miércoles, 31 de marzo de 2021

preparando viaje a Oria

 La noche pasada velada con Gallo de Tierra. Hombre calvo, no de mucha estatura y bien proporcionado. Se fue a la cinco y pico de la madrugada. Lo acompañé a lo que llamamos El Mirador, parking-explanada sobre el barranco, sobre la cueva que habita El Cueva, con cabras, hurones... Gallo es buen narrador, más tirando al Samuel Becket (estilo elemental, sin titubeos ni adornos) que a Joyce. Por encima del Mirador, mientras Gallo desaparcaba, nubes se abrían a lo largo del cielo.

--Esta noche tienes para escribir una novela.

Sí, una novela me contó, sin desperdicios. Una novela de vidas cruzadas, con personajes femeninos importantes, de cuento de hadas: hay una reina, hay una bruja y hay una cenicienta. Y además novela ilustrada, con imágenes de su móvil. Ayudaban, y tanto, a ver a los personajes. A través de las fotos se veía el tesón y el coraje de la reina, vencedora de dificultades; los manejos ladinos de la bruja, y la tristeza de cenicienta. A mitad de la velada, fui al patio y traje el cuadro que estoy reinventando. Lo colgué en la pared de la sala. Gallo le hizo una foto magnífica.

El cuadro tiene su historia. Lo pinté en el patio, con la modelo delante. Se lo llevó. Varios meses lo tuvo en su casa, en el salón de su casa. Pero más que a ella, me dijo que había pintado a una familiar enemiga. Ver a su enemiga en el cuadro la perturbaba y acabó regresándolo a esta casa. La antigua figura desapareció. Oculté la cara con otra cara, con una pequeña escultura de goma, una cara de una africana que tenía en la pared. Y el telón de fondo lo simplifiqué al máximo. Domina el blanco. La figura actual es blanca. Creo que ha adquirido lo que Dani Aranda dijo que le faltaba. Ahora le falta --creo-- blanco de plata sobre el blanco de cobre.

Comienzo a leer el libro de Pepe Varos, el libro del prólogo erróneo. Tiene varias partes, cada una se inicia con cita de un poeta árabe andaluz. Versos estos de miradas cotidianas que, a primera vista, me recordaron a los de Karmelo C Iribarren.

 Hay poemas que parecen surrealistas pero que el verso final los aclara, da comprensión a los anteriores. Seguiré leyendo. Cada poema lo inicia una prosa poética que lo sitúa en un determinado acontecimiento. Oria es la ciudad Tótem. Antes de seguir leyendo habrá que ir a Oria.  

martes, 30 de marzo de 2021

 __¿Dónde está Saturno? --le pregunté a mi sobrino político.

--Saturno está en todas partes

*

El Chamo  (feligrés de Ibrahim) estaba jodiendo algo en la huerta, casi lo reto a pelear

Llave que sólo sabía usar el medianero.

*

En el suelo de la casa de la huerta: Diccionario de canarismos de La Orotava, de bolsillo pero grueso. Otros dos más diminutos que guardé, tapas de piel, estos dos cerrados con con una tapa sobre el canto de hojas, con broche sencillo.

*

Bar de tapas donde el dueño, con gesticulaciones exageradas, hacía un chiste de gomero. Yo había pagado lo que comí y un vaso de vino, y comí otras dos tapas de algo con salsa y garbanzos...Antes de salir encuentro a uno de Asturias --actor, el 25 de agosto iba a representar una obra en el Hierro (poca cosa), me saludó metiéndome el dedo en el culo, cosa que me molestó.

*

A cuenta de "en todas partes" (había recibido una llamada en un móvil de juguete de una desconocida que (se equivocó de número) me preguntaba dónde estaba el Saturno, para ir a comer. Le dije que no sabía pero que si no estuviera tan lejos iría con ella a comer, y eso le gustó y dio pie para seguir hablando un rato... hasta que pregunté a mi sobrino político "¿Dónde está Saturno?"

*

(Los gusanos de la política)

Mi cuñado se puso de parte de los gusanos... me recriminó qué estaba haciendo yo en la casa de la huerta del norte, qué estaba haciendo yo allí... 

*

Decidí bajarme del coche y seguir caminando... Una vieja andarina me salió al paso y dijo que tuviera cuidado con ellos... sobre todo con el más pequeño (mi cuñado),  me lo dijo mientras caminábamos por el borde de la carretera, con una voz clara. La mujer acercaba la boca al gollete de la botella y la voz salía clara y cantarina después de chocar en el agua de la botella.

*

Volví a ver al actor y esta vez le dije que no me metiera el dedo en el culo.

*

Cuando aparecieron (yo miré el móvil antes...) para demostrarle al actor, que se decidió acompañarme en el caminar a S/C.  ...  Mi cuñado subió a una pared de piedra y se lanzó de cabeza sobre la piedra que formaba el camino, calvo, para demostrar que él tenía razón. Un golpetazo sin consecuencia. 

Presumía de potencia sexual. Le dije que su potencia se reducía a un mete saca. Y eso le molestó y decidió pelear, pero titubeaba entre hacerlo o no...

*

Niños y mi hermana y sobrina mayor en segundo plano, sin intervenir en la acción... mi sobrina menor se había puesto en la cara un producto para que le creciese la barba y así poder afeitarse...

***

Todo esto anterior podría titularlo piezas del puzzle de un sueño. Ni ganas de montarlo. Pero lo dejo aquí porque, como buen mago, no me gusta tirar nada; tal vez sirva de algo en el futuro. Y así acumula uno mierda.

Juan me parece que no ha llamado a Anghel, pero no corre prisa. Nada corre prisa. Quien va despacio va lejos. Mi antiguo amigo Roberto hubiese dicho: camarón que se duerme... En el dorado medio está la virtud, hubiese sentenciado el poeta Horacio.

Cuando desperté del sueño de arriba, lo que me matraquilló la cabeza fue el significado de Saturno en el zodiaco. Lúgubre, sombrío, pero es donde germina la semilla del conocimiento. Y lo asocié con el mito del árbol del bien y del mal, el árbol de la fruta prohibida.

Quién oye al azar oye a Dios y no intenta ir más allá de los límites del conocimiento. En fb en el muro de Alba (que está en un grupo de interiorismo para criticar lo que ponen allí.) Puso la foto de una cocina horrible. Un olor fucsia diarreico y negro saturnianos, a partes iguales. Y una ventana desequilibrada, con blanco de la luz de afuera, de la que la dueña de la cocina se preguntaba si le pondría o no una cortina. Una cosa horrible hay que llevarla al extremo de lo horrible. Me puse a pensar, a ver, mejor dicho. Imaginé una cortina negra, y un mantel negro y en el fuego un caldero negro con judías negras y de música de fondo Lágrimas negras y la dueña de la cocina leyendo Diez negritos. Eso casi en dormido. Me despierta el buhonero. --Tengo veinte botellitas de licores, dos euros.

Luego me despierta el Nano. Se quedó sin trabajo pero es hombre que se las sabe arreglar. Venía del Sur, allí tiene una novia. 

Me despierta el furgonetero. --¿El Nano te dijo algo?

Me vuelvo a echar. Voy entrando en el sueño viendo a la dueña de la cocina horrible, una jiven invisible, leyendo Diez negritos mientras come judías negras en un plato negro con una cuchara negra, y me despierta el gling gling de avisos del wasap. Ya renuncio a dormir y caliento un poco de café. En los wasap mensajes de una amiga. Tiene  un amigo que quiere quitarse libros y me manda las portadas por si quiero algunos. Entre ellas está Diez negritos. No dudo en elegirlo. Ese y otro. 

No sé, Juan, si te acuerdas de Lolita, en Vertical. Me dijiste que hiciera de Lolita y de Begoña un solo personaje. Tenías razón, hacen el mismo papel. Pero lo que hice fue conservarlas en 2 y que una se pareciera a madame Bovary (o a Ana Ozores, La Regenta) y la otra a Mesalina o a Lucrecia Borgia, hembras con una solitaria en el sexo. El caso es que la Bovary me salió hambrienta sexual, y la Lucrecia fría como un témpano. El símbolo de la X me persigue. Cruce de caminos, intersección de opuesto, dos que se cruzan. El 2 me lleva a un poema que está en Proserpina. Lo escribo de memoria:

el 2 es el número del arquero

No es vano y fatuo como el 1  con su arrogancia de ángel caído  paseando las ramblas del orbe

Es el patito feo del cuento ...

En fin, el 2 me persigue... 2 libros por correo de Pamela, 2 bufandas, 2 bukowskis... 2 libros de 2 amigos, Pepe Varos e Ignacio Gaspar, esperando que les dé lectura. ... 2 novelas inéditas (una novia haciendo el pino por una parte, y por la otra Chito y Ramón el cojo caminando por la gesta del 25-7 -1797) con ganas de salir a dar una vuelta por ahí. 

--Todo conflicto hay que reducirlo al 2 para poder resolverlo --dice el Trilero, la carta 2 (señalada con I) del tarot de Marsella.

Ya veremos. La noche viene y los aloes parecen un bosque amarillo.

 

 


jueves, 25 de marzo de 2021

la tranquilidad de la rata

 Está convencida de que Santa Cruz de Tenerife es la verdadera Jerusalén, antigua ciudad de piedra negra y ladrillo rojo hoy sepultada por la ciudad actual, y que allí abajo hay minas  de oro. Todos los días me manda un fragmento de su obra. Casi ya estoy empapado de ella, de su obra, como San Pablo fue empapado por la luz de Cristo. En cierto modo, o de un modo muy serio, su telurio narrativo está, a mi ver, relacionado con el de Ignacio Gaspar. Ambos dan testimonio de un mundo que está más allá de las cortinas de las apariencias. (Cita de autoridad) recurro a Einstein; "El mundo tal como lo conocemos es sólo apariencia, pero una apariencia insistente". 

A veces ocurren cosas que no ocurren todos los días. Ibra deja entrar a comer en el pasillo que va del bar a la asociación de mayores, ahí ha puesto una mesa, pasillo ventilado, y tiene la máquina encendida, la máquina de jugar. Ayer metí un euro, cinco jugadas a simple. La tres primeras, nada. A la cuarta, sentí que algo me pisaba los pies. Era una rata. Había salido de detrás de la máquina por un lado y volvió a esconderse por el otro lado; mientras me pisaba los pies salía un premio menor: tres naranjas. Volví a jugar y volvió a pasar la rata, esta vez sin pisarme los pies. Tres racimos de uvas azules. Aparté los pies de la máquina y volví a jugar y volvió a pasar el animal, y otra vez a esconderse. Tres campanas. 

--Ibra, siento decírtelo pero aquí tienes una rata, dando vueltas a la máquina.

--Esa no es de aquí, Esa vino de fuera. Lo que quiere es salir. Échate patrás pa qué veas.

Me eché patrás mientras la máquina daba un bono. La rata volvió a salir y esta vez no volvió a esconderse, sino que salió al pasillo, e Ibrahim detrás, mientras yo subía a bonos. Otro premio, de ocho euros esta vez.

--Ya se fue.

Dejé de jugar. 

A veces los textos son largos. Me ocupan todo el día. Me familiarizo con la Biblia y recuerdo los tiempos cuando iba con mis amigos Víctor y Aureliano, del instituto, a tomar el té a la casa del pastor, un gallego, de la iglesia protestante detrás del hotel Bruja. Más historias tiene ese calle sin salida. Otro día.

miércoles, 24 de marzo de 2021

cabrillas

 Agradable encuentro y buen manjar con sobremesa ayer en Candelaria. Celebrando el nuevo libro de Ignacio Gaspar, Tragedia de flor de vidrio o destrucción del paredón de Alejandría. El alma de la tierra, del agua, del aire y del fuego parece inspirar la literatura de Ignacio. Y el alma de la sangre. Que está en este libro, según comentaron él y Juan Royo. No lo comentaré hasta leerlo. No en cualquier parte. Es una obra, sospecho, a la que hay que abrir y conocer no en cualquier lugar. Quizá a la sombra de un árbol o a la sombra de una cueva no hollada. Mis recuerdos infantiles de Candelaria son inocentes. Me acuerdo de mi abuela Estela y el patio de la casa de mi abuela, el bernegal y las plantas. Me acuerdo de Rafael el de la copla vendiendo, hombre bienhumorado, medallas de la Virgen en la tienda de la iglesia. Me acuerdo del malpaís que rodeaba la casa de mi abuela. Nada importante. Otras historias menos inocentes, verdaderas pero quizá adornadas con la fantasía, las sé por los cuentos familiares. Mi tío José, factotum que lo mismo era albañil que electricista que carpintero, hombre que todas las cerraduras las ponía al revés y que me entretenía contándome las novelas del oeste que solía leer, contó que fue con toda la tropa --"rancho de gente", escribiría Ignacio Gaspar-- familiar en peregrinación desde San Andrés a Candelaria por la carretera vieja (entonces la única existente) y a la altura del km 13 comenzó a caer un diluvio y se refugiaron en una cueva. Noche cerrada. La cueva estaba llena de camas y en cada cama un tonto, observado curiosos a los visitantes. Mi tío José juró no volver a peregrinar nunca más en su vida. 

La historia del gato del sueño ya la conté. No la de mi abuelo Ignacio en relación con los gatos. Maullaban de noche y no lo dejaban dormir, ir fresco de madrugada al arte, a la pesca. Tuvo la paciencia de cazarlos a todos y meterlos en un saco. Cerró el saco y lo colgó de no sé dónde y empezó a pegarle palos hasta que cesaron los gemidos de los gatos. Mi abuelo Ignacio era un hombre sereno, apacible. Ya en San Andrés recuerdo salir alguna vez  a pescar con él en una barca o entretenido mirarlo como cosía las redes cerca del muelle, con esa aguja de palo que ya se llevó la trampa del tiempo. Otro saco del crimen hubo en mi familia. Esta vez por parte de mi madre. Este episodio ha inspirado un capítulo de Vertical. Lo resumo. Mi madre, ya en San Andrés, le dijo a un primo mío --muchacho que se entretenía haciendo boliches con los callaos de la playa-- que metiera a Toby, un perrito menudo, en un saco y lo tirara al mar por la curva de la carretera vieja (la única entonces, hoy abandonada). Protesté pero como si estuviese lloviendo. A los tres días apareció Toby, con el pelo lleno de salitre. Mi alegría fue preludio de otra mayor tristeza cuando mi madre volvió a llamar a mi primo y esta vez que se asegurara de cerrar bien el saco.

No sé, creo que el libro de Ignacio, aquí al lado sobre la mesa, es el que alumbra de nuevo esos recuerdos. En un lugar de poder o menos poder voy a entrar en él, y caminar al ras de Hortensia Évora.

Avisé a Anghel de vernos con Juan la semana que viene. Habrá que reavisarlo para que ese día no se comprometa con otra cosa. E ir a San Andrés. Ramón me ha mandado un corto de película antigua donde está la playa de Los Trabucos. No sé cuántos agujeros hizo mi tío Felipe entre la carretera y la playa buscando el tesoro escondido de Cabeza de Perro. No lo encontró. Lo que si encontraba era el caldero al fuego en la casa que solía visitar en la calle Miraflores. Más historias sé de mi tío Felipe, que aún vivía yo en la cueva de Los Trabucos, cuando se fue a Venezuela y desde el barco abanaba, despidiéndose, el... el pañuelo de Lola, su novia en San Andrés.

lunes, 22 de marzo de 2021

 Anoche Dani estuvo por aquí y trajo un salvavidas de su barco, pintado de naranja fuerte, color especial de su barco. En la conversación recurrimos al taoísmo y a Schopenhauer. "Todo lo que ocurre es lo que tiene que ocurrir." Habrá que tomarlo así, es lo que hay.

Con la nueva normativa, Ibra vuelve a poner dos mesas en la puerta de entrada, a modo de barra. Fresco por la mañana y el Nano y Nicolás llamándose de todo. Es su forma, el insulto sin maneras, de mostrar que se tienen aprecio. Mejor eso que el lengüeteo de qué bueno eres y qué buenos somos. Volví por la calle de arriba. Una señora mayor me preguntó: ¿Dónde vives, mi amor". Labios pintados. No llegué a saber el sabor del carmín. Tal vez otro día.

Mañana no. Mañana, al pueblo de mi madre. A almorzar. ¿Sabrá el otro comensal que yo también voy a ir? Ya me enteraré mañana, si dios quiere. 

Ya hablé con Ánghel la posibilidad de mover Vertical hacia la imprenta. Ahora falta las otras dos partes, corregidas en la cabeza pero aún no en la pantalla. Me hubiera agradado más estar metido en otra cosa, menos lúgubre, pero es lo que hay.

Pepe Ramallo puso el corto Lucky punch en youtube. No salió nada mal. Ahí los actores hicimos el papel que ideó el director. Yo recuerdo el ensayo antes de rodar. Estuve mirando a Tito todo el tiempo con la mirada torcida para entrar mejor en el papel. Pero no lo he avisado para que venga a ver la electricidad de esta casa. He tenido el cuerpo fundido. Primero tengo que arreglar la electricidad del cuerpo. Lo que necesito ahora es una electricista. ¿Será posible? Con la señora de los labios pintados, la despedida fue un será un placer volvernos a ver. A ver.

Escribo un poema de amor a una amiga, otro más, y me dijo que parecía El Cantar de los Cantares. No pensé en ello. Sería una versión moderna del poema de Salomón. Dijo que la dejé encarnada. Lástima no verla con ese color. Vive en la punta más lejos del norte de la isla.

Mi madre, me estoy romantizando. Es lo que hay. A ver mañana el almuerzo. En la tierra natal de mi madre, con la Virgen en la iglesia y el recuerdo de una copla que solía decir su tío Rafael:

Alevántate, Rafael,

que todo hombre campero

se levanta al amanecer

y se levantaba e iba a la iglesia, a la tienda de las medallas. Era el vendedor de medallas y otros objetos sagrados. De Candelaria tengo un no recuerdo. Yo no me acuerdo pero mi madre me lo contó. Estaba ella sesteando en la casa de mi abuela Estela y soñaba que un gato le arañaba el pecho, y cogió al gato y lo estampó lo más lejos que pudo. El gato era yo. Así me quedé para el resto de la vida. Quizá porque no le hizo caso a mi abuela, que quería que mi nombre fuese Bernardo. Porque el día que nací floreció un nardo en el patio de su casa. No sé si cambiarme el nombre. Mañana se lo pregunto a Juan.

Y en relación con los gatos, mi abuelo Ignacio, marido de Estela, también tenía una historia. Pero esa es más triste. Más cruel.


 

miércoles, 17 de marzo de 2021

 Gregorio llama a Marcos por si quiere tres palé que tiene en una furgoneta alta, de una altura de dos pisos.

Los arrima a un lado de la escalinata. Le pregunto qué va a hacer con ellos.

--Pongo uno así y los otros de esta manera, le pongo piedras y meto un conejo, para que los perros...

--Entonces el conejo está sentenciado.

--Si lo cogen, a tomar por culo. Así se van entrenando para  cuando los lleve...

Joder, me gustaría verlo. Ver si el conejo se libra de la trampa o los perros...

Bueno, mejor no veo nada. Menos ahora que me siento más conejo que perro cazador.

La corrección y arreglos de Vertical me dejó noqueado. Y no me ayudó nada verme en la película ResurreAcción. Me recordó la figura de Lázaro en el cuento de un ruso: el hombre resucita pero con los estigmas de la tumba, y todo el mundo huye de ese tipo con olor a... Es un cuento que me recuerda el de La zarpa del mono.  Terrorífico cuento. 

Los sueños son ahora más tranquilos, menos dramáticos. En uno con Monique, un tío suyo, curandero, me daba una hierba para despertar la voluntad. Si lo soñé, es que esa hierba debe de estar por algún lado. A ver si la encuentro. A veces no tengo voluntad ni para subir al tendal a recoger la ropa seca.

Cómo en este plan voy a decirle a Tito...?

En fin, se canta lo que se pierde... pero también se dice lo que se quiere perder. 


martes, 9 de marzo de 2021

más sueños

 bocadillo de arroz con leche

ayudo a bajar un peldaño al tullido de los secuestradores

mujer quemada atada a un árbol

merlín conferencia sobre goethe donde delata sin nombrarme mi mala acción

lo que me preocupa en el secuestro es perder el cuaderno

el dinero que saco en el cajero lo guardo en el bolsillo no en la cartera

merlín se enfada con unos empleados que lo tratan mal cuando va a recoger un sobre

los dos mil euros, los que yo devolví, que le dio a uno de la mesa de la conferencia, está en manos de los secuestradores

*

Estas son las notas que escribí sobre un sueño nada más despertar. Me ayudarán a recordarlo, más o menos.

Estaba en Oviedo invitado por Merlín, crítico literario. Salimos de su casa y se acercó a una tienda a recoger un sobre, cosa que hacía todos los días. Un empleado lo trata mal y se enfada con él, en plan "usted no sabe con quién está hablando". Recorremos el centro de Oviedo, que no se parece en nada al Oviedo real. Grandes edificios de piedra y plazas y calles que forman un laberinto. En el suelo sobre la acera descubro que debajo de unas hojas de periódico hay dos mil euros, dos billetes. Sospecho que alguien los dejó allí para que otro los recogiera. Un negocio sucio. A Merlín no le parece bien que yo me guarde los billetes. (Antes había yo pasado por un cajero y saqué bastante dinero, que metí en el bolsillo del pantalón, no en la cartera.) Merlín tenía que dar una conferencia y preferí no ir sino dar una vuelta por ese centro de la ciudad. Me costó dar con una tasca, pero no me sirvieron nada y me fui. Hallé como pude la sala de conferencias y entré. Merlín hablaba de Goethe y al verme cambió de tema. Se puso a recriminar a alguien que se había apropiado de dos mil euros que no eran suyos. Se dirigía a mí sin nombrarme. Me tocó el orgullo. Me levanté, justifiqué haber cogido aquel dinero y lo dejé en la mesa. Uno de los que lo acompañaba recogió los billetes. Yo llevaba un cuaderno donde escribía lo que me sucedía. Salí solo del centro de la ciudad, y esta vez sí era el Oviedo que recuerdo, los alrededores. Una calle de La Tenderina estaba llena de bares y comercios. Entré en uno. El dueño vendía bocadillos de arroz con leche. Cosa rara pero era comida. Como tenía hambre pedí uno sin darme cuenta que una señora estaba delante de mí. El dueño y ella me recriminaron. El dueño llamó a unos muchachos que me obligaron a ir con ellos, temía por mi suerte pero me comporté tranquilo. Sus amenazas no eran nada graciosas. En un lugar, una mujer joven, que también tenían a su merced, lloraba: "Por favor, no me maten". Más tarde, en otro lugar, esa mujer, asesinada, estaba atada al tronco de un árbol, verde el tronco y verde su cuerpo, un verde claro, casi transparente. En otro lugar encontraron a unos compinches, y uno era el que había recogido los dos mil euros en la mesa de la conferencia. En otro lugar, ayudé a uno, que era tullido, a bajar unos escalones, no por piedad sino porque consideré que tal vez esa acción podía jugar en mi favor.

Cuando desperté, quise seguir durmiendo, a ver si encontraba el cuaderno, pues lo había perdido. No pude. Desperté del todo.


lunes, 8 de marzo de 2021

 El sueño tuvo dos partes. En la primera Wang era el barman del Castillo. Bar Castillo. Cobraba los rones, un ron muy bueno. Nacho (un amigo en Gijón, ya desaparecido) se quejaba de que los cobrara. Pues si no quieres pagarlos, no bebas. En el sueño Wang no era ni simpático ni antipático, estaba ahí. Fue quien me dejó las cartas para echar el tarot a una chica que me besó, lindo beso. Las cartas estaban un poco trastocadas y con la intervención algo molesta de Nacho, fue una tirada algo chabacana pero efectiva. La muchacha después de un periodo de burlas, después de una larga miseria, encontraría un hombre favorable y tendría riquezas. Dicen que en los sueños todos los personajes son reflejos del soñador. Yo no diría tanto. Los personajes que llegan de la realidad, también son ellos, tal como los vemos, los vivimos. Los anónimos, gente que no has visto nunca y aparecen en el sueño, sí puede ser que sean reflejos de quien sueña.

No me molesta lo que digan de mí. Equivocado o no. Pero sí de mis amigos. Los amigos forman parte del núcleo sagrado de la humanidad que nos rodea. Alguien comentó una vez que me gustaban las orientales, porque ponía cosas de Thuy en fb. Me gustan las orientales, las indias, las negras, las blanca, dicho así deprisa, porque no todas. Hay quien te atrae y quien no. En la cuestión sexual la mujer que más recuerdo era de Nigeria. Desapareció de la noche a la mañana. Me pidió que le arreglase los papeles. Lo intenté con un sindicato y no hacían sino darme largas. Entretanto, desapareció de Gijón, no sé si deportada o la mafia que la "protegía" la llevó a otra ciudad.

Escribir aquí, olvidado de quien lee o no, es saludable. Psiquiátricamente saludable. En parte, es como si arreglara cuentas conmigo mismo. No pretendo más. En cambio, trabajar en Vertical me está costando mm de salud. Primero, porque he cambiado la noche por el día. Con periodos de nevera, de estar en el congelador, el trabajo que llevo en esa obra el año que viene cumple 40 años. Mucho es. Pero ha sido una suerte no haberla publicado. Es ahora cuando he cogido el hilo que necesitaba, y he visto lo que sobraba. En fin, espero que no me mate, por lo menos antes de sentirla más o menos concluida.

domingo, 7 de marzo de 2021

 Por querer conocer

el árbol de la ciencia

perdió la luz

el árbol de la vida,

Caín mató a Abel

y raza de Caín

recorre la tierra.

Sansón derribó

las columnas del templo,

Job fue peón

de un juego de apuestas,

Judith se vistió

de mujer deseable

para cortarle

la cabeza a su enemigo,

Dios es la vida

del Paraíso al Calvario,

la vida es noche y día,

tormenta y bonanza,

quejas y risas

y el árbol de la ciencia

con una manzana menos.

sábado, 6 de marzo de 2021

 Por jugarretas informáticas ya no puedo poner fotos en fb. La ignorancia, el no saber resolver algo, nos condena a conformarnos con lo que hay. 

Las bufandas tejidas en Charco del Pino están ahí, esperando una ocasión de ser estrenadas. A ver si tienen magia. Lo que no tienen es culpa de que la tejedora tenga temor de que asalte su casa y la deje sin gallinas. Difícil pillar huevos nutritivos en el súper. La manera de criar beneficia o daña el alimento, empezando por el sabor.

Bufandas ya tenía dos. Me acuerdo de la escena de Irma la Dulce cuando el tabernero le pasa al preso medias de Irma, todas verdes, para que hiciera una soga. Me falta la sierra, que me manden una sierra, aunque sea sin remite.

Nada. Voy un rato pa Ibrahim. Marcos interviniendo en todos los conflictos. Juez de paz. Caballo de Fuego con Bozalito en la escalinata, diciendo que vale reunirse con este o aquel pero lo importante es caminar solo. Y Bozalito como Schopenhauer, el perro es su único amigo. Cuenta cosas del perro. Adentro, el Chamo le pregunta a Esteban si sabe quién fue Einstein.

--Ese de las greñas.

--Y ¿sabes lo que dijo Einstein?... Que si estás aburrido, tienes que mirar al cielo...

--Para que te aburras más --interviene Caballo de Fuego.  

--A aquel, Jesús, hay que ponerle un bozal, al Chamo cuando menos caso le hagas mejor, a ese otro no sé porque todavía no lo tengo calibrado... --Marcos--. ¿Quieres un vino?

Antes Caballo había dicho algo que me llamó la atención y no le pregunté el significado.

--Se le quedaron los labios con el color del vino.

Mañana si lo veo le pregunto... no, mañana es domingo. Cerrado Ibrahim.

--¿Voy a ver al Negro --me dice Servasio. Se refiere al barrio de las alcantarillas colgantes. Ahí hay un mundo. Sólo lo he visto desde el coche de Servasio. Tenía que haber sido cineasta. ¿Por qué no me dediqué al  cine? En fin, tantas cosas pudieron haber sido y no fueron.

viernes, 5 de marzo de 2021

 Le dejé a Nicolás El negro. De vez en cuando viene a preguntarme que hay de verdad y que no en esa novela. Lo está intrigando y eso está bien. Sólo me ha hecho una crítica. Que suceda en Gijón, no es como si nombrara Los Gladiolos o La Cuesta Piedra, lugares que él conoce. Defecto mío que he procurado corregir en Vertical, describir los lugares, dibujar el espacio. Sin que el dibujo moleste el movimiento.

Una persona amiga me manda todos los días un fragmento de la obra que tiene entre manos. Está dotada con la atmósfera de los libros de la Biblia. No se pueden tomar al pie de la letra, sino como alegoría de lo que está sucediendo aquí en lo que se no ve a simple vista.

Casi he cambiado el día por la noche. Soñé que en esta casa vivía con mi mujer, y mi amiga venía a refugiarse. La llevé a la habitación de arriba. Para que se acomodase allí. Apareció alguien diciéndole una barrabasada, y fui a llamarle la atención y desapareció atravesando una pared. Era un fantasma. Luego apareció otro cubierto con una gabardina. Le quité la gabardina y no había nadie. Mi mujer se convirtió en mi madre. Subió arriba y largó con decisión a los demás fantasmas. Pobres diablos asustados. Me acuerdo de ese sueño. Y me acuerdo de otro donde HH estaba con la que fue su mujer y mi amiga, y me llamó la atención que sus ojos tenían cejas postizas, largas, llamativas.

En fin, sueños. Dejo abierta una película de Bergman, El demonio nos gobierna. También contiene un sueño. Esos tentáculos que se ríen de nosotros. 

llueve un poquito

 --El remite en una carta da al destinatario la posibilidad de contestar al remitente, no tiene nada que ver con visitas a casas ajenas. A una casa ajena vas, si lo deseas, sólo si el anfitrión te invita. En fin, tampoco hay que darle más vueltas. Si no puedes contestar, no contestas.

Una cosa, sin embargo, lleva a la otra. El tema de las cartas. En "La carta robada" la carta visible no es hallada y eso da con la salvación de quien la ha puesto a la vista. En Bajo el Volcán, las cartas escondidas son halladas y esto provoca la muerte del Cónsul. Es un caso, en esencia, parecido a lo que sucede en "La caída de la casa Usher" y lo que sucede en El retrato de Dorian Grey. En este mientras el retrato se deteriora el modelo rejuvenece, en el otro mientras el retrato cobra vida la modelo se deteriora y muere. 

Y sí, tenía razón Caballo de Fuego (--Este sol huye de agua), hoy ha estado lloviznando.

H me llama, que no puede venir porque le ordenaron confinamiento, no pueden salir de casa. La hija se puso mala de gripe, llamó al médico, la pasaron con el especialista de Covid, y el especialista ordenó lo que ordenó. Hasta que no reciban una visita para hacerles la prueba, confinadas. No importa que la hija ya haya salido del gripe, pues hasta que no reciban la visita... ¿cuándo?  Espero que no se le vuelva un cuento kafkiano.

Cuarenta veces ha llamado Mary Cruz, la mujer de Ibrahim, a Reumatología, y no le cogen el teléfono.

Me acuerdo que cuando joven yo estuve muy malo, y los médicos no daban con la cura. Una vieja amiga de mi madre, le dio lo que ella llamaba pepinillos de La Gomera. En día y medio me curé. Por otro lado, en una crónica de Candelaria cuenta de una curandera de Araya a la que el médico acudía a consultarle los casos graves que él no podía curar. Médico humilde, que reconocía la sabiduría de aquella mujer. En fin, un caso no significa que todos tengan el mismo resultado, pero no estaría mal una publicidad que informara de alimentos que ayudan a que el cuerpo esté alcalino. ¿Para qué pido peras al olmo?

--Corre, corre, que en este mundo todo son trampas --decía una fábula que cantaba Joaquín Díaz. Con este hombre me aficioné a la literatura medieval, pero esto es otra historia.


jueves, 4 de marzo de 2021

 Gente que lee una noticia de sucesos y se pone a quitarle la piel a tiras a los detenidos o a los culpables. ¿Cómo puedes condenar a un desconocido que en realidad no sabes bien lo que ha hecho o dejado de hacer?  Es más, lo que tú quieres hacer es peor que el delito de los imprecados. Cada linchador tiene dentro un criminal escondido. Y están en relación con esa clase de personas que siempre están diciendo a los demás lo que tienen o no que hacer, o pensar. En fin, cada loco con su tema.

Incluso ya no me agrada enfadarme ni con los que me perjudican directamente. Hoy escribí del vecino jardinero asesino y expresé las ganas que tuve de darle una trompada. Escrito con la cabeza caliente. Hay que enfriar la cabeza para escribir con más autoridad. 

Recibo el paquete de Charco del Pino. Sin remite. Vaya por dios. Doy yo la dirección y no me la dan a mí. Aquí hay un desnivel.

El cartero ya lo tenía. El otro no. Me viene bien porque uno de los personajes en primera fila de Vertical es un adicto a Bukowski. Como es una novela donde lo metaliterario forma parte del telón, en el caso del maldito de Los Ángeles ya he visto algunas cosas que cuadran en Vertical. Escribir aquí o en fb es fluido, pero trabajar esa novela me está resultando a veces complicado. Ganas de terminar pero sabiendo que no va a terminar hasta que ella decida. Escribir puede ser una esclavitud.

A ver si mañana compro bombillas por si viene Tito a mirar la electricidad de esta casa.