sábado, 31 de octubre de 2015

Néstor

Valió la pena la subida de ayer a La Laguna. No pude hablar con Ignacio, pero vimos cuadros de Nestor de la Torre. No sólo hay que quitarse el sombrero. Genial pintor. Robaría esos cuadros si no cometiese delito y si pudiese hacerlo. Jose y yo encontramos luego un sitio de manjares. Brindamos por Néstor de la Torre y lo conjuramos para que esté con nosotros en la acción clave que nos aguarda. Néstor y Velázquez. Por ahora, no necesitamos más.
El acto enfrente, mejor crónica haría si no tuviese algo de prisa. Me aguarda el Guimerá. Tres obritas de teatro. Me acuerdo de Jordi. Al contrario que a Carlos Alarcón, Jordi encomió la obrita que publiqué aquí y tal vez, algún día, la vea representada. Espero que con buenos actores. Me lo merezco.
Y más me merezco pero por ahora está bien. Con la imagen de una mujer con un velo sobre los brazos. Viejo, qué pintor.

jueves, 29 de octubre de 2015

Cita

Mañana línea de naufragio en La Laguna. Hablé con Ignacio Gaspar. En la literatura canaria Ignacio es relevante. Su obra hace bueno no sólo que el estilo es el hombre sino que el estilo es la tierra. Si tuviésemos, en nuestra vida cotidiana, un estilo poderoso, que justificara y resucitara la idea de patria, incluso de nación, habría que buscarlo en 485 años después del años de la nana. Que Ignacio se interese por tener un cuadro mío, me llena de orgullo. Un motivo más para creer que lo que pinto no es baladí. Lo que pintamos. Hoy me siento como si el viejo Tigre y yo fuésemos un monstruo con dos cabezas. Compenetradas. Tácitamente de acuerdo en los detalles diabólicos y en camino hacia Dios, que es el saber y la salud y el amor y el único destino que vale la pena, aunque nunca lleguemos. 

Hoy pasó mi amiga por casa. Digo mi amiga como paradigma. Única. Y supe que tengo que decirle a Bacon que es hora de irse. Bacon es un gran pintor, pero es un desastre humano. No me conviene. Pero quién se atreve a decirle nada. Pintó un cardenal, o un papa --no recuerdo-- alimentándose de un cuadro de Velázquez. Yo vi ese cuadro en Madrid. Llevaba conmigo la novela El negro. Vi a Vargas Llosa. Por timidez no le di el ejemplar. Se lo mandé a Juan Cruz, cuando era editor. Con el pésimo gusto de llamar la atención como escritor. Como si nada. Hoy lamento no habérselo dado al hombre que ama a una mujer filipina. 

Mañana, Juan, hora de encuentro, seis y media. En el bar del herreño, comienzo de la calle La Rosa. Visita a la dama que vende los lienzos. Y luego subida a La Laguna. ¿Vale?

miércoles, 28 de octubre de 2015

ayer

Ayer noche en San Andrés. La motorización tiene sus ventajas. Te aburres en casa, no sabes si llamar al teléfono de la esperanza o al de la fe, y te vas a San Andrés. No a la playa de Las Teresitas a contemplar con otro par de ojos, en el asiento de al lado, la luna casi llena. Bello espectáculo, no se cansa el poeta de la imperfecta luna. La belleza tiende a la fealdad y la fealdad a la belleza. Esto lo sabemos en RealismoPuntoCero, y ahí radica nuestra revolución pictórica, teatral... y, dentro de poco, escultórica. Tendemos a ampliar horizontes. Ya hubo conato en el camino de Oz, con el espantapájaros desnudo y después vestido y vuelto a desnudar, etc. El ciclo es circular, nunca termina. Cada movimiento se repite, como la historia en opinión del hombre que escribió Zaratustra. En fin, no fui a enamorar con ninguna a la playa romántica de Santa Pus. Sino a casa Chani. Allí con el Chicharro. Un gato y un chicharro juntos. Animada la cosa. Lo mismo que si hubiera estado con una profesional haciendo estudios de la luna en la playa. Nada puedo contar. Aquí no.

Y el viernes próximo, Dios mediante, Agustín Pacheco presenta un libro, de edición peninsular, frente al Obispado en la ciudad del Cristo. La cosa promete. A ver si veo a Juan por arriba, que no conté que me trajo a Chéspir de Inglaterra y, con el dramaturgo inglés en casa, los poemas de amor me salen hasta cagando. Que gran genio el pequeño Chéspir. 

Fiebre pictórica. Planes con el Tigre. Velázquez nos está rondando. Está cerca, viejo. No vamos a superar al hombre, pero el buen pintor que fue Velázquez estará con nosotros --anoche me lo dijo-- en el trance que nos espera. Con tal compañía, gloria al lienzo. Seremos cuatro, por lo pronto. Tú, yo, Velázquez y la modelo. Perfecto. Perfecto en la matemática imperfección que mueve nuestros logaritmos.

Nestor de la Torre también nos espera, También en La Laguna. 

martes, 27 de octubre de 2015

Semana caliente

lunes.

Buena noticia. Sergio Barreto gana el Premio de Novela Benito Pérez Armas. 12.000 pulgas no es hacerse millonario pero da pa tapar algunos agujeros. A Sergio Barreto, pinta de romántico alemán, y más que pinta, dibujante excelente, poeta del conocimiento, exhaustivo, incisivo, le tengo aprecio desde que lo conocí ha tiempo y lo he tratado. El otro día fui a oírlo al Ateneo de La Laguna. Su conferencia era sobre la literatura canaria actual. No me nombró, tampoco a Agustín Pacheco, que estábamos allí. Se quejó de no sé qué condiciones que nos tienen arrinconados. Nos arrinconamos nosotros porque somos pollabovas. No me digan que la culpa es del godo. Eso dijo, si no le entendí mal, el otro día arriba en La Laguna. Seguro lo entendí mal. La sordera acompaña ahora al diente flojo. 
También habló de otro poeta muerto en tristes notoriedades. Le pregunté si el pobre poeta era algo más que un poeta menor. Sergio demostró que no, que no es un poeta menor. En todo caso, es la obra la que importa. Lo demás es necrofilia. Necrofilia platónica, sombras en la pared de la caverna. La caverna que es estas islas.

Colección Animal espera, con ansias carnívoras, que salga pronto a la luz la novela de Sergio Barreto. Letras Arias afila los dientes. (El flojo también.)

lunes, 26 de octubre de 2015

esperando a Isa, en Ático 13

(autor de las fotos: el viejo Tigre)



investigación mutua
  

No me hables de la valentía
si no has sufrido la cobardía.
No me hables del amor
si no has gozado el odio.
No te rías de nadie
si no has visto el drama,
la tragedia, el agujero
negro que inunda
al individuo
cuando dejamos de ser
y creemos ser.





las edades de la especie


Quien no llora con sus lágrimas,
que no ríe con su boca,
quien no besa el cuello de Isa
no hable de filosofía,
ni aunque se llame Schopenhauer.




hablando en arameo

El viejo Tigre y el joven Serpiente
buscaron los confines de Isa
entre la noche y la madrugada,
más bella que los jazmines
en la memoria de los tiempos.

Una mitología enciende sus ojos
tan bellos que Rubén Darío
cambiaría sus viejos versos:
Feliz quien somete su fuerza
a la mirada, a los labios,
al cuello, al torso, a las caderas.
etcétera, de Isa, mujer
en Ático 13.



esperando a Isa


Así se llamó el cuadro
que el Tigre hiló y la Serpiente:
esperando a Isa.

Se inició con Descartes,
la razón nutrió los cimientos del cuadro.
Pero la razón llevada al absurdo infinito
restablece el origen: en el principio era el caos.

El tigre con sus garras saltó sobre la presa
y se hizo el caos, y del caos, sorpresa,
llegó la luz y el viejo Tigre
separó la luz de la sombra.

Llegó Isa. 

Un invierno de oro
profetiza el verso que mi mano escribe.










jueves, 22 de octubre de 2015

cuadros conversos

fotos que hizo JRamallo de mis penúltimos cuadros





 beso real. Técnica mixta sobre tabla.

encomio al rey Felipe VI
(y a la reina Letizia)

Pienso lo que siento
y no diré más.
Desengañe Dios
a quien pinte mi besar.

*



El mirlo canta en otoño. Oléo sobre lienzo

Color del olivo,
mira mi mal,
tú eres motivo
de mi penar.

Tú eres montaña,
profundo volcán,
fuego con fuego
de todo quemar.

*



Quien llega de lejos. Óleo sobre lienzo.

Tierra caliente
vengo a buscar
con alevosía
y nocturnidad.

*




En palique con  Hopper. Técnica mixta sobre lienzo.

Si tú no quieres
no te comeré.
Ay quién te comiera
más de una vez.,

*


Ejemplar único. Colección Animal. Dos páginas.


en colores sulfatadas
en todas yo pensaré
si me saco los millones
o me haz pintor de corte
Soraya Santamaría.

.

*



Artista en sofá sin modelo y detrás grafiti Zo.O con cuadro El poeta de la luna, óleo sobre lienzo.


Cuando volví de Alemania
viví en San Andrés,
eso que dicen pueblo
y es barrio lo que es.

Es barrio de ex pescadores,
ex pastores baladores,
y en mi caso, señores,
es pueblo de desertores.

Hoy habito en La Maldad
y entierro el hacha de guerra
(no la empleo con la vecina,
eso es tener paciencia.

De esta vecina diré,
diré de aquesta vecina
que de ella sólo sé
que es una tortura china.)

La vecina de la vecina
sí que es gracia de Venecia,
a ésta le tengo amor,
a lo otra odio y pena.

A la que tengo amor
tiene de pena un marido
que da clases en Las Palmas,
allí tiene su destino.

Las noches que duerme sola
las duerme ella conmigo.

Bebemos guisqui con soda
y entre besos nocivos
tejemos las caracolas
de los amores prohibidos.

No hay calle como mi calle
ni barrio como mi barrio.
Viva la mi vecina,
la que vive más abajo. 

lunes, 19 de octubre de 2015

bonjour, tristeza

Entra en mi casa,
te abro la puerta.
Mira mis cuadros,
hoy son pavesas
lo que ayer brillaba
con alegre fuerza.
Lee si quieres
los viejos poemas,
todos murieron
del mal de la letra.
Te ofrezco una copa
de babosa negra,
ya sé que ni el vino
ya nos alegra.
Estamos unidos
en la incierta
fortuna que gira
y que rueda.
Entra en mi casa,
vieja tristeza.
Yo ya he perdido
a mi grata maestra.
Ni pinto ni escribo,
nadie me enseña.
Quédate desnuda,
vieja tristeza.
Métete en la cama,
sé mi compañera;
ya perdí a mi amiga,
soy bestia sin bella.
Entra en mi casa,
te abro la puerta.

sábado, 17 de octubre de 2015

Dedicatoria



Es fortuna a la belleza
el tener sabiduría,
tú tienes toda del mundo
en el arte que yo aprendía,
el arte que me enseñabas.

En tus manos me ponía
entre torpeza y torpeza
y tú entera me llevabas
a la verdad y la belleza.

Un alma en un alma vuela,
es continua la presencia.
Tú me abriste la ciencia
en las artes de pintar.

Tu color es agua limpia,
olor a roble del monte,
Eres todo lo que brilla
en mi lejano horizonte.

Tú eres color de la vida,
elegida de los dioses.
Yo recorro tu camino,
el camino me conoce. 

jueves, 15 de octubre de 2015

¿amor o negocios?

Yo manejando. Jose de copiloto. Vamos a Araya niños y volveremos hombres. Niñatos no. Simplemente niños, mirando las pencas, los cardones, la tabaibas y por dónde está esperando Luis. La finca está a salvo de territorio civilizado. Necesitamos guía. Recordábamos el viaje al Puerto. Hubo suerte pa aparcar, pa todo menos a la hora de dormir, las fuentes tan cerca y uno pasando sed. En fin, ahora rumbo a Araya. Acogida que nos fortalece. Y encontramos un material que puede que se convierta en nuestro secreto. Todos estos días he estado dándole vueltas a la pintura de Jorge Oramas. Nosotros todavía estamos por detrás en ese camino, pero el material puede abrirnos la frontera hacia la maravillosa pintura de Oramas. 

*
--El mejor poema que escribiste. Como dicen algunas mujeres cuando le tocan las tetas: sigue --guasapea el poeta de Los Cristianos. 
A ver si nos vemos las caras un día y hablamos de Poesía, esa novia esquiva que tanto hizo sufrir a Emeterio. 

Me coge escribiendo décimas. Escribo cinco décimas. Salvo aquí una que dice

Ay, perdí a mi maestra
en mitad de la lección.
En vez de poner atención
voy y le pongo pimienta.
No me salieron las cuentas,
ya no me quiso enseñar
el color de su collar.
Lamento al pobre de mí,
a la maestra perdí,
mis colores son llorar.


y el principio de otra:

Donde germina el amor,
allí crecerá su tumba.
Primero baila la rumba,
después baila el dolor
de ver morir al amor...



No me deja ni contar las sílabas. Berto manda otro guasap: "Stas con mal de amores. La cagaste burt lancaste".

¿La cagué? Bah, no creo. Lo peor del amor es que el objeto causante de ese mal te responda positivamente. No es mi caso. Estoy a salvo. Por lo demás, me interesa más la poesía amorosa que el amor en sí, ese tirano. No me agradan los tiranos. Tirano yo o nadie. 
Es como en un cuento árabe: un poeta, como todo poeta bueno, escribe versos de amor a la moza que quiere desvirgar. Los poemas conmueven el corazón de la chica. El poeta logra cobijarla. No sé las veces que la cobijó. Cuando se cansa del manjar, mira pa otra y a la otra le dedica los versos. La chica se queja y le pregunta dónde quedó su amor por ella.
La verdad no sé por qué lo conté, porque ahora no me acuerdo del final del cuento.

Pascal decía que el amor en la juventud y los negocios en la madurez. Como si en la madurez uno no tuviera ganas de tales y cuales. Otra cosa es perder el sentido de la realidad, el sentido común. Yo todavía no soy el capón enamorado del soneto de Quevedo pero ya sí soy esa vieja que se deja un diente al masticar un pan duro. En la cantiga de Garcilaso. El otro día me pasó eso. Como para cantar al amor.
Pues sí, mellado o pasado por una clínica dental de Dinamarca canto al amor porque eso es lo que tiene que hacer un poeta. Me acuerdo de Alonso Quesada, José Martí, Carriego, Lao Tse, Catulo... incluso hasta de Borges me acuerdo. Azufre a los poetas que no saben cantar el amor. Yo sí sé. Pero mi amada no lo aprecia. Seguramente no le gusta la poesía. 

martes, 13 de octubre de 2015

Laura

de Zo a Oz. Noche de octubre.

Viaje al Puerto
conversación con el copiloto

Canto como cigarra,
trabajo como una hormiga.
Mientras trabajo canto
la canción que tú me inspiras.

Mis versos son de los campos,
cosechas también del mar
con los tonos de Martí:
mi verso es de un verde claro
y de un jazmín encendido.

Yo soy el ciervo herido
del cantar de los cantares,
de su amor estoy cautivo
y no quiero curarme.

***

en el camino de Oz

El bolso de cuero
folló con la cartera,
la dejó preñada
de guapas monedas.

Lorena pasó,
yo no la vi;
Jorge hablaba 
del mago de Oz.

Yo le pedí
un buen corazón,
coraje, valentía
y una coliflor.

Y vi a Carolina,
me quedé boquiabierto
sin saber decirle
ni uno de los versos.

Una niña despierta
en bombilla ponía
cintas de papel
y con un pincel
las encendía. 

¿Por dónde te has ido?
¿por tierra? ¿por mar?
¿por cielo te has ido
entre luna y estrellas?

¿Cómo te voy a buscar?
¿en avión, en barco
o en tren militar?

Te busco en el Puerto,
camino de Oz;
dicen que la lata
es lo que te doy.

No tengo a mi bien.
¿Por dónde se fue?
Pregunto al machango,
yo no lo sé.

No llores más,
canta el senegalés.
Dejo de llorar
a la orilla del mar
con Dácil y María
entre camarones
y jarras de birra

mientras en las olas
Ramallo esranilla,
dibuja en el agua
la flor de la vida.


No estaba Marcelino,
no estaba Ramón,
faltaron a clase,
no dieron lección.

No fue mi discípula,
me borró de maestro.
Por su malhumor
se acabó lo nuestro.

No fue mi maestra,
me borró de discípulo.
Fui a darle un beso
y le di un mordisco.

No fue la oriental,
sí fue la africana,
Laura más bella
que el canto del gallo
antes del albor.

A Laura encontré 
al final del camino,
de su voz amiga
yo quedé cautivo. 




domingo, 11 de octubre de 2015

poema de amor



La mujer orgullosa
dice que no la ame,
y yo le digo dame
el secreto de la rosa.

Ella no me da
la rosa de Bagdad.
Qué haré yo.

Estoy tan triste
amando en vano
como un pájaro
lejos del ramo,
sin libertad.

¿Qué es amistad
si amor no da?

No quiere mi amiga
darme el perfume
de Bagdad.

jueves, 8 de octubre de 2015

Mi primo David

Mañana es la despedida en Santa Lastenia. La despedida real fue el día de la misa. Estuvo comiendo en casa de mi hermana y luego en la calle, tomando una cerveza. Nos despedimos en la calle de La Cruz, frente a la casa de Chani. Habló de un muro de piedras que estaba construyendo en una finca en los montes de Anaga. Ahí murió. Dicen unos que la patria es el sitio donde nacemos y otros dicen que la patria es donde vivimos. Ambos seguramente tienen razón. Y tal vez también acierte quien diga que la patria es el sitio donde morimos. Él eligió despedirse de este mundo en las montañas donde de niño, con su padre, fue cazador.
Podria hablar ahora de historias de la infancia y de estops últimos años. De una novela donde inspiró un personaje. Etc. Mañana en Santa Lastenia seguro que encontraré una palabra más acertada. 

martes, 6 de octubre de 2015

Poesía eres tú...

El poeta de Córdoba se me ha posado ahora en la mesanoche. No digo, como en uno de sus poemas, de uno que recibía carta de su amada y la perfumaba no diré dónde. Gesto feo. Las palabras de la amada la cierne uno en los oídos, o besa cada sílaba como si besara sus labios, pero no se las pasa uno por las partes. Hay que ser depravado. En fin, también hay arte depravado. Yo he sido muy aficionado a ese arte. Si Einstein tiene razón, el infierno tiene una zona en la que se junta con el cielo, una zona residencial, donde se vive con más fervor que en el infierno, donde se sufre demasiado, o que en el cielo, donde se goza demasiado, hasta el hastío. Esa zona fue el antiguo Paraíso. Si algún día estoy allí, sé por qué será. O mejor dicho, sé por quién será. Pero de quien estaba hablando es del poeta de Córdoba. Un espíritu exquisito y un alma noble, como yo. Yo lo imagino más atlético, capaz de subir un himalaya en invierno. Vívía muy respetado en Córdoba, en el imperio omeya, hasta que llegaron los bereberes y saquearon y se apoderaron de la ciudad. De los bereberes, aparte de ponerlos verdes cuando los nombra, dice que sus mujeres no aceptan al hombre que las ama si tal hombre no se pasa un mes diciendo en la plaza pública que ama a fulanita. Sólo entonces fulanita se casa con ese hombre.
El deseo de decir el nombre de la amada, y la mesura de contener la boca, también está en el árabe poeta. Luego otros poetas, como el arcipreste de Hita, vertieron humor cristiano, cruel y furibundo, sobre las exquisitas frutas de la gramática árabe, pero no pudieron matar un perfume.

El otro día me visitó Hopper. 
Con un almanaque de hace dos años, con estampas del pintor, hice dos cuadros que se compenetran. Como los fantasmas no pueden asir el pincel, lo hice yo. Él me señalaba el tubo de color, y yo derramaba el color por dónde él me decía. Se transformó a sí mismo. En cierto modo, se elevó. Los dos cuadros son suyos. La pincelada es mía. 

Que no la vea quien motiva otro cuadro. La pincelada. Llevo meses batallando con esta obra. Primero fue el amarillo, luego el rojo de la rosa y después el blanco de los lirios. Te acuerdas, Viejo.
Ahora es el azul claro y un jazmín violeta. Está tomando forma el cuadro. Yo sé quién mi ilumina.
No sé si soy bereber, pero guardo el nombre. El poeta de Córdoba sabe por qué. Lo llevaré a Oz el día 10.

lunes, 5 de octubre de 2015

otra cuenta atrás

Leo al poeta de Códoba del siglo XI. Está muy bien. Es un poeta civilizado, enemigo de la barbarie. Los poemas de amor no pueden ser de otra manera. El cinismo de la celestina vendría después, con Calixtto caliente buscando los favores de la puta vieja, para desflorar a la gacela Melibea. Con La celestina el amor muere. Que mueran los enamorados es un acto lógico, trivial. El amor sólo sobrevive como doble locura, la de estar enamorado de una fantasmagoría. El poeta de Córdoba (¡Dios lo haya perdonado!) habla de estos casos en su libro. El amor imposible, el que puede sentir un cochino por una gacela, es el que me interesa. No sólo la gacela merece piedad. También los cochinos merecemos. A cuenta de esto, ayer escribí no sé si llamarlo oración


Me deja mi amada
solo y a oscuras.
Me convierto en ave
en días azules,
en noches violetas.

Ahora qué
inventaré yo
a ver si mi amor
se acerca.

Me convierto en burro,
rebuzno mi pena
al ocaso del día.

¿Adónde voy?
¿Qué senda me aguarda
sin hierba ni vos?

Me convierto en pez
de aguas profundas.

¿Qué haré yo?
Si mis cuencas de los ojos
no estuviesen secas
mi llanto regaría la calle
y pondría triste a las flores.


En fin, sobre la mesa del patio, el libro que me dejó Dr R para ejercitar la disciplina. Antiguo oficio el de podar manzanos. Bien estaría la sidra el día 10 de este mes en el Puerto. Camino de Oz.
No sé si usaremos escobas y escobillones como pinceles. Estoy pendiente de la magia del Tigre.


domingo, 4 de octubre de 2015

ya que me tratáis así...

Yo soy el poeta notorio
que cura todos los males
sin lavatorios ni infusorios
ni supositorios;
sólo con la palabra
escrita en los talismanes,
solo con el verso
curo todos los males.
Y no lo hago por dinero
ni por lentejas.
Todo lo hago por la gloria.

A esta oratoria de un triste de amor en un cuento de las mil y una noche, un enamorado de una princesa, a quien la princesa despidió airada el otro día..., habría que añadir uno de los poemas aborígenes (traducido al cristiano) que conservamos en la historia de la Poesía canaria:

¿Para que quiero gloria ni fama
si mi amiga no quiere mirarme?

Y ahora no es una sino que son dos. Ayer en la playa le quise dar un masaje tailandés a mi otra amiga del alma, y me mandó a freír vientos. Ella manda y yo obedezco. Todavía estoy averiguando como se fríen los vientos. Pero lo que me preocupa de verdad, aparte de que me dejaron roto el corazón, es quién me lava ahora las camisas. Es verdad que ninguna me las planchas, lo cual significa que no están muy enamoradas. No importa, me conformo con poco y con tener la camisa limpia. Lo que es duro es no tener a ninguna cuando llegue el invierno... ¿quién me dará calor en invierno?

Hice una visita a Dr R. 
--Y eso que la primera obra poética que publiqué, hace más de cuarenta años, que se dice pronto, se titulaba Andrógino invisible...

Berto seguro que se acuerda de esa obrita. Tuvo secuelas en el cuadernillo Proserpina, editado por Roberto Cabrera y Olga Luis Rivero, y La Dama es una trampa, publicación que trabajó Alberto Linares con devoción al poeta, cosa que le agradezco, pues sé que Berto me tiene como lo que soy, un poeta notorio. Tenía intención de publicar aquí algunos poemas de Andrógino invisible, pero vi el último de esa obra, uno que empieza más o menos

Te espero con el bastón
en el chaplón de los caminos

Hace cuarenta años, no sé qué pintaba un bastón en mi vida. Pues mira, ahora sí que pinta. 
Y más pintaremos (ahora hablo de RealismoPuntoCero) en el Puerto de la Cruz el día 10. Sí Dios quiere.