martes, 31 de julio de 2018

Hoy vi a Nguyen. Mi amiga. Entra en el reino de lo sagrado. De ella sólo hablo con quién está en mi corazón. Y en mi alma. Alma es una palabra socorrida y ya no se sabe bien lo que es. Hay que volver a darle contenido a esa palabra, no dejarla en un mero significante comodín, que lo mismo vale para un cosido que para un fregado.

Mi hermana me llamó hoy. Soñé con ella ayer, con ella y con Afrodita, y me llama hoy. Hay que volver a los griegos de Homero. Los dioses juegan con nosotros.
Me dijo que presentara las coplas de Juan Cabrón a un concurso de poesía.
--Con el no ya estás. Son dos mil quinientos euros.
Palabra de mi hermana: Gallo. Como Nguyen. Mi vida ha estado marcada por el Gallo. Incluso en masculino. Marcelino es Gallo.

Yo soy Serpiente. El más tramposo y sabio de todos los animales.

Sí, y un huevo.


Mi amiga charquera me maravilla con un relato sobre los goros en San Miguel de Abona.

Si un libro no se limitara a sus páginas sino que abarcara la literatura universal, podría hablar de cierta ficción narrativa en Canarias como prolongaciones de las Mil y Una Noche. Pancho Guerra e Ignacio Gaspar. Sin olvidar la novela Secretos de Cuba, de Zamora, y República bananera, de Alonso Quesada. Fetasa también. Fetasa es un cuento de hadas musulmán. Tampoco negaría la prolongación canaria de las Mil y Una Noche la novela de Juan Royo... y, egoístamente, pondría de lo mío Agosta escribe. ...  No, esta no puede ser. Le ocurre como a Cucarachas con Chanel: también tienes retales que pueden estar en el libro del cuento de los cuentos, pero la novela de José Ramallo está más profundamente conectada, y en mi parecer la supera, al Ulises de Joyce. Y a Agosta le ocurre lo que a Crimen, de Agustín Espinosa. Crimen y Agosta escribe hay que leerlas a la sombra de Sade. Crimen incorpora a Sade el palo de copas. El simbolismo de las copas apuntan a las emociones del alma y los sentimientos. Agosta es más fiel a Sade. No es sino una versión muy libre de Los 120 últimos días de Sodoma. El sentimiento brilla por su ausencia. Y la emoción no está en el alma sino en las tripas.
El plan original era combinar el género rosa con el pornográfico, pero Sade, que fue la referencia pornográfica (el autor cuya obra Barthes comparó con la de San Ignacio de Loyola), ganó la partida. Otros experimentos narrativos de vasos comunicantes entre alta y baja literatura fueron más equilibrados. Quizá porque esta vez la alta literatura no tenía que ver, aparentemente, con la baja. La alta referencia fueron cuentos de Borges. Ahí están, escondidos como todo lo otro, pero algún día saldrán a la luz. No están mal.

¿Cuántas obras que no están mal han quedado escondidas? El Quijote lo estuvo cien años, despreciado en su tiempo por el pope de turno como literatura menor. Si el autor del Quijote, del Licenciado Vidrieras, etc., murió en la miseria y, por tanto, como si fuese un don nadie, ¿de qué podemos quejarnos tú o yo?
Mafias y arreglos y cambalaches --recuerda el tango-- los ha habido y los habrá hasta que las ranas crezcan pelos. Luchar contra eso es cambiarle el collar al perro. Hay engaño y mentira en el mundo como hay acantilados y marejadas y sorpresas te da la vida. ¿Denunciarlo? Es como denunciar la mecánica del cosmos. El mundo funciona así, y bájate del burro. Pero hay mafias y mafias. Mafias que venden podredumbre y otras, las menos, que venden material valioso. En Canarias abundan las de peor calaña (calaña literaria). Se les está acabando el chollo --por fortuna, aunque no organizados, hay en las islas autores valiosos que amenazan con su presencia el poderío social de los mediocres. Serán otra mafia si logran unirse --por qué pediré yo imposibles-- pero no de la misma tela. Tienen otra tela JRamallo, Juan Royo, Ignacio Gaspar, Belén Valiente, Marcelino Marichal o mi amiga del Sur. Y hablo de amigos míos. Seguramente soy un amiguista. Y lo defiendo: entre lo valioso que tengo en este mundo están mis amigos. A ver si no me olvidan cuando se unan y tengan el poder y salga plenamente a la luz buen material y no yeso escachado.

lunes, 30 de julio de 2018

La poeta de Toledo recoge velas y elimina lo que escribió en un estado alterado de conciencia. Hace bien. Quien abre demasiado su corazón corre el peligro de que se lo coman las hienas.

Entre las entradas que eliminó:

"Gracias a todos vosotros, y a los policías buenos, y a San Juan de la Cruz y a Dios".

Sigue estando en su muro un poema que comienza

Soy el último diente que lleva el hechicero

Observo relaciones encontradas entre el drama de la poeta y la comedia de la playa (la que está narrando mi amiga charquera). En su historia de la playa, la mujer está camelando al hombre, que tiene exceso de peso y es torpe pero no es bobo. En la historia de la poeta, fue el hombre quien la cameló a ella, que se portó como una boba y no vio que el fulano quería aprovecharse y nada más.

Desenlace posible en ambos cuentos: En uno, la mujer de la playa paga a un hechicero para amarrar al gordo, y una vez bien amarrado, la mujer se quita la máscara de sumisa. En el otro, la maldición de la poeta es más terrible que un disparo. El chulo se acobarda y su mal andar lo lleva a la borrachera y al desperdicio.

Mi imaginación, que la tengo en los huevos, continúa los relatos. En uno, el haber fingido servidumbre es fuente de un odio sin paliativos. La mujer acaba con el gordo y se lo da de comer a los cochinos negros. Habría que investigar si el hombre tiene en sus haberes un goro de cochinos.

En el otro relato, la amargura del borracho es como imán que atrae a la mujer que lo maldijo. Algo de esto hay en el nudo de Bajo el Volcán, la insuperable novela del sigloXX: la amargura del borracho atrae a Ivonne, la mujer que lo ha abandonado. En los acorde iniciales de la novela de Lowry, Ivonne y el hermano del Cónsul son los que yerran, y el Cónsul es una víctima. Lowry sabía que no. Él había sufrido lo que su personaje. Su primera mujer lo abandonó en un carro con tres alegres marineros, más o menos. Lo abandonó, según un biógrafo, porque el tamaño de su pene era diminuto. La palabra fea, vulgar, es micropene. Eso le decía una mujer vengativa a un amigo que yo tuve hace tiempo. En la baraja, el palo de bastos es el relacionado con la sexualidad y la creatividad. Lowry, gran adicto a la tragedia isabelina y a la botella, odiaba la palabrería vulgar relacionada con los órganos genitales. Que se usara la palabra plátano como sinónimo de pene, lo sacaba de quicio. Su complejo de poco hombre lo martirizó toda la vida. Quiso compensarlo haciendo una gran novela. La hizo. Dicen que lo ayudó el Diablo. No me extraña. En algunas creencias el Diablo es el patrón de la escritura.

Pero el Diablo es cruel y la crueldad trae desgracias. Lo supo Lowry y lo supo Fausto. Si se pierde de vista a Dios, mal asunto. La solución es atar bien al diablo a la vela de Dios y que suelte prenda sin pasarte factura. En mi imaginación de carbonero, veo a Berceo escribiendo en alejandrinos sus vidas de santos, con la música que le dictaba el diablo que tenía encerrado en una botella tapada con una vela encendida hacia el cielo. ¿Dónde estará tu libro donde yo tenía tu obra completa, con buena tipografía y en buen papel? Seguramente está en el saco de lo que me ha robado un canalla. Un fantasma volador. En este cuento él es el abusador y yo soy la víctima. Como en la novela los personajes de los dos hermanos.

Joder, no había caído. Se pega uno escribiendo 20 años una novela donde el abusador y la víctima son ficción, imaginación, obra muerta de la nave, y de pronto, hoy mismo, ahora mismo, te das cuenta que esa dialéctica ha sido el planteamiento y el nudo de toda una vida. Hay que joderse. Yo creyendo que inventaba, y lo tenía en la mano.

Una pata de cabra y una tijera de podar, dije. Herramientas del Diablo. También es jardinero y carpintero.




domingo, 29 de julio de 2018

Mi amiga charnega no me deja decir su nombre, ni que la llame escritora. Sin embargo dice que no haríamos mala asociación (literaria) ella y yo. Yo cada día más Pancho Guerra (Pepe Monagas) y ella cada día más Chéjov. Si ella no es escritora, entonces yo soy astronauta.
De astronauta iba la película en el TEA. Serguéi Krikaliov. El astronauta ruso que quedó colgado en el espacio cuando cayó la Unión Soviética.
--Llevo 50 años en Estado Unidos, pero soy polaco. Y judío. Mis abuelos y mis padres fueron masacrado, pero no por Hitler, sino por Stalin. No quiero saber nada del comunismo --le dice el periodista, controlado por el FBI, a su amigo en Cuba, un profesor radioaficionado, controlado por el servicio secreto cubano. Este es el que se pone en comunicación con el astronauta en el espacio. Un astronauta que dice, entre otras, un par de frases categóricas:

--Me duele tanto despertar que ya no quiero dormir

y

--Mi novia cubana cantaba boleros.

La película está afrancesada. Comedia francesa. Los buenos muy buenos, y los malos son tontos. Son los que hacen de payasos, los que te hacen reír. Y a pesar de que las cosas vienen mal dadas, el humor de los buenos es el que triunfa. Y así debe ser. Sin personajes y situaciones enfrentadas, un cuento no funciona. Y que triunfe el bien, aunque sea en las películas.

En fb hay un mujer que leo que de repente ha entrado en un drama personal. Es poeta, buena poeta. Con oportunos toques de ironía. Se le acabó la ironía.

"Cuando tenga el diagnóstico definitivo contaré todo a mis hijos. Y tú, LLL, cuya casa limpié, cuyo libro hice, ríe sobre mi tumba como has reído sobre otras". Ha sido su entrada de hoy en fb.

Busqué el muro de LLL. Encontré este texto, publicado no hace una hora:

"Llamarte zorra poco me diría,
llamarte puta no me diría nada,
pues por puta te tienen las personas.
Y llamarte putísima sería
como llamarle cerro al Himalaya
o arroyo al Amazonas."

Si tuviera que intervenir, la defendería a ella. La leo, es una mujer inteligente, sensible y luchadora. Su mirada no me inspira amor pero sí afecto. A él, por la cagada se conoce al perro. No lo conocía, no me gusta su cara, todavía no sé por qué, a la mujer que te dio dinero, que te ayudó a fabricar una obra, no la llama puta ni el más cabrón.

En fin, por un poema, realista cien por cien, que ella publicó hace unos días, puedo imaginar su caso. ¿Le contagió una enfermedad grave?, sería la primera pregunta de María Cahina.

En fin, historias van y vienen. Nunca faltan.

Tengo que comprar un pata de cabra.

sábado, 28 de julio de 2018

Mi escritora de Charco del Pino hizo un relato de una pareja en la playa. Comen y se bañan juntos pero el cuento termina con que él se va y la deja sola, recogiéndolo todo. ¿Por qué se fue? Esa sería la primera pregunta en un relato de mi escritor de Charco del Pino. Algún día tendré que armarme de valor y peregrinar a ese lugar de Granadilla. Entre el estilo sagrado del escritor y el estilo cotidiano de la escritora, está el camino del medio. Horacio me daría la razón, y Maquiavelo también. A ver si leo mejor a los dos y los cito con mayor autoridad.
Necesito una tijera de podar e ir al cine. Suelo ir al TEA. Esta vez ponen una película cubana que va de un filósofo. A lo mejor dice algo que me ilumine, o que me serene el instinto.
 Tres caminos conducen desde La Maldad a Santa Pus. 1. el camino del barranco. 2. la avenida de Venezuela, y 3. el puente del manicomio. El 3 suele ser el más usual. Desemboco en la plaza de La Paz. Por el 2 llego al TEA. Bajo a buen ritmo. A la función de la 9.30. Santa Pus tiene una noche agradable. La gente que camina parece no triste. Llego a la zona del mercado. Video a dos animales. Dani y Pepe. Reconocí de lejos más a Dani que a Pepe. Esta vez Pepe no llevaba turbante. Los alcancé. Dejé el cine para mañana domingo. Además precisamente había estado pensando en ellos dos, cosas mías, cuando había estado bajando por la avenida de Venezuela. Los pensé y los vi. Compramos dos pizzas, una cerveza, un refresco y un botellín de agua y fuimos a sentarnos a un banco ondulado, de piedra, en la plaza de la lechera, y en medio de la comida apareció un pájaro de la noche.

Buena señal.

jueves, 26 de julio de 2018

el amor es la medicina del deseo: esto se me ha ocurrido por casualidad. Este avecinamiento del eclipse me tiene la inteligencia opacada y el sentimiento desnortado. Sólo el sexo lo tengo aclarado. El deseo, con medicina o sin medicina, es una constante. Deseo, luego existo. El cerebro me pide descanso y el corazón me pide que lo deje tranquilo. Y me inquieta esta insistencia del deseo carnal. Es como si me dijera: Déjate de medicina y aliméntate como es debido. El buen alimento es medicina; lo otro son inventos de la especie. Placebos. Es verdad que el amor hace valiente al apocado y poeta al que no tiene oído. Mi caso, sin ir más lejos. Pero habrá que ir pensando en dejarle la poesía a los poetas, que la destrocen ellos. La prosa también debería dejarla, pero es como decirle a un barrendero, que lo mal que bien que sabe es su oficio, que deje la escoba. No, habrá que seguir con la prosa. En eso estoy. En la novela como trabajo; y esta página, no sé si como divertimento o terapia.
*
La señora Vientomar, luchadora y ancha de caderas, nos trajo una palabra que yo desconocía a la cena del Club:

coprolalia

"... es la tendencia patológica a proferir obcenidades".

Entre los autores, Sade supongo que estará en la cumbre de la coprolalia. Sus construcciones obscenas no tienen fin.

Y abundan en el Ulises de Joyce.

Hoy en fb lei una de esas autoentrevistas que se hace Martín. Creo que ya dije que inspira un personaje de la novela de marras, un crítico literario. Su desdén al Ulises viene de antiguo.

"PREGUNTA: ¿Un libro sobrevalorado?
RESPUESTA: Quizá el Ulises de Joyce, pero no lo he leído."

En la novela, llega un momento en que el crítico cambia de opinión sobre esa obra de Joyce. Y pasa a verla como la vio Nabokov: una novela genial.

Es un acorde más en el cúmulo de transformaciones que ocurren. Tengo que atender otras referencias a la transformación. Kakfa y Steveson. La metamorfosis y El doctor Jekyll y mister Hide. También hay un cuento chino que viene a cuento: el amante regresa, yace con su amada esa noche, lo pasan bien, y a la mañana siguiente el hombre despierta y ve que lo que está a su lado es el cadáver de la mujer, que hace mucho tiempo murió esperándolo. Un cuento relacionado con El Medano recuerda este relato: una piedra con forma de mujer, que se transformó en piedra esperando el regreso de su amado. El pasaje bíblico de la mujer de Lot también está en esta línea.

En fin, más hojas en las ramas.

Y mañana el eclipse.

miércoles, 25 de julio de 2018

Soy un mono salido, soy un sátiro en Santa Pus. Me di cuenta hoy en el club de Lectura. Todas las que fueron me gustaban, con el intelecto, con la intuición y con la polla, que es el órgano del instinto. A la directora de La cantante calva, la conocí mejor esta noche. Estudió en lo que Aroma Profundo llama la Casa de Dios. Con las monjas. Odia a las monjas. Le inocularon el complejo de culpa. La cena con las miembros del Club de Lectura muy bien.
A Explosión de Azahares la quise conocer más.
--¿Tú estás casada?
--¿Y a ti qué te importa?
--Mujer, claro que me importa. Si no estás casada puedo intentar conquistarte... ¿y tú?, señora directora, ¿estás casada?
--Estoy divorciada.
Club de lectura. Buena despedida de amigos.
En casa tengo trabajo. Me pregunto que sera de Pepe y los otros animales.

lunes, 23 de julio de 2018

--¿Estás buscando jachis? Yo tengo.
Lo primero que oigo al entrar en el pueblo de la playa y entrar en el viejo bar.
No estaba buscando, pero a ver lo que hay. Más que decente.
Y el café. Siguen haciendo el mejor café del pueblo.
Voy a casa de mi viejo amigo de las farras del ayer. Sigue como siempre. Fuerte, dentadura decente y con panza de tamboril. Noticias de cómo van las cosas. Unas bien y otras no tanto. Le tengo que llevar el borrador de la novela. Es un excelente lector. Sabe lo que vale la pena y lo que no.
--... los guanches eran unos ladrones, ¿no ves a la gente de Anaga?, por delante te dan ja ja y por detrás te dan la tranca...
Otro independentista desencantado. Se montó mal el discurso independentista, y la acción. Ya no queda sino pantomima regionalista barata. Sí, por quedarse unos con las tierras o las mujeres o los hombres de otro lado, se armaron guerras civiles que favorecieron la conquista. La nobleza guanche aliada de los conquistadores salió favorecida. Como en todas las guerras.
Me voy a la playa. La luz del sol baila en el agua. La de ahora. La de antes es historia. Ya no existe.

viernes, 20 de julio de 2018

--Hoy te voy a poner un ron cobijón, Jesús.
Lo que me faltaba.
Hoy fui al ensayo. Lo más que me agradó es que hasta septiembre no reanudamos los ensayos. La directora me dijo que la dicción bien, pero los gestos tenían que ser de caballero inglés, no de elemento barriada. Joder, me jodió. Sentí el golpe. Le miré el culo. Le bombeaban las nalgas. Nunca vi nada parecido. Esto no se lo dije. Sí le dije que no se daba cuenta de la bomba sexual que hay en esa obra. Sí, inglés, pero inglés también es el Destripador y los muchachos de La naranja mecánica. Sólo que en la obra de Ionescu, el barril de pólvora no tiene encendida la mecha, sino hasta el penúltimo acto, que debería ser una explosión de violencia. En fin, me pongo lo más inglés correcto que puedo y le hago caso. El miércoles de nuevo la veré en el Club de Lectura. Después hacemos cena de despedida. No sé si habrá comunicación. Yo prefiero a otra. Pero la otra es mujer casada. Cuestión de respeto. La directora no está comprometida, que yo sepa, pero tampoco hay que faltarle el respeto, aunque a veces sospecho que le atraigo por lo salvaje, como ella me atrae a mí por lo civilizada que es.
Doña Violeta, vecina de mi calle, de más arriba, que suele sentarse al fresco frente a su casa, me atrae por lo salvaje. Es una mujer salvaje. Me senté el otro día un rato y lo supe. Hoy cuando volví al barrio, no estaba a la vista.
La escalinata de Ibrahim hoy por la tarde noche parecía una jauría de lobos viendo crecer la luna del eclipse. Yo me fui a la barra.
Y le pedí medio.

jueves, 19 de julio de 2018

Un relato de hoy en fb de la escritora del Sur, iluminó lo que me ha pasado con las calabazas y el vecino N. Buen cazador. Aprendo la lección pero no me enfado. Incluso lo que pasó me da pié para trasladarlo al mundo de la novela, donde no hay calabazas (un fallo), ni tórtolas (sí hay estorninos)...

La acción de la novela transita dos territorios distintos y dos tiempos diferentes. Prevalece el 2. También está en la estructura (obra viva y obra muerta), sólo que ahora no sé si la obra viva es la ficción, la que mana de la imaginación, o la que tiene la fuente en la realidad. Los toques de atención que me dejaron los encuentros con Marcelino Marichal no han caído en saco roto. Me hizo eliminar el título Dos moscas enemigas. Y volver al que tenía: Horizontal jazz.

La realidad hoy tiene momentos que pueden entrar en la novela. No sólo lo acontecido con el vecino calabacero. Trasladado a la novela, completa la relación de un muchacho con uno de los clientes de su madre. Un cliente amigo que le amplía la visión del mundo. Esto está reflejado en las veces que va al cine con ese hombre y en una obra menor que ese hombre hace en la casa de su madre (la del muchacho)... En cierto modo me hizo recordar la relación que he tenido hasta ahora con el vecino N. En horizontal jazz se le parece a la que hay entre esos dos personajes. El alemán y el muchacho. El alemán (el hombre es un alemán) hasta ahora era un personaje comodín. Hoy, con la matraquilla de lo que pasó con las calabazas, he compuesto ese capítulo. Es necesario.

En el caso de otros dos clientes que aparecen, en cuanto a un cura hay explicación (el posible padre del muchacho; entramos en el melodrama) del personaje, pero está desvaído,mal pintado, un marinero, que es quien le enseña a fumar el opio. Esta substancia en la novela es una droga sagrada. La cocaína es una droga mundana: de negocios, de ritmos de trabajo, de vacilones extremos, etc. No había caído en esto. Cómo funcionan las dos sustancias. Otra vez el 2.

... mi amiga mencionó hoy las preguntas y las respuestas. Dijo Goytisolo, en el Tea, que las Mil y Una Noche era el libro de las preguntas.

Tengo que ver Psicosis. La historia de la novela es la de un mundo de locos que viven manteniendo una cordura espeluznante. Es una historia de página de sucesos. Jabalí cuando la leyó, me hizo notar que había matado a Lolita (un personaje) y lo dejé ahí, sin más. No me acordaba de ese episodio. Tal vez lo puse como uno más de los sueños del muchacho (el personaje narrador).

El niño de la novela El marino que perdió la gracia del mar es una fuente. Los dos personajes miran lo que hace su madre en el dormitorio, por una rendija secreta.

También he tenido en la cabeza la película Psicosis. Hoy, entre unas cosas y otras, me di cuenta de la relación clave que hay entre el asesino de la película y el muchacho de la novela. Y es un acorde más en la línea de asesinatos. Claramente se ve desde un principio que fue él quién mató a su hermano. Ese acto está más que explicado. Uno de los motivos del crimen es la venganza. Pero el otro acto criminal, el asesinato de Lolita, no lo vi hasta hoy. Estaba yo obsesionado con el alemán cliente de la madre del muchacho...
Lo acabo de comprender y la clave me la dio Psicosis. Imaginé una escena de la película que da luz al trastorno del personaje. No sé si esa escena existe. Un crimen anterior al crimen de la ducha. Exista o no exista, la escena la adapto y estoy poniéndola en la novela. El alemán y Lolita (dos personajes en tiempos distintos) quedan conectados. La presencia del alemán anuncia el tema hitleriano de la novela, conectado con el afán del alemán de fabricar un panóptico perfecto, que te permita ver y oír lo que nadie más ve ni oye.

Otro personaje que está incompleto, poco desarrollado, que todavía no he dado en la clave, es una vecina, casada, con la que el muchacho, ya más hombre, tiene una relación más que cordial. Hasta ahora está como comodín más. Tengo que darle más cuerpo. Mas concreción. Vaya, esta palabra me llevó como electricidad a la palabra concretera, significante y significado. El marido de la vecina es albañil, trabaja en unas obras; en la novela sale mencionado pero no molesta. La concretera sí me importa. Es la maquina que revuelve y mezcla distintos materiales. Nombrarla a través de la voz de la vecina, por ejemplo deseando ver al marido en la concretera, no pega ni con cola. La vecina no odia al marido. No le desea ningún mal. La relación con el marido se ha hecho tediosamente rutinaria. La relación a escondidas con el muchacho le agrada, y lo llevan bien, sin estorbarse uno al otro.
Esta mujer se hace importante al final de la novela. Para el muchacho. Todas las demás, amores importantes, amores pasajeros, aventuras, unas con mejor y otras con peor recuerdo han quedado atrás.
En fin, espero conservar el ritmo de novela de aventuras. Seguir el consejo que Stevenson dio a James, y que este no aceptó. Escribir una novela no heroica como si fuese una novela de aventuras. A ver.

miércoles, 18 de julio de 2018

A la doctora de cabecera lo único que me dan ganas es estrujarla, y como no puedo estrujarla, me porto con paciencia. Sólo iba para que me actualizara la receta de un medicamento.
Otra vez me preguntó qué tal con la reumatóloga.
--Muy bien.
No había caído hasta hoy que está celosa de la especialista.
--Señor, no basta con lo que le diga la reumatóloga. Yo tengo que verle lo que ella no ve: el corazón, los riñones... y la próstata...
--Quítame el señor, mujer; soy viejo pero todavía no he llegado a eso, y no creo...
--... ¿sabe usted cómo tiene la próstata?
--Con ganas de mujer.
--Lo siento, yo no le puedo recetar mujeres.
No le sugerí que, siendo ella la doctora, también podía ser la medicina. No se me ocurrió. Sufro retrasos mentales.
Me dio dos copias de la receta.
--¿Y esto? ¿Para qué quiero dos copias?
--Las dos copias están relacionadas, una va con la otra.
--Pero es que son iguales.
--Déjame ver... sí, es verdad, esta la rompemos... y cuando vaya a la reumatóloga, después pide hora para verme a mí. ¿De acuerdo?
¿Qué le iba a decir? Sí, de acuerdo. Y me fui.

martes, 17 de julio de 2018


Frases encontradas en la calle:


--Toda su brujería se la voy a... Se compró un collar de ochocientos euros que no vale ni cinco euros... Yo no me compro eso ni aunque lo haya hecho la virgen de Candelaria con sus propias manos...
--¿Brujería? Eso yo no lo quiero cerca.
--Ni yo. Cuanto más lejos mejor. Le voy a poner unas velas negras para joderla...

Brujería la que me hace a mí el sistema informático. Escribo a un amigo sobre otro amigo y me pasa lo que a Zebenzuí. Me equivoco de destinatario. El destinatario fue el otro amigo. No hay negocio importante por medio. Menudencias. Pero de las menudencias se hacen collares. De ochocientos o de cinco euros, eso ya veremos. Y miento si dije que no había negocio. Negocio importante. Trasladar la novela de Joyce, el Ulises (la estructura), a Tenerife. Por lo pronto somos tres implicados. El tres es el número del corazón. El cuatro es del pensamiento. Pero hay que conservar el corazón. 3 + 1. Tres quienes mueven el molino, y uno el molino. El tema de la novela.

Una guitarra lo anunciará. Lo sé.
*
Más frases encontradas en la calle:

--El guitarrista se fue detrás del coche.
--Espérate un momento pa ver una cosa.

--Y yo bailando en la silla y ella bailando en la pista...
--Yo saqué a bailar a un viejo y qué bien bailaba el viejo...

--... y Huevos fritos, eso es allí...
--... yo por pescado salado que voy en casa la Negra que le dicen...
--Muchachas, nos movemos a ver lo que hacemos, porque allí si no tienen pechuga de pollo con ensalada, no quiero nada.
--El pulpo está ahora a trece cincuenta... Yo hice esa cosa que tiene muchos rejos y se me...
--Me voy levantando yo, a ver.
--Ay, no vayas sola, ten cuidado.
--El miércoles hace una paella buenísima.
--Pues el miércoles venimos a devorar las dos, pero cogemos la guagua.

lunes, 16 de julio de 2018

La canción de Sinatra dice que dos extraños somos en la noche azul, dos extraños que se miran y saben que lo que sienten es amor...
Amor es tan diverso, y tan preso.
Otra canción, la del ciego Feliciano, dice que en un monte hay cavadas dos cruces...

Cuando niño tenía corazón de viejo, y ahora que soy viejo tengo corazón de niño. Me hicieron cambado.
No puedo conocer a una mujer que me atraiga y no cantarle.

Si no quieres que te cante
no te cantaré ya más,
en este tiempo adelante
sólo te hablaré, es verdad,
en  prosa de Santo Tomás.

Me guardaré de hacerlo con la de Fray Luis de León, el de la descansada vida, que la verdad, muy descansada no la tuvo. Cuatro veces en la cárcel. Envidia de otros frailes con menos talento y sensibilidad que él. Era un hombre que pensaba con el cerebro (la inteligencia), el corazón (la intuición) y lo otro (el instinto). Con perfecta armonía. Sin trastorno en ninguno de los tres miembros de la conciencia.

Por lo pronto me quedo con sus traducciones de los versos bíblicos:

Mi amado viene atravancando por los collados, saltando por los montes

Ya está tras nuestra pared, acechando por las ventanas, mirando por las celosías

Ha hablado y me dijo: levántate, galana mía, Amiga mía, y vente

Ya pasó el invierno, pasó la lluvia, se fue

Descubre flores la tierra; el tiempo del cantar es venido, oída es la voz de la tórtola ...

Y aquí lo dejo. La tórtola es ave sagrada de a quien dedico Es más bella ... . No he sido malo para la poesía de amor. Pero en esta obra, la que más estimo, hay mucho más que amor. Ojala ponga en ella su fuego, su aire, su agua y su tierra...

Arriba, arriba, arriba iremos
y en llegando, descansaremos
Arriba, arriba, arriba vamos
y en llegando, descansamos ...

Se la oí hoy a Valentina la de Sabinosa. El baile del vivo.

hapalahapa, paloma mía
hapalahapa, que viene el día ...

Día de múltiples mosqueos. Sistema planetario de mosqueos múltiples. El más evidente y cercano, el del vecino Luis, el izquierdista de cartón piedra. El más lejano mosqueo, con una mujer lejana. No le agradó que le dijera que le cantaba una nana.
--A mí ningún extraño me canta una nana --dijo.

Menos mal que no se la canté. No se me ocurrió ninguna. La sintonía la tengo en otra onda. Marco el día de ayer. El encuentro con las dos personas más importantes en mi corazón en la isla de Tenerife.

Puente Serrador
día de Buenaventura ...

*
Hojeo el libro de fray Luis. Al parecer, el Cantar es una historia, en alegoría amorosa, de la liberación de la comunidad judía en Egipto. El Esposo es Yavhé, y la Esposa su gente, su pueblo elegido. Sabía hebreo este fraile. Libro importante.


sábado, 14 de julio de 2018

Marcelino tiene en su casa el Libro de los Oráculos. Yo también hice una pregunta: "¿Encontraré un tesoro?". Respuesta: "Si te dejas llevar por las sombras, vas a perder lo que tienes seguro". Lo que tengo seguro es que tengo ganas de terminar la puta novela. La pienso mucho pero no la resuelvo. Lo que si es una espléndida novela son algunas noches en Ibrahim. Es un bar de hombres y mujeres, todo tipo de hombres y mujeres. La barra son conversaciones, la escalinata son conversaciones. Y las mujeres que a mi me gustan me tratan con cordialidad, y los hombres que a mi me agradan también. Una cordialidad respetuosa. La vecina galante hoy tenía un nuevo peinado. Y Mariol, que no tiene marido, que yo sepa, hoy estaba muy elegante. Tiene conversación fomseca. Me atrae, es hermosura y belleza de cánones griegos. La dama de Ofra es de más edad que Mariol y no es guapa griega sino del país, y ahora viste mejor, trajes para bailar, rasgos guanches... Otras dos, nuevas, desconocidas, en la barra hablaban de boliches. Mala droga. Cuidadito con eso.

Hoy saqué de la Biblioteca, Jubiabá y El cantar de los cantares comentado por Fray Luis de León. "Tus dos tetas son como dos cabritos entre las azucenas". "Bésame con los besos de tu boca"... Todo esto comentado por fray Luis.
El crítico Martín me metió curiosidad por esta obra.
Los dos ejemplares tengo que devolverlos a final de mes. Lo primero que dice el personaje Jubiabá, padre santo en una fabela de Río (el personaje principal es el negro Balduino, boxeador y mujeriego):
"-- Es malo cerrar el ojo de piedad... trae desgracias.

Me acompaña también por las noches en la mesita un Quijote, una vieja edición de Aguilar (se lo cambié en mi juventud a don Ricardo, pastor protestante, por otro libro que no recuerdo). Marieta, del Club de Lectura, presume de tener la edición de Francisco Rico. Me acuerdo de Martín, de una crítica que hizo a esa edición. Puso a Rico como un zapato sin betún. Yo no la conozco, la edición de Rico, pero había leído en un periódico varias de las correcciones que le hizo al moro Bengalí, autor del Quijote, fatales, y simpaticé con Martín.
 Leo todas las semanas los blogs de José Luis García Martín, el de crítica y el diario. Me he enganchado. Al principio lo leía porque este amigo inspiró un personaje secundario, pero importante, en la novela de marras. Todas las semanas me digo "a ver qué frase le copio para que se sepa que es él". Aún no le he birlado ninguna. Bastaría cuando habla de la posteridad, que es con cierta frecuencia; su deseo de pasar a la posteridad.
Ahora que tengo el libro de Jorge Amado, podría disfrazarlo --Martín también es un gurú, a su manera-- de Jubiabá.
Su función --la del personaje, mejor dicho-- en la obra en ciernes es la misma que la del cinabrio en la alquimia. Una parte que vale poco, pero es imprescindible para que ocurra la transformación.

*
Ayer en la calle, bajando por Enrique de Anaga, encontré un naipe boca arriba: el tres de diamantes. A la puerta del número 20. A la sombra de un ficus. Suelo recoger algunas cosas tiradas en la calle (sillones, muebles y objetos grandes no, sino pequeños, de bolsillo) e irlas incorporando a los cuadros que ya tengo. Cogen volumen.



viernes, 13 de julio de 2018


Jueves de junio

Bueno, dejo atrás poemas viejos para que no se pierdan (y no sé si es mejor que se pierdan) y seguimos con el presente.
Nunca he visto a Ibrahim más alterado que esta mañana. Alterado de verdad, fuera de quicio, en bronca con Eloísa, también alterada y enfadada. Enfadados los dos. Y todo empezó por una manzana. No quiero contarlo. Nada que ver con ayer por la mañana: Esteban me habló de perros, avispas y hurones. Y me enseñó las fotos. La de los perros. Le había yo preguntado qué raza eran.
--Podencos.
--Ah, ¿esos que son flacos?
--¡Cómo que flacos, jesús? ¡Mis perros están gordos!
Y volvió a contarme cómo les cortaba la carne de la comida y se acercaban las avispas, y una vez dejo carne en una bolsa mal cerrada y cuando la abrió para darle de comer a los perros, salieron a bandadas las avispas.

Un post en fb de Belén Valiente, me hizo pensar sobre el tiempo. Sobre la relación del tiempo y el dinero. La conclusión sería: malgastas el tiempo cuando malgastas el dinero. Malgastas el dinero cuando malgastas las palabras, etc. En fin, reflexiones en el laberinto.

--Son perros flacos de raza, Esteban --yo mirando las fotos.
--Flacos no que están gordos...
--Coño, que no son perros de presa...
--Pero no están flacos.
Ni él tampoco, y muy elegante con traje blanco, con Marcos, dos caballeros los dos, de lujo, en otra foto.
--Y ésta?
--No, esta es mi mujer.

Muy guapa.

Bueno, en cuanto a Eloísa, vive sola, peso de años encima; dice C que el hijo se lleva el dinero de su pensión, le paga lo necesario y se queda con lo demás. Y hasta en Navidad la deja cenando sola, y él con sus viajes... C no pone guapo al hijo de Eloísa.
Esteban es quien la anima por la mañana. Las conversaciones picantes entres ellos dos parecen de una película de Passolini. Tengo que sugerirle a Esteban y Marcos que un día me lleven de cacería, por ese barranco para arriba, con los perros y los hurones. Cuando uno se siente liebre, hay que aprender cómo nos cazan.

ay que me estoy muriendo
ay que me muero, madre
ay que me estoy muriendo
porque no me quiere nadie

la vida es un cuento triste
la vida es un cuento amargo
la vida es un cuento viejo
la vida es un cuento largo

ya no veo a quien yo quiero
entre las flores del campo
ni en los frutos de la huerta
ni en subiendo a lo más alto

Coplas ocurrentes para salir a la calle y alegrar el camino. A la altura del puente Galcerán encuentro a Marcelino. En la calle del Castillo, en una terraza, tomamos unas cañas. Nos entretenemos oyendo las conversaciones de las mesas alrededor.
--Esto parece un capítulo del Ulises --dice Marcelino.

En fb, Nguyen escribe que la prosa es realidad y la poesía es sueño. No puedo copiar literalmente. Su muro resurgió, estuvo unos días en la luz, y ha vuelto a desaparecer.


miércoles, 11 de julio de 2018

--Vuelva dentro de una hora que están arreglando las máquinas.
Los cajeros del banco.
--Yo no puedo hacer tres cosas a la vez --le dice la que atiende (la palabra "cajera" no me encaja en el gusto). A un joven paisano que está de buen humor.
--Eres mujer, así que sabrás hacer tres cosas a la vez --dice él.
--Soy mujer pero tengo neuronas masculinas --dice ella.
Yo me retiro y subo caminando a Ibrahim. Desayuno. Hojeo el periódico. Tal escribe de uno que se puso enfermo en un avión; los médicos en Tenerife habían hecho un mal diagnóstico. Suelen decir que sólo un profesional sabe de su materia. Pero cómo te toque un mal profesional. Mi caso por ejemplo. Dos médicos me diagnosticaron mal. Me jodieron. Esta vez en vez de joder yo, me jodieron a mí.
Subo al carrito. Llamo a K.
--Estate ahí, espera un ratito.
No le pregunto cuánto es un ratito. Bajo al banco. Me atiende otra dependienta. Me cae atractiva, me recuerda a la ex ministra Santamaría. Le tengo simpatía. No la veo yendo a los prostíbulos a gastar el dinero del populacho ni a hartarse de cocaína a cuenta del contribuyente. Las malas lenguas dicen que tuvo un pequeño romance con Junqueras, preso ahora en espera de juicio.
Santamaría me ayuda divinamente a resolver los pagos en el cajero.
Subo al carrito. Pasó el ratito.

Ya por la mañana encontré unos papeles viejos, de cuando todavía existía la máquina de escribir. Copio --evito corregir-- esos textos. Son de la década de los ochenta.

Beyond the shadow of the ship,
I watched the water-snakes:
They moved in tracks of shining white,
And when they reared, the esfish light
Fell off in hoary flakes.

Llegó al final del mundo
y nadie conoció la paz
nadie supo estar con una mujer
en aquel país maldito de los dioses

Aganón

Aganón fue un hombre
que vertía terciopelos claros
y era piedra del desierto

El alma de Aganón moría en el tiempo de Ramadán
Y Aganón
el ilustre comerciante
se detenía a orar
en la ermita
día tras larga noche
y bebía el agua de una lluvia
de aislamientos

El alma errante buscaba el camino de la luz
en los helados secretos de la piedra modular
Cerca de la Meca se detuvo en el umbral de la ermita
en que Aganón inventaba sus plegarias
*
(El texto en inglés no sé de quién es. Y no sé lo que dice. No sé inglés. // "piedra modular" tampoco sé qué puede ser. Me suena mejor "piedra medular". Y hoy: "piedra negra". El texto no se ha corrompido, sigue vigente. Tal vez más vigente hoy que cuando lo escribí.)

***

En humedades silenciosas se deshacen
los granos de maíz del huerto
Los duendes del bosque arrastran
largos zancos en las piernas
La noche en tierra se anuda
el cordón de los zapatos
La niña arriba duerme ya
por algún tiempo
A quién contaré yo mis quejas
si no es a vos

(Este si que lo veo más de ahora mismo. Lo de anudarse el cordón... está en una escena de La cantante calva. El otro día en el ensayo, "mi mujer" me riñó porque no decía las frases como están en el papel, porque si las digo cambiadas la descontrolo a ella y... bueno, a ver cómo la convenzo de que en la obra ella (la señora S) tiene que tratarme tan mal como me trata cuando interrumpe el ensayo para reñirme.)

***

El agua de la lluvia riega
la madera del finado
Hoy te vas pronto solo y mudo
a las máquinas de pin-ball
Estratagema del triángulo
resucita
Saborea de nuevo los labios frescos de la aurora
Deserta de ser el poeta
de los desagües rotos en la última ciudad
deshabitada.

***



Otoño, dolor
de rosas en la estrella sobre el alba
Mar azul oscuro en una mañana de muerte
dos solitarios borrachos de sed
se mezclan con alas de palomas
y legañas de perros que despiertan
a la ciudad
Como cometas antiguas
en un cielo invisible
donde Baco
bebe su infinita copa de Sol
Neptuno con el 5 de oros
se hace dueño de la mesa
Celeste
dolor, dolor de tiempos y de recuerdos
Los solitarios cruzan la mirada
y la despachan al mar
en su eterno imposible
de cristal, sonido de piedras finas
y el diente sobre la sed
de mármol

(En este me cuesta saber hoy por dónde iban los tiros. No sé que pinta Baco ni Neptuno ni qué jugada era esa... Bueno: me acuerdo ahora de viejos tiempos, de una jugada al envite, en Tacoronte, que entramos allí, a una antigua bodega, un grupo de amigos y salimos dos grupos de enemigos. Quienes nos habíamos unidos nos fuimos desbandando, fue el fin de una época. Esto lo tengo en una de las novelas, pero no me había dado cuenta de la conexión entre el ocaso de una época y esa partida de cartas.)

***

Este es el día del pájaro sin alas
que se levanta a mediodía
en un jardín de hierro

Pienso con esfuerzo
y ahorco el bolígrafo en la gran cabecera
para sacarme el silencio
La muerte viene cantando
con un paño negro
Respiro fuerte
mil caballos que vuelan
por los pasadizos de Bagdad

No es preciso justificar nuestra locura
Espera en la playa
sentado en la arena y en la primera burbuja

Al final no entiendo nada
La línea sigue viviendo en la pared
Ya es suficiente por hoy.

***

El alma siente, la boca dice
De darle nombre a las cosas las perdemos
Nada es único bajo el cielo,
odiamos con la misma celeridad que amamos,
con la misma apostura que canta el pájaro
se arrastra el gusano negro

Fue designio de los dioses que así fuera.
Acatemos pues, hermanos,
la voluntad de lo inevitable.
De darle nombre a las cosas las perdemos.


martes, 10 de julio de 2018

primero hay que dedicarse al amor y después a la ambición (lo dice Pascal). Añado que una vez pasadas las dos etapas anteriores, el amor y la ambición, hayas tenido éxito o no, la tercera es buscar un precipicio o una cuerda y un árbol. Y que no te localice nadie hasta que no queden de ti ni los huesos. Y si puede ser, no dejes ninguna huella detrás. Ni escribir un libro, ni plantar nada ni pingas en vinagre.
No elogies ni insultes. Nadie merece la verdad (el insulto) ni que lo ates a una virtud que seguramente es pasajera (el elogio).
Por lo demás, puedes hacer lo que te dé la gana. Y si te pasan a cobrar lo que has hecho, jódete.

Me han dicho que soy perjudicial para la mujer que más estimo ahora en este mundo (familia aparte). Cómo seré para la que menos estimo. Prefiero no pensarlo.

lunes, 9 de julio de 2018

Amiga del Sur:
Como no me das el correo, te escribo por aquí, donde sé que hay más lectores. Así que tiene que ser una carta pública, con los requerimientos que eso requiere. No  revelar secretos. Aunque lo bueno sería revelarlos y que se enterara todo el mundo. Además, tú y yo no tenemos nada que esconder a este dichoso mundo. Ahora me tienta hablar de un relato que pusiste en fb. Me recordó un cuadro de Duchamp. El título es cosa nuestra, a nadie le interesa. Otra cosa que publicaste y sí puedo yo contar es el relato de cómo, de una inmensa biblioteca, te quedaste con diez libros. Dejaste con la curiosidad de conocer sus títulos.
El miércoles en el club de lectura vamos a hablar del libro que tenemos entre manos. (Ay, cuántas novelitas se podrían hacer con textos de fb: tuyos y de otros autores. Irse uno a un lugar retirado del mundo, y ver el mundo en la pantalla una hora al día, y hacer un puzzle con esos textos. No es fácil. Pero es sencillo.) Es curioso de la sencilla manera que unos estamos pegados a otros, a veces en confrontación, y otras, menos mal, en enriquecedora simbiosis.
Y perdona la rimbombancia.
Te voy a hablar de la novelita, la tengo arriba. La voy a buscar...
Es de Helene Hanff (primera vez que oigo a esta autora). La novela, epistolar, sucede en los años 50-60. La autora, que vive en Nueva York, pide libros por correo a una librería de segunda mano de Londres. Establecen amistad ella y el librero, especialmente (hay otras cartas de otras personas, pero menos) y hablan de libros y de las cosas de la vida de cada uno. Un amor platónico. Nunca se llegan a ver en persona. Me hubiera gustado haber subrayado alguna frase (cosa que no agradaría a Helene, ni a la jefa del Club de Lectura). Así que hojeo y busco al azar:

"Con la llegada de la primavera necesito un libro de poemas de amor. ¡Nada de Keats o Shelley! Envíeme poetas que sepan hablar del amor sin gimotear... Wyatt o Johnson o alguien por el estilo: lo dejo a su criterio. Pero que sea una edición linda y preferiblemente de pequeño formato, para poder metérmelo en los bolsillos de los pantalones y llevármelo a Central Park."

"¿Y A ESTO LO LLAMA USTED UN DIARIO DE PEPYS?
         pues no es un diario de pepys, sino una miserable colección de FRAGMENTOS del diario de pepys, obra de un entrometido editor al que más le vale estar pudriéndose en la tumba.
        me dan ganas de vomitar.
        ¿dónde está lo del 12 de febrero de 1668, cuando su mujer lo sacó de la cama y lo persiguió por el dormitorio con un atizador al rojo vivo?
...
      ahí van dos mugrientos billetes de un dolar; me las arreglaré con esta cosa hasta que me encuentren un auténtico Pepys. DESPUÉS destrozaré este engendro de libro, página a página," ...

"Personalmente creo que no hay nada menos sacrosanto que un mal libro e incluso un libro mediocre."

Y paro de hojear, Voy a ver si veo al vecino y le devuelvo los libros. Conservar sólo 10 es mi ideal. Me lo recordaste.

--Vives como una rey, la cerveza, la croqueta, ... --Luis en el bar de Ibrahim, hablando con la mujer lagarto y se me acerca a la oreja a decirme que vivo como un rey. Vivo como Teseo, en un laberinto de piedras negras, con Ariadna no tirándome un hilo sino dentro también, esperando que en cualquier momento de una esquina aparezca el minotauro y nos machaque definitivamente.
--¿Te cuento mi procesión por dentro para que no me estés tocando los huevos?
Antes me había pedido libros de pintura que un día llevó a mi casa y dijo "toma, deja esto por aquí". Y tuneé algunos, y se lo dije. "Pero son mis libros", dijo.
No me dijo que eran prestados. Yo no se los pedí. ¿Quería hacer sitio en su casa y que yo le guardase los libros? Muy bien, no problema, pero eso se dice.
Ahora tengo que buscarlos, los que han quedado sanos. En fin, todo tiene una contrapartida. Me quito bultos de encima. Pero que no entre más en mi casa. Entra por mi casa como Pedro y nunca me ha dicho de entrar yo en la suya. Desequilibrio existencial.
Me prestó la escalera el otro día para coger unas papayas, dijo que la guardara yo, y antier me la pidió. Sin necesidad. No soy bobo. Y ahora los libros.


Por otros motivos, en que el infame fui yo, recuerdo la Montaña Roja, en El Medano, ahora con peces muertos en su aguas. En una cueva de Montaña Roja me refugié con la primera mujer que conocí. Ella tenía quince años y se había escapado de casa. Yo tenía 19 y no me había escapado. Estuvimos varios días. Hasta que se acabó el condumio. Cuando volvimos la acompañé hasta cerca de su casa. Sus padres la recluyeron en un colegio de monjas en Las Palmas. Cuando la volví a ver, un año después, me contó que la Policía la había interrogado, quién fue el hombre con el que estuvo. No lo dijo. Quería que siguiéramos juntos. Yo estaba entonces con otra mujer. No pudo ser.

A veces vienen esto y peores recuerdos, de mis delitos o errores en esta vida. No es agradable pero he aprendido a vivir con los agujeros negros. El malestar físico es peor. Ayer estaba citado con ella a media mañana y no pude bajar. Me dolían las articulaciones y el cuerpo temblaba de fiebre.

Espero no recaer. Me he acostumbrado a estar solo. Pero estar malito y sin nadie que haga un taza de agua, tampoco es agradable. Dios nos ayude. Y a esos niños en Tahilandia. Etc.


sábado, 7 de julio de 2018

Hoy he oido dos veces la mención al libro del Apocalipsis.

Ella lo menciona muchas veces. Más aún el libro de Macabeos. Son las raíces de su Libro.

Anoche leía la novela epistolar de ... ..., tarea de esta semana del Club de Lectura.

Hago un inciso y voy a ver a Ibrahim el partido. Rusia-Croacia. Marcos cuenta los problemas que hay en el barranco con unos que quieren quedarse con todo. Pedro me cuenta cómo es Croacia. No me imaginaba que este hombre hubiese viajado tanto. Se le ve todavía joven y fuerte.
Anoto parte de lo que dicen unos obreros que hoy estuvieron poniendo bloques de veinte bajo el solajero en Bajamar. Están alegres. Están descansando del trabajo en la obra. Cuentan historias de Bajamar. Anoto frases que dicen mientras miran el fútbol y las pongo en fb. Me gustaría ser escritor de bar. Contar lo que pasa y las historia que se cuentan. Esteban por la mañana, sacándole punta a todo, riéndose con sus cuatro dientes; Marcos por la tarde hablando de las historias del barranco... El periódico... hoy hablando de Einsten... ¿habrá cerrado Ibrahim?... Mañana le pido la página. Habla de la teoría de la gravedad. De Newton, de Einsten y otros. Habla del universo. Tengo que leerlo más despacio. El autor sabe de lo que está escribiendo, da confianza. El reto es entenderlo. Como el artículo de Lizundia el otro día, sobre "la manada". Lo tengo sobre la mesa. El reto es entenderlo. Se fundamenta en el Estado de Derecho. La ley hay que cumplirla y la ejecutan los jueces. Pero

"La muchedumbre, como ha pasado tantas veces en la historia, necesitaba como exutorio los desahogos del populacho, para erigirse en único tribunal y saciar los instintos. Sólo hay una cosa positiva: que las masas iracundas, contagiadas de furia, con sed de justicia y venganza, a diferencias de la de Salem, Florencia, Ginebra, Illinois, no iban provistas de leña, hoces ni sogas, pero psicológicamente compartían con ellas idénticas pulsiones y apetitos".

Se le puede pasar una raya roja por la parte rimbombante de su estilo, menos por la parte poética, y no se le puede quitar razón. Sólo en un detalle. En Salem, etc, hubo más que palabras, el instinto se adueñó de todo. En el caso de la manada, lo que hay son palabras, pancartas, palabras gastadas, y ya ecos que se repiten y empiezan a cansar. Los jueces decidieron, el populacho (licencia poética) no estuvo de acuerdo y salió a la calle, pero los jueces no cambiaron su decisión. No corrieron peligro. La opinión pública en un caso notable siempre se hace sentir, bien, mal, eso hay que verlo, pero no es lo mismo participar en una película que en una realidad. Sufrir esa realidad es otra cosa. Por lo demás, sigo leyendo a Lizundia. Su intelecto merece atención.

Quería también hablar del artículo de Belén Valiente ayer en fb. Habló de los dos mundos en que se desenvuelve la literatura. De puertas para afuera y de puerta para adentro. Fb debe ser, si no la entendí mal, de puertas para fuera. Es un enigma las dos corrientes de esta autora, la pública, la que pone en fb, y la privada (de la que surgió Nudismo). Hoy no me atrevo a abrir ese libro. Para mí es sagrado. No se puede abrir así como así.

Y esto, que no son sino páginas de un diario que no sé si es de puertas para afuera o pa dentro, termina ahora por hoy... bueno, recuerdo que dejé puntos suspensivos... Es una escritora de EE.UU. Su novela epistolar sucede en los 50 y 60. Son cartas entre ella, en Nueva York, y su librero principalmente. Un amor platónico, cortés, donde la mención a Chauser es amor al inglés antiguo...  Es una novela grata, de detalles menores, que habla de los libros con acierto. Una sola frase muestra lo que el libro es. A lo mejor, el simple color de la cubierta. En fin.

viernes, 6 de julio de 2018

El viaje con Marcelino al Norte de la isla tuvo señales que Ernesto Sábato hubiese apuntado en su cuaderno. (El túnel es una obra clave en mi amigo.)

1. La escultura desposeída de cabeza en la plaza del ayuntamiento (Icod de los Vinos). Habíamos subido a Icod, procedentes de Garachico, con la intención de ver el cuadro, retrato, del Siervito de Dios, hombre relacionado con la monja de La Laguna y con el corsario Amaro Pargo. La iglesia estaba cerrada. Vimos la escultura. Dedicada a una triste mutilación. Ahora añadía otra mutilación. La cabeza. La cabeza se la quitaron artistas anónimos. En una acción contraria al artista principal.

Mi memoria no puede evitar un salto al pasado. Cuando en los años setenta, independentistas canarios guillotinaron también el busto de un conquistador, en una plaza de La Esperanza. En ese tiempo un escritor bastante bueno (Borges), hoy olvidado, celebró en su columna de El Día el descabezamiento del godo. Casos distintos. En el de aquel tiempo, reivindicación política. En el de ahora, simple desbarre de borrachos, seguramente.

2. En el escaparate de una tienda, en la calle principal de Icod, un proverbio: "Lamentaba andar descalzo hasta que vi a uno que no tenía pies".

3. Para completar mutilaciones, recordé, yendo por Tacoronte, cuando pusieron en grande una copia del cuadro La pianista, de Oscar Domínguez.

*
--Jesús, estás fuerte --me dijo ella--. Gracias a mí. Verme te da fuerza.
No lo dudo.
Nos despedimos en la parada del tranvía. Iba a comprar pescado al Hiperdino. Su zona. No quise adentrarme en su zona.
Habíamos estado con Anghel en la plaza El Príncipe. Anghel está preparando la edición de su dicionario.
Ella dijo que quería exponer los cuadros que ha pintado en estos tiempos. Lugares de Santa Cruz, ciudad a la que da un significado desconocido hasta el momento. Él le propuso que hablara con la MAC. La acompañé. Muy amable la mujer que nos atendió. Dificultades mínimas. Yo veo mejor sala Los Lavaderos, pero no dije nada. La burocracia para pedirla es un engorro. Quizá para ella no tanto. Ya expuso en esta sala cuadros de los que he hablado aquí hace algún tiempo, en un acercamiento a su pintura, que dejé pendiente cuando comencé a ver también el valor de su obra literaria. Una obra que comienza con una niña a quien unos forajidos, o soldados enemigos, le cortan la cabeza.

*

Ya en Ibrahim, yo solo, comí un rancho. No sé si fue el rancho, el cuerpo se me puso asqueroso, descompuesto y débil.
Ya estoy mejor.

miércoles, 4 de julio de 2018

Insolence es el aroma del día.

Subía a acostarme, intentando aceptar el mundo como es. El mundo siempre es el mundo de uno.

"Si insiste en verla, pondré el asunto en manos de un juez".

--Se llama obra viva y obra muerta --me dice Marcelino--, la obra viva es la que está bajo el agua...
Le cuento la novela. Como él también es novelista, supongo que le interesará. Me pregunta por el título. No le gusta. Le digo el título anterior. Este sí. Estamos en el muelle deportivo de Garachico. Viendo barcos. Negocios nuestros.
--La vida de un marino vale lo que el grueso del casco de su barco. Si son dos dedos, vale dos dedos.

En volviendo por el túnel de los agujeros, me habla de El banquete, de Platón.
--En un pasaje relacionan el amor con la madre.
Esto me interesa. Todo lo que tenga relación con el dilema hijo-madre me interesa. Bueno, no todo. Hamlet por ejemplo no.
Buf, mi madre, no quiero ni pensar lo que tengo entre manos. A veces pienso que estoy sentado sobre un barril de pólvora. Espero que sea pólvora mojada. Lo que se puede hacer con una obra muerta es cubrirla con piel de cabra. Resucitarla no. Eso no.

lunes, 2 de julio de 2018

--Aquí está Jerusalem. ¿No lo ves, Jesús? Ya te enseñé la tumba de Cristo.
--Lo que veo, Nguyen, es que el mundo está dormido. --No añadí: "Prisionero en una pesadilla".
Quizá no lo dije por no nombrar la soga. Ella también está prisionera. Todos estamos prisioneros, unos más que otros.
La trabajadora de las mesitas, chica agradable, amable y atenta, nos trae una botella de agua, de cristal.
--Pero yo soy la luz que va a despertar el mundo.
No, tú eres la que estás crucificada en la cruz oscura del mundo. Y yo sólo soy uno que merodea, que vuela en el vacío de la botella y cae en el líquido. Y no es transparente ni contiene agua clara esta botella, este mundo. Yo tengo una triste ventaja sobre ti. He visto caer todos los castillos de naipes, esfumarse en nada todos los espejismos. He visto al santo, al poeta y al soldado perder el rumbo.

Cuando regresé a casa vi dos tórtolas haciendo piruetas. Nguyen me había dicho que las tórtola eran las anunciadoras de la luz. 
--Y no te olvides que que soy tu majestad.
Bueno, de la luz que me queda en el corazón, vale, majestad. Reina de mi corazón. Verso manido pero no incierto. Mi alma no tiene reino ni reina, y mi cuerpo tampoco tiene señor ni señora, y yo lo cuido lo que puedo, pero a veces me pide más; Chito, o espabilas, o te vas de vareta.
Sí, espabilar con el cuerpo y con el trabajo que me exige el alma, para no perderme definitivamente. ¿El alma? ¿Qué será eso?

"A ver si nos dejamos ya de romanticismos y empezamos el cachondeo", señaló en fb una amiga visual.

Quiere recuperar el fb y establecer una línea... Bueno, más no puedo decir.
Me preguntó por la novela. Le dije que tomando forma pero no entré en detalles. Ahora, mientras al otro lado de la ventana sube y baja la mujer violeta, veo parecidos entre su historia y la historia de Dos moscas enemigas. Esa semejanza en la novela es imaginación; en su caso, es real.
Esto es lo que tengo que pensar. Restaurar el espejismo. Es justo y necesario.

Oí leí en un una entrevista a un poeta, hablando de poesía, de narrativa y de pintura, y sí, muy ilustrado, pero ¿de qué estaba hablando ese hombre?
También esto tiene cierta relación con la novela. A la novela le hace falta una diatriba literaria, un gran crítico --un personaje que ya está bien fabricado-- hablando tonterías.

domingo, 1 de julio de 2018

Si fuese un guerrero, haría desaparecer todos los archivos y papeles amontonados. Y dedicaría toda mi energía a quienes me debo. Sin necesidad de dejar más huellas en esta tierra inhóspita. Mi mayor alegría en esta isla está ahora cerca de la calle donde pase mi juventud. Barrio de Salamanca. Y no puedo hacer nada. Sólo esperar. Y como tampoco por mí mismo haré desaparecer nada de lo que me estorba, sigo trabajando. Anoche dejé descansar Dos moscas enemigas. Tengo que acordarme de relatar aunque sea de pasada dos combates memorables de Sombrita. Con Lopopolo en la plaza toros. Donde venció. Y con Arcari en Italia, donde perdió. Hasta no sé qué asalto, Sombrita tuvo acorralado al otro, hasta que éste le sacudió un golpe que lo dejó sin aire. Así ocurre con los dos hermanos de la novela. Uno golpea y tiraniza al otro continuamente hasta que este otro se sacude y da el golpe de gracia que lo libera del sometimiento.
Pero ahora solo pienso... bueno, sería la letra de una canción. Y no quiero pensar en letras de canciones. Aunque nunca he sido ajeno al deseo, esta vez no es el deseo lo principal. Es una luz, una energía. Y la decisión de no caer, como he solido, en la misma mentira de otras veces. Ganar con trampas no es ganar. La ley de la vida pasa facturas, siempre.