martes, 26 de diciembre de 2023

 Cuando no hago caso a nadie

es cuando acierto

en este incierto

valle de Narayama,

Hablo si me dicen calla

y si dicen habla, callo.

Vengo si dicen vete,

duermo si me despiertan

y despierto si me duermen.


domingo, 5 de noviembre de 2023

 Hace tiempo que me pasa lo que al príncipe Genghis (el del cuento oriental de M Yourcenar) pero no quería reconocerlo. O mejor dicho, inevitable era reconocerlo pero no quise aceptarlo. A donde hubiera podido retirarme, huyendo de la compasión y prefiriendo el olvido, ya no es posible. 

Cada cual tiene su mundo. Que es el mundo de Dios, según Spinoza. Alegría da salir de ti y tristeza quedarte atrapado dentro de ti. Filosofías. La vida es más simple. Nicolás afuera fumando, contándome cómo va la guerra. Es ecuánime en sus criterios. Se le ha aflojado la pasión por los israelíes. Ahora ve las cosas desde más distancia, más perspectiva. Hamas provocó la guerra. 

--Esos pensaron que Israel iba a negociar con ellos lo de los rehenes. 

Dice. Se dice mucho. Por la intuición conocemos con certeza, según Spinoza. Para que la intuición encuentre frutos, hay que callar. El silencio es el abono de la intuición. Pero a veces esos frutos son amargos. Entonces hablamos. Lo preferimos. 

Anoche revisé un relato a medio hacer. Lo vi bien tal como está. Sin cambiar nada. Ahí salen Ramón, Juana... en aventuras que son imaginación del autor, pero ¿qué es la imaginación sino un reflejo de lo real? En aguas claras, en aguas turbias, etc. 

miércoles, 1 de noviembre de 2023

textos viejos encontrados


las coplas de Juan Cabrón


Les falta el claro tejido

de la chanson de Roland,

de Mío Cid el cantar

y de Martín Fierro

 guitarra del negro.

Dura lo que dura

carbón en el fuego

y será ceniza

que dispersa el viento.


Solo en casa. El barrio uno tras otro va cogiendo gripe. Vade retro. Berto me manda por wasap unos poemas míos que encontró revisando papeles. Los copio aquí para guardarlos en esta gaveta.


Nancy parecía la hija de un duque,

una gran mentira, que sólo la seda

cubriera su piel tan llamativa

y mi amigo Alberto Linares.


Nuestro hombre se preguntaba cómo

aún le caía bien al jefe Castellanito.

Él era justo y honesto. Ambos estaban

en lados distintos de la rueda del mundo.


--Oh Dios, oh Dios, ¿no lo sabes?

--susurró Nancy--. ¿No lo sabes?

Lo sabe todo el mundo:

a tu hermano lo mataron hace dos horas.


Dios, el monaguillo que llamaba la atención,

el que quería ser honrado, casarse,

tener hijos, estaba tan muerto

como cualquier otro sueño.


Su rostro, blanco, vacío y tranquilo

en la frialdad de la morgue.

Después las calles estaban tranquilas

y los coches patrulla hacían su ronda.


--José Luis, ¿por que no te marchas

con viento fresco por ahí?

José Luis sonrió reflexivamente

y dijo: --Adiós, la ciudad me llama

llena de penas y tragedias.

Y me sonríe con su boca oscura

y me susurra sus secretos.



domingo, 22 de octubre de 2023

Acteón y otros personajes

 Me temo que no veré a la tejedora bañándose desnuda en el lago del pino a la luz de la luna. No seré Acteón. Menos mal. 

Al principio de los 70 en el cine Numancia (hoy solo memoria) vi la película Acteón. Los más viejos recordarán cuando multitudes masculinas entraban a ver en la pantalla de ese cine un coño a punto de dar paso al mundo a una criatura humana. En Acteón fue al revés. La sala se iba vaciando a medida que iba avanzando la película. Creo que quedé yo solo en la sala, hipnotizado. Creo que a las dos horas Acteón vio las nalgas de Diana a la luz de la luna. Y yo también. Él escondido entre los árboles y yo sentado en la butaca del cine, hipnotizado. 

*

Pensé en Juan cuando escribía esto y veo, en el blog de su amigo, que está en Madrid. Lo pensé por su viaje a Grecia. Pero el no habla en sus páginas del caso Acteón. No se puede hablar de todo. 

*

Sigo leyendo la novela de Bruno Mesa El hombre encuadernado (la que toca ahora en el club de lectura). Por lo menos tiene cierta fluidez, entretiene; y te hace pensar en asuntos banales como el vicio de leer (que puede ser una drogadicción como otra cualquiera) y en la complicada relación personaje/autor, cuando el personaje se majareta y se cree personaje que está siendo escrito por un desconocido Autor, y también en la dialéctica ficción/realidad. Por lo demás hay incongruencias y vicios mentales y sentimentales que dañan lo que hasta ahora (voy por la mitad) es una respetable estructura.

*Aclaro a la lectora ex amiga que Ibrahim está ahora en La Mareta, a la orilla del mar, donde tiene una casita con su mujer, recuperándose de la última operación quirúrgica (por eso cerró el bar). Aclarado.

  

jueves, 19 de octubre de 2023

el burro

Inhalo tristeza,

exhalo alegría,

por fuera la risa

por dentro la negra

ceniza,

ya se fue mi amiga

la que ayer tejía

mirando la huerta

acabando el día.

Ya no me dice

que está en la ducha

sintiendo el agua 

toda desnuda.


La tópica poesía sentimental melancólica me da por saco, no me gusta, pero si me llega, y me llega a menudo, la suelto como se sueltan los pedos. Mejor fuera que adentro.

Más grato fue el otro día con Ramón en San Andrés. Comimos en El Petón y nos bañamos en el muelle. Yo como no tenía combustible, estaba flojo de gas pero incluso así le agradecí al amigo el buen rato. De lo que está preparando ahora me dijo que no hablara. Hace bien. No trae suerte vender el oso antes de cazarlo.

*

Historia de dos portadas. In illo tempore, mi amigo entonces A. A. hizo una portada para Lunula donde se veía un burro en primer plano, Al final decidí no poner esa portada sino otra de una mujer semidesnuda haciendo el pino. Esa mujer había estado casado con él y lo había abandonado por otro, Entre las cosas que he hecho mal, esta es de las más soportables en el recuerdo. Las más graves no las cuento nunca. El caso está relacionado con la posible portada de Barrio chino. En su momento elegí una foto que hizo Dani a una carta del tarot, la reina de copas, en medio de una vegetación salvaje. Esta foto hablaba del libro, hablaba con el libro. La carta representaba a las clientas del puto. Mandé la foto a la editorial pero se quejaron de que tenía poca resolución. Se lo dije a Dani y este encargó a un amigo una copia con las resoluciones debidas. Me trajo el pendrive con la foto, pero se equivocó y no era la del arcano sino otra. En estas Anghel me manda otras posibles portadas. Una de ellas era la de un burro. Esta también hablaba con el libro con un simbolismo importante. ¿Qué hago? ¿Elijo con el corazón o elijo con el alma? Elegí la que me pidió la novela. A ver, El oso sigue ahí. Más cerca, más a tiro, pero todavía no cazado.

 

miércoles, 4 de octubre de 2023

tejer

 Una mujer que teje sabe pensar la realidad. El tejer le da claridad en la reflexión, clarificación y acción sobre al realidad circundante. Una mujer que teje es dominadora, Domina la realidad. La más célebre es Penélope. Tejer fue su escudo. Hay otras. La mujer que tejía en Historia de dos ciudades, novela de Charles Dickens, era la que organizaba la acción criminal de los revolucionarios que querían cortarle la cabeza al rey.  Y si te pones a investigar en esta misma pantalla, hay otras  importantes, en todo el mundo. Por lo pronto lo dejo aquí.

*


lunes, 25 de septiembre de 2023

jíbaros y vecinas

 operación jíbara en un poema de Valente:


Cerqué, cercaste,

cercamos la noche.

Alzose la voz que rezaba,

tierra ajena, en lo lejano

oí la voz,

se abrió, almendra de ti.

Subí.

Oí la voz

nacer

del día y de la noche

y tú quedaste

encendida.

*

En horas vacías a veces me entretenía reduciendo poemas ajenos a la mitad o a una cuarta parte. Un alegórico diría que el resultado es un poema parido por otro poema. Puede ser. Ahora, quitando libros de debajo de la escalera, para aligerar el peso de la cultura, encuentro un cuadernillo, dedicado especialmente, de Jordi Doce, del tiempo de las tertulias en el Ateneo Obrero de Gijón.

De ése la reducción jíbara a lo mejor la pongo aquí mañana. Ahora tengo posadas otras coplas.

En la ventana

ya no está Luisa,

en el banco

ya no está Teresa,

ya se han ido

las viejas vecinas,

una me daba manzanas

la otra pastel con guinda.   

Ya no subo a la huerta

ni paso por la cocina,

ya se fueron ellas,

las gratas vecinas,

a Narayama.

sábado, 23 de septiembre de 2023

menor

 --La novela me pareció curiosa. Ya dijo ella que era una obra menor.

No, ella no lo dijo. Lo que dijo es que Jesús (un servidor) dijo que su novela es una obra menor. Se lo dije en la última tertulia La Paz que hemos tenido, cuando se enfadó porque se estaba enrollando como una persiana y Jesús le dijo "abrevia"; le molestó que lo dijese delante de Juan y de Ramiro, dos galanes más alrededor del diván de la diva. Fue luego cuando ella comentó que Pamela había escrito que la protagonista era una adolescente. Fue entonces fue cuando Jesús le dijo que aceptara críticas en contra porque su novela era una obra menor. Tampoco esto le gustó, pero no dio señas de sentirse agraviada.

En fin, menor, mediana o mayor, la novela tiene tres rasgos importantes. "El síndrome de Erea" (mujer que se enamora de hombres comprometidos y pretende que el amante deje a la otra y la convierta a ella en principal y única). "El narcisismo atormentado" y "El síntoma de Zeno" (de la novela La conciencia de Zeno). Este síntoma lo descubrió Sibi y me dijo que no lo dijera, no sé por qué.

Mi parecer antes de darla a la luz fue que todavía a la novela le faltaba horno y algunos ingredientes, pero precipitada la autora en figurar en esta república como novelista, hasta ahí no me hizo caso. La señora le dijo al capataz aparta que esto ya es cosa mía.

Bueno, un capítulo más de la vida, un capítulo menor. 

martes, 19 de septiembre de 2023

cosas

 Qué cosas. Lo llamo a las 22.30 hora canaria. Una hora más en la península. No coge la llamada. Me contesta por escrito, que estaba en una visita médica (¿a medianoche?) y que no cogió la llamada porque pensó que era un error. ¿Un error? De misterio en misterio. Aplico el cuento de cuando Confucio visitó a Lao Tse. Tenía curiosidad por conocerlo. "¿No me ofreces una taza de te y una silla para sentarme", recriminó Confucio. "Yo no te voy a decir lo que tienes que hacer. Si quieres té, ahí está la tetera, y si quieres sentarte, ahí hay una silla". A Confucio le pareció el anfitrión un maleducado y un impertinente, y se marchó rabiando.

Los amores públicos ya no me interesan. Estoy con el poeta musulmán de Córdoba, siglo XIII creo. "Los amores clandestinos tienen algo que no tienen las uniones públicas". Tienen el resguardo. Lo público cae siempre en lenguas, algunas generosas y otras maldicientes y burlonas. No, los amores públicos ¡agua!, azufre.

De eso de las lenguas recuerdo un cuento viejo: Un señor le dijo a su cocinero que tenía invitados a los que quería festejar y que preparara el mejor manjar. El cocinero compró lenguas en el mercado y preparó un guiso exquisito. Otro día el señor le dijo que tenía invitados molestos y que preparara una comida que no les gustase para que no volvieran más. El cocinero fue al mercado, compró lenguas y preparó un guiso casi repugnante. 

La lengua es de lo mejor que tenemos pero también lo peor. De ella, del mal que tiene, habla el escudero Obregón (en la novela que escribió Espinel). Dedica muchas páginas a las lenguas de víbora. Me acuerdo de lo que dijo de algunas mujeres (pongamos personas, en general) honestas. Lo son --dijo-- solo por darse el gusto de señalar los defectos de quienes no lo son.

 En fin, Cosas.


lunes, 11 de septiembre de 2023

Cinabrio

 Clives Barker. Pesco el nombre de este autor en estas redes. Por un cuento que se titula Confesiones de la mortaja de un pornógrafo. Me interesó porque sentí que estaba en sintonía con el libro de Agosta. Agosta escribe. Libro ahora en proceso de desmantelamiento y reconstrucción. Creo que está cobrando, Agosta, más solidez y fluidez aún que en el libro que editó Idea. Recuerdo que lo presentamos en Agapea. El amigo de Juan se empeñó en participar en la presentación y dijo más o menos que a nadie se le ocurriera comprar ese libro, que no valía ni para limpiarse el culo (esta frase es mía, él no la dijo), y que los lectores acudieran a este blog, donde sí había (hablo de años ha) un manantial más apetecible. Juan y su amigo, judaísta entonces, han estado presentes en la corrección exhaustiva que acabo de hacer en Barrio chino. Me costó mucho pero decidí eliminar el epílogo. En las dos correcciones que he hecho, el motor ha sido la crítica de Juan, señalando el tejido caótico. Me disculpó porque eso al parecer está en mi marca de fábrica. Y un carajo. Ahora está más ordenado. No llega aún a la alquímica fabricación que tiene Pedro Páramo. Mundos y tiempos superpuestos pero engarzados como las piezas de un reloj. Una estructura bien organizada. Por ahí ha ido el trabajo en Barrio chino. Ahora tiene más orden, más solidez, y una fluidez encantadora. (Lo de encantadora lo imagino en boca de Ignacio, el escritor hombre hombre de Charco del Pino, en contraste con la escritora mujer mujer de Charco del Pino, la ahora mi ex amiga aunque aún no me ha bloqueado porque quiere seguir oyendo las historias del barrio de La Maldad. Ahora están en barbecho, no cultivo aquí lo que pasa en el barrio).

El cinabrio, dicen, es una materia sin valor, no sirve para nada. Sin embargo, si no me acuerdo mal, leí en un libro que sin cinabrio en la mezcla, los alquimistas no lograban hacer oro. Algo así como decir sin perejil no hay mojo, salvo que el perejil sí es importante materia. 

Bueno, la cosa marcha. Todo lo que he escrito --narrativa-- es un experimento del que aún no he logrado sacar oro de 24 quilates. Los componentes de la mezcla han sido siempre los mismos. Pero nunca tuve el cuenta el cinabrio. Ahora escasea, pero sé dónde está. Salgo a su encuentro. 

sábado, 9 de septiembre de 2023

hombre tranquilo

 Se apaciguan los ánimos. Ya el barrio chino seriamente en marcha. Eso parece, y espero que sea plata. Se me desinfla la paranoia. Mejor. La paranoia canaria me aleja del taoísmo canario. Lo que no puedo, no me deja la feminista, es desarrollar mis criterios patriarcales. Bueno, no todo marcha sobre ruedas. 

Para poder ser patriarca de verdad, hay que tener poder político, dominar territorios y mucho dinero. 

A la ex amiga le molesta que un hombre de edad se solace bailando, que es cuando único no siente dolores, y tenga a la mujer en casa. ¿Ayudaría ese hombre a su mujer si se quedase en casa? A lo mejor la ayuda mejor después de ir a bailar. Qué difícil es ponerse en el lugar del otro. Qué fácil es juzgar, tirar la piedra a quien no cumple con lo que consideramos bien. El árbol de la ciencia del bien y del mal. Nos hartamos con sus frutos todos los días. No alejamos del árbol de la vida.  

Sigo corrigiendo. La novela de Chi. Otro frutero de ese árbol. El comentario de Juan me ha servido para intentar aclarar el laberinto, la trama, los continuos saltos en el tiempo. El recurso de la poda ha sido efectivo. Aún necesita algunas más. Mañana es otro día.

domingo, 3 de septiembre de 2023

quita pallá...

 --Me dijo que tú y ... son unos indigentes, y que tú eres bipolar, que tú mismo lo dijiste en tu blog.

Al Holmes del Charco no se le escapa una. Ojo clínico. Pero se equivoca en lo de bipolar. Si hubiese leído Telarañas, hubiese sabido de sobra que soy cinco-polar. Salgo de un laberinto personal y entro en otro, y luego en otro y luego... hasta que regreso al primero que dije y vuelta a empezar. No deja de ser una peculiar versión del mito de Sísifo.

--Ese no se entera que la novia le está poniendo cuernos --cambia de persona aludida el informante.

--¿Compraste ya mi libro? Ya te dije que está en Agapea... Hace una semana que no cago, pero porque no tengo materia fecal.

Qué bien. Alguien por fin libre de materia fecal.

Por arriba de los aloes el que recoge colillas hace su menester cantando, primero lo de la luna brilla y se respira mejor y luego una variante de la copla

Quítate pallá, María,

quítate pallá, José,

que las papas que tenía

se las comió el perenquén.

Mi hija Sibi está leyendo Lluvia horizontal. Señala algunos deficiencias, como el estorbo de los sueños en el grueso de la narración, pero también valiosos aciertos. El que he llamado síndrome de Erea nunca hasta ahora, que nosotros sepamos, ha sido tocado por la literatura universal. No es poco lo que ha logrado la autora, que ahora me tiene en capilla porque no soporta mi tercera personalidad. No la soporta. 

Y la vida sigue. A trompicones, para no variar.


viernes, 1 de septiembre de 2023

macutiando

 Juan me dice que soy demasiado susceptible. Le contesto que fue necesidad de la ficción, que si la realidad es flaca, la ficción tiene que engordarla; hacer de un grano una piedra. Eso hacen los periodistas para vender una noticia. La verdad es que sí soy susceptible, incluso paranoico. ¿Me justifico? Ya he contado aquí la causa de esos efectos. Han sido pedradas unas detrás de otras. Me han quitado la tranquilidad que me permite disfrazarme con atuendos taoístas. No somos nada, así que vive y deja vivir y despreocúpate de las fantasmagorías de este mundo. Incluso me desposee de la chamarra del indio yaki: nadie perjudica a nadie, es uno el que se perjudica a sí mismo; ¿por qué? Por darle importancia a lo que no lo tiene, empezando por la importancia que se da uno a sí mismo, y por no hacer por lo menos el intento de ser impecable en sus actos, empezando por el acto de la palabra. Hablar de más es  hacer de más, propasarse; y hablar de menos es como no hacer, no concluir lo que se hace, dejarlo a medias. El no hacer sin embargo es preferible,  era una de las disciplinas del indio yaki, el no hacer. El no hacer es en realidad un hacer, un hacer a la inversa. El no hacer de comer es comer sin nada en el plato. Mejor hago el no hacer de explicarme  y hasta otra. 

martes, 29 de agosto de 2023

Elvira

 ¿Qué hago yo aquí

bajando la acera?

¿A dónde voy?

¿Quién me espera?

Digo mentiras,

verdad no llega,

ni desvestida

sale del pozo

la mal perdida.

No con la seda

de bailarina

sale del pozo

la bien querida.

Todo es harapo,

todo es mentira

*

Hoy el artículo del amigo de Juan en El Día, con una claridad estilística espectacular y sorpresiva, habla de la Conquista. Está en la línea de Maestro, el fiel discípulo de Gustavo Bueno, que defiende que la conquista inglesa fue depredadora y en cambio la española fue generadora. Sobre este asunto oí ayer a César Vidal. Habló de la maldad de la Iglesia católica en la conquista de América (de la de Canarias, preludio de aquella, no habla nadie). Para estos protestantes, estos luteranos, el mal, la negra de leyenda, es la Iglesia católica. Habla de la Inquisición católica pero ni mú dice de la protestante, aunque famosa es por el enfrentamiento dialéctico entre Calvino y Servet, que concluyó con la condena a muerte al catalán. 

El amigo de Juan nombra a María Elvira Roca Barea. También Maestro la muestra como autoridad en la historia de la Conquista. A ver si la busco por aquí y la conozco un poco mejor. A quién conocí fue a doña Elvira. Mi maestra en preparatoria escolar. Pero esto es otra historia. 

lunes, 28 de agosto de 2023

muros

 Acude al amor cortés

si tu luna está menguante,

los trovadores andantes

saben el arte de hacer

lo que quiere una mujer

sin entrar en el secreto.

Abrir la puerta es un reto

si no se usa la llave,

solo la abre el que sabe

no salir y estar dentro.

*

El beso del siglo. Dos besos tiene la literatura española del siglo XIX: El qué daría por un beso, de Bécquer, y el beso del monaguillo baboso a Ana Ozores en el último capítulo de La Regenta. 

En la última tertulia de La Paz no hubo besos. Incluso Juan se equivocó cuando le dio la razón a la mujer que me criticó por la mediana defensa que hice de Lluvia horizontal. Ni aún estando yo salido como un mono, me atrae Belén a ese nivel. Me atraía como amigo, sin connotaciones sexuales, aunque últimamente nos hemos quitado puntos en el carnet de la amistad. Ella a mí y yo a ella. Ni me molestó que pusiera en el mismo saco el beso de Rubiales (ella de opinión en la cuerda de Sumar) con que yo le dijese que abreviase. Lo puso en su fb, llamándome Leo (en su novela yo soy Leonardo). Le contesté pero más por llamar estúpido a Antonio el Cenizo, el agricultor que le tiró la piedra al helicóptero que cogía agua de su tanque durante el reciente incendio en Tenerife. Por lo que veo, Belén cuenta las historias que le conciernen pero eliminando los detalles que la "rebajan" o perjudican su fama de escritora. 

Juan no aceptó la invitación a una segunda caña. Estuvo más bien distante. De decir que me había ganado las perlas --por las anotaciones que hice en su borrador-- pasó, en la tertulia, a decir que esas anotaciones no le habían servido de nada. En fin. Razón tiene Maestro cuando opina que la forma más barata en un pago es el dinero. Eso de las invitaciones me recuerda cuando otro colega --amigo poco y ya nada-- me invitaba a comer por el trabajo que le estaba haciendo. Una mierda. 

Las adulaciones de amigos al que ayudas se acaban cuando ya no puedes ayudarlo, porque es uno el que necesita ayuda. Entonces hacen mutis por el foro y adiós muy buena. En fin, yo tampoco puedo tirar piedras.

Ya perdí la inocencia. Tendré que acostumbrarme al desengaño. Más me vale.

La economía no muy bien, pero de esto soy yo el único responsable. 

Y se acabó por hoy. Me voy a acostar. Tal vez soñar.  

viernes, 18 de agosto de 2023

coplas macarrónicas

 Qué voy a hacer

si Márcel no contesta,

ya no oyo su voz

de clara experiencia,

ya no encomia

mi alta poesía,

mi encomiable prosa

ni mi soberbia

sabiduría,

que usa la ciencia

y la retórica.


Ya no escribo

de las artes dóricas

ni pido al tinglado

que ponga ganado

como es debido.


Y de mujer no digo

nombre ninguno

de las alejadas

de mis rebuznos,

ay que infortunio,

Con mandinga tiesa

y no tengo presa

para guarecerla

ni en el plenilunio.


Ahora estoy mudo

porque me tienen

en goro metido,

comiendo crudo

lo mismo de siempre,

siempre lo mismo.


Ramón no contesta,

no suena la orquesta

ya no viene raudo

a buscar un cuadro

en rojizo carro

a la calle estrecha.

Los vendo caros

o los regalo,

ese es mi premio,

y cada día 

soy más tacaño;

si no gano algo

lo escondo y lo guardo.

Comprar con dinero

es lo más barato.


Forma de gilipollez

es amar sin estrategia,

conduce a la comedia,

reír ahora, llorar después.


Me dejaron ellas

con quince euros,

la de los calderos

y la soltera.

Mala cocinera

la que manda platos

por esta red,

acto ingrato

de esa mujer.


La otra no sabe

arte de cocina,

no me trae fabes

ni golosinas.



Que les vaya bien

aunque nos las pruebe,

que tengan delicias

y nunca se quejen.





jueves, 17 de agosto de 2023

retales

 --Hoy en día ya no se puede maltratar a las mujeres, ni a los animales ni a nada, y aquel, el de la barbita, ¿ya se fue de la política?... La cosa ahora es el fuego que nos tiene amargados pero lo demás está bien...

Nicolás el vecino y su palique existencial. Lo peor es cuando se me pone a discutir sobre el riego de la planta, pero aprovecho para que la coja de fuera y me la suba arriba, a la azotea. Ya está floriando. Septiembre está cerca. 

*

--Puedes publicar de nuestra conversación lo que te salga de los cojones.

Por fin una amistad que no me dice esto no lo publiques. Y ¿qué me dijo en la conversación?:

--Se casó con el rico del pueblo, que era ladrón y maricón, y hoy está inflada de dinero...

y

--La mitad del conejo de la novia vale mil veces más que todos sus huevos...

En fin, literatura oral memorable la de mi amigo ... Me recuerda a la de la ex mujer del que hace un mes me dijo que no lo saludara porque yo era un maltratador. No maltrató él a su mujer (según ella) ni poco, y no se acuerda de la cuerada que le dio en la rambla a una novia de entonces ni del gato que quemó vivo en el patio de su casa de entonces. En fin, la sartén diciéndole al caldero...

*

Ubaldo Suárez en su blog, Polillas al Amanecer, escribe sobre Salón de  África, de Ignacio Gaspar. Acertado en algunas cosas y desacertado en otras, a mi entender. No comprende las comas antinormativas en algunos cuentos de Ignacio Gaspar. No entiende que esas comas son un rasgo relevante, con un valor rítmico que las dota de un significado fuerte, como los puntos suspensivos en la obra de Celine. Un corrector de estilo tiene que comprender el alma de un texto porque si no, lo estropea. Yo me acuso. Estropeé en su día, por ortodoxia gramatical (me pagaban por eso), uno de los libros que publicó Gómez Fouz, ex boxeador que fue campeón de Europa, en la editorial Júcar. Esas comas le dan relieve al cuento, en el caso de Ignacio, de la misma manera que las distorsiones de significantes en los escritos del amigo de Juan Royo. En su blog. En sus artículos del periódico es más recatado; sospecho que el hermano le corrige los textos.

*

La noche avanza. Tengo que conseguir trabajo negro o hacer castidad, y no me refiero a lo sexual. En fin, tengo trabajo no renumerante en el cuarto de arriba. Arriba, arriba; arriba iremos. 

martes, 8 de agosto de 2023

las perlas

 Viaje con señales a la cala de las ostras. Juan me avisó a la una y cinco que ya estaba en la plaza de Ibrahim. En un reloj de agujas la una y cinco forma el dibujo de una V. No totalmente helvética porque una de las agujas, ya tú sabes, es más corta que la otra. Esta señal no sé interpretarla por el momento. 

La segunda señal nos la dio un descuido de Juan, que no sé cómo metió el coche en la estación de autobuses en la ciudad de la cota 800, como la llama su amigo el escritor hegeliano que hoy han ascendido en El Día. Lo sacaron del pelotón de columnistas y lo pusieron destacado en la importante página 5. (Observo que el día de hoy está marcado por el V; en el tarot El Papa, la otra cara de El Diablo, arcano XV.)

La tercera señal fue el descenso a la gruta donde dejamos el rodante. Delante de nosotros descendió en automóvil rojo una diosa griega. Juan la confundió con una guiri. No le dije nada, a la diosa, porque en la penumbra de la gruta no supe si era Atenea, Afrodita o Hera. Juan, que aturdido aparcando solo se fijó en la guiri y no reconoció a una de las diosas que vio en Grecia, tampoco le dijo nada. 

Por otro boquete de la gruta ascendimos a la superficie de la ciudad y fuimos a la cala de las ostras. Buceamos. Sacamos tres cada uno. Ninguna guardaba una perla. Ni negra ni blanca. Pedí llevarme las conchas. Me llevé el nácar de las conchas. Juan se sorprendió. Lo nunca visto. Me dice que quiere comprar la novela de Belén. Me veo otra vez de intermediario. de intermediario, y sin perla. Ni de la vendedora ni de la compradora. Esta vez el comprador es Juan. Le digo el precio del ejemplar. 15 euros. Mi madre, El Diablo. 

La ostras míticas y místicas pero el mantecado, en el postre, no pegó. Sabroso pero apagó la energía de la perla negra. Me acuerdo que pasamos por delante de una herrería y me acordé del dios herrero, el dios cojo y feo que vio Juan en Eleusis. O el dios a él y no lo dejó ver esa vez el ojo de la gruta donde aparecía Atenea, a la que quiso violar el dios cojo... El libro de Juan me trabó. Ahora pienso en griego.

Siesta pesada por culpa del mantecado. Me recupero y viene Nicolás, Le presto una pala y una plana. Me enseña un chiste en el móvil a raíz de una noticia que dice que el gasto farmacéutico en potenciar la virilidad es no sé cuánto más que el que dedican al alzheimer. La conclusión es que en el futuro los viejos estarán calientes pero no se acordarán para qué sirve eso.  Nicolás cambia de tema. --Lo del hotel pago me tiene alucinando. --Estuvo en un hotel del Sur con comidas variopintas, bebida libre, y se estremece cada vez que recuerda sus días en el hotel.

--Me encanta cuando te pones a pintar a oscuras --me dice, irónico. 

No entiende que esté pintando solo con la poca luz de la bombilla del techo. Aún hay sol en la calle. Cae la tarde.  

Suena el móvil. 

--La voz de un cuerpo amado --dice el dios cojo... ¡¿cómo se llamaba, Juan!? Lo tengo en la punta de la lengua y creo que se me está entrando en mí. Que soy él. La antípoda de Apolo. A lo mejor me caso con Afrodita. aunque... bueno, ESO está en tu viaje. 



El éxito, la escritura y la ley

 El escritor no necesita libertad económica. Todo lo que necesita es un lápiz y un poco de papel. Que yo sepa nunca se ha escrito nada bueno como consecuencia de aceptar dinero regalado. El buen escritor nunca recurre a una fundación. Está demasiado ocupado escribiendo algo. Si no es bueno de veras, se engaña diciendo que carece de tiempo o que no tiene libertad económica. El buen arte puede ser producido por ladrones, contrabandistas de licores o cuatreros. La gente teme descubrir exactamente cuántas penurias y pobrezas es capaz de soportar. Y a todos les cuesta descubrir cuán duro pueden ser. Nada puede destruir al buen escritor. Lo único que puede alterar al buen escritor es la muerte. Los que son buenos no se preocupan en tener éxito o hacerse ricos. 

Veo esa cita atribuida a William Faulkner en un muro de fb. Hay que ponerla en cuarentena. No siempre es verdad que el buen escritor no busque el éxito, pero consuela a los que no lo han tenido el discurso de Faulkner. Cervantes anhelaba el éxito, Galdós movió hilos para tenerlo. Casos hay. Y también los que tuvieron celebridad en vida casi sin proponérselo. Juan Rulfo pagó una primera edición de Pedro Páramo y, si no recuerdo mal, tuvo que regalar los ejemplares porque no vendió ni uno. El éxito le vino después sin él proponérselo, Caso similar, aunque con variantes, fue el de Proust. Gide, en su papel de editor, se negó a publicarle la primera entrega de su magna obra. Proust, que tenía bastante dinero, hizo una autoedición y el éxito fue inmediato. Gide se echó atrás y aceptó la edición de lo que sería La busca del tiempo perdido. 

Escritores que no hayan atendido el mundanal ruido y hayan elegido la senda por donde los sabios... apuesto a que hay pocos. Otra cosa es vender tu talento al mercader y ofrecerle lo que él te pide. Difícilmente creará obra auténtica, sino que se quedará en lo que Jesús G. Maestro llama kif, es decir, literatura de imitación, pseudo literatura. Curioso, en relación con la cita de Faulkner, la idea que tiene Maestro de que el escritor, el buen escritor, y el delincuente están en el mismo bando: no hay libertad si no se traspasan los límites de la ley. El delincuente y el buen escritor se limpian el culo con los papeles de la Ley. Exagerado aforismo pero bien cierto en muchos casos.

Sobre esto de la ley hay una estrofa en el Martín Fierro que la canta el moreno:

La ley es tela de araña, y en mi ignorancia lo explico, / no la tema el hombre rico, no la tema el que mande, / pues la rompe el bicho grande y solo enreda a los chicos. // Es la ley como la lluvia, nunca puede ser pareja, / el que la aguanta se queja, mas el asunto es sencillo, / la ley es como el cuchillo, no ofende a quien lo maneja. / La suelen llamar espada y el nombre le sienta bien, / los que la manejan ven dónde hay que dar el tajo, / le cae a quien se halle abajo, y corta sin ver a quien. / Hay muchos que son doctores, y de su ciencia no dudo, / mas yo que soy hombre rudo, y que de esto no entiendo / diariamente estoy viendo que aplican la del embudo.


lunes, 7 de agosto de 2023

listo para sentencia

 El viaje a Grecia está marcado por los ritos órficos, el viaje al infierno y la transformación. El hombre que camina por Grecia en el tiempo actual y se convierte en peregrino del pasado, y ve el infierno y el paraíso. No sobra ninguna comunión con las historias de los dioses y lo que hace y siente el personaje en la Grecia de capa caída y en tiempos de pandemia. En su camino a Eleusis... Bueno, hay que hablarlo. 



domingo, 6 de agosto de 2023

quién sabe

 Un pimiento importa si me quieres

o me mandas a tomar `por saco,

el placer solo dura un rato

y lo mismo dura lo que duele.


Cada loco con su tema. Una sigue haciendo comidas ricas que nunca probaré y bajando a Las Galletas a criticar a los gordos golosos, y la otra viajó a London y ahora esta hablando de gatos, qué bonitos son los gatos. Riña entre dos. La literatura está llena de riñas. El relato de Blancanieves concentra rodos los cuentos. En este caso el motivo de una gresca es un libro lluvioso. El motivo aparente. El que está oculto no se sabe. Puede ser el que motivó a la reina Isabel la Católica a desterrar a La Gomera a la Bobadilla. Quién sabe.


viernes, 21 de julio de 2023

el ex amigo virtual

 Sigo viajando por Grecia. Con Juan, sin multitud de turistas. Bajo la atención en el tramo final del cáp, 6. No importa. El 7 concentra toda la atención. Me entero del argumento de Las bacantes. Los trágicos griegos no se andaban con chiquitas. 

Acaban de nombrarme ex-amigo-virtual. La lectora dice que estoy encoñado con la autora a la que le puse bien el libro. No sabe leer entre líneas. Debe de suponer que ya conozco el coño de la autora y que no puedo vivir sin él y ella es como Cleopatra bajando a la mazmorra y le dice al prisionero que le bese los pies y luego la folle como es menester. En fin, cada cual suele --no siempre-- retratarse a sí mismo cuando habla no muy bien de otra persona. Esa ha sido la consecuencia del fruto del arbol de la ciencia. Nada que ver con el árbol de la vida.

¿Historias del barrio? Las hay. Con coños incluidos. En los celajes del cielo.

jueves, 20 de julio de 2023

nebulosas

 Mientras viajo por el Viaje por Grecia, con la voz de Juan Royo, encuentro casualmente por aquí, por internet, cosas que tienen que ver con esa obra. Al parecer, Apolo dirigió la flecha que Paris le lanzó a Aquiles. En el blog Café Arcadia de esta semana, José Luis García Martín habla de la oreja de Dionisio, que oye lo que se está hablando en el sitio más distante.  También me hizo recordar el libro de Robert Graves sobre la mitología griega. El que más me ha llegado de todo lo que he leído sobre aquel mundo antiguo de los dioses olímpicos y sus venturas y desventuras. Ya no tengo el ejemplar que tenía.

También Juan conoce el libro de Robert Graves. Momento de bajada, pocos. Los señalo. 

La lectura tiene efectos contrarios si lees en un estado de ánimo o en otro distinto. O si lees a un autor que te cae bien o a uno que tienes entre ojos. Si mañana Goliat, con quien tuve un desagradable altercado un día de este julio en la plaza Weyler, escribe una obra maestra, me da un disgusto. Maldad humana. No admite esa maldad que quien te toca los cojones pueda hacer algo que valga la pena. No había sentido esto hasta ahora. San Goliat de la puta mierda, el típico tiznado que se disfraza de santo impoluto. En fin, con estas emociones de rabia no se pueden analizar las cosas con inteligencia. Esto solo puede hacerse cuando la emoción está libre de perturbaciones y los sentimientos también. Goliat es un personaje destacado en Barrio chino. Ya no porque Angel dé la callada por respuesta, no sé si esa obra es mejor seguir revisándola, acariciándola un poco más. La posibillidad de que salga al mundo cada vez la veo más gris. La cosa pinta bastos. Esta semana está marcada por el tres de bastos, la malilla en el juego del envite. En la novelita de Chi (Barrio chino), una partida de envite marca el destino de algunos personajes. Hay en ese episodio una disputa entre dos personajes, donde Goliat le recrimina al otro que lo que él hizo ni es ético ni es bonito. San Goliat de la mierda bonita. Hay que joderse.

De los amores no hablo. Aquí no. No haya ente lector que confunda la velocidad con el tocino. Cuando caes simpático, todo lo que emana de ti parece bonito. Cuando te pierden la simpatía, porque la idea que tienen de ti se desbarata, todo lo que les parecía bonito se vuelve anti ético y anti estético. En fin.

Aquí lo dejo. 

Mañana es otro día.

 

pandorga / arpón   

sábado, 15 de julio de 2023

noticias

 Leo el viaje a Grecia de Juan. Casa bien, con amenidad, el tiempo presente, el real, con el antiguo, como si más que imaginarlo o sentirlo fuese también él, y el lector, viajero de los dos mundos. Y el personaje que narra, el propio Juan, está bien llevado, bien logrado. Hasta ahora. Me queda bastante trecho todavía.

Berto me avisa que el día 20, en Los Cristianos, en la Casa de la Cultura, presenta Ignacio su último libro publicado. Salón de África. Y que este domingo Eduardo publica en sus páginas de Diario de Avisos una reseña sobre el suyo: Sobre una tumba, una rumba. Eso le entendí.

Llegó a la librería Santa Bárbara, en Los Cristianos, un ejemplar de la novela de Belén. Compradora, Pamela. ¿Habrá comunión entre el libro y la lectora? ¿Comprenderá una mujer a otra mujer? La respuesta está en el aire.

Me invento un temor para amortiguar el deseo de que salga ya a la calle Barrio chino. El temor puede ser una entelequia o no serlo. Que salga cuando quiera. No sucede sino lo que tiene que suceder, dicen los brujos sabios que en el mundo son. Puede ser. Quién sabe.


 

martes, 11 de julio de 2023

elemental

 A tres amigas les escribo poemas de amor. Buenos poemas casi todos, y además con una regla estricta, lo que le escribo a una se queda en ella. Cada una tiene su verso. Hay dos que dicen sí, pero una está lejos y a la otra no me atrevo a acercarme. La tercera cerró la puerta y he dejado de escribirle. Los poemas son sinceros. Y serios, lo que no significan que algunos se pasen de la raya. Que son los más serios, los más verdaderos. En la prosa puedo piropiar pero ahí es mera cortesía y urbanidad, buenas relaciones. Las substancia sexual amorosa ha quedado diluida en el tópico. No hay que negar el tópico. Es de una gran utilidad cuando vives en un mundo topical. Sigo con lo de arriba.

Sin embargo si apareciese un genio y me diese a elegir entre las tres para estar una temporada en una isla con aguas reparadoras y sombras apacibles, no elegiría sino a quien no escribo nada. Y sin embargo todos los versos de todas las tres podrían reunirse en ella, en la mujer a la que no escribo versos de Amor. Ella escribió una novela que yo recomendé in illo tempore en este blog. Una lectora amiga me lo reprochó. Literatura desfasada. Estoy de acuerdo, pero téngase en cuenta que la literatura desfasada es abono de la literatura que ha de crecer. Sin las novelas de caballería, ya en el barroco literatura desfasada, no hubiese germinado el Quijote. A mí me ha marcado mucho la novela rosa. Agosta escribe no es sino una transformación, un giro copernicano, de una novela rosa. Si pudiera, le mandaba la nueva versión de Agosta a mi amiga que repudió la novela desfasada de su compatriota del Sur. No sé. Chito, no seas venado. 

Lluvia horizontal. Belén Valiente. Ed. Autografía Editorial, 2023.

Hay una distinción entre la narrativa --lo diré con la metáfora de Malcolm Lowry-- que enciende una llama en el infierno y la que se limita a copiar o imitar lo que otro ha hecho. Belén Valiente con Lluvia horizontal prende una llama en la psicología humana. La literatura de Sade aportó en psiquiatría el término sádico, la de von Sacher-Masoch masoquismo, la de Freud introdujo el complejo de Edipo. Dos perversiones criminales y una de natural aparición --según Freud-- en el desarrollo humano. En Bajo el volcán el fuego ilumina una tragedia isabelina empapada en mezcal e infectada de gusanos. En Lluvia horizontal no hay nada que se parezca a El Farolito. En Lluvia horizontal no hay tragedia, sino drama, incluso melodrama, con un corazón propenso a lo cómico si Erea no fuese la que escribe. La novela de Valiente, que se desarrolla en Santa Cruz de Tenerife principalmente, es ajena a los delirios etílicos. Erea es casi enemiga del alcohol. En este aspecto, es una mujer sobria. Una mujer cuidadosa con el dinero, que gana con su trabajo y gasta con tiento, casi con tacañería; una mujer responsable que se levanta temprano, se asea, se viste, hace la compra... Una mujer no ajena al narcisismo dominante, en su caso un narcisismo atormentado. Quiere ser escritora y, por lo tanto, se pone a escribir. El tema principal es ella misma. Casi todos los que la rodean, amantes y amigos o amigas --algunos señalados sólo con el nombre, sin más trazos--, funcionan como satélites a su alrededor, y están calibrados según complazcan sus expectativas, según le ofrezcan o no lo que ella desea de ellos.   

La perversión que marca a la narradora y protagonista de la novela de Belén Valiente podría llamarse el síndrome de Erea. La novela está construida como un diario. Es decir, donde la vida real y los sueños reales de Erea, la vida onírica, tejen el argumento de la obra. El diario abarca desde el 4 de abril de 2020 hasta el 7 de agosto de 2022.  

El pensamiento posmoderno, que ha hundido al racionalismo, no toca a Erea (tengo que releer la obra ya en libro, pues escribo ahora con la frágil memoria, de haberla leído cuando aún estaba en borradores). Y es ajena a la feligresía política. No se ha dejado corromper por falsedades políticas. No vemos a Erea como una militante. Se basta a sí misma. La emociones complicadas y salvajes, y los atormentados sentimientos, son domesticados por la razón. Hasta aquí, todo correcto. Una vida cotidiana más.

*

Ahora tengo quehaceres que me obligan a interrumpir la reseña. Si es posible, la seguiré otro día. Mejor, la novela aún no ha sido difundida y pocos lectores tiene aún en su haber.

lunes, 10 de julio de 2023

siguen los días

 Ya el secreto es público. Se casa con un ingeniero millonario.

Los detalles del romance no lo son. La boda "es" en octubre, en el Parque Marítimo. No le pregunté si el ingeniero sabe lo que ella piensa de aquel lugar, la tumba de Jesús, el Edén y el río subterráneo de la ciudad de piedra negra, la Jerusalén antigua. En las palabras le ha prometido comprarle una nave donde dé sus clases, y otros usos, y un chalet en Santa Cruz. Más cosas. Declaraciones de amor eterno. Todo suena como un cuento de hadas, pero tal vez existan aún realidades adánicas.

*

Una nota a pie de página en la novela de Restif de la Bretonne me despertó curiosidad por el poeta Louis de Fontanes. Dice la nota que el poeta fue cercano de Restif hasta que se hizo amante de la mujer del novelista, lo que generó una fuerte enemistad y Restif lo ridiculizó en varias de sus novelas. Curiosidad frustrada. Veo algo de su biografía pero ningún poema, que es lo que me interesaba.  

*

Belén Valiente me visita y me trae un ejemplar de su novela --la tinta aún fresca-- Lluvia horizontal. Esta obra merece un capítulo aparte. Lo mismo que Viaje por Grecia, obra aún inédita de Juan Royo. Sigo leyéndolo.

*

La vida del barrio tiene su miga, pero ahora me da cierta pereza contarla. Este blog se está volviendo egoísta, literariamente hablando. 

sábado, 8 de julio de 2023

depravación inocente

 La mujer Tigre, con un pie al aire y otro en capilla, me mandó ayer un mensaje cabalístico:

--Hoy 7/7/7.

Un siete por el día, otro por el mes y el otro por el año, cuyos dígitos suman siete.

Y a las siete de la tarde, casualmente, llega a mi casa la mujer Gallo. Me cuenta una historia real que ahora le está sucediendo, me la cuenta en secreto y me pide que yo la aconseje. Soy de los que creen que los consejos, a cuentagotas y muy de vez en cuando. O nunca. El caso es que no sé qué consejo puedo darle. Quizá lo consabido, que tenga fe en lo que está a su favor pero que tenga prudencia. Todo lo que se sitúa en el futuro está expuesto a lo imprevisible. 

Con Agosta llego a un escollo. Hay páginas donde la narradora desvía el cuento de su vida personal a historias de los primeros pobladores de Canarias y la conquista de las islas. Son páginas que por si solas tienen su interés, pero dentro de la novela son un pegote innecesario. Hay otras que son una recopilación de poemas que Agosta encuentra escritos a mano en las páginas de un libro, que tampoco pintan gran cosa en el curso de esa novela. Además el nivel intelectual de la niña, que ahora pasó de 14 a 12 años, es demasiado alto. Hay que rebajarlo. Que sea aplicada en los estudios, a la par que en la depravación, no la autoriza a saber lo que ahí sabe. Cierta pereza arreglar todo eso. Apuros me entran.

Juan me comunica:

--Si no recuerdo mal, Josephine Mutzenbacher empieza contando las experiencias eróticas que tuvo cuando era una niña en Viena.

Dice que leyó el libro hace muchos años, publicado por La Sonrisa Vertical, pero que ya no lo tiene. No creo que tampoco lo tenga la Biblioteca de la Granja, pero si puedo bajo el lunes a preguntar. Lo que si tengo, regalo de Marcelino, es una de Restif de la Bretonne: Las noches revolucionarias. La revolución francesa. La abro y leo un rato al azar. Un episodio que va de la trata de niños, está en el lado opuesto de Agosta. Restif es un narrador que lamenta y lo pone enfermo el sucio negocio de mayores esclavizando y destruyendo niños. Agosta, en cambio, es una niña que narra cómo esclaviza y destruye a sus mayores, de todas las edades. Quizá ferviente imaginación de una niña en realidad con comportamiento cotidiano inocente. ¿No hizo con la imaginación inmensos viajes un escritor sedentario que nunca salió de su villa? Un caso en esencia parecido.                   


 

viernes, 7 de julio de 2023

Personajes

 La medicina que necesito no la venden en la farmacia y su precio en el mercado negro es salado. La usan los que pueden. Es la que ahora se ha convertido en el combustible que mueve el mundo. Es una medicina que te levanta pero te espejea a la mente, te la llena de espejismos. Así está la política, llena de cerebros volados. En cuanto a las medicinas legales, los efectos adversos son del mismo estilo. Hoy no se comercia con medicinas que curen sino con las que mantienen estable el mal que te aqueja. Hasta el batacazo final. 

Elías, el narrador y protagonista de El negro, tiene algo mío. Ha sido una costumbre, inventar personajes que viven lo que yo y tienen las mismos vicios pero tienen un temperamento y un carácter que están en el lado casi opuesto. Me acordé de Elías porque hoy me preguntó Pamela que por qué me daban a mí otros escritores sus cosas para ver. Igual que yo se las doy a ellos. Una visión ajena de alguien con conocimiento nunca está de más. Pero una cosa es que te pasen una obra para que des una opinión y alguna sugerencia, y otra cosa es que le metas mano a fondo y la limpies de escombros. Es el trabajo que hacía el negro Elías y que yo hice, entre otros, en Gijón. Recuerdo un iluminado que quería ser artista y hacía cuadros y esculturas horrendas y le serví de puto negro para editar un libro que le diera caché como artista. Tenía un alto cargo y me pagaba muy bien y me regalaba puros de Manila. El vino, el de Burdeos, y los puros, los Reina de Manila. Otro cliente fue un psiquiatra lacaniano. Tenía que presentar un texto de unas veinte páginas, en folios, para subir de nivel no sé dónde. Me lo dio para que yo se lo retocara. Aquello era un caos. Pero es maestría ordenar el caos. Al final lo entendí todo, le di sentido a aquellos jeroglíficos, y el doctor subió de nivel. Este era más tacaño, pero su cocinera una maravilla y su casa con jardín central y sala de billar y una hija echada en un diván envuelta en una tela sarracena leyendo un libro, un locus amenus. Bueno, dos ejemplos. Más sería cansar.

No todo fueron éxitos. A algunos otros, del gremio literario, les desagradó las transformaciones que hice de su obra y me retiraron el pago y la palabra. Ahora, ese trabajo lo estoy haciendo con algo de propia cosecha. Agosta escribe. Se lo comenté a Juan y me dijo que esa novela le había recordado a Josephine Mutzenbacher, de Felix Salten. Me informo que había sido, paradójicamente, el autor de Bamby. Busqué información en pantalla pero lo que está en español no entra en materia sobre esa novela de una mujer depravada, no sé si tan niña como Agosta. En la nueva versión le he reducido la edad. De 14 a 12. Más inverosímil pero algo más inquietante el personaje. Es la única novela donde el autor está completamente ajeno a la ficción. Esta y las que escribí, odiosos libros juego, para Júcar.

En fin, estoy esperando visita. Hora de cerrar.


jueves, 6 de julio de 2023

amigos

 Ayer por la noche Juan me llevó a uno de sus lugares exóticos. Un restaurante de comida oriental, desde la India a China, sin pasar por territorios musulmanes, pues el plato fuerte, antes del postre, era un preparado de carne de cochino. Y vino del país, que se dejaba beber. Hablamos de muchas cosas. De lo que significa este oficio en Canarias y de editores, de derecha y de izquierda, de los adictos a Vox, el lobo  feroz, o al ya casi desaparecido  Podemos, el zorro astuto guardando el gallinero. Me dejó el borrador de su segundo viaje a Grecia. Me dijo que incorporaba fotografías hechas por él. Esto me hizo fruncir el seño, pues las imágenes en un libro no deben desentonar del texto. Cuando vi las fotos, me tranquilicé. Están muy bien aunque las haya sacado Juan. Del libro me pidió que se lo dijera si me cansaba. Humildad suya que no viene a cuento. La obra entera de Juan no cansa, las tiene unas más geniales que otras pero todas tienen importancia y son entretenidas. He empezado a leer el borrador. Útil y entretenido y en cierto modo novelesco. Él como personaje que recorre la Grecia actual y la antigua, y respira la esencia de los antiguos dioses. Nada que enmendar por lo pronto, salvo un leísmo, que si se publica en la península, es mejor dejarlo así. 

Hoy la mujer tigre me manda un wasap con foto y que ya le llegó la novela. "A ver qué pasa ahora", añade.  

Berto, a raíz de lo que escribí en fb sobre su reciente libro de cuentos, sigue mandándome mensajes:

--Yo, aquí preparado como Aquiles, pal resto de lo que venga. Revisa tus palabras. Hablaste del libro. Es lo mismo que me dijo la editorial. Anima al Aquiles de San Andrés y me cuentas. En pie y dispuesto. Si empiezas por el último cuento, entenderás mejor. Ese libro tenía como destino el fuego...

También hablé con Marcelino. Encontró a Anghel. Le dijo que dentro de dos día se incorpora la trabajadora que está con la maqueta de Barrio chino. Palabras bonitas, aunque dos días en la semántica canaria puede significar... bueno, mejor no lo pienso. Le dijo a Marcelino que vio a Nguyen y que ella le contó lo mal que estaba yo de salud. Espero que no tan mal como para morirme antes de que salga el libro. Aunque seguro que tendrá más éxito de venta si yo me acabo de ir al otro barrio. Bueno, la blanca señora puede esperar. Todavía es pronto. 

martes, 4 de julio de 2023

soneto y crónica

 Hoy tengo que llamar a la bombona.

A Ramón lo llamé, hace un rato ahora

y con voz de lata contestó el automático:

"de la línea el usuario está desconectado".


Llamé a Marcelino, contestó el llamado.

Hablamos hablamos y luego colgamos,

Para un teatro quedamos abajo,

me afeito, doy del cuerpo y me baño.


¿irá Mesalina, irá Leonor?

¿irá Eloísa, irá Isabel?

¿Surgirá y habrá loable ocasión?


Por si acaso fluye la Suerte a favor

allí estaremos, vestidos de limpio,

por si suena la flauta y surge el Olimpo.


No sé qué pinta el Olimpo ahí. Lo que no pintó nada fue la obra de teatro. No pudimos entrar. Ya antes vi a África, acompañada --qué celos-- que dijo que no pudo entrar. Aforo completo. El caso es que no he llamado a la bombona. Una cosa dice el verso y otra la realidad. Hoy Pamela me recordó a Nicolás. Lo mucho que me critica porque echo todas las borras de café a la tierra. Borras de café y cáscaras de frutas, para que se alimenten los bichitos bola --hace tiempo que no veo uno--. Lo que hay son lagartos. Se han entusiasmado con el trozo de terreno donde los niños Asier y Nojayla juegan con la tierra. Está al borde de la calle. Cuando salgo por la mañana al café a Ibrahim, los veo a montones. Le hablo al que me mira pero dobla la cabeza y se va. 

 Mañana quedé con Juan. No sé si bajar al club de lectura. La novela, de Onetti, no la terminé. Se me hizo demasiado artificiosa. Tal vez la termine esta noche. Me cansó pero tiene su miga. Un pobre diablo imagina escribir una historia mientras imagina que vive otra historia que es mejor que la que está escribiendo. Hay que aprender de Onetti, pero con tiento.

Ahora hago una nueva versión de Agosta escribe. Todo lo que he publicado merece una nueva versión. Menos Proserpina. Un cuadernillo profético, escrito en el lisérgico baile de la juventud. 

viernes, 30 de junio de 2023

disquisiciones

 variaciones sobre un fragmento de una novela de Corín Tellado


--¿Le causaría placer, señorita, saber que me estoy empalmando mirándola a usted?

--No, no lo creo capaz, señor doctor; no creo que tenga usted una naturaleza humana.

*

Corín Tellado escribió un par de novelas pornográfica. Un delito grave sería coger una de sus novelas rosa y hacerla gore. Un buen delito. Lástima que ya no tenga tiempo de cometer más delitos.

*

Maestro se mete mucho con Borges. Dice poco menos que es un sofista con voz de pájaro y un ignorante con florituras. Está bien eso de señalar a los ídolos sus pies de barro, pero en Borges no todo es fanfarria luminotécnica. Tiene cuentos como El Sur y milongas que evitan el llanto de Carriego. Dijo que Las mil y una noche nació en los albañales, en las lenguas sucias y en los camastros pecaminosos. Lo mismo sucedió con los cuentos infantiles, supongo; fueron bestiales en sus principios y luego edulcorados. Joyce se dio cuenta de este detalle y su Ulises está sembrado de escenas hediondas, como el hijo de dios comiéndole el coño a su madre. Con cierta razón un filósofo griego antiguo iba a las casas de puta a aprender a discutir con sus colegas en el ágora.

*

Juan, este sábado en la calle San Francisco, número 105, a las siete de la tarde hay obra de teatro, de Darío Fo, dirigida por Ana Hardisson, compañera del club de lectura...


y ahora coplas

 Me baño con agua fría,

con agua fría del caño

pa quitar la calentura

de lo mucho que te extraño


Ya me da igual, mi dueña,

ser tigre o lombriz

con tal de poder entrar

y luego poder salir.

Los pájaros cantan,

las serpientes bailan

y de amor braman

las fieras de aquí.

La mujer canaria

que sabe amar

no se hace esperar

y trama el ardid.

Sé que es triste verdad

que tigre ya no soy

si alguna vez lo fui 

pero según entendí

el poeta es fingidor

y sabe cuando fingir.


*

En verdad que la copla es oasis en medio de tanto soneto. Esto que estoy poniendo ahora por aquí, cabe muy bien en las Coplas de don Juan Cabrón. Hay ahí un personaje diluido que es un competidor del negro que le escribe las coplas a Juan Cabrón. Es un poeta contratado --igual que el negro lo es de don Juan-- del enemigo de Cabrón: el cacique Rey Castaña.

Esa obra sigue el dicho de cava profundo, echa basura y olvídate de los libros de Agricultura. Está hecha de literatura desechable. 

Barrio chino sigue en espera.  

jueves, 29 de junio de 2023

y dos más

 Por dos cosas trabaja el macho de cueva

--lo dijo el sabio, lo dijo el poeta--,

una cosa es por comer todos los días,

costumbre que tiene uno, todavía.


Y la otra cosa, ellos decían,

es tener al lado hembra placentera.

Lo dijo el de Hita en alejandrinos,

en román paladino de la clerecía.


El de la Cogolla, el monje Berceo

lo contrario decía, versos de invierno;

con una oración, llegamos al cielo


y yo estoy rezo que rezo que rezo.

Ni cielo, ni almena, ni torreón.

Nada de sexo, no me quiere Amor.


*

¿Sabrá la cuerda lo que pesa mi culo?

Ella quiere negro con pinga de mulo,

raza mandinga de follar profundo

que llegue en la cueva a lo más oscuro


y provoque chispas de fuego encendido,

de flores y frutos el valle sembrado,

y yo prisionero, aquí encarcelado.

Ya pasó mayo y junio ha venido


Sigue el ballestero matando los pájaros.

Dios no me ha oído. Aún no le ha dado

el mal galardón que le he deseado.


Macho salido cada vez más bruto,

un bruto salido, que mayor sinsentido

que querer un nido y no hallar el árbol,



miércoles, 28 de junio de 2023

sin estrambotes

 Perdí por desear que otro perdiera

con lo cual me queda bien demostrado

que el deseo es ave de ida y vuelta

que apenas ha volado al nido regresa,


Habrá que admitir el dichoso karma

tan repetido que ya es admitido,

el que hierro usa de hierro se carga,

diente por diente, labia por labia


se delata a sí mismo quien nos habla

de las desvirtudes de su buen amigo,

yo la cosa contraria no la digo.


También me digo y no sé si es lo mismo,

que el mundo está poblado de narcisos,

narcisos y narcisas nunca faltan.

*

Narcisa de letras, mujer ingrata,

es quien yo me sé y aquí no la nombro,

su nombre merece entullarlo en escombros,

nunca nombre ha de darse a una rata,


Le di el mejor grano y el berro más fresco

y su lengua clamó a los cuatro vientos

que fue un importante quien le dio berros

y además los granos, y tan agradecida


fue que a cambio dio al dador la vida,

con la fe, la caridad y la esperanza

de entrar en la más alta burguesía.


A mí me mandó dos fieras sicarias

a escoger de un revólver una bala

o un cheque con dos ceros en la cifra.


martes, 27 de junio de 2023

más sonetos

 qué jodienda no perder la memoria

de no coger cuando pude coger

coño de Paz, Elvira o Isabel

em varios tiempos de mi pobre historia,


hoy me lo reprocha mi triste polla

mas ya a estas alturas qué puedo hacer,

joderse es el sino de no coger

cuando pudo haber sido y no lo fue


Tenía abierta la puerta de la noria,

puerta del jardín de jade y no entré

No ha de volver el tiempo que pasó.


Lo que dejaste ir, no ha de volver.

Lo que no se tiene tiene sentido

ser anhelado, mas no lo perdido.

*

Lo de Paz fue en la rueda de un casino.

Sonrióme la fortuna y saqué gansa pasta

y ella dijo de más ganar ya basta.

Basta no. Y lo ganado fue perdido. 


A su lecho de amor fui conducido,

es el amor oasis en el desierto,

es amor la verdad de lo incierto,

mas no fue oasis, sino espejismo.


Entró en el baño a lavarse el conejo

Vi su cartera, dinero divino,

y a la sordina me volví al casino.

La rueda giraba, rojos y negros.


Danza la bola con brillos de plata.

Somos fabricantes de mierda y meado.

Se quedó la bola hecha una hojalata


Ay de aquel dinero, lo cagué en la banca.

Quise al amor ser regresado

y la puerta cerrada cerrada cerrada,

*

otro tanto más me pasó con Elvira,

le escribí un poema de amor encantado

y me enseñó su anillo que era dorado

y con su labios de mujer sencilla


dijo ser en matrimonio metida,

dijo con pena ya tengo marido

pero tú ven esta noche, mi niño,

a la hora de la rata, desvestido.


Ahora mi marido está en largo viaje.

Quiero enseñarte las letras de un libro

que de niña me enseñó mi padrino.


En hora del buey salí de mi casa

mas mi madre vigilaba el camino.

Es hora, mi hijo, de ya irte a la cama.

*

Mas lo que aconteció con Isabel

es el colmo de todos los mil cuentos,

dijo suplicante no te estés quieto

y viólame y viólame hasta no ser


quien soy, Quiero mi ser dejar atrás.

Viólame, no pierdas más tiempo,

que sepan ellos lo que hay que saber.


Ellos eran todos el auditorio

que comtenplaba toda la función,

no la violé, no hubo notorio amor.



sábado, 24 de junio de 2023

tic tac

 tic tac tic tac

así concluye Pamela un microrrelato. Todo el relato fluye hacia esa onomatopeya. El peso del tiempo. No me es ajeno ese final. Está en Barrio chino. Cuenta el narrador que abandonó a Claudia (nombre del personaje en la novela) una triste mañana. A los pocos días Claudia le hace llegar una cinta de casete grabada por las dos caras, toda ella con el continuo sonido de un reloj, tic tac tic tac... 

Otro personaje es HH. Hoy vi a la persona que inspira ese personaje, en la plaza Weyler. Me montó una escena similar a la que le monta al narrador en esa novela. Estaba sentado en una mesa. Yo en otra al lado con Sole y Tene. Me levanté a fumar un cigarro y lo saludé.

--Tú a mí no me saludes. Tú eres un maltratador...

--De acuerdo --dije, y me fui a fumar el cigarro, para evitar un escándalo que ni Sole ni Tene se merecían. No le recordé cómo él fue in illo tempore cuando golpeó a lo bestia, cegado por los celos, a una novia que tenía entonces. Esto no lo escribí en la novela. Otros episodios sí. Ojala siga con salud y, si algún día se publica, que la compre y la lea. El pollo entonces va a ser descomunal. Arrieros somos.

viernes, 23 de junio de 2023

apuntes

 La falta de dinero angustia a los hombres. Esto lo escribió fray Espinosa, el devoto de la Virgen de Candelaria y defensor de los guanches contra el abuso de los conquistadores. Mucho le costó imprimir su libro, en Sevilla. Y se salvó su obra por el ejemplar que quedó en esa ciudad registrado, porque los que llegaron a Tenerife, el grueso de la edición, los requisó o los compró el conquistador más aludido y los quemó. Noche de San Juan. No sé si podré quemar yo los muñecos que compré en el mercado de Santo Domingo. Algo habrá que quemar esta noche. La mala sangre, aún con cierta estela, que me provocó el peregrinaje, y el dinero, para recuperar los papeles de la casa. Por lo general soy un hombre tranquilo, un canario tranquilo, pero hay cosas que me hacen caer en la obsesión enfermiza, y curarme de ese mal no siempre es sencillo.

*

Nguyen me dice que si puedo ir con ella a Vietnam en febrero del año que viene. Mucho tendría que cambiar mi salud y mi economía para poder hacer tan largo viaje. 

*

Es curioso cómo una mujer interesada por otro animal de cueva, no habla muy bien de las posibles o constatables competidoras. Este detalle femenino no está en Barrio chino. Tampoco está el tipo de mujer que le encanta, y procura serlo, ser la única mujer en una reunión social, rodeada de hombres y contando sus avatares sin oír apenas lo que quieren contar los demás. Le cuenta sus historias a los hombres y que los hombres la admiren en sus historias, lo maravillosas que son y qué valiosa heroína las protagoniza.  

Este personaje mujer podría haber salido hablando de Wang, calificándolo de narcisista manipulador, cumpliendo con el axioma de que tal cual retrata al otro, se retrata a si mismo sin darse cuenta. Dime lo que hablas mal del otro y te diré quién eres. Un axioma que se cumple en algunos casos, cuando la pasión está poniendo cataratas en la visión. 


jueves, 22 de junio de 2023

más cosas

 Pamela se va de viaje, de Charco del Pino hacia el sur de la península, Córdoba, Granada y Sevilla. Escribirá crónicas de las sucesivas aventuras. El otro día pensé en los cronistas españoles del siglo XVI en el Nuevo Mundo. Y por la pantalla apareció un reportaje sobre Cabeza de Vaca. Hace tiempo leí su crónica y la volvería leer. La recuerdo impecable. Ahora, Dios mediante, tal vez lea la de Juan. Lo que me contó de una isla de Grecia en el almuerzo de hace un mes, no tiene desperdicio. Yo también hice una crónica tal, de cuando viajé con Pepa a Santo Domingo, a República Dominicana. El cuaderno donde la escribí no sé si desapareció con los papeles de la casa, testamentos, herencias, escrituras... No lo encuentro. A perro flaco todo son pulgas. Habrá que sacudirlas. Ya hice un poco de limpieza de primavera, arreglé las paredes desconchadas. Ahora toca limpieza de verano, limpieza y orden.

*

El pollo de Belén con el poeta Azufre, empeñado en venderle su libro y cabreado por la negativa, un libro editado por A-I, tiene pinta de no quedarse ahí, en el kiosco de la rambla a esa hora del domingo. El mundillo literario da mucho de sí, también tiene su crónica. Siempre la ha tenido. Hay bandos enfrentados en el gremio, y si quieres trabajar ajeno al sistema, todos se juntan contra ti. Eres el enemigo común, el soberbio que quiere ir por libre. Mal camino. Maquiavelo no lo recomendaría.

*

De repente uno se acuerda de episodios del pasado. Episodios que tienen la materia de los sueños, salen un instante a la superficie y se vuelven a sumergir en el olvido. De vez en cuando aparecen, como ahora lo que escribió el actor Klaus Kinski en su irregular novela de no ficción Lo que necesito es amor. En las páginas interiores lo que dice es lo contrario: --No necesito amor; lo que necesito es odio. 

Una escena de esa novela aparece el actor follando con la mujer de un célebre escritor mientras el anfitrión estaba enfrascando en su despacho poseído por las musas.

En fin. Malos tiempos para la lírica.

 



lunes, 19 de junio de 2023

de aquí a allá

La novela de la amiga la compré a medias con Belén. Se la llevé a la rambla. Mientras bajaba en guagua, seguí leyendo y vi que la cosa cambia. La salsa empieza a cuajar. A Partir de la página 70, tiene el sabor de las arvejas compuestas que hizo hoy Pamela y que yo no probé, qué dolor qué dolor qué pena. Lo que sí probé fue el arroz y la tortilla que hizo Nguyen esta tarde. Vino a casa sobre las seis. Esta mujer en vez de cumplir años, los descumple. Cada día está más bella. Yo la amo, pero de vivir con una mujer o tener trato de novio amante, prefiero que el amor no esté estorbando. Quita mucha energía. Mejor hembra placentera con la que estés en sintonía en verbo y carne pero sin metafísicas amorosas. Pienso en Pamela, pienso en Nguyen y pienso en Baudelaire.  El poeta del spleen en París escribió unos consejos a los jóvenes poetas. Uno era que tenían que elegir entre una cocinera como acompañante (Baudelaire no contemplaba que el joven poeta pudiera ser una joven poeta) a una bailarina de ballet o a una cocinera. Es decir --decía Baudelaire-- elegir entre la belleza o el sustento que te permite trabajar la belleza, elegir entre la ruina agobiante de las deudas o tener un palto de comida sabrosa y nutritiva. (Baudelaire no creía en ese mito que proclama que la poesía no se vende: él decía que la poesía sí se vende, y bien. Poetas colocados en un buen sillón, y buenos poetas, los hay. Juaristi, poeta que admiro y es una de las fuentes de las Coplas y ripios de Juan Cabrón, por ejemplo.)

Perdí el hilo.

Pienso en Belén. Su caso con el poeta que le quiere vender su libro (si tienes curiosidad, busca en fb el muro de Belén Valiente.  Ma fastidia que Barrio chino no salga en compañía de Lluvia horizontal.

Lo que sí salió, me dijo Marcelino, es un libro que recopila los cuentos de Ignacio Gaspar. Ignacio autor de cuentos está en la cima donde están Antonio Bermejo e Isaac de Vega. Sus novelas están envueltas en una niebla innecesaria y molesta, pero sus cuentos no se permiten ese lujo. Salón de África, creo que el el título. Ed, Baile del Sol,

A ver si conecto con Juan y me pasa su obra literaria de sus viajes reales. Ahora es el momento de echarle un vistazo a esa cosa. Pero esta vez tengo que invitar yo. No me queda otro remedio si me quiero a mí mismo, A menos que Ramón se apunte, y nos lleve él rumbo al País de Nunca Jamás.

miércoles, 14 de junio de 2023

 No he podido seguir leyendo la novela de una amiga. La pesadez estilística se sobrepone al interés del contenido. Son tiempos estos de ramalazos de falta de energía que me tienen preocupado. Especialmente. También me cansa La vida breve (de Onetti). El estilo tiene su esplendor, es admirable, pero la historia tan triste que cuenta me tumba. 

 A las realidades melodramáticas les sientan bien la comedia. Ayuda a equilibrar la navegación. Igual que en tiempos risueños ayuda el drama, la tragedia. Yo tiendo a la comedia, si la fuente de la ficción es la realidad. Ahora solo veo comedia en la realidad política, vodevil en medio de una amenaza invisible. Lo de Sumar es un cuento que se desbarata. El juego del poder. La adrenalina del poder. Todos quieren estar ahí, bien pagados. Parecen marionetas. El Gorgorito en el parque Sanabria a las seis de la tarde. Dando palos a diestro y siniestro. Uno se cansaba de que la bruja mala fuese la que siempre recibiese los palos de Gorgorito.

Y me voy por hoy. Quedan muchas cosas que contar, pero me cansa escribir. Cada vez más. El sentir que te están estafando no ayuda nada a la comedia, y escribirlo al pie de la letra sería un drama. No.

jueves, 8 de junio de 2023

naderías

 Supongo:

hay tres clases de adversarios (externos) clave.

1. Físico

2.  Mental

3.  Espiritual

En mi caso 1 es Wang. 

2, Maestro. 

3 es adversario Universal. Uno mismo. Porque uno mismo no es sino una repetición del universo. Lo que percibimos es materia y vacío, y la materia es una apariencia, pues en realidad la materia  no existe. Existe la intangible energía. Una concentración extrema de energía sobre sí misma forma lo que llamamos materia.  

*

Dejo eso pendiente y sigo con el elogio al ripio.


Es nota clave

del concierto

del disparate,

es la llave

que abre el cuento

sin argumento.

Sin él no hay aleph

ni más letras,

semilla del juego

crece luego

si tierra es fértil.

Nipona se vuelve

amiga Pamela,

si llega a Mishima,

su marinero,

amor arriba

a nuestro puerto.

*

Mejor contaba lo de esta noche en la escalinata de Ibrahim. Que lo cuente la Luna. Ella es testigo.




lunes, 5 de junio de 2023

letras para cazuelas

 Unos van a prados

donde mugen vacas

y hacen sonetos

como los de Gala.

Otros suben montes

donde están las cabras

y balan sus coplas

en las peñas altas.

Suena del pastor

la flauta

y los perros guardan

a las más preñadas.


Hay perros que muerden

sin decirnos nada

y los hay que ladran

dando sus consejos

al son de la flauta.

*

Dos veces la vi

no le quité el velo,

no fui cazador,

no cogí el conejo

No corrí el cristal

que guarda su sueño,

no subí al nogal

no abrí la nuez.

Fallaron los remos

no salí a la mar,

me quedé en el puerto

oyendo en el bar

el jazz de Roberto.


+-Ç

jueves, 1 de junio de 2023

contrapunto

 Mo sé qué es peor, si el gemido de la mente o el desfallecimiento del cuerpo. Cuando estás fisícamente potable, la mente está llena de visiones inquietantes que dan miedo. Cuando el cuerpo está aquejado, la mente lo ve todo negro, vislumbra el túnel de entrada, el temible túnel que, en parábola realista,  construyó Ernesto Sábato. En Barrio chino, la novela de Sábato cruza como un barranco un día de tormenta. Es el alma que alimenta barrio chino. Si tengo ganas de conectar con el editor, es para ofrecerle mi colaboración, mi trabajo. Y uno trabaja por dinero. Como las putas, hubiese dicho Maestro.

En fin, la espera novelústica es belula al lado de resolver papeles estatales. Cuando haya soltado todo el cagarme en... Bah, por cagarme en otros tiempos por las patas pabajo, cedí a ofensas que aconsejan una retirada a tiempo. A veces una retirada es de valiente: esto estaba escrito hace tiempo en un escaparate de Icod. Parece que lo estoy oyendo.

*

Candelaria me manda un poema (lo puso luego en fb) que empieza

Las mujeres de mi generación


Me da pie para hacerle un contrapunto:

Las mujeres de tu generación 

amaron falacias y fantasías

hombres con procaces ideas y pancartas en el corazón

que buscaron hacerse ricos

y se robaron unos a otros

y hoy son miserables

que abandonaron a las mujeres de tu generación

Nada es eterno sino la vacuidad y la mentira


A una mujer de tu generación

la amé una dulce noche

y la abandoné una triste mañana

Ella cantó en una plaza, le cortaron el micrófono.

y luego calló

quemó todos sus versos

y ahora no sé dónde está

y es mejor no saberlo


Una mujer de tu generación

me puso un anillo de boda

y di ese anillo

a otra mujer de tu generación

Suena un blues en un lugar lejano

y no quiero oirlo

dice que el dolor que tengo

es el que sembré.

Maldito blues

¿Por qué no se calla?

*

--Tú eres una mujer de mi generación... transitaron por todas las edades y por todos los cuerpos --responde Candelaria Villavicencio. 


 

miércoles, 31 de mayo de 2023

 El tiempo se ha terminado

no acabada la labor,

no barrida la casa,

no servido el amor.

*

Estimo las opiniones de Pamela sobre esto de escribir. Es cierto de que con las letras desaborras los pecados, No necesitas ni confesor ni psiquiatra. Y lo de tener a veces demasiado en cuenta teorías y críticas literarias, ha sido un error. Un pecado que me llegó con la madurez (es un decir, lo de madurez). En la juventud no tenía en cuenta teorías ninguna. Me había alimentado de Venanceo y de unos pocos versos del libro de literatura en aquellos años de primer bachillerato (curioso cómo se ha perdido la palabra bachiller referido a personas). Luego, ya en el instituto, fue celebre una antología de la generación beat. La música del aullido de Gimsbert se me pejó, y dos poemas pequeños de Keruac. Mi memoria mal recuerda:

El peso del mundo es amor, no se vive sino con sueños de amor. / Obsesionado con ángeles o demonios / el peso del mundo es amor.

La bondad es esos viejos / sentado en un banco / en un tedioso parque / que no tienen nada que decirse / y hablan porque el silencio da miedo. 

(Este segundo está bastante desviado del orginal, El primero es más fiel.) 

viernes, 26 de mayo de 2023

un sueño más


 Aquí entran en casa todos los chiquillos que viven cerca. Asier, dos años mayor que Darío, hace una sopa con la tierra de afuera y me la pone en el fregadero, el hijoputa. Lo que me faltaba, que se tupiera de nuevo el fregadero. No gana uno para disgustos. Nojayla, la niña nieta de Lili, la mujer que danza cuando camina, esposa de Carlos, que una vez gracias a él no se me quemó la casa, juega al escondite. Se esconde bajo la mesa donde tengo el ordenador. Me acordé de un chiste de los que leo en fb, Un chiste bastante malo, mejor no contarlo. Chistes machistas sudamericanos, donde el feminismo posmoderno no tiene éxito, por ahora. Que no me oiga mi hija, que cada vez que le cuento uno, si no me da con el cucharón en la cabeza es porque Dios es grande. 

Bella --que no es bella, por lo menos a mí no me atrae sexualmente-- es sorprendente cómo se sabe poner bien puesta. A todo le da la vuelta para quedar como heroína o víctima de injusticias. Flagelarla es poco. 

Anoche soñé con Thuy. Yo estaba en la casa que, con engaños por su parte, cedí a Siao Ling, ¿Culpable ella y su marido, que han aprovechado todas las oportiunidades para robarme libros valiosos y otras cosas? No. Culpable yo por necesitar el calor de la familia. Fuerte calor. Menos mal que mi hija Sibi salió más inteligente que yo. Si me muero, que no vayan a mi funeral esa gentuza.

 Los niños del barrio, de la calle El Tanque, sí pueden ir. Eso de que me entierren en una cueva, una parecida a la que viví los tres primeros años de mi existencia, no creo que vaya a ser posible. 

Sigo con el sueño. Yo estaba en la casa de Santa Bárbara. La hija menor de Siao Ling lloraba y se me metía en mi cama a seguir llorando. No me dejaba dormir. La chica que cuando estuve muy malo dijo que se alojaba aquí, en esta casa, para hacerme compañía. Estuvo tres días. El tiempo suficiente para llevarse los papeles de la casa, cosa que me está costando ahora la biblia en verso para arreglarlo todo. Gracias a Sibi, mujer categórica y práctica. La casa del sueño, aunque yo la identificaba con la de Santa Bárbara, estaba donde una vez fui a comer con Juan, la casa de comida del zoroastrista, junto a un barranco. En ese barranco pastaban unas cabras, pero no me acuerdo de más. La sorpresa es que allí estaba Thuy, sacando un cuchillo de cocina, de trocear la carne, para amenazar a gente del pueblo, todos machos jóvenes, que entraron allí dentro con una botella de vino blanco del país. Le quité el cuchillo, Ella tuvo conexiones, superficiales, sexuales con dos de esos jóvenes. No hice nada pero estaba atento, con el cuchillo escondido en el cinturón. Luego se metió en una nevera. La abrí al poco y la vi con tres cabeza de niños en su pecho, Abandonamos la casa y caminamos por la carretera, con Siao Ling y Wang. Obligué a Wang a que me devolviese papeles importantes. Los papeles que, en la realidad, debe de tener guardados en su caja fuerte. En fin, me deshice de ellos y seguí caminando con Thuy, a la que llevé en brazos hasta una parada de guaguas. Qué cosas. En el sueño era fuerte y decidido.

En fin, iba a hablar ahora de Ramón. Pero se acerca la madrugada y esto se ha hecho muy largo. mejor dejarlo aquí. 

jueves, 25 de mayo de 2023

 Pronto vendrá la guerra

y pondrá todo en su sitio,

al ladrón quitará su botín

y al honesto el sombrero

que esconde su miseria,

del poeta borrará los versos

y oscurecerá el espejo

de Narciso y de Venus

la belleza, 

martes, 23 de mayo de 2023

disfraces

 Dama que te engañas a ti misma

creyéndote honesta y servicial

y eres puta que cuentas las monedas

que no ganaste en el juego del azar.

Ni te amo por honesta ni por puta

aunque por puta te podría amar

si no fuese tan horrendo tu disfraz.


Se refiere a una mujer que presume de valores posmodernos. Idealismos que se han impuesto como en la dictadura de Franco se impusieron los valores católicos. A dios rogando y con el mazo dando. Los favores que le haces no los tiene en cuenta, o los camufla. Por ejemplo, un ejemplo parábola, le pintas la casa de cabo a rabo, se la dejas como una patena, y luego llama a otro que le dice una opinión sobre lo que tu hiciste, a quien le dice que lo hizo ella, y luego, para ser honesta, proclama que varios pintores le arreglaron las paredes. La próxima vez que necesite una pintada, que llame a un albañil.

Más me gustaría hablar de una pelirroja pero no puedo contar el cuento --esta vez me portaré como un caballero-- porque la guinda la puso una amiga con su voz en esta pantalla, y cuento camuflado, que merece y pide total desnudez, no vale la pena contarlo.

*


sábado, 20 de mayo de 2023

vitrubios

 El amor a una sola persona es un idealismo que si te lo crees estás condenado al infortunio y al conflicto. Una sociedad donde lo normal esté impuesto por ese idealismo, que desaparezca la doble moral,  viaja a la ruina. Pero el cambio de un idealismo por otro (lo bueno es el poliamor) no cambia nada. Seguimos supeditados a la moral dominante. Curioso como la moral dominante cada cierto tiempo le da la vuelta a sus tortillas morales. Lo que ayer era aceptable, hoy es condenable. Y así hasta el final de las civilizaciones. Conviene conocer las leyes morales de cada estrato social para desenvolverte sin correr peligro y no meter la pata, por ignorancia y por pasarte de listo. 

Bueno, filosofía. Tenía en mente escribir sobre un amigo acomplejado y soberbio. La mejor manera de ocultar la poquedad de uno mismo es creerse uno un gigante en esta materia, en la otra, o simplemente por la ley de la tierra o la ley de la sangre. No es lo mismo un apellido XX que un apellido xx. xx son apellidos españoles puestos a los nativos, después de la conquista de las islas canarias. En fin, dejo la historia de XX y xx para un cuento que ya no creo que escriba. Se me ocurren varios pero mejor dejarlos en ideas que se van disipando como pompas de jabón. El estilo y cimientos de los relatos serían los de las novelas de Samuel Beckett. Las leí casi todas en el rocío de la juventud. Fue las primeras novelas que leí. Llegué hasta Malone muere. Esta no terminé de leerla porque me entró la migraña mental de que si terminaba de leerla, el que me iba a morir era yo. 

En fin. Hoy por hoy amo a tres mujeres. (No recuerdes el soneto de Quevedo del enamorado incompetente, lectora.) Con una o con otra me iría a una isla desierta made in paraíso terrenal. Pero hay una con la que no me iría a ningún lado ni desierto ni habitado. Aquí si puedes acordarte del maldito soneto de ese viejo cabrón.

martes, 2 de mayo de 2023

Maestro, perro empalmado y gallinas durmientes

 --Es un libro que hubiera podido escribir Jiménez Losantos --dice Jesús G García en youtuber en la tercera charla sobre el tercer tomo del libro de Antonio Escohotado Los enemigos del comercio.

(Inciso. A Juan Royo le recomiendo oír a ese discípulo de Gustavo Bueno, sus numerosas clases virtuales sobre la obra de Cervantes. ¿Por qué? Porque una vez, cuando hacíamos el programa La Puerta en RUT (Radio Unión Tenerife) rebajó a un colega, a quien yo tampoco tenía estima literaria, diciendo que tenía un estilo cervantino. No le mordí la oreja porque Dios es grande. El estilo de Cervantes no tiene nada que ver, sino que es lo opuesto, a la retórica hueca y enrevesada.)

Maestro pone a caer de un burro el libro de Escohotado. Yo cuando oí hablar a Escohotado sobre ese libro suyo, me convenció. Vi el mercado de Nuestra Señora de África. No vi el otro, el esclavista chupasangre.

Por supuesto, no es lo mismo una charla de una hora que un libro de muchas más que mil páginas. Todas las masticó y digirió Maestro. Una proeza. 

Por aquí por el barrio la cosa bien. Fui con Topín a Ibrahim. Entró Dácil, que tiene un perro de presa. Lo tuvo que llevar al veterinario porque tenía la polla como un boniato, estaba salido y no tiene hembra.

 Maite con Marcos el Cuevas (hombre extraordinario) y una cerveza, le elogié el vestido, claro azul con variadas flores, y le pregunté por la medalla posada sobre su pecho. No era ningún santo. Era una M, sostenida a la cadena por su ángulo izquierdo, lo que provocaba que estuviese posada en oblicuo. Colgada por el ángulo inferior estaría en mejor equilibrio, pero la letra sería W, escrita con caligrafía carolingia. El Topín, Marcos, Maite y yo sentados en la mesa 1, la que está al lado de la máquina del dinero, la hijaputa. Y Dácil, mujer ninfa, de belleza acuática, narrando la empalmadera del perro. La solición que le dieron Marcos y Topín es de novela como Agosta escribe; en esta novela es pepita de oro, aquí no.

 Del perro, pasando por los gatos --condenados a la castración--, fuimos a las aves de corral. Topín hizo el cuento de un gallo al que se le fue la cabeza y cantaba a las tres de las madrugadas. Marcós hizo un cuadro de gallinas y gallos subiendo hasta las ramas más altas de un aguacatero, a dormir. Eso fue ayer. Hoy el aguacatero ya desapareció, y gallinas quedan pocas en esa parte del barranco Santos.

caminando

 Sé que esto lo lee Pamela, Juan y Marcelino. Belén cuando le digo que la nombré aquí. Y ahora no sé quién más. Escribir es como hablar, depende del receptor, del oyente. Que a la vez puede convertirse en transescritor, en comentarista o replicante de lo que uno ha dicho, ha escrito. 

Quien no sé si seguirá leyendo es Ignacio.

Nuestros afectos y desafectos quizá merecen un cuento, y tal vez él mismo ya lo ha contado: en El rejo de la máscara.

Si yo lo contara recurriría al cuadro de Duchamp La novia, la máquina de chocolate y los nueve solteros. El gran vidrio. Estar entre los nueve solteros, a espensas de la novia, no lo admitió mi vanidad a pesar del chocolate, costillas con papas en Casa Tomás.

Trabajos de negro hice algunos en Júcar, con la suerte de que uno fue para un alto cargo del periódico de la ciudad y me contrató como corrector. Trabajo fijo, sueldo fijo. Hasta que lo tiré todo por la borda. Locuras de fiebre banal.

*

Hoy me sacudí el letargo y bajé al parque a la feria del libro. Hice la crónica en fb. Aquí poco que añadir. Maite me regaló la antología poética que le hizo Fabio Carreiro. Su poesía me interesa bastante. No me da de lleno en el plexo solar, como la de Candelaria Villavicencio, pero la tengo mucho en cuenta. 

Estoy con el cuerpo a medio gas. Lo dejo aquí.

  

viernes, 21 de abril de 2023

enredado

 Yo no tengo polla

para tu conejo;

grande es mi pena,

mi pene es pequeño.

Dijo Juan Cabrón

a la rica del pueblo

mientras le arreglaba

unos cuantos huesos

con la falsa disculpa

de ser curandero.

A punto de caramelo

puso don Juan a la doña

que quiso dar consuelo

a tan pequeña polla.

Después de abrir un vino,

cosa que conviene hacer,

dijo Venga conmigo

a ver lo que tiene usted.

De piadosa caridad

pasó a asombro muy grande,

extasiada quedó muda

viendo el soberbio glande

y sin más cosa importuna,

como ya estaba desnuda,

pues curar huesos procura

que se desnude el paciente,

de muda pasó a habladora

rogando fervientemente,,,



Puede quedar aquí o puede seguir. Eso depende de las musas. O de sor Juana Inés de la Cruz, a quien ya conocía, de pasada, y ahora estoy conociendo mejor gracias a Maestro discípulo de Bueno. Me agradan las charlas de este hombre, hable de Pedro Páramo, de La Regenta o de la obra de la monja mexicana del siglo XVII. Poeta que es un caso único en la historia mundial, que sólo pudo darse en el barroco español y nunca en el protestantismo, dice Maestro. Bueno, lo que interesa es la monja, la poeta, con todas las letras. No sé, si se hìciera un estudio comparativo que relacionara a Juana Inés con santa Teresa: el racionalismo en una y el misticismo en la otra. Un misticismo sexual, se piensa si se tiene malas ideas, como esas ideas que han convertido a Blancanieves en una disfrutadora de enanos con pollas grandes. O de Caperucita, a la que rescata del gozo del lobo un bondadoso y eunuco cazador, a quien ella odia, como la viuda de un cuento de Yourcenar odia al pueblo que mató a su amante, el hombre salvaje que había asesinado a su marido; un pueblo haciendo justicia.

En fin, que quizá deje el trabajo en Agosta escribe y me dedique a leer a sor Juana Inés. A fondo, Sin desperdicio. Por los poemas que le he oído a Maestro, su poesía es llamada por Coplas de Juan Cabrón, como un sello a un sobre. Sobre fue en épocas de juventud una palabra muy usada, referido al lecho, a la cama, en el sentido de lecho o cama para ir a dormir. En fin, no sé qué importancia tenga esto. Ninguna. Una rima de sobre es cobre. En fin, ya estoy como en la escuela, que abría el diccionario para buscar una palabra y me entretenía en cien palabras antes de llegar a la que buscaba, si llegaba. Mi sino ha sido no llegar, pero esto es otra historia. Lo dejo aquí. Hoy, entre Miguel, Nicolás y yo cortamos la piña de plátano. Tenemos hojas para hacer badana.   

jueves, 6 de abril de 2023

en desorden

 Días de cuerpo cansado, alma desanimada, corazón temeroso y huevos en la nevera. Un pequeño respiro en este desierto fue el viaje al que me llevó Juan el otro día. Tierra santa. Tierra de tensiones por todas partes. Me llevó a Belén, a donde nació Jesús. Me llevó a la tumba donde enterraron a Cristo. ¿Suposición o acierto de la madre de Constantino, que dijo que esa era la tumba? No pudo bajar hasta el último reducto. Las colas de turistas eran insoportables y los trámites en las aduanas duraban horas. Se vive en un estado de continua vigilancia. Una plaza de ocio en Jerusalén está resguardada, rodeada, por el ejército israelí. Estuvo también en el Jordán, donde Juan Bautista bautizó a Jesús. También estuvo en el Mar Muerto, donde no te puedes mojar los ojos porque esa agua, con olor a aceite quemado (?), te los destroza. Un mar donde los cuerpos humanos flotan como balones. Me contó el contraste entre el paso de las zonas árabes a las de Israel. Desierto en un lado. Vergel en otro. Tocó el muro de las lamentaciones. Un obispo, anfitrión del viaje, le hizo rezar el padrenuestro más de cien veces y reanudarlo a la religión de la infancia. Si la infancia es la patria, la religión que se vivió en la infancia es parte de esa patria. Más contó. Como Ramón. Este por wasap, sobre un poeta y un escultor. Aún no lo he leído. Me dijo que se iba a encontrar con Charlín. Yo no fui a encontrarme con Belén en el 46 de la calle San Martín, en el Toscal. Me venció el estado del alma, el cuerpo, el corazón y los huevos. Tengo que recoger la casa y lo que hago es acumular desorden. Así y todo pinto un cuadro que a Pamela le agrada. Me dice que lo guarde porque por ese y otro, La Silla Roja, pagarán mañana un buen dinero. No estaría mal. ¿Qué voy a decir yo? 

domingo, 2 de abril de 2023

notas de abril

 Preferible no estar esperando noticias del amigo editor. Que cante el gallo cuando pueda o le dé la gana. Socialmente fracasado en estos momentos. En fin, encuentro una versión vieja de Agosta escribe. Palarea padescanse me dijo cuando se publicó que esa novela iba a ser importante. Será en el siglo XXII, cuando las ranas críen pelos. Por mi parte no es una obra que pueda recomendar a cualquiera. Como no recomendaría tampoco la otra obra que es fuente de Agosta: Saló, de Sade. Los ciclos consecutivos del sexo, la mierda y el crimen. "Amores negros --termina el texto de la contraportada--, amores negros como la poderosa fuerza de la realidad". Eso dice. La versión antigua me atrae más que la publicada. Me pongo a trabajarla como descanso, por amor al arte. Lo que más me agrada es que no tiene nada que ver conmigo, por lo menos en lo que se refiere a la historia personal. La trabajo como si yo fuese un negro y otro el autor. La autora. Agosta.

*

Dije a Nguyen de quedar con ella, pero cada día más estoy como el príncipe Genghis, el personaje masculino de un cuento de Yourcenar. Cuando sintió que perdía fuerzas, se retiró del mundo. Prefirió el olvido a la compasión. Yo no llego a tanto, Todavía necesito un poco de compasión. Con quien sí quedé más o menos en firme fue con Belén, el próximo miércoles. para ir a un recital con vino en una de las viejas casas del barrio El Toscal. Calle San Martín. Y un día antes, el martes, Juan me invita a comer. Dos amigos con los que puedo quedar sin que me perturbe el amor, El romántico o el mecánico. Prefiero el segundo. Llegado el caso. 

*

Y un poco de agua de mar. 



sábado, 1 de abril de 2023

historias

 Hoy he recordando todo el día un cuento que nos contó en clase Ramón Trujillo, profesor de semántica, Era de un judío que por casualidad oyó que lo iban a matar al amanecer. A la medianoche, pintarían una cruz en la puerta de su casa para que los asesinos supieran dónde vivía.  Lo que hizo el judío, después de media noche, fue pintar una cruz en todas las puertas del barrio. --Así fue como el símbolo quedó vacío de significado --dijo el profesor.

También me acordé de una película japonesa, asociada al recuerdo de cuando mi abuela Petronila se iba a morir y para evitar su muerte, pidió a mi madre que le hiciese una sopa de carne de niño recién nacido. Mi madre no encontró ningún niño recién nacido a quien matar para hacer una sopa. Se la hizo con carne de pollo, diciéndole una mentira a mi abuela, No dio resultado. Murió. En la película la protagonista compraba cremas de recién nacidos que usaba en su cuerpo para conservar la belleza. Hubo un momento en que ya no tuvo dinero para comprar esas cremas. Fue entonces cuando decidió quedar embarazada. El niño parido se convirtió en crema. Siguió conservando su belleza.

En fin, la historias cotidianas son menos gore. Menos mal.  

jueves, 30 de marzo de 2023

jueves tranquilo

 Escribe hoy Nguyen en fb, en vietnamita. Traduzco al español:

--En una conversación con dos escritores canarios, Juan Royo y Jesús Rodríguez Castellano, en Radio Canarias, emitida en toda España, en 2013, sobre la exposición de pintura titulada Felicidades, Juan Royo preguntó: "Nguyen, ¿de dónde eres?", y Thuy Huong respondió: "Yo vengo del sureste asiático, y si el purificador Jonh ha aparecido como un eco del desierto para lavar los pies de Dios, Thuy Huong vino a cometer de nuevo los errores en conceptos de pintura renacentista y los deseos de un bolígrafo distintivo y un espléndido color de impresionantes pintores escolares. La letra A (dong) y Eva, en lugar de dibujarlas ambas en blanco, Thuy Huong dibujó la E con la forma de una asiática y la A era un africano. Entonces Thuy Huong dibujó E en una posición superior para expresar LA CALMA.

Pena no poder poner aquí la pintura que acompaña al texto: Una mujer asiática, sentada, desnuda, recibe sobre su vientre el sueño de un africano arrodillado a sus pies. Parecen aposentados en el Paraíso, a la sombra del árbol de la vida. Domina los cuerpos el ocre, claro en ella, oscuro en él, y el fondo son machas de verde claro y amarillo. A los pies del cuadro, y de Eva y Adán, se abren flores blancas y un éter blanco lo envuelve todo.

El cuadro creo que es anterior a cuando Nguyen Thuy Huong tuvo la visión de Santa Cruz como la antigua Jerusalén. Ciudad construida con piedra negra y un río subterráneo con minas de oro. Releo los cuentos orientales de Yourcenar y entiendo mejor a mi amiga. Ella está en la Biblia y está en Las 1001 Noches. 

El caso es que Nguyen habla de Juan y Juan, habiendo leído la anterior entrada, donde expreso mi inquietud porque haya leído o no Barrio Chino, me manda un wasap:

--La novela está bien. Me gusta. Sí que me la he leído. No seas tan supersticioso. Por mucho que la trabajes, seguirá conteniendo un cierto caos. Lo llevas en la sangre. Así que suéltala ya.

Ya la solté, Juan. Ahora la novela de lso cojones está bajo las alas de Anghel. Sobre la maquetación hice correcciones para evitar lo más posible el caos. Tu crítica no fue saco roto. Ahora estoy esperando, día tras día, semana tras semana, la maquetación definitiva. Mi condena es que no sé terminar las cosas. Le tengo miedo a las cosas terminadas. Ahora me acuerdo de Telarañas. Durante mucho tiempo la he criticado, por liosa y caótica. En realidad se asienta sobre una base que recuerda un jardín francés. Se narra la vida del personaje en la vigilia, el sueño y sus imaginaciones. Se complica porque el YO protagonista y narrador se ve a sí mismo como cinco personas distintas y contradictorias entre sí: 1) un borracho cínico que escupe contra la humanidad y contra el mundo. 2) un tonto con polla grande y empalmada. 3) un guapo que se aprovecha de las mujeres. 4) un hombre que lamenta y lamenta su suerte en este mundo, y 5) un juez, el único personaje digno de respeto. 

En fin. Ana me ha mencionado en un comentario. Voy a ver.

--

 

domingo, 26 de marzo de 2023

domingo

Aceptar la lentitud es la espera por la versión concluyente de Barrio chino. Ni siquiera se si Juan la leyó de cabo a rabo, y no se atreve a decirme que meta al horno eso otra vez. Todavía necesita fuego. ¿Quién lo duda? La portada, de Dani, muestra la carta la reina de copas en una copa rodeada de aloe. En blanco y negro. 

Marcelino me la pidió on line. No se la mandé por superstición. Un lector (Belén) y otro lector (Juan) son 2 lectores. El 3, el número de la multitud, tiene que esperar. Ahora vuelvo sobre el primer borrador de Agosta escribe, novelita urbana que quiso ser una variante de Saló o los 120 últimos días de Sodoma. A veces me vienen recuerdos que encuadran en esa novela perversa y pornográfica, narrada como si Agosta estuviese en el Paraíso donde el fruto prohibido es el del árbol de la vida. Es el fruto que prueba Agosta. Y la vida, por arte de birlibirloque, queda ligada a la ciencia del mal.  

jueves, 16 de marzo de 2023

inéditos de Marcelino

 Tinta fresca la de esta balada de Marcelino Rodríguez Marichal. Podría estar en "Balada sin poesía". 


Queda muy claro que el sexo

sólo es una huida

Un leve parpadeo que no logra aplacar la soledad

Los cuerpos se funden un instante

y luego se separan

confirmando la impenetrabilidad

del ser humano

Al menos las palabras

cuando son terribles

quedan a nuestro lado.

*

En otra balada el poeta hace una definición del sexo, exacta y radical:


...

El sexo no es para gente escrupulosa

Es un intercambio de fluidos

Saliva, aliento y olores fuertes,

orines, semen, mierda, sudor,

microbios, bacterias

Si no es así no es sexo

Si sólo es ternura y espiritualidad etérea

entonces se queda en una parodia estéril

de lo que no pudo ser

una farsa

nada

nada

*

El que nada no se ahoga. También existe el sexo platónico. La imaginación, el sueño, suple lo que está al margen de la física que percibimos, pero que está ahí, en el vacío de la materia, en la energía del universo. Le digo esto a Marcelino y se ríe. Me llama poeta. Jaime Gil de Biedma dijo que hay dos clases de poeta, el efusivo y el receptivo. El efusivo es el que se mira el ombligo --si no lo entendí mal-- y el receptivo es el que percibe y se alimenta de la realidad que lo rodea, no de él mismo. Gil de Biedma se declara poeta receptivo. Trabajaba sus textos hasta la extenuación. La efusividad romántica no era lo suyo. Cuando habla del sexo, habla como Marcelino en ese poema. Sus confesadas relaciones con muchachos filipinos lo han puesto en la picota de persona non grata en el mundo global. Su poesía no admite ternura (creo). Sí perplejidad. 

Si tuviera energía haría un acercamiento de literatura comparada entre la poesía de Marcelino y la de Gil de Biedma. El uno dice lo que el otro, pero sin palabras elegantes. Uno es el loto y el otro el cieno. Son dos formas que anhelan encontrarse. Pero ya no tengo suficiente energía sexual, no estoy para estudios comparativos.