martes, 30 de abril de 2013

silencios

citas

Se sintió completamente estúpido, allí sentado, desnudo en medio de la cama, las rodillas dobladas, la cabeza entre las manos.

en "Angie", Mi corazón es una casa helada en el fondo fel infierno. Roger Wolfe. Anaquel Narrativa

*

Violadores de verso desde los cables a mi cerebro: yo tampoco sé vivir, estoy improvisando. Cerveza fría en mi mano caliente.
Me siento y escribo.

en Cucarachas con Chanel  Realismo.0. Dr. R (JRamallo). Ediciones Aguere Idea

***

versos

Qué triste es la vida
cuando va cayendo
por abismo incierto,
cuando no arriva
fortuna al puerto.
Ramos de silencio
son leñas de brezo.
Salí del invierno,
voy al verano
de negras arenas.
Como un cochino
comparto la vida,
me guardo las penas.


***

fábula (fuente: Juan Royo)

Una calle de Praga, vacía de circulación, y un paso de peatones a cien metros. Esos cien metros, ese paso de peatones, marcaron veinte años en dos vidas.

***

anuncio

6 en punto de la tarde. Radio Unión Tenerife. La Puerta, con Luisa Reyes. El Guimerá y sus fantasmas.

domingo, 28 de abril de 2013

--Me da absolutamente igual lo que me cueste ... me es indiferente ... es que él fue el primero que me amenazó con ... entonces yo tengo que tragar todo lo que él diga porque se siente incómodo  ...
Habla, por el móvil, el habitante de al lado en este Kalipso con dos ordenadores.
--Déjame terminar... eso es exactamente igual que si por h o por b te embargan la casa, y tú pones la casa a nombre de tu hijo, tu mujer, a eso se llama manipulación fraudulenta...
Bueno, es un abogado que habla con conocimiento, o por lo menos lo parece. Nada de qué guapo soy y que intelectuales son los míos. Obras son amores y nos fotos y más fotos.
En fin, que ya no sé lo que iba a contar hoy. Ayer el día en el Puerto, con grata compañía. La noche, con otra compañía, no fue muy agradable. Pudo haberlo sido, pero no lo fue.
Sonó el reloj "que da la hora en la casa de los locos".

viernes, 26 de abril de 2013

descubrimiento en Casa de la Cultura

Ayer en Mala Vida

Mandy Rivero puede ser poeta pero no recitador. La voz no lo ayuda. Y tocador de guitarra tampoco es. Él ama la guitarra, pero ella no lo ama a él, no le da la vida, el sentimiento y el pensar, sino acordes desvariados de mujer que engaña porque tiene sueño. Y el cantante, demasiado sinatra para mi gusto. Unos por poca voz y otros por mucha, no corrió en el escenario fuego de calor.
La barra fue otra cosa. Con Luisa primero, que prefirió irse con Juan en vez de mandarlo a acostar y quedarse conmigo. Y luego Ángeles. Por fin algo realmente bello en la peripatética Santa Pus. Pablo Castel, el de El túnel, comienza diciendo que escribe para el único lector que podrá comprender su novela. Yo, exagerando, podría decir que he escrito Vertical blues para Ángeles, la lectora que ha comprendido el fondo de todos los fondos de esa novela. Y el estilo. El padre de ese estilo, realismo punto cero, llegó más tarde. Con humo en los bolsillos y blues en los negocios raros. Me retiré porque demasiada felicidad me hace débil. Se me debilita el corazón. Pero si Vertical blues entra en el Baile, que el Sol de mi amigo la ilumine.
Cogí el tranvía en Guimerá, donde mañana Juan Boto escenifica no sé qué de la palabra, me lo dijo Luisa.
En La Paz me fijé a ver si se subía el protagonista de El sueño de Goslar. No lo vi. Nadie con esas características. De esta novela, leída cuando aún era sueño de novela (obra publicada y bien estampada), me acuerdo del robo del guerrero de la Rambla. Un episodio tan inverosímil que no sé si, a la postre, es lo más verosímil de la obra más reciente de Javier.

Y ahora en la Casa de la Cultura, con un descubrimiento que me emociona.
Esperando la vez, tropecé con un libro de poemas, un autor de Las Palmas. Descubrí a un poeta hermano. Es como si este autor hubiera podido escribir Llorad las damas, y yo

Dame un nombre

de David Pulido Suárez

Idea, colección Vid nueva


Le robo un poema:

Quizá ese sea,
justo,
el día que me llames
para tomar un café o charlar conmigo
porque necesitas
(como yo lo necesito)
contarle a alguien
que hoy como ayer
mereció vivir.


nota: el último verso es, literal: "no mereció vivir".
El "no" no se lo robé. Dice lo contrario de lo que siento, así que lo siento y que me disculpe el autor de Dame un nombre. David Pulido Suárez.

Y ahora a Valleseco. Patria recóndita.

jueves, 25 de abril de 2013

ayer, hoy...

Empieza la etapa de Valleseco. La inicié con el encuentro frente a la plaza Toros del mural de SANTA CRUZ LEIDA con un fragmento de Ídolos de bruma. Un encuentro así es señal de saber uno comportarse, tener estilo. El estilo en La Puerta lo ordena Juan Royo. "Pórtate bien". Me porté bien. ¿Por qué iba a portarme mal? Los versos de Covi García, leídos en la barra del bar de lo ignominia, no me desagradaron. Incluso me recordaron El cantar de los cantares, a Juan de la Cruz y el polvo enamorado de Quevedo, al que por supuesto hay que suponerle polvos enamorados; no todo se reduce al interés conceptista. Así que me porté bien. Y además el Cuervo se quedó por el Sur. No fue a poner la música, y el comandante preocupado, "a ver qué música ponemos". Tarde de profesionalidad radiofónica. Hay que cuidar a Antonio, que el día menos pensado cumple y da la sorpresa. Me porté bien.
Hasta que un sms de un oyente puso una tilde necesaria. Me acordé de una chica de Gúimar con la que enamoré un día y al final cuando nos despedimos me dijo "la próxima vez portáte mal". Así que me porté mal. Discutí con Daniel María, que si cae en boca de Juan queda convertido en David García. Como nombre de autor está mejor que el otro, a mi oír. De ver y de oir fue de lo que discutimos. Cerrar los ojos y abrir los oídos, y que eso lo diga un medio sordo tiene su paradoja, es como tirar piedras sobre el propio tejado. Creo que le voy a dar la razón a Daniel y mejor oigo menos y veo más. 
Y ahora, amiga, a Valleseco. Esa playa tan incómoda, aparentemente, es mi amante. ¿Con sexo o sin sexo? Eso fue otra cosa que discutimos. Menos mal que nos portamos mal. A ver cómo se porta Armando Rivero esta noche en la Mala Vida. Mucha mierda y buena voz, amigo Armando.

lunes, 22 de abril de 2013

revisión

Tiempo de crisis. De replanteamientos con esto de la escritura. El papel aguanta todo lo que le pongan, recordaba Antonio Bermejo. El papel lo puede aguantar, pero las personas no. En unos casos, he hecho burla, o ironía, de algunos colegas que la hicieron conmigo anteriormente y lo encajé como un deportista. Todo lo que puedan decir de uno, es cierto. Uno es el judío que tiraba piedras a María Magdalena. Uno el filisteo. El traidor. El mentiroso. etc. Lo normal, en gente como yo, dada a todos los pecados y camuflajes, es buscar un chivo expiatorio. Ver en otro lo que no se quiere ver en uno mismo. Cuando devolví el golpe a los que se metieron conmigo, la reacción general  fue el enfado. Eso no me importa. En mi hambre mando yo. Pero cuando he puesto en los campos de las dudas ha gente que sólo me ha hecho bien, la cosa cambia. Así que me replanteo todo esto. Corregir al menos un diez por ciento de los errores que uno ha cometido, y hablo de los más veniales. La formación evángelica que tuve en la juventud, confesiones públicas, no funciona en un país católico. No hablo de abandonar la escritura porque, aunque ya escribir no me produce casi ningún gozo, he perdido oportunidades más beneficiosas por devoción a cánones autoimpuestos que mejor hubiese largado esa devoción por el sumidero. Pero el mal está hecho. Un mal que significa el arreglo de algunas novelas publicadas (sobre todo Libro del Cuervo, donde la historia de los gatos no está enteramente contada, y es la que da significado y atmósfera a esa novela), Vertical blues (si Baile del Sol dice sí, aunque ya temo que dirá no, pues la respuesta era para últimos de marzo y estamos avanzado abril. Primer capítulo en Lunula 27) y Horizontal jazz, en manos de mi Amigo (esta palabra hay ya que escribirla con minúscula o mayúscula, depende de un grado serio de amistad o una simple concordancia social, como estado/Estado) Jose, incluso --si encuentra cómo meterse en esa trama-- como coautor. Otras obras las he dejado en el ordenador sin ánimos de darles movimiento por ahora. La que si pienso darle movimiento es El gigoló. Si Malcolm Lowry estaba bien encaminado en su teoría de la novela (recuérdese la carta que remitió a su editor para salvar de la poda Bajo el volcán), en esta del gigoló, o el puto escritor, que también podría tener este título, la cosa ha salido como el maestro hubiese querido: ninguna pieza sobra, ninguna pieza falta. Ahora sólo queda ajustar un poco más la estructura y afinar el estilo en cierto tramos. Contaré con la ayuda de Juan Royo (diestro en la estructura y la creación de personajes) y de Hosmán, Bisturí en el Zo.0). Y luego, vacaciones. Salir de la escritura un buen rato, salir del barrio unos días, salir de la isla unas semanas... Y pedir disculpas a la gente querida que he molestado u ofendido con este ingrato oficio que no sé ya para qué sirve. 

Y Mañana martes, Covi García en La Puerta. Invitada única. Una poeta aún con brotes y no todos comestibles. Necesita otro camino... Ya me estoy metiendo otra vez donde no debo. Perdón.

sábado, 20 de abril de 2013

no me he olvidado de usted

Es una suculenta de las que formaban un muro a la entrada de San Andrés, en los tiempos de antes, y que ahora me acompaña en una maceta de dos pulgadas junto al teclado. Suave las hojas, espinas en el tronco. Así es la dominicana que no sé quién es. Esto quise decirle cuando se ofendió. "No sé quién eres", el verso de una canción. Sonó fatal "no te conozco". No son sinónimos. No sé quien eres es como desnúdate. No te conozco, mándate a mudar. Se mandó a mudar, pero la cacé. Como el hombre del saco a los gatos. Entró en la nasa.. Volvió por el bar de Nally, la dominicana.
--¿Cómo te llamas?
--Como soy bolichera, para ¿qué quieres saber mi nombre?
Fue práctica, quería saber si era verdad lo del hombre del saco. No, no era verdad. Era un operario de Refugios Cochino. Y portaban jaulas, no sacos. No sé si peor que lo otro. Hoy los gatos estaban otra vez en la calle, en los jardines, bajo la ventana de la señora de los gatos. Atontados. Con las cabezas como la mía, con las ideas más lisas que un boliche. Seguramente el calor.

el calor que anunciamos la noche lunula en Mala Vida



el actroz 
Chito

los animales del público
capitán M y dr R

Y no tenemos más fotos. Ni la de la araña negra, presencia indómita en la puerta de la pared de enfrente.
Y crece la luna.

Ea, ea, busca la abertura,
no te entretengas, sigo tus pasos.
quiero saber, donde está lo bueno,
 oh bella dominicana

(en casa del Dr. R., con destornillador, en el mes más cruel)

viernes, 19 de abril de 2013

y a otra cosa

186
"El insular que no bebe y va a dar vueltas por el partido, suele acostarse a las diez. Si es troglodita del todo va a la Pazuela, y si es un noventa y nueve por ciento de troglodita irá al Casino." (Alonso Quesada)

adonde fui, anoche, como sabes, fue a Mala Vida. Sin Ángeles aquello no es lo mismo. Pero hubo otra Ángeles: la cantante. Y como siempre, invitados que no llegan y no invitadas que tampoco llegan. Como Anghel, el gran ausente, no sé si porque le dije que no hablara más de media hora o porque se puso malo. Si estuvo Alejandro, cada día más sólido, más sobrio, más poeta. Y detrás del micrófono poesía y no poesía. Guitarra y no guitarra. Interesantes fueron los preludios.
Calle el Castillo con músico tocando a Machín en jazz. Ramón me arrastró pa una tienda de tables. Una mujer me dejó por una table. Y no soy amante de las tecnologías. Las tecnologías son para mujeres. Yo de mujer sólo tengo un 85 por ciento. Lo cual es importante pero no suficiente. Preferí oir quizás, quizás, en la trompeta de un negro en la calle El Castillo. Del negro pasó al granate de una tapa de pulpo en El Puntero. Fuimos alimentados al coso. Marcelino leyó un capítulo de Cucarachas con Chanel y Covi García, encendida de rojo cuerpo y voz, recitó un poema de Marcelino. Etc.
Mi hermana llevó un carro de mujeres, todas a cual más apetecible. Bulto y belleza. Se lo agradezco un montón. Y hasta apareció Juan Royo. Al final pero apareció.
Por lo demás, noche pletoricamente cultural. Una mujer salió corriendo detrás de un hombre y otro hombre no le quitaba ojo a su novia que hablaba con otro hombre y no con él, y el martes éste, rojo encendido en la radio, con Covi García, y si hay un gris pos que lo haya, lo metemos en un saco, como a los gatos ayer tarde en mi calle de La Maldad. Pasó un hombre con un saco y se puso a cazar gatos y meterlos en el saco. La mujer de los gatos no asomó a la vetana a tirarle la piedra de lavar en la cabeza. ¿Qué le habrá pasado?

jueves, 18 de abril de 2013

miércoles, 17 de abril de 2013

no aprendo

Me dicen que hable con la maipiola, la cochinita sabelotodo que le consigue maromos a las amigas y mujeres a los amigos. Demasiado tarde. Cochino limpio no engorda. De limpio nada, pero ese manjar me da asco. No me interesa esa cochinita. Ya no. Y menos el dueño del cabaret. Ese me da vergüenza ajena desde hace tiempo. Por eso estoy perdiendo peso. Últimamente no como nada. Tanta piara y uno con animales de otra especie. No aprendo. A ser católico con los católicos, protestante con los protestantes, liberal con los liberales, y bendecir el Casino. Me tedia el Casino, y la cochinita blanca y el cochinito pelado. Otra vez será.

martes, 16 de abril de 2013

no está lloviendo

"Lo voy a jeringar. El isleño siempre está jeringando a otro isleño, mientras éste no se someta a su idea. Llamemosla idea."
Alonso Quesada. Crónicas de la ciudad y de la noche

 --Vete y lávate las pulgas, vete pal Cardonal... ¿vienes ahora a hacer de padre cuando nunca me visitaste cuando estab en un centro?... anda, vete con tu hijo pequeño que tuviste con una puta.
Esto en la puerta del bar, una gracia golfa con otras dos gracias. El argentino Roberto Art no hubiera desperdiciado ni una coma. Y Bukovski menos. Miguel de Cervantes, lo mismo. Y Françcois Villon (poeta francés y personaje de El gigoló) hubiese frabricado un poema, estilo tenía las ideas más lisas que una pelota, / pero tanto desprecio de esa mujer / me ha enseñado más / que todas las lecturas de Averroe sobre Aristóteles. Yo no, yo estaba leyendo, frente a la máquina de las apuestas.
--¿Qué lees, Jesús? --pregunta Nally.
--El hombre que ama a Gene Tierney, de Daniel María. Mañana martes (hoy) tenemos al autor en el programa...
Le pregunto cómo se llama la dominicana desaparecida.
--La dejaste seca, Jesús. Como a mí el otro día. Eres un viejo cochino.
--Un chivo, un chivo alimenticio.
--No hay conocimiento sin amor --don Nítido, dando la nota chopin mozart.
--Como el que mató un cocinero haitiano en Playa Blanca. Lo emborrachó y le pegó un tiro. Sabroso estaba el chivo.
Yo no estoy tan sabroso. Leo la novela de Daniel María. Como el tranvía, sube y baja. El hombre que ama a Gene Tierney.
Soy el hombre que ama a la dominicana ofendida. Esta virtud tengo: ofender y aguantar ofensas. Pero la auténtica novela está en la puerta del bar de Nally, frente a los arbustos de la plaza donde de día los viejos juegan a los naipes y por las noches las jóvenes juegan a matar al padre.
--Qué necesidad lo del padre de Liria, con lo bueno que está.
--Liria, trae un papelillo ahí.
Juego al caballo perdedor. Gana la carrera. Pasta gansa. Hora de recogerse. Martes La Puerta. Y jueves Lunula en Mala Vida.
--Adiós, Nally.
--No te vayas, Jesús.
Me voy. La lluvia no dice nada. No está lloviendo.
Repaso El gigoló. Buena novela. Apliqué la cirugía punto cero de Dr. R. No debía decirlo aquí. Demasiado hocicudo intentando jeringar...

lunes, 15 de abril de 2013

lunula 27 día 18

"Y es que al isleño le molesta mucho la mala crianza ajena, porque en su afán de ser primero en todo no puede permitir que nadie sea más maleducado que él".
...................(Crónicas de la ciudad y de la noche, Alonso Quesada)


A la isleña que me dijo que me apartara y a la alemana que me dijo que no la tocara y a la dominicana que no ha vuelto a aparecer por el bar de Nally

No tengo lavadora
de textos, ni de ropa.
Los calzoncillos
los lavo a mano,
pero no tengo guantes
para lavar los artículos
de la lengua, y huelen
como don Nítido
cuando se pone
a crítico de literatura
canaria, después de olerse
el dedo que se pasó
por el cubanito.
No sé que diré,
con tanta palabra sucia,
el día 18 de este mes
en la Mala Vida.
Que hablen los otros.
Esto me dijo Marcelino
que dijo un filósofo:
deja hablar al otro,
como uno que estudiaba
para filósofo, paz descanse.
No me dejó hablar.
Ganó el juicio, se lo llevó la parca.
A mí no, todavía.

domingo, 14 de abril de 2013

Invitación




No tengo huevos.
Estoy peor que antes.
No sé quién soy.
En el sótano cada fantasma
Me llama por un nombre,
he contado ya 18 mil.
18 mil nombres verdaderos,
los otros dos o tres más
que oigo en este sótano

son falsos nombres.
Estoy peor que antes.
No tengo huevos
que freír.

Lunula 27 se presenta
en Mala Vida,
y uno sin huevos.
El jueves 18.

jueves, 4 de abril de 2013

duerme...



NANA

Duerme, Jesusito,
que la vida es pura
ilusión de nada
que boga en la bruma

Nada es el sol
nada es la luna
Siembre lo que siembres
recoges locuras

Espejismos de amor
después de la lluvia
Después de las dos
no viene la una

Ilusiones son 
risas y tristuras
serranas y barbis
con raras cinturas

No tengas pesadillas
de malas venturas
Cuando te despiertes
si tienes secura

cerca está la fuente
de la planta ruda

Cuenta los números
no cuentes la vida
La mayor tristeza
el tiempo la cura

Todo es una cifra
Trabaja y estudia.

miércoles, 3 de abril de 2013

JAZZ

--No te voy a contar nada --dijo la dominicana--. Si no me crees no te voy a contar nada más nunca.
--No te conozco. No tienes que contarme nada.
Hablaba de que tenía un juicio, y en El gigoló dos juicios corren a lo largo de toda la novela, o mejor dicho, las consecuencias del juicio. Me intresaba el tema. Pero algo no me cuadró. Y no estoy para fantasías dominicanas.
Yo una vez tuve dos juicios y me senteciaron a cumplir penas y soltar perras. Recordé algo de la mecánica del castillo de la Justicia. El tempo. Le expresé mis dudas, le pregunté que si de verdad ese juicio era verdad, y se me enfadó y me dijo eso, que no me iba a contar más nada. Una pena, porque esta dominicanas hablan maravilla, pero no me gustan que me metan boliches. Te hacen perder el tiempo. Y el tiempo es oro. En fin, segunda incomprensión en el bar. A Nally se le quita el enfado y ahora se me enfada esta. No sé cómo se llama. No le pregunté el nombre. Una pena, es bonita, simpática, narra musical, una maravilla en la gesta de la ficción narrativa.
En el Sur me dan la espalda. Si La Maldad también me da la espalda, no sé dónde me voy a esconder.
Mejor subo a La Laguna. Hoy JAZZ.

lunes, 1 de abril de 2013

como siempre...

Tocarnos más o tocarnos menos. Depende. Hay quien no quiere tocarnos y lloramos que no nos toque, y los hay que se empeñan en toquetiar y nos repugna que nos toquen. Lo mismo de uno hacia los demás. Saber a quien podemos tocar y a quien no debemos ni arrimarnos, es el principio de la ciencia diplomática.
*
Los animales se mueven. Incluyen el acto enigma 7. Negros gratis. Tuning de una negra. Permanezca atento a la pantalla.
*
El pintor asesino se lo dejé a una negra a ver si aprende el oficio. Negra con el poder de dejar algo mediano en algo bastante más elevado. Una novela hundida hacerla flotar. La transformación del carbón en diamante. Ese es el trabajo del negro. O por lo menos apuntalar el proceso. A mí negra la apunté en la Academia Chitoski. Le enseño el oficio.

Anoche, después de salir de la peli del TEA (me gustó, va de una chica nazi que apalea, con nocturnidad y alevosía, a un jardinero judío y luego se hace su amigo, a la vez que cuida al padre, al padre del judío y a otros tres viejos más, a cual más amargado hasta que llega ella y los pone a bailar. Película de bajo presupuesto, difusión gratis y espléndida dirección y actores) otra chica, sin pinta de nazi, me pide un cigarro en la parada del tranvía en la plaza Weyler.
--¿Qué edad tienes?
--18. Los acabo de cumplir en febrero.
Le doy el cigarro, fuego y conversación. Subimos juntos hasta la Cruz del Señor.
--Encantada.
--Encantado.
No despedimos con el calor que da la comunicación afectiva. Un pajarito me contó que una amiga me ha perdido afecto por culpa de unas fotos. Un malentedido, humorístico si no lo sufriera uno. Supongo que hay que hablar. Hablando a veces se entiende la gente.
Encantado con los ecos de la charla en el tranvía, asciendo hasta lo alto del Parque Las Indias, doblo a la derecha y llego al bar de Nally. Animada concurrencia. Rosa con la matraquilla del Euforia y Nally animándome a jugar a un caballo. El 2, le digo. Gana el 2. Otra chica, morena, delgada, con unos ojos negros muy bonitos pega la hebra.
--Soy lesbiana --comienza.
Subimos a la plaza enfrente del bar. Nos sentamos en un banco. Me contó su vida. El resto de la noche escribí lo que me contó.

Y este martes, en La Puerta con María Teresa de Vega y su novela Merodeadores de orilla. Rdio Unión Tenerife. Como siempre, a las seis en punto de la tarde.