lunes, 31 de agosto de 2015

ExposiAcción

desde las once de la mañana a las diez de la noche

atico 13

cartel anunciador
exposición, acciones. condumio, etc. entre una rumba y un reloj...

día 5 de septiembre

cuenta atrás


jueves, 27 de agosto de 2015

Ático 13





El día cinco
del mes nueve,
desde las once
hasta las veinte
y dos, tendrás
ÁTICO 13.
ExposiAcción
más otras suertes,
acción de mente /
acción de instinto
en varios puentes
del laberinto.

Vengan con gracia,
graciosamente;
vengan tal quieran,
tal quieran verse.
Vengan villanos,
condes y reyes.
Vengan los hombres,
vengan mujeres,
no falten niños,
todos que lleguen,
los menos altos
y los burgueses.
Vengan  aviones,
vengan los trenes,
vengan caballos,
ven como quieres.

Habrá unos cuadros
de varias gentes,
cuadros variados
y otros enseres.
Hablar de cuadros
es simplemente
decir comienzo
de ÁTICO 13.

Habrá condumio
pa quien lo aprecie,
menor el precio
que el valor que ofrece.
Habrá refrescos
para los nenes,
habrá bebidas
pues no conviene
sufrir de sed
los que la tienen.
Habrás de todos
los menesteres.

Sabrás quién fuiste
y lo que eres.
Y si no sabes,
no son saberes
lo que las almas
más se requieren.
Más que el saber,
otros quereres
harán el bien,
darán placeres.

Hito festivo
tendrá el colectivo;
los congregados
iremos al claro
del espejismo.

Es señalado
el día cinco
del mes nueve
de 2015.

Ciudad testigo
es esta nuestra,
si es que despierta
de larga siesta.

ÁTICO 13
es lo que cuenta
en el mes nueve,
el día cinco.
Salud y suerte.







martes, 25 de agosto de 2015

Fin de la obra y dedicatoria

ACTO VII

ESCENA 1

Madre de Romeo en el tocador.

A este hijo mío Romeo
lo tengo bien embragado;
Ya a Julieta no recuerda...

Se lo preguntaré al Espejo
por si acaso
y así atrás no me dejo
ningún cabo suelto.

Espejo, Espejo, Espejo
que cuentas los secretos,
dime cómo está el cereto
de mi infeliz marido.

Espejo
Tú marido será parido
en nueva reencarnación,
ahora será un ratón

Madre
con queso abobecido.
Y dime ahora, Espejo,
Espejo de los delirios,
¿soy yo la única hembra
donde Romeo habita?

Espejo
Ahora toca otra mina.
Tú ni segunda eres.
Romeo encontró a Julieta
y Julieta encontró a Romeo.
Uno en los brazos del otro
están ahora ardiendo.
Mira la bella película.

*

ESCENA 2
Se enciende la pantalla. Celda de Julieta. Entra Romeo, de un modo misterioso, como si llegase de la nada.

Julieta
Romeo, ¿qué haces tú aquí?
¿Cómo has entrado? ¿De dónde
has venido?

Romeo
Eh, ¿qué hago yo aquí.
En este momento subía al tranvía
en la plaza Weyler, iba a La Laguna
a hablar con el mezquino autor.
Yo entraba en el tranvía.
Esto es cosa de brujería.
Pero qué hechizo benigno,
verte, Julieta, olerte, oírte,
tocarte, besarte...

Julieta
Eh, alto ahí. Aquí estoy
cumpliendo condena
por lo que no cometí.
Tú no defendiste a mí...

Romeo
Mi alma rueda por una ruta
dolorida. Mi silencio no soporto.
Por eso iba a hablar con el autor
y ponerle las comas en su sitio. 

Julieta
¿Qué comas son esas, Romeo?
Estoy empezando a perdonarte.

Romeo
En mis oídos se abren como flores
tus palabras. El verano restituye
a la tierra sus colores. Tu voz
da a mi cuerpo sombra y apacigua
mi ánimo. Ven,
Julieta, a esta fuente; suelta
la corriente. Es mi alegría
verte en no frío cautiverio. 

Julieta
¿Dónde querías verme, pérfido?
¿En una mazmorra sombría, con
ratas y alimañas menudas
limándome las uñas de los pies.

Romeo
Oh, amor mío, sólo que imaginé
que una celda se parece
al salón de un hotel
como una botella a un cangrejo.
Por cierto, esa color en la bandeja
de fina porcelana, pintada con florestas,
¿no es un cangrejo?

Julieta
Un cangrejo de río, relleno de caviar,
de olivos negros, un poquito de pepino
y una rociada de orégano. 

Romeo
¿Puedo probar?

Julieta
Pero antes prueba
los labios míos.
Ponlos en guerra
y desafíos.
Bésame con suave
fuerza
como quien reza
y grita a la vez.


Romeo
Mi canto habla,
mi pasión pregona;
cantando el verte
siego mis enojos.
Ardía en la nieve,
helaba en el fuego.
Mas me quieren ver
tus profundos ojos,
tu olor que viene
a mi lecho solo
y tocan mis dedos
la flor de tu frente.
Besaré tus labios,
no besarlos hiere.
Besarlos tanto 

que creo encanto
si los ojos míos
se posan en tu cuello
de garza divina,
si aves mis dedos
anidan tus cabellos
de mujer altiva,
si tu sentimiento
a mí no me olvida.

Julieta
Calla, Romeo.
No te alargues más.
Besa mis labios
y cállate ya.

Se besan.

Fin de la película. Se apaga la pantalla. Deja apagado el escenario. Se oye la voz de la madre de Romeo.

ESCENA 3

Madre
Esto no puede ser,
yo me tiro de los pelos.
Cría hijo una mujer,
lo mantiene y lo cuida,
lo alimenta, lo anida,
y el desgraciado se va
con la criada.
¿Lo desheredo?
No sé. Si doy ese paso
el hijo pródigo
no volverá al redil.
Mejor me tomo un válium,
reflexiono con concierto
y seguro que acierto
con la mejor solución.

Que desfogue con esa
engatusadora,
con esa cosa sin nombre.
Hablaré con el autor.

Se enciende una bombilla. Marca número en el móvil. Habla con el autor.


Sí, mi niño. Sí. Ya sé
que te invité a cenar.
Pero no pudo ser,
me tuve que casar.
Ya te contaré. Me casé.
La culpa la tienes tú.
Mi niño, arregla 
el libreto
y te visito y te meto
un ratito en la cama.
Tú serás el caballero,
yo seré la dama.
Sólo un ratito, mi niño.
Ya sabes que soy casada.
Y una casada discreta
no se prodiga en favores
pero cuando hace esa treta
aprieta bien los lazos
con requiebros y abrazos.


Autor
...


Madre de Romeo
Eso sí que no lo consiento.
¿Y me lo dices así,
tan tranquilo, por teléfono?
No, no te rías, canalla.
¿No lees mi tristeza, mis congojas.
En el aire me deshago
con las hojas del otoño.
Cruel autor, miserable.
Así me dejas, indeseable,
impresentable autor de mierda.

Tira el móvil a un lado. Su ira aumenta.

Este acto me destina,
me dice el canalla,
y si mi boca no calla
un rayo me la fulmina. 
Me manda ese morralla
a hacer mutis por el foro.
Veré si alguno del coro
al menos pasa una raya. 

Haré un hechizo
como el que hizo
Belcebú el malo.
A ese yo lo calo
como a un chorizo
de cantimpalo.
Ojos de sapos,
rehogados;
dientes de lagarto
pasados por almirez,
patas de ciempiés
fritas en grasa
de hiena, y esta vez
antenas de cucarachas
y tres pelos de braga. 
Tendrá ese laja
su merecido,
por entrometido.
Por alejarme de mí
al fruto de mis entrañas. 

Mutis.


Coro
(Nuestro autor es majadero.
Está bien hacer el bufo
pero esta obra es un pufo
y encima hablada en versos.
Átomos del universo,
nos conduce el autor
a nosotros, su sostén,
su dominio del ritmo
musical, su ángel fiel
de la guarda, nos obliga
que ahora cantemos
entre paréntesis.)

Eso sí que no.
Decimos que no.
Nuestro papel es vital,
que nos dejen cantar
a pleno pulmón.
Revélese el coro,
fuerza hace la unión.
Dice el mal autor
que es su obligación
que cantemos bajito
porque los vecinos,
con cólera y clamor,
nos quema el teatro.

¡Qué piensa el autor?
¿Que nacimos ayer?
Pues no, con grave voz
dejemos en su dolor
a la romera del cuento.
Se lo tiene merecido,
es su karma, su escarmiento. 

Y ya se acabe el chamullo
pues se cierra la función.
Esta vez sí de verdad.
Amable público y pública,
no tropiecen en las sombras
de aquello que aquí se nombra
ni porsigan como Orfeo
esos ecos de los hechos
que ocasiona el mal de amor.

Tengan favor y bondad
de irse porque vinieron.
Ya no hay nada que dar,
váyanse con viento fresco.


FIN
*


a modo de dedicatoria

Ayer vi a Nguyen
y después a Ramallo,
bienes de mis años,
de mi años bien.
La ciudad es vergel
si el día me ampara
verles las caras,
hablar de las artes
como quien comparte
un mar de sabores,
un cielo de colores
en este teatro
que en un tres por cuatro
se llenó de amores.

Hacía semanas
que no los veía,
verlos mismo día
esto me señala
que no nada mala
es la obra mía.
La pongo a porfía.
Fuerza y humildad
es la gran verdad.
Lo demás, bobería.



lunes, 24 de agosto de 2015

ACTO VI


ESCENA 1

Entra el público a sentarse. Aún no se ha levantado el telón.

Público 1 (repite)
Esto es una injusticia,
esta obra es la inmundicia
del cerebro de un mamón.

Sale autor
Acomodador,
detenga a ese del público.
Ese el criticador.
Que lo pongan con Julieta
en la celda, misma prisión.
Que sepa lo que es amor.


Público 1
Saberlo yo quiero.
Aquí el autor acierta.


Se abre el telón.


Coro
Es el público un tirano
al que hay que destronar.
Destrónalo, comendador,
y vamos a continuar.


Público 1
Ay, Julieta.
Quién pudiera
con el pincel
y con la brocha...

Público 2
¿Quién ese ese
que menta brocha
y pinceles?

Público 3
Es el pintor Diminuto
de refino pincelar,
pero antes fue un bruto
pintor de gorda brocha.


Público 1
A Tenerife II
subo sin dilación
y pido vez para verte.
Después de verte una vez
mi mirar se queda triste
si no puede ya más ver
tu arte de desvestirte.

Público 2
Qué historias 
hay que oir.

Público 3
Hay mucho loco,
eso sí.
Las historias son menos.
Casi siempre las mismas.

Público 2
No todas las noches
se ve la infracción
sexual que se vio aquí.

Público 3
¿Julieta con el director?

Público 2
No, hombre, no.
Julieta con la cancerbera.
¿No te fijaste, amigo,
cómo se estremeció
cuando le puso el jabón
por el esternón.

Público 3
Tú viste visiones.
Esta obra es del montón.
¿Y Julieta desnuda?,
bah. ¿No te gusto yo?

Se ilumina la pantalla. Julieta en la celda. Preparándose para un baño.

Público 2
Mírala otra vez.
Qué portento de mujer.

Público 1. Con la boca abierta. Mudo.


*

ESCENA 2

Autor levantándose del lecho, despertando del sueño anterior. En la pantalla sigue la película de Julieta.

Autor
Ay, todo fue un sueño.
Ay, que hambre tengo,
hambre de mar y vino.
Treinta años cumplidos
y apenas me mantengo
escribiendo estos libretos.
Mejor que escribir sonetos.
Al menos dejan dos euros.

Un amigo temeroso
de que le diera un sablazo
no vino a la función,
y por los mismos motivos
tampoco vino otro amigo.
Sí que vino ese ufano,
me dijo el acomodador,
el crítico Mengatano. 

Su crítica será buena.
Lo invitaron a cenar
productor y productora.
Sé que a mitad de la cena
llamarán al productor
con la disculpa novena.
Su madre está amargada,
venga rápido corriendo.
Y dejará a la productora
con escritor Mengatano.
Los dos en privado a solas,
el bobo haciendo la ola
y la jefa dándole bola.
La crítica será buena.
Mas de mí nadie se apena.

Esa la actriz Lorena,
la que hace de Julieta,
se irá a Cadiz esta noche
con la del breve papel,
la que hizo de celadora;
Y Marianela Perera,
la que hizo de romera,
se irá con Juan Mendoza,
el que hizo de Romeo,
que en realidad no es el hijo,
sólo sobrino segundo
por lo que tengo oído.

Uno del coro entra a recoger algo.

Oído no tiene usted,
eso es lo que le falta.

Recoge y sale. Sigue autor el monólogo.

Y yo aquí, sin tabaco,
sin que mi amor amanezca,
esperando que la Unipol
aleje a ese del público.
Me está esperando en la esquina.
Es un cojo con un bastón.
Es un cojo poeta
que odia la rima. 

En fin, hubo gente.
Calculo que esta noche
cuando hagan la taquilla
me tocarán unos euros
para cenar tortilla
y retirarme a dormir.

*
Continuará.

sábado, 22 de agosto de 2015

Acto polizonte

El público se va al ambigú. En realidad, esto es un segundo descanso. En el escenario, detrás del telón, el autor se queda solo. Aparece Julieta, pero ninguno parece percibir la presencia física del otro. Esta escena no la ve el público. Es un secreto dentro de esta obra.
(Explicación teórica: Cualquier Objeto (esta obra teatral en este caso) tiene secretos igual que las personas tenemos secretos, que sólo contamos a los amigos, hasta que los amigos lo cuentan a otros amigos y la persona que cuenta el secreto o se enfada y mide o se lo toma a broma.
No hay secreto que valga la pena esconder. Pero esta escena se esconde, porque es una discordancia en el contexto. No tiene junturas sólidas con el resto de la obra.

ACTO V

Música de fondo: violín, lenta, melancólica.
media luz, color cobrizo.

Autor
No sé qué me cautiva,
Julieta, Julieta.
Si el sonido de tu voz
--cuánto anhelo oírlo--,
cascada en la montaña
suena en armonía con la brisa
cálida. No sé qué me cautiva
si tus cabellos de obsidiana
volando del cero al infinito,

Déjame, musa, un gramo
de tu kilo de aciertos.
Recuerdo la fina cinta de su cabellera,
su pecho desnudo con fino vestido,
sus senos de leche con ajustado sostén,
sus pies en las olas del mar,
despreocupada de la suerte de la cinta...



Julieta
Recuerdo tus ojos de pasión, autor.
Tus labios hechos de suave perfume,
ragazo de tu madre, como el mirto
que crece en primavera.

Con cruel corazón, ingenuo niño,
a mi alma ardiente
dejaste más pálida que el brillante oro.

Autor, cruel monstruo.
¿Cuál es el premio de tu gloria?

Mis labios silenciosos golpean
tu recuerdo, monstruo
que lanzaste inútiles cornadas
a los vientos vacíos.


Autor
Ay Julieta, espinosos pesares
siembras en mi pobre corazón.
Es cruel expiar la culpa,
ofrecerme de festín al minotauro.

Julieta, flor abierta,
brisa cálida,
ni el abrazo de la tierra
ni la espuma del dulce mar
borra el recuerdo
en lo hondo de mi pecho.

*
Aviso de sala para que el público regrese a las butacas.


Continúa.

viernes, 21 de agosto de 2015

obra de teatro. Continuación

ACTO IIII

ESCENA 1

Dormitorio. Romeo y su madre.

madre
Ya cambié el colchón notorio
do acabó tu triste padre.

Romeo
No me lo nombre, madre.
Me entra remordimiento;
parece de nigromante
lo que hacemos.

madre
Quítate, Romeo, ese traje
y guarécete, buen amigo.

Romeo
Enseguida, madre.

madre
Llámame romera,
romera de los amores
que no admiten el tabú.

Romeo
Fue un crimen, romera;
lo hicimos entre los dos.

madre
Lo hicimos por interés
y lo hicimos por amor.
Si no, nos apagan la luz
y no nos conoce dios.

Antes hicimos el rito
de enviar a mi maridito
a donde no sise dinero.
Si no es dinero razón
(aunque fue justicia el hecho
de escachar a ese cabrón,
Quién busca tu perdición
está pidiendo la suya)
si no es dinero razón
--matricúlate en Derecho--,
ponle la razón de amor.
No ofendas, amigo, el deseo;
no oscurezcas tu sentir
que es la hora de vivir
rituales del himeneo.

hijo, quitándose la ropa. Se mete en la cama. Escenario a oscuras. Dos o tres minutos. Jadeos, etc. Se ilumina.

romera
¿No te acuerdas de Julieta?


Romeo
Quién se acuerda de un gorrión
que me ponía los cuernos
en teniendo un ruiseñor
en despierto y en durmiendo. 

coro
Puede que Romeo mienta
y de Julieta se acuerde,
hecho que no conviene
pues esta inédita obra
tendría continuación.

Ya protestan los actores
para bajar el telón,
es la hora de cenar
un cachito de jamón.

Por orden del sindicato
largos años amó romera
a Romeo con pasión
hasta que vino la parca
y dijo follar se aparca
en esta justa ocasión.

Sale policía, con una corrección.
No, aún no acaba la obra.
Con finado sobra uno.

Mientras Julieta se pudre
romera a Romeo turre
con kamasutra y leyendas
y del juego no se aburre
ninguno de los dos.

Público 1
¿Y Julieta?

Surge pantalla en el escenario. Película muda. Protagonista Julieta en la celda. Nada que ver con lo que habla el policía.

policía
Quién comete un delito
tendrá que sufrir la pena.
Por dejar cristiano frito
Julieta llora en la cena.

No tiene ducha en la celda
ni crema para la cara.
¿Qué delito cometí?,
se queja la condenada.

No tengamos compasión
sino tolerancia cero.
El juez que la sentenció
se llamaba Baldomero.

Público 2
Sí, hombre. No mire patrás
y vea cómo da cuenta
de una ternera lechal.

Público 3
¿Y este hombre es policía?
¿Lo llamamos Cherlos Jol? 

Público 1
Esto no puede ser,
esto en una injusticia,
en el mundo una inmundicia.
A Julieta no puedo ver
encerrada en la prisión.
Es romera la asesina,
esta obra es de un mamón.

Sale el autor.

*


Continúa

miércoles, 19 de agosto de 2015

sueño de autor

Sueño del autor en un camerino mientras se representa la obra:

Ahora que soy rico
porque saqué una quiniela,
entre el cero y el infinito
escojo el de la mitad,
de todos el más bonito.

Buscaré teatral grupo,
actores y compañía
y seré yo el productor
porque sépalo el lector
el productor que tenía
me hizo borrar siete versos,
fue un doloroso puñal.

Ahora que soy tan rico
y me lo puedo pagar,
veré la obra en teatro
sin que me pongan censura.

A los actores le pago
el doble lo que me pidan
y si alguna me enamora
con sonrisa reina mora,
en negro sin que lo sepan
le daré lo que ella diga.
(Será liviana la cosa
y con total discreción.)

Al gerente del teatro
también pagaré el doble.
La mitad le doy en negro
y la otra que se la cobre
al Gobierno.

Iré donde están los pobres,
me pasaré por allí
y los contrato de público
para el acto de aplaudir.

Y dos matones contrato
pa que me cuiden a mí.
Me dicen que es un poeta
quien me busca por ahí. 

Menos mal que ya no estoy
en esa recova alada.
Todos contra el zorro
como si tal animal
no tuviera sus derechos
pa correr erguido el pecho
delante el caballo inglés.

También con los toros se meten
esos podencos cadetes.
Yo fui del toro el amigo
y escribí contra el torero.

Me castigó la maestra
de sensibilidad taurina.
Si ahora volviese a verla
con ella me casaría.
No sólo el cuerpo daría
como se lo di en la era.
Le daría el alma entera. 

Y ahora que traen faisán
relleno de blancas brevas,
es bueno también pensar
que los ricos sufren penas. 

martes, 18 de agosto de 2015

descanso

León el breve. La erótica del poder


Sirva como descanso, por cambio de bobina (como ponían los antiguos cines) en la obra de teatro. Lo huero hay que mirarlo, como vimos el otro día en la zona Atico 13 (sede central de RealismoPuntoCero), gracia a Antonio Machado. Este viejo poeta se niega a morir. Un nuevo Cero surgirá en... Bueno, no me adelanto hasta que la cosa sea oficial, con invitaciones.... Pero el cero no para. Hoy me decía Nguyen, en la puerta B, que el cero es el número más fuerte, más importante. 
Como un anacoreta, sigo pintando. Lástima que entre mi maestra y el gato no haya entendimiento posible. A mí incluso me cuesta, a veces, entenderme con alguno de los dos. Estoy sordo. Lo del gato es más complicado. No habla. Pero sin hablar jode cuando le sale de ahí. Animalito.
Con gustto, un adelanto de lo que habrá, si hay salud, suerte y amor. 

domingo, 16 de agosto de 2015

ópera bufa. continuación

Romero y Julieta (otro final)

ACTO I

escena 1

Sala del forense. Forense, cadáver y ayudante:

forense
--Este muerto está inerte,
cosa que no es normal.
Parece óbito natural
pero hay gato encerrado.
Enredado en los pelos bajos
hay cabello de mujer.

ayudante
--Déjeme, jefe forense,
que el ADN yo saque
en el laboratorio;
sospechosa es la criada
y sospechosa la esposa.
Era este tipo un tenorio.
Cualquiera lo asesinó,
cualquierita de las dos.
*

escena 2

sala de comisaría. Romera, Julieta, forense y policía figurante:

forense
--Siéntese aquí, señora,
y usté aquí, señorita.
Ahora veremos el pelo
que recién analizamos.

entra el ayudante:

--Ya tengo la prueba a mano.
Es, señores, de la sirvienta
este pelo delator. 

julieta
--Yo no le hice nada
sino el amor cuando quiso,
yo quise mucho al señor,
prometió ponerme un piso.

policía
--Y no se lo puso
y usté se vengó.

Julieta
--Yo no me vengué, fue
esta puta señora
que lo tenía amargado,
esta puta jedionda.

forense
--Eso es un insulto.
Anote, señor agente;
una agravante al delito,
una prueba concluyente.
*

ACTO II

escena 1

coro
Público, no te despistes
comiendo los cacahuetes.
Pa que tus ojos nos miren
y la tu voz no proteste,
sacamos ahora en pelete,
en la ducha de la prisión,
a la penada Julieta.

Ducha de la prisión. Celadora lesbiana y Julieta.

Celadora
--¿Te doy jabón a la espalda,
Julieta?

Julieta
--Sí, y me enjabonas las tetas.
Qué tedio es esta prisión.
Todos los días lo mismo.

celadora
--Lo mismo todos los días
menos la hora del baño
cuando tú llegas, Julieta.
Despiertas mi resplandor.

Julieta (para sí)
--Tortillera enamorada,
menos da una piedra.
¿Cuándo habrá cárceles mixtas
y más justicia en la tierra?

entran director y jefa de galerías.

director
--Ya me estaba oliendo yo
que aquí pasaba algo raro;
el jabón me sale caro,
es el que compra mi esposa,
de Dinamarca importado.
Ahora sé quién es ladrona.

Jefa de la prisión,
detenga a la celadora
que ha robado el jabón
que pago con el dinero
ganado de sol a sol,
y hasta de noche trabajo
en esta triste prisión
para tener muchos lujos...

jefa:
--Pare ya, director,
que el delito está claro.
No nos cuente usté su vida,
que está en boca de todos.

Presa Julieta, séquese el cuerpo
con toalla reglamentaria...

director
--Ya se lo secará.
Consideración con la rea,
esta es cárcel modelo.
Aquí cualquier prisionera
es tratada con esmero.

salen jefa y celadora.

director
--Esmero cuando la miro
desde el alto panóptico
con las otras en el patio,
y ahora la veo sola.
Si me permite, le digo
que es deslumbrante palacio
su figura, la bendigo.

Julieta (para sí):
--Tengo complejo de roca
batida por las mareas,
se me arriman las lapas,
todas las lapas viejas.
En fin, este carcamal
al menos tiene la pinta
de hombre. Veremos
si se conserva entero.
*

ACTO III

escena 1

celda con lujos. Julieta...

--Sí señor, un jabato.
Un jabato ese  viejo.
Esta celda está mejor
que la que antes tenía.
¿Cuántos años de prisión
me quedan entodavía?

Qué bonita es la celda
que el director me ha puesto;
no sé si soy yo ahora
o aquella niña
que iba a la escuela
y aprendía
números y letras.

No sé si soy
aquella joven
que hacía la calle
a escondidas
y ayudaba a la economía
de mi casa.

No sé si soy esa mujer
que apenas ayer
folgaba en la mansión de Romeo.
No sé quién soy,
si soy esta piel que toco
o soy ese reflejo
que me mira
con tus ojos.
*

ACTO IIII
dormitorio. Romero y su madre.

madre
--Ya cambié el colchón mortuorio
do acabó tu triste padre...

*

continúa








viernes, 14 de agosto de 2015

Romero y Julieta (continuación)

Romero y su madre:

--Allí afuera está lloviendo
granizo como pedruscos
y aquí, hijo, llorando tú
que pareces un merluzo.
¿Por qué llora usté, mi hijo
esas lágrimas de sangre?
Díselo pronto a tu madre
que pa eso te he parido.

--Mami, ¿sabes que hace papá
con la criada Julieta?

--¿Y por esa menudencia
usted me está llorando?
Ya llorarás tú cuando
te diga qué está pagando.
(Es venganza de cornudo?)
Quinientos euros desnudos
cada vez que se la mete.
Sale caro su tolete,
desinfla la cuenta en Bankia.

--Ay madre, no puede ser.
Mi padre se ha vuelto loco.

--Loco es decir poco.
Majareta de cordel.

--¿Y qué hacemos, mamá mía?
pues Julieta no me mira
y ahora entiendo el porqué.

--Hay que horadar a ese tipo,
calladitos, sin dar gritos.
Mira, hijo, esta botella,
con el vino hay un veneno
que no deja ni una huella.
*

dormitorio. Romero y su padre:

--Tome, padre, un vaso vino
de la exquisita cosecha.

--Dos vasos yo necesito
pues me estoy debilitando.

--Bebe, padre, tranquilo
y le volverá fortaleza.

sale Romero. Mutis.

entra Julieta:

--Ay dios lo que estoy viendo.
El señor se está muriendo,
los espamos lo cautivan.
Señora y buen señorito, 
acudan al dormitorio.

entran Romero y su madre:

--Oh, ¿qué pasa? Tarde venimos.
Mi marido está ya muerto.
Es el no verlo morir
lo que me da sentimiento.

--Y a mí fue verlo,
se me partió el corazón.

--La cartera se te partió,
mala, traidora y pécora.

--La asesina es usted...

--Todas dicen lo mismo.
No ves, tonta del bote,
que ese cipote
murió naturalmente.

--Ahora que lo dice...

--De esta casa te estás yendo
cuando retiren el cuerpo.

mutis de Julieta por el foro.

--No haga eso, madre mía.
Yo necesito a Julieta.

--Deja a la casquivana,
te recompensaré.
Por dónde saliste al mundo
de nuevo yo te entraré.

--Eso es un edipo, madre.
Es un edipo de libro.
Por qué maté a mi padre
ahora ya lo calibro.

--Ya verás cuando me pruebes.
Te olvidarás en breve
de Julieta la traidora.

--... ¿y papá?

--Papá carne pa dulce
de fresas y de pilongas.
Que en la tumba se tumbe
a digerir la milonga. 
*

Coro:

Ahora, respetable público,
público del montón,
como esta es casta comedia,
aquí echamos el telón.
No escupan en las butacas
ni hablen mal del autor.

***
Hay otro final. Continuará...

miércoles, 12 de agosto de 2015

Romero y Julieta. Ópera bufa



--... ¡Romero!

--Me llamo Romeo.
Mira, Julieta, que eres.
Siempre el mismo guineo.

--Es que miel de romero
son tus labios cuando besan.

--Y los tuyos hidromiel
en el nocturno sereno.

--Ay Romero, tú eres rico,
joven de honra y honor,
y yo soy simple criada,
no tengo oficio mejor,
no visto de pardos picos.

--Tú serás mi amor secreto,
que el amor en clandestino
tiene un mejor destino.
Serás a la vista criada
y en privado amor mío.
A mi madre le hablaré 
pa que al servicio te meta.

--Romero, ¡eres más bueno!
Tú me tocarás los senos.
Seré tu puta secreta,
tú mi cabrito cordero.

*
2
--Vamos, hijo, a comprar
un nuevo delantal
para la nueva criada.

--Llámela Julieta, madre,
que es quien me hace la cama.

--No seas necio, mi hijito.
En público llamaréla
dama de buen servicio.
Aquí la llamo criada
y se la meto doblada.

*
coro

Mira, respetable público.
Sale el hijo tras la madre
y cuando cierran la puerta,
mira a Julieta que sale
doblando la su cintura
mientras el trapo del polvo
pasa por espesuras
de mobiliario y enseres.

Mira, público, no pierdas,
por mirar las bellas piernas,
a quién acecha en rincón
de la puerta la cocina.
Miremos la aparición
del padre de Romero.

*
3
--Si su culo, señorita,
fuese barca de una noria,
pagaría lo que tengo
por subir en la redoma.

--Ay qué susto me da usted.
¿Por dónde ha entrado, señor?

--Aún no he entrado
pues no he salido.
Esta es mi linda casa,
aquí soy el marido.

--El marido cornudo,
cornudo y consentidor.

--¿Cómo lo sabe usted?

--En el servicio secreto
no sabe lo que se ve.

--Ya lo estoy viendo.

--Y yo me le ofreciendo
si es verdad lo del parné.

*

sigue, no sé cómo.

martes, 11 de agosto de 2015

... que cante y lo baile...

Que venga el amor
y me traiga un lienzo
pa pintar lo que pienso
con el lindo color
de tus largos cabellos.

Que entre el hada,
que salga la bruja,
marche la coruja
y venga la alada
que nace de oruga.

*
En fin, en la parada de la guagua se me ocurrio los primeros cinco versos. Son fáciles de recordar. Al copiarlos ahora, dije vamos a ver si van a dar lugar a equívocos. Y añadí la segunda estrofa.

Anoche hice una composición de amor. El amor sigue tienendo interés. No me apetece escribir del desamor, cuando el objeto de desamor pierde interés. El interés de amor es físico y es metáfisico. El filósofo alemán que decía que las mujeres tienen pensamientos cortos y cabellos largos, también dijo que el amor era una trampa de la especie sobre el individuo. Puede ser. Bonita trampa. Romero cayó en ella y murió de amor, también murió Julieta. Imagino otra versión. Romero creció en Santa Cruz, y aprendió a tocar tangos. Julieta era una mujer de limpiar casas, estilo la lavandera de Puerto Santo (Juan Royo). Tiene buenas referencias y entra a trabajar en casa de los padres de Romero. Aquí empieza la tragedia. ¿Cómo? El padre de Romero se enamora de Julieta. Y vamos a dejarlo aquí.

El otro cuento, el del hombre sentado en el banco junto a La Cucaracha de Mirot, también lo dejamos pendiente. Urge más unos versos que fabriqué hoy en el patio. El gato Lucas me dio el tono. 


Los arcanos me dijeron

pon el mundo al revés,
no malgastes el dinero.
Deja magias de santero
que no es ésta la ocasión.
Abandona timidez
y pon las alas al vuelo.

Alas no tengo yo

sino patas descarriadas,
si no me tejen alfombra
del suelo no me levanta
ni las ganas de yo verte
con mis ojos de esmeraldas.
Y más ahora que mienten
las echadoras de cartas. 

No, amor, no voy a verte

porque el Amor se me espanta,
palabra de cuatro letras
que parece no son nada.

Amor mora Roma,

como decía Roberto.
Es el Amor un incierto
espejismo en un desierto.

Mi espejismo es amar

sin la fortuna de verte.
Es adversa la suerte.
No poder qué decirte.
No poder qué hacerte. 

No me apena el bien quererte

sino apena el no tenerte.
Es tanta la pena pena
que la pena me serena. 

Me serena la pena pena

en el claror del azul
y pintar las cuatro letras
en las ausencias de luz.

En esta cárcel prendido,

con los barrotes de versos,
cuatro colores pinto
en el azar de los lienzos.

Pinto el color del viento,

pinto color de lluvia,
con rubio pinto la rubia
y con el negro el firmamento
cuando el silencio se escucha
y se ha marchado la luna. 

Julio Romero de Torres

pintó la mujer morena,
yo le quité los colores
y me cogió la madera
por la calle Miraflores.

Con croquetas carne leones

y con leche de jirafa
preñaba la ciudad ésta 
la organización secreta.

Atrajeron a la pasma

y me cogieron a mí,
me metieron en la cárcel
y no puedo verte a ti. 

No devolví los colores,

ese cuadro está pendiente. 
El penado que es prudente
sierra los duros barrotes
y en pájaro se convierte.
Entre tanto los virotes
vigilando sonrientes
me mentan como a cipote
cuando me enseñan los dientes.

*
Aunque mejor, más conciso y más verdadero, este otro que hice anoche, sin que el gato pusiese enmiendas.



Escribo porque huyo
de las palabras verdaderas,
de las palabras que pesan
una montaña,
palabras que pronuncio
en silencio, con el pensamiento
puesto en ti.

--Esas cosas no se piensan,

me dijo una caribeña
a la que fui a ver
si sigo siendo hombre.

Sí, todo en regla.

Pagué su oratoria y me fui.
Sigo pensando, y convoco
las palabras verdaderas.

Aprendo a pronunciarlas

en tu idioma, algún día
las pondré en tus oídos. 



lunes, 10 de agosto de 2015

Sita:

Los hechos, Sita, son el escrito de Jordi Solsona sobre lo que hicimos en el Cine de Los Realejos, la noche que no te vi a ti, ni a Carmen ni a Aroma Profundo. Pena me dio y me morí. Bueno, Jordi lo cuenta genial. La máquina RealismoPuntoCero está funcionando, hay combustible y hay energía. Lo otro de verdad que puedo contar, a ti te lo cuento y punto. Aquí no lo cuento. Sí puedo contarte que he vuelto a la pintura. RessurreAcción me resucitó de verdad. Ahora paso de Picasso, Munch, Chagall, Dalí y Goya, que son los maestros que me han visitado y que me han dicho cómo pintar. Me han enseñado lo que sé. Estos y ese pintor de cuadraditos de colores, ese francés teosófico que me inspiró una temporada en Icod. No hice sino pintar cuadraditos. Ahora me obsesionan dos cuadros. Uno de Ramallo y otro de Nguyen. Intento una síntesis entre mis dos discípulos predilectos.
Por lo demás me entretengo haciendo décimas 

¿Dónde está la gente rica?
¿dónde está la gente guapa?
Está recogiendo lapas
en las rocas a escondidas.
Así se pasan la vida
ahora que no están de moda.
Son los que tienen ahora
agonías existenciales.
Esas personas cabales
se están volviendo locas.

Ya paparazis no tocan
sus mansiones ancestrales,
ya las revistas banales
le dan cobertura poca.
Ya no corre pura coca
en fiestas ayer de lujo,
hoy son duelos y tapujos
de un cruel destino fatal.

En esta guerra mundial
no se salva ni el sereno,
nadie es echado de menos.
El mundo es un lupanar
de balas, fuego y penar
que acaba con los humanos.
¿Cómo estamos los de abajo
si los de arriba están mal?

Como ves, paisaje irreal. Lo real es bajar en la guagua hasta esta parte de la ciudad, que aún decrépita y decadente, ofrece sorpresas y paisajes inauditos. Ayer hice un cuento con un hombre sentado frente a la cucaracha de Mirot, que la llamo así como pequeño homenaje a la novela de JRamallo. El cuento, si mañana lo conservo, lo copio aquí. No está mal. Tiene su miga. Espero que no se la coman los pájaros.  

domingo, 9 de agosto de 2015

bajando

Leo el reciente capítulo del blog de Ramón. Hay que ver lo que agranda la escritura de un hombre, la ayuda de una mujer que vale. Muchacha, deja a ese hombre, por lo menos un mes, y alquilamos una habitación en el hotel que tú sabes y me ayudas a arreglar el par de novelas que suplican, desde el borrador, que las saque ya a la puta calle.
A la puta calle salí hoy, pasé por el Santo, bajé por el puente grande y aquí de nuevo. Quien quiera cazarme, animalito más rutinario no conozco. Y ahora, como prefiero contar mentiras, me paso al verso. Improvisados, como dice Juan, mejor.

De casa yo me salí
con ganas de matrimonio,
a la altura el manicomio
a una mulata  yo vi
más linda que un colibrí.
--¿Te quieres casar conmigo?
--Yo no me caso contigo,
y sigue, hombre, bajando
porque a mi novio en llamando
te va a dejar pa hospital.
--No quiero yo ese local.

Y seguí caminando.


A la altura de Pulido
hallé una mujer anciana.
--Señora, yo tengo ganas
de convertirme en marido.
--Mire usted, cara de pijo:
yo no pierdo la pensión
por casar con un mamón.
Puede subir a mi casa,
tengo cama en la terraza.
--Sin boda no subo yo.



En llegando a la Rambla
vi a una mujer coja;
ojalá esta me escoja
y me dé en la vida calma.
--Bajémonos de la rama
y nos casamos los dos
en la iglesia de don Dios.

Sin contestarme palabra
ni invitarme a carne cabra
la coja se me marchó.



En anuncio de contactos
elegí a una tal María,
caribeña rellenita.
La llamé poniendo tacto
cuando uno está en el acto
de hablar con una mujer.
Ella me quiso ver
y yo fui a su aposento.
--Te diré lo que yo siento,
no colma un rato mi ser.

Yo lo que quiero, señora,
es casarme con usted.
--Hágase usted la toilete,
--me dijo la linda diosa--
y aclaremos una cosa.
Una hora son cien pavos.
Y si me gusta su rabo
pensaré lo de la boda.


Chaves obsesionado con la vicepresidenta Patricia. Culebrón en el Búnker. Saca una foto de la susodicha. Está preciosísima. Me dieron ganas de ponerla en los versos. Pero... 









o


sábado, 8 de agosto de 2015

fábulas

Hilario me arregla la ventana del salón. Más luz, más aire. Hablamos de Domingo Ladrillo. Ahora está pendiente de Pimpinela.
--El marido fue quien lo libró de que se le quemara la casa.
--¿Y aquella que...?
--Esa es pamparahoy...
Pimpinela sale a regar el jardín. Seguro que Domingo está todavía dormido. Si no, estaba al asecho, haciéndose el encontradizo. Tanto acecharlo, ya lo tengo visto. Cazar a un animal es verlo bien, saber sus rutinas. El caso es que apareció la cámara. Marcelino pasó por el bar de la calle Noria, donde no fuimos saludados ni por el sabio ni por la dama variopinta de memoria clara. 
La leche de Jirafa en la columna, un perenquén metido en el buzón que vi por la mañana: señales de que esa cámara iba a reaparecer. 

Los cuerpos de revistas guarras los compuse de nuevo en otro cuadro. Mezclé el acrílico con semen. El resultado es apariencia de mayor volumen y de textura metálica. La segunda operación es mezclar el semen con el óleo, para cubrir restos no mezclados. El cuadrito quedó muy bien. Cruzo una etapa de pop expresionismo que imagino me va a durar un tiempo. Todavía me queda afinidad pornografica humana, antes de pasar a la obscenidad pornográfica de Santa Cruz. Ciudad de emociones escatológicas. 

Me entretuve fabricando fábulas esta mañana. La primera, escatológica. 

fabula de la rata comelona

En el Puerto
encontré un muerto.
le faltaba un ojo,
era un muerto
tuerto
en el Puerto.
Le faltaba la lengua,
era un mudo muerto
en el puto Puerto.
Le faltaba el órgano
de cumplir sexual;
qué cosa fatal,
estaba capado
el muerto del Puerto,
qué pena me da.
Lo abrí por dentro
al hombre muerto
y me comí el corazón.
Los demás restos
los dejé en el Puerto
en contenedor.


Las otras dos son más comunes, más digestivas.

1.
En Arona
vi a una mona
y me enamoré.
Me pidió casorio,
entonces me lo pensé.
Le dije dice la Ley
de la ministra Soraya
que casar mona y humano
es altamente ilegal.
Y me respondió la mona:
--En nuestra Ley animal
la ministra es una paya;
nos casamos, no te vayas.


2.
Me salen las fábulas
por casualidad,
encuentro una flauta,
no paro de soplar.

Usted ya conoce
fábula de Iriarte;
la mía es distinta,
es de una burra
que no era flautista.
La vi en la autopista,
hacía auto stop.
--¿Me llevas a Anaga?,
rebuznó la burra.

Y pensé yo:
no se te ocurra
dejar de llevarla;
como es una burra
te pega una coz.

Le puse la albarda
para montarla.
Bailadero de Brujas,
enseñadero de idiomas,
ahora mi lengua rebuzna
en la brisa de la loma.


Y se acabaron las fábulas. Bajé a la ciudad a ver si pasaba por un bellasartes a comprar pinceles y tubos de rembrant. Ni Rembrant ni Velazquez. Los rostros de mi amor tendrán que esperar.
Pero Hilario arreglo la ventana. Y como igual que lo privado desemboca en lo público, lo público desemboca en lo privado. Dejamos de hablar de las aventuras de Domingo, e Hilario me narró parte de su historia personal.
--Yo tenía dos mujeres, me gustaban las dos, y me quise casar con una pero ella no quiso. Me casé con la otra. Tuve hijos con las dos. Una murió a los cincuenta años y mi mujer a los cincuenta y cinco...
Llovizna sobre el papayero del jardín.



viernes, 7 de agosto de 2015

leche de jirafa

Morgantani está ahí siempre. Nuestro Arte es su territorio natural. Él lo inventó. Corazón de cochino, decía. Luego vi la película sobre el pintor Turner, el inglés que escupía sobre el lienzo y mezclaba el óleo con el pollo, lo que daba lugar (`pienso) a ese clima vaporoso de sus cuadros. Bueno, y ahora a lo que iba. Otra persona de altura. Que tampoco me la quito, por lo menos, yo de la cabeza.

Con el amarillo
pinto tu frente
cálida del Sol.

Con el verde
pinto tus ojos,
fulgor vegetal.

Pinto tus labios
con un latido
del corazón.

Bella querida,
dueña del arte
del alma mía.

Quién oiría
sonar tu voz,
sembrar los oídos
con los sonidos
de tu canción.

... dedicado a mi amor en lo oculto. Separado me tiene la vida. No tengo el placer parcial de verla ni el placer completo de llevarla al huerto.
Me acuerdo de Ana el otro día, en la zona azotea 13, celebrando con vino Loculto la cacería del León. Ricas croquetas de León. Bellas montañanas nos rodeaban. Nosotros sentados en el asiento del Enamorado.
--¿Qué bellas son las montañas?  -dije yo.
--Más bello es estar aquí sentada contigo --dijo Ana.
--Un día subiremos a una cueva... --dije yo.
--No te veo yo a ti subiendo a cuevas --dijo Ana, enamorada pero realista, como toda enamorada inteligente, y lista, que más vale lista que inteligente.

Ayer por la noche lo que tuve fue pena porque perdí la cámara regalo de mis hijas. Había sido un día caliente en el patio de mi casa, con ganas de templar, y templé con cuerpos de modelos porno bajo los rostros... Bueno, el cuadro quedó bien, aunque fue con idea de sacarle fotos, con la cámara, y desmontarlo después, dejarlo como estaba, con los rostros esenciales...
Llamó Marcelino. Quedé con Marcelino. Bajé la cámara para hacer una foto al Cristo en el burdel de la montaña. En la cámara llevaba ya varias tomas fotográficas de la ocupación porno sobre el cuadro de los rostros repetidos de una bella mujer. Quedó una imagen significativa, que me dio iluminaciones de cabeza. El cuadro se había convertido de místico en una pieza pop expresionista, sin contenido anímico, pura y exitadora pasión corporal. 
La cámara me di cuenta que la perdí cuando nos levantamos de la calle Noria. Por delante de la mesita del cherne que no sabe a nada y del calamar gomoso, pasó primero Victor Roncero, y no saludó, y luegó pasó la pintora EH, y no saludó. Algo iba mal. La puta pérdida de la cámara. En fin, no sólo se canta lo que se pierde, también se gana lo que se pierde, con un papagayo verde, etc. Menos mal que luego hubo una alegría esperanzadora. En medio de la columna del León, el fálico bote de leche de Jirafa, que repartimos junto a la croquetas de carne de léon, para evitar atragantamientos. Consultamos en sanidad. La jirafa es peligrosa por naturalaza pero la leche, en manos civilizadas --Dr R--, es altamente mágica. Levanta el ánimo, endurece los nervios y enciende la corriente sexual.. 
*
Yo no sé si, como dicen los lingüistas, son los hablantes los que hacen la palabra (sonido y contenido) o es la palabra la que posa significante y significado en el hablante, y por consiguiente en el oyente. 
Esto es por un diálogo que tuvimos los animales el otro día, en los preparativos previos de la operación del puente. Hablamos de la palabra `artista´. Cierto significado que ha adquirido  en esta tierra: algo así como un laja con clase. Nada que ver con los artistas (hacedores de belleza, presuntamente) que han ocupado con su arte dos ojos del puente Serrador. Cepsa mecenas.
Tres puentes sagrados tiene esta ciudad. Uno, el Serrador. Anoche custodiaba nuestro león la leche de jirafa. Buena señal. Era medianoche. 

jueves, 6 de agosto de 2015

ayer Realismo Punto Cero. JeSuisCecil.

Milonga con acción de Realismo Punto Cero A

En ciudad de perra vida,
en ciudad de muerte perra,
en el puente Serrador
cuatro leones de piedra.

De piedra son las melenas
de los leones del puente,
de piedra los pensamientos
y de piedra son sus dientes.

A uno de los leones
que miran hacia el oriente
pusimos insignia al cuello
pa que la ciudad despierte.

Las grandes gestas se fueron,
quedan pequeños detalles
en las palabras pequeñas
y en nuestras extrañas calles.

*

Romance de luz divina

Por respeto a su marido
no he tocado a luz divina,
mujer de tela muy fina
con un bordado florido.

Si luz divina me toca
en noche de lluvia y viento,
¿respeto los sentimientos
o doy refugio a esa loca?

León de cartel sentido,
africano en esta selva,
si la sangre se te enerva
¿pensaré en el buen vecino?

El hombre me libró del fuego,
me ayudó su mucha fuerza;
que la mujer se le tuerza
es ruleta de cruel juego.

Que los santos me protejan
y siga con el respeto,
mas si los diablos nos llevan
que sea para un completo.

*

Corrido Punto Cero B en el puente Serrador



Ana repartió croquetas
para ganarnos al pueblo
pues no se gana una guerra
si carecen alimentos.

Engañar al enemigo
es otra arte militar,
no se va a una batalla
si no se sabe engañar.

Don Tigre santapusero
se encaramó en la columna
impulsado por María,
la jefa de la comuna.

Así pusimos la cuerda
al león rey de las fieras;
yo era el hombre del agua,
que no falte el agua fresca.

¿Dónde estará Lorena?
me decía en mis adentros
y no vi a la policía 
en su auto patrullero.

Miraron para el cartel
y con la misma se fueron,
sonriente iba la agente
con un guapo compañero. 

Dio resultado el ardid
del estratega activista,
no parecer lo que somos
y disfrazarnos de artistas.

Lo que somos sabe Jordi,
jefe de la grabación;
hora un tiempo de la tarde;
lugar, puente Serrador.