domingo, 31 de enero de 2016

noche de bien, día de milagros

publicidad Pepe&Chito

Más o menos con aciertos
la pintamos toda entera,
por fuera lo que es por fuera
y por dentro lo que es dentro.
Nuestro pintar es un cierto
desbarajuste notable
porque pintamos en bable
que es idioma de aldeanos,
pintamos llenas las manos
del saber que no se sabe

pintamos el cuerpo entero
y pintamos el retrato,
según el tiempo es el rato
que dedicamos al cuerpo.
Mucho rato, mucho tiempo
en pintarla dedicamos
y si es poco la trazamos
con dos líneas insertadas.
Si quiere posar vestida
decimos así es la vida,
es la vida condenada.

Usted prepara comida
y Pepe&Chito abren el vino
de la botella verde claro
y del jazmín encendido.

Si la noche es de luna
abrimos el amarillo,
y si el día está soliado
con azules lo encarnamos.

Nuestro negro aunque retinto
deja la figura en claro,
lo feo pintamos guapo
y lo guapo pintamos pinto,
de harapos hacemos trajes
y de los trajes, harapos.
Pintamos ranas y sapos
con todo lo que usted trae,
perros si son los perros,
gatos si son los gatos.

Semos Pepe y Chito,
los pintores que más brillan
en el mundo complicado
por sus maneras sencillas.


Pepe:
y ahora en serio. Somos grandes porque nos alimentamos del universo. Un universo posado en el cuello de María y en sus tentadores senos, el universo entero en los ojos de Alejandra y en la sonrisa de Verónica, en la presencia de Hosmán, en la cortesía de Gonzalo, incluso en mi cuñado empeñado en que no soy pintor. Pero sí soy pintor, ya me lo dijo Nguyen, y creo más a ella que a él.

aunque no fue a la fiesta
ella estuvo en el alma,
por eso mantengo calma
y subo la dura cuesta

por ella, y por tí, y por María, y por el maestro Jabalí que no fue pero también estuvo en espíritu. La lección que tiene que aprender Raimundo, es que no hay nada que hacer si uno se empeña en ser individuo. Es la tribu el universo. Y el saber es diluirse en la tribu. Sé que tardará en comprender pero a todos nos llega el momento de la verdad. A él le llegó ayer noche. Aquí no manda nadie, hermano. Somos un mismo ser, y si no lo entiendes, peor pa ti.

Hoy la vi. En la rambla. Estaba con mi maestro de teatro. Te ahorro contarte las emociones.
--A Jesús no le cuentes nada porque Jesús es un chismoso --le dijo al profesor Tacoronte.

Sentí que sabe quien soy, y que no le soy indiferente.

El universo entero está con RealismoPuntoCero.
Pepe. Seguimos.

Chito


domingo, 24 de enero de 2016

invitación al espectáculo

Día 30
Calle La Marina
Equipo Para
21:00
alma Soy un animal

Pepe y Chito y Gonzalo y tú



Catulo obsesionado
con el culo de Lesbia,
Juan Cabrón arribista,
rico, corrupto y currador,
y viejo Pepe junto al lienzo
será la fuerza mayor.
Este romance lo escribo
pa celebrar la ocasión.

Si no se le quitan bailando
los dolores a la tabernera
déjala que se aburra
se aburra y se apena
o que vaya a Juan Cabrón
y al Catulo de Lesbia
y se alegre la bella
pintando en blanco
con negro carbón.

Pepe abre la puerta
de la incógnita mansión;
baila la bella
con el feo bufón,
feo elegante
y prendado de amor.

El mundo se acaba,
el diablo se enfada,
la carne está tierna,
cruda y sangrada.
Venid veganas,
venid carnívoras
al Equipo Para
el día de Martina,
hay zanahorias
mezcladas con guindas,
mejunje de magia
levanta la pinga,
ensancha las válvulas
de Agulo hasta Hermigua,
y pa las voraces
fieras carnívoras
hay un cochino
negro marfil...
yo sé quién es.
Hay elixir
que hace sentir
y decir:

Estas son las coplas
de la tierra mía,
yo me voy pabajo,
calle La Marina

viernes, 22 de enero de 2016

#Espectáculo

Chito:
en tiempo de cristianos, nosotros musulmanes
en tiempo de cultura, nosotros espectáculo


el latín de Catulo
en voz de Gonzalo,
y don Juan Cabrón
x Chito Castellano;
guardián del lienzo
misterios y arcanos
Pepe Ramallo;
en blanco y negro
La Bella y la Bestia
enamorando...

miércoles, 20 de enero de 2016

día 30 noche en Equipo Para y retrato de Ignacio Gaspar




día 30 en sede de Equipo Para. Calle La Marina. Enfrente a la plaza de La Pila. 
Con fondo en blanco y negro. Y tiza negra sobre superficie blanca. El latín de Catulo, el español de Juan Cabrón y el habla de un lienzo. Poetas cortados por la misma tijera y cuadro colectivo, tiza negra. 
Ley de vida. Es la naturaleza.

Organiza: Pepe&Chito. Estás invitada.



y Aquí abajo foto de un cuadro prometido al retratado, de pura memoria visual.





Escritor Ignacio Gaspar. Óleo.

lunes, 18 de enero de 2016

en la casa de la cultura

Pepe
estoy en la Casa de la Cultura, y no me gusta este sitio. Por lo menos esta sala de lectura y ordenadores, y el hombre que tengo al lado me están dando ganas de que se vaya. Animadversión animal. Ya se va. Se está levantando y revisando su bolso. Se mete las manos en los bolsillos. Ni loco haría un cuadro de este hombre. No sé por qué le cogí manía. No parece mala persona. Pero prefiero mirar a una chica con gafas y coleta, o la que atiende al público, que ahora está bebiendo agua.
Ahora que se fue el hombre del bolso, la vista a la izquierda y veo una chica con tinte cobrizo en el pelo y rasgos judíos. (no soy fisonomista, es el instinto, pero al instinto cuando se le pegan sentimientos humanos, entonces se vuelve charlatán.)
Eso es lo que quise ser en la vida. Un charlatán de feria. Un payaso que lo mismo cautiva diciendo una cosa que la contraria. Mi investigación análógica sobre los vasos comunicantes entre el verso de Santa Teresa de Jesús y el marqués de Sade las dejo aparcadas. El valor de las palabras depende de su uso, dijo un filósofo. Si lo dice Perogrullo, no lo dice más claro. Pero están equivocados. Las palabras no tienen ningún valor. El valor está en el sonido. En cómo suenan. Me lo ha demostrado el gato Lucas, al que le importa nada si soy un alacrán o un piojo, sino otras cosas.
Bueno, se me va a sentar otro individuo al lado.
Dentro de media hora, primer día de clase de teatro. Esta vez no corro el peligro de prendarme de la maestra. El profesor es maestro.
Lo demás, antes del día 30, ir a Icod a ver aquello. Santa Pus se están espesando, atmósfera rala. Como la mierda mal hecha.

Un abrazo con sabor a cordero.

Chito

viernes, 15 de enero de 2016

Resistencia D Invierno

Chito: 
en tiempo de veganos, tú y yo carnívoros
En tiempo de Riojas, tú y yo Vino de Calidad


Chito: eres joven, eres gato y alacrán; eres cien colores de monte, polla y nalgas, hijito de dios sin rezar; un psiquiatra necesitas, y una mujer q amar: pastillas y lindos pechos, potajes y a quien pintar


Resistencia d invierno; comida y lienzo; calor en medio del mal:
se Busca mujer con carácter, hembra fuerte q sepa insultar:


para que me manches las bragas,
me quedo en casa

seguimos,
Pepe

miércoles, 13 de enero de 2016

improvisando en el ciber...

Pepe

no sé ya si soy Chito,
el Chito que tú conoces,
o soy un aquel otro Chito
que mi madre confundiole
con un gato en el escote.

Tres años tenía yo
en aquellos entonces
cuando mi madre soñó
que era yo un gato de monte,
no un hijito de Dios
sino felino demontre.

Al caer al duro piso
donde me fui a golpear
yo vi una cosa fatal,
me convertí en cien colores
toditos del alacrán.

Mucho me gusta comer
y vestir con rica lana,
y hembra placentera
mucho dormir me agrada,
entonces soy alacrán
y le pico las dos nalgas.

¿Que te parece?
¿Un psiquiatra necesito?
Si me curo de este mal
me quitan todo el veneno,
y uno, Pepe, sin veneno
es un pobre animal.

Chito

lunes, 11 de enero de 2016

TEA. Domingo de película mexicana

La calle de la amargura
versión original en español mexicano


Sinopsis
--De madrugada, dos putas de mediana edad vuelven a sus cuchitriles. No están cansadas de trabajar. Están cansadas de no hacerlo...


Los diálogos hay que imaginarlos. Sólo desciframos frases sueltas:
--La voy a denunciar por cómo tiene a su madre.
--¿A quién me va a denunciar?
--A Derechos Humanos.


Es de risa. Si no fuese una tragedia. Si no fuese el destino.


Dos enanos, luchadores del género liliputiense, con fobia a quitarse las máscaras (ni muertos les vemos las caras, sino  sus máscaras coronando dos cajas tristes de muerto en blanco y negro cucaracha.)
Hasta la pelea te camba de tristeza. Los liliputienses ganan la pelea y lo celebran con dos putas de la calle de la amargura, en el reino de la podredumbre. Sorprende cómo escenas de lujuria descarnada, escenas desalmadas, aparecen, con la ayuda de los espejos, ojos del diablo y de la muerte, como vidas de santos. Las dos putas, los dos enanos, el marido maricón... lúgubres santidades en un país donde a santa Muerte se le tiene una veneración cordial.
Conocemos a los personajes... dos enanos unidos no sólo por las chingadas peleas, sino por la sangre. La novia de uno le mete cizaña para que se quite la máscara y deje de estar con el otro. El enano con máscara de La Muerte se desentiende de esta mujer y va a encontrase con su compadre luchador, la noche cuando ganan la pelea y lo celebran con dos mujeres de la vida. Una prepara un brebaje para dormir a los clientes mientras los enanos acarician los muslos de la otra. El brebaje equivocado. La vida se acaba. Para todos.


declaraciones del director: Arturo Ripstein:


--La historia del asesinato inocente de dos luchadores enanos era para mí, más que un caso que hablara de corrupción, de injusticia, de podredumbre de la sociedad, uno que hablara de mala pata. Hablaba del Destino. El destino, inexorable, ha sido el tema de muchas de mis películas...




Pepe&Chito

jueves, 7 de enero de 2016

tiempo de tiza negra

Pepe



Una vez me vi en una montaña en un camino de cabra, encima de mi cabeza un cielo abismal, y por debajo el fondo de un barranco, a mucha distancia. Ladera vertical, caminito estrecho, pegado a la ladera vertical. Y yo sufro de vértigo. Gracias a Dios, la montaña me acogió como una mujer y me ayudó a pasar a tierra más segura. También recuerdo un viaje en barco. Esta vez fue la mar tal mujer; llamaba con una sonrisa que no sé describir. No me tiré por la borda porque el raciocinio, gracias a Dios, me acompañó siempre en todo momento. Por raciocinio entiendo que sabía que si me lanzaba al mar, me iba ahogar y a comer los tiburones. Al margen del raciocinio animal, se posó en uno la percepción más poderosa, intuía que si abandonaba el barco, nada malo me iba a suceder. Debieron ser recuerdos de cuando estuve en la placenta de mi madre.
Este es un mundo pesado donde si no brincamos y saltamos, estamos jodidos.


No sé por qué estos días he estado acordándome de la novela La agenda de Verónica. De Candelaria Quintero. La autora se enamoró de Elías, el personaje de El negro, novela que justifica haberla publicado que esté viva en maestro Jabalí.(Me sorprende Jabalí cada vez que me recuerda la novela, cosas que uno ya ha olvidado él las refresca. Buen destino la novela con tal lector). Cuando Candelaria conoció al autor, el amor saltó por la ventana. De muchas penas me libré. Aunque no me hubiese desencantado haber sido un soldado de tal mujer. Ahora ya no.


 De la película de anoche no me enteré el argumento hasta que te leí. Me gustó la chica de negro, la de las artes marciales. Toda la peli estudié cómo vencerla. Quizá aprendiendo los movimientos de la hierba. Y pelear con su sombra, olvidar su cuerpo. Pero ¿quién es capaz de olvidar el cuerpo de asesina pájaro?









Mis hazañas no son haber escrito novelas memorables o ser un poeta inspirado y medianamente afinado, sino hechos más simples. Mi secretaria del partido aún no ha apreciado la hazaña que hice cuando le arreglé una cerradura de una puerta. Fue una simple hazaña, pero una hazaña. Como cuando me defendí de unos presas asesinos. Bailé a la pata coja, canté en arameo, y los  perros se quedaron bobos, temerosos, quietos. Yo seguí mi camino y ellos regresaron a su guarida. Fue en la dársena pesquera. Cerca de Las Cuevitas.




*
Su nombre en el pensamiento
me hace grato el camino,
su nombre rumor de río
es el cantar de los cielos.
Haya fuego o haya hielo
su nombre me da alegría,
sea noche o sea día,
haya vientos o bonanzas
su nombre es bienandanza,
música del alma mía
(aunque silencio sería
si quiere encerrarme en jaula).


Por todo sitio el camino
en cada paso la siento,
si miro el curso del río
o si veo el cambiar del cielo
buscando el vuelo del mirlo
en verano y en invierno.


En secreto la persigo,
cantarla es mi contento,
no cantarla mi castigo.


*

Noticias de Pepa Pardo. De Pepa recuerdo muchos boleros. Anoche se lo dije al marino capitán. En el bolero está la mejor letra de todas las canciones, la más fuerte. Con Pepa aprendí boleros y...


Eso pensaba hasta la víspera de reyes. Me cambio a la cumbia de esa muchacha en Atico 13:


Levanta la mano
si quieres dormir conmigo...





sí, viejo discípulo


El pájaro azul está prisionero,
la princesa monja
ordena a asesina pájaro
abrir la jaula,
es su guerra.
Un sentimiento humano
se lo impide.
No impedirá
en nosotros
un sentimiento humano
atinar la cítara
en la niebla
de la princesa monja.


y sí señor Pepe. Tiempo de carboncillo.


Chito

lunes, 4 de enero de 2016

Labios Rotos X Dentro

Chito:

es tiempo de carboncillo y tendencias orientales
Alanis lo tiene claro, une cómic Manga con tiza negra, y todo funciona a la perfección


El sábado fui al TEA, película con director taiwanés, producción japonesa e idioma chino mandarín
Cómo sonaba cada palabra, qué maravilla, qué suavidad... me gustó mucho, sobre todo los personajes femeninos: la princesa monja y la asesina pájaro; cuánta belleza en cada asesinato


Mi sobrina es puro calor, animal pequeñito que se hace grande con cada movimiento, cada sonrisa
Pintar es lo que quiere, y arte para todos en su casa y allí donde va: lienzos de cartón reciclado 
Con un golpe de cabeza y un gruñido te quita el mal humano, la amargura vital de estar sin vida


La princesa monja instruye a la asesina pájaro en las artes marciales, también en las musicales, tocando la Cítara; y le cuenta esta fábula:

en jaula un pájaro azul en silencio moría, 
y un amigo a su dueño aconsejó:
debes poner compañía
El hombre en lugar de animal,
 un espejo colocó
Desde entonces el pájaro azul cantó sin parar
su tristeza cada día

Es tiempo de carboncillo, joven maestro
y de romper todos los espejos
un abrazo,
Pepe

viernes, 1 de enero de 2016

alma Soy un animal

Pepe


tienes razón. Es el momento de borrar.

Borrar la perdiz que marea, la bobería que no sabe ver más allá de su frágil vanidad, etc. Como decían en tiempos antiguos: quien bien te quiere te hará llorar. No nos agradecerán nada, pero es igual. Es maravilla, viejo Tigre --y disculpa el halago-- cómo llevaste a buen puerto Raiz Profunda. Qué cuadro, señor. A ver cuando lo pones aquí y oímos lo que dice Leonardo da Vinci.

Anoche me sorprendí a mí mismo. Primero en ático 13. Mira que siempre he tenido el complejo de no saber bailar. Pero desde que entraron en escena Pepe&Chito, cualquier defecto se transforma y logramos lo que pensamos. La acción va unida al pensamiento. Qué bien bailé, primero en Atico 13, y después en la sede de Equipo Para. Mis piernas animales comprendían la música y a la mujer que me tenía entre sus brazos. Carolina, próxima modelo; María, que no quiere posar, y Jessica. Ay, el día que podamos pintar en vivo a esta mujer leopardo. Y luego, ya en la calle La Marina, con una alemana y esa chica tan cariñosa que ahora no recuerdo el nombre. En honor a la verdad, el milagro lo hizo la tortilla de maestro jabalí, con quien también bailé; la carne preparada por Jessi y el dulce de Carolina. No hablemos del vino, etc. 

Y ahora, con Gonzalo, a mover lo del día 30. alma Soy un animal. A lo mejor ya tenemos aquí la Lunula. Ya veremos. Juan Cabrón se impone, no sólo como poeta; a las mujeres de carácter, que conocen el mundo, la carne y el demonio, les agrada --lo he comprobado-- las coplas de Cabrón. Y eso que aún no conocen su poesía esencialmente amorosa, que saliendo de la boca de ese animal no sabe uno si es cinismo o es su alma escondida, saliendo a flote después de morir el poeta. Y con la película y el piano de Gonzalo, sospecho que será otra noche memorable.

Bueno, hago recuento del año que pasó. Rezo --al fin y al cabo soy cuerpo de Dios-- por el sufrimiento de las mujeres que no han sabido comprender a uno. El sufrimiento de los hombres me importa menos. A veces digo lo mismo que el dramaturgo Poncela: lo peor de la humanidad son los hombres, y en muchos casos también las mujeres. Eso a nosotros, animales que aprecian el buen manjar y el buen vino, nos resbala. Que la humanidad siga su curso. Nosotros el nuestro.

No te olvides de Juan. De Juan Royo. De Juan Cabrón ya sé que no te olvidas.

Chito