martes, 30 de julio de 2013

Será liberado el preso. Cucarachas con Chanel (3)

Santa Pus es el personaje central, el corazón humano de la novela. Gabriel es un observador, mantiene las distancias; no tiene el dramatismo del Cónsul en la novela de Lowry. El Cónsul se confunde con Cuernavaca, donde está la torre, donde está El Farolito, donde está la barraca. Su amor auténtico es lo que le rodea. El que tiene por Ivonne ya está enfermo, herido de muerte, quizá perdonado pero no olvidado. Gabriel en cambio está en guerra. Cucarachas es una novela épica, no dramática como El Volcán. El Cónsul ya ha perdido la guerra desde el inicio. Y lo que le queda, como en el verso de Machado, es sus entrañas, que son las entrañas de México.

*

Un libro está en órbita hasta que un lector se posa en él. Entonces el libro pasa a ser centro del universo. ¿Según Tolomeo? Entonces todo lo demás es lo que queda en órbita. La escritura y la vida. El espacio y el tiempo.

En teoría literaria (lo poco que me acuerdo de esta ciencia) soy de la propuesta inmanente. Una obra se sustenta en sí misma, sin necesidad de recurrir al estudio vida milagros del autor. El autor, una vez editada la obra, puede desaparecer tranquilamente. Pero la obra no es inmanente si la vinculamos con el lector. En la realidad del lector está la lectura de la obra, pero también otras realidades, y todas ellas vertebradas entre sí por caminos claros, oscuros, laberínticos o ajardinados. 
Mi vida de lector hace ahora que todo lo que ocurra no sea ajeno a la glosa de Dr R (y empiezo a hablar de Dr R). 
Como el encuentro con Ánghel el pasado sábado (en Librería de Mujeres, donde hablé con María Teresa de Vega --el episodio del filósofo Locke (creo que lleva un h) y otros en su Merodeadores de orillas son faros de comprensión--, con Julia Gil, con Balbina, autoras que conozco, y con Cecilia Domínguez, autora que quiero conocer).
Hablamos de literatura, y en acuerdo y consonancia con mi amigo Ánghel Morales esta vez:
--Cucarachas con Chanel es un hito, una frontera, un antes y un después --dijo, en un arranque de necesaria sinceridad.

En el antes, en la ficción narrativa en estas islas, cuento con Crimen de Agustín Espinosa, Antes de Amanecer de Isaac de Vega, La huida de Antonio Bermejo, Ídolos de bruma de Roberto Cabrera, Retrato de Marlou Diésel de Marcelino Marichal, El Fulgor del barranco...* y, coétanea en aparición editorial,** Puerto Santo, de Juan Royo estas dos. 
En la relación Puerto Santo con Cucarachas vemos cómo tiempos diferentes hacen diferentes un mismo espacio (no sólo físico, sino espiritual; voy a dejar espiritual, no tengo a mano la palabra más acertada). De otro modo es la correspondencia entre Puerto Santo y Marlou Diésel. En la novela de Marcelino hay varios viajes de ida y vuelta Laguna-Santa Cruz, y en la de Juan el mismo viaje pero único y a la inversa. 
Relacionar también personajes de una y otra obras, es posible incluso como juego de azar. Madame Bovary con Ana Karenina. El niño de El marinero que perdió la gracia del mar con el viejo de La casa de las bellas durmientes. El juego se ajusta mejor si actuamos así con Puerto Santo y Cucarachas con Chanel. Las dos novelas fijan un mismo espacio (en tiempos distintos; sí, el tiempo cambia el espacio, vale). Habitantes de Puerto Santo son antepasados, familias, de habitantes de Santa Pus. Investigar esto requiere recursos técnicos e intelectuales que no tengo ahora. Así que es prudente no entrar en estos estudios, por ahora.

Quiero más bien hablar del papel de Dr R en la novela. Unido al autor pero no es el autor. Es una creación superpuesta del autor. Dr R es la conciencia que ve la escritura. El único poeta en una tierra que se ríe de los poetas. Pero antes de conocer a Dr R, grosso modo un pepito grillo que actúa sobre el autor, es hora de dejar de poner el carro delante de los bueyes, y empezar por donde hay que empezar. Lo que otros ya han dicho sobre la novela de JRamallo.

continuará:

* También Santa Cruz la nuit, de Pimentel, y El cliente de Nuoachout, de Jaime Mir.

** Y El sueño de Goslar, de Javier Hernández.


domingo, 28 de julio de 2013

Sanará el enfermo. Sobre "Cucarachas con Chanel" (2)

Mezquino me vuelvo,
no me absuelve
hacer pacto con la muerte.
El corazón frío
de miedo, helada nieve.



Huyendo de la metafísica, me metí en quien a simple vista parece el personaje principal de Cucarachas con Chanel. En el caso de Bajo el Volcán (arbitrio de las comparaciones), la conciencia que hace girar la Rueda del Carro es el Cónsul. Su hermano Hugh es su imagen en un espejo. El espejo es un engañador (puede que una novela sea como llevar un espejo por un espacio durante un tiempo, lo que siginificaría, si los espejos son engañadores, que la novela es un engaño). El espejo engaña no porque refleje invertida la imagen física, veas en el lado izquierdo lo que fuera está en el derecho. Ahí no te está engañando. Sino aconsejando la mejor cura. Pues la enfermedad se cura con la enfermedad contraria. Exceso de razón se cura con intuición, y el exceso de intuición, con pastillas de razón.
Creo que estoy volviendo a las nubes cuánticas del pensamiento. 
Gabriel no es el personaje principal de Cucarachas con Chanel.
Gabriel no recorre Cucarachas de principio a fin. Otros caminos, públicos, ajenos a la privacidad de Gabriel y su ojo-cámara, horadan la masa o recorren distintas órbitas en la novela. 
El romance tortuoso (sin romance, como dice Marichal, no hay novela) que sufren en Bajo el Volcán el Cónsul e Ivonne, lo sufren en Cucarachas Gabriel y Santa Pus. ¿Quien es Santa Pus? En cierto modo, la suma de cada una de las mujeres que aparecen. Esto lo veremos más tarde. Gabriel, curioso, escarba hacia las profundidades, hacia la gran Mancha Negra que es Santa Pus.
Santa Pus si quieres, es el mundo, imagen del mundo, donde se mueven las hormigas humanas (o cucarachas), pero prefiero ver, soy miope, un territorio más cercano. Santa Pus es Santa Cruz de Tenerife, como Vetusta es Oviedo en La Regenta (otra novela en que el territorio, con su población de animales, vegetales, minerales... y escritura pública en cuanto a la novela de JRamallo, es un ser que actúa sobre aquello humano y no humano que forma su cuerpo, y ese ser, en este tipo de novelas, y hay más, es el corazón del laberinto, de la urdimbre y de la trama de la historia.
Otro aspecto a desarrollar, es que Cucarachas con Chanel no es aún no el espejo sino el espía de la realidad, como es Poeta hermafrodita (la más reciente obra del mismo autor). Poeta hermafrodita  es un espía que camina por los recovecos de la realidad. En Cucarachas con Chanel, sin embargo, el espejo ya comienza a ser espía, pero sigue siendo un libro de autor. Poeta hermafrodita es libro de lector. El autor desaparece y su papel pasa al lector. El libro es un espía que facilita al lector (en sentido amplio, no sólo lector de palabras) la escritura de la realidad. Pero estamos en Cucarachas con Chanel. Poeta hermafrodita tardará aún varias lunas en estar presente. Conviene ir por partes. Y que me aclare bien lo que quiero decir, o bajar el labio.

continuará

miércoles, 24 de julio de 2013

¿Será puesto el preso en libertad?

... realismo punto cero no es sino la perfección de la ficción. La realidad no existe. Existe la ficción de la realidad.

Bueno, dejo la metáfisica para el final del discurso, si cabe, y me acerco de otra manera a la novela Cucarachas con Chanel.

Una obra puede ser sentida como un ente enfermo o como un ser saludable. Piedad en un caso, admiración en el otro. El cuento de Kafka El artista del hambre despierta piedad. Enfermo hasta el paroxismo es este artista. La piedad es mayor cuando nos identificamos con ese hombre, reconocemos en nosotros la desgana irremediable. Ninguna comida nos sabe, ningún cuerpo nos atrae, ningún alma nos alegra, ningún libro nos emociona... Nada llega como cualquier cosa y cae en el vacío que somos.
Saludable, en el polo opuesto, es el Ulises de Homero. Sus aventuras no incitan a la piedad sino a la admiración. Ulises es un humano hambriento de todo. Al personaje de Kafka lo marca la fatalidad. A Ulises, una combinación de valentía y mesura, lo que más tarde, en territorios menos épicos, se verá en los trovadores provenzales.
Pues bien. Como un sorprendente injerto de esos dos personajes, veo a Gabriel. 

Y con esto inicio reflexiones en una reciente y nueva visita a Cucarachas
Morgantani, animal sabio, que camina por delante de nosotros unas cuantas millas, dice que cuando uno despierta debe contar con una cantidad limitada de palabras, a usar durante el día. Y si eres prudente, reservar algunas por si al final tienes que pedir socorro.

Así que esto es el inicio de la aventura de un lector, con permiso o sin él de envidiosos (qué paradoja) amigos. Quizá alguno comprenda que no estoy hablando de mi amigo Jose, y que poco tocaré al autor JRamallo. Hablo de la novela. Que releo con la misma entrega y pasión con que, años atrás, por poner otro ejemplo, caí en las páginas de Bajo el Vocán.

Continuará

lunes, 22 de julio de 2013


SMS don Tigre: "Ya tienes las fotos en borrador. Ya sabes, lo q sobre, fuera. Un abrazo, joven".
SMS de Juan Royo: "Acabé ce corregir el blues vertical".


Portada renovada de Morgantani & Dr R. Portada e interior: un millón de dólares.

De Cucarachas con Chanel, escribiré en una próxima entrada. Por ahora, el aroma de un loco lunático que camina, con el perrito, a bailar con la dama del Mundo.


¿Será el preso puesto en libertad, o seguirá en cautiverio?
El preso respirará otra vez el aire de la libertad

domingo, 21 de julio de 2013

con felicidades a Alexis Ravelo

El viernes y el sábado fui a lo del jazz. La fábrica de Calatrava no está mal por la parte de la plaza fría que da al mar. Al edificio lo daña esa lúnula puntiaguda que se mete en el ojo como un clavo en un zapato. Allí la casa bulgado, que planeó el artista Kóliac hace varios años, no sé si hubiese salvado a Santa Cruz de la decripitud. Y sin embargo esa decripitud es lo mejor que tiene esta ciudad. El deterioro pide la acción ciudadana. La zona de Miraflores, zonas edificadas en la ruta de Zerolo (el barranco), el balneario y muchas más ofrecen posibilidades si quien idea las obras sabe el terreno que está pisando, como Kóliac cuando ideó la casa bulgado. ¿Qué mejor hogar monumento podría tener esta ciudad? Yo intento comprenderla a traves de la escritura, de novelas como Ídolos de Bruma de Roberto Cabrera, Puerto Santo y El fulgor de Juan Royo, la novela de Jaime Mir, los cuentos de Bermejo... y Ensalada de Canónigos y Cucarachas con Chanel de JRamallo. Hay otros textos, pero muchos no saben lo que pintan o no tienen ingenio suficiente o tienen más de la cuenta. 
La enorme novela que es Cucarachas con Chanel es motivo ahora de lo que pinto en eso que Hosmán llamó la Academia Chitoski. En realidad una guardería infantil donde maestro y discípulo son una misma cosa. Dos dividido por dos. Un cartelito es genial, el otro me está costando óleo, pero gracias a lo que dijo mi colega Bacon sé que el óleo es generoso, cuanto más pongas, mejor queda el cuadro.
En uno está más claro, mejor traducido a imagen, lo que viví dentro de Cucarachas con Chanel. La idea de seguir haciendo otros carteles con las otras obras de esta futura ciudad de Cristina Tavío, me tienta, pero no hay quien me compre, ni como pintor ni como poeta.

--Armando Rivero es ahora el poeta de San Andrés. Ni Pepe, ni tú, ni Orlando. Armando Rivero... Sí, el jueves te llevo el libro de Cecilia a Malavida, recita Covadonga... --dijo Anghel. 
Hablamos también de la novela El Envio turco, de Pilar Escalona, autora a la que relacioné el otro día, por ciertas carácteristicas comunes y adversas, con Alexis Ravelo. Y a los dos días Alexis ganó un Premio. No me extrañaría nada que doña Pilar prximamente ganara otro. 
Y gracias a Alexis por la parte que nos toca. Y que corra el dinero. 

martes, 16 de julio de 2013

Viejo:

--Eso ya está más potable, se puede beber, Viejo. Valió la pena el sufrimiento. Vale, cogeré el testigo, si puedo, o a la testigo, si puedo. Anoche pasé cuatro horas en el bar de Nally. Como la bomba atómica. El mundo entero, el universo entero, concentrado en unos pocos metros cuadrados. Cuatro horas en el bar y dos en casa, retratando con palabras lo vivido, lo pensado, lo sentido, lo erotizado. Si supiera cómo se escribe David Linch, puedo decirte que es la atmósfera de una de sus películas, como un agujero azul, que te atrae a las profundidades.
El tocayo Jesús me dio una sorpresa. Conocía coplas de Venanceo. Qué poeta. Algún día volverá este gran poeta de Santa Cruz de Tenerife, procedente de Tacoronte, de la época de Sombrita y Barrera Corpas.
 Patricia, Nally, Ayoze, otros. Buen relato. Estoy contento. Y Poeta hermafrodita sigue creciendo, como la luna, como el universo, como la hierba en buena tierra cuando llueve.
Yo, Tú, Él. Aquí estamos.

domingo, 14 de julio de 2013

palomas y autores

Conocí de vista a la mujer que le da de comer a las palomas. Esparció arroz junto a un parterre de La Rambla y más de ochenta bichos bajaron del cielo y se arremolinaron a comer. De mucha comida, canaria, es la novela que terminé anoche. Dejé a un lado los cuentos de Chaucer (donde lo culto y lo popular sólo se dan la mano porque sin educación el vivir es una jaqueca) y me puse a leer esa novela de mucha comida. No hace falta cocinar nada. Te alimenta la novela. ¿Autor o autora? Uno más que le ha visto a eso de escribir un gusto del que carecen en su sociedad buena, culinaria canaria y protectora de los buenos y justiciera con los malos. Novela en blanco satén, en contraste casi fraternal con las negro criminales prefabricadas. No sé. Los mentirosos van al cielo. Habrá qué aprender el oficio.
¿Y Las palomas?
Un ciudadano, con acento peninsular, pasó por allí y, si es por él, a la señora de marras la encierra en un manicomio o mejor le corta la cabeza. Ramón, al otro lado del banco donde estábamos sentados, le daba la razón al peninsular. Las palomas: ratas voladoras.
A mí no me molestan las palomas. La señora las engorda y el Ayuntamiento las mata. Me molestaba la diatriba del anti paloma. La señora, ni fu ni fa. Como si le da por alimentar a las ratas de alcantarilla, que dicen por ahí que también.

Sigo con las podas. Poda, poda, maldito. Un relato de un autor local (no el autor o autora de la novelita que terminé anoche, por fin, sino otro, otro autor). El relato es el mismo, pero no es el mismo. Y lo mismo con un poeta canario, o que va de poeta. En este caso, el resultado no tiene ninguna semejanza con el original.
Los jardines cambian, los hogares crían goteras, las cárceles se estrechan y los laberintos... Los laberintos de espejos, los laberintos de Poeta hermafrodita. ¿Lo demás? Lo demás es otro charlatán y sus mentiras de la vida es un tango, y bla bla bla.

viernes, 12 de julio de 2013

iconos de esta tierra:

Denle al vano el oro tierno
Que arde y brilla en el crisol:
A mí denme el bosque eterno
cuando rompe en él el sol.

Yo he visto el oro hecho tierra
Barbullendo en la redoma:
Prefiero estar en la sierra
Cuando vuela una paloma.
...
¡Díganle al obispo ciego,
al viejo obispo de España,
Que venga, que venga luego,
a mi templo, a la montaña.

----- José Martí.



Subo a La Laguna, a Orfeo La Paz. La paz es una entelequia, no existe. Orfeo sí. Recuerdo que su cabeza la arrojaron al río. No sé si eso lo sabe la autora. Sabe otras cosas. Es de La Rioja. (Gratos recuerdos de Logroño con Roger Wolfe.)
--La mujer del director de la cárcel --dijo Anghel la otra noche (cuando el diálogo entre amigos fructificó en Marcelino un sueño en que el que me hacían un consejo de guerra, porque había hecho una pintada en Santa Pus. Le preguntaron de qué me Conocía. Es mi amigo, dijo él. ¿Y está usted de acuerdo con lo que pone la pintada?, etc.)--. Gente a la que un fracasado como tú --concluyó Anghel-- no conocerá en la vida. Para esa gente, tú no existes.

Más tarde, cuando regresé a casa pasando por la Cucaracha de Miró, esa escultura en La Rambla, hice una cena desnuda, pegué un mordisco de pan alemán, procedencia de Clara. Y recordé que a veces pienso, luego existo. La masticación del buen pan me hizo recuperar el tonal.

--Disculpen que no hable con acento canario. Tengo mal oído --dice la autora de la novela con trama turca- canaria...
Estoy sentado en primera fila con el poeta Domingo. El poeta me habla de su poesía.
--¿Te estoy molestando?
--No, en absoluto. ¿Qué tal Ignacio el otro día?
--Muy mal. No sabe recitar sus poemas complicados. Está fabricando un partido político.
--¿Cómo Mario Conde?
En esto sale una señora a cantar en el escenario. El micrófono está estropeado. El maestro de ceremonias intenta arreglarlo y lo que hace es subir la música. La cuestión lírica no funciona ni con el micro cuando lo arreglan. El arreglo es que estaba apagado. Era cuestión de encenderlo. La cantante, buena estampa de mujer, repite la primera canción y entona otra. Y se va.
Un señor con barba, el director ceremonial, dijo que le iba a pasar la palabra al mantenedor.
El mantenedor no sé cómo se llamaba. Lo hizo bien. Habló bien de las carnes con papas y el conejo en salmorejo. Y más comida que hay en la novela. Y entre comida y comida, un mapa. En esta no se sabe todavía bien de qué va el mapa. En la siguiente, aún inédita, sí.
--... y mi agradecimiento a ... que me ha corregido los guiones de diálogo --y habló de que en el público estaba el hombre que inspiró la creación del personaje capitán Perdoma, de la Guardia Civil.
Quién era la persona real que le inspiró el capitán Perdoma, no lo sé. Sí reconocí a un alto cargo de la cárcel. Cuando estuve allí, condenado a trabajos forzosos, a raiz de un desarreglo dialéctico ese señor me despidió de la condena.
--Márchese. Usted ya no trabaja aquí.
Hubo denuncia. Yo también hice denuncia. El caso quedó archivado en la Justicia de Santa Pus.
A este señor lo acompañaba una dama de cuento. Bella de justicia. En fin, no supe más porque me fui con Alejandro, arrastrando Rap una maleta desarreglada, destino Intercambiador, y dejé atrás sementeras de ayer.

Quien sí me conoce es Juan Royo. Me lo encuentro en calle El Clavel. Hace varias semanas le pasé Vertical blues para que hiciera o hiciese con esa novela lo que don Mono, en la academia Chitoski, hace con otras. Corregirla como si la hubiese escrito él. Con el mismo desparpajo e impiedad que trata uno lo propio cuando hay que ponerse serio. Se da cuenta de que el estilo de esa novela no me pertenece a mí sino al narrador. Me habla de la atmósfera y de los personajes.
--... de novela negra.
--No me importa lo que esté bien, sino lo que está mal.
--Repites...
--Yo no; el narrador.
--... cuarenta veces la palabra edificio en dos páginas. Le coge uno manía al estilo descuidado del narrador. Y no va a ser un beséler, no hay interrogantes... bueno, voy todavía por la página 35.
Sí, es cierto. No hay interrogantes. Al narrador le apuñalan al hermano, lo internan en la UVI, y lo único que le procupa es que ese su hermano, un pinche tirano, se recupere y le siga moliendo la batata.
--Y lo que escribes de Cucarachas con Chanel está muy bien, pero no pega ni con cola en esa novela.

Una hora después ya estoy en el barrio, en el barito de la murga Lenguas Largas. Un gran caldero al fuego.
--Mañana y pasado --me dice Sonia-- hay habaneras en la calle La Noria, y nosotros ponemos un kiosco, con garbanzas, tortillas...
Avisado quedo. Calle La Noria. Habaneras. Garbanzas compuestas. Tal vez se acerque por allí alguna animal. Me enamoré de la décima cubana desde que oí una que hablaba de Donato, un doctor que tenía un aparato que curaba de lo mejor. Luego, en el coche de mi padre, cuando iba a buscar a la montaña leche de vaca, oía continuamente otras...

y una guitarra tocando
cantaba también romances.

jueves, 11 de julio de 2013

Trama turca

Ayer noche, después de los tamarindos, despachamos una tortilla en la calle El Clavel. Marcelino contrariado con el bombo del arte. No cree en el arte. No cree en los artistas. Pero tiene dos cuadros míos que son una maravilla. No tendrán valor artístico pero que se ponga a venderlos. Entre los que tiene en su cuarto hay otro de gran precio --el valor ya no vale nada-- que es de un pintor que hacía sus cuadros en los conciertos roqueros al aire libre o en la plaza toros. Y otro, más pequeño, que es el más auténtico de todos, el que tiene más belleza y más verdad (con permiso de Isadora Duncan), que es de Alejandra, una pintora que prefirió jugar al fútbol que jugar sobre el lienzo. Mi tío bisabuelo escribió una novela que se llama La vida juego de Naipes. Yo la tenía y me parecía interesante, pero terminé llevándola a la noche de Clara en El Generador. Clara, como Marcelino, no cree que esto del arte tenga posibilidades; juego de machangos. Y tienen razón. Pero en un mundo que ha perdido el miedo de lo salvaje y se ha entregado a la rutinaria corrupción de lo civilizado, ya ningún ritual es válido, pero sí es negocio, tiene precio. Y el mercader mira y ve, ve lo que hay, con ojos de mercachifle (lo que yo vendo es lo mejor, y vende basura) o con ojo crítico. Esto es mejor que lo mío pero aquello no. Porque sabe lo que trabaja y, como el oro es reconocible, también la imagen que es oro y no pura copia --en el mejor de los casos-- o cobre. Mircea Eliade informa de los conocimientos antiguos sobre la tierra. El cobre en el vientre de la madre tierra, con el tiempo se convierte en oro. El alquimista acelera el proceso. La alquimia del verbo, en Academia Chitoski, en el distrito de Zoo.0, consiste en convertir el cobre en oro. ¿Cómo lo hacemos?, muy fácil.
Bueno, el caso es que engullimos la tortilla mientra un paisano en el barril de al lado de la mesa, intentaba conquistar a dos chicas con el estilo crítico.
--Compró un libro por siete mil euros. Eso es una vergüenza. Tanto niño pasando hambre y gasta siete mil euros en eso. Los libros son para ser leídos, para venderlos baratos... ¿Y los incunables?, me preguntó uno. Sí, pero los incunables en su tiempo no fueron incunables, estaban ahí para leerlos...
Aprovecho la coincidencia para hablarle a Marcelino de la colección Animal.
--No sé, no sé yo eso de salir en tres fotos...
--Warhol...
Marcelino piensa que es vanidad, narcisismo. Y si lo fuera qué. Dali fue vanidoso y narcisista, y hasta en eso fue grande el pintor. Hay quien puede ser vanidoso, porque lo sabe ser. Y hay quien tiene que ser humilde, o porque sabe mucho, más que Dalí, o no sabe nada, como Sócrates.
Bueno, creo que me estoy enrollando como Cantiflas. Si pudiera desenvolverme así con el verbo con E en La Maldad, ya no sé dónde estaría yo ahora, no creo que escribiendo esta página... En fin, Genrador cerrado. Visitamos Malavida. Al rato asomó Anghel.
Los leopardos tienen noches de luna y habilidad para cazar conejos, pero yo tengo un amigo (plagio de unos versos de Martí). Anghel tiene los mismos cuatro defectos que tengo yo (en distintos grados cada uno de esos defectos) y dos virtudes que él tiene y yo no tengo.
--Flaco favor le estás haciendo a Dalí.
Vaya por dios, no sé qué favor le estoy yo haciendo al amigo de Buñuel. Más bien me lo está haciendo él a mí. Me enseña a pintar en sueños y a vencer la timidez con el descaro del que sabe lo que hay. Conocerlo, como en su día a Chejov, ha sido una suerte para mí. Y además en mi amigo hermano.
--¿Cuándo vas a publicar Retrato de Marlou Diésel? --le pregunto.
El libro de Marcelino todavía no. Quizá en el 2015. Pero otro de trama en Turquía sí. Lo conozco. Me gustó, como me gusta o agrada una novela de Alexis Ravelo. Lo leí y volvería a leerlo si tengo que viajar a Turquía. Mejor que ninguna guía de viaje. La autora sabe darle fuelle a un folklore que en realidad poco le queda para convertirse en cartón piedra. No en la novela que esta tarde se presenta en el Orfeo La Paz, en La Laguna. Cuando la autora habla de comidas, le dan a uno ganas de comer. Y cuando aparece el inspector Perdoma --esqueleto de la novela--, le dan a uno ganas de ponerse a investigar. Un hombre bueno que sin embargo no es bobo. Y una autora que sabe asar la carne y hacer la salsa. El guiso está muy bien de sal. ¿Le falta un poco de picante?
--¿Tú qué dices, Anghel?
--Que tu generación son unos vagos que no leen nada.
Ya está como otro que yo me sé. "Yo leo mucho, tú no lees nada". Ay, Señor, voy que tener que recurrir a Alberto de Cuenca para pararle los pies a estos recordmán de la lectura.
Pero otro día. Hoy gracias al cajero humano pagué contribución y basura en el cajero automático. Que tome nota mi tutora ilegal. Estoy pronto a perderme de las letras. No me pregunten dónde. No lo sé. Pero si me pierdo no me busquen. Y no me hagan jugar al escondite.

miércoles, 10 de julio de 2013

ifara de tamarindos

a veces vive uno como si de pronto fuera a estallar una bomba. Y no hay bomberos. Ayer con los animales Maestro Jabalí, don Tigre y Bella de Judea, por fuera, por dentro y por todos los lados. Valdrá la pena aparecer por la librería Ifara y dejar que ella, Ejemplar único, te seduzca. Ella vierte rojo y azul sobre el curso de las cosas. Pero yo seguramente acudiré cuando llegue la tía Yoyoçagua. Cabo Verde debe de ser muy lindo...
--Yo no te voy a decir ni mu porque todo lo cuentas en el blog.
Todo no. Todo lo que me acuerde y me dé tiempo de contar, y aprovecho para recordar a Cuervo que se deje oír.
Se ha perdido en su vuelo.
Y a Marcelino que bajo a coger tamarindos. Tamarindos, Ifara... son palabras picantes, el picante que le falta a mi amiga Roxana en el cuento que mandó, pero ya akí nos hacemos cargo, Roxana merece un buen negro, y además el Papa va a dar un paso hacia la humildad, hacia la liberación de la importancia personal, en la línea de Poeta hermafrodita.
--Aguantarle borracheras a nadie, como si esto fuera un bar --la moza del Kalypso. Me voy de akí. Al lado la máquina del helado está caliente, la música es horrible y el borracho sigue dando la lata.
Me esperan los tamarindos. Agua de tamarindo, míster Guolfe.


Nota para los constructores de L28.

Otro día.

martes, 9 de julio de 2013

Voy a ver a Sita y me encuentro con Quico. Dice que ser crítico es difícil, pues todos quieren ser amigos del crítico. No lo creo. Depende. El mal crítico que pone bien a todo el mundo, que te engaña miserablemente, termina por cabar su propia tumba.
Al rato llegó Argelia. Se interesó por Ejemplar único, colección Animal. Le cuento lo que sé. En este oficio sólo conservo amigos a los que puedo admirar. La admiración va unida al afecto. Y JRamallo no sólo es admirable, sino un hito en la ficción narrativa, que paradojicamente es realismo punto cero. Una pardoja, como otras muchas. El fenómeno "Ejemplar único" trae consigo no sólo una visión de la escritura, sino de la vida, un modo de vivir. Ayer me sugirieron que convenciera a don Tigre para acceder a un sitio con ejemplares del motón. Ni quién lo dijo conoce a don Tigre ni me conoce a mí. Puedo sufrir o gozar bromas, pero los chistes de ejemplares del montón (machos que discuten de política, repitriendo las mismas ideas hasta dejarlas sin sabor, insípidas, y sus mujeres convirtiéndose en juezas de la humanidad) no sólo me tedian el alma (para eso conmigo mismo me sobra) sino que me dan asco. No, ese sitio no tiene nada que ver con el nuestro. Podemos morder con rabia nuestra propia soledad, pero más nunca volver a estar con esos mamones engreidos, esos impresentables filosóficos que leen negro y dicen blanco, si es que saben lo que dicen. En fin, como si se mueren ellos y a ellas les remiendan las bocas con agujas al rojo vivo: pestilencia engreída. Curiosidad que pronto se colma y adiós y si te vi no me acuerdo.
Nuestra aventura no tiene nada que ver con sitios así y gente de esa calaña. Quizás nos estrellemos, pero no en esas arenas fangosas.
Y Sita, que se recupere pronto.

jueves, 4 de julio de 2013

Ismaelitas


Ejemplar único
Colección animal

vivieron una vida nómada, tan libre como asno salvaje

Poeta hermafrodita

martes, 2 de julio de 2013

nuevo libro de JRamallo

Maestros que he encontrado en este oficio de la ficción narrativa, por la estructura de sus relatos y novelas y por la indagación en los infiernos del mundo y de sí mismos, son Kafka, Malcolm Lowry, Kabawata (?) por La casa de las Bellas durmientes, Mishima por El marinero que perdió la gracia del mar, Alonso Quesada (y otro) por República Bananera... y en estos tiempos, JRamallo, desde los inicios de este autor (Ramón Herar, a quien le tengo pretado Milagros de Cuba, me puso en conocimiento de este escritor ahora mi amigo), desde las colaboraciónes en el periódico La Opinión, pasando por el blog de Canarias 7 "Ofelia. Diario de una perra desparasitada", hasta ayer mismo en que conocí la edicción ejemplar de Poeta Hermafródita. Ya de esta obra vimos un adelanto en Lunula 27, que tiene que ver pero nada que ver con el ejemplar único que JRamallo acaba de fabricar. 
Ejemplar Único. Colección Animal. JRamallo ha logrado con Poeta Hermafródita la primera pieza de lo que Roger Wolfe ha venido defendiendo desde hace décadas: el arte total. Poesía. Imagen. Ficción narrativa. Un laberinto de espejos. JRamallo tiene esa palanca que mueve el mundo y nuestras más o menos errantes almas. Un libro de poesía, imaginería y ficción que, lo sé, hubiese también construido Santa Teresa de Jesús, desposeída de sus hábitos, hoy en una playa con los dos tomos de la obra, espiando los alrededores. Poeta Hermafrodita es una máquina de espiar. Digna de manos como las de Santa Teresa, con amor al conocimiento, la totalidad de los hechos y las cosas.

La clave es Realismo.O. Clavado en el corazón de este nuevo giro de JRamallo. POETA HERMAFRODITA. Dedicado a alguien que ha escogido el camino difícil. "Contigo siempre, una buscadora, una sirena varada. Tu princesa". Primer EJEMPLAR ÚNICO.

LIBERTAD TOTAL



CHANEL
en 
SANTA PUS