sábado, 31 de diciembre de 2011

dos poemas decimonónicos para afrontar el nuevo año

EL HOMBRE DEL BARRANCO (arcano LA LUNA

Cuando me acaricia la curiosidad
nada pregunto.
No busco, encuentro
y pinto sin propósito determinado.

Si no eres ingenuo o inocente,
cuando callo sabes la pregunta
que interrogan mis labios.

Lo sé porque ya no soy ingenuo
ni inocente, y cuando callas
sé la pregunta que me haces.

Y te digo la respuesta
--no te engaño, no te miento--
en un idioma que yo
solo hablo. Pon atención
si quieres aprenderlo.

Vivo el sufrir como Cristo tres días en la Cruz
y a veces tengo rencores y odios con la fuerza del rayo
y dolores de amor y de no tener en mí sino silencio,
pero todo dura lo que dura el relámpago.

Amo este barranco.
Soy yo quien lo habito.

Sabrá mi idioma cuando venga a visitarme,
a un hombre negro en esta tierra amarilla.


*
EL HOMBRE DEL PALACIO (arcano EL SOL)

Domino mis riendas, hablo sin dobleces,
sereno y tranquilo veo con mis ojos ciegos
el color de las naranjas.

jueves, 29 de diciembre de 2011

libro del cuervo -2

Ya empieza a rodar por manos amigas, y espero que algunas más, el Libro del cuervo. Ya está visible una película de más de un intenso minuto en el Zoo, fabricada por Dr R. Y el día 12 de Enero, Dr R (JRamallo) y Marcelino Rodríguez Marichal están avisados para presentar el libro. Pongo una vela a Babalú para que no se me rajen. Aunque con la presencia de Anghel Morales la atracción ya está asegurada.
Y ahora la crítica.

1
El primer borrador de la novela es de finales de los 90. El segundo está compuesto en el dos mil y algo. (Estos en Gijón). Y el tercero (el que ha sido publicado por Aguere/Idea) en 2010-2011 (aquí en Tenerife, concretamente en San Andrés). El primero era casi autobiográfico, el segundo sufrió intromisiones de la fantasía y de realidades ajenas a la antigua trama. En el tercero, la labor de poda no quedó completa, y fueron trabajados los capítulos finales y enriquecido con el prólogo (de José María Lizundia) y el epílogo (de JRamallo). Es un libro no muy recomendable para los tiempos que corren, y totalmente opuesto a mi sentir en la actualidad, un sentir este de ahora marcado por los apodos que me han puesto... Si junto cómo me dice ahora Dr R y cómo mi no novia, ya tengo el título del próximo relato, totalmente en contra del Libro del cuervo*. De errores y arrepentimientos escribiré otro día diosmediante. Ya se acerca las tres menos cuarto. Una hora feliz.

*Nada que ver con Míster Cuervo, aunque la otra noche de mi hermano Cuervo parece la réplica al penúltimo capítulo de la novela. A ver si el bosque quemado reverdece y la cuenta él.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

el libro del cuervo

Con mis amigos de la isla tengo un dilema que no sé si es saludable que perdure. Los miro como proyecciones familiares. Aunque el pensamiento se posa de vez en cuando sobre un anarquista decimonónico que reniega del pueblo, del Estado y de la familia, la naturaleza sentimental en mi caso borra a menudo esa filosofía y la horfandad de espíritu busca en los amigos lo que quizá ellos no quieran ser.
Desde que estoy en La Maldad la mirada se ha vuelto hacia dentro. Mientras viví en San Andrés, era el entorno exterior lo que más me interesaba. El yo, si existía, me importaba poco. Mi hermano Dr R y mi no novia han descubierto ya tres personas (no necesariamente comulgantes) en eso que llamo "yo". No sé si valdrá la pena seguir investigando si hay más. Si tres son multitud...
En fin, mejor suspender el autoanálisis y ponerme a defender El libro del cuervo, que mi tío Anghel --aunque ahora quiere más a otros sobrinos que a mí-- me regaló el otro día frente a la iglesia del Pilar. Defender su existencia. Con su defectos. Nada de que es el más guapo, el más inteligente y el más rico. Nada de tanta tontería barata que tanto complace a los que son incapaces de oír una línea negativa. Chitoski ama los defectos. Sólo defectos quiere oir. De las virtudes ya hablará Chitoski.
El libro se presenta el próximo día 12 de Enero en la MAC. Si hay suerte, más tarde también en el local del brujo.

lunes, 26 de diciembre de 2011

el enemigo es uno mismo

A veces gana el enemigo y hay que darle la mano y felicitarlo. No vanagloriarse en los triunfos ni amargarse en la derrota, este es el lema. La cosa me hizo sentir como Dostoiesvki analizado por Nabokov: más o menos un escritor mediocre que engaña y defrauda al lector con trucos chabacanos de novela barata. Me pasó como a Stendhal cuando pudo contemplar el cuadro más bello del mundo. Por lo menos a sus ojos. Le entró el miedo a la belleza y quedó sin aliento, abatido como un pendejo. El jamelgo no llegó a la meta. Sin embargo, aunque perdí la partida a la hora de la verdad, jugarla fue lo más hermoso que me ha ocurrido. Un día sigue a otro día. Mañana será otro día. Y si no mañana, pasado. Espero la revancha.
La pieza lo merece. Encontrar Tigre así es un milagro, una maravilla. Venga, Chistoski, olvídate de haber perdido la apuesta y a seguir apostando. La próxima vez o eres Tolstoi en lugar de Dostoievski --según Nabokov-- o retírate.

sábado, 24 de diciembre de 2011

variaciones antes de la noche buena

Los pensamientos luminosos me vienen momentos antes de despertar. Cuando ya el sueño ha cumplido su misión reparadora. Esta mañana supe que los celos son herrumbrosos, peligrosos. Si no te matan, te infectan con cosas peores que la genorrea o las ladillas. Sufrir enfermedades te humaniza el alma. Pero mejor es que se curen. Y que la muerte te coja con buena salud. Pero bueno es saber que eres vulnerable y no tirarte pedos mayores que el culo. En mis tiempos de alegre progresía sonaba una canción de... (de un francés cantautor de culto que no sé ahora cómo se escribe su nombre) en que el yo cantante exponía una a una todas las gracias de las mujeres de sus amigos. Y la mejor de todas: que tu amigo no se entere. Lástima que la progresía de entonces amase canciones que no practicaba sino a escondidas. Es malo predicar lo que no practicas. Los tiempos han pasado y ahora da igual que el amigo se entere o no. In illo tempore la mujer de un amigo me abordó en un callejón solitario. El marido miraba por el ojo de una cerradura, salió a nuestro encuentro, se llevó con él a su mujer y a mí me retiró la palabra. Otro hubiese sido el curso de la historia si hubiésemos hecho un trío. El trío va a imponerse en el futuro. Se acaba el tiempo de la predominancia honorable del dos y se impone el tres. Luego vendrá el cuarteto. Viento, percusión, cuerda y voz.
*
Mi amigo cuando yo era asturiano García Martín informa en su blog que Cascos quiere cargarse el edificio de Niemeyer en Avilés. Tan mal me cae Calatrava como bien Niemeyer. No me pregunten las razones. No las hay. El molde de Calatrava en Santa Cruz sería bello si le pusiesen tres barrenos. El de Niemeyer no lo conozco. Temo que no lo conoceré.
*

Interesante columna la de hoy de González Jerez en Diario de Aviso. Una nota de realismo político. De aviso a navegantes.
*
A falta de amarillo veneciano, compré amarillo nápoles.
*
Un amigo me cuenta que sabe que le queda poco tiempo en este mundo. Estoy seguro que escribirá el libro de su vida. Es el único escritor al que yo no me atrevería a quitarle ni una coma. Me pasa con él como con Alonso Quesada. En mi modo de vivir, Alonso Quesada está por encima incluso de Li-Po, Catulo y Bukowski. De Bukowski leo ahora el del capitan abandonó el barco... Me aguarda, como tentanción para la noche de navidad, La senda del perdedor. Y conejo. Con ron. Como los canariones.
*
Pal lunes quedé con mi prima Vera y anoche soñé con Roxana. La llamé. Dijo que si podía venía desde Madrid a la isla en primavera. Seguramente, como buena serpiente de madera, vendrá si viene buscando nuevos editores en esta colonia de España, país admirado y que Dios guarde hasta el final de los tiempos. En este otro país, el país de los canallos, aunque Dr R diga que no, la Virgen de Candelaria es nuestra madre putativa y el Teide nuestro padre pedigüeño. Si no, hermanos, estamos perdidos. Feliz noche de Navidad.

viernes, 23 de diciembre de 2011

palestino

Noche de hablar con el humo en la plaza de los poetas, con Dr R y Capitán M, y luego en El Platillo Volante contar los cuentos que nos rodean. Un amigo se ha empeñado ahora en ir por ahí diciendo que soy palestino. No sé que demérito puede haber en ser palestino. Se lo preguntaré a Bisturí cuando lo vea. Si dijese el no nombrado amigo que soy mongol, más acertado estaría. El caso de los aficionados a tirar piedras es que aciertan o se equivocan. Si aciertan, lo mejor es callar la boca. La verdad es la verdad y punto. Si no aciertan, también. La falsedad no merece contestación. Sólo tiene un valor didáctico. Habla de sí mismo quien la propaga.
De los cuentos de más o menos conocidos y de más o menos amigos, pasamos en la segunda ronda a otros donde el protagonismo lo ejercía esta o esa otra mujer.
A mí, no sé por qué, me interesan algunos sucesos locales de este final de 2001. El parricidio de Vistabella, el desplome del falso techo de Termini... Hay en el aire una atmófera de extrañeza, debe de ser el dichoso espíritu de la Navidad.
Mientras, me crece, también sin base realística, la fama de seductor. De seductor no tengo ni el cortauñas. Me sobra esa fama. Además, no me agradan los seductores. Gente falsa, pero no más que muchos politicos, periodistas, poetas, etc.
Prospero año nuevo a todos. O por lo menos, que la claridad del entedimiento brille mejor.
Anghel me avisa de que el Libro del cuervo llega a la isla la próxima semana. Un peso menos sobre mi conciencia. Ojalá no ocasione números negativos, ni a Anghel ni a mí. A pesar de todo, la isla de Tenerife está teniendo una escritura que merece atención. Ojalá el cuervo no desentone en esos vuelos. En fin, también necesitamos fontaneros y albañiles. No solo también sino incluso más. El arte camina hacia territorios insospechados.

martes, 20 de diciembre de 2011

mi no novia del norte...

Mi no novia me invita a comer
y me deja muerto de hambre,
me hace morir de sed
junto a la fuente.
Ay qué mujer tan cruel,
qué crueldad tan grande.
Me envenenan sus ojos,
me incitan sus labios,
me embriaga su cuello
y su pelo es noche sobre un mar
que acuna mi horfandad.
Oh qué mujer tan cruel,
qué crueldad tan grande.
Buscaré barro rojo
como la tierra de Tacoronte
y barro verde
como morir valiente.
Bañaré sus pies
con agua de lluvia.
Algo debo hacer
para curar su cruel
manera de amarme.

lunes, 19 de diciembre de 2011

la guerra de los inmundos

Aquí todos nos reímos de todos. Aquí no hay caballeros, y quien lo parece es apariencia. Bukowski le tenía fobia a las risas enlatadas, la que salían en los telefilmes, que recordaban al telecpectador cuándo debía reírse. Ja ja ja. Risas enlatadas de este estilo. Perlas negras. Velas negras. Que vivan las negras. Enfrente de mí, aquí en el Tea, hay un africano que trasmite energía, belleza, poder personal. "En Africa no hay caballeros", decía antaño mi amigo Pedro. Yo lo que decía Pedro en aquellos tiempos de alegre juventud iba a misa. Ya no. Ya ni siquiera se santigua cuando pasa por delante de una iglesia. Pero la frase quedó como una mosca verde de la bandera que delata lo que somos los canarios. Moscas verdes. Como en el cuento de Pepe Monagas mira el mapa, Gregorito. "Si son islas, estamos salvados, pero si son cagadas de mosca...".
*
Anoche desperté a las dos de la madrugada. Hice algo en casa y salí a la calle. Le estoy cogiendo gusto a Santa Cruz. Es una ciudad dramática. Hay que tener un espíritu dramático para poder quererla. Pasé por aquí (el Tea), ordenadores apagados. Seguí caminando hasta Valleseco. Hasta la cafetería de La Ducal. Lo único que deseaba era tomar un café y leer (El Día) (soy un adicto a El Día, a las columnas de Andrés Chávez y de Peitaví. Y al renovado estilo del gran editorialista. Más suelto, más agresivo, sin pelos en la lengua. Más atento a las leyes del lenguaje que a las leyes de la ciudadanía. (también últimamente hojeo el DA, especialmente los artículos de González Jérez.). A la vuelta a casa, subiendo por la calle El Castillo, Chachán brilla por su ausencia. Luego, ya en La Maldad, en el DA veo la noticia de su muerte. ("¿Eso es lo que a ti te gustaría ser de mayor?", dijo Campanilla cuando vimos a Chachán... Yo últimamente llamaba la atención de mis amigos sobre Chachán como símbolo respetable de Santa Cruz (mi padre paz descanse decía que era un sinvergüenza). Bueno, que me extrañó no verlo cuando subía por la calle donde tenía su chozo al aire libre. Algunos admiramos a la fiera que no ha sido domesticada. O por lo menos, a la idea de esa fiera. Chachán negaba el trato al resto de la humanidad, aún viviendo entre humanos se desentendió de los humanos. Por fortuna, a mi parecer, las leyes permitieron dejarlo tranquilo, con su lenguaje de gruñidos. Yo lo recuerdo (no sé si es verdad o lo soñé) regalando a mis tías abuelas, que vivían a la entrada de San Andrés, cajas de rapé. Ahora no recuerdo a mis tías estornudar cuando sorbían por la nariz aquellos polvos blancos... En el periódico lo llamaban El Legionario. Nunca supe que alguien lo llamara así. Satán algunos y Chachán por lo general. Era de San Andrés. En paz descanse. Y que Santa Cruz no te olvide, amigo.
*
Antes, bajando hasta aquí por la parte urbanizada del Gran Canal, recordé un cambio de pareceres con Yael una noche. Ella decía que la democracia era preferible a la dictadura. Yo no estaba muy seguro de eso, por lo menos en plan categórico. Las cosas --si no peco de ignorante-- son en sí mismas y en sus efectos. Pregunto, a Yael o a quien sepa, ¿no ha ocurrido en algunas dictaduras que los gobernados crean un sentimiento solidario, mientras que en algunas democracias la solidaridad está en las leyes pero no en los ciudadanos? Bueno, esta paradoja, si lo es, la dejo para mañana martes. Aunque la cosa va a discurrir por los asuntos de la poesía, qué es la poesía en sí misma y en sus efectos. O por lo menos la poesía de José Marrero y Castro, invitado mañana al programa La Puerta, a las seis de la tarde en Radio Unión Tenerife.
*
Soñe que en el mercado del amor me agenciaba con una no novia. Las novias quedan atrás. Ni puedo atenderlas, ni defenderlas, ni invitarlas a comer. Ni pasar por la agonía de tener que atender, defender y que sean ellas las que inviten. Con la no novia no había invitación formal. Comíamos y la comida estaba excelente. Y el vino exquisito. Y su compañia, como ver amanecer después de la noche más larga. Sé que caminábamos a una playa nudista, sin que la exigencia sexual fuese un imperativo necesario. Allí había una orgía. Mi madre, nos asustamos, salimos corriendo. Eso tienen las no novias. Con mi no novia me siento sin obligaciones ni perturbaciones. Entonces me despertó el timbre del teléfono. No lo cogí.

viernes, 16 de diciembre de 2011

lo sencillo y lo complicado

"En las dificultades, si al leer las encuentro, no me desgasto las uñas", escribió Montaigne. Por mi parte, las tengo más que mordidas intentando escribir o decir lo que tengo que decir, y no hallo todavía el modo. "En la simplicidad sin nombre no existe el deseo. Sin deseo es posible la paz y el mundo se ordena por sí mismo", advirtió Lao Tse varios siglos antes. He buscado en más maestros cómo, no decir la dificultad que quiero resolver (decir esa dificultad es sencillo, lo complicado es que dejarla aquí escrita acarreara un mal a alguien. Sólo es aplicable la ley del Talión con los enemigos, pero con los amigos no. No con la gente que, de alguna manera, estimas, aunque intenten golpearte. Claro que procuras defenderte, pero si defenderte puede ocasionar una desgracia, o desvías el ataque y el otro cae por su propio peso y desatino (eso aprendí en clases de judo) o evitas la pelea. No quiero pelear con quien me ha hecho más bien que daño, aunque hoy de un modo torpe, no sé si por maldad o porque se la va la cabeza, quiera hacer daño por la espalda. Por delante la adulación, ay lo mucho que te quiero, y por otro lado sembrando cizaña. En cuanto a mí, poco va a crecer la cizaña. El error con una persona en el pasado ya está casi subsanado legalmente, y en lo emocional si hay rescoldos sólo son cenizas. Delito de injuria, me dice una amiga, es que me llamen maltratador peligroso. Delito de cara a la Ley. Para mí: sólo es una descarga emocional, incluso saludable. Taponar las descargas emocionales puede matar, más que el tabaco. (Si es que es verdad eso de que fumar mata, tanto lo repiten). Que se emplee el anonimato ya no es tan ético. Pero tampoco me interesa mucho la ética. Tantas veces la ética se convierte en un disfraz hipócrita, y es más peligrosa que no tenerla. En fin, el caso es que cuando se implica a otras personas que no tienen que ver con la guerra que se está librando... (Cómo pasa el tiempo, ya sólo tengo cinco minutos de ordenador).

miércoles, 14 de diciembre de 2011

coplas y otras majaderías

Pensaré que
pensar no debo.
Mas ¿dejar de
pensar yo puedo?

Ama los libros
el ilustrado
y ama otra boca
el enamorado.

Ama uno las letras
del abecedario
y el otro sólo
tan sólo unos labios.
*

Dijo Pascal que el amor y la ambición son las dos pasiones que valen la pena, pero que son incompatible. Si te dedicas al amor, olvidate de la ambición. Pero recomendaba el filósofo, que el humano debía vivir las dos pasiones. Amar mientras tiene uno edad de ser juguete en manos de otro, y cultivar la otra pasión cuando a uno ya se le pasa la edad de estar jugando. Cuando llega el momento en que el reloj del amor se para, y uno deja atrás --con cierta pena y cierto respiro-- eso que llaman amor. Pero se puede seguir empleando la palabra aunque sea como eufemismo. ¿Quién no necesita un respiro entre tantas complicaciones del vivir? "A la mar fui por naranjas / cosa que la mar no tiene", escribió Pedro Cabrera (yo, lo siento, prefiero a Alonso Quesada), pero esta, como otras veces --no hay que negarle valor al poeta gomero-- acertó. Buen consejo. A por naranjas hay que ir a Los Naranjeros. Todo lo demás son pamplinas y ganas de sufrir con eso que llaman esperanza.

domingo, 11 de diciembre de 2011

mirándome en un espejo

"Mis ingeniosidades, mis leves bromas y la objetividad estática de que siempre hago gala, fomentaban la animada conversación que ellas se traían". (Diario de un seductor. Sören Kierkegaard)

La Serpiente elude la confrontación frontal a menos que se deje llevar por la necedad de la sinrazón. Por lo demás, sólo en casos de defensa propia (si es que no salgo corriendo), me enfrento de frente al efímero o no tan efímero adversario.
El caso es que cada día que transcurre, los motivos de defensa propia son mínimos. En lo que concierne a mí mismo, ya no me queda casi nada que defender; sólo la fastidiosa logística diaria, ese goteo chino de mantener al día los asuntos alimentarios, monetarios, defensa del territorio y poco más. Por otro lado, critico con la misma alegría á otros que recibo las críticas ajenas. Al contrario que creerme infalible, sí me creo muy criticable, por lo menos en los oficios concétricos en que ahora me tengo enredado. Como escritor, gran parte de lo publicado me incitaría al arrepentimiento (si tuviese esa capacidad de arrepentimiento). Como pintor, es tan largo el camino que hay por delante que aún no he tenido la gracia de cometer errores.
Entretener --en esto estoy con Juan Royo-- es la principal función del arte de la escritura, sea una obra filosófica o sea una novela del oeste. Cómo cada cual quiera entretenerse, eso ya es otro cantar.
En fin, me queda reducida la capacidad de guerra abierta sólo en casos de necedad irracional, trasnsitorios pero que se pagan caro. De esto sólo puedo curarme intentando suplir necedad por inteligencia, si me conceden los sabios que también la irracionalidad puede ser muestra de inteligencia. ¿Cómo se construye la sabiduría irracional? Cuando lo sepa, lo diré. Mientras tanto, no me torturen con interrogatorios y peticiones. No valgo la pena como informante. Informo sólo de lo que me da la gana. No informar, no decir, también es un valor. El valor del secreto. ¿Quieres saber el secreto? No preguntes. Observa y escucha.


El tercer oficio es el de seductor, pero eso merece capítulo aparte.

sábado, 10 de diciembre de 2011

notas sin música

Por fin, el TEA tiene abiertas sus pantallas públicas. Estos tiempos de apagón --no explicados-- son un freno a la alegría del paseo desde La Maldad hasta la zona puente Serrador. En fin, ojalá terminen los apagones o que sean ya definitivos y no estén vacilando con las rutinas de un humilde habitante de esta ciudad de Santa Cruz.

Coincidencia: El Escritor Escondido nombra al conejo, en relación con el último filme editado en Zoo punto cero, dirigido por Dr R. (Algún día sabré cómo enlazarlo a este blog; por lo pronto, se puede acceder a través de El Bosque Quemado blog, donde Ramón Herar despierta después de un largo letargo con cristales rotos, y temibles gatos azules, peor que las velas negras de las brujas). Pues bien, en bajando al Tea, encuentro un papel del Consejo insular de Caza. XXX, en relación con el Parque Nacional del Teide "señala que después de realizados los censos se ha detectado que la población de conejos es baja y considera que no es conveniente introducir la escopeta en el Parque". En otras líneas, se informa de que, en la zona sur, "no ha habido daños excesivos este año por conejos, aunque sí por ratas y que la máquina segadora del Cabildo a día de ayer solo había matado accidentalmente a tres o cuatro conejos en toda la temporada". En fin, ninguna relación con la lejía de una de las técnica pictóricas del CNR en la Academia Chitoski, más acorde con la película que vimos ayer, en este mismo edificio, el Cuervo, una dama amiga (mi temor a María Antonieta me impide revelar nombres de damas, por ahora) y un inseguro servidor. Una película de pintores en Mali, con Barceló en el telón de fondo. Me hizo soñar por la noche con la boda imposible de un negro con una blanca que tuvo que dejar su vestido de novia tirado en medio de un camino de tierra. El sueño contenía vasos de vinos puestos al revés sobre la barra de un bar, sin que el vino que contenía se derramara ni una gota. El sueño terminó con que la parte norte de la isla se oscurecía, dando lugar a una helada noche sin fin, sin que nadie pudiese saber el porqué de ese "eclipse". Hace tiempo que no anoto los sueños. Hubo una época en que me dediqué a escribirlos, nada más despertar, en ese momento en que imágenes y diálogos oníricos están presentes en la memoria. Tal vez me decida a recuperar aquella costumbre, de la que conservo unos diez cuadernos.

--¿Es usted el hombre que roba todos los corazones de las mujeres de esta isla? --dice mi bella amiga del norte.
Se refería a mí (María Antonieta me acusa de seductor peligroso, y mira por dónde, hasta puede que su, en principio, delirante acusación, me reporte, después de viejo, el sabor de buenos conejos isleños, si la ley o las normas estamentales no me lo impiden. La ley no es justa, pero es la ley).

Termino la "novela" de Charlín. La leyenda de Fukaeri. El libro me ha gustado. Historias superpuestas y una visión del escritor y su mundo dignas de atención. Con Fukaeri comienza un "curso" narrativo en esta isla que, profetizo, va a tener una importancia crucial no sólo en lo que llaman "nuestra literatura". Espero con cierta falta de paciencia, no ya la publicación de Libro del Cuervo (como en natural), sino Cucarachas con chanel y Puerto Santo.

Y ahora, hasta otro momento, si el Tea y su sistema lo permiten.

(PD. Sibi, pronto te mandaré la camisa del CNR y los índices de las "lunulas".)

miércoles, 7 de diciembre de 2011

prueba de la lejía

En el TEA cerrados los ordenadores. Pos nada, a pagar, en el locutorio de la calle de Chachán, el último héroe de esta ciudad de Las Colillas.
Sigo con el libro de Antonio Lorenzo Gómez Charlín. La leyenda de Fukaeri. "Puzzle que Charlín armó pacientemente en su pequeño departamento de Playa Paraíso. Es un final de recorrido por la historia de su vida y los rincones de su alma, entre la idealización imposible de la naturaleza o del primer amor y la asfixia moral y física de las grandes ciudades, entre el desarraigo y el retorno al origen, con un lenguaje fascinado tanto por el lirismo como por la podredumbre". (Plagio a Charlín para explicar la obra La leyenda de Fukaeri. )
A mitad del libro descubrí que no es una novela. Como novela es un fracaso. Fukaeri es un libro de cuentos. Cuentos a veces contagiados por el afán del autor de querer ser novelista, cosa absurda ahora en que ser novelista sólo lo defienden retrógrados como Chitoski. Y hablando del viejo indecente (al que Anghel Morales no le da pábulo publicitario, sólo los jovenes y saludables G-21 merecen mención), su propuesta es que esta obra de Charlín sea admitida, y sometida a la prueba de la lejía* de Dr R, en la Academia Chitoski. (Sólo falta la acción de Morgantani para poner en subasta el cuadro de la orgía).
Próxima acción: en Santa Bárbara (Icod de los vinos).

*la prueba de la lejía y el fuego de los mecheros son dos métodos imprescindibles que Dr R ha incorporado a la Academia Chitoski, ubicada en la zona La Maldad del CNR.)

martes, 6 de diciembre de 2011

prolegómeno a una crítica de la última novela de Charlín

Ya llegó a las manos mías la novela de Gómez Charlín, con un nombre japonés que ahora no me acuerdo cómo se escribe. Comienzo interesante de un individuo que se va a un lugar donde reciben un premio cinco escritores de aquí (de Tenerife): José María Lizundia, Alberto Linares, Marcelino R. Marichal , Javier Hernández y un tal Jesús R Castellano. Premio a libros de estos autores incluídos en una colección que se llama Los Hijos Bastardos de Dios. Mientras los más o menos narradores isleños hablan de literatura y de mujeres, con los gastos pagados, una trama criminal los rodea sin que ninguno de los premiados (por lo menos hasta la página 80) esté al tanto de lo que está pasando en la realidad. La realidad de la novela la mueven más bien los japoneses Mishima, H. Murakami y Kawabata. Y en la atmósfera, un criminal arrancacorazones y una criminal que mata con palabras. Cuando llegue al capítulo final, titulado "San Andrés", comentaré con más detalles esta novela de nuestro amigo Charlín.

*

La Luna está creciendo. Hoy no hay programa La Puerta.

sábado, 26 de noviembre de 2011

obras y amores

Días mágicos en esta ciudad
que siento renacer
de sus cenizas tristes.

Leo la novela inédita de Juan Royo. Todo lo que tarde en ser publicada, es un tiempo en contra de lo que debe mostrarse. Si me sugieren una etiqueta, diría realismo canario, donde por fin asoma el humor como un huracán, y sin embargo asentado en un retrato de una realidad nada humorística... 122 páginas de un mundo intenso, con una historia memorable y unos personajes inolvidables. "Puerto Santo". Y me quedo corto. Una de las novelas con las que más he disfrutado en estos tiempos.

Curiosamente, hoy en la gratificante estancia del Dr R, una foto grande de la pared refleja parte del paisaje urbano de la época en que sucede la novela de Juan Royo. El Dr R, autor de otra obra --preveo también volando alto-- que pronto estará con nosotros.

Y más aportaciones valiosas las que se trae entre manos el editor Anghel Morales. Y su socio, editorial Idea, dicen que pronto nos traerá a la luz el libro de José María Lizundia Zamalloa sobre el Sahara.

¿Crisis? No sé dónde. Aquí riqueza de libros por venir, y todos de amigos míos, incluso Lizundia. Y del otro sexo no hablo ahora, por superstición, por no dar cuartos a la pregonera. No sea que se interponga otra vez la escondida María Antonieta. Miedo le tengo.

viernes, 25 de noviembre de 2011

prólogos y epílogos

"El lector no puede ignorar que una novela no tiene por qué ser la definición palmaria del espíritu, y mucho menos de las ideas, de su autor. Lo que sucede es que al inventar una realidad hay que ir lo más lejos que se pueda. Y esto supone muchas veces, por parte del autor, hacerse, si no carne de patíbulo, por lo menos alambre retorcido del confesionario de una última hora.
...
Pero en cualquier caso --y se acabó-- lo que he escrito, con mi pan me lo he de comer, y como sé por experiencia, no sólo de la vida sino de la historia, que el pan de un escritor es casi siempre pan ácimo, esto es, pan de destierro, de vigilia y de amrgura, no me espanta lo más mínimo que ahora unos y otros, americanos y españoles, se pongan de acuerdo para despellejar al pobre autor. Ya me pilla un poco curtido y los tirones, por eso mismo, me van a doler menos."

(J. L. Castillo-Puche, del prólogo de la novela Paralelo 40, publicada en 1962, donde trata a personajes españoles depauperados y ladrones frente a honestos pero ricos ciudadadanos americanos, colonias de patronos americanos en España.)


Lástima, para mi sabor, que el autor no haya mantenido el estilo del prólogo en la derrota de la novela. Aquí, en la ficción narrativa, por lo menos en las primeras páginas, se viste con eso que llaman prosa poética, ese engendro que en tantas ocasiones ni es poesía ni es prosa.

En cuanto a lo dicho en el prólogo, pongo también mi firma de estar de acuerdo. Y no sólo en cuanto al escritor, que espera como un bobo que la editorial le informe de lo que ha vendido, aunque sea un par de ejemplares. Sino también referido a la vida de un hombre.
Al parecer anda por la internet una tal María Antonieta --con este nombre se presenta-- enviando correos a mis amigas, y sacando a relucir episodios erráticos de mi persona con la Justicia, penas que ya he cumplido y, se supone, estoy rehabilitado. Se supone pero no es verdad. No estoy rehabilitado. Así que a esa María Antonieta --que anda metiendo la cabeza por los agujeros virtuales, llamándome maltratador peligroso, seductor hinoptizante y ex presidiario--informarle que cuando lo desee le puedo añadir más cuchillas a su afán de guillotina. O que se la coma un pez.

(Bisturí y más CNR, ya los avisaré para continuar la acción y que vengan armados de tubos verdes, azules, amarillos...)

jueves, 24 de noviembre de 2011

exposición de Nguyen Thuy Hnong

Nuestra amiga vietnamita inaugura una exposición de sus pinturas a la 19.00 horas en la calle Imeldo Seris, 73, antigua Barranquillo de Santa Cruz.

Hablando de cuadros, ayer el Cuervo dio una batida de verdes en la obra colectiva del CNR. Faltan ahora L. Christian y el Bisturí, antes de ponerla a subasta (o lo que decida el CNR) en el Mercado del Tiempo.

Del Mercado del Tiempo me habló ayer Menchu después de la presentación de Los bares de Isabel.
Grata estancia dentro de la Casa Elder, y más grata aún fuera en las mesitas enfrente de la magnífica puerta de la MAC, con Gladys y sus amigas Carmen y Menchu. Conocí mejor a Carmen, con quien me comprometí para un bisne que queda --y no me pregunten-- entre ella y yo. Las transaciones del futuro. Nos deseo suerte.

Ah, habrá merienda en la exposición de Nguyen Thuy Hnong.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

esta tarde con "Los bares de isabel"

Esta tarde es la presentación del libro Los bares de Isabel, el último que Orlando Cova vio publicado antes de irse.
La antigua Casa Elder, en Santa Cruz, será escenario a las seis y media de la tarde, con Marcelino Marichal, Anghel Morales y un servidor en la mesa.

*

Las polémicas y peleas abiertas se multiplican en la aldea que nos ha tocado gozar y sufrir. Ya no hay peleas de perros en las calles, pero en la política parecen pelear a cara de perro, y supongo que cada cual pelea por lo que quiere.
El Cabildo convertido en perrería, combate turbio entre Melchior y Alarcó. ¿Es auténtica la carta? ¿Hubo prevarición y cohecho, una vez más en ese tinglado que llamán "políticos"?.

Más humana, más morbosa, es la casi subtérranea "escaramuza" Ana Oramas contra Paulino Rivero. Curioso que la parlamentaria que piropeó a Zp tan... no sé cómo decirlo, ahora confiese a media voz que su presidente es... no recuerdo qué palabra dicen que dijo.

*

En cuanto a Chitoski, la orden de alejamiento añade, si no recuerdo mal, la obligación de no comunicarse con la víctima (en este caso un amigo) ni directa ni indirectamente. Que se fastidie Chistoski, y a ver qué decimos esta tarde

sobre la narrativa y la poesía de nuestro amigo (no siempre acertadamente considerado mientras estuvo aquí entre nosotros, yo el primer desconsiderado o ciego)

ORLANDO COVA

lunes, 21 de noviembre de 2011

notas

De los lugares donde uno cobra fuerza es mejor no hablar. Puedes hablar de lo que no sabes, incluso como si supieras, como si la revelación de Dios te hubiese tocado. Pero no digas dónde están tus lugares de poder.

Así que no hablaré más del sitio donde escribo estas líneas, donde leo en El Escobillón blog --enlazado a El Bosque Quemado-- una semblanza de un autor que desconozco (Novás Calvo) que me incita a leerlo.
*
--Esa mujer está con Jesús porque sabe que Jesús se sacó la lotería, con la madre de Fernandito.
--Si mi madre dice que te sacaste la lotería, es que te sacaste la lotería --dice, poco después, en el Monterrey, Chanito el Gato, que el otro día me dejó El libro del buen amor, del divino Arcipreste, y una novela de un autor que también desconocía. Una novela de cuando los americanos fueron a España y muchos mataron el hambre. Está escrito desde la realidad española, y el autor escribe un delicioso prólogo donde intenta demostrar que el autor no tiene nada que ver con el personaje principal, que es más, que está en contra. (Cuando baje el libro a este sitio, citaré algunos párrafos de ese prólogo; no tiene desperdicio.)
*
Ahora debo ir a Icod. He optado por la ius sanguinis. La ley de la sangre como dominadora del territorio. Algunos no lo comprenderan. Pero no pido compresión, sino respeto. Sé que es difícil hacerse respetar en esta tierra surrealista "donde sólo te respetan si vives como un muerto" (cito de memoria al óscar domínguez de la película Oscar Domínguez).
*
En fin, felicitar a la hinchada de Rajoy y su ola azul clarito. Ojalá sepan eliminar leyes que estorban, que son un despilfarro, y también gastos innecesarios, y sepan cómo crear riqueza que no sea pan para hoy y vergüenza para mañana.

domingo, 20 de noviembre de 2011

libros encontrados

Antes que nada, este próximo martes, si acude a La Puerta El Escritor Escondido, hablaremos de Cristo, de la Iglesia católica y de los pensamientos de R... del papa actual. Es el día apropiado. El Papa, por alguna razón incognocible, se ha iluminado sobre el tapete de ese sitio donde (ver El jugador, de Dostoieski) los escritores se reúnen a copiarse unos a otros.

Hablando de libros, no suelo ir por las librerías. Sus precios no están hechos para mi economía. Sin embargo algunos nuevos libros (aunque ya usados) entran al patio de mi casa, que es particular y también zona del CNR y demás amistades. El otro día encontré varios, aún en buen estado, a los pies de un contenedor, junto con tres resecas cagadas de perro. Acogí los libros. Otros acogen animales o personas. dos novelas: Como agua para chocolate y El silencio de los corderos; dos relacionados con la historia: uno que habla de la política europea de los años 40 y otro que se titula Mis conversaciones con Franco. Después de darles un baño, los puse a secar. Hoy los hojée. Me interesé especialmente el último que dije, el de las conversaciones.
Mi relación con la política siempre ha sido tangencial, y más emotiva que intelectiva. Una vez, hace poco, encontré un viejo cuaderno escolar (siete u ocho años de edad, en el barrio de García Escámez), y había allí tres poemas --supongo que los primeros que escribí-- que eran cantos y loas a España. Me extraño que todavía sonaran como tenedores de vida, aunque sea esa vida etérea de los sentimientos. Por supuesto, mi primer intento taimado fue cambiar "Canarias" por "España", pero el cambio debilitaba la composición. A pesar de que la rima se mantiene, y el ritmo, no es lo mismo España que Canarias. Las figuras geométricas que sugieren son distintas: ángulo con el vértice hacia abajo una, y óbalo descendente la otra. O voto al fuego el cuaderno o lo dejo como están.
El caso es que ahora descubro --que me hubiera servido para apuntalar un poco mejor a Elías: personaje narrador de El negro-- a un Franco inédito, un personaje que hace cuentos:

--"Estos chicos se quedaron asombrados al ver que en Rusia había, como en todas partes, pobres y ricos. Estuvieron en un campamento de concentración y se escapaban con frecuencia para conquistar chicas; que a algunos les pegaron enfermedades venéreas; en vista de ello, a los enfermos les llevaban al sanatorio, de donde también se escapaban, dedicándose a conquistar lavanderas que lavaban en un río cercano, sin hacer caso a los vigilantes que tenían. Las autoridades, no sabiendo como meterlos en disciplina, consultaron con la Pasionaria, que es más lista que el hambre, y que dio el siguiente consejo: "La mejor solución es nombrar vigilantes a tres o cuatro de ellos de más carácter". Los nombrados quisieron imponerse, pero fueron desbordados por sus compatriotas que les dieron una paliza y... continuó el caos. Esto prueba que el español no es de igual carácter que el ruso, no siente por igual la disciplina, y por ello los directivos comunistas no sienten simpatía por nosotros, pues dicen que nos inclinamos siempre al anarquismo, que no somos disciplinados. Rusia ha mejorado mucho --dice Franco-- en estos veinte últimos años y el pueblo está mejor alimentado".

Un personaje que propone una organización del Estado (lo cual es lógico):

--"Hay que dar vida al sindicato, que es el organismo que canaliza las aspiraciones de los trabajadores... Hay que dar al obrero una participación en la empresa y, que obtenga una parte de los beneficios".

Me quedo en 33. Creo estar oyendo a un personaje desconocido. En fin, como dice Don Juan (de Castaneda, no Castañeda), una parte la conocemos, otra la podemos desconocer y otra ni modo de que lleguemos nunca a conocerla. No sé si hablaba de la memoria histórica.

(Iba a hablar ahora otros libros, que me dio Chani ayer, pero ya me sale el aviso de que sólo me quedan cinco minutos de ocupación de ordenador. Manaña, quizá. )

sábado, 19 de noviembre de 2011

otros aromas

El otro está harto de ponerle cascabeles a los gatos. Les pone el cascabel y maullan que da gusto. Se les cura la afonía, el escozor y el cacareo estilísticos. El gran leído que no sabía explicar sus estudios y conocimientos políticos, ahora escribe más claro que el agua. El poeta mediano que no alcazaba a ver la esencia de las cosas, ahora levanta el vuelo, lejos de los patanes que no aprecian su arte. Y hasta a los filósofos, los curó de sus hermetismos. ¿Alguno lo agradece)
En fin, el otro y sus neuras.
Yo quedé después del TEA con mi amiga rubia del Sur, y fuimos a comer caballa asada a Tacoronte. Una ejecutiva, una mujer en pie de guerra. Su inteligencia y gracia verbal es iluminadora, no sólo para resolver sus negocios mediante el manos libres del 4x4, sino para discernir y moverse por los vericuetos humanoides más allá de los estresantes negocios. El roce hace el cariño. Y la buena cocina y el buen vino. Con ella, con sus recuerdos, viajé a lugares insólitos de la santería venezolana, a las favelas de Río de Janeiro, a las mafias del Sur, a la realidad, no a la ficción, sino a ese momento donde la palabra transmite la imagen. Ese momento impagable. Y ella pagó el almuerzo. Eso sí que me molesta, me gusta pagar yo si estoy con una amiga. Pero lo di por bueno cuando, de vez en cuando, la oía susurrar,
--Oh, cuervo mío.

Me alegra, me comunica Anghel, que ya el cuervo voló a Sevilla. Y hoy publicaron, en El Perseguidor, del Diario de Avisos, los escritos sobre Orlando. Está muy bien. El próximo miércoles hablaremos de su libro Isabel de los bares en la MAC, de Santa Cruz, ciudad que comienza a salir del marasmo existencial. Maravillosa cuando regresamos Sita y yo de Tacoronte, bajando por la autopista. Sánta Cruz mágica. Aromas de lo que fue.

viernes, 18 de noviembre de 2011

titubeos

--Dejo la radio. Me dijo el humo que dejara la radio. En mi último papel allí dentro, de frayle mendicante, no estoy siendo muy fino...
--Deja la radio y a mí no me hables más --dijo Chitoski.
--Es lo que me pide la dignidad del pueblo.
--El pueblo es uno de los mayores excrementos que se ha inventado la historia. Sólo como estiercol, vale algo el pueblo.
Chistoski es monárquico. Todavía sigue soñando con un rey como Alfonso X el sabio, o con un mencey por lo menos. A falta de reyes bueno son menceyes.
--Deja la radio y a mí no me hables más.
--Oye, quien mucho abarca, ya sabes...
--Mira, no me tomes por idiota, ¿vale? Te lo digo en serio. Yo sí que no estoy para perder el tiempo con mentecatos.
Vaya suerte la mía. En el sur una discusión con Charlín defendiendo a L, y Charlín rompe la baraja y se manda a mundar. Y en S/C discusión con L a cuenta de Chitoski y ahora este engreído dice que me deja solo.
Mierda, ya sé que estoy desnudo pero no me puedo permitir que todo el mundo lo sepa.
Chitoski se va y me deja solo en el TEA, mi lugar de trabajo... Menos mal que se fue y no me oye decir eso de "mi lugar de trabajo"... En fin, que no dejo la radio, soy un pusilánime, no tengo coraje para decirle a este también que sí se quiere ir que se vaya, si no quiere hablarme que no me hable...
Lo otros amigos que me quedan debo cuidarlos si no quiero quedarme sin los conocimientos de fontanería del capitán M y de míster Cuervo, o los abusos a los que someto al Escritor Escondido, o las peticiones de medicina al Dr R...
Medito. En la próxima discusión, si el otro pone verde yo pondré colorado al que se tercie. El amigo más próximo siempre tiene la razón...
En fin, ahora me tengo que ir. Hasta otra.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Tea por la mañana

Bajé a la ciudad. Como dice r, el pescado hay que venderlo por la mañana. Pasé por la ferretería de la plaza Weyler. Solucioné a mi favor una equivocación de ayer. Y me había dicho antes a mí mismo que si lo solucionaba, llamaría a Juan Royo. No sólo me puede hacer un favor sino que quedamos pal próximo miércoles. Los días fijados de antemano no son mi fuerte, pero la disciplina, lo apolíneo, no me viene mal para ponerle un contrapeso a las costumbres de la modernidad "invocable y artística", como bien señala L. Iba a contar un sueño de anoche, pero la palabra de Nuestro Amado Líder va a misa. Entierro el hacha de guerra. Es con la grifería y otras perturbaciones cotidianas contra las que uno debe pelear en estos momentos. Y por lo que toca añadir sobre Chitoski, no soporta leer sino a autores canarios, naturales y fóraneos de estas islas. Autores que hablen de lo que está sucediendo por aquí, por esta localidad. De los extranjeros, hoy por hoy, sólo me interesa Bukowski. Lo demás es fantasía evanescente.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

deliciosa dama del Sur

Sí señor, EEE, usted lo ha dicho, y eso me recuerda que no sé si podremos quedar este viernes para hacerte alguna consulta junto con la otra parte disputante, ya en acuerdo gracias a ti en gran parte. Y eso esta bien. Se solucionan las ignominias por un lado y reaparecen por otro. En cuanto a Chistoski, todas las imputaciones son cierta (salvo la de que el tío cita al Marqués de Santillana; en realidad a quien recurre, a raíz de un famoso prólogo que ya pronto se hará público, Anghel mediante, es a sor Juana Inés de la Cruz). En cuanto al otro peso gallo, su destartalamiento mental no le daña su hacer aristótelico. Las novelas Ojos de miel y Diario de un abogado mundano lo atestiguan, necesitada de reparaciones aún la primera e impecable la segunda. Pero en fin, se acabó la polémica o quedó para otro día el siguiente round. Que se fastidien los morbosos lectores. Por mi parte, olvido las otra peleas, la que tengo con el agua por ejemplo, y me dedico a cantar el día de hoy. El encuentro con la dama rubia del Sur. Qué piernas, como columnas de Damasco; qué labios, rosas de Alejandría; que ojos, como crepúsculos sobre las dunas; qué cuello, de sabrosa miel donde mis moscas se hubieran quedado presas si no... si no... al carajo si sientes curiosidad. No cuento más.
Conocí secretos bajo las ramas de una jacaranda al anochecer. Me había invitado a comer. No pude responder como la oligarquía rusa y judía del Sur de la isla, sino como escritor y canario; es decir, me dejé invitar. En el Petón. San andrés hablará de mí con renovados bríos. Mi vanidad hoy se siente colmada.
Y como veo que me da la espalada la Amistad con Israel (aunque cada vez soy más judaísta) he cambiado mis planes de viajar a Jerusalem y lo haré, en el viaje desorganizado que prepara el CNR, a Nueva York. Y ahora tengo que marcharme. Me espera una primera clase de inglés con una inglesa en el Platillo Volante. Hasta otra.

martes, 15 de noviembre de 2011

dedicatoria

Me importa un carajo el barco de Ulises, y cualquier otro barco. Ahora no estoy navegando. Los tiempos son duros, pero los ha habido peores. Los pendejos dominan el cotarro, a mí que me borren. Soy un paria, por tanto me importa una mierda vuestro honor y vuestras costumbres. Me limpio con las hojas de los libros que leéis, incluso los míos. No creo ni en mí, así que mucho menos en ustedes.
Que no te cojan con el pie cambiado y ajustar las cuentas con los pollabobas que creen que se ríen de ti. No saben lo que les espera. Y no porque vaya a mover una paja contra ellos. No hace falta.
Y el programa bien, salvo la parte final que me quedé en blanco. La próxima vez llevaré el spray negro. Si me quedó en blanco me diparo negro y que os den, a todos.
(el viernes es el cumpleaños de Jael, que no lee este blog. Hay que joderse.)

el barco de Ulises

Pos no, parece que la tripulación no va a estar al completo. El ilustrado que no sabe hablar con el pueblo se retira, con lo cual supongo que también su hermano, y los demás tripulantes ya veremos. La verdad es que yo también --como un filósofo ruso-- estoy de la aldea hasta la coronilla, y de aldeanos liliputienses que hacen guerras de discusiones como por dónde cascar el huevo, y más cuando el huevo está vacío. Inocente de mí, preví más sentido del humor donde no lo había, así que hablemos del gobierno. ¿Las próximas elecciones? Veo a Rajoy muy angelical. No sabría decir si ese espejismo se va a llevar una sorpresa. Si es que llegamos al día 20 y el meteorito no borra, antes de la desaparición del euro, el mapa universal. En fin, de política entiendo poco. Sus humos pirotécnico soy incapaz de leerlos con autoridad.
Curiosamente, reflexionaba estos días en abandonar el programa, por lo menos una temporada. Mi aportación en estos tiempos era mínima. Iba por la afabilidad y generosidad de los amigos. Unos se van otros vienen. Ir y venir, es nuestro sino. Ahora no me queda otra que ir y dar la cara. Y no lo pienso más. Si lo pienso dos veces, me declaro en huelga de silencio.
y ¿el barco de Ulises? Remito a la paradoja relacionada con ese barco. Cuando llegó a Itaca ningún madero, ningún clavo, ninguna vela, eran los mismos que cuando partió a Troya, y sin embargo seguía siendo el barco de Ulises. Tal nosotros a lo largo de las edades. Cambiamos y nos contradecimos, pero genios y figuras...

lunes, 14 de noviembre de 2011

con prisas en el tea

Pensaba contar la película mexicana de ayer que fui a verla con míster Cuervo. Tragedia griega (o mexicana) sin dioses, o de dioses con pies de barro. Salimos echos polvo, desintegrados moralmente. Y al llegar a casa, grifo del baño roto, chorros de agua... Ramón, buen fontanero, me dio la solución: comprar otro grifo. Mientras tanto agua en baldes y cerrar la llave de paso. Nada grave: visitar una ferretería y proceder... Total, que como estaba sin cigarros salí a debajo del campo de fútbol, al bar Santos, el único abierto después de la 10 p.m. "Te acuerdas de que no fumaba y le salió un cáncer en la lengua?"... "¿y qué me dices de aquel que murió el otro día en la plaza... se echó a dormir por la noche en el banco y amaneció muerto"... "una muerte feliz ... la que lo pasó peor fue...". Y luego en la cama, un cuento de Ensalada de canónigos que me recordó tremendamente la película mexicana. En las dos obras, la película y el cuento, una madre asomada al dominio del fracaso, una pensando en quitarse de en medio con sobredosis y la otra quitándose de verdad con matarrata...
Y por la mañana soportar a Chitoski.
--Ese hombre es como un niño... ¿la universidad?... en la universidad aprendí a poner las comas y las tildes, y a distinguir gu g y j, y s y z... aunque es verdad que ya lo estoy olvidando y vuelvo a cecear como siempre, como cuando estaba en el campamento y me denominaba a mí mismo zeizientozezentaizéis... pero en la argumentación no me gana nadie, soy un razonador nato... pero si me dice que su libro está en la Universidad de Deusto, yo qué puedo decir, que el mío está en el Instituto Cervantes de Marruecos... Sí, gana en grado acádemico el nahualt Lizundia, pero un instituto tampoco es para despreciar... no le digas que es con la novela fracasada, la que publicó Agustín Pacheco, haciéndome poner "Rey de Africa" donde antes ponía "Gadafi"... una novela intelectual, demasiado, quise construir una máquina de conocer, y la máquina está bien construida, pero entonces era un narrador más torpe que ahora, y el cuento quedó mal contado... Y de don Juan yaqui aprendí a caminar, que gracias a eso estoy vivo...

Bueno, bueno, para ya, Yistoski, que ya está llegando el fin de derecho a uso de ordenador en el Tea, y vete a comer, aliméntate, hombre...

Y Mañana La Radio del Intelectual y el Salvaje... Cegará Chito a Lizundia con el humo de su chamanismo, o disolverá el nahualt con su conocimiento intelectual y argumentativo las ínfulas de ese maldito de pacotilla... Mañana martes, esperemos que con la tripulación al completo.

viernes, 11 de noviembre de 2011

tea antes de la peli mexicana

Sito Morales, ayer en casa Elder, se sorprende de que lo haya puesto como poeta. Si tuviese conocimiento de las realidades, sabría que él es mejor poeta que el tal Robayna y que el tal no recuerdo ahora su nombre y que incluso el respetable Carlos Pinto Grote. Está en el camino de la poesía que a mí (que soy sabio) me interesa, y que por lo pronto tiene su meta en el próximo libro del capitán M (un oyente batata pero al que las musas, piadosas, han decidido favorecerlo), edición ahora en manos de Anghel Morales, un editor que tiene en su dominio el oro de la escritura canaria universal de estos momentos. Lo primero, yo. Libro del cuervo. Y terminando con la novela o lo que sea del Dr R, y pasando por la de Juan Royo (no Premio Benito Pérez Armas 20011) y pasando si me apuran también por otra, esta sí novela, de r misnúscula (también no Premio benito Pérez Armas), donde el guerrero de la ex rambla del general Franco cobra un relieve que, los críticos borrachos y los críticos sobrios, deberemos mirar con lupa.

Dr R, capitán M, míster Cuervo, editor Anghel y Chitoski se reunieron ayer noche en el local antiuniversal El Puntero.
--¿Entendiste algo de lo que dice Lizundia en el blog?
Lizundia en el blog es un genio cuando narra. Cuando habla de política o de filosofía, parece un gato salpicando con las patas arenas movedizas.
--Dice que el género es lo local y que el no género es lo universal. Ignora que el microscopio y el telescopio enfocan la misma realidad, esa realidad que el nahualt tanto defiende y que tanto ignora. Ignora que la literatura de género es universal, y la no género también. El Dublín de Joyce, el Cuernavaca de Malcolm Lowry, el Los Angeles de Bukowski, el San Petersburgo de Dostoieski, la Mancha de Cervantes, la Dinamarca de Shakespeare, el Igueste de Isaac de Vega...

Ya no tengo teléfono fijo para llamar. Pero pueden llamarme a mí. Descuelgo el aparato.
--¿Maestro Juan?
--Maestro Juan era mi abuelo, el hijo de un hermano de Benito Pérez Armas, pero creo que está equivocada.
--Perdone, don.
--Mujer, nada hay que perdonar.

Nada tengo que perdonar a ninguna mujer, y que todas perdonen a un pobre cantor que no merece a ninguna.
Ni siquiera a Sita. hoy con Sita en Santa Cruz, con Sita en San Andrés... disfrutando de su diestra manera de llevar los negocios universales y saber cómo aparcar en un sitio difícil, localizado. Luego en el Petón. Luego en el Monterrey...

Ganas de coger una mochila y viajar al Sur. Mi Sur fue siempre Candelaria. Hasta que quitaron a los guanches verdaderos, corroídos por el viento y el salitre, y pusieron a esos de pasarela de Cíbeles, godos a más no poder. Falsos como la Vírgen de la Basílica catedral.
Caminar bajo las estrellas hacia ese Sur más auténtico, más allá del túnel de Güímar, y no parar hasta llegar a Las Chafiras, y... (chitón).

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Si un amigo...

Si un amigo te pìde algo, hazlo y luego tendrás tiempo de preguntar, si es menester.
Lo estoy haciendo, aquí en el TEA, donde he podido burlar la prohibicción de acceso a este blog. Algún día, si me entero a quién debo dirigirme, exigiré que me digán porque este ciudadano está vetado.

Mañana Jueves a la 6.30 en la MAC, presentación de "Casi letras de canciones", de Sito Morales. Allí nos veremos los que queramos vernos.
Hoy Chani leyó "Rebeldes", un poema del libro de Sito Morales, y dijo: "Estos somos nosotros cuando salimos de noche".
Crítica del pueblo.

domingo, 6 de noviembre de 2011

sobre la realidad

Ciber de la calle el castillo. Música infame en el aire. Días de ir dejando atrás lo que impide caminar, al norte o al sur. ya pasó la edad de los romances, en pajares o en palacios o donde sea. Voy si puedo adonde la gente que hay me agrada (o me enamora, si quieren ponerse pijoteros y decirlo así). Como a casa de Cruci el otro día. Habitat acogedor, cena exquisita, cuentos de Fernando impagables, maravillosos, etc., etc. y una mujer mujer, con la que sería un error negarse si ella quisiese, porque los tiempos primitivos ya se acabaron y no está uno para raptos o tirar piedras contra ningún tejado. La edad civiliza y te posa sobre la realidad. Se acabaron los sueños. Lo que resta es no dejar trabajos a media y eliminar lo que no tiene nada que pueda elevarse.

Poca elevación, para mi gusto, tiene el novelista petulante que presentó una salmodia descafeinda y seudo poética el otro día. Por lo menos, hoy poco me interesa. Pero como el novelista de marras, he leído, promete dejar atrás las boberías que ha soltado hasta ahora y hacer algo nuevo, a lo mejor se produce el milagro y mañana hay que irlo a visitar con un ramo de flores silvestres, si se le quita también la grasa que supura un ego inflado con ese gas que no sé ahora el nombre, ni me importa.

Y como la música de este local me incita a retirarme de aquí, hasta otra.

martes, 1 de noviembre de 2011

amor al Sur

Creo que no estoy enamorado de mi cuñado (como me reprochaba la maltratadita). La fosforito tenía la obsesión de que yo estaba enamorado de mi cuñado Raimundo. Hombre (o mujer), mi cuñado tiene muchas virtudes --es un pensador cartesiano, como Víctor Roncero, y además un bodeguero de buen vino, ese vino que incita al amor y al entendimiento. Y además un hombre que procura resolver sus asuntos antes de que el copo de nieve se convierta en alud. Procura pero le falta inteligencia para lograrlo. Quizá por eso no estoy enamorado de mi cuñado. Un filósofo como este inseguro servidor, no se enamora de quien no tiene claridad de pensamientos. De Manzano (Nuestro Amado Líder o nuestro Escritor Escondido, sí estoy enamorado. Él representa la voluntad de mi padre. No importa que mi padre tampoco haya tenido sabiduría en algunos aspectos (el sentimiento le pudo), pero sí la tenía en otros. Si puedo decir que soy bueno (y lo soy) en este puto oficio, es gracias a mi padre. Todo lo que hay que saber, me lo enseñó mi padre. Una vez se lo dije por escrito a unos anarquista de Asturias, y se escandalizaron y me retiraron el apoyo. Nada nuevo. El Hogar Católico de Santa Cruz (cuando aún no era de las Colillas) me retiró el apoyo cuando me nombraron bibliotecario y los dineros para la biblioteca los gasté en libros de Lutero. En fin, como en la canción aquella del francés: "... siempre tengo que yo que meter la pata", o como en el poema del también francés François Villon: "Ay, si yo hubiese sido un niño bueno..."
Amores platónicos, que no creo que pasen a lo somático. En lo somático me enamora el Sur. El baile de Fernando con Sita en la zona inglesa de Las Américas. Ayer noche. Y Cruci, una mujer bella, sabia, de una sabiduría exquisita, y con un 4x4, adonde viajar donde hoy viajé con el Cuervo, lugar poco transitado, ruinas inabitables, sólo hormigas gigantes, preparándose para el invierno... Viaje de poder hoy con el Cuervo.
Y mañana, que ya es hoy, se cierra el bar de la ignominia, esté como esté. La Maldad me llama. Su voz pide ser escrita. Es mi condena. Escribir lo que hay.
El dibujo para el club de los negocios raros, se me cerraron las puertas del entendimiento. A ver que hacen el Doctor R y Chitowski. Me intrigan lo que van a hacer esos dos. (Seguiremos informando.)

domingo, 30 de octubre de 2011

letras de Sito Morales

Casi letras de canciones
Sito Morales
Con prólogo de Paco Chinea y contraportada de Anghel Morales
Edicciones Aguere Idea (2011)





En el principio fue la música, y la música se hizo poesía, y la poesía se hizo palabra y habitó, etc.. Desde aquellos tiempos prehistóricos, en que el Yo humano se comunicaba con el Otro como se comunican los pájaros: cantando, la Historia ha tenido bardos, trovadores, etc., que dibujaban la vida de la choza, o del palacio, o como acceder al amor y a la guerra. No deberían darle el título de poeta a quien no sepa cantar sus versos, o mejor dicho, no haya ningún cantor que quiera cantarlos: llámese Gardel, Bob Dylan, Lou Reed o Leonar Cohen. O Sito Morales.
Su poesía es irregular. A veces mejor y otra menos mejor. Pero se acerca a lo que queremos. Ver que es lo que está ocurriendo ahí afuera, y a veces también lo que hay dentro de uno en estos malos tiempos, oscuros y confusos. Se agradece la claridad, la concisión, el ir al grano.

"Ya no siento miedo
He perdido el odio
Todo lo que me rodea
a veces me importa un bledo"

sábado, 29 de octubre de 2011

pelea en Jardín Paraíso

Encontré un cuaderno de 1982. Me refresco de la enconada discusión esta noche con mi amigo y controvertido colega Charlín, a punto de irrumpir en público (cuál trovador medieval, luminoso) con una novela rompedora, con portada del Cuervo que aclara muchos enigmas. Las cosas en su sitio. Los corazones de cochino en los frascos de cristal y la dama de blanco corriendo hacia otra luz. Esa es la portada. Del libro de Charlín, que no sé si después de esta noche llamará al editor para que donde ponía pedro ponga diego, sólo sé que cuando salga lo voy a devorar, se lo voy a cambiar y lo voy a joder. Si es que me quedan fuerzas para machangadas. No sé quién de Borges escribió el Quijote. A mí, como me enfade, reescribo la ansiada novela de mi amigo enemigo Charlín, en cuanto esté en mis manos con un lapiz la machaco.
En fin, lo único que faltó fue una buena pelea a puñetazos. Salió fullido. "Maldito de pacotillas", dijo, y eso es verdad. Me callé la boca.
--Tú con la pelea que tuviste con L, y ahora estás enamorado de L.
--No soy enamorado, porque todavía no soy tan maricón como tú.
Discutiendo de Murakami, los dos Murakamis, y no sé qué otros autores y Celine. Ya ahí empezamos a discutir en serio. Quienes achacan antijudaísmo a Celine, no saben nada. Su desgracia fue ser acusado por gente que tenía más vergüenzas que ocultar que él.
De todos modos, admiro en Charlín su tozudez de gallego cerrado, de meigas poseído. A él, le dedico este poema esta noche:

Quién pudiera ser ese niño en sus brazos
volver a la edad de la ternura
cuando el mundo era hondo e insondable
como palomas que rozan el aroma de las flores.

S/C. 1982

comunicado urgente y...

Como mis amigos forman parte de los tres millones de lectores que tengo calculado que leen esto, aprovecho para decir que hoy me levanté reflexivo, con los huevos encogidos, con el pensamiento, el sentimiento y las emociones intentando resolver una ecuación más fría que el hielo. Nada grave pero que me roba todas las energías. Recuperar fuerza y cierta destreza y sobriedad me obliga a romper los compromisos de hoy, y dejarlos para la semana que viene. Un abrazo a los aliados y buena letra a los demás. El Sur me llama. No voy a pelearme con nadie. Voy sólo a ver cómo eran aquellas cloacas en los años 80.
*
"¡Fustigar bien al caballo! Hundirle lentamente las espuelas, sacarlas luego de un tirón, y enseguida volver a hundírselas en la carne", escribió Franz Kafka en su diario en 1913. Casi un siglo después, el ex-oyente capitán M dijo --en la presenta del libro de poemas de nuestro amigo Alejandro-- que así había que tratar a la poesía. Lizundia convocó la existencia del demiurgo y encontró a la demiurgo Proud Mary a la salida del acto. En el callejón, adonde fuimos después, estaba en su salsa alguien que inspira un personaje de Gigoló en cuenta abajo. Esta novela está practicamente concluída. Farta ponerle otros nombres a ciertos personajes. Nombres que rondan este tiempo y este espacio. Un consejo, que no ha caído en el olvido, de José Rivero Vivas. Por lo que concierne al "Cuervo" (no Ramón Herar sino la otra novela) ya, si a Anghel no le da una fatiga de aquí allá, está a punto de volar a Publidisa. ¿Se venderá? ¿No se venderá? ¿Ganaré yo algo sí se vende?...
El otro día me llamó una empleada del Estado que lleva meses haciéndome una estadística. La ley me obliga a atenderla. Pero ha llegado un momento, que ya la atiendo por gusto. Tiene encantamiento en la voz. Ella me cuenta sus desencuentros con el marido y yo le cuento mis inquietudes económicas. Siempre me llama al móvil. Paga el Estado la llamada.
--¿Haces alguna labor benéfica?
--Hago con unos amigos un programa de radio, escribo novelas...
--¿Y ganas algo con eso?
Le contesto.
--Entonces sí, entonces estás haciendo una labor benéfica.
Me hizo sentir un hombre que colabora con la sociedad. A ver si me dan algo de las subveciones a Cultura, esa... Chitón.

jueves, 27 de octubre de 2011

Amigo Escritor Escondido:
No sé dónde está la solución al torrente de improperios que se nos ha venido encima más de lo nórmal. Cuando la cochambre política es la que gestiona, sólo hay que oir a Bengala clamando porque el constituyente alce la voz y exiga. Pero me parece que la alienación se ha instalado en los huesos. Nos estraga y nos cuestiona. Ni en uno ni en otro lado del espectro polìtico, logramos ver una luz al final de este túnel. Leyes que no controlan los precios sino que son la querencia de las almas, las vivas y las muertas. La inquisición renovada, más sutil, más confusa, más peligrosa. La inquisición de los negociantes de la política.
Ahora otra vez subiéndome por las paredes con los asuntos burocráticos y trámites estatales. Le tengo más fobia a eso que a una tumba. Estoy como aquel soldado que un viernes santo pidió servicios a una profesional (lo cuenta Alfonso el Sabio en una de las cantigas de mal decir) y la señora le dijo que ni hablar, que ese día sagrado ella no hacía servicios. El hombre mira al cielo y le dice a Dios que lo ha ganado, porque tantas ganas tenía de hembra que el haberse reprimido le había hecho ganar el cielo. A mí me pasa lo mismo. Cada vez que tengo que cruzar una puerta oficial o abrir un sobre oficial, el esfuerzo es tan grande que creo que me he ganado el cielo. Ya te contaré. El otro día Víctor quedó en pasarme la foto tuya ("¿Es que te has enamorado del escritor escondido?", dijo). Le expliqué la serie que tengo entre manos. Pintar a todos los escritores amigos que vivan de esta agarrotada isla. Empezando por ti, por razones obvias. (Ya pinté al Doctor R, pero salió tamaño hormiga, como una de esas hormigas que al parecer se comieron al Cuervo, así que a ese hombre habrá que volver a pintarlo). "¿Y a mí?, ¿no me vas a pintar a mí?". Si, por supuesto que pienso pintar a Victor, con sus grises cabelleras a merced de las brisas de las ideas. Bueno, el martes promete sorpresas en Atlantic city. A ver si asomas por allí.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Estambul

Dije que Doctor R era el único que podía relatar esa noche, porque en dos líneas reveló con una claridad cegadora lo que a mí me costó una novela descubrir, y sólo hasta cierto punto. La observación cirujana del doctor es impecable. Un intríngulis que tiene que ver con Chitoski y Mirella pero también con Orlando Cova. Quizá me inspire su volcánica emanación y pueda escribirle una carta abierta para algo que nos pidió Rubén Díaz, un especial dedicado al poeta de San Andrés. Por supuesto, el secreto me lo reservo. Matar hablando no es buen método si uno tiene que vivir en sociedad. Ser individuo --según Max Steiner: acabar con la inposición del derecho, del Estado, de la Familia y del pueblo-- acarrea que tengas que convertirte en criminal. Sin crimen no hay libertad individual. Y por el momento, mejor dejarse de pensar en crímenes. En fin, Orlando amaba a la familia y al pueblo y al comunismo y era proclive a los palestinos y una vez gritó "¡Independencia!", cuando se presentó en Las Américas el libro Canarias diversos nacionalismos. A partir de ahí, siempre que veía a Urko (el amigo bilbaíno de San Andrés que lo atendió con coraje en los últimos días del poeta en el pueblo) saltaba con "una bandera con siete estrellas verdes cada día". Sin embargo, yo no lo haría mártir del independentismo, ni mucho menos. Él anhelaba una España más considerada con las islas. En fin.

A ver si me mandan los escritos (no digo "cuentos" porque uno de los que tienen que mandar dice que lo suyo no es un cuento, desconocedor de lo que significa "hacer el cuento" (que aquí es narrar algo que te ha sucedido o has visto)). A ver si los mandan, porque ya hay que cerrar ese bar de la ignominia. Espero que no se hagan de rogar.

Nuevas novelas y no-novelas de ficción narrativa en la cesta de Ánghel. Tiempos malos, ganchos a la mándibula. Hoy con el amigo Ánghel en La Laguna. Con dos poetas de su colección. Un poeta y una poeta. Y gracias al mapuche pudimos volver a Santa Cruz.
Antes pasé por el local del brujo. Me recordó Estambul.

martes, 25 de octubre de 2011

NOCHE HOMENAJE AL poeta orlando cova, nuestro amigo imposible.

--Esta noche no escribas nada en el blog --dijo Gladys, en el Parra. Víctor tirando la toalla, dibujando con su mano su complicada ternura de Orcar Wilde.
Gladys, sabio consejo. Mujer divina.
Si alguien puede escribir esta noche, es el doctor JRamallo. Le corto la cabellera si no lo hace. Estáte atento a Zoo Punto Cero blog.

vino y poesía

18.oo horas. Vino y Sexo.

La Puerta (Radio Unión Tenerife), con Felipe Monje.

Felipe Monje, desde 1983 está incorporado a la empresa familiar Bodegas Monje S.L. como director técnico y gerente. Quinta generación de la familia bodeguera con tradición desde 1750.

Participa como miembro de juntas directivas en numerosos organismos (consorcios, asociaciones, consejos, etc.) relacionado con el vino en Canarias.

Está considerado como un renovador que ha roto los esquemas tradicionales de marketing en el sector, con una interesante actividad cultural en la bodega y sus populares eventos entre los que destaca WINE & SEX.

***

20.00 horas. Librería del Cabildo. S/C de Tenerife.

HOMENAJE A NUESTRO AMIGO EL POETA ORLANDO COVA.

lunes, 24 de octubre de 2011

"Cárcel por fuera, cárcel por dentro"...canción de Chicho Ferlosio.

... óyelo a él:

No soy precisamente un héroe; habría delatado a calquiera si hubiera tenido a alguien a quien delatar.

escribe de unos tiempos en que estuvo en la cárcel, acusado de participar en un atentado terrorista en la ciudad de Vetusta durante el franquismo, supongo que ya en los postreros años del régimen de la unidad de destino en lo universal.

A poco de salir al patio de la cárcel, se me acercó un recluso y me dijo: "Los de ETA quieren conocerte". Yo me asusté y respondí que yo no tenía nada que ver con ellos, que no quería conocerlos. Sin hacer caso de mis excusas, añadió: "Camina a mi lado. Se han puesto en huelga de hambre y están en sus celdas. Te verán mientras caminas junto a mí".
Pronto tendría ocasión de conocer personalmente a los huelguistas. Durante quince días me tocaba participar en las comunes labores carcelarias como cocina o limpieza (luego me enteré que pasando una pequeña cantidad había otros presos que hacían esos trabajos por ti). Teníamos que llevar la comida a los que estaban en celdas. Toda la plana baja de la séptima galería la ocupaban los presos de ETA. Se negaban a probar la comida, pero la primera vez que pasé la mayoría de ellos se levantaron de sus camastros y se acercaron a saludarme a darme palabras de ánimo. Ninguno tenía pinta de fascineroso ni de asesino. Más bien parecían seminaristas. Luego, durante varias noches ocurrió algo que todavía me conmueve.
Los días, mal que bien, iban pasando en aquel lugar, lleno de noveleras novedades para una persona como yo. Pero las noches, encerrado en la celda, oyendo la respiración de los compañeros, con la luz que no se apagaba nunca, las noches eran interminables. Apenas dormía, y cuando conseguía hacerlo siempre tenía la misma pesadilla: soñaba que estaba en la cárcel. Me despertaba sudoroso, aliviado al comprobar que era solo un sueño; el alivio solo me duraba lo que tardaba en abrir los ojos y mirar a mi alrededor.
Pero algunas noches ocurría el milagro. En el silencio, un preso se ponía a cantar. Era una canción vasca. Inmediatamente se oían los pasos de los funcionarios que iban a hacer callar esa voz. Se oían --resonantes en el silencio-- los cerrojos de la celda al abrirse. Pero la voz que cantaba ya se había callado y en otro extremo de la galería era una voz distinta la que continuaba esa canción. Los pasos de los carceleros se dirigían a ese otro lugar, pero antes de que llegaran se hacía el silencio y la canción brotaba en otra parte. Así durante algún tiempo hasta que los presos vascos se cansaban del juego. Sigue siendo todavía, después de tantos años, un recuerdo hermoso. Y los protagonistas eran presos de ETA.

Afín al PSOE y contrario a Cayo Lara y sus huestes, a los que llama imbéciles, Lejano 1 añade que, sin embargo, nunca ha tenido ninguna simpatía por los asesinos (¿nunca? ¿y esas noches de la cárcel?) y que nada le repugna más que los crímenes por razones ideológicas. En fin, un añadido que justifica al autor ante sus correligionarios políticos, pero que no enriquece el relato.

Por mi parte, recuerdo mis estancias más o menos de algunos días en Donostia. El amigo que nos había invitado, hablaba a menudo de los "subnormales de ETA", pero por las noches, relatando los actos heroicos sucedidos en San Sebastián, uno u otro etarra era siempre el protagonista de la aventura. Héroes para unos, villanos para otros. Se agradecen la voces que no son hinchas ni de unos ni de otros. Las voces que llegan, ven y cuentan, sin implicaciones personales. Si no, seguiremos en un gallinero de confusiones. ETA no deja las armas porque no se ha rendido. El entendimiento y la solución de las confrontaciones vascongadas, aconsejan, en buena política, una negociación en que sean apartadas las pasiones. A nadie con sentimientos le alegra la secuela de víctimas, pero tampoco a nadie le alegra que las siga habiendo.

*
Mañana en la radio, cambiamos de tema: el vino y el amor, con Felipe Monje de invitado. Y luego, homenaje a nuestro amigo Orlando Cova en la librería del Cabildo. Hoy, me infoman de los premios de novela concedidos en la presente edición de Cajacanarias. Apunta la voz informante a un posible tongo. ¿Será verdad? En fin, no nos apasionemos demasiado. No es aconsejable para el porvenir político-cultural.

domingo, 23 de octubre de 2011

Sigo diciendo que hay cuatro narradores (dejo aparte a Ignacio Gaspar) que me rodean en este Santa Cruz de Las Colillas, ante los que me quito el preservativo si es menester. JRamallo, Marcelino Marichal, Andrés Chaves y José María Lizundia Zamalloa. Incluso el discurso político (banal y olístico cuando sólo habla de política), le da relieve al lienzo si Lizundia narra. Una maravilla su relato de la noche del casino. Donde el humor no es pegajoso, donde la ironía no chirría, donde el cuadro toma vida y movimiento. No en vano, contra viento y marea, he defendido a mi nahualt. Ese vascongado isleño aparentemente antivasconio.
En fin, paso a decirte, templado diario, como fue este día de hoy.
Despertar glorioso. Oí la voz de mi amada. Su deseo de vivir conmigo en La Maldad. Sentí piedad por su ingrato porvenir. La cartera vacía, los trámites sin hacer, la nevera con la leche caducada, los sueños trastocados, cada vez con el ánima más infantil y la vieja ánima cada día más verde. En fin, ver venir.
Encendí esto y me metí en la internet.
El lejano 1 cuenta su temporada en la cárcel. En el régimen de Franco. Lo acusaban de un crimen. En la cárcel, etarras presos querían conocerlo. Ya entonces, Lejano 1 era un peso pesado en la sociedad de Vetusta. En fin, óyelo a él:

sábado, 22 de octubre de 2011

surfeando por la red y de nuevo Ross MacDonald

El ominoso silencio del cuervo y el discurso político del nahualt, que no me conmueve profundamente, me llevaron a videar páginas de dos amigos lejanos que ya se fueron hace años. Busqué sus nombres y aparecieron sus blogs. Nada de Demonio Eta versus Santa Democracia , ni Gadafi pidiendo clemencia, ni Chávez cumpliendo promesa con el Cristo de la Grita, ni Melini versus Jérez, ni el Escobillón callado, ni el Benito Pérez Armas placenta de desiluciones... Me sumerjo en La piscina mortal como ayer la mujer de la guagua en Un burka por amor. El ensimismamiento de un lector, abducido por el libro, es mejor que dos críticos sabios favorables y veinte mentecatos en contra. En la novela de Ross MacDonald, la explicación de estos tiempos no puede estar mejor (es un decir, un tópico) resumida:

Cuando volvió el rostro, su boca estaba manchada de sangre. El pasillo del hotel que recorríamos era tan interminable como el tiempo. Al caminar, sus pisadas levantaban pequeñas nubes de polvo. El polvo apestaba a muerte. Sorteé la basura desparramada por la alfombra desgastada, siempre detrás de ella. Viejas fotografías, recortes de periódico, esquelas, preservativos usados y cartas de amor atadas con lazos rosas, cenizas y colillas marrones y blancas, botellas de whisky vacías, vómito seco y sangre seca, platos con restos de comida fría sobre bandejas grasientas. Tras las puertas numeradas se oían chillidos, gruñidos, risitas, alaridos de placer y alaridos de dolor. Mantenía la mirada siempre de frente, rezando para que no se abriera ninguna puerta.


Uno de los amigos lejanos no escribe de sexo porque no es elegante. A veces, sí, no es elegante.

El camarero me envió deslizándose sobre la superficie lisa y negra de la barra, un delgado bocadillo de pan blanco y una taza de espeso café marrón. Tenía las orejas rosas, como un par de mariposas. El resto de su humanidad se había quedado en estado de larva.
--No he podido dejar de escuchar --dijo, pegajosamente--. Si usted busca un contacto, yo le puedo ofrecer un buen número de teléfono.
--Escríbalo con sangre sobre papel de estraza y toméselo para desayunar.
--¿Cómo? ¿Sangre?
--¿Que le hace pensar que el sexo es lo más importante que hay en la vida?
Se rió soplando por la nariz, y dijo:
--Dígame, ¿qué otra cosa si no?
--El dinero.
--Claro, pero ¿para qué quiere un hombre dinero? Contésteme.
--Pues para retirarse a un monasterio en el Tibet.

Bueno, en La piscina mortal, el detective, que llega un momento en que investiga sólo por saber qué, cómo y por qué, está asqueado del sexo que se estila en las zonas dónde. En toda la novela, a pesar de varios ofrecimientos, el hombre no entra en ese juego, incluso sigue queriendo saber aun cuando la clienta --era una clienta-- se quita la vida con estricnina.

En el otro amigo lejano, el sexo es el lujo de la vida. Está por todas partes. Llamando a la vida como el día llama a la noche y la noche al día. El sexo está en toda su obra y es más que elegante. Así será, si hay suerte y salud, el próximo martes en Tijuana. Daremos noticias.

viernes, 21 de octubre de 2011

citas y ramas

"Hombres y mujeres, no hay diferencia. Todo el mundo está lleno de preocupaciones. Siga la línea de sus problemas, y parta de ahí. Si conoce la naturaleza humana no puede fallar. Todos los vendedores brillantes utilizan ese mismo truco." (Ellery Queen. Besa y mata)

"Lo más importante que tengo que decirles hoy, es que el pelo importa, una lección que ni mi familia ni Yale me enseñaron. Presten atención a vuestro peinado, porque el resto del mundo lo hará." (Hillary Clinton, en una convención de estudiantes de Derecho)

"Es más odioso que las puertas del Hades el que por ceder a su pobreza cuenta mentiras." (Homero. Odisea)

"La fotografía del actor miraba sin pestañear al sol de la tarde. Le dije en voz baja, que el drama de Quinto (ciudad de EE.UU.) era mejor que el que estaba ensayando en el escenario. No me contestó; estaba perdido en sueños sobre su propia hermosura." (Ross MacDonald. La piscina mortal)

A pesar de mal peinado, afeitado, camisa desgastada, cholas, etc., no pude evitar, después de encontrar ya cerrada la agencia tributaria canaria, acercarme a Termini. Me entretuve hojeando El Día en el bar de Efraín y no llegué a tiempo. Y eso que la 901, una vez en la parada, no tardó ni un minuto. Una señora de mediana edad, enfrente de mí, leía una novela titulada Un burka por amor. Tapas duras, buena tipografía, excelente diseño. Me entraron ganas de darle mi teléfono para que me la prestara cuando terminase de leerla, y quizá luego hacer un dúo de reunión de lectores. Desistí. No tuve coraje. Me bajé en la parada del mercado. Por un minuto no encontré abierta la agencia tributaria. Caminé hacia Termini. Allí un buen rato con los amigos jurídicos (nuestro Escritor Escondido, el nahualt, su hermano Víctor, Rafa y una actractiva y estilizada Carmen (le da un aire a la juez que me condenó in illo tempore, que inspiró la novela --en borrador-- "Informe para cumplir una condena"), gusto de conocerla).
--Tienes que ir el lunes a firmar.
Se refiere a la Asociación Amigos de Israel. Los primeros papeles, mojados. No se puede ser amigo de Israel. Nos obligaron a ser amigos del pueblo de Israel. Bueno, amigos del pueblo. Eso es mucho pedir. No soy amigo de ningún pueblo; amigo de gentes y ya está. Pero la ley es la ley, y la justicia enseña que si algo es más perjudicial que la verdad, lo es sólo una mentira mal contada. Cuando mi caso con la denunciante, la mentira que me contó mi madre (en paz descanse) la noche del calabozo, fue genial, auténtica, como todo buena mentira su semilla, su meollo: la verdad. Una mentira más auténtica que la de la denunciante. Pero tuve reparos, quizá deseos renovados (basta que te rechacen para que desees con más ahínco) y decidí decir la verdad. La verdad me hundió en la condena. Fructífera. Le debo el libro "Llorad las damas" y las novelizas en cierne "Gigoló en viagras bajas" y "El informe...". No es poco si el agua es pura.
Rafa me preguntó si yo estaba implicado en algo del callejón del gato o no sé qué... ahora no me acuerdo. No, que yo sepa no estoy implicado en eso. Casualidad. Por la noche había soñado que Lizundia nos invitaba a una cerveza a Marcelino y a mí en una casa que tenía en una colina. Su gata saltó para arañarme la cara pero sólo era por jugar. La fuente de ese sueño quizá está en que el otro día estuvo en esta casa una encuestadora argentina. Tocó y le abrí. Uno de los gatos que rondan la calle, aprovechó para colarse por la puerta abierta. No invité a pasar a la argentina, la tuve todo el rato en la puerta, con un ordenador portátil en la mano, rizos rubios, escote aceptable, figura grácil, movimientos de ballet... La sala no la tenía en orden, no aceptable para visitas imprevistas. En fin, en un concurso de elegancia, en Termini hoy yo me hubiera llevado el peor castigo. No es extraño que una mosca verde rondadora, escapada de la versión de La Zurda sobre la bandera de las 7 estrellas, eligiese mi jarra de cerveza. Lo que no mata, te hace más fuerte. La salve de ahogarse y bebí.
--¿Y el cuervo? ¿qué está haciendo el cuervo? ¿dónde está metido?
Yo estaba colaborando como estratega, con la aprobación de Carmen, en el afán de Victor por abordar con éxito un cielo lindo, enfrentado a un oponente. Lo que no le dije es que el "enemigo" más temible no es el visible oponente. La mujer --oí no sé cuándo-- es como un ring. Acoge al que gana la pelea y expulsa al derrotado. Como mi favoritismo en este caso está con el estilista Víctor, no puedo narrar con objetividad. Además, creo que la excrecencia de la mosca verde me refortaleció el pensamiento ilógico.
--Está pal sur... enredado en negocios, como ahora está en el Club de Los Negocios Raros, en el fin de la ley...
--Y el toro, antes de morir, se vira la cabeza y le dice al torero: Adiós, Juan.
--Mi oponente es un surtidor de clichés, no tiene nada que hacer conmigo...
José María, antes de irse, quiso hacer gala de su bilbainismo y repartir billetes de veinte euros. Infructuoso intento. Se quedó con las ganas, por mi parte porque estando con caballeros procuro comportarme como tal si hay una señora delante. Nos desperdigamos. Carmen y el Escritor Escondido, a Los Majuelos. Víctor a Duggi. Rafa a La Laguna, Lizundia a Vistabella, y yo otra vez al bar de Efraín. O sea, que nos abrimos cada a cual hacia nuestros íntimos sufrimientos y glorias. Los hermanos esta tarde-noche: a debatir el fin de la historia en el casino, cena incluida. Hoy el brujo inaugura su local en La Laguna. No voy a ir. Ya sabes por qué. No hace falta ser pitoniso para saberlo.

La muerte de El Gadafi, o de su doble, me recordó la muerte del Chivo, el dictador dominicano Trujillo, hijo de gomero y de haitiana. No he leido La muerte del Chivo, del ilustre Vargas Llosa. Sólo recuerdo lo que oí a la gente de Republica Dominicana. Le fue bien mientras contentó a su aliado. Cuando se creyó que podía prescidir de esa alianza, le prepararon un atentado y lo acribillaron. Mientras tanto gozó de orgías y de la desesperación de no haber blanqueado su feudo. Él mismo quería blanquearse. Se llenaba la cara de polvos blancos, y la nariz supongo que también. De ese tiempo fue Rubirosa, el tíguere (versión dominicana de lo que aquí llaman consentido) que empezó su carrera de conquistas con la hija del dictador. En fin, no sé por qué hablo ahora de Trujillo y Rubirosa. La próxima vez que viaje al sur, le diré a Fernando que me pele. La cena vendrá después.

jueves, 20 de octubre de 2011

pinturas y lecturas

JRamallo con su ciudad de colillas me ha dado la idea de poblar con ceniceros la hipotètica exposición. Ahora Nuestro Amado Líder, acosado por un diañu (diablo) burlón, no sé si estará para camisas de rayas. De todos modos, hay que esperar. Ahora no pinto para encontrar mundos insospechados, sino para quedar bien en la hipotética exposición. Un personaje (una mujer) de Rubem Fonseca dijo que los cuadros están en declive, que el que tenga un picasso lo mejor que puede hacer es quitárselo de encima antes que baje de precio. Hoy, dijo la entendida, lo que manda son las instalaciones. Vale, pero con cuadros se puede hacer una instalación. Y seguir la moda: el arte conceptual fabricado con colores, los ceniceros de JRamallo, los cuadros que no se pueden vender, las transformaciones sobre portadas de libros... mi sueño pictórico era colarme una noche en El Prado y retocar La Meninas, y si estaba en vena esa noche, también La maja desnuda y La maja vestida, vestir a la desnuda y desnudar a la vestida. En fin, como me aconseja mi abogado Víctor, no me meto en más delitos. Pero los sueños tienen su castigo. Ahora que estoy dejando de ser el último maldito de Europa y llevo una vida monástica, no tengo ningún deseo de estropear ningún cuadro célebre. Estropeo los que no son célebres. Los lienzos vírgenes son caros y tengo que pintar sobre pintado. No me quejo. Seguramente mañana, otro repintará lo que uno repintó. Cuadros viejos, portadas de libros y revistas...
De la colección Círculo el Crimen (año 1982, 150 ptas ejemplar) cogí cuatro que tenía en una estantería, para atacar con rembrants (ya el blanco está en lo mínimo) las portadas, y en vez de pintar me puse a leer. Al final del arco iris (de James M. Cain). Un M. Cain más rosa que en El cartero siempre llama dos veces y en Pacto de Sangre, donde ya el rosa es rojo sangriento y el fondo es negro humo. Pero aquí también está el maestro, el autor que se entrega a su historia y se olvida de sí mismo. De su literatura y de su mierda. El negro Cain, al contrario que en las otras novelas, se disipa pero está. Un episodio tremendo me lo guardo, porque tiene que ver con el guión que le conté a Ramallo.
Luego intenté leer otra, pero la pobre era tan literaria, tan surtidor de figuras y requiebros, que no pude pasar de la página 10. La siguiente --no nombro a los autores, que aunque ya estén muertos sus fantasmas están por ahí, y ya tengo suficiente con los fantasmas de los vivos-- sin ser ninguna maravilla, se deja leer: la chica que parece buena que al final es mala y el detective que un primor y el marido de la mujer desaparecida y... se deja leer. Y en este momento leo La psicina mortal, de Ross MacDonald. De Ross MacDonald leí en otro tiempo La mirada del adiós. Creo que no la terminé. Esta de ahora no es que la esté leyendo, sino que me está devorando. Qué buena. Otro maestro, como M. Cain pero además poeta, poeta de verdad, de los pocos que hay, de los que aparecen no a menudo. Un poeta al servicio del narrador, ayudándole a reflejar la amarga búsqueda de un alma que ya no existe, en un paraje --alrededores de Los Angeles en aquellos tiempos-- donde la opulencia es desolación, infierno y locura. Como en todas partes de vez en cuando, supongo.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Más sobre las zonas martes

--Quevedo sigue vivo --dije.
--Eso es un tópico, un lugar común --dijo Víctor.
Puede que sí, pero el colmo del tópico es acusar de tópico cualquier idea o apreciación con la que no estés de acuerdo.
Yael se incorpora a la tripulación de La Puerta; sin embargo, ya desde el principio, en este primer encuentro en las ondas, merecía más de quince minutos de atención, y que disculpe Víctor por el tópico.
Por otra parte, cualquier cosa es conveniente repetirla varias veces. La memoria es frágil y el entendimiento de algunos, como es mi caso, no es capaz de captar a la primera, ni a la segunda, pero si ya algo a la tercera y casi obtimamente a la cuarta. A partir de ahí, lo que se está repitiendo comienza a perder interés. Caso, por poner una comparación, del gran editorialista en relación con Las Palmas, que lo que ha conseguido es que un nombre oficial pero poco utilizado, Gran Canaria, se haya hecho valer como valor de uso.
No siempre llueve a gusto de todos.
Más interés tenía discutir sobre la moral de la guerra. Dijo Yael que no es lo mismo un soldado que se enfrenta a otro soldado que aquel que tiene como objetivo a la población civil. Es verdad. Hombres armados contra hombres armados. Quizá las guerras fueron así hasta... ¿Hiroshima? ¿Qué guerra en la actualidad no mata a la población civil, no ya como consecuencia del conflicto o daño no previsto, sino como objetivo consciente?
En las ordenes militares --oí decir a un guardaespaldas del Ejército--, si un general está en peligro y para salir del peligro hay que atropellar a una anciana, a un niño y a un perro, la salvaguarda del general es lo que importa.
De esto sabe Jesús Manuel, nuestro especialista en guerras. Quizá, en el próximo programa, añadir al título "vino y sexo" (si se presenta el monje), el de "droga y guerra". La droga perseguida en la vida civil, ¿se liberaliza cuando se entra en combate?
Eso y... Rajoy. ¿Será un por lo menos mediano arreglador de los entuertos que sufrimos o, por el contrario, no es sino un espejismo? Sombras nada más donde la sed y la zozobra nos quiere hacer ver un cuerpo sólido.
--Eso es un tópico, un lugar común...

martes, 18 de octubre de 2011

swexo y vino

Da igual como haya salido el programa. Por fin tenemos una mujer que vale la pena, en todos los sentidos.
--Qué ...-- dije yo.
--Qué ...--dijo Jesús el Niño.
Y seguimos caminando los tres avenida de la cárcel hacia arriba.
Yael se fue con Víctor, vestido de invitado a una boda, y ella de rojo y negro. Stendhal. El hombre que le tenía miedo a la belleza.
El próximo prógrama, si hay suerte y gracias a Yael, sexo y vino, con un monje de invitado especial.

con Yael Hernández Oaknín

hoy en LA PUERTA

radio unión tenerife

con Nuestra Nueva Amiga:

Yael Hernández Oaknín

(más información, en el blog de José María Lizundia)

lunes, 17 de octubre de 2011

el precio de la felicidad

Agustín Pacheco, insistente, se quedó con el único ejemplar que me quedaba de El pintor asesino. Fue en la última presentación en la Mac, de la que eludo hablar para no meterme en profecías. Hace tiempo que perdí el oficio de profeta. A los que sólo piden aplausos, que les besen las manos y proclamemos lo lindos que son, leche cacharro es lo que merecen. Esto de opinar, como Martín Fierro --aunque sin guitarra--, no reporta sino disgustos. Hablar de las gente que admiras, y basta. Los que no despiertan un grado de admiración absoluto, mejor borrarlos de las evidentes líneas. Con El pintor perdí varios amigos, por esa tontería de Chistowski obligándome a usar nombres reales, como más auténticos y verdaderos. Y una mierda. Invéntalo todo y déjate de realidades. El hombre pobre no puede permitirse el lujo o la inconveniencia de decir lo que piensa. Y el sabio piensa lo que dice. Así que no seas quevedo y calla cuando la ajenitud cruce el índice sobre los labios.
Hasta ahora manejaba la hipótesis de que Gómez Charlín --otro que sólo quiere aplausos-- tenía el mismo defecto que yo: hacedor de páginas que valieron la pena que estén ahí, pero junto con otras que son pajas donde ninguna aguja se ha perdido. Cambiaré de parecer a partir de ahora y celebraré como genial e impecable la nueva novela, con portada de Ramón Herar, que Charlín al parecer ya tiene en imprenta.
En fin, el sábado me puse las botas de siete leguas --estupendo regalo de un amigo del que puedo, sin ironías, hablar con calidad-- y me fui a una celebración en un hotel del territorio mítico de José María Lizundia. Me invitaba Sila, una mujer estupenda y guapa que merece capítulo aparte. Estos actos de hoteles elegantes tienen algo de color pastel, aroma de nardos y noches de jacuzzi. Acostumbrado a los bares canallas, el contraste es de agradecer. Después regresa uno a la vulgaridad con renovado coraje. La celebración estuvo muy bien, y no me extiendo sobre la chica que hizo la danza del vientre porque entonces no pienso en otra cosa. Incluso los contrastes fatídicos. Una psicóloga que predicó contra la depresión, que si estabas deprimido, te dejaba absolutamente amargado. Y otra chisgaraví, locuela, que poco menos que terminó aconsejando a todas las mujeres que estaban allí dentro que se dejaran de formalidades y fueran más rameras y ejercieran el oficio por amor al arte, como los poetas. Habló también de la física cuántica. Hace tiempo que la física cuántica está en manos del sexo femenino.
Con Sila y Cruci y Fernando, etc., luego estuvimos de cena. Grato conocer a Fernando, un negro blanco, rubio pero pelado a menos de cero, peluquero. Grata e inteligente persona. Agradable, humorado y afectuoso, con zapatos de cuatrocientos euros y la ropa no me quedé con las marcas. De marcas y ropas, me estuvo hablando el chófer cuando íbamos pal sur. No le robaré sus episodios. Espero que él mismo lo cuente. Y gracias, Sila. Fue una noche inolvidable. En el viaje de regreso, perdí de nuevo el móvil. Quizá un pago, el precio de la felicidad.

viernes, 14 de octubre de 2011

más ripios

Hoy estuvimos en la esposa
de don Víctor Roncero
oyendo erres minúsculas,
autor de mucho esmero.

Dicen que ganará el Premio
de Novela Cajacanarias,
así será la justicia
en estas islas canallas.

Yo sé que lo merece
mi amigo Juan Royo,
pero iré a la celebración
a comerme medio pollo

No como hoy que no hubo
vino ni cochino negro
haciendo los honores,
ay la pena que tengo.

Se fueron los mayores
a las mesas del Puntero,
y los pequeñitos quedamos
como en Zoo Punto Cero.

Bebiendo en el Platillo
sin Royo ni Pacheco,
que uno con despedida
y otro sin se fueron.

Allí el Cuervito, el capitán
Mercelino, el doctor
Ramallo, don Kiko
futuro escritor

y yo, que como es de madrugada
no tengo ánimos pa clerecías
y dejo a otros sílabas contadas
porque me pena el alma mía

no haberme ido a La Laguna
con Ramón y JR.
Y aquí al lado en la plaza
un baile que te mueres.

Disculpen señores
las coplas
pero esto tiene lo fácil.
Abajo tengo una botella
y una copa.

ripios de las peticiones

A mi amigo Agustín Díaz Pacheco, a quien llevaré esta tarde, con "El fondo de los charcos" en primer plano, el único ejemplar que me queda de "El pintor asesino".





Iré a casa de mi tía
a por blanco de titanio,
el de plomo no lo quiero
que envenena y hace daño.

Ya que estoy, también le pido
dos de blanco transparente
y los azules de prusia
como sus ojos ardientes.

Y si tiene, un buen rojo
en cualquier de los estados,
y amarillo veneciano
también, aunque esté usado.

A don Felipe Emeterio
que es mi mejor padrino,
le pediré unos pinceles
que fueron de su sobrino.

Y al cura del triste pueblo
que me dé los tres lienzos
de santos gastados y huellas
de moscas. Y si lo pienso,

a mi prima Elvirita,
sin que lo sepa su otelo,
que pose en todas maneras.
¿Qué pintor no pide modelo?

jueves, 13 de octubre de 2011

actualidades y recuerdos

Las quejas de los fracasados son patéticas. Vale que uno no tenga suerte, no tenga picardía. Porque la cosa funciona así. Trampear y engañar sin que te pillen, y tú pillar a tiempo a quien intenta trampearte o engañarte. Saber robar y evitar que te roben. Lo demás son matices. Saber a quien adular y luego, si puedes, eliminar a ese testigo molesto. Y oír aquella canción en voz y música de aquel buen y admirable progresista Paco Ibáñez: "Mira, niño, que sin dinero no vivirás".
A mi amigo GM no le falta el dinero. Su trabajo de funcionario lo mantiene a flote económico. Una vez hizo una traducción de Medea por encargo de un director de teatro, para representarla. No quiso cobrar. Traducir a Medea para él fue un placer, y los placeres verdaderos --en su filosofía-- desprecian el dinero. El director le dijo que de todos modos tenía que ingresar un dinero a su nombre en la sociedad de derechos de autor. Pero si yo no soy socio de esa sociedad, dijo GM. Es igual, tienes que ingresar aunque no seas socio, dijo el director. Cuando mi amigo, que no necesita el dinero pero tampoco lo desprecia, se interesó por cobrar los derechos de autor, le dijeron que no podía reclamarlos porque no era socio. Supongo que se quedó con la boca abierta. Luego me contó de un poeta laureado que insultó a no sé quién porque no lo había nombrado en no sé qué conferencia. Patética la queja del fracasado y vomitiva la del laureado.
Pero de lo que quería hablar hoy es del cuadro "La plazoleta". Sólo tienes aquello que das, cantaba no me acuerdo quién. Tengo ahora el recuerdo de mi primer contacto con el arte de la pintura. Tendría unos siete años, más o menos. El lugar: la plazoleta. Una pintora extranjera, una mujer menuda, sobre los cuarenta años --según la recuerdo ahora-- pintaba a una chica con una cesta de pescado. Me agradó la modelo, y me maravilló el cuadro. El cuadro estaba tan lleno de belleza como la propia modelo. La técnica era puntillista. Me asombré que usando sólo puntos de color, la pintora hubiese puesto sobre el lienzo el resplandor de la vida. Otro día tuve la oportunidad de entrar en su casa. Seguramente agradecía mis halagos. Sólo sé que estábamos sentados en la sala de su casa y hablábamos. De pronto, una vecina furiosa, malencarada, entró con estrépito allí dentro, sin pedir permiso, sin saludar. "¡Ya verás tú cuando se lo diga a tu madre! ¡Sal de aquí enseguida!", gritó. Salí corriendo, asustado. No supe defender mi reciente amistad con una pintora a la que admiraba. ¿Qué hago? Ahora veo de nuevo aquel cuadro. Veo de nuevo a la niña que servía de modelo. Los puntos de color sobre el lienzo. Hasta podría contarlos. La cara de asombro de la pobre extranjera. Era extranjera. No supe defenderla. Mierda.

miércoles, 12 de octubre de 2011

negro sobre Blanco.

El ministro Blanco es otro que debe de estar temblando o asqueado. Leo en el ejemplar de El Mundo de las mesitas de la plaza Weiler que un amigo gallego del ministro pasa de lo poco a lo mucho en poco tiempo, gracias a Fomento. Bueno, y qué. ¿Por favorecer a un amigo? En fin, el señor Blanco, ahora en el punto de mira político financiero, debe de estar considerando que no es aconsejable encender un fósforo en una gasolinera.
Blanco de las miradas también es el Hierro. Nuestro Hierro, adonde nuestro bimbache dice que se va a ir a cuidar ovejas. Arde la tierra bajo el mar.
Un volcán de libros --más o menos novelas-- en la corte canaria de las letras. G-21 sigue pegando fuerte, ahora con la presentación de El fondo de los charcos este viernes en la Mac, zona de la esposa-madre Santa Cruz que en las noches se puebla de alienígenas. Coincidió la publicación de la novela de Javier Hernández con la reedición o reimpresión de la única novela de Jaime Mir, la primera novela canaria de género negro en estado puro y, si no me equivocó, aún inculminada por la producción posterior en esa línea (si exceptuamos los cuentos, donde contamos aquí con algunos de Ensalada de canónigos, Retrato de Marlou Diesel o Y fumar puede matar), aunque hay que considerar la posibilidad de que Crimen sea también negro. Surrealista pero negro.
Jaime Mir, oí decir, se retiró del oficio porque una vez que ganó el Premio con su novela, poco menos que se asqueó del mundillo literario. No sé, si eso es verdad --abría que preguntárselo a él--, los detalles del cuento.
En el que hace José María Lizundia en su última entrada, faltó un personaje. En fin, mejor dejarlo pasar. Ahora me estoy estremeciendo con la mística de Loyola, y los temblores que veo por dentro de uno propio, oscurece los de afuera. Bajo el volcán. O mejor dicho, sobre el volcán.