miércoles, 31 de mayo de 2023

 El tiempo se ha terminado

no acabada la labor,

no barrida la casa,

no servido el amor.

*

Estimo las opiniones de Pamela sobre esto de escribir. Es cierto de que con las letras desaborras los pecados, No necesitas ni confesor ni psiquiatra. Y lo de tener a veces demasiado en cuenta teorías y críticas literarias, ha sido un error. Un pecado que me llegó con la madurez (es un decir, lo de madurez). En la juventud no tenía en cuenta teorías ninguna. Me había alimentado de Venanceo y de unos pocos versos del libro de literatura en aquellos años de primer bachillerato (curioso cómo se ha perdido la palabra bachiller referido a personas). Luego, ya en el instituto, fue celebre una antología de la generación beat. La música del aullido de Gimsbert se me pejó, y dos poemas pequeños de Keruac. Mi memoria mal recuerda:

El peso del mundo es amor, no se vive sino con sueños de amor. / Obsesionado con ángeles o demonios / el peso del mundo es amor.

La bondad es esos viejos / sentado en un banco / en un tedioso parque / que no tienen nada que decirse / y hablan porque el silencio da miedo. 

(Este segundo está bastante desviado del orginal, El primero es más fiel.) 

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