jueves, 31 de marzo de 2011

Lunula 25

Al margen de trece tarjetas rojas al director figurativo, Lunula ya está por aquí, poquitos ejemplares pero está. Con su tradicional colaboración canary. Esta vez: segunda entrega de las memorias de Anghel Morales, que se complementan con una visión de Anghel por José Rivero Vivas; y un fragmento de la novela inédita de Antonio Charlín Los hijos bastardos de Dios, que no sabemos si quedará tal cual en la versión definitiva. Sobre la obra de José Rivero Vivas sigue profundizando José María Lizundia. Juan Ignacio Royo Iranzo, a su vez, nos ofrece un cuento lunar en la ciudad de La Laguna. Ramón Hernández Armas (hoy Ramón Herar, el Cuervo) con una imaginería titulada "Mi hermano y yo"; y fotos de Francisco José Hernández Domínguez ("entre cuerdas) ilustrando el panorama "Hardboiled" de Noelia M. Hernández Conrado y Javier Hernández-Velázquez; y Antonio Arroyo Silva, sobre Gato Gótico, y grafitis de CNFSN + Tono Cruz y Felo Monzón completan el espectro canary esta vez en Lunula, hoy dirigida por la también canaria Sibisse Rodríguez Sánchez. "Lo nuestro ha de ser lo nuestro / aunque esté mal preparao": lo digo por las erratas, que obvio revelar. Ya lo harán otros. Y la próxima vez, si hay salud y suerte: Islas Canallas aportará la colección de cuentos o relatos "El bar de la ignominia". Así sea. Edita: ATENEO OBRERO DE GIJóN, con diseño gráfico de Julio Alvárez.

miércoles, 30 de marzo de 2011

futuro animal

--¿Has puesto algo de mí en ese blog ahora? --pregunta Chani después de tocar la puerta y entrar con un tarabuco de cazuela.

--No.

--Parece que lo que yo digo últimamente, no te interesa.

--No, ahora no me interesa. Tal vez en el futuro --echo mano de la especulativa lógica de Ramón ayer en Tijuana.

--Ten cuidado que se dehizo el pescado, tienes que separar las espinas... Estuvo bastante bien el programa ayer.

--¿No me dijiste que me lo metiera por saco?

--A veces sí, porque ese hombre... Menos mal que el Lizundia...

Recuerdo que tengo en un bolsillo dos servilletas de Atlantic city (

"--Todo está expuesto al error si no se acierta en la figura epónima".

--¿Por qué yo asistí al marxismo?

--El que ya tiene el enfoque de los viejos maestros...

--Los paradigmas están en ti, te tienen poseído.").

Lástima que las servilletas de Atlantic city sean porosas y se corra la tinta. Valdría la pena la crónica de ese punto de la ciudad vertical, con el bilbaíno que no hay quien suelte allí un cm soluble... en fin. Y sí, fue un buen programa, con Víctor incluso leyendo cantarín y corto, como debe ser, y hablando de lo que se habla. Ya llegarán los animales, en el futuro.

martes, 29 de marzo de 2011

hoy programa desde la ciudad cruzada

la puerta en radio unión tenerife, con la voces de Victor Roncero, José María Lizundia, Ramón Herar Cuervo y el Mang un servidor, y Rafa en la sala de máquinas. Oí que van a ir muchos animales: el gato de Poe, el gato con botas, la hormiga atómica, el ratón Pérez, la cucaracha de Kafka, la ballena blanca, el gorila Manila, los monos de Kipling, Sor Juana Inés de la Cruz, y un largo etcétera. Yo por lo pronto, me quedo con el toro enamorado de la Luna. Cuando se ha perdido el oficio de ordeñar la vaca de la verdad --oí decir a un filósofo-- mejor dedícate a ordeñar el toro. Ordeñaremos lo que haga falta, para deleite de los millones de oyentes, mientras más tarde, en Atlantic city...

lunes, 28 de marzo de 2011

de Sibisse Rodríguez, publicado en asturiano en Les Noticies (Oviedo)

BICHOS Dentro del ser humano, ese ser humano racional y civilizado, sigue habitando un cerebro reptil, una masa primitiva que provoca las fobias más extrañas. Fobia a los espacios abiertos, fobia a las alturas, fobia a los aviones y, la más inexplicable de todas, la fobia a los bichos. Seres pequeños que poco mal pueden hacer, arañas y cucarachas, están sometidos al odio más atávico. Cuando Augusto Monterroso afirmó que la poesía tiene tres grandes temas --el amor, la muerte y las moscas-- dejó constancia de que la literatura da cabida a lo menos humano de lo humano, a las pequeñas obsesiones que se cuelan como insectos por las rendijas de lo estructurado y explicable. Es necesario centrarse en las moscas, quizá por lo poco evidente y por lo insignificante, porque, si bien la literatura va hasta lo profundo, se construye a base de pequeños detalles y, si bien llega hasta lo universal, se forma en partir de lo más subjetivo. Hablaremos entonces de tres bichos, de la cucaracha que aparece en La metamorfosis de Kafka, pasa por la lupa de Nabokov y se posa en la boca de Clarice Lispector, en su novela La pasión según G.H. La metamorfosis es la historia del extrañamiento, del desconocimiento de uno mismo. Es una historia amarga y atroz que Nabokov estudiará detalladamente en cuanto a su estructura y su estilo en el Curso de literatura europea. Voy a obviar todo su estudio para centrarme únicamente en la visión que el ruso proyecta sobre el insecto y en la huella que dejó en mi mirada. Cuando leí a Nabokov por primera vez me llamó la atención que dijera que los escarabajos tenían alas, que eso era algo de lo que ni Kafka ni Gregorio se habían dado cuenta. Me fascinó esta revelación hasta tal punto que fue durante muchos años mi paradigma de crítica literaria: un lector se da cuenta de algo que tiene el texto y que al mismísimo autor se le había pasado por alto. Hoy ya no lo veo tan claro, pues en esta visión está más presente el entomólogo que el crítico literario e incluso que el escritor. Para Nabokov los insectos son, incluso más que la literatura, su pasión, así que sobre esta historia de insectos proyecta una mirada amable y escrutadora. Su mirada se ve contaminada por la pasión, pues no le es posible al ser humano renunciar totalmente a sus pasiones. Para el ruso el hecho de convertirse en un bonito insecto con alas no es de las peores cosas que le pueden pasar a uno. Kafka no se fija en las alas, porque su personaje, realmente, diga lo que diga la biología, carece de ellas. Puede que hoy ya no considere la apreciación de Nabokov sobre las alas de Gregorio una cumbre de la crítica literaria, pero me sigue pareciendo uno de los hallazgos más felices de la metaliteratura, un punto de inflexión en el que las anotaciones al margen y los dibujos de Nabokov sobre la obra de Kafka han conseguido realmente cambiar la fábula de checo. La pasión transforma un ser repulsivo, que se esconde bajo la cama, en un hermoso insecto con capacidad de volar, ¿no es acaso maravilloso? La metamorfosis de Kafka no sólo sucede dentro de las páginas de su libro, sino que su insecto, su Gregorio Samsa, se transforma en la pluma de Nabokov. Pero no termina ahí su viaje, sino que se vuelve a transformar en las páginas de la novela de Clarice Lispector. Si el lenguaje se compone de palabras, que juntamos para formar frases, y de frases, que juntamos para construir mensajes; la literatura se compone de libros, que juntamos para dar sentido a sus símbolos. Por eso el tema de los bichos es tan potente, porque los bichos son esos seres incontrolables que se cuelan por las rendijas de las casas y de los pensamientos, esos seres enigmáticos que son unas veces enemigos y otras compañeros de los seres humanos. El insecto es la gran metáfora de que existe algo primitivo en el mundo civilizado, algo animal en las personas y algo ajeno en lo propio. El símbolo inmóvil en Kafka y con alas en Nabokov da una vuelta de tuerca en la novela de la ucraniano-brasileña Clarice Lispector, también teñida inevitablemente por la pasión. La metamorfosis ya no sucede en el exterior, sino en el interior. El insecto es comido por la protagonista y entra a formar parte de ella, de la misma manera que los creyentes comen la hostia y el cuerpo de Cristo pasa a integrarse dentro de su propio ser. En La pasión según G.H. la protagonista traspasa el umbral de sus propios miedos y fobias para enfrentarse con una habitación que no pisaba y allí efectúa el acto ritual de comer una cucaracha. El alimento es la metamorfosis más antigua, la disolución más extrema entre yo y el mundo que me rodea, un mundo que es extraño, pero que también es, paradójicamente, comestible. Ni Kafka ni Nabokov se habían dado cuenta, pero las cucarachas se pueden comer. No es extraño que sea una mujer quien descubra esto, pues la mujer es el primer y más necesario alimento del ser humano. No es de extrañar que sea una autora la que revele la nueva dimensión del insecto, y la que narre una metamorfosis más cotidiana, pero no por ello menos cargada de simbolismo. El ser humano, y más aún la mujer que el hombre, tiene rendijas dentro de su propio cuerpo, lugares que conectan lo interior con lo exterior, espacios de metamorfosis donde suceden procesos simbólicos. Podemos aceptar al insecto en el que se convirtió Gregorio Samsa. Podemos aceptar las alas que tiene ese insecto gracias a Nabokov. Podemos, por último, introducir el insecto en el cuerpo, porque la literatura y sus símbolos también transforman la carne.

domingo, 27 de marzo de 2011

más sobre filosofía Kang-King-Kong-Kung (Libia)

Libia no es Irak. Las disimilitudes son relevantes. La mentira primigenia marcó la guerra de Irak: la justificación de los aliados para iniciar esa guerra. Representó también, y esto al margen del binomio mentira/verdad, uno de los pasos de frontera en el tiempo, el cambio de un siglo a otro. En Libia, aparte de ser ajena a la ruptura del tiempo, hay como en todas las guerras las justificaciones espejísmicas, meramente de moral hipócrita, pero previsible en este casus belli: rescatar a Elena del rapto de Paris. Y la justificación evidente: los graneros de Troya están llenos de trigo. En Libia, la intervención aliada, con Francia a la vanguardia (opositora en su momento a la invasión de Irak), ha permitido a los rebeldes libios la reconquista de lugares ganados al comienzo de la guerra civil y recupèrados por Gadafi antes de la intervención aliada. Nótese que la foto no tiene que ver con la famosa de Aznar y los otros dos, sino que es la de los rebeldes libios celebrando la ayuda aliada. Que a la postre nadie da nada por nada, evidente. Todo favor con favor se paga. ¿Quieres llamarlo petróleo? Llámalo Siria, si te atreves. * El bilbaíno de Fetasa, Liz-Undia, dice que ya me tiene pillado en el prólogo al "Cuervo de papel". A ver si es verdad y me manda el pr0-logos y me solidífico un poco. Últimamente soy sombras nada más, a merced de por dónde deriven Sol y Luna, si no está nublado el firmamento.

sábado, 26 de marzo de 2011

un libro que sigue iluminando

El libro Canarias diversos nacionalismos (Una visión comparada), en lo sucesivo citado como CDN, lo leí desde el extrarradio del conocimiento. A mi modesto entender, NACIONALISMO implica devoción a la idea de Nación, Estado, y por tanto es un término opuesto a INDEPENDENTISMO (devoción por la Tierra, por la Patria). En el nacionalismo la bandera, cualquiera que sean sus colores, es reverenciada; en el idependentismo sólo es un recordatorio, una señal. El independentismo rechaza al nacionalismo, y el nacionalismo al independentismo. Toda idea de connivencia entre las dos devociones es maquiavelismo político, juego de abalorio y feria de confusiones. En fin, la calidad de CDN está demostrada. El pensamiento de Lizundia es clave como entendimiento de la realidad y como pregunta sobre la que los canarios deberíamos reflexionar una respuesta. El libro tiene dos capíitulos que en su momento discutí. Los dibujos que hizo su autor del godo como paradigma y del Gran Editorialista. La idea del godo que expone CDN es sin embargo digna de profecía, de visión del futuro, opuesto en este caso al pasado. El nacionalismo del Gran Editorialista es un asunto que necesita un ver aún más lo que hay debajo de la alfombra, sigo creyendo.
CDN, una cadena de conocimientos elaborada por un acechador, y además nahualt, está hoy más vigente que el día incluso en que fue publicado. Gracias a Agustín Pacheco por recordárnolos, y a su autor por hacerse eco del recuerdo, en el vecino blog.

viernes, 25 de marzo de 2011

KUN-KUN

--Tú me estás haciendo la cuenta la pata... si te di 150 y ahora te doy 250 son 4oo euros.
--Ahora me tienes que dar 280.
--Entonces te estoy dando 20 de más.
Ninguno de los dos cayó en la cuenta de que, en tal caso, serían 30, no 20.
En fin, al final me dio los 280.
--Te debo algo más?
--No --dije, obviando cinco que me había pedido por la mañana.
Kung y Küng; la humana sensibilidad tiene paradigmas más importantes que el paragrima euro: 1 y 2 y 5 céntimos; 10 y 20 y 50 céntimos; 1 y 2 euros; 5, 10, 20, 50, 100, 500 euros. Mejor descubrir el paradigma K de filósofos: Kang (filósofo de la razón pura), King-Kong (filósofo de la pasión impura) y ahora, a raíz de la de noche de Al Faro y la posterior resonancia en Tijuana y en Bosque Quemado, debo sumar a Khun y Küng, el filósofo de la ciencia y el teólogo de Tubinga. Curiosa luz la que dejó Al Faro la noche de la brillantina, a pesar de míster Herar en su erección, entre un paradigma de posibilidades, de la palabra "rollete" (cursi, progre, aunque atrae rimas sutiles: tolete, membrete...). No desmerece, sin embargo, la ENTRADA penúltima del doctor Ramón. El vuelo del Cuervo, fortunas colaterales, me prendió ya el interés que me había contagiado Víctor Roncero por sumar con enjundia cm en el paradigma judío ¿según Küng?
Aún no he comprobado si nuestro Mandarín es buen músico. Su tono lector lo desautoriza como músico. Pero sí comprobé ya antaño tiene grandeza de pensamientos y sabe transmitirlos (menos cuando lee).
--Tienes que volver a leer tú --me inquietan las fans.
No se puede leer bien lo que no es bien sentido. Ahora es el momento de VHR (Victor Hernández Roncero) y hacer de la necesidad virtud y demostrar que sí es un músico, no sólo un teórico de la música.
Varios son los textos que en mi época de magnate quise leer pero se me habían desaparecido los libros, como esta noche 20 euros. Pero esto es otra historia.
--¡Chito!...

jueves, 24 de marzo de 2011

Paradigma Liz Taylor

p. metafísico

Luz de Libia,
Intensa
Zarza.

Tamarindo
Al alba,
Yerba mala,
Lasciva
Odalisca
Ronroneante como un beso.
*

epistemológico

Lugar de guerra,
Inquieta hembra,
Zuzurrante.

Todos los reinos
Acotaban tus gestos
Y tu mirar de gata.
Lengua de letras
Oscuras como sala de cine y tú
Rayo luminoso en la pantalla.
*

ético

Lévanos,
Inmérsenos
Zin miedo,

Tam Tam
Arrebatado,
Y Tráenos
La canción
Ondulante,
Regresa.
*

poético

Luz violeta,
Inquieto
Zig Zag.

Tango de Gardel,
Astral
Y griega.
Liz Taylor, alfa y
Omega.
Río del agua de los sueños.

martes, 22 de marzo de 2011

después del sueño

Mio diario, hoy fue día de sueño profundo, inquietas pesadillas, desperté a las cinco de la tarde. Llama móvil Anghel, recibió las lunulas. Su labor de juez de paz, compruebo más tarde, destensa las sogas entre la tribu y el mago. Juanito yace escondido en el cuarto de Griselda, soñando ahora --oh proyecto de hombre-- con el cuarto de la institutriz. Yo acudo al programaso donde no se habla del Gólem, ni del holandés errante, ni de la Cábala. Judíos asimilados. Peor sería no judíos. Con un judío me puedo entender. Llego y allí un novelista de túneles. Cota 600 subterránea. Imagino el túnel por do Amaro Pargo accedía a la gracia milagrosa de la monja incorrupta. Gesto medieval en una Canarias que no conoció lo medieval europeo, sino la posterior inquisición, convocada por la lasciva Bobadilla. A sólo miel de palma, gofio y beletén, ajenos a culturas moras, semíticas y cristianas reunidas por el buen rey Alfonso X el Sabio. A nos, tocó sufrir la Inquisición, después de la última mujer medieval, la Bobadilla.

domingo, 20 de marzo de 2011

un judío toma apunte en la charla de los judíos de Tijuana

Los que no tenemos sino gotas de conocimientos sobre infinitas-oceánicas materias y facultades, en buena ley tendríamos que estar callados. Somos rebaño que no creemos en el rebaño. Ni al balido del rebaño tenemos derecho. Y más cuando seguimos creyendo en los dioses que han muerto y descreemos de los nuevos dioses y justificaciones: santa democracia, Dios Comunidad Internacional, ONU su profeta, etc. Que le den a Gadafi donde más lo merece. En lo demás, al buen callar lo llaman Chito. Por eso callado la boca, en parte por cariño a los ponentes (hermandad judía de Tijuana) y en gran parte por egoísmo (empaparme de nuevas gotas sobre un universo ignorado), compuse la infraestructura en Cajonera city y decidí subir a Cota 600. Llegué en 15 minutos. Observo desde la calle los ventanales del Ateneo. Nadie que invite a entrar. Ni sombra del Camarote. Bajo Al Faro. Triste noticia de que al final de este mes cierran. Hojeo los libros editados de lujo, libros objeto que decían los progres del norte de España. Abrirlos es elogiar el celofán y desdeñar la basurita bien presentada. 20.30, hora oficial del inicio. Media hora más tarde comienza el verbo emanado de la carne de la lengua. Sin micrófonos. Víctor me recuerda las clases de semántica de Ramón Trujillo. "Lo crucial es el paradigma: constelación global de valores"... "judaísmo inseparable del Estado de Israel"... "paradigma de los judíos en el mundo moderno: el antisemitismo cambia de matiz cuando se ve que los judíos asimilan el entorno, han superado la prueba de la asimilación. Esto ocurre a mitad del siglo XIX, cuando surge el antisemitismo racista" (no estoy de acuerdo, pero como no tengo argumentos en boca cerrada no entran romanos).
--Y del paradigma de la agilidad, ¿qué me dices? --interrumpe Lizundia. Y el nahualt informa de que Palestina ha existido con los judíos desde hace cuatro mil años, y habla del Templo de Jerusalem y de la Santa Alianza (nada que ver con la alianza de las civilizaciones, pienso)--. Al margen, sin negar Templo ni Santa Alianza, se colocan los intelectuales judíos, que tienen una idea de sionismo cuyos rasgos son contacto con el campo, sociedad democrática, plural...
Víctor aprovecha un silencio de su hermano y lo adelanta por la derecha, y nombra el diario de Mark Twain, de cuando el escritor estuvo de visita en Palestina, "entonces lugar no poblado sino con beduinos que iban de aquí para allá".
--Los árabes fluyen (en Palestina) al conjuro de la población judía procedente de Europa, que compra tierra a terratenientes árabes que se daban la gran vida en el Cairo o en Beirut...
--En la historia de la ciencia, los paradigmas se suceden unos a otros --insiste el nuevo mandarín de Tijuana--. En la historia de las religiones, los paradigmas se solapan unos a otros... Tenemos (1) el paradigma monárquico (expandir Israel, la idea del gran Israel), (2) sacerdotal --(aquí una palabra que no descifro en mis apuntes)--, (3) rabínico (derecho de familia), y (4) de la edad moderna (Tel Aví) que florece en estamentos como las universidades, el Ejército...
En fin, la falta de micrófonos no me dejan seguir bien la oratoria gregoriana de Lizundia (por el tono, salmódico, a media voz), Habla de los lobbies judíos en Alemania, que no se bombardeó ni una sola vía férrea.
--Israel significa "Dios hace la guerra" --apuntala un membro del público.
--La música es la música y la guerra es la guerra --apuntala el hermano materno de Víctor. No estoy de acuerdo, en absoluto ni en relativo, pero ¿qué valiente es capaz de poner un pero en voz tan tronante, musicalmente guerrera?
No sé que más se dice de los protocólos de Sión. La sordera coloniza mi atención, y menos mal, porque después de dos días desconectado, pude volver de nuevo a este pelotón de blogs colocando el portátil en el mueble del teléfono junto a la cocina. Escribir aquí es un sacrificio, un martirio...
En fin, a la vuelta al pueblo --conformado en no beber con los amigos Ramón, Lizundia, Víctor, Glady, etc--, después de ver que todo está en orden, bajo a la penúltima al Castillo.
--Estamos en una isla y...
--Estamos en un bar de borrachos.
--No, borrachos hay en todo el mundo. Nosotros estamos en una isla y tenemos que aprender a respetarnos.
Es cierto. Lo confirmo. Eso es como conquistar los altos del Golam, la entreceja del Gólem, donde está escrita la magia de la figura humana de piedra que le da el maléfico soplo de la vida al judío que no conoce la Cábala, judíos con paradigmas de ausencia, cruzando este desierto de la antesala del final de un mundo conocido. Nos aguarda lo desconocido. Esta es nuestra guerra.

jueves, 17 de marzo de 2011

caballas

--Tú adulas a Anghel --dice Lizundia mientras esperamos iliadas en Atlantic city.
Claro que lo adulo, y lo celebro. Buen vasallo cuando hay buen señor. El nahualt defiende que Anghel es bueno cuando narra e infantil cuando hace coplas. Yo no le discuto lo primero, sino lo segundo. Cada dos coplas infantiles, nuestro poeta acierta como un plato de caballas en un día gris. Lo ilumina. Las caballas me las trajo Chani, él las había preparado, y aquí guisó unas papas, impregnadas de orégano, que quedaron dignas de las caballas.
--Eso es lo que tú tienes que decir en la radio: "Mi amigo Chani me llevó hoy unas caballas y pam pam pam guisó unas papas...
A las doce de la noche ya es la octava vez que Chani celebra las caballas del mediodía.
--Eso es lo que tienes que decir en la radio, porque eso es poesía.
--Ya lo digo en el blog.
--En el blog no vale, que eso no lo lee nadie. Lo tienes que decir en la radio, la poesía gastronómica de Chani.
A ver si me acuerdo y logro burlar al mandarín de la nave. Por lo pronto, hoy viernes él, Víctor Roncero, escudado por su hermano José Lizundia, celebrarán a Israel (también mi Israel) en Al Faro, en la ciudad de... me acuerdo de una frase que hay en Agosta escribe (editorial Idea) pero esa frase no es mía, a mí que no me digan nada los cota 600.
Y otro acontecimiento que me toca de cerca. Mañana también, pero en Las Palmas, se celebra la presentación de Los días prometidos a la muerte, con Javier Hernández (autor) y Anghel Morales (ahora en su papel de editor, que eso es otra).
Mientras tanto, que la locura atómica amaine y un Samurai sepa derrotar la máscara enemiga, y que el séptimo de caballería le ataje las ínfulas a Gadafi.
Hoy no más que decir, abajo en el patio me espera trabajo. No puedo ahora contar lo que pasó con Juanito, Griselda, la institutriz y el mago. Imaginen, acertarán.

miércoles, 16 de marzo de 2011

los pelos del conejo

La palabra es energía, energía ATÓMICA. Una palabra mal dicha (desperdiciada) puede provocar un cataclismo geográfico. Pensar que el hombre es una cosa y la naturaleza otra, es un absurdo. La mente humana, alimentada con la sangre del cuerpo, su carburante, se comporta como igual que la naturaleza, porque es parte o lo mismo del resto del espacio y el tiempo. Una guerra como la de Libia es lo mismo que el maremoto de Japón, y el maremoto lo mismo que la central nuclear. Despotricar contra Dios o contra los hombres es tan destructivo como querer atravesar un río caminando sobre las aguas (cosa no imposible pero si bastante difícil). Las soluciones son otras. Quizá empiecen por poner contenedores de aceite y de pilas. Estamos tirando demasiado aceite, estamos tirando demasiadas pilas. Yo el primero. Y parar la generación de leyes impositivas. Que no sirven sino como aceite desperdiciado y pilas mal tiradas. El despilfarro de la basura (entra ella, las leyes que logran lo contrario de lo que quieren evitar) es la principal preocupación que debe ocupar las horas del mandatario. Pensar en otra cosa, en ponerle un felpudo a Pajín o un guante de boxeo a Rubalcaba, es estar tomándonos el pelo. Y pa pelos, los del conejo, que ¿sirven para hacer cepillos de dientes?
En fin, palabras mal dichas son las inapropiadas según la localidad, y luego hay otras que son universales, pues como bien piensa el Cuervo, las mujeres oyen y los hombres ven.
--Chito, ¿ya no vas a Mercadona? --me pregunta Mimosa, la hermana de Domitila, por la mañana, cuando salgo a la calle a iniciar el día con un café en el Castillo o en el Monterrey.
Domitila la Negra siempre me encarga (me lo recuerda cada tres días) que le traiga de Mercadona papel de cocina estampado. Pensé en Ramón. Mercadama es su territorio. Yo hace siglos que no voy, iba con mi padre pero ya no vamos. Pero no es lindo abusar de un amigo. De los amigos moros sí, pero de un oriental como el Cuervo, ni pensarlo. Y menos de un gomero. El otro día por la noche abusé de MRM y toda la noche estuve sacándome espinas. "¿El cuervo de papel? ¡Ese título es una porquería!", golpeaba el oyente la barra de Fernín, y Fernin moskiado.
--¿Sabes, Fernin, cuánto me pagaron por 186 kilos de plátanos? --dijo Marcelino, y extrajo del contenedor de servilletas una servilleta--. Aquí tienes el título --rugió--: "gracias por su visita".
--No dejes que nadie le ponga un título a tu novela --graznó el poeta Orlando, el único y su propiedad--. Busca dentro de las páginas, seguro que lo encuentras.
A mí me da igual que el título mane de Marcelino que de don Pepino. Relativismo lietario: lo que importa es el texto no el autor. En algunos casos, aunque no la tengan, hay que valorar la razón de los absolutistas ("esto lo dije yo, esto es mío"). En este caso no, porque el oyente su autoridad la tiene demostrada. 4 cm de autoridad literaria. Incluso pienso incluirlo en mi futura y única antología "El bar de la ignominia" (por ahora con un cuento de Berto Linares y otro de Jose Lizundia). La idea antológica brotó de Tony Charlín, por lo pronto hundido bajo los efectos del pantano.
--El caballero está amulado porque no le hago un regalo... los pelos del conejo le voy a regalar --me cuenta *** cuando pasó a ras de su ventana.
Me alejo del oleaje que se traen hoy el caballero y la señora ***, y entro en la plazoleta cuando Pepe el Conejo me llama pa preguntar por mi padre, y me coge por un brazo para contarme todas las enfermedades que él sufre.
--Morir natural es lo mejor, morir de esto que yo tengo no hay derecho... --Intento zafarme antes de que me cuente en cuarenta capítulos todo lo que tiene. Su mano parece la mandíbula de un perro de presa. Cada vez que hago ademanes de alejarme, me aprieta más y más. A lo mejor es un aliado y soy tan torpe que no me doy cuenta. De pronto, asumido el papel de oyente, percibo su historia, las circunvalaciones de su habla de herencia turca. Dáse cuenta de mi interés y afloja la zarpa. Menos mal. Aprovecho antes de que me vuelva a coger...

Abro la puerta de la casa de mi padre. El Thor, en el sillón. El caballero de las malas costumbres.
--Chito, ¿miraste si hay velas para tu madre?

lunes, 14 de marzo de 2011

hoy noche

Me alegra ver "según la esquela" (el título es de JRamallo) en ZOO PUNTO CERO. Me hace pensar en mi relación con la poesía. ¿Cómo nació? ¿Qué motivos la desarrollaron? ¿En qué zona del huevo luminoso está ahora ese punto de encaje de la poesía? Preguntas que requieren buena memoria, ágil inteligencia y férrea voluntad. Por favor, miren para otro lado.
Hoy programazao, con necesidad de una pared en la que robotar la piedra filosofal. Quizá no haya otro remedio que dar un nuevo golpe de Estado. Meter a nuestro amado Víctor en un saco (como a un perrito de mi brillante infancia, dolor este incluido) y tirarlo al mar y que sepa lo que es un gope en seco. En fin, después en Atlantic, sin griega ni normanda ni alemana, curamos Lizundia y yo nuestras neuras. La realidad se impone. No hay motivos para sacar las balas del polvorín. Sonia se portó. Y gracias a que está lejos, Berto está haciendo ahora lo que siempre tuvo que haber hecho.
¿Novedades en San Andrés? Recordé los tres días que el poeta Orlando llevaba desaparecido. Si antes lo nombro..., cuando regresé al pueblo, en el Monterrey estaba, con Pedro el carpintero, más hombrecito, sin darme la lata con sus textos.
Más tarde otra vez en el Monterrey, con Beba, un paisano, Pedro y Fernin.
--Tú escucha... y al rato me llama Fabiola, que está con el Chuchi... "¿Qué pasó, Bebe?"... Pos empezó él a hablar con Jose el de la Pandorga, y...
--Jesús es muy mamable...
--Ah, espérate... Cuando llegué... y perdona porque me acabo de enterar hace un rato que ella no hizo nada, y eso que cogió y se viró y... y después comenzó a marcar, marcar ahí, y Ricardo... ¿Tú te enteraste de eso, del follón de Fabiola y el novio?... Siempre está con las mismas boberías. Pos nada, me llamó uno de los camareros y... yo no me enteré de nada, pero cuando fuimos a pagar...
--El amor es mutuo. Tú no sabes --dijo Pedro--. Yac, muchacho...
--Nueva York, Londres, pero gomero...
--A ver si le vas a dar inspiración aquí al poeta --dice Fernín, señalándome.
--¿El poeta?... Cállate la boca, este no pierde detalle --Pedro.
--Después volvieron otra vez pacá, y dijo: "a Beba no le eches la culpa". Mal hecho por ellos. Fueron los tres, los tres hermanos, y yo no hice nada, nada de nada... ¿Se puede fumar ya, Fernado?... Migo, hazme una poesía pa mí.
Le hago la poesía:

¡Cuando, niña,
tendré de tí
la dulce lengua
y el cielo
de tu boca?
¿Cuándo, niña,
te quitaré la ropa
y serás en mí
rosa blanca
y loca?

No se la digo. Es un poemastro bastante torpe y ni siquiera está dirigido a ella. Es otra mujer en la que pienso. Soy infame, pero hasta cierto punto.
--Tú con una alemana. Ortiz con otra alemana --dice Fernin.
--Es que las alemanas son muy comprensivas --dice Pedro--. Con las alemanas se puede hablar.
--Cuando me encontré al hermano --dice Beba--, fue lo primero que le dije.
--¿Sabes lo que te digo? Yo la veo en una acera --a Fabiola-- y me cambio de acera.
--Contigo no, pero con la mierda del marido...
--Pos yo he tropezado con ella en bailes y nunca...
--El otro día estuvimos en el entierro de la sardina y nos pasamos muy bien las dos...
--Ella no dice el marido sino mi pareja...
--Eso es lo que hay que saber...
--Eso es verdad...
En todos lugares se habla y no se sabe ni de lo que se habla. La mar en calma, no sé si la luna crecida. A ver si tengo un rato y pongo aquí la dichosa carta del Largarto (don Ramón) y el espléndido sueño de una dama cuando el otro día yo estuve con Juanito, tiritando de frío bajo la lluvia. Resolvimos bien. Espero contar, y si no cuento, nada se pierde.
Thor aprovechó. Primero estuvo durmiendo en el sillón de la sala, y ayer noche, que estuvo de visita la santa compaña y dejaron el cuarto del totizo abierto, Thor se echó sobre la cama del niño, o la niña. Me costó obligarlo a salir de aquel colchón. Tenía que haberlo dejado. THor, amigo, al parecer hicieron una película con tu nombre. ¿Pédimos derechos de autor? No, puto perro, no te creas tan importante.

domingo, 13 de marzo de 2011

llueve sobre mojado

--Volaron los platos, llovieron los cuchillos, un hombre se quemó...
--Ese sufrió daños colaterales.
--Pedro, dame una goma para borrar el mundo.
--¿Qué pasa, niñato?... ¿a mí? ¿a papi?, ¿a gorila viejo, plátanos verdes?
El collage del mejor español hablado en el mundo, el del bar Castillo, que unido al del Castillo que frecuenta nuestro hermano nahualt, completaría ese esplendor en la página sonora que transmite el nuevo gobernador de Tijuana.
En fin, no estaba hoy para perfeccionar el idioma. Loro viejo, ya sabes.
Tenía la cabeza en las nuevas mañas del niñato andrógino, digno continuador del rastrerío de su macho progenitor y de la hembra que lo alumbró. ¿Estrategia? Oh valiosos estrategas, ¿qué hago? ¿sigo con el numerito paciente de la guerra fría o pongo a bailar las catapultas? Y que gane el peor, que soy yo.
En fin,

Muchos defectos, pocas virtudes.
¿Con quién me caso?
Con Gertrudes.

Enemigo del bien, amigo del mal.
¿Con quién me caso?
Con Pilar.

Me gusta trabajar, llevo vida sana.
¿Con quien me caso?
Con Mariana.

Me gusta leer, de Anghel su poesía
¿Con quien me caso?
Con María.

Dicen que sale el Sol todos los días.
Me temó que me cazará
la tontería.

Y si te gustó este desatino,
invitame a una copa de buen vino.

sábado, 12 de marzo de 2011

cosas viejas (y 3)


Bueno, con esto acabo con lo encontrado. Ya publicado, ya olvidado. Si encuentro más, bueno o malo, aquí espero que estarán. Estos se los dedico a JRamallo por su animador comentario. Gracias, amigo.


Callado
lunes o viernes
jueves o domingo
abril florece
se marchita el día

Santa Cruz
cruz y raya
lecciones primarias
y el tedio

Días desabridos
días esperando
al ventero
días enteros
días encajonados por los días

Y así cualquiera
despierta y ríe
sonríe
y fríe
el último verso.

***

Cayó Calletana
sobre el colchón flex
de su cama
y dormida al fin calló.

Su aparador huele a colonia
y detespún
En frasco de lavanda
tiene sus cartas de amor.

Calletana duerme
Sueña con sombreros de París,
con Rodolfo Valentino
y con el premio Adonís.

***

Tírala al mar
por ese puente sin historia
y vela flotar,
su cuerpo sin memoria.

Poesía sin humo y sin forma,
fuego de la ciudad,
aquella ciudad que nombran
Espejo Mortal.

En laberintos sutiles
encerraron los percances.
Oh pasajeras vírgenes,
rezad, rezad...

***

EPITAFIO DE UN VERSADOR

Mi arte fueron tres autores
que cedieron armonías
al centro de mi vacío,
que ni siquiera ardía.

Busqué en inspiraciones
ajenas lo que negaron
a mis días. No me duele el crimen
sino lo inútil que fue todo.

Si hoy volviera bebería el vino,
comería la carne del cerdo
y dormiría contigo sin afanes
de escribir ninguna otra palabra.

Ni mediría con reloj de cuarzo
el ritmo de los versos.

viernes, 11 de marzo de 2011

cosas viejas (2)

A quien mató la calandria que me cantaba al albor, dele Dios mal galardón. A quien robóme los libros (bastantes centímetros) que lo condene a leerlos, en vez de cultivar vino con veneno y criar tortugas de dos cabezas. Es curioso, lo que más me fastidiaba de mi padre, in illo tempore, era su manía de preparar el territorio contra los ladrones de afuera. (De los de adentro, mejor callar la boca.) La única defensa es que lo robado se vuelca contra el ratero como un tsunami. Lo arrolla. Pero antes tendremos que comulgar con la ley Pajín. En fin, cada cual disfrute de su gusto, libertad que traspasa la libertad del otro, ese canalla, ese... En fin, es bueno saber lo que no se sabe. Anghel me echa en cara mi canto a Israel, sin saber que mi Israel es El cuervo de papel, aún esperando el prólogo del hermano judío mayor y la copia en papel.
Hoy móvil-móvil con Berto. Pegando fuerte el Lagarto, boxeando al gancho de izquierda. Obsesionado con Javier Hernández. Pronto, Javier estará en Las Palmas (esa isla prometida), con Anghel Morales su editor, y su libro de los 13 cuentos ejemplares. Mejor los de Ramallo y Marcelino --no hay que olvidarlo, por sincronía, una época marcada por el independentismo bananero de don José--. Javier sabe mover la trama, y no es poco valor. Se le escapa la atmósfera necesaria, pero cuando sufra un poco y aprenda a respirar, pobre de nosotros infelices poetas menores.
Aquí abajo va otro viejo presunto poema. Con un tema tópico: lo esfímero. Eso siempre me interesó. Akí en Canary ese tema está ya en los primeros versos en español conocidos: "todo lo acaba / la malandanza". La vida es breve. Ni el carpe diem sirve de consuelo como recurso a la contra. Es necesario no dejar de saber que la muerte camina siempre a metro y medio (si don Juan yaqui no engañaba). La vida es breve y el arte largo, decía Ortega (?).
El arte hoy ya ni es breve ni largo. Se acabó. La pintura se acabó con... ¿quién ultimó el arte de la pintura?


fríamente ve
por dónde tomar la senda
y anochece, y se acuesta
y se levanta
y mea,
y duerme otro poco
y fuma el cigarro
de las tres y media,
y entre humo y humo
espera
y mientras
se va calentando
la frialdad y
le da un puntapié al orinal
y padece de insomnio,
y según dijo el médico
acusa un fuerte dolor de vientre,
y muere, según la esquela.

cosas viejas (1)

Hallo por ahí unos cuantos versitos, ya viejos, propios y ajenos. Empiezo por los ajenos.
De Roger Wolfe:

Si esta es la muestra,
que venga pronto el paquete.
Si esta no es la nuestra,
que follen al zoquete.

(Tomas Morales en ácido)

y por mi parte se lo dedico al listillo que se mamó el libro "Hay una guerra", también del mismo viejo amigo.

jueves, 10 de marzo de 2011

uan calandria?

El puré de potage a medio comer, abierta la lata del gofio, me pide que lo lleve al wáter, se desploma, apenas logro sostenerlo, se caga en el pantalón del pijama, Beba espera en la sala a que la lleve a la montaña, "quítame el pantalón", lo llevo al cuarto, el pie hinchado, dos heridas en los brazos, agua oxigenada, pomada en el pie, Beba sigue esperando, en dos minutos la llevo a la montaña, regreso a la plazoleta, dicen que mi ex fratela se operó hoy, no sé si le quitaron el tumor de la codicia, creo que por la tarde cantó una calandria, eso dijo mi padre, "una calandria está cantando".

martes, 8 de marzo de 2011

sueño y despertar con 0-2

Anoche un sueño maestro, no sé si con el librito acertado. Me enseñó que es de torpes dar cabezazos a una montaña con el intento de hacer un túnel para pasar al otro lado. El método más idóneo es volar, remontarla y luego seguir ascendiendo. De los apaciguados es el reino de los cielos. No hay nada que perder --decía el hombre de conocimiento-- sino la propia impecabilidad. Eso también me lo recordó ese sueño maestro. Y que la paradoja de Aquiles y la tortuga no es tal, sino la demostración de que el movimiento no existe. No hay diferentes puntos en el espacio, sino la repetición de un mismo punto. El movimiento es una ilusión, un espejismo necesario. En fin, supongo que algo de cierto habrá en toda la pretendida maestría de ese sueño. El Tenerife ayer no perdió. Le ofreció a mi amigo el Cuervo un relato impecable, lo único que no podemos perder, si queremos volar en lugar de darle cabezazos a la piedra.
--¿Vas al programa hoy? --me pregunta Chani.
Si pudiera saberlo, pero ni siquiera eso sé. Sin embargo ese 0-2 ilusorio, cuando desperté del sueño, fue como si me golpeara esa piedra de la montaña, y luego, el 1-4, como si en lugar de volar, un pozo se hubiese abierto bajo los pies y uno cayese al fondo.
Ramón, ciertamente, me habló del flotante azul y blanco.
--Cuando doblemos la esquina lo veré --dije.
Cuando llegamos a la esquina, como si cerrásemos los ojos a los presagios, nos olvidamos de la mole flotante, el extraño barco.
Mejor así, estamos solos. No podemos confiar en el equipo. Es saludable saberlo.

lunes, 7 de marzo de 2011

la mañana es azul

... "azul es la mañana". Recuerdo la canción de Orfeo negro, una película que tendría que ver de nuevo para comprenderla. En su momento, no la comprendí pero me llegó a los huesos. La canción justifica todo el filme. Brasil. Día-noche de Carnaval.
--Yo me las ventilo para ir al wáter. Claro que si tú estás aquí, me llevas, pero si estoy solo voy. Así que si tú sales, no tengas problemas de que vaya a cagar --me decía el viejo hace algunas semanas.
Anoche, compadecido de que me acosté a la tres de la madrugada, no me despertó. Y oí "Chito, Chito, por favor levántate, que me caí". Estaba tirado en el suelo por fuera de la puerta del cuarto, con la cabeza sobre el escalón que separa el patio del comedor. No sé cómo no se rompió el cuello.
--Los del Tenerife --dijo hoy, después del partido-- parecen un ganado de cabras, unos paká y otros pallá... La pelota la perdían más veces que el carajo... No tienen defensa ni tienen delantera.

Lo siento Por Ramón, que hoy, antes del partido, me invitó a comer en el Petón. Esther, la hermana de Beba, la mar de cariñosa. Y luego Beba por la noche en el Monterrey. More esto y lo otro. En fin, y Pedro el carpintero en una esquina viendo que después de la lluvia, no se mueven las hojas de las palmeras en la avenida.
--"No sé qué hace Juanito en el blog de Jesús" --dijo Ramón que se quejó Lizundia.

Es curioso, el culpable de que esté aquí --bueno, un poco lejos de aquí ahora-- el tal Juanito, va y se me queja. y mañana, ¿habrá ese programa?
--Jesús, ¿cómo está El Castillo? --pregunta el Fatiga cuando regreso a la casa de mi padre, en medio de la plazoleta, con el cachorro espabilado...

La noche es azul, azul es la noche...

domingo, 6 de marzo de 2011

el pueblo vacío

"Cada marinero tiene su tiburón. Y si consigues escapar es mucho peor".

Leo a Nikos Kavvadías, La guardia, la novelica que me regaló el Cuervo. Así que hago como nuestro Anghhel. Anoto aquí y allá. Marco con caretas (estamos en carnaval) episodios o momentos que me tocan de cerca, que me despiertan lo que hay bajo el barro de la memoria, y que a veces da dolor. Ramón decía que hay páginas que parece que el hombre las escribió borracho. No lo creo, no creo que haya ni una página en esta novelita que sea desperdicio. Autores que son hombres antes que escritores, y que escriben porque han vivido como hombres, mal que bien.
Incluso dejé a la mitad la última visita facultativa de Togas y Letras. La entrega de Agustín Enrique. Demasiado rollista para mi gusto, pero valdrá la pena terminar su escrito de letrado entogado. Escribe sobre el oficio o arte de escribir, y parece que está escribiendo un manual de idónea sexualidad. Veré adónde llega, qué tiburón lo muerde.

El pueblo está vacío.
--Alpargata --me llama el Fatiga.
--Ahora estoy escribiendo, arreglando una novela --le digo.
--¿Salgo yo y el perro?
--No, no sales tú, ni el perro --un cachorro espabilado que si lo comparas con Thor, te dan ganas de llorar. Pobrecico. Ayer lo llevé a la montaña de los búnkers. Lo tenía castigado, pagando con él las rabias que otros me inoculan. En fin, me lo agradeció.
Y en el patio sigo con ese Horizontal plus, que a veces me parece excelente (digno de un Marcelino Marichal, un JRamallo, un José María Lizundia o un Anghel Morales, por no citar a los armadores del sur), donde ahora La guardia de Kavvadías me sirve de guardián para evitar la autocomplacencia. Sin embargo, otra veces tengo la sensación de estar escribiendo un bodrio como Cien años de soledad, algo que no merece sino un tiro o enterrarlo con el autor cuando se muera. Sea lo que sea, en eso estoy. Hasta otro momento, pues.

sábado, 5 de marzo de 2011

san que no sé

No sé si combato en una divertida guerra ó cumplo la penitencia de los pecados que no prescriben. Entre don Juan yaqui y Cristo anarco-antisindicalista, me debato. No sé si convertido en Camaleón emplumado vigilo a las moscas verdes o le hago polvo el huerto al pobre Gesemaní con el santo gríal sin una gota de vino de Burdeos. Ningún lugar del mundo tiene un vino como aquel. Color, baile, olor y sabor, como caminar descalzo por la hierba menuda. Una temporada en el Infierno, escribío el maldito Rimbaud. De Rimbaud pocos poemas la verdad, lo demás se me escapa. Y encima lo de Juanito. Ahora está en el jardín de Griselda, escondido en las ramas de un árbol. Y yo pendiente del móvil. No quiere que lo llame porque lo tiene en silencio, por si acaso, pa que no lo descumbran. Cuando hablo con él le digo que se deje de tonterías, que venga ya pa ká y se enfrente como un hombre al castigo. Ahora dice que está justo enfrente de la ventana del cuarto de Griselda, pero que también le está interesando la otra ventana, una que está a su izquierda, del cuarto donde duerme la institutriz de la niña. Ese es capaz de estar una semana en las ramas y comiendo limones. Es su fruta favorita, yo diría casi que es su comida favorita. Recuerdo que su tío el año pasado le compró una guitarra y habló con Rivero Vivas para que le diera escuela de guitarra. Pepe se puso a enseñarle a tocar mi limón mi limonero, pero ni así. Juanito tiene oído musical peor que el mío. Emite pero no capta. Le cuento el caso extraño del poema de Alberto Linares el Lagarto, que publiqué aquí hace unos días.

Es un poema de necrologia comunal. Todos muertos. Menos en la estrofa donde me pone a mí.


Pienso que ahí hubiera acertado Berto si pone a Ezequiel padescanse en lugar de ponerme a mí. (Los versos fueron escritos varios días antes de esa desgracia.) Quizá el poeta lo intuyó, pensó incluso en Ezequiel, pero por algún motivo enredado en la complicada cabeza del Mono de fuego Alberto Linares, estoy yo en lugar de Pérez Plasencia. Cuando lo leí me sentí como si leyera mi esquela. Debo de ser el siguiente, pensé. Pero no, poco podíamos prever que el siguiente por ahora no estaba aquí sino en Cartagena. Varias coincidencias con E.P.Pl. me tocan de cerca. Los dos somos unos escritores del pico del águila, los dos fuimos correctores y los dos teníamos problemas en el habla. Él era gago y yo disléxico. En fin, Juanito no me deja que me extienda. Él de lo que quiere hablar es de la ventana de Griselda, y de la ventana de la izquierda. Yo le cuento la tortura china que le espera cuando regrese al pueblo. Encontrarme con su tío en El Castillo es un dolor, sobre todo si está bebido. Rasgo añadido a este Burdeos espiritual o este gesemaní de hordas y tribus. No sé.
Leo al marino griego. Ramón dice que tiene sus poemas, cantados. El martes lo veo crudo, pero si embarco y llegamos luego a Atlantic city y aparecen las azafatas de Atenas, eso habrá que oírlo.
Y que bailen las máscaras pecadoras en este pueblo santo.

palabra/silencio

Sigo con Togas y Letras. Esta vez con "Lugares comunes", la colaboración de Eguiar Lizundia. Me hizo pensar en el contenido que le da a "pueblo" Agustín García Calvo: lo que no es Estado. Y cómo el signo positivo de una dicotomía verbal, se contamina del considerado negativo.
"Quienes nombran las cosas se adueñan de ellas", dice Eguiar. La manera que tiene el Estado de contaminar al pueblo, aparte de favorecer Asociaciones de vecinos, cambiar el nombre de las calles, etc, es delimitando los usos de la lengua (premia unos y castiga otros), pero el pueblo (la comunidad de hablantes) replica y contrataca. El individuo es robado a la familia (célula del Estado) y poseído por la comunidad cuando le cambian el nombre de bautizo (surge así el nombrete, comúnmente aceptado por el propìo individuo como nombre de sí mismo).
Y volviendo a la contaminación de las dicotomías lingüísticas, eso de que un miembro vierte sobre el otro su contenido, pienso ahora en "fascismo/democracia". El primer término ha quedado desposeído (como asegura Pérez Reverte) de ciencia, y su contenido se reduce a "despreciable", mientras que sus antiguos rasgos quedan integrados, si no en el significado académico, sí en la realidad del signo tenido como moralmente aceptable. así las democracias quedan preñadas de mandatarios despreciables, que de tanto usar la palabra "democracia" la gastan o la pervierten, con maneras y modos que no desaprobaría un antiguo fascista. Ese mismo proceso ha ocurrido con "ciudadano/esclavo (súbdito)". El llamado hoy "ciudadano" es la perfección del antiguo esclavo, que para solaz del Poder, acepta gratamente su condición de tal y se llama a sí mismo, con la boca bien abierta, con orgullo, "ciudadano".
En fin, son algunas preguntas que me han hecho brotar las páginas de Eguiar en Togas y Letras. Si no fuese porque es empalagoso un estilo interrogativo, en todo lo anterior abundarían los signos ¿ y ?.
Eguiar Lizundia escribe también algo que lástima no haberlo leído cuando los Hermanos tripulantes atacaron a los tripulantes primos denominándolos relativistas. "Einstein, Heisenberg o Gödel influirán en el surgimiento de las teorías del caos, las catástrofes y la complejidad, generando un efecto relativizador de la máxima platónica": "cosmovisión basada en pares contrapuestos en el que uno de los elementos siempre es el positivo". El texto de Eguiar hubiese servido de potente martillo con el que contragolpear a nuestros amados Hermanos. Sin embargo, por debajo de la razón, Víctor y José María tenían razón. El otrora elevado calificativo ("relativista") es hoy también moneda inflacionada, vacía de contenido real.
En fin, en esto llega Orlando y me pregunta si leí (es la tercera vez que me lo ha dado a leer) su nuevo poemario.
--Y cuando leas eso, te voy a pasar mis cuentos para que tú me los ordenes.

Absoluto silencio, y no me digan que el silencio otorga.

viernes, 4 de marzo de 2011

trovadorías

a Anghel

A ver cuándo sacas mi libro
que ya me tienes mosquiado,
si no lo compra Teresa
lo venderemos de fiado.

No quiero que tú te arruines
con baratija en mercado,
si no lo compra Gadafi,
otro lo tendrá comprado.

Se lo vendemos a Pepito
de Gorgorito disfrazado.
Y si no, hablo con Lizundia
para llevarlo a Bilbado.

Verticales son las rayas
de nuestra sencilla bandera,
y contra cobrizo horizonte
van nuestras armas guerreras.

Con barro se cura el mal
y el bien se cura con tal
cosa que yo no sé.
Venga palante, mi amigo,
que no nos falte la fe.

jueves, 3 de marzo de 2011

recuperando lo perdido

Mierda, acabo de perder todo lo que escribí anteriormente. Hablaba de un artículo en la prensa extranjera, de un catedrático de no sé qué, que vaticina que Israel tiembla con los nuevos acontecimientos en el mundo árabe, y más ganas me dan de oír lo que dirán los Hermanos el día 18 en Al Faro.
Luego hablaba del recién abierto blog de Agustín Enrique, "Lobo atlántico", de quien un amigo dice que debería llamarse "Pequinés a bordo de una chalana en un charco pequeñito". "El ser humano siempre debe rendirle cuentas al tiempo", escribe AE. Nada que objetar. Tópìco que se cae de maduro. En otro sitio, oigo el discurso en Suecia de Vargas Llosa, a quien ahora ladran perros argentinos (no pequineses). "Perú no tiene una identidad porque las tiene todas"... "polígrafos acostumbrados a juzgar a los demás desde su propia pequeñez", son algunas frases que recuerdo. Empiezo a sentir simpatía por VLL, aunque hace tiempo que desconfío de las palabras pomposas (Libertad, Democracia...), herederas de los fundamentalismos pseudo religiosos. En otro lugar, leo una mordida de Ezequiel Pérez Plasencia titulada "Editorzuelo": "La editorial Vencom parecía limpia e inmaculada, pero era sucia y traicionera". Hombre, último víctima de los buitres, en las actuales cuentas del tiempo ni la Virgen está inmaculadamente limpia. En fin.
Bajo al bar Castillo, donde se habla el mejor y más primoroso español de todos los tiempos y territorios, con permiso de nuestro Anghel Morales. "Ayer no quería quitarte el sombrero, que te pusiste, sino saber de qué estaba hecho", dijo el Fatiga. Quien si intentó quitarme el sombrero fue Fabiola. Hay gestos en que el sexo me da igual. El sombrero de un hombre es sagrado, y más si se lo regaló una de sus hijas. Y me da igual que se llame Fabiola o Letizia, otra que tal baila.
Me llama Marcelino, contento porque el Reyno de Navarra se interesó por su salud. Ya se le bajó la fiebre, ya está en pie de guerra. La única nota discordante en el Castillo hoy era el tío de Juanito. El niño sigue sin aparecer. La Unipol ya está moviéndose por todo Santa Cruz, en pleno corrupto carnaval, buscándolo. Si lo viese le cantaría las cuarenta contra los peligros del amor. Está bien el amor a partir de los ochenta. Antes de esa edad es una dictadura contra la que hay que luchar. He dicho.

miércoles, 2 de marzo de 2011

apuntes en mitad de la noche

Todos los animales participamos de una global naturaleza. No es extraño, pues, que los hombres, animal inferior, dotado de ese lastre que es la palabra --en contra de la filosofía emocional de Marcelino Marichal--, queramos, en nuestro breves momentos de clarividencia, que desgraciadamnete convertimos en rutina porque la idiotez nos impide salir de los ritos de la especie, convertirnos en ese animal de los cielos que es el buitre, y picoteemos, afán ecológico, los cadáveres de nuestros semejantes. A veces para santificarlos, como en aquel cuento de Bocaccio donde un miserable individuo es elevado a santo, y normalmente no más que para decir que bueno era el muerto. Aunque estoy contra el sentir de Marcelino Marichal, que está escribiendo 20 poemas 20 maldiciones contra toda boca que hable bien de él cuando esté muerto --espero que no lo mate la gripe y se le haya bajado la fiebre-- no dejo de sentir, a cierta hora del día --al margen del mundo de la razón y de las ideas-- como él siente. "Son los muertos los únicos que tienen derecho a hablar de nosotros, y mejor no oírlos".

¿El mundo de la razón y de las ideas? Vale, tiene razón mi amigo el nahualt de Tijuana, pero se la quitaría si no supiera que él también sabe que ese mundo es la parte visible del iceberg. Lo que está por debajo necesita otra mirada, mirada de pez, que no tenía el Titanic.

Un detalle me llamó hoy la atención, cuando salí del bufo periodístico local --matador de la idea-fuerza que proclama Antonio Cubillo-- y compré en el kiosco de Ana un periódico extranjero. Dos noticias cortadas por la misma tijera. Saif el Islam, hijo de Khadafi, y Zu Guttenberg, ya ex ministro de Defensa alemán, descubiertos como plagiarios de sus tesis doctorales. Uno se empecina en el poder, el otro se retira. La noticia sobre uno destaca los contenidos de su tesis doctoral; en la que concierne al otro, sólo se limita a informar de que el 20% de su tesis está plagiada (no hubiese dimitido de haber leido en Togas y Letras lo de Manolo Suárez), sin entrar en un mínimo detalle. Amo a Israel y mi sangre judía es poderosa. Por eso sé que esta causalidad (perdona, Sábato, por recurrir a lo que en ti ya es un tópico) es crucial, y habla no de la masa sumergida del iceberg, sino del abismo que hay entre su base y la zona oscura donde habitan los mostruos del sumergido abismo.

Volviendo a la superficie, no sé si Ramón solucionó sus virus o como se llame. Tendré que engañarlo con algún subterfugio y que regrese de nuevo a este pueblo. Tengo correos-e de un amigo que merecen estar aquí, y ya no acierto cómo hacerlo, me olvidé su lección informática. Bueno, viejo guanche del sur, ya lo sabes.

Otra historia es esta noche con el Fatiga, el Chani y el Pollo en el Castillo. Pero hoy me alejo de localismos. ¿Vale?

martes, 1 de marzo de 2011

porprograma

Pos programa, me llama al móvil nuestro nahualt interesándose por el informe de los oyentes. Están en Atlantic city, esperando a las azafatas griegas. Seguro que llegaron hoy, que yo no estoy, e invitaron a los marinos del mar a las habitaciones del aire. En fin, la envidia es mala cosa, ni vive ni deja vivir. La envidia, por ejemplo, de los mierdas rateros y codiciosos, que hoy procuraron no presentarse a tiempo y me impidieron ir a un Santa Cruz que con los tripulantes de Tijuana parece recuperar antiguos sabores, de cuando El Gallito abría la puerta a los noctámbulos en la zona Noria. En fin...
Golpe de Estado jacobino o cábala del rabino, Víctor se asienta, a pesar de sus quebraderos de cabeza, en el puente de mando. Mi crítica, constructiva por supuesto, es que dejen los abstracto y bajen a lo concreto, olviden la fonología y desciendan a la fonética, e incluso mejor, al sonido. Por mi parte lo siento por el Cuervo y el capitán, que rayan blancamente con pocas cortaduras, pero sigo votando por nuestro nahualt Lizundia. El predicador fracasado, la caricutura vascongada en Canary, según él, o el profeta que habla de las ilusiones humanas, de los anhelos, de la esperanza...
--Quiero anunciarme a mí mismo que no me estoy oyendo nada --inició Víctor su clarividente español después de su ameno alemán.
El oyente Marcelino, con 38, 8 de fiebre, sentencia que la semana anterior flotaron y hoy navegaron.
--Me gustó hasta que llegaron a la necrofilia... menos mal que Lizundia sacó el remo y bogó a la contra...
--¿No haces una puntita ahí? --me pregunta Chani, que de pronto apareció aquí, en este cuarto de la computadora, como un espiritu, y no me ha matado porque no tenía cuchillo, apuntilla.
El día ha sido fructífero. Orlando me invita a una ceverza en la venta de Francisca, que no paga. En los bancos frente al mostrador, Domitila. Le pregunto por su trabajo en el Casino. Dice que trabajó allí cincuenta años.
--Estuve con la mujer de tu amigo, pero ella se fue luego a Inglaterra.
--y ¿cómo era aquello?
--Alcahuetos, alcahuetas, putas... como en todos los sitios.
Más tarde, con Chani y Beba en el Monterrey, donde Deivi me invitó a un trago.
--Me dieron ganas de llorar --le dice Beba a uno, que no conozco.
--Jesús, tenemos que ir a bailar --me propone Carmita.
--Estamos perdidos, Jesús --dice Deivi.
--Tengo que tomarme una pastilla pal ácido --dijo Chani--. ¿Te acuerdas de la venta de Domimngo, por debajo de donde están los muertos?... Ibamos al barranco --le cuenta a Deivi-- y echábamos la leche de cardón para coger las anguilas... por allí había una piedra negra, del tiempo de los guanches, para matar a los cabritos... el que mataba los cabritos sufría, porque el cabrito llora como los niños... Conocía a las cabras por sus nombres...
--Chito --llama el viejo--, pon lentejas en remojo.
Pongo las lentejas en remojo y bajo con el fantasma al bar Castillo. Animado pero sin peleas, como anoche, que al parecer le dieron una paliza a Fili.

Volaron los plásticos,
llovieron las colillas.
Un hombre se quemó

--recita Chani.

--¿esto lo tienes que decir el martes que viene en la radio?

--Sí, hombre sí.

--y esto:

Las cámaras vieron las circunferencias,
rodaron las palabras.
¡Todos los hombres muertos!

se titula "noche en el bar", y como no lo digas el martes en la radio, perdemos las amistades.

(intenté trasladar aquí un correo-e de un amigo, hablando de Sesé. Lo tendré que copiar. Mañana, si Dios quiere. Por lo pronto, las lentejas ya están en remojo.)