jueves, 17 de noviembre de 2011

Tea por la mañana

Bajé a la ciudad. Como dice r, el pescado hay que venderlo por la mañana. Pasé por la ferretería de la plaza Weyler. Solucioné a mi favor una equivocación de ayer. Y me había dicho antes a mí mismo que si lo solucionaba, llamaría a Juan Royo. No sólo me puede hacer un favor sino que quedamos pal próximo miércoles. Los días fijados de antemano no son mi fuerte, pero la disciplina, lo apolíneo, no me viene mal para ponerle un contrapeso a las costumbres de la modernidad "invocable y artística", como bien señala L. Iba a contar un sueño de anoche, pero la palabra de Nuestro Amado Líder va a misa. Entierro el hacha de guerra. Es con la grifería y otras perturbaciones cotidianas contra las que uno debe pelear en estos momentos. Y por lo que toca añadir sobre Chitoski, no soporta leer sino a autores canarios, naturales y fóraneos de estas islas. Autores que hablen de lo que está sucediendo por aquí, por esta localidad. De los extranjeros, hoy por hoy, sólo me interesa Bukowski. Lo demás es fantasía evanescente.

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