viernes, 29 de agosto de 2014

lecturas, 2

Ayer, cuando salí de La Granja, en una mesa libros que ponen para que se lleve la gente. Un ejemplar esta vez.
El tomo II de La Regenta
A pesar de haber sufrido a los ovetenses y gozado con la damas de Oviedo durante muchos años, no había leído la novela de Clarín. Las nubes movidas por el viento en la primera frase me echó patrás. Cojo el segundo tomo, que comienza con el capítulo XVII. Suspiro de alivio pensando que me ahorré 16 capítulos. Leo caminando mientras voy a la parada de la guagua. Mi madre. Cómo me equivoqué con Clarín. Qué buena novela. Tenía que haberla leído hace tiempo. Fabrica muy bien a los personajes y los mueve con maestría. Falla un poco en el diálogo. Casi ausencia de habla en los personajes campesinos o sirvientes. Asturias tiene fama de gente vana y mal cristiana. Pero lo de menos es que Vetusta sea Oviedo. Vetusta es Vetusta. Una ciudad de monigotes que se las dan de saberlo todo y de estar a la última. En el tiempo de la novela, a la última en religión. La beatería es la que está de moda, y el tonto de don Fermín, el santo clérigo enamorado como un piojo platónico de Ana Ozores, quiere convertir en una beata a su platónica enamorada, así pueda verla más. Hay conatos de coqueteo carnal, pero tan inocentes que casi no se ven si no te fijas bien. El que quiere carne de Ana sin más pijadas es un tal don Alvaro, un caballero mundano y corrupto. Se puede sospechar que Nabokov conocía La Regenta. El ardid cómo se cuela don Álvaro en la casa de La Regenta, adulando al marido de Ana, está casi calcado en Lolita. Seguramente casualidad. El capítulo de celos, uno en que don Fermín, con su catalejo en el campanario, vigila cómo don Álvaro y doña Ana pasean juntos por el parque. El ataque de celos me recuerda mucho, aunque en La Regenta narrado sin moralina, al del cuento "El derbi" en Retrato de Marlou Diesel. En fin, cerca de cien páginas llevo de este segundo tomo y aún, aunque le encantan los cortejos caballerosos de don Alvaro, todavía Ana Ozores no le ha puesto los cuernos a su marido. Si no estoy equivocado, eso será con el magistral, el clérigo, don Fermín de Pas. Boquita de oro.  
*

Me dejó mi amiga en La Laguna. Vi a Agustín. Nos alegramos de vernos. Nos fuimos a tomar un trago a la terraza de un bar. Siempre es grato hablar con Agustín. Le pregunto cuándo va a estar "esa antología". Me dice que pa Septiembre (no sé si de 2018) y que tiene 45 autores. Hay donde escoger. Otro libro para la compañía J & J. Ya hablaré de esta compañía internacional. 
Se sienta un amigo de Agustín. La suegra lleva muerta dos años, y el hombre todavía sufre escalofríos cuando piensa en ella. No contó nada concreto, qué le hizo, que pasó. Nada. Lo mucho que la odiaba y punto.
Una llamada interrumpe mi curiosidad. Buenas noticia, como si hubiesen quitado un ladrillo del cielo. No cuento nada, no sea que el primer hijo puta intente poner otra vez el ladrillo. 
*

Otro que odia, pero este a su mujer, es mi tocayo.
Había tres en la puerta del bar que parecían Averroe, Sócrates y Rousseau. Averroe hablaba con argumentos algebraicos. Mi oído no los asimilaba, hablaba bajo.
--La maldad de la sociedad y la maldad de la tribu, tú compara --decía Rouseau.
--La maldad también es un invento --intervino el otro.
Animó a Jesús e contarme su cuento dramático. Su odio a la ex mujer.
--La mujer es el bicho más hijo de puta que ha parido la tierra.

Pienso en la maldad de Ana Ozores. Es lo único bello que Clarín pinta en su novela, pero... 

Pienso en los ejemplares únicos. La palabra clave. Instinto. No sé si el instinto, como hablaba el otro día con el Capitán, tendrá, como la intuición, valor filosófico. Pero eso da igual. Somos animales. Regreso a cuando el ser vivo era puro instinto. El cielo se abre por ahí. Sospecho. 

jueves, 28 de agosto de 2014

lecturas



Termino El cartero siempre llama dos veces. "El amor cuando no es verdad, es odio". Una novela de amor en negro. Si el asesino hubiese sido el asesinado, un viejo griego, casado con una joven blanca con dientes mexicanos, la relación con Crimen hubiese sido directa.
Luego releí el cuento de Fonseca "La venus de Boticcelli". Un jorobado que seduce con la poesía. Una vez seducida la bella, el seductor se la quita de encima como puede y se fija en otra (algo tiene el petudo que las vuelve locas) Hay coordenadas que lo unen con la historia de Gabriel en Cucarachas con Chanel.

Anoche, mientras no dormía, releí Los pecados de nuestros ancestros (The sins of the fatthers), del autor estadounidense Lawrence Block. El personaje protagonista no es Mat Fernández, de Una travesía a través del infierno, sino el bebedor y cafeinómano Scuder (?). Cuando fue policía mató (sin querer, claro) a una niña de siete años. Estrellita Rivera. Nueva York. 
Ya la había leído hace muchos años cuando, corrector ortotipográfico, corrector de erratas, colaboraba con Júcar. Me sigue conmoviendo el personaje. Investiga cómo fue la vida de una chica antes de que la mataran, por encargo de su padre legal (es hija de otro hombre, que fue quien preño a su mujer, ya desaparecido en Vietnam para facilitar la historia). La chica vivía con un homosexual, hijo de pastor protestante. El homosexual, lo sabe el lector y lo sabe Scuder, no es el asesino. Se limitó, en un ataque de locura cuando vio el cuerpo ensangrado de su amiga, a follar con el cadáver. Creyó que follaba con su madre. Eso es todo lo que sé, por ahora.
Mat Scuder visita a una amiga puta cada cierto tiempo. La primera vez, supongo que habrá más veces, mo se le levanta el ánimo (el acohol, los remordimientos...) pero lo consuela de una vida de mierda, en general, ese rato de compañía.

Dejo la novela por la mitad y me voy a San andrés con Marcelino. Le ha dado dos obras a Anghel Morales. No le ha publicado ninguna. Hace dos años que se las pasó. Paciencia, en este oficio si no tienes paciencia tírate por un puente. En San Andrés, en el Monterrey, la plática de siempre con Fernandito. El inminente temporal...

En Santa Cruz, en el nuevo bar de Nally (mejor dicho, de su hermana Claudia, en la calle Salamanca) me habla de un colega, dice que es un trepa. Bueno, busca cobijo entre la burguesía, que es la que maneja los billetes. Por lo demás es un escritor con recursos de organillero y un fondo evangélico al que no se le puede quemar la calva así como así. Me pregunto quién de nosotros no es un trepa. A ver, levanten la mano los que no son trepas. Vaya por dios. Un bosque de manos alzadas. Ni un solo trepa entre nosotros.
Qué bien. 

La alemana, nueva visita, sube el valor del cuadro con la figura de la ex modelo. La modelo me dejó, no quiso saber más de mí, porque no intenté comérmela. Supongo.
--¿Tú eres maricón? --me preguntó.
¿Qué hombre no lo es?
--No.
--Pues lo pareces. Adiós.
Sentí no habérmela comido. Imagino ahora sus costillas fritas. Qué pena. Perdí el manjar, perdí a la modelo.
Estuve a punto de decirle a la alemana que se lleve el cuadro. A veces no quiero verla ni en pintura (a la modelo; a la alemana todavía la soporto).
Pero no me gusta cómo la berlinesa mira la figura del cuadro, casi con odio. No entiendo por qué lo quiere comprar. ¿Celos? ¿quiere deshacerse de una rival? Dos polvos y ya siente que yo soy su posesión. Y no sé cuándo habrá un tercero. Sufró el síndrome del Príncipe Genghis, o dicho de otro modo, lo mismo que sintió el protagonista del cuento "La fiesta", de Antonio Bermejo. Se me han quitado las ganas de mujer. 
--No, ese cuadro tiene dueña. No está a la venta.
Ni se lleva el cuadro ni un rato de amena sexualidad. Se fue enfadada. Doble trabajo, dicen.

Yo escribo como un bufón (del mismo modo que Rojas, por poner un ejemplo, escribió La Celestina). Ya no sé hacerlo de otra manera. Pero procuro vivir como un hombre, en el humano animal sentido de la palabra. Si escribiera cómo vivo, sería un aburrimiento. Todo, o casi, carece de importancia. Ausencia de momentos gratos es lo de menos. Lo importante es que no plagueen los momentos ingratos, y si vienen plantarles cara. Unos no te devuelven el libro necesario para hacer un trabajo, tú no devuelves veinte euros, y así nos va. Etcétera. Más sufrió el ladrón, criminal y poeta Villon en un foso, el mejor poeta de Francia. 
Aquí tenemos a Venanceo, que no fue asesino ni ladrón, sino apenas un buen hombre y un poeta genial. Villon estuvo tres o cuatro siglos olvidado. Venanceo no lleva aún un siglo. En la hora canaria. 

Andrés Chavés habló ayer de un enemigo maricón que follaba soldados en el parque. Un maricón osado. 
El de la novela de Block es más retraído, casi autista, homosexual a su pesar. De niño vio a la madre muerta en la bañera, con la venas cortadas con la navaja de afeitar de su marido. El chico, ya de mayor y viviendo con la chica que asesinaron, la ve a ésta muerta, hecha un cromo de sangre. La novela no descubre lo que sintió el niño cuando vio a su madre muerta. Se puede leer entre líneas.
El asesino es el padre del chico homosexual. Pastor evangélico. La joven lo seduce --lolita con complejo de Electra-- y el evangélico termina matándola. El argumento aquí es pobre, mal bordado. Ni el autor ni Mat Scuder se dan cuenta de que el asesino es el padre legal. El hombre que le encarga a Scuder investigar cómo fue la vida de su hija antes de morir, es el asesino.
En Edipo, el hombre que investiga es el asesino de su padre sin él saberlo. En esta novela, de haberse resuelto como propongo, el asesino sí sabe lo que hizo. Por qué contrata a Scuder queda en el misterio.
La novela tiene otros bebedizos más sustanciosos. Conecta más o menos directamente con Crimen y con Un camino a través del infierno y con La posesión...  Y en un tercer plano con Marlou Diesel, otro asesino. Scuder lee de pasada cómo matan a un taxista  con una ganzúa, violando el espacio de proteción del chófer. 
Ah, ganzúas. 
Stevenson escribe la biografía, denostando al personaje y elogiando su arte (como cuando dicen qué buen cirujano fue Jack el Destripador).
Seguramente fue un trabajo de juventud, antes de que nuetro inglés conociera a los elfos, ajenos a criterios morales, que le dictaron casi la mitad de sus mejores obras. 

En fin, los mirlos sufren ahora los disparos de las escopetas de balín. Así guarda un vecino su jardín huerto ecólogico.
 
 

lunes, 25 de agosto de 2014

Se queman los últimos cartuchos de agosto. Aquí y allá. De aquí para allá y vuelta a empezar. El tedio no está fuera, aunque también. Es una enfermedad interior. Todo me molesta.
Me molesta que un camarero me pregunte si no me gustó la comida.
Me molesta que el sujeto que me llama por la mañana me pregunte si estaba durmiendo o qué. ¿A ti qué te importa, belillo, si duermo o me ducho o voy de putas? Primero pórtate como un hombre y luego pregunta. Ya veré si contesto. Mejor el tedio que soportar que te metan un dedo en el ojo.

--Bueno, te hace compañía --se refiere al gato, es la vecina. Tiene buena intención. Al diablo las buenas intenciones. Me chirría en los oídos la palabra "compañía", y "animal de compañía", más aún, y "mascota" no la soporto.
Mi registro de palabras mengua. Mejor. No hay mucho que decir. Entre cantar las boberías de siempre o callarse, la solución es hablar en arameo con el gato. Su compañía me interesa poco. A veces incluso lo ahuyento, soy más grande que él, para que no me ande molestando. Y a veces lo dejo que moleste, me entretiene, me hace compañía.
--Relajate.
Vale, me relajo, ¿qué más ordena el señor?

Ayer con Jose, paella en su casa, y ejemplares únicos. Seguimos.

Otras cosas ni las cuento. Se me está agriando el carácter. Soporto a muy poca gente, y no mucho rato.

Agosto.

domingo, 24 de agosto de 2014

La alemana avisó que llegaba a la una. Llegó a las doce y media. Le abrí. Quería ver los cuadros. Se quedó fija en una modelo. Quería comprar ese cuadro. Ya tiene dueña. No la convencí. No me compró ninguno. Ni por el Banco del Tiempo.

*
--¿Sigues enfadado con Ramón?
Sería como estar enfadado conmigo mismo. Deploramos en los demás lo que nosotros somos en lo más profundo. Hedor primitivo. Emanación fétida del pueblo. Ciudadanos con honra pero sin honor.
No, no estoy enfadado con nadie. No es saludable. Que le vaya bien, que se saque la lotería, que el libro lo ilumine, etc. Lo que siento es que veo menos a Sita, mejor fotógrafa y mejor persona que nosotros dos.
*

Me cago en la prosa. No sirve sino para contar uno la vida. Qué putada.

sábado, 23 de agosto de 2014

parentésis

Aprovecho que la musa de las coplas y décimas se fue con otro, o con otra, para volver a la prosa, estado civilizado del humano ser. Los animales hablan en verso.
La constelación del trabajo DE SANTA CRUZ A SANTA PUS está aún por construir. La antesala es una pirámide escalonada, de tres pisos, cada piso con tres obras, y unos cimientos donde caben más de tres. He escogido obras que me han entrado por los ojos, los oídos, los poros y otros huecos de la mente y del cuerpo y se han quedado navegando en mi memoria, intelectiva y emocional. Sentimientos ya no tengo, o muy pocos.

Escalón superior

Crimen / Cucarachas con Chanel / El Cafetín
*

Escalón intermedio

Puerto Santo / Un camino a través del infierno / Secretos de Cuba

*
Escalón a ras de tierra

Retrato de Marlou Diesel / Ensalada de Canónigos/ Ídolos de bruma

*
La relación de obras que están en los cimientos aún no está cerrada. Los entrelazados verticales entre las diversas obras, está aún en proceso de reflexión.

Bueno, espero devolverle a alguien unos cuantos libros dél que no me interesan gran cosa (hay libros que merecen el fuego o el contenedor o alguien que los transforme) y que  me devuelva, a cambio de un tiro si hace falta, el que me tiene que devolver. Si el valor de sus huevos lo basa en no devolver ese libro, ya conocerá lo que es aceite hirviendo en invierno. Como me llaman Chito.

Bueno, espero que la musa se divierta, y me eche de menos y vuelva a mis brazos otra vez. No soy celoso. Los humanos hablan en prosa. Los animales necesitamos el verso. Es nuestra condena.

miércoles, 20 de agosto de 2014

aproximaciones... 6

A Nicolás Estévanez y su almendro que tanto hizo reír al poeta Unamuno. Dicen.


Retrato de Marlou Diesel
Marcelino Rodríguez Marichal

Comienza el libro
con el eco lejano
de otro relato,
del negro Sullivam.
Una china en puerto
arrojada al mar,
frustrado sentimiento
el verbo amar
yace ya muerto
entre las aguas.

Termina apaleado
en un bar
de mala suerte,
tirado en el suelo,
pateado
Marlou Diesel.

Entretanto
huye gente,
buscan un barco.
Otros pagar
ir a un encuentro
sexual.
Una mujer
despierta celos,
se va
con otro.
Pierde Tenerife
con Las Palmas.
Etcétera.
Pides calma.
Hela aquí

con luz azul
y puerta izquierda.
Cinco euros
la carrera.
Una rata
en la carretera.
No sé si existe
tal animal
sobre el papel.

*

el relato "El derbi"

El partido a punto
de empezar.
Su amante,
deliciosa pelirroja
en la puerta
del piso.
Se va.
Marlou se vistió
de desnudo sin vergüenza.
La pelirroja
quedó
con un amigo.
Me tengo que ir.
Se puso carmín
en los labios.
Marlou se dispuso
a oír
la radio.
Recuerda:
no hablar de amor.
Córner
del Tenerife.

Sonreía en la cama
como los perros
la pelirroja,
braguitas negras,
zapatos negros,
tacón su andar
las uñas pintadas
de los pies.
Gol.
Uno a cero.
Calle abajo
la chica de Ipanema.
¡Qué carajo
un amigo!
Los amarillos
cruzan las piernas
de su amante.
Bragas negras,
uñas pintadas,
frases enigmáticas.
Sobre una alfombra
animales salvajes.
Los ricos no perdonan
el toque de queda.
Caen en Pamplona
bolas de hielo. 

*

Este trabajo nace de la inmanencia, el acercamiento a las obras sin tener en cuenta nada de sus autores. La casualidad, la causalidad, el azar, la necesidad, quién sabe, sin embargo cuela en ocasiones  la intervención, fantasmal o real, del autor. En este caso en un segundo plano.


Alejandro Suárez,
hombre cabal y valiente.
Le debo un servicio,
me ayudó a cazar la rata
con la que no pudo el gato
Lucas. No por no intentarlo.
Una y otra vez acorraló
al intruso roedor.
De todos los asedios escapó.
Llegó Alejandro.
Por la puerta entró.
Nada.
La rata se esfumó.
Llamó Marcelino
preocupado
por mi destino.

Final feliz,
por ahora.

lunes, 18 de agosto de 2014

Aprox... 5

La posesión
Isaac de Vega
(cuatro momentos)

Esta es mi posesión.
Fueron luchas 
con hermanos,
primos, allegados.
Luchas a muerte
y mía la victoria.
Fui el más astuto,
el más fuerte.

Valió la pena
la sangre
que corrió.
Mi posesión
está entre montañas,
en una llanura rojiza
con tres aldeas
que también son mías.

La más importante
rodea mi palacio.
Aquí está la iglesia.
Sustento al cura
y lo invito algún domingo
a comer en mi mesa.

2
No hay persona
que me sea fiel.
Acaso mi administrador
que nada vale
como hombre
y un muchacho
a quien di estudios.
Será quien me herede.
Es honrado y franco
y no conoce el lazo
que nos une.

3
--Son ustedes muy dueños
de celebrar fiestas.
Únicamente pregunto
por mi libro. (1)

--La gente tiene hambre.
Estaba ahí el libro.
Tenían hambre.

--Yo no soy vuestro padre.
Nada me obliga a mantenerlos.
Ese libro es mío.
Ustedes no me son nada.


4
Ya es de noche
cerrada.
Camino solo
en la noche,
con mi afán, mi fuerza.
Camino solo
por este campo mío,
el único hombre
en esta tierra 
de cobardes.


*
La posesión ocupa un lugar en los cimientos de este trabajo, visto como un zigurat. Su personaje está relacionado directamente con Mat Fernández, de Un camino a través del infierno. El relato, en oposición, con Puerto Santo, y en connivencia, con Marlou Diésel, marcado éste por la frustración, la cobardía, la envidia, pobre de alma.
El pirata de Secretos de Cuba es valiente, pero doblegado por la crueldad y, por ende, el arrepentimiento. Nadie se puede sentir orgulloso de matar a un niño. ¿?
El paradigma de la cobardía no está en oposición, sin embargo, con la valentía, en esta constelación de obras, sino con la ausencia de lujo para permitirse la opción entre ser cobarde o valiente. Caso del pescador en Puerto Santo.


(1) En el relato original de Isaac: una vaca, no un libro.

domingo, 17 de agosto de 2014

Aproximaciones... 5

Cima del zigurat

Crimen, Cucarachas, Cafetín.
Tres sustantivos, diferentes naturalezas.
Sueño, Realidad, Muerte.
Tres percepciones del mundo
y de la vida, y en la Cábala
una sola letra. La necesaria letra
en una tierra de cobardes.




*

Un remo

Puerto Santo / Sor Milagros

Un remo en una es un arma
defensiva,
en la otra un arma asesina.
Un libro no devuelto
delata la falsedad de un amigo.
No vale ya defensa, y el asesinato
dejáselo a los pobres diablos
en esta tierra de cobardes
burlones. Machangos
en la comedia del arte.

jueves, 14 de agosto de 2014

aproximaciones... 4

Retrato de Marlou Diesel
Marcelino Rodriguez Marichal

Introducción
o Prolegómeno para un romance


Entender Marlou Diesel,
este pequeño libro,
no sabrás si no sabes
el símbolo.

Ideograma del mundo.

Palo del sexo,
palo del dinero,
en cada carrera
ganas un cuento.
Entre aire y agua,
entre tierra y cielo,
¿qué nos separa
del mar del puerto?
Un mapa en un espejo,
una carta de mujer,
oros con espadas,
sotas en la noche,
caballos, reyes
y un tres de basto
en una cuadra
de Tacoronte.
Aquí nació El retrato,
sé su misterio.
Ciudad de La Laguna,
cota 600,
se ve Las Palmas,
un barco en el puerto.


*
Sobre este trabajo

Las buenas obras, señores,
son frutos del pensamiento.
Las pienso como las hago
para escribir lo que pienso.

No me digas tu verdad,
dijo el poeta Machado
--filósofo Marinaleda--,
sino la verdad de lo cierto,
el camino que se va
en el espacio y el tiempo.

El espacio, Santa Cruz
de Santiago; y el tiempo,
entre que llega un hombre
que mató a un niño 
en alta mar del Caribe
y una cucaracha con Chanel
en el baño de una estancia.
Puerto Santo entre tanto.
Cuba une las dos obras
antes de saltar a ver
El cafetín de Isaac:
puerta de Crimen:
Hijos de elevada
orgía matrimonial:
Marlou Diesel,
Camino por el Infierno,
Ensalada de canónigos,
Ídolos de bruma,
El fuego de siempre,
cuentos de Antonio Bermejo...
y un fulgor en el barranco.

Esto, señores académicos,
y señoras de la limpieza,
es la constelación de este
mi trabajo. Todo gira
en torno a estos planetas,
soles y satélites.
Sigo, de oídas, enseñanzas
de Blas Cabrera.

Sé que me he metido
en un fregado.
Chaxiraxi, madre del Sol
canario, me ilumine.
Yo encantado.
*

fe de erratas.
En la entrada anterior, donde dice "final de la novela" debe decir "moraleja de la novela". El título "final de la novela" corresponde a:



Pasé mucho tiempo
entre los muertos.
Me vio alejarme.
Soy el mismo. Cierto.

Quiero besarla,
regreso a casa.

--Es un peligro
la esperanza.

--¿Quién no necesita
algo en que apoyarse?

--Nunca llegarás.
Ya es tarde.


miércoles, 13 de agosto de 2014

Aproximación en versos...

Un camino a través del infierno
Javier Hernández velázquez


Inicio de un camino

La primera prenda
que cogí a mi paso
fue aquella niña
de seis años.

Cuando tiras piedras
te equivocas
o aciertas.

Callarse la boca
es lo que cuenta.

No merece la mentira
respuesta.
Y la verdad
respétala,
silencio.


Vicente Chinea

Vicente Chinea, qué raro,
quiere ser el presidente
con apoyo de su gente;
en tierra de los marranos
el cochino manda siempre
y más si es cochino negro.
Camino por el infierno
es cosa que hay que leer
si es que quieres conocer
lo que es un goro por dentro.
*

Escena con arrorró

Saca doscientos,
déjalos caer
en mis blancas manos,
verás qué bien.

Un sobre blanco,
flejes de cincuenta,
horrible es la vida,
eso es lo que cuesta.

Jóvenes y guapas
las de las mamadas,
togas cocaína,
cómo la esnifaban.

Cosas terribles
por las paredes...
Duerme , mi niño,
no te atormentes.

Ombligo de bronce,
corazón de márfil,
¿qué me ofreces?
--duerme, mi niño, duerme.
*

Literatura comparada

Un rufián
(parlamento de Centurio en La celestina)

Mándeme usted, señor,
cosa que yo sepa hazer;
matar a un hombre, cortar
una pierna, o harpar
el gesto de quien se atreva
a ygualarse con usted.
Señor, yo le juro por
el santo martilogio
que estoy contento tenerlo,
contino es lo que pienso.


Filosofía política
(parlamento de Areúsa en Celestina)

¿No te dio Dios dos oýdos
y dos ojos, y no más
de una lengua, por que sea
doblado lo que tú vieres
y oyeres, y el hablar
sea menguado? Confiar
que guarde otro un secreto
(aunque hables a un amigo)
es desconocer que tú
no lo has sabido guardar.



Retrato de VCh
(Elicia, Celestina)

Hideputa este pelón,
mira cómo se desasna,
quién lo vio ir a las aguas
con su cavallo en cerro.
Hoy que se ve medrado
con calzas y buen sombrero
se le desata la lengua.

--¡Mira el poder que tengo
que dejaré bien jodido
al que me pise la tierra!

La tierra se la robaste
a los viejos campesinos;
Ya no plantan el pepino.
Blas Cabrera, ¿te enteraste?
*

Atmósfera crítica

¿Qué sutil es el dinero?
¿cómo cambia las ideas?
¿Ya dejó nuestro Chinea
su rabea al oro negro?

Mas esto no está en la novela
Camino por el infierno
como anunció Palarea,
en paz descanse este hombre
que de malo pasó a buenas
y que en buenas se le nombre.

Y a Javier su novela,
barco de quilla negra
con motor de Alemania,
abriendo y cerrando puertas
con la pistola marcada.

Las luces borran las sombras,
el sol seca los charcos,
hablar con palabra visible
supera los simulacros. 

*

final del infierno

No confíes en nadie:
es la lección que aprendes
si una amiga del alma
daña lo que más quieres.
 


*
Semántica del dinero en la novela

Es el dinero la vara
que levanta las casullas,
donde hay dinero hay pullas
y donde no hay no hay nada,
nadie toca nadie canta
ni la isa ni la folía,
a todos entra manía
de estar todos apenados.

Mientras, los ricos viajan
en coches descapotados
desde el muelle a Vistabella,
y en noches de luna negra
follan bajo las estrellas.
Entre ser pobre y ser rico
no hay que dudar la apuesta.
Baila Muerte con todos,
pero mientras vamos vivos
unos bailan en el lodo
y otros tiran las tiros.

*
Observación al margen

Según le pongan o no
algo de lejía al texto,
dijo tópico un rumbiento:
"es novela de género".

Levántate y anda, Homero,
tráenos género épico.

A ese claro pendejo
en esta obra de Hernández
hay una jama, no la aconsejo,
que lo deja pa vinagre.

Miller

A los quince años
con el novio de su madre
perdió la virginidad
y los inocentes aires.

No es nada comparable
a un jueguecito sexual
en un alto consistorio
con un bajo concejal.

Qué cuello de guillotina
con la cuchilla de Kant,
cacarea la gallina,
reponde el pavo real.

domingo, 10 de agosto de 2014

aproximación en versos a la narrativa isleña (II)

Puerto Santo
Juan Royo Iranzo



Llegó un fantasma a Santa Cruz
y asustó a toda su gente.
Los principales, qué indecentes,
escaparon al buen tum-tum
(¿quién quiere la mala suerte?);
los demás, ordenadamente,
más o menos, buenamente.
Aquí quedó un pescador
y entre otros una diosa
de la calle Miraflores.

Mientras la dama soñaba
con dineros y folclores
sufrió el fantasma un golpe
del remo del que pescaba
un cherne que en vano hablaba
lejos de lindos amores
que no son más que mentiras.
El hombre lo mira mira
suplicando al pescador.
Quién lo ve y quién lo vio.

Pidiéndole compasión;
no hay perdón cuando hay temor,
y aquel mártir fediondo
se hundió en el mar hondo
y muertito se quedó.
El hombre se perdió de vista,
uno más entre otros cuantos.
López Torres otro de tantos,
no vamos a pasar revista.
Una cosa es la política

y otra es andar jodiendo,
unos vivos están fediendo
y otros los versos escriben.
Unos mueren porque viven,
otros nacieron ya muertos.

*

Aparece en este libro
el masónico edificio
que me enseñó ayer Eduardo,
el mejor de nuestros críticos  (1).
En alto, un ojo clínico,
y un sagrado subterráneo
donde entrabas ignorante
y salías siendo sabio.
Templo de los masones
que aún no es el Balneario

donde Teresa bañó
su izquierdismo sedentario,
ni la calle Miraflores
donde ya no está la ámbar
que enamoró a un general
con sus toques de cintura
y su mirada sensual;
ni la plaza, ni la nombres,
que agoniza en la Rambla,
qué bello fue el escenario...

Volvamos a Puerto Santo.
Es la ciudad Puerto Santo
en la novela de Royo,
Juan delante, tras Iranzo,
con portada de Ramón:
un cherne que nos comimos
con el sal del himalaya
en casa de La Muralla
que en herencia me tocó.

*

Hay más en la novela
que ya tengo en la memoria;
que me examinen doctores,
me sé toda su historia.
En cementerio bombardeado
que hoy yace cerrado,
los hechos que allí suceden
Royo los cuenta con gracia,
mejor reír que llorar
de lo que fue inevitable.

Nuestro autor como Aristófanes
muestra al sócrates desnudo.
Y ahora, buenos lectores,
pasaré a Javier Hernández,
Camino por el infierno
estará en siguiente parte. 


(1)  Eduardo García, del blog El Escobillón. No me refiero sólo a las islas, sino también al resto de España, donde otro crítico mejor es García Martín. En el blog La Arcadia.


viernes, 8 de agosto de 2014

Aproximación en décimas...

Cucarachas con Chanel
Dr R (JRamallo)


En la estantería jallo
Cucarachas con Chanel,
tres historias hay en el
libro JRamallo.
Una historia es como un rayo
en medio de un temporal,
entre máscara y sedal
se mueven los tres relatos,
a cada cual más ingrato
porque es pura realidad.

*

La historia de un niño muerto
también nuestro libro ocupa,
y narra la desventura 
un periodista diestro,
con comentarios de altura
procedentes de lectores
como perros ladradores
contra impresunto asesino,
todos son jueces sin tino,
ignorantes sabedores.

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En otra parte del libro
más que historia hay ropaje
de encontrados papelajes,
unos mustios, otros vivos,
etiquetas de brebajes
que mueven el engranaje
desde un panóptico altivo,
punto cero realismo,
Sol en nuestra narrativa
de estas canarias islas
entre el fango de ahora mismo.


Arropa los atavismos
de las otras dos historias
que ya están en mi memoria
hasta el día del abismo,
cuando se pare esta noria
que no cesa matar niños.
Unos se ahogan en ríos
de las guerras turbulentas,
otros sin darse cuenta
se nos caen del columpio.
Puede matar un columpio
porque todo es una guerra.

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Las tres personas del verbo
ha convocado el autor.
A las claras hay un yo
mostrado en él con acierto,
así lo verá el lector
si es que mejor quiere ver
las andanzas de Gabriel.
Quienes quieran conocer
un Santa Pus por dentro
que vaya directo al centro,
no hay tiempo que perder. 

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La buena literatura
nos redime de ese nombre,
como redime a los hombres
armar sólida estructura
y sin palabras que sobren
sobre pantalla o papel.
Un sabio a decir fue
que la palabra cultura
dejásela al caradura
que lo que sabe es joder.

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nota: Hace algún tiempo, aquí lo conté, tuve la idea de iniciar un acercamiento a la narrativa de la islas teniendo en cuentra diversas obras que algunas (Cucarachas con Chanel, Crimen, El Cafetín...) han marcado mi sentir de lector, y otra menos pero que también viven en mis recuerdos. Estas décimas son el incio del acercamiento a la obra de mi amigo. En proxima entrada, diosmediante, abordaré también otros títulos que ya tienen sus decimas. Salud.