMIGA", ¿EN QUÉ SE CONVIERTE?

Siento un tono de cierta amargura. Los comentarios quieren ser ingeniosos. No valen la pena. Lo que oigo en sordina es "cuando una amiga se va...".

Sospecho, sólo sospecho, a quién se refiere, Otra amiga. Pleito que deben resolver las implicadas, si quieren resolverlo.

Creo que el invierno me vuelve un poco sentimental, cosa que aborrezco.

También me despierta este invierno sentimientos de solidaridad con Pamela, su pleito con el pastor y su mujer inquilinos morosos. Ojalá no caiga en la trampa que le quieren tender, con el cuento del racismo y otros relatos de miserables que están dispuestos a todo con tal de salirse con la suya. En fin, sentimientos me entran sin querer.

Corrijo Vertical blues. Creo que va por buen camino. En ese trabajo no hay sentimientos que valgan, menos mal. 


domingo, 20 de diciembre de 2020

más notas

 Tener una lectora que te visita con agrado es como tener una amante que te visita con agrado. 

Hoy me llamó la atención una de las entradas de mi amigo Chani, San Chanín de la Cruz Verde de San Andrés.

Es una cita de Kierkegaard (de su novela El seductor):

--Cierto filósofo de la antigüedad decía que si escribiéramos con puntualidad y exactitud lo que nos va aconteciendo en la vida, sin más, todos seríamos unos filósofos consumados.

Me recordó lo que decía otro cierto filósofo de la antigüedad. Decía que él iba a las casas de putas a oírlas alegar, y así aprendía a debatir con los otros filósofos.

*

Sigo enfrascado con Bajo el volcán y la relación con Vertical blues. Las indagaciones en la historia del segundo emperador de México nació porque es un faro que ilumina la novela de Lowry desde el capítulo I. En Vertical blues un hermano somete al otro, por celos, porque descubre que este otro es quien tiene en definitiva el amor de la madre, "esposa" primero de uno y después del otro. No se me ha ocurrido un detalle que puedo añadir. Las cartas que el hijo mayor, el tirano, le escribe a la madre. Las cartas que Yvonne le ha escrito al Cónsul provocan su muerte en el Farolito. No es inverosímil que Pablo Santana (en el papel del escorpía que mata al Cónsul) mate a su hermano porque este airee, en La Buhardilla, las cartas que le escribió su madre, como gota que colma el vaso.

La vida literaria tiene ahora jardines y laberintos. La vida real, no tanta. Ibrahim tuvo que cerrar, y la vida en la calle se ha reducido a casi cero. Una mayoría de vecinos con temor al virus. Se esconden no sea que venga el lobo y se los coma, o Drácula. Quizá por eso, por temor a Dráculas, han prohibido salir de noche. Dráculas, otro personaje que tiene que ver con Vertical blues, pero este de una manera colateral, no directa.

En fin. 

miércoles, 16 de diciembre de 2020

día tranquilo

 --Me tienes hasta la polla, ¿entendido?, harta de todas tus mentiras, que yo trabajando como una hija de la gran puta y tú rascándote el conejo en casa de ese discapacitado... vete a pedirle ayuda al hijo puta de tu padre --la mujer, en la escalinata de Ibrahim, con el móvil, la mujer que trae desde su calle a sus perritos a esta calle para que caguen a gusto, el gusto que ella tiene.

--Te dije que taparas ese hueco y tú te lo pasaste por los cojones --el maestro albañil al ayudante en los arreglos que están haciendo en la casa de Lili y Carlos.

Belén, en la lectura de Vertical, no apreció que Pablo mata y descuartiza a Lolita y la guarda en la nevera, para ir comiéndosela poco a poco. No, no está explícitamente contado. En realidad es un plagio de la realidad. En aquella época, principio de los noventa, fue noticia un japonés que mató a su novia e hizo lo mismo que Pablo con Lolita. Hoy leo una noticia similar. Otro japonés. Conocía por twiter a mujeres con deseos de suicidarse, las invitaba a su casa, les facilitaba el deseo y luego las desmembraba y metía los trozos en la nevera. La historia se repite, y cuando se repite, lo que fue tragedia es ahora comedia. Comedia con pena de muerte. Los psiquiatras diagnosticaron que no estaba loco el asesino Shiraishi. 

Otra coincidencia fue lo que me contó ayer Juan. Va a casa de su amigo Luis, en María Jiménez, y pasan el rato tocando la guitarra, canciones de Dylan. La coincidencia es con Barrio Chino. El personaje inspirado en Juan en esta novela, en tiempos de juventud cantaba a Bod Dylan en el centro cultural Viera y Clavijo, pletórico de actividad en esa época y ahora pobre imagen de la dejadez política. En la realidad Juan (el amigo real, no el personaje de la novela) era el responsable de ese edificio que Nguyen (dónde estará, cómo estará) en su delirio vio en él la Casa de Dios.

En la realidad, en relación con ese edificio, en aquella época era Juan el encargado municipal de mantenerlo. Dulce Xerach movió hilos para que el Ayuntamiento pasase la gestión al Gobierno, y lo logró. Fue ella la que se encargó de la gestión, o de la no gestión. La actividad cesó y el deterioro comenzó. Hoy le dan al marido de Dulce Xerach ocho millones para que haga un proyecto de rehabilitación. No sé qué ficha del ajedrez puede definir ese movimiento maestro, no sé jugar al ajedrez.

Juan dice que no quiere ir a Lanzarote porque allí le entra el tedio. Como se ve que no vive en una casa húmeda, en una calle húmeda y fría en invierno, que para sufrirla hay que ser estoico. Un mes en mi casa, y huir a Lanzarote sería una bendición. En fin, no está en mi caso.

El caso que sigo con interés es el de mi amiga Pamela con los inquilinos en su casa del Frayle. Una novela real que espero que no se le vuelva kafkiana. Sino que tenga un final feliz, y que los abusadores inquilinos tengan su merecido. ¿La ayudará la Justicia? Espero que sí. 

Otra novela que escribe mi amiga es una inspirada en mí. Como persona no soy muy recomendable, pero como personaje a lo mejor. ¿Podré verme algún día en ese espejo? 

La calle ha quedado tranquila. Los albañiles descansan y los habitantes duermen la siesta. 

lunes, 14 de diciembre de 2020

más notas

 Ya tengo sobre la mesa Bajo el volcán y Pedro Páramo, los dos "maderos" donde va a estar crucificada Vertical blues. Las futuras menciones al Volcán están justificadas desde el primer capítulo. La de Rulfo requiere un truco de funambulista. Ya lo tengo en la cabeza. Un salto mortal que si no me estrello, puede resultar valioso. Varios diálogos de Pedro Páramo funcionarían como una carga de profundidad. Serían el palo vertical de la cruz.

Cuando Juan la leyó, me sugirió que Brígida y Lolita estaban mejor como un solo personaje. Conservaré a los dos pero con otra danza. Mientras Pablo rechaza a Lolita (cuando esta se le abre), por las mismas razones que el Cónsul a Yvonne, Brígida rechaza a Pablo todo el tiempo. Las escenas sexuales que en el actual borrador aparecen como reales, son sólo imaginarias o soñada, incluso las que tiene con la vecina. Que Pablo incite al fascista (escorpía en la novela de Lowry) a matar a Gordón, tiene que tener un motivo emocional, no sólo racional. Hacer al personaje impotente, como el Cónsul, creo que no, pero desesperado sexual sí, y frustrado (la vecina puede cumplir el papel de la ramera del Farolito con el Cónsul).

En las tertulias del crítico Merlín, tal vez incorporar autores canarios sin señalar que son canarios. Esto no sé.

*

Hoy misa por mi prima Ovidia. Cuando mi hermana me mandó la noticia de la misa, yo había acabado de soñar con ella, en un escenario que es un cruce entre El Farolito de Bajo el volcán y el salón de masajes de la primera novela que leí de Ana Beltrán. Todos son cruces de realidades distintas. Tengo que buscar lo que dice Cirlot.

Mañana recojo el borrador por la mañana (Belén va a terminar odiándome) y por la noche, si no nos confinan, japonés con Juan. Se acerca la conjunción Saturno con Júpiter, y el comienzo de la era de Acuario. 

Los poemas de Candelaria Villavicencio son como un río cada vez más caudalosos, con inmensas y maravillosas cascadas. Estoy sorprendido con esta mujer. Está logrando revivir el surrealismo, de un modo fuerte, auténtico, sin juegecitos de desocupados pedantes.  

domingo, 13 de diciembre de 2020

notas

 Vertical blues comienza con el sujeto viendo en un televisor la película basada en la novela Bajo el volcán. La crítica sobre la lectura que Belén hizo, me obligó a reflexionar. Me da que no he aprovechado la novela de Lowry como es debido, con la misma intensidad que lo hubiera hecho él. En cierto modo hay una similitud entre lo que le sucede a Pablo (protagonista y narrador) y lo que le sucede al Cónsul. La amargura del Cónsul procede del engaño que le hizo su mujer con su hermano, el idealista que regresaba, con ademanes de héroe, de la guerra de España. Ese episodio recuerda al del hermano de Pablo, en una parte que hay que cambiar; de igual manera que Yvonne regresa al Cónsul, la madre de Pablo regresa a él, pero este, igual que le pasa al Cónsul, se ve impedido para amarla, literalmente impotente. La relación que el Cónsul tiene con una puta en El Farolito, es sin impotencia, pero peor, es una eyaculación precoz, triste y desalmada. Esto debe sucederle también a Pablo cuando por fin Lolita decide entregarse a él. Y esto es lo que lleva a Pablo a matar a Lolita: la vergüenza de ser un mal cuento en boca de una mujer que lo ha conocido, en todo su oscuro declive. Además, hay también similitudes entre El Farolito del Volcán y La Buhardilla de Vertical. Cuando Gordón le dice a su amigo Pablo que él no puede comprenderlo, "porque tú no eres alcohólico, Pablo", Pablo recuerda el episodio donde Lowry narra, como si estuviese cayendo en un torbellino, el delirio de borracho del Cónsul.

En fin, anotaciones estas para mí mismo. Más trabajo. Bueno, Sísifo lo tuvo peor.

18-12-2020

Comienzo a releer Bajo el volcán. La figura de Maximiliano es importante. Lowry establece, si no me equivoco, una relación entre el amor del Cónsul e Yvonne con el amor del emperador con Carlota. Veo un reportaje sobre su vida. Aparecen los dos hermanos, el que heredó la corona de Austria y él. Esta es la historia que más interesa a Vertical blues. En cierto modo hay una semejanza entre como Francisco José trata a Maximiliano, obligándolo a firmar su renuncia al trono. En Vertical es el hermano el que le hace firmar a la madre que lo favorezca a él en la herencia, y cambie el testamento.

lunes, 7 de diciembre de 2020

 Sueño que estoy en una casa con una pareja de amigos, él y ella desconocidos en la realidad pero amigos de gran confianza en el sueño. La casa estaba rodeada de jardines y un amplio estanque-piscina. En los algo descuidados jardines vivía Bukovski, refugiado en su pobreza y con una cartera triangular, amplia, de cuero, donde guardaba los papeles, triangulares, en los que escribía sus poemas.

--El mejor poeta del siglo y míralo como está.

En un aparte me dijo el amigo anfitrión que el hombre de Los Ángeles había leído unas coplas que yo escribí y que le entró un cabreo enorme, de lo torpes que eran.

Cuando lo vi, me dijo que no estaban tan mal.

--Mejóralas tú.

No dijo que no pero regañó la cara. No iba a mejorar ni una estrofa, no iba a tomarse esa molestia, ya tenía suficiente con lo suyo propio.

El lugar se fue haciendo festivo con la llegada de gente. Roberto y Olga, Ramón el de la flauta... y desconocidos... Uno sobre un tablero, con motivos que había puesto Nicolás, escribía en cada casilla una palabra descalificadora. El contrajuego no molestaba, al contrario, le daba vigor creativo al tablero.

*

El día ayer fue con sorpresa final. Me vinieron a recoger, como el otro día, Isa y Sita. Esta vez no embarcaron a Ramón, que estaba en el Sur y no se había apuntado. Mejor. Mejor para mí. 

Buscando un guachinche, cerrado este cerrado el otro, llegamos a la Cruz del Carmen. Comimos y luego tocaba trabajar.

En la sobremesa, con un viejo camarero que sacó el título en Oxford, que no daba una medianamente bien, Sita me preguntó por Ramallo y por Juan Royo. Le habló a Isa de Cucarachas con Chanel, El fulgor del barranco y Mejor cuando improvisas. La que más le había estremecido es esa última.

--Parece que está contando su vida. Va de una niña boliviana... --dijo.

 (Se lo preguntaré a Juan el martes que viene --¿cuánto hay de tu vida en esa novela, Juan?-- si cuaja el plan de pasar una noche japonesa.)

--¿Vamos a mi casa de Icod? --propuso Sita. 

Cómo no. Hace tiempo que no voy al norte. A la patria de mis abuelos Petronila Díaz  y Juan Rodríguez. En el viaje me llamó mucho la atención una nube entre el cúmulo que se asentaba sobre el horizonte del mar. Tenía la forma del hongo que formó la bomba atómica. Quieta, tranquila, apacible como un perro de presa que acecha su entorno.

La casa de Sita en Icod está en el barrio de La Mancha, en medio de un laberinto de estrechas calles. Hermosa casa terrera pero en obras. Llamada de atención de un vecino porque los albañiles, Pepe y Otilio, argentinos de campo profundo (según Sita), habían dejado la parte de fuera toda escachambrada y tuvieron los vecinos que limpiarla. Dentro tampoco habían limpiado. Todo lleno de polvo. Tuvimos que darle la vuelta a un colchón. Pero allí no se podía trabajar. Entonces volvimos hacia La Laguna, al palacete que tiene mi amiga allí. Limpio pero vacío como un escoplo. En la cocina me dieron la sorpresa. Aunque con retraso, lo habían dispuesto todo --cosas de mujeres-- para celebrar mi cumpleaños. Logré abrir la botella de vino con una navaja y sonó la música. Y comenzó el baile de Babalú...

--Yo lo vi primero y primero conmigo --terció Sita para que no se me fueran las manos a la cintura de Isa, quizá temerosa de que, con 67 recién cumplidos, sólo iba a tener energías para una. Pero no. Bailé con las dos. El vino me dio el espíritu del baile en aquella casa de bohío, con aguacateros y... una planta que no conocía: orégano cubano. Qué buen olor.

Luego trabajamos lo que teníamos que trabajar, y no ha sido más que el inicio. Que Yemayá me ilumine para seguir con el cometido en que Isa y Sita me han embarcado. 


 A veces a menudo en el entresueño oigo en mi boca palabras que me vienen de otros sitios, normalmente diálogos o partes de un relato. Los sueños que tengo también son relatos. El tiempo que los retengo al despertar, los recuerdo con la coherencia que tiene un cuento. Los últimos los he dejado ir; a veces escribir es un trabajo exigente, y el sueño necesitaría más imágenes que palabras. Tendría que ser un cineasta. Lástima o suerte no haberme dedicado al cine. Creo que hubiese hecho un cine muy pesado. Depurar la pesadez es una necesidad, pero a veces pienso si no sería mejor mantenerla. Dos novelas pesadas pero valiosas son el Ulises de Joyce y la de Ignacio Gaspar. 

Yo tengo más el gusto ahora por los relatos sencillos: si no son maravillosos, por lo menos que no sean pretensiosos. Cierta soltura la aprendí, o la aprehendí, con Corín Tellado y algunos de los antiguos culebrones de la tele. El contraste de lo horrorosamente contado, pedestre, y lo eficaz que resulta.  

Más metafísica fue la conversación con Dani (Dani Aranda) en la pizzería de San Andrés. Lo incité a ir a San Andrés a cenar y volvimos lloviendo y el parabrisas no funcionando. Bueno, pulió el Salvavidas (una acción en lo que nos hemos embarcado). El que estaba en su barco, un barco que no tiene nombre de estrella, no tiene nombre árabe.

--Las estrellas tienen nombres árabes... 

Hoy domingo, si la lluvia no moja el parabrisas de su furgoneta, subirá con el salvavidas y un lienzo para ponerlo en medio, de tal manera que sea  como un cuadro en ese marco redondo. ël habló del día y la noche. Yo pienso ahora en un náufrago. El lienzo es un náufrago y el salvavidas es quien lo mantiene a flote. En fin. Uno propone y el arte DISPONE. Ya veremos.

El invierno me acerca a Saturno. La silenciosa pesadumbre del dios. 

En fb puse unas décimas políticas. Me cansa ya el tema. No las quité porque Chani las compartió. Si no es de amor, el pícaro amor, el punto cubano deja de volar. Se eleva aún más si el asunto que canta es el propio canto. Pero hacerlo comidilla política es faltarle el respeto, rebajarlo. No me agrada, aunque sea muy ingeniosa, que no es el caso. Tiene fallos de música y tiene palabras comodín. La palabra comodín, para mantener la forma de la estrofa, hay que desecharla.

Al fuego de su lectura, en la cocina de Belén, sigue Vertical jazz. Dice que le gustó más Barrio Chino.

Se lee bien, y retrata bien los bajos fondos, dijo, pero no tiene trama. No, Vertical jazz es un retablo; la trama tal cual sí la tiene Horizontal blues, pero esa, la continuación de la otra, no la había leído. La verdad es que, aunque la razón me diga que no hay prisa, tengo ganas ya de vernos y sacar esa novela a flote, aunque quizá haya que darle alguna que otra vuelta.

Los poemas de la agenda, mejor más vivos,más auténticos. Frases bonitas no que no son verdad sino piropos superficiales. Y donde no hay verdad no hay belleza. De todos modos el proyecto de Sita, con la logística desmantelada, no creo que fragüe pronto.

*

Hoy con Isa y Sita en la Cruz del Carmen y luego en Icod. Casa de Sita en Icod en obras, Colchón lleno de polvo. Tuvimos que darle la vuelta y... mañana a lo mejor sigo contando, mientras espero ahora el martes 15, día japonés.


martes, 1 de diciembre de 2020

 ENERO

El día olvida el tiempo

como tú la fresca sombra,

como tú la forma de una letra

en el día sin tiempo.

***

MAYO

A quien aguardas llega.

El aire lo sabe. Lo saben

tus manos, tus rodillas,

la luz de tus labios.

***

ABRIL

Quien está contigo

eres tú y conoce

el rojo y la noche,

el camino que une

todos los territorios.

***

DICIEMBRE

Llega la lluvia,

pensamiento del cielo.

Dentro de mí

también llueve.

***

AGOSTO

Volar no es imposible,

sólo necesitas no cumplir la ley,

ser proscrita de la gravedad

y elevarte.

***

FEBRERO

Un libro es un espejo

de un sueño bajo un sombrero,

baila la brisa entre las hojas.

***

JUNIO

En el claro del cuerpo

está la belleza,

la alegría,

las puertas abiertas.

***   ***

JULIO

La fuente afuera,

adentro fuego,

alimentan

las desnudas aguas

el pensamiento

***

MARZO

Teje con hilo fino

el color del vino

la copa del verano.

***

NOVIEMBRE

La estrella enciende

tus ojos negros,

semilla de mañana,

flor de noviembre

*** 

OCTUBRE

Persiste la mariposa,

acecha la avispa,

ebria y sobria 

en la calma, en la guerra.

 ***

SEPTIEMBRE 

Ola del mar

déjame bogar

en la tempestad.

___________________

REMANENTES O COMODINES POR SI CAMBIAn ALGUNO O LO DISPONEN COMO QUIERAN


Puerta de jade,

monte de Venus,

ola grande,

cresta del cielo.

***

Si eres tú la tierra

quiero ser la lluvia,

quiero ser el sol

si eres tú la luna.

***

Llévame en tu viaje

hacia Nunca Jamás,

o me lleve el aire

si contigo va.

 Un sueño pesado, lúgubre y extraño. 

--Caer derrotado por otro no es una desgracia si el otro no te esclaviza. Y si te esclaviza, tu guerra es liberarte y vengarte. Si lo consigues, bien. Y si no, por lo menos lo intentaste. Caer continuamente derrotado por uno mismo sí es una desgracia, una deplorable desgracia. Desgracia: perder la gracia.

"El que actúa con maldad contra ti no es tan dañino como el que, con el cuento del bien, ejerce una continua protección. Te machaca la cabeza diciéndote de continuo lo que tienes que hacer, te debilita ejerciendo una constante vigilancia con la disculpa de protegerte. 

"El bien que debilita y el mal que te hace fuerte. He aquí la crueldad de la vida. En el Tarot el Diablo es el reverso del representante de Dios. Este aparece bendiciendo a dos criaturas; el otro, encadenándolas. 

"Hay dos horas en el día que caen en el vacío. Todo significado desaparece. Hay dos meses en el año que caes en la incertidumbre. En esas dos horas todo pensamiento es espejismo y toda acción una entelequia vana. En esos dos meses retírate, no emprendas ninguna guerra; cualquier intento de conquista está condenado al fracaso.

--Disparen contra el predicador --oí

y desperté.