domingo, 31 de mayo de 2020

a mi amiga y colega de Charco del Pino

Ay amiga del Sur,
cerca del alma
que no del cuerpo
(qué le vamos a hacer,
no todo es perfecto),
déjame que recuerde
y de camino recuerdo,
yo siempre estuve caliente
desde el inicio los tiempos,
la playa de Los Trabucos
me calentaron los huevos
mientras mi tío buscaba,
de aquel Cabeza de Perro
los tesoros escondidos
según el mapa del cuento.

Fui leña verde
sin triste horno.
y ahora ya seco
me conformo
siendo brasa,
que bien mirado
si bien se asa
deja sabroso
el buen conejo.

Tú tienes la culpa
de la calentura
mostrando a la inglesa
tan desnuda.

Del caballo no hablo
pues no es de establo
el que vende al moro
el italiano.

Pañales sucios
y moscas verdes,
haré un cuadro
(a ver si se vende)

Y si por el diablo
conoce a la inglesa,
no quiero pensar
la historia que resta.

Entonces sí cerca
con vino del Charco
feliz nos contamos
todos los pasos
de esa comedia.

Y luego nos vamos,
si vos lo quisiera.
a mirar la luna
sobre el mar de leva.

Y si temes el mar
porque es traicionero,
nos vamos al monte
a prender el fuego.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Las coplas que tú me mandas
me dejan con desconsuelo,
es como hablar de camas
y estar durmiendo en el suelo

Una medio conocía.
se la oía a Venanceo,
que no tenía retórica
y hablaba del conejo

Los conocí de estropajos
y de lino suave y tierno,
estos para el verano,
aquellos para el invierno

No hay mujer más ingrata
que la que vive muy lejos
y más la que vive cerca
y no me da buen consejo

Pasar sed junto a la fuente
es también mi condena,
para qué quiero las aguas
si ni una gota me llega

El que llegó fue el amigo ... Amargado de la vida.

--¿Por qué me hacen esto si yo soy más bueno que el pan?

Nicolás y yo oímos sus quejas.

Nicolás le puso por la mañana medio tomate a los lagartos y un tarro con agua, y ninguno se acercó ni a comer ni a beber.

La vecina galante pasa y dice que está padeciendo ansiedad.

Ansiedad... ¿estará sufriendo lo mismo que yo? Mayo se va y no ha llovido.



sábado, 23 de mayo de 2020

La brujería la practicaban, según una antropóloga, los prostíbulos de Galicia, unas para atraer clientes limpios, con dinero y no latosos. Otras, para perjudicar a una competidora, y me imagino que habría también brujería curandera, que eliminara las deficiencias, las desganas, etc. La brujería es efectiva porque fijar la mente en algo es volverte un imán o un dardo envenenado. Es más peligroso querer hacer el mal a alguien con el pensamiento que cuando se lleva a la práctica de un modo físico. Un golpe sabes lo que te duele y se cura. Un mal pensamiento de alguien sobre ti, que no sabes de dónde viene ni lo que te está haciendo, es más mortífero.

--Si no nos deseáramos el mal unos a otros, viviríamos eternamente --dicen unos negros esclavos en la novela sobre Aguirre, creo que de J Sénder.

Puede ser. Desear el bien ajeno también tiene sus efectos.

El logro es desear el bien de los que te desean el mal. No por santidad sino por egoísmo. Si lo logramos, si sinceramente lo logramos, el mal que el otro nos desea se le vuelve un tiro por la culata.

viernes, 22 de mayo de 2020


El calor se instala todo el día, no se va por la tarde. Hoy sentado al sol en el banco de afuera, sentí algo en un costado. Pensé en una cucaracha. No vi nada. Cuando me lecanté lo sentí en la nuca, por la espalda. Sacudí y el lagarto, lagartija, saltó al suelo y se alejó hacia la tierra, con tranquilidad. Nicolás luego me enseñó una foto que hio, a simple vista se ven hojas y ramas, pero al ampliar la foto aparece la cabeza verdinegra del lebranche dominador. Mediodía de lagartos. Llega E --ya viene de nuevo los viernes--, le acaricio veloz un brazo, piel de ébano.

--Eh, eh, don Jesús, a dos metros.

--Y ¿no pueden ser dos centímetros? Primero dos centímetros y luego lo reducimos a dos milímetros, y así poco a poco...

Nada que hacer. Dos metros.

Dos rejos de pulpo con papas guisadas me trae Nicolás. Sesenta días así. Más de 60 días así. Se convirtió en costumbre. No soy de costumbres fijas, no me agradan. Sólo acepto las inevitables. En fin, el lunes abre Ibrahim y ya hemos acordado que voy a almorzar allí. Y una vecinita de enfrente, que ya me ha dado dos veces una bolsa con manzanas y un trozo de bizcochón, y la segunda vez sin avisarme, por mediación de Nicolás. A ver cómo me defiendo de un tercer envío, si lo hay.

A la vecina galante también la vi, en el sueño de la siesta. Sueño primaveral, con sangre alterada. Ni una arruga, en el sueño. Tersos y destacados sus atractivos. Y otra vez sin un desenlace eyaculatorio. Bien por lo pronto. Perder semen es perder energía y concentración. En la biblia, cuando los judíos se preparan para ir a la guerra, evitan dormir con la mujer. Y si alguno, ya en el campamento, tenía u sueño eyaculatorio, se retiraba del campamento y no regresaba con los demás hasta estar recuperado de lo perdido.

Me preparo para bajar a la farmacia. Subo la calle. Celenia sentada en el banco enfrente de su casa. Sujeta la puerta de su casa con un papel para que no se le cierre. Esta vez está sin mascarilla. Vestido holgado, de agradable color naranjas con filamentos violáceos. Su vientre es como un monte vertical. Su ombligo tiene olor de hierva húmeda.

--Ayer no estabas en tu casa --me dice.

 En las mesitas de la rambla, mientras espero que abra la farmacia, leo un post de mi amiga de Charco del Pino. Habla de una negra que la amenazó con hacerle brujería. Una bruja de nalgas bailantes y casada con un pastor evangélico. Si no fuera porque el problema que tiene mi amiga es serio, sería digno ver ese matrimonio por el ojo de una cerradura.

jueves, 21 de mayo de 2020

Si hay algún lector que pida seguir un hilo, que abandone esta página.

El sueño podría formar parte de Barrio Chino. No hay personaje en la novela que esté inspirado en S. En el sueño supe que el que contrató a los sicarios fue él. En la realidad es educado, incluso atento.

Pienso en lo que puse en fb sobre un universo que parece reflejado en un espejo, pero no es el espacio el que está al revés sino el tiempo. Me hace pensar en esa misma posibilidad en relación con los sueños: que reflejen la realidad, a su modo, pero al revés. En la realidad alguien que no te ama, te ama en sueños. Es un ejemplo.

Otra vertiente son las casualidades, las coincidencias.

Hoy fui nuevamente invitado a La Orotava. Almuerzo familiar. Un conato de desarmonía:

J no quería comer. S lo riñó con quitarle no sé qué si no comía.

Le comenté que le estaba haciendo ver la comida como un castigo. Contestó que eso podía decírselo a él solo, pero no delante del niño. Nada que responder. Tenía razón. Pero me fastidió el comentario de Siao Ling:

--S tiene razón.


No hubo más. Jornada tranquila y día soleado.
*
En el sueño, el perro en que me convertí era un setter inglés. Me informé un poco sobre este perro. Se me quedó un detalle lúgubre; es un perro que puede sufrir gusanos en el corazón. 







miércoles, 20 de mayo de 2020

La bronca en Icod.

Rai cínico:

--Esta vez creí que no íbamos a engañar a tu hermano, creí que había espabilado.

Mi madre poniéndose a lo zorro de parte de ellos. Cuando le conté cómo habían llamado ladrón a mi padre. Salvador diplomático. Mi hermana como echándome maldiciones. Una invitada lastimada porque ya no iba a poder follar conmigo.

* uno que luego supe que hacía contrabando, la mujer, en el volquete de la camioneta. Por arriba de las cajas ponían hielo y no sé qué sustancias le ponían al hielo.

Me dijeron que pasara la noche en su casa, mucha gente (familia) dos mesas ... una tortilla.

Desperté. Un par de frases enigmáticas que ahora no recuerdo.


Me convertí en perro

Primero los asesinos. Murieron dos. El otro volvía a atraparme.

200 euros.

Le di un euro para que tratara bien mi cadáver.

Me escapé pero volvió a localizarme, con otros dos.

Quiso devolverme el euro que se había vuelto calderilla,

El motivo era una niña china queme había contado al oído un porvenir donde me libraba de un gran peligro-

El motivo real lo de Icod. Madre cómplice.

Volví a escaparme. Fue una casualidad de algo y me convertí en perro. Al ser perro no me reconocieron. Vi otro perro igual y pensé que lo ajusticiarían si me habían visto. Me escabullí en un pueblo pequeño. Calle estrecha de adoquines hasta el mar.

Una entró en el agua, divirtiéndose o en algún rito incomprensible.

Me ofrecieron llevarme en una furgoneta de

***

Y esto es lo que escribí. Frases deshilvanadas y mal copiado. La negrita puede ser el título y la frase de abajo conecta con la señalada más arriba con un asterisco.

La inquietud con la que desperté no me permitió reelaborar la escritura. Da igual. Atrás queda. Un sueño más.

lunes, 18 de mayo de 2020

Hoy no tengo ganas de mirar el papel donde escribí el sueño.

Recuerdo que cuando iba en la guagua, custodiado por los sicarios, que me llevarían a un sitio tranquilo para poder darme muerte, oí la voz del sueño:

--Si no titubeas ni tienes miedo, saldrás de esta, tendrás una oportunidad.

Así fue; pero fue cuando desperté que me entraron infinitas dudas y un denso miedo.

Al día siguiente me llamó mi hermana. Para invitarme a la Orotava. Fui. Al completo las mismas personas del primer episodio del sueño, menos mi madre, como es obvio. Un trato elegante y cortés, nada que ver con lo soñado. Lo soñado estaba en el paisaje, en el espacio, como si la naturaleza se hubiese cansado de hacer su trabajo y se desvaneciese en una modorra desangelada

HOY OTRO SUEÑO, MENOS PERTURBADOR. Soñé con una amiga, un sueño sexual. Aquí en casa. Sólo en el acto, en la danza de eros, había vida. Más allá, en el resto del espacio, penumbra, me costaba abrir los ojos y ver con claridad. Decidí darme un baño para la última fase de la película erótica. No pudo ser. Me despertó Nicolás.

--Jesús, ¿tú sabes los muertos que han habido hoy?

Me libró de una eyaculación onírica. Son fatales. Roban energía. Y si me roban más, pobre de mí. Gracias, Nicolás, pero eso no lo sé.

domingo, 17 de mayo de 2020

Hace cuatro días tuve un sueño (casi pesadilla) que me dejó apesadumbrado, inquieto.

Tal vez copie aquí en otro momento los garabatos que escribí al despertar.

La familia quería matarme y tuve que huir. Pero habían contratado a unos sicarios.

Ya me tenían atrapado, buscando un lugar donde darme discreta muerte, y no sé cómo logré escapar. Y me convertí en perro. Se dieron cuenta de la transformación y me perseguían.

Logré burlarlos porque en el camino de la huida encontré a otro perro, despreocupado, igual que yo, la misma raza, y los asesinos lo confundieron conmigo.

Ya a salvo, me convertí otra vez en hombre.

Los cambios de clima a lo largo del día, y la novia, me han tocado el cuerpo. Primero el sueño me toca el espíritu, me lo debilita, y ahora le toca al cuerpo. Lo que me jode es morirme sin haber arreglado mis cOSAS,

Espero que no sea cuestión de una hora, como en el romance "una hora tienes de vida", sino un poco más.

martes, 12 de mayo de 2020

Vamos a ver qué le digo yo a la mujer de Charco del Pino. Primero, no sé qué prepotencia hay en decir que eres lo que comes, lo cual ya no es sino una frase hecha. Si quieres presumir de que comes pan blanco y no pan negro, pues presume, ya mañana presumirán los que comen pan negro. A unos les va bien el grano y a otros las hortalizas, y a otros el grano y las hortalizas. Presumir de qué. ¿De que comes bistec? Yo no presumo por leer esto o lo otro. Leo y lo que leo, como defiendo el egoísmo, me lo aplico y procuro sacarle provecho. Nada más.

De lo que hablaba es de que a un escritor le influye aquello que lee. ¿No es así? El autor de La isla del tesoro dijo que había podido escribir ese libro porque antes leyó Los tres mosqueteros y otras novelas de aventuras. Cervantes pudo escribir el Quijote, una novela de aventuras, porque antes había leído las novelas de caballería, En fin, ejemplos hay infinitos. Nunca me olvido de lo que Dostoievski contó en El jugador:  de un lugar donde los escritores se reunían a copiarse unos a otros.

En cuanto al lector común, al que no comete la agravante de convertirse en escritor y seguir plagando el mundo con más libros, claro que no es lo que lee, aunque quisiera. Yo de niño leía al Capitán Trueno y me creí que yo era como el capitán, hasta que la realidad me puso en mi sitio. También me acuerdo de Chachán, que leía novelas del oeste y luego las usaba como si fueran pistolas.

--Alto ahí, paren la diligencia --les decía a las guaguas apuntando al chófer con la novela del oeste hecha un canuto.

Bueno, como hoy te oí en la radio decir que leías después de la ducha, no pude evitar imaginarte en la ducha, con las palabras golpetiantes del agua, las palabras deslizantes del jabón y... Bueno, me callo.

El órgano de lectura es el oído, y las mejores palabras son las que están en el aire, las que escuchamos en diversos sitios todos los días. Los libros valen, pero son menos importantes. Lo digo yo y vale para mí. No es ningún dogma. Y bueno, me voy a acostar pero me temo que será otra noche en vela. Y sin calor de mujer.

lunes, 11 de mayo de 2020

Terminé de leer Los miserables. Aprovechable novela. Agradable lectura. Sospecho que Victor Hugo, maestro del folletín. aprovechó esta vez el género para mostrar todo  lo que tenía en su pensamiento, filosófico, político, urbanístico, poético... Desprecia los ladrones y los asesino, pero encumbra su lengua, su forma estupenda de hablar, y un hijo del arroyo (Cavroche) es en cierto modo la continuación del santo obispo que ocupa las 300 primeras páginas. La estructura de la novela está cogida con alfileres en varias ocasiones, pero se le perdona. La vida a veces, eso que se llama azar, también no es escasa en alfileres. Los personajes están muy logrados. Los que sufren una transformación (Javert y Valjean); los que siguen una línea continua (el buen obispo, el odioso Ternhadier, el niño Gravoche...). Mario, el buen enamorado, también tiene cambios de conciencia, pero vienen dadas por la información que recibe de otros y no tanto de la lucha interior de la conciencia. En fin, da para hablar mucho. Y tiene disertaciones geniales, donde hay gérmenes de otras novelas que vinieron después, de otros autores. La literatura se alimenta de la literatura, dijo Stevenson a Henry James. Así debe ser.

Lo que un autor caga (escribe) es en gran parte consecuencia de lo que se alimenta (de lo que lee).

*
Tengo el sueño cambiado. Despierto toda la noche. Duermo algo por el día. Lo más que me fastidia es que la señora Celenia sólo me visita de día.

En cuanto a la obra inédita, no sé si el trabajo de estos años va a quedar naufragando, sin encontrar puerto. En fin, cuanto más dure el proceso, más mejora la tela que tengo entre manos. Aunque siempre queda el temor de que todo sea en balde, que la obra se convierta en una anécdota interesante y no más (amigos tengo que han publicados cosas que creen el gran atuendo, y son todavía pañales mal hilados, de tal manera que las luces que indudablemente tienen en algunos tramos, se desvanece por la falta de genio.
Hay uno que no ha hecho más que buscar padrinos. Cuando le fallan, de la adulación pasa al insulto. Bueno, lo digo porque estoy entre los insultados. Me insultan, pues existo.

*
Qué coñazo: existir.

domingo, 10 de mayo de 2020

Días de incertidumbre mental. Ocurre cuando el pensamiento va por un lado y el sentimiento por otro. Es lo que le pasa a Jasvert cuando no detiene a Jean Valjean. Es un policía estricto, su vida y su corazón es la Ley, servirla y hacerla cumplir. Pero su conciencia desde que Jean Valjean, en vez de pegarle un tiro, le desata los nudos que lo aprisionan y le dice que se vaya. Hubiera preferido un tiro. Así que cuando es él quien tiene en sus manos al fugitivo de la Justicia, su conciencia puede más que su deber; su sentimiento, más que su pensamiento. A mi me ocurre al revés. Es el sentimiento el que me aturde. Con el pensamiento, nada tiene importancia, y en todo caso lo malo que te llega es el pago de lo malo que hiciste.

Pero la naturaleza vengativa hay veces en que está por encima de toda consideración. Si hay fuerza física, no es del todo perjudicial centrarte en la estrategia de la venganza. Sin embargo, cuando el pobre cuerpo ya camina sus últimas leguas, el impétud vengativo es un ridículo desgaste.

*
 

sábado, 2 de mayo de 2020

tengo que fregar los platos
tengo que fregar los platos
que ya el locero está lleno,
y si me pide la vecina
un plato para el conejo
que tiene hoy en salmorejo
no voy a tener uno limpio,
ay qué desespero.

Antier el protagonista fue el chocho, hoy es el pájaro.

--El pájaro bien alimentado canta mejor y tiene el plumaje más bonito --le decía Miguelito a la muchacha --ya curtida, de buen ver-- del Komo Komo. Super del barrio más literato que el de Esteban, un poco más allá.

Miguelito es de sangre nerviosa, se le nota cuando habla, atropellando unas palabras con otras. La muchacha del Komo Komo, no se quedó atrás.

--Pues te vas a quedar con las ganas porque a mi pájaro tú no le vas a dar de comer.

--¿Cómo que no? Mi alpiste es especial, nutritivo y sabroso.

En fin, pagué a la cajera y me fui. Bajé por la escalera frente a la puerta donde está Celenia enjaulada. Tenía la puerta abierta y me vio, la mar de contenta, y yo la mar de contento. Se le ha redondeado el vientre, está aún más atractiva. Estaba sola en la jaula, pero no me atreví a entrar. A ver si aprovecha las horas de salida y viene a visitarme.

Tengo que fregar los platos
por si viene el ruiseñor
a cantarle a la calandria
las delicias del amor.

El fregar los platos
no fue sencillo.
se atascó el fregadero,
no llores, mi niño.

Vale, el pájaro no viene, pero el pájarraco sí. Ya tengo dilema, otro dilema.

viernes, 1 de mayo de 2020

Hoy en mi calle no salió nadie a aplaudir. No eran muchos, algunas vecinas en las ventanas de los edificios de enfrente y algunas puertas de las casas individuales, y ya sin grandiosidades solidarias, casi por verse unas y otras y comentar alguna tontería. En cualquier caso, hoy el silencio se hizo más fuerte que el ruido de las palmas.

Hay una línea lúgubre en este dia de silencio, de huelga de aplausos, como si la esperanza hubiese dado paso a la desolación.

Primero de mayo. Siempre recuerdo el romance del prisionero:

... no sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero,
dele Dios mal galardón.

Dan ganas de continuarlo. Imagino al ballestero maldecido cazando pájaros, practicando la puntería, y el prisionero a pan y agua, maldiciendo en vano y anhelando el aire libre. ¿De qué lado estoy? No hace falta preguntar. El ballestero bebiendo vino un su finca y yo en esta casa... bueno, ya mayo empieza a calentar las paredes.

Las flores de los aloes se han secado, la rosa del vecino se ha marchitado y el pájaro que me visitaba está en su jaula, no lo dejan salir.