martes, 30 de junio de 2015

enigmas

Estoy en los albores de lograr, por fin, llevar a mi casa una rocca. Mi secretaria del partido me levanta un expediente si no cambio los inodoros. A mi la hediondez no me gusta, pero lo viejo no me molesta. Pienso en Duchamp. Como si no pensara. Hay que cambiar las tazas y armonizar la relación con el Partido.

En la organización secreta (?) hay ahora una tabla que duerme en un garaje. No sé si será violada por una tribu, una familia o un individuo. Tribu es lo que hubo en el cine de Los Realejos. Y familia en la calle Fleming al día siguiente. Mi grato amigo fue conmigo a la playa y me ayudó a que no me llevaran las olas... bueno, junio con sus rosas se va hoy, y mañana llega Julio. 

Vuelvo, poco a poco, a la pintura individual. En esencias me muevo entre Ramallot y Nguyen. Yo soy el maestro, el cinabrio que los une. Están obligados a compenetrarse. Fundirse uno en el otro. Cosas mías. Vuelvo a la pintura individual. Ya me gustaría hacerlo en la tabla que duerme. Cubrirla de gesso, que es el semen primordial, y luego pensar en Ramallot y en Nguyen y pintar a una modelo, que sé quién sería pero no lo digo para que una bruja no encienda goma de humo jediondo. Dices el nombre y facilitas el amor, pero también el mal hechizo. Es un enigma literario que arrastro desde hace tiempo. 
--Evita los nombres reales --me aconsejaba José Rivero Vivas.
Sin nombres reales, no hay historias reales. 

Mañana, si hay biorritmo, a probar un vino que no me acuerdo el nombre y dilucidar sobre enigmas, literarios y otros enigmas. Y después una japonesa de verano. Ok, a las 7.30 en la escalinata de Ibrahim, amigo.

Y el jueves, con mi hermana al Baño Barato. Dice que ella no puede cargar con la taza. Yo tampoco. Enigma que también hay que resolver. Todo son problemas.  

Leo a Corin Tellado. Le cambio el epílogo de la novela. Lo mejor de Corín es lo que viene después de la palabra FIN. Un cuentito de Chéjov. La que estoy leí se llama Desengaño y amor. El Epílogo presenta a los por fin casados dos semanas después de la boda. Chéjov bajó a mi habitación.
--Disculpa, maestro, como tengo todo esto.
--Nada, estoy acostumbrado a andar por la mierda --dijo--. Cambia ese epílogo, ponlo dos años después de la boda.

En eso estoy.

viernes, 26 de junio de 2015

IIII

Ayer vi a Nguyen. Si no lo escribo reviento. Seguí resucitando. Accionando la máquina de vivir. Al principio, cuando ibamos por la autopista, a la altura del rótulo de Anónimo (ROMANCINISMO) la eché de menos. Me hubiera gustado tenerla en la orgía teatral, aunque se quedara con Ana en una butaca del público. Harían buena pareja las dos. Sus sonrisas están sintonizadas. Y sus enfados también. Y las columnas de María me recuerdan las de mi amiga, que no avisé para que fuera a ver la obra de la última noche de primavera en Los Realejos. Y sus ojos brillan como los de... bueno. Nguyen compraba un pescado blanco y yo pan intengral. Tenía que poner el pescado en la nevera y yo estaba derregado y sin apósito. Le conté la aventura. RessurreAción. RealismoPuntoCero... 

Ahora me acuerdo lo que ví cuando estuve finado. Oí la voz de mi padre.
--Chito, haz las cosas bien.
Y cuando María y Lorena se acercaron al lecho mortuorio, no las reconocí de inmediato. Sino que vi a mi madre y a mi mujer el día de mi boda.
--Aquí tienes a este hijo. Tiene sus cosas pero una vez me hizo un poema. Te lo cedo. Ahora es tuyo.
--Gracias --contestaba mi mujer, recién casados, en la iglesia de Fátima, al lado del manicomio--. Corregiré sus defectos y limaré sus virtudes.
Mi mujer era Gallo en el horóscopo vietnamita y Leo en el occidental. 
Mi madre era Serpiente. 
En el Tarot, La Emperatriz entregaba al Loco a La Papisa.
No me gustó la jugada. Me gusta ser independiente. No que las mujeres metan el hocico en mis asuntos. Pero son las mujeres las que me alimentan. El cuerpo y el alma. El negocio es complicado.

Vi a Jose con otros dos payasos. Orgulloso. Sabedor de lo que valemos. Vi a Jordi haciendo de hombre serio, artista marketing. Mostrando y ofreciendo un arte de Sol naciente. Con raíces en la danza primitiva sobre la pared de la cueva. Un arte contagioso y liberador. Me acuerdo ahora una tarde por Madrid, con mi mujer. De exposición en exposición. Me harté de ver cuadros. 
--Ya yo no voy a ninguna exposición más --le dije.
Al final me dijo que era la última, la que le quedaba por ver. Y luego cenábamos. Pos nada, entré en la última exposición.
Una maravilla. Mis ojos cansados resucitaron. El pintor era Haring (después lo seguí un rato pero lo que sentí en aquella sala madrileña, nunca más, hasta esa noche en Los Realejos). Tapices inspirados en los de los indios y dibujos elementales, primitivos, llenaban el espacio. Si me dicen que esa tarde follé con..., el sentimiento y la sensualidad fueron semejantes.

Bueno, para no alargar el cuento. Tuvimos un éxito enorme. Yo sobre todo. Estoy acostumbrado al éxito. No se me sube a la cabeza. Procuro que se me quede en los huevos y sirva para algo.
Nos despedimos de la acogedora gente. María nos llevó a Jose y a mí su casa a cenar. Buenas viandas. Luego nos mostró nuestra habitación. A mí me dio la cama en alto y al Tigre la más cercana al suelo. Quiso cambiármela. Resucité más inteligente. No se la cambié. 
Ellos dos salieron a La orotava, a cerebralos con los demás en la continuación de la noche. Yo me acosté. Me despertó el sol por la mañana. Ramallot dormía. Salí al pasillo. Vi a la madre de María.
--¿Estoy en La Orotava o estoy en el cielo? --le pregunté.
Su risa me dijo que estábamos en el paraíso. 
No lo sé. Pero oigo la poderosa llamada del Jardín.

   

jueves, 25 de junio de 2015

III

--Esta noche me llevo a la flaca al chozo y la pongo de cuatro patas. Tiene un bonito culo.
Uno en Ibrahím.
Otro:
--Eloísa, tú no te amargues. Yo cuando me pasa eso, me meto en el monte, me desnudo en pelota, me abrazo a un árbol y el grito que pego se oye en Los Roques.
Este habla en serio. Supongo que el primero también. Y supongo que Ramos también habla en serio cuando se siente humillado porque le pagan poco. La parábola del que da más a uno que al otro. Al otro le da lo prometido. Y a uno más.
En fin, llevo pocos días de resucitado. La resurrección es lenta.

Me cautivaron la mujer de Jordi y la cuñada, especialmente. Esta mujer, qué atrevimiento, vestida con una camisa amarilla. Preciosa la camisa. Y la portadora más.
--Mucha mierda --dijo.
--Mucha mierda --dije.
Y se abrió el telón.
El incienso me ayudaba a morir. Desde niño, una vez que fui a misa, me agrada el incienso. Y morí. Ana me vio muerto. Me lo dijo al otro día cuando la volví a ver en el Puerto. Había dormido por la noche cerca de mí, no suficientemente cerca. Y esa noche no salió al escenario pero estuvo en el público, tradicionalmente sentada en una butaca, sin perder detalle. El que perdí detalles fui yo. Como estaba muerto, no me enteré de la primera parte del velatorio, las voces en off de Jordi, Jose y Jessica hablando de mí. Bien y mal. Sin alaracas. Sin obituarios que mienten más que hablan. No sé si Jose dijo de organizarme una exposición. Él y yo en Los Lavaderos. Sueños. Morir y soñar dicen que es lo mismo. Más o menos.
No me acuerdo de lo que vi en el otro mundo. Sé que desconecté del entorno. Cuando volví a conectar, Lorena lloraba a mi pies y María lloraba a mi derecha, al alcance de la mano. No aprobé dos cosas. Que Lorena no se hubiese puesto al alcance también, y la llorera. Mi madre fue plañidera vocacional. Lloraba en los entierros como si la desgarrasen por dentro. No me gusta que una mujer llore, y menos por mí.
--No lloren las damas, ya estoy volviendo a la vida --fueron mis primeras palabras.
--¿Tan pronto? --se quejó María, casi enfadada.
Quise seguir muerto, para contentar a la jefa, pero ya estaba sentado en la camilla. Tres animales disparaban pintura sobre el lienzo. Me levanté y puse algo de azul, en honor a Lorena; algo de verde, en honor a María, y algo de amarillo, en honor a la cuñada de Jordi, que enseguida salió al escenario, y otra mujer con cuernos de diabla, y... Alejandra. Encontrar a Alejandra es como encontrar a la guardiana de las puertas de la gloria.
--Jesús, no nos dejan pasar.
El lienzo estaba oculto por un enjambre de pintores.
No me importó. En ese momento caminaba en otra dirección. A donde tenía el vasito de ron que mi amigo me había procurado.
 
Lástima que no haya resucitado joven y apuesto como yo lo era en tiempos cuando fui un andrógino.
Resucité con los mismos achaques, pero Alejandra resucitó mi alma.
Bebí el ron y me lancé adonde el enjambre no llegaba al cielo, pero lo tocaba... 

miércoles, 24 de junio de 2015

noche en Los Realejos, día en El Puerto (II)

Norte nublado. Llegamos a Los Realejos. Entramos en la carpintería de Cecilio. Carpintero, ebanista y hombre con historia. 72 años de historia. Madrileño que quiere volver a su pueblo. Hacedor de coplas. 
--¿Qué has hecho tú en la vida? --me preguntó.
Buena pregunta a quien, dentro de poco, entrará en un escenario a hacer el papel de muerto. Jose construye un rótulo reclamo para poner a la entrada, en la calle. Jordi no sé dónde está. Aparece. Cecilio me dedica una copla donde a uno que escribe vurro, un hijo le afea su falta de ortografía. Los tres J caminamos calle arriba. Ellos dos cargando el rótulo y yo cargándome a mí mismo. Empinada cuesta. Me acordé de un poema de Reynaldo Pérez So. Un poema dedicado a la Cuesta Piedra que podría estar dedicado a la cuesta que va de la carpintería de Cecilio hasta el cine. Llegamos. Nos dicen que la función se retrasa media hora. Nos da tiempo de comer algo. Hay que comer bien para morir con decencia. Y para vivir. Conozco a las mujeres de Jordi.

En el centro del escenario, el recinto sagrado, el soporte que construyó Cecilio. A la izquierda, el lecho mortuorio. A la derecha, el material de la resurreAcción. 
Jordi dio con la clave filósofica. Ahora toca actuar. 
Poco antes de morir, conozco a la madre de María. Entonces supe que todo iba a salir bien, un cuento bien contado. 

continuará

lunes, 22 de junio de 2015

Noche en Los Realejos, Día en el Puerto (I)

Un moribundo hace bien el papel de muerto. Un moribundo sabe, se le abren los ojos, con quén ha vivido equivocado y con quién no. Aunque la dependencia sea una putada, mezquindad es seguir con finjidos amigos que han hecho de la envidia y la mezquina mentira cartas de intercambios. Debería ser yo más humilde. Pero demasiada humildad es entrar en esclavitud. Ojalá revienten los amigos que me dejaron tirado, muerto. Y los que insisten en no dejarme tirado, pero al precio de aguantarles la pelma hasta el final de los días. Unos desaparecen y otros llegan. Jose llegó hace algún tiempo, y como yo, no es ningún santo. Si lo dejas pone a su sobrina a pintar y él firma los cuadros. Cosa que no podrá ser. Su sobrina, Sol Naciente es el nombre que me evoca, no sólo salió al tío, sino que lo va a superar. Al tío y a mí si nos ponen juntos. La conocí el domingo en la calle Fleming. No le importa estar en el tramado de la pintura colectiva, pero que los que vengan detrás no le pisen los pies es su condición. Llenó las esquinas de abajo del cuadro. Comenzó por las raíces. Otros llegaron y taparon lo que ella hizo (cosa no acotada en el realismo punto cero), pero Sol Naciente, con elegancia luminosa, se apartó del cuadro y siguió en otro soporte por su cuenta. Qué mujer. 
Otras mujeres hubo en mi muerte y resurreacción. Pero empecemos por el principio. Me encontré con Jordi y con Jose en la zona de La Recova. Ellos cargaron el coche de Jordi y yo me senté de copiloto. Enfilamos la autopista y...

(continuará)

martes, 16 de junio de 2015

aquí

Debe de ser que me faltan aminoacidos en el cuerpo. Mi alma sufrió anoche una alucinación. Me vi al mismo tiempo muriendo y en la cuna, con cero años de edad. Morir fue regresar al principio de la vida. La misma vida. Los mismos padre, el mismo año de nacimiento. Recordaba todo lo que había vivido, lo mismo que iba a vivir. Hacía intención de, en su momento, corregir rumbos para no ocasionar baldíos torbellinos. Sabía que no valía la pena hacer propósito de enmienda. Llegaría un momento en que algo me haría olvidar todo lo que recordaba. Mi pensamiento se pondría en cero. Y la misma vida otra vez.
El que moría no pensaba nada. Se dejaba ir. 
*

A ciertas mujeres les ha dado por hablar de mi padre. A una se le apareció en sueños para pedirle perdón, por no sé qué, y hacerle una sombría profecía.
Mi padre era como yo. Poca cosa. pero tenía humor. Humor no reñido con la belleza.
Otra cuenta que mi padre estuvo cobrando seis meses la pensión de mi madre, en lugar de la paga de viudedad. Puede ser. Su relación con el dinero era elemental: más es mejor que menos.
La última historia que me contó, fueron sus años de cuartel. Historia de época. En toda el cuento no hubo mujeres, ni formales ni informales. Era una estricta historia militar. Recuerdo un cartero que robaba el gofio que madres o novias enviaban a los soldados. Poco más.
*
Entedimiento --o no-- Padre hijo... bueno, iba a hablar de literatura. Otro día.

Leí el domingo dos entrevistas. Una a Juan Manuel García-Ramos y otra a Boadella. Hay preguntas y respuesta que se pueden poner unas al lado de otras, como contrapuntos. Boadella habla con mucho respeto de Esperanza Aguirre. García-ramos le ha perdido el respeto a un colego, con pedigrí, que se metió a hablar de su familia. La familia es intocale. La Independencia se puede discutir. Boadella se pregunta si, con tanto independestismo ya cansino, el catalán no se habrá convertido en una maldición. García-Ramos, que hay que enseñar de vez en cuando la uña independentista para que en Madrid nos hagan caso. 
Primero tendría que hacernos caso aquí. Antes de llevar... 
Basta de críticas. Ahora están perdiendo consideración los críticos que en dos días destrozan la obra de un autor que la ha sudado diez años. Pobrecito. 
*

Dia 20. Diez de la noche.

RessurreAcción.

En el cine de Los Realejos.

Buena compañía. 




domingo, 14 de junio de 2015

ramajes

--Más vale bombón bien repartido que una mierda pa uno solo --decía Rafael, oyente de Hablar por Hablar, programa de radio llevado por Marcarena Berlín. De madrugada. Lo suelo oír. Macarena tiene una voz no espantosa. Los oyentes llaman y cuentan sus cuitas, unos con una voz y otros con otra.
Los viernes, un programa de humor, lo lleva un tal Ortega. El mismo formato, pero los hipotéticos oyentes son en realidad actores. No sé si no lo son los oyentes reales del programa de Macarena. El de Ortega empezó bien y corre peligro de bajar. El mismo chiste, por muy bueno que sea, repetido 6 veces, termina por perder la gracia.
Los sábados, noche del domingo, programa de terror. Gente que duerme sola y se les aparece a los pies de la cama un ente estratoférico. Yo como duermo solo, ya estaba viendo entes por todos lados. Cambié de emisora. Radio Nacional. Por oír algo, por decir que hay una voz ahí. Esta vez me interesó un poco más. Hablaban de teatro. Gran arte.

El día 20 en Los Realejos. Tres J en el escenario. Tres J y tú. En el centro del escenario un lienzo (o tabla) en blanco. (Construido por un hombre de 72 años. Un hombre de poder, me dice Jose, que lo conoció). 
Sube y habla con él. Habla en colores. Idioma universal. La lengua de la tribu. Yo haré de artista muerto que resucita. A ver si cuando resucite estoy como un roble. ResurreAcción. Espero esa noche. La noche de la ResurreAcción del artista. Jordi en la trama. Jose en la urdimbre. Y tú en la totalidad del escenario. Un lienzo en blanco, el lienzo de un guerrero.

Pena de no haber estado ayer en la calle Fleming (Punta Brava, Puerto de la Cruz), con la instalación de JRamallo en la sala de arte de Rita. Me hace pensar en la relación mujer/silicona. Hay algo en la silicona tremendamente machista. Enerva a las mujeres pequeñas. Recuerdo mi mal entendimiento, ya es historia, con la dama vestida de violeta. Entonces vestía más normalita, y la guerra comenzó por una gota de silicona. 
Bueno, allí en Fleming estuvo mi gente secreta. Y sé que Jose tuvo éxito. Admiración y adquisición de su obra. 
El día 21, diosmediante, estaré con él en la calle. Si es que podemos. 

Una persona me cuenta que vio llorar de amor a Ramón. Bueno, que llore y que ría. Estuve a punto de llorar... de llamarlo hoy, a ver si era verdad. Ni verdad ni pollas. Ganas de seguir enredando. No sé como decirle a una dama: Señora, déjate de apariciones y sueños. Yo lo que necesito es ir a la playa. No cuentos de terror. Y mi Tarot es el de Marsella. Los demás, me chirrían. 

Soy un hombre roto,
cascado del coco;
no me vuelvas loco.

Mañana Lunes. Reunión y viaje con mi secretaria del Partido. Si podemos. Y si no podemos, otro día. 

jueves, 11 de junio de 2015

señora de la noche

A:  Secretos de Cuba
B:  Cucarachas con Chanel
C:  Es mejor improvisar
D:  Quién como yo

No sé por qué, no hay de antemano una razón lógica (la lógica viene después) he elgido estas cuatro novelas como preocupación universal literaria. Mi pensamiento intelectual está ahora reducido a estas cuatro novelas. Están entre las más importantes de la novelística canaria. Eso es evidente. Si no han ido a Madrid es porque aquí la política es bésame el culo y te doy el pastelito. Bueno, no todo es mediocridad. Incluso en la luz social hay elementos valiosos. Como Víctor Roncero, que el día 18 dará su conferencia sobre Wagner en el Casino de los Caballeros. No creo que vaya. Movimiento limitado, mi Santa Cruz es la línea más corta entre el barrio, concretamente el bar de Ibrahim, y la Rambla. Utopía artística: gestionar la ruinas, reconvertirlas. Digo Utopía porque ni Jose ni yo tenemos a favor el poder político ni financiero. A lo más que podemos llegar es a un periplo por la ciudad y tomar como modelo zonas escogidas. Nada nuevo si no lo hiciéramos nosotros. Todo se andará.

La pelea del gallo (Andrés Chaves) y el pollo (Francisco Pomares) sigue en pie. El otro día, en El Día, Pomares habla irónicamente de Chaves. Lo llama santo. No creo, Andrés Chaves es muy cuco, aunque ahora creo que el golpe le puede fallar. Hoy, en su digital periódico, escribe una carta abierta a Mercedes, la actual directora de El Día. Le habla de Pomares como enemigo de su padre. Lo fueron, las hemerotecas cantan. Ahora el pollo es colaborador de cabecera en El Día. Última página.
Chaves se lo reprocha a Mercedes, que haya metido en su casa al enemigo de su padre. Olvida (no creo que lo olvide) que otro enemigo de don José era Paulino Rivero, actualmente amigo de Chaves. Un lío. Un lío con la política en Canarias como telón de fondo. Dicen que Bermúdez, alcalde de Santa Cruz y seguirá, es pieza de una estrategia. Obligar a Abreu en La Laguna a compartir emporio con Coalición Canaria. En fin, doctores tiene la iglesia. Pero yo soy público. Por ahora no me da por silbar. Y menos a Piqué. Aunque le tenga envidia. Envidia y mentitra son las palabras clave de esta guerra. Sin razonarlo acepté. El alacrán de patas blancas es símbolo de la envidia, y la cucaracha de antenas fluorecentes lo es de la mentira. Andrés Chaves, contento de ir ad amorem (¿será verdad tanto amor al arte?) a hacer un programa en la Tv de Artiles, clama que se jodan los envidiosos y mentirosos. Hombre por Dios, quien esté libre de envidias, que tire piedras, como yo. Que tiro las piedras que me da la gana porque estoy con lo mejor, en calidad, y no tengo lugar para los alacranes. Pero mentiroso sí soy. A veces por devoción y otra por necesidad. Mala cosa. El patrón de la narrativa es el Diablo, y el Diablo odia la mentira. 

Gran arte:
Día 13: inaugaración de una exposición colectiva (con un montaje de JRamallo que conozco) en la calle Fleming, Punta Brava, Puerto de la Cruz...
Día 20, en Los Realejos, en el cine: ResurreAcción.
Día 21, pintores callejeros en la calle Fleming.

En San Andrés este sábado presentación del último libro de poemas de Armando Rivero. Oí algunos poemas cuando recitó en Librería del Cabildo. Me quedé con ganas de indagar. En esa audicción, me parecieron buenos. Cosa con la que tengo cuidado. Muchas veces lo que es bueno es la voz del poeta. Como el hombre que sabe contar chistes. Hace que te rías con un chiste malo. No creo que sean malos o efímeros los poemas de Armando. Habrá que verlo. 

Cecilia se queja de que Luis Feria está olvidado. Creo que fue Borges quien escribió el epitafio del poeta menor:

La meta es el olvido.
Yo he llegado antes.

De Luis Feria recuerdo que llamaba a la cucaracha "señora de la noche". No lo he olvidado. 

miércoles, 10 de junio de 2015

canta el arroyo

De día leo El Dia y de noche El País. En el mundo, lo mismo que ayer. Aquí, la guerra cósmica entre el alacrán de patas blancas y la cucaracha de antenas fluorescentes. Una lucha en la que yo soy un lagarto, estoy en el público. Los contrincantes: periodistas escritores. El gallo de La Ranilla y el pollo de Idea. Que gane el mejor. Yo al primero le tengo afecto, es un escritor con estilo, como Azorín o Cervantes. Es vulgar y elegante. El otro es cronista político que leo con interés. Uno habla de que la directora del periódico metió en la empresa al enemigo de su padre. No creo que ningún hijo tenga obligación de heredar enemigos. La vida va y viene y marineros somos. 
En los artículos de cada uno hoy, el primero dice que lo han llamado para parar la pelea. El segundo, enseña las cartas y arremete, con nombre y apellido, contra el otro. Siguiente capítulo, mañana. 

En medio, por arriba y por abajo y por los costados el gran arte. El sábado inauguración, con cuentacuento a las ocho de la tarde, de una colectiva exposición, en la calle Fleming, en Punta Brava, Puerto de la Cruz, patria de los ranilleros. El otro día conocí a un hindú, que estudió en los Seleccianos, que es de La Ranilla. Era un tipo que me cayó bien, con gracia en el cuerpo, no impostada. Me invitó a quedarme en una fiesta. Todas mujeres destartalada, yo también. Me fui. Con mis amores soñando. 

(versión animal de un poema de A.G.C.)

He perdido mi pequeño amor,
pero no lo iré a buscar.

Amor de la fosca,
pelo de maíz,
con él de la mano
por el bosque me fui.

El álamo más viejo,
el fresno, decía Sí.

Canta el arroyo allí.

Y decía ni no ni sí.

Por el rabillo del ojo
le brincaba la sal.

"Yo lo sé todo.
Tú qué sabrás!

La sombra creciendo
se oyó del pinar,
y apreté su mano

y de miedo decía
"No me dejes solo
que te perderás".

El filo
del claro lunar
se reía
con poca piedad.

"Voy contigo,
qué solo vas":

Y era verdad.
En el bosque solo
toda soledad.
No la iré a buscar.
Si quiere volver,
que vuelva;
si no,
¿qué más da?

martes, 9 de junio de 2015

notas


A: Secretos de Cuba
B:  Cucarachas con Chanel
C:  Es mejor improvisar
D:  Quién como yo

La corriente papeles encontrados en B, son ejemplo de las traducciones de la empresa Políglota Emterprise en D.

Anotaciones, nombre de personaje principal:

A:  Ángel.
B:  Gabriel.
C:  no dice su nombre.
D:  Miguel.

Carta del Tarot común a las cuatro novelas: La Torre.

Cartas de D, atendiendo a la filosofía de la novela:  El Papa / El Diablo. 

Al margen de este estudio para la Academia de Monos de la Lengua, dos poemas. Uno de ritmo apagado, casi prosa, y otro de ritmo entonado, una jibarización ortodoxa* animal de un poema de Agustín García Calvo. 

1
No me importan tus mentiras
sino la forma de tus labios
cuando mienten más que hablan.

No me importa que meta el focicu
donde no te llaman.
Bueno, esto sí me importa.
El respeto es el primer
peldaño del Amor.

Lo que me importa es tu voz.
Ni cuando callas me suena verdadera.


2
me temo que el poema jibarizado lo dejé en casa.

***
En la presentación de las dos novelas de José Rivero Vivas, hablé con el presentador. Cirilo Leal. Le dije que había leído lo suyo en el libro sobre tesoros canarios que me ragaló Ramón. La historia de un crimen. Un indigente del barrio de Los Llanos, in illo tempore, Ramallo, es asesinado por haber encontrado un tesoro que no existió. Ni existió el hombre que escondió el tesoro. Cabeza de Perro. El profesor De Paz dice que no existió, que fue un invento del novelista Zamora. Entonces, ¿el testimonio del testigo que lo oyó en la puerta de La Concepción haciendo un discurso de despedida (que no está en la novela de Zamora) y el barquito de pesca que talló el pirata y estuvo, dicen, en la iglesia del Carmen? En fin, también en Los Realejos veneran a la Virgen del Carmen. Pero esto es otra historia. Una obra de teatro animal. 


* ortodoxo llamo cuando la obra jibarizada sigue conservando el contenido original.

Por errror, se me borró un primer párrafo. Hablaba, en esencia del jefe de Ciudadanos creyendo que CC tiene la categoría independentista de PNV o CiU. CC de lo que se queja es de que el canario es un español de segunda categoría. Quiere que seamos de primera. La alianza natural es con el PP. Aquí vendría bien, Tavío remando con Bermúdez, y Martín en el banquillo de la oposición, clamando contra un magnotreto que no comprende. No tiene ni idea de lo que sigifica, y puede significar, esa obra a medio hacer. Jerusalén tiene el muro de la Vergüenza. Berlín restos del Muro por antonomasia. Y San Andrés el Muro, lienzo de grafitistas que se arriesguen a pagar y actuar sobre esas paredes, lugar simbiótico entre la macro y la micro economía. Más o menos. Pero Francisco Pomares, hoy en El Día dice que habrá pacto CC / PSC. Gente informada.

lunes, 8 de junio de 2015

dichoso teclado

--¿Tiene cocina? --preguntó Marcelino, buscando un fallo a la novela de Damián.
No tanto como en las novelas policiacas de Pilar Escalona, perosí tan rica y nutritiva como la tortilla de Carmen, mujer del autor, en la presentación de las dos últimas novelas de José Rivero Vivas o la pizza de Jessica la tarde noche del partido. Bequi, la diabólica heroina, sabe cocinar. 
En fin,ordenador con teclado averiado. hOY TERMINO pronto. Pienso en las tres novelas clave de G21. Una es un territorio (el anverso de La Metamorfosis de Kafka), otra es la puerta de salida de ese territorio, y la de Damián H Estévez lo que hay más allá de esa puerta.Las tres son los tres vértices de un triángulo.
Paro ya. 
También es novela histórica (el Madrid de Tierno Galván). 

SE ACERCA EL DÍA 13.

domingo, 7 de junio de 2015

G21, tres piezas

Dime qué estás buscando.
Una flor en el fango...

cantaban las bursas la tarde noche de la cama de la monja, que no era la cama de la monja (me engañó Acaymo), en la azotea de la avenida de los menceyes sin nombre, los descascarillados menceyes de esta tierra de filósofos. 
--Tú dormirás en mi cama --dijo María.
--¡Contigo!
Sus piernas columnas de Damasco una noche después del partido, con poca gracia, que tuvo que haber sido del Barcelona con el Madrid. Entonces a ver qué decía Andrés Chaves con la cuerada, porque el Barcelona del asturianu se hubiera comido al Madrid del italiano.
El escritor tiene no obstante otras batallas que librar. La cosa se ha puesto caliente. Él, cuco como un perro, acusa a un anónimo columnista (más visible y menos anónimo no puede estar) de pagar por publicar. El caso se complica. El periódico El Día, antiguo baluarte de mi admirado autor, denuncia que el anterior director del órgano televisivo canario pagó al periodista Chaves una tonelada de billetes, etc. Ahora Andrés Chaves, en su página digital, se dirige directamente a la directora de El Día. ¿Una novela que se abre o foguetes en la noche?

Novela hay que se abre y no la cierras, sino que cuando la terminas vuelves a la primera página y sigues leyendo. Hablo de Quién como yo, de Damián H. Estévez. Última entrega de la ya soberbia G21. La colección cuenta con peones valerosos y, con la novela de Damián, tres piezas con mayor poder. 
--Es una novela filosófica --le dije a Marcelino.
Como nombrar la soga en casa del ahorcado. El amigo está de filosofía hasta los huevos.
--Prefiero las matemáticas.
También es una novela matemática, es sencilla y agradable de leer, no es hermética, y sin embargo, como toda buena novela, abre un camino con corazón. Y tiene matemática.

la regla de tres: el hijo mató al padre por... X / El amigo mató al amigo por Bequi.
Y una ecuación de primer grado.
Y tiene geometría. La casa de la empresa criminal Políglota Emterprise (quién conociera a la secretaria) es la mitad de un medallón que encaja perfectamente en la Casa de la Muerte de la novela Secretos de Cuba.
La novela puede ser leída como una superación de La música del azar, de Paul Auster, y como una versión canaria de Fausto
Tiene incluso relaciones misteriosas con la que estoy preparando para G21. 
--¿Tiene sexo? --pregunta Marcelino.
Y del bueno, sexo diabólico, el más gozado. 
Marcelino un barco lo aleja de esta ciudad. La cobertura se va. Las Palmas, con el equipo de la cantera, va ganando por dos.
Dos es el número clave en la novela de Damián. Y no hay dos sin tres. 

En su blog, Martín se sigue metiendo con Feliz de Azúa. Dice que no se entera. Que es un patán pueblerino, Yo simpatizo con Martín. A Feliz de Azúa lo he leído, no me he aburrido, pero no lo conozco. Que gane Martín.

Yo aquí iba a empezar hoy con un poema que escribí anoche, a cuenta de un pleito con dos bastones; a cuenta de la tortilla de Carmen, la mujer del autor, José Rivero Vivas, en la calle Miraflores el viernes; A cuenta de un cuadro, La soleedad del Angel Caído, que mi secretaria del partido ha convertido en obra mayor: pared para cortarle el paso al gato Lucas... Días antes, cuando comenzó el pleito de los bastones, en la presentAcción de la novela de Damián, allí estaba la dama vestida de violeta. También está en el poema. La dama del pleito antiguo. Era una señal. Ni Juan ni yo nos creíamos las cuatrocientas páginas de la novela de Damián. El presentador había dicho que el lector no saldría indemne. Nos reímos. Ahora el que se ríe es Miguel Monteverde. Se ríe el demonio del cuadro del arcángel San Miguel en la escuela flamenca que está en la isla de La Palma. Que es una copia. El original está en Lavinia. Qué nombre para una isla. Lavinia está bien pa un perfume de tigueresa. No me pega ni con cola este nombre de una isla donde las otras se llaman  Palma, Gomera, Hierro, Fuerteventura, Lanzarote, Canaria y Tenerife. Raro es la relación de uno con los nombres. A mí me llaman Jesús, y me he acostumbrado.

La novela de Damián, sin embargo, merece más lecturas y más comentarios.