miércoles, 27 de marzo de 2013

La repetición mata al signo. Marcaron --cuento antiguo-- la casa del judío para irlo a buscar de noche y matarlo. El judío supo lo que había y marcó todas las casas del pueblo con el mismo garabato que habían puesto en su puerta. El valor del signo desapareció. Así sucede con las ideas que se repiten. Gastan a sus repetidores.
Oponer animismo a razón, como hace don Nítido, es como poner a pelear la vista con el olfato. En fin, acumula cm de saber. Algún día, tronco, te darás cuenta de que no sabes nada. Y que el dinero no da la felicidad. Sólo la compra, y no siempre. No cuando el sueño de la razón...
*
¿Hay jazz esta noche, Xuan? ¿o sólo música sacra?
*
Hoy sale Gloria T en El Día. Dice que en España no aprecian la literatura fantastica. Tiene razón si es cierto que España prefiere el realismo. Pero ese realismo fantastico que fue el Quijote. Su libro, el de Gloria, tiene un cuento que es realismo fantastico. (Que no es lo mismo que el realismo mágico.) El del profesor que se retira a perfeccionar un invento que lo va a poner en la cima de la gloria. En realidad, se retira al infierno. Un cuento ejemplar. Y Gloria T, un descubrimiento.

El cuento fantastico en España es poderoso. Una fantasía impregnada de realismo de tierra adentro. El mar ha producido una literatura menos fantástica, aunque ahí esta lo del beato de Liévana. Recuerdo la discusión con Cuervo en la radio a cuenta de la imaginación y la fantasía. Leímos una frase que defendía que la imaginación era reflexión de la realidad y fantasía escapismo. Los científicos y los poetas eran imaginativos, y los lerdos y zoquetes eran fantástico. El Cuervo me rebatió. Tenía razón. Muchas frases que quemar este próximo San Xuan,

mañanitas de San Juan,
caminaba el conde Olinos
por la orilla de la mar...   



 

martes, 26 de marzo de 2013

de Olga Luis Rivero

Hay un incendio
al oeste del cielo.

(de Olga Luis Rivero. El enero. Ediciones Idea).

Poetas tenemos pocos. No nos engañemos. Respetables escritores que a veces escriben con línea partida, vale. Pero poetas pocos. Olga Luis Rivero tiene la virtud de convertir la realidad, que uno mira agreste, en el asombro que tiene la vida cuando la contemplamos en máximo esplendor y en máxima oscuridad. Lo que se cuenta es único. El baile es irrepetible.
Llevo conmigo este libro como un talismán. Me lo merezco.

lunes, 25 de marzo de 2013

mañana María Teresa

No oigo el canto de las sirenas. Polífemo no me tira piedras a ciegas. Circe no me dice que me quede a comer uno de los cochinos. Otros se llevan las palmas, otros tocan el piano. Oigo a los ilustrados y supongo que tengo que dejarles el espacio porque cada día estoy más desilustrado. Pienso sólo cómo no pensar nada. Gente a la que quiero no lo está pasando muy bien. Me siento culpable de disfrutar del sol y del mar de Valleseco nuevamente, como el año pasado. Culpable de comerme un choco en el bar de Ibrahim a mediodía o un café por la mañana leyendo la columna de Andrés, No Premio Canarias de Comunicación. Se lo han dado a un Tal Cabeza de Vaca. A este no lo leo. No me dice nada. Del Diario de Avisos leo a veces a Pomares y siempre a Jerez. De ahí no paso. Luis Alberto de Cuenca dijo que presumir de leer mucho es de imbéciles. Leo a don Nítido. Me lo confirma. El babieca ilustrado. Y yo el pollaboba desilustrado.

Perder a un amigo, cuando no llego a cinco (amigas tengo menos), es otra desgracia. Pero los ilustrados me abandonan, incluso el amigo. Ay, animales, que mundo éste. 

Mañana martes, espero que con la presencia física de Merodeadores de orillas, hablaremos en la radio (La Puerta, seis de la tarde, Radio Unión Tenerife) con María Teresa de Vega. Lo primero con ese libro, gracias al personaje judío que escribe en su peculiar español, he recuperado el cualo y el cuala de la infancia. Formas por la que los ilustrados del pueblo identificaban a los ignorantes del lenguaje. Ay, estos sabios. En el libro de María Teresa, escrito "kualo" y "kuala". Seguimos con la K. ¿Seguimos?

El viernes pasado, gracias a Eduardo, conocí la novela Guad. Las novelas están para contarlas. Y Eduardo la contó muy bien.

Noche en la calle Clavel. Un Buitre acecha.


viernes, 22 de marzo de 2013

mierda apestosa

Sueño malaje ayer noche. Iba con Anghel y otro a casa de SA, junto a un parque natural paradisiaco, con un arroyuelo de aguas mansas donde disfrutaban piragüistas, monitorizados por don Nítido. En la casa, el otro elogió hasta el hastío el bien que yo iba a hacer con su novela. Por qué me meteré yo a hacer algo con novelas de otros, pensé. Pensé, pero ya me había comprometido. Ese mal tiene beber. Se compromete uno a lo más bobo. Pero me gusta cumplir la palabra que doy. Aunque no siempre lo consigo. La novela en vez de páginas eran frascos de perfume. Bueno, había jolgorio allí dentro. Buen ambiente. Una mujer guapa quiso compenetrar conmigo y nos escondimos en una habitación, no de lujo pero medianamente aceptable la habitación. Nos metimos en el camastro. De otro cuarto contiguo salió un bruto, un tipo gorila, que recriminó a la chica por lo que estaba haciendo, tiró sobre la cama un rolete de mierda y meó de cara a la pared, para marcar el territorio. Volvimos a la sala. Sus amigas de fuera se rieron de su fracaso. Volvió a aparecer el bruto, enfadado como un cochino. Me amenazó con un mazo de hierro. Tuve miedo a que me rompiera la crisma, pero conservé la sangre fría y lo convencí para que me ayudara a pintar el fondo de un cajón de gran tamaño. "Tú ponle blanco alrededor de la figura". Al principio pareció gustarle la cosa. Pero otra vez se enfadó conmigo y con la chica. Entró en la habitación y regresó con cuatro roletes de mierda, que lanzó dentro del cajón. Le dije a ella que se fuera y quise volverlo a calmar. Pero uno de los roletes había caído fuera del cajón, y el hedor era insoportable. Nunca hasta ahora, que recuerde, había soñado con olores. Me escabullí a la zona de los piragüistas. Don Nítido no quería mi presencia por allí, pero aquello era sólo una zona de paso y ni ganas de molestar a don Nítido. En un subterráneo observé cómo una serpiente de agua se alimentaba con unos pobres animales adormilados en la orilla. Salí del subterráneo. El puto loco me siguió los pasos. Me dijo que había un sitio en lo alto del monte donde se celebraba un baile, en un sótano. Fuimos. Tocó a la puerta. Dejé que bajara las escaleras. Me di la vuelta y salí corriendo. Vi a SA con un fajo de billetes. Le pedí 10 euros. Necesitaba dinero para coger la guagua y alejarme del hombre bruto. Luegué a San Andrés. Me asomé a la ventana donde Pepe escribía. Me dijo que pasara. Abrí la puerta, entré, la cerré y se volvió a abrir. Era aquel hombre, que quería matarme. Yo empujaba para cerrar la puerta y él para abrirla. Lo último que recuerdo es gritarle a Pepe que llamara a la policía.

desperté. Oí sonido de mensaje en el móvil.

"Ya he visto tu cuento y "tus" fotos (--se refiere a Lunula 27--). La has cagado otra vez, pollaboba, pero gracias a eso este número ha cogido un aire y un sentido como nunca antes. El problema ahora es ver cuál de las dos partes triunfará: la escritora o la manipuladora. A no ser que ambas vayan juntas, claro".

Ayer Anghel nos invitó a comer a Alejandro y a mí en el Puntero, y luego a la Malavida. Buen ambiente. Me gustó el cantante Cuenca. Me gustó bastante. No hablamos de presentaciones sino de hechos más de hombres. Anghel es mi amigo. Pero todavía no nos damos por saco. Le deseo lo mejor. A mí también me deseo lo mejor.

Por lo demás, cuando me miré al espejo esta mañana despues del leer el sms, para afeitarme, no vi la cara de mi hermano. Vi la mía. Claramente la de un pollaboba. No lo puedo negar.

jueves, 21 de marzo de 2013

Mañana

Mañana viernes 22 de marzo hablará Eduardo García Rojas sobre la novela Guad en Emmasa, frente a donde escribo estas líneas ahora. Conocí a la hija del autor en una fiesta. No la volví a ver más. Todavía tengo pendiente leer esta novela. Le cogí manía a la generación de los 70 y con leer la nada hecha pedazos cerré el capítulo de lecturas. Mal hecho. Por Mercedes, la hija de Alfonso García-Ramos, deseos tengo de leer a este autor. Aquí en esta bibloteca del parque La Granja he ojeado su libro Tristeza sobre un caballo blanco. Una prosa contundente. Un modo de contar que no se anda por las ramas. Mañana, si puedo, no me pierdo lo que va a decir Eduardo.
Esa es mi vanidad. Leer lo que quiero leer y oír a quien quiero oír. No la he que me incorporaba mi amigo hermano ayer por el móvil. Odio los móviles. Nos están haciendo un daño atroz. Sí, es paranoia lo de atroz, pero daño sí que hacen. Apagar los móviles y salir a caminar y encontrarnos en los caminos es lo que necesito.
--Estoy asqueado de la vanidad de los escritores. Voy a hundir, a mandar al fondo, esa nave de los locos. Huelen a podrido --rugía mi amigo.
Yo vanidad de escritor no tengo, a menos que con el Gigoló supere al Marlou Diésel de Marcelino Marichal, y no creo. Pero me sé la fábula del león y el ratón. El león se iba a comer al ratón. El ratón le dijo que el día de mañana podía serle útil. La fiera se echó a reir, y como le hizo gracia aquel don nadie lo dejó marchar. Otro día el león quedó atrapado en una red. Con el rabo metido entre las piernas. En esto llegó el ratón y lo libró de su cárcel. No sé si al ratón le dio un ataque de vanidad.
A mí ataque ninguno. Me considero tan bueno como Juan Royo. Y eso me llena de orgullo, pero yo escribiendo sufro. Tengo orgullo pero no vanidad. Hoy el Papa me dio una lección.
--¿Cómo llevas el libro?
--Buf.
--Claro, se te ocurre una cosa nueva y tienes que repasarlo todo. Sería distinto si escribieras algo personal.
Me suelta cada una que me deja patinando.
Yo con el Papa estoy tranquilo cuando tengo poco dinero. Me río si me lo pide.
En fin, en una tierra que ha olvidado miserablemete a Venanceo, sí quieres tener vanidad mándate a mudar.
Ayer me mudé pa La Laguna con Ramón y allí nos encontramos con Xuan, Ginés y L. Otra vez gran noche de jazz. Lady Nada no fue. Pero la cantante me cautivó. Gracias a Ginés que salió al teclado. He vuelto a recuperar el gusto por el jazz.
Lo demás es vanidad. Vanidad voy a tener si el cuadro que me pidío Cristian se parece a la modelo. Pinto lo que él no me pidió. Qué hombre de poca fe. Pero qué buen cocinero.

miércoles, 20 de marzo de 2013

esperando un perfume

Agenda: Sanantonio me prometió el Euforia para Rosa. Espero que cumpla.
Sigo entusiasmado con la lectura de El animal enfermo, de Philip Roth. No es una novela universo, como El marino que perdió la gracia del mar o La casa de las belladurmientes, entre otras, pero es una novela mundo. Se le nota demasiado el truco pero da igual, se le perdona. Además entra en un tema que a mí me lleva interesando hace mucho tiempo (a otros les da por el Sahara), a raiz de la dialéctica del marido y el amante. Los celos. Lo celos recorren la arteria principal de la novela.

Consuelo me dijo que, cuando estaba en el instituto, tenía un novio que deseaba apasionadamente verla mentruar.
--Llámame cuando te empiece la regla --le pedí--. Quiero que vengas aquí. Yo también quiero mirarte.
También. Así son los celos, incapaces de ocultarse, así de febril es el deseo... y así es como sucedio algo cercano al desastre.
El casi desatre sucede cuando Carolyn, la otra, descubre un tampón usado.

También me interesa esta novela por sus relaciones con el Gigoló. David también es un coleccionista de mujeres. En el gigoló no es un tampón. Sino un chicle. Un Doublemint. Y el lugar no es la papelera del cuarto de baño sino la mesita de noche del dormitorio. Los celos en el gigoló comienzan en el punto en que se hace visible el miedo de David, el miedo al rechazo. Ya no existe este miedo. El rechazo es una realidad.
En cierto modo comienza cuando la enfermedad es evidente, cuando la belleza ha desaparecido. No hay temor sino evidencia. Imposible ir a un gimnasio a recuperarla.

Un gimnasio de golpes de poder parece el programa La Puerta (RUT). Me recuerda una escena de la película de Cantinflas El señor diputado (?). Cándido, Jesús, Víctor, Ramón, y ahora Juan. Ramón ha pasado a ocupar la silla de Lizundia. La silla del nahualt. Juan, la silla del tonal. Y yo la silla que fue de Ramón en los tiempos de radio Tijuana, que Víctor se la intento quitar pero no pudo. Ramón tiene rasgos comunes con Lizundia. Un poder intelectual innnegable, aunque a veces se derramen por un estilo pesado. A todos nos ocurre. Y yo, parezco cortado por la misma gran tijera que Víctor Roncero. El payasete del circo. Ese es mi papel. Cumplirlo con dignidad es mi tarea. Echo de menos a Alejandro, pero Rafa me cae bien. Formamos un equipo. A ver cómo jugamos y cómo se desenvuelve Juan Royo, el paisano de Puerto Santo.
--Hay otra persona esperando --me dice una rubia de la Biblioteca Municipal del Parque la Granja.
Pienso en Clara. Seguro que hoy no me llama por teléfono.

Lunula 27 mira hacia el Sur. Alberto Linares. Nadie mejor que él conoce la canariedad de Lunula. Yo hablaré del diseño. Y Anghel leerá su poema significativo, si hay suerte y amor y salud. Dios lo quiera.

lunes, 18 de marzo de 2013

entre una cosa y otra

Ayer vi una película basada en El animal moribundo, de Philip Roth. Pensamientos sobre el sexo o acontecimientos sexuales de esta novela pudieran formar parte de la interesantísima colección de citas que acompaña la colaboracion de Ramón Herar en Lunula 27. La visión de la película me animó a leer la novela. Mejor dicho, a seguir leyéndola. Mucho que ver en esta ocasión cine y escritura. Los diálogos están bastante clavados. Las diferencias es que la película está presentada de un modo más suave, más digirible para mentes sensibles. En la peli, la alumna, Consuelo, cuenta que tuvo un amante juvenil que le agradaba verla soltar la sangre durante el periodo. En la novela, es el profesor el mirón del surtidor de sangre, y no sólo mirón. Bebedor de esa sangre. No sé si esto tendrá que ver con el vampirismo. Otra escena diferente es cuando ella organiza una fiesta familiar y lo invita a ir. En la peli hay una insistencia poderosa por parte de Consuelo de que el pureta David vaya a la fiesta, a conocer a sus padres y a su familia. En la novela, no hay tal insistencia, aunque sí una cordial invitación. Él se inventa una disculpa y no va, porque teme que va a ser utilizado como un figurón, alguien de quien presumir, y que cuando se recojan platos y copas él tendrá que marcharse mientras contempla cómo otro más joven es quien se lleva la guinda del pastel. La relación padre-hijo me temo que en el celuloide (¿se sigue diciendo así?) está también edulcorada. Esto no lo sé, porque no he llegado al final. Voy por la página 107. Me quedan diez.

*
El miércoles pasado conocí, con Xuan y Goyo en La Laguna, a lady Nada. El sábado, en la charla con José Rivero Vivas y su obra, en el Ateneo Miraflores, conocí a madame Lunallena. Interesantes mujeres. Interesantes mientras no te pase como al protagonista de El animal moribundo y pierdas la libertad, ese preciado tesoro que da el no acaparar a nadie con promesas de fidelidad y andar a tu bola sin enamorarte. Te enamoras y la chingaste. Qué bello es vivir sin amor. El sinamor hace cómico el engaño, colorea la película de la vida con una aceptable distancia entre el espectador y el cuadro.
*
Me acuerdo de la escena de otra película que no recuerdo cuála era. Un tipo preguntaba si una que estaba por allí era una puta o una mujer de mundo.
--Pregúntale si es una puta. Sí lo es, se pondrá a la defensiva. Si no lo es, pasará de tu tontería.
Sí, al parecer, cuando te dicen cabrón, si lo eres te cabreas.
Otro modo de conocer a las personas es por cómo critican a los demás.
Copio unas líneas de la novela citada de Philip Roth:
"Me dicen que estoy pagado de mí mismo (me lo dicen ellos, que no están pagados de sí mismos). Me dicen que soy un hombre limitado (me lo dicen ellos, que no están limitados)"...

Y MIENTRAS TANTO, esperamos la crítica de altos saberes de los sabios del Vaticano. A ver si le llega la revista al jesuita Jesús Castellano, por razones que a la vista está.

sábado, 16 de marzo de 2013

lunula 3

el realismo frío y seco de JRamallo

el realismo caliente y seco de Marcelino Marichal

son los dos poetas que me interesan en este número de Lunula.

27

llegó a la isla, a los dominios de los animales del Zoo Punto Cero, con el nombramiento de

FRANCISCO

F R N Z S K

viernes, 15 de marzo de 2013

lunula (2)

Ayer noche de poetas soporíferos. No debo criticarlos, pues el número veintisiete peca de lo mismo que critico. Poner en un mismo habitáculo la poesía y la bobería. Y ahora, señores, recuérdenme a Nevenka. Anoche otra vez Nevenka. Y uno como un bobo. Bueno, confieso evangélicamente mis pecados.
Anoche con los animales. Lamentando los errores del pasado. En este número 27 no están Royo, Hosmán o incluso don Nítido, si me apuran. Esto exige una penitencia. Si están...

(continuará)

jueves, 14 de marzo de 2013

lunula (uno)

Quizá es el momento de hacer valer la colaboración de escritores canarios desde el comienzo de la revista. Son ya 27 números. Pertenece a una última etapa dirigida por Sibisse. La revista se inició por iniciativa de la Tertulia Literaria entonces vigente en el Ateneo Obrero de Gijón. La empecé dirigiendo yo.  El entonces presidente del Ateneo Obrero, don Daniel, me ayudó a pillar publicidad y demás labores del trabajo sucio. Los tres primeros números fueron casi artesanales. Luego se hizo más gruesa. Y en la etapa que la dirigió el pintor y diseñador gráfico Alberto Ámez, el formato se hizo más extenso.
Ahora toca presentarla. Animales del Zo.0, lleven ideas. Tengo que hablar con Rubén y trasmitirle nuestros acuerdos. Más vale fracasar haciendo lo que quieres que triunfar con el estómago digiriendo sapos.

Anoche soñé con CE. Estaba en la Mala Vida. Me animé y le pregunté si quería cantar esa noche. No sé por qué le dije eso, cuando pienso que a veces es mejor que no haya voz cantante, y la música que anhelaría esa noche, particularmente, sería la del saxo de Olga Luis Rivero o la guitarra de Servando. Pero temo que, si los animales sintonizan con mi anhelo, Olga me conteste lo mismo que CE en el sueño.

(Tengo que irme. Continuará)

miércoles, 13 de marzo de 2013

noticias

Noche memorable la del 9 al 10 de marzo. El Generador. Calle el Clavel. Santa Pus. Ciudad que en otro tiempo fue Puerto Santo. De antiguas glorias son las ahoras memorables ruinas... Pero no todo es la pared del recinto de la viuda negra, frente a la Mala Vida. Recinto de oscuridad frente a recinto de luz, cara a cara. Más arriba, Gonzalo en lucha feroz por mantener un Generador no sólo necesario. Lugares donde vernos y hacer cosas. Donde la gente que nos rodea es grata y hasta los malos poetas son perdonados. También tienen derecho a beber.
Los poetas que se avecinan, Rubén mediante, están en Lunula. Ya está aquí el nÚMERO 27, en la custodia de Zoo punto cero


Quien desee reservar un ejemplar, que comunique con los animales del Zoo.

o conmigo, que soy el director no director pero aún no he pedido al Ateneo los ejemplares que corresponden a los autores.
--No eres hombre de palabras, Jesús --díjome Rosa, porque aún no le he llevado el Euforia.
No le dijE que eso está en manos de San Antonio.
Pero después de la lectura que me hizo N la noche de EPITAFIO, a San Antonio acudo para lo justo. Es hora de dejarse de pijadas y hacer lo que hay que hacer.
 *
Comienza nuevo ciclo en La Puerta, de RADIO UNIÓN TENERIFE, ese programa que en otro tiempo se anunciaba como un barco sin gobierno, que son los que llevan y traen la fortuna. El ciclo ha comenzado con la escritora Gloria T y una dedicación exclusiva a su opera prima: Galería de espejos
Gracias a Juan Royo tengo a una nueva escritora en mi círculo actual de narradores canarios:



... Zamora (autor de Memorias de Cuba)
Mercedes Pinto (no estoy seguro si mercedes es el nombre de la autora de Él )
Alonso Quesada
Agustín Espinosa
Antonio Bermejo
Isaac de Vega
Roberto Cabrera
Ignacio Gaspar
Ezequiel Pérez Plasencia
Juan Royo
José María Lizundia
Capitán Marcelino
Hosmán Bisturí
Dr. R (JRamallo)
el par desnombrado por necesidad del guión
y ahora Gloria T.

lunes, 11 de marzo de 2013

EpitaFIO Poetafio de Zoo punto cero en El Generador

09/03/ 2013
Calle El Clavel. 
 38002. Santa Pus



los trileros maravillosos, un par imbatible en la guerra del conocimiento


Coco y Valentina


antes de la medianoche


Nuestra Señora la Virgen del Marisco


el hombre que aún no encontró el licor del Paraíso



esta es la mía


jessica    cecilia   esther
conguitos deliciosos


con los pies por delante


apretando los dientes


aquí está el peligro


el último epitafio





oliver y maría de los ángeles


silencio, se rueda


la mujer que sostiene el peso de un mundo


velas y cruces


x80


la soledad del brujo


embrujo gomero

miércoles, 6 de marzo de 2013

Yo soy Minerva,
la poetisa del pueblo,
la irrisión de los patanes
de la calle
porque era gorda, bizca
y me balanceaba al andar
y aún fue peor
cuando Weldy el Duro
me atrapó después
de una brutal persecución.
Me abandonó a mi destino
en manos del doctor Meyers
y yo me hundí en la muerte,
me fue subiendo el frío desde los pies
como a quien va adentrándose
en un río de hielo.
¿Irá alguien al periódico del pueblo
para reunir en un libro los versos que escribí?
¡Estaba tan sedienta de amor!
¡Tan hambrienta de vida!

Eggar lee Masters. Antología de Spoon Ríver
**************************************************************************

sábado 9

EPITAFIOS

eL gENERADOR

zO.o


La muerte es nuestra eterna compañera. La muerte es la única consejera sabia con la que cuenta un guerrero. Cada vez que el guerrero siente que todo anda mal y que está a punto de ser aniquilado, puede volverse a su Muerte y preguntarle si ello es cierto. Su Muerte le dirá que se equivoca, que en realidad nada importa. Su muerte le dira: "Todavía estás vivo, cobarde insípido".

Viaje a Ixtlán

martes, 5 de marzo de 2013

Si en el pueblo pensáis que mi labor fue una buena labor,
cierren las tabernas y acaben con los juegos de cartas
y arrastren a la vieja Daisy Fraser ante el juez Arnett
en tantas y tantas cruzadas para purgar al pueblo del pecado,
¿por qué dejáis que Dora, la hija de la sombrerera,
y el despreciable hijo de Benjamin Pantier
conviertan cada noche mi tumba en su lecho impío?

Antología de Spoon River. Edgar Lee Masters


se acerca el día E

animales de Santa Pus


El Generador 

lunes, 4 de marzo de 2013

días menudos


viernes
Hoy vi al poeta XXX. No se ha ido. Yo bajaba hacia la rotonda de la avenida Venezuela, donde el camino se bifurca. Seguir hacia Cruz del Señor y avenida de la Cárcel (hoy Tenerife I) o bajar por la vía de Zerolo, con la vista hipnotizada en el cauce blanco del barranco.
--Tú quién eres para corregirme a mí --me dijo una vez, con energía. Energía de vanidad pretenciosa. Lo que tenía de poeta se lo quitaba la vanidad. Mi genio había puesto correctivos, sin vanidad (yo no tengo vanidad, qué pena), en el borrador de su libro. De las correcciones no salvó ni una. Sacó el libro como él quiso. Con hierba buena y mala mezcladas. Sin las necesarias podas para clarear las sombras.
A veces me entran deseos, cuando tengo felizmente la cabeza en blanco, de pillar por los tobillos su poemario y dejarlo sin manchas de aceite. Eso si me visita el genio corrector, que ya acude a verme con menos frecuencia. Ese es mi oficio. Limpiar la mierda. Esa es mi función en la empresa donde mi amante no me presenta a su marido, que es el jefe, no sea que el jefe me caiga simpático, le haga la corte y me ascienda a trabajos de espionaje interno, que es lo que a mí me gusta: expiar las vidas ajenas. No, mi amante no quiere que prospere dentro de la empresa. Teme perderme. Mientras esté en el ínfimo escalón, estoy a su merced. Si no me comporto, el despido es fácil. Lástima que ya sea tarde para dedicarme al oficio de puto. Tenía que haber sido gigoló, como el héroe de la novela que trabajo actualmente. En fase de encender una vela azul a ver si acude el genio corrector y dejo eso como si lo hubiese escrito quien lo escribe, un tipo que no soy yo. 
El tal héroe puto va por la vida, como es obvio, sacándole dinero a las señoras. Yo no puedo, no siempre puedo. Me educaron como si eso fuese una cosa fea. Lástima. Carezco, además, de dotes físicos y morales. No tengo belleza ni picardía. Soy un soso y tiendo a un desorden crepuscular.  No sé qué hago yo contando la vida de nadie. Últimamente  no me produce sino dolores de cabeza, vértigo y mareos.  Hay palabras, propias y ajenas, que pesan más que el plomo. 
XXX siguió caminando por la avenida Venezuela, hacia las vías del tranvía; yo me desvié a la izquierda, por la vía a la vera del barranco, por debajo de la ciudad.

sábado
Sorprendido con el libro La galería de espejos. Gloria T Dauden es una autora camaléon. Puede meterse en la piel de cualquier historia y de cualquier personaje. Animal, humano o mosntruo de perversidad y curiosidad. Tiene cuentos que respiran con fuerza y con esqueletos que sujetan con brío la carne, la palabra o como se llame.
Gloria T no irá el martes a la radio.

domingo
--Chito, eres un sinvergüenza. ¿Cuántas novelas has escrito con cosas de mi vida? --vía móvil, llamada de una persona que emplea el insulto para llamar la atención. Recuerdo a M, pazdescanse. Quiso llamar la atención. No se la dimos. A los diez minutos se ahorcó en su casa. Muerte en la muralla. Sexo y muerte en la zona de la muralla. No creo que escriba esa historia. Hay algo desalmado y frío en este oficio, como el de cirujano. La moral de un hombre --no contar historias de los demás-- no es la moral de un escritor. Ni tampoco escribir bien. Es como decir que la moral de un ladrón es robar bien.

Mañana me toca limpiar el túnel escultura del parque. Veo con la imaginación o con la fantasía pasar por ese túnel estrecho a una cucaracha y salir por el otro lado convertida en libélula. A mí no sé lo que me pasará cuando me meta por un boquete y salga por el otro. Espero que algo bueno. Que entre pobre y salga rico. Que entre cambado y salga derecho. Tonterías.

--Tú no tienes que escribir la vida de nadie --dijo Pepa.
Y tiene razón. Es curioso lo que me pasa con mi amiga Pepa. Una sentencia suya cobra un valor absoluto. No tengo que pensarlo ni discutirlo. Sé que lo que dice es cierto. Grato es ser obediente cuando encontramos a quién sabe mandarnos. No debo contar la vida de nadie.

Lunes
Esta tarde en el Parlamento de Canarias en Tenerife, a ver qué cuentan de la vida y obra de Viera y Clavijo. Iré a hacer bulto, porque supongamos que a veces es mejor hacer bulto que no hacerlo. Pero a lo mejor, cuando salga de la presentación de la obra completa del ilustrado Viera y Clavijo, me sentiré un poco menos ignorante que al entrar. O al revés. No sabemos nada. Los vaticinios para el día 9 en El Generador, calle del Clavel. 

viernes, 1 de marzo de 2013

sueltos antes de la lluvia

Desde la zona de la rotonda de Avenida Venezuela, junto a la vía de Zerolo que camina a la par del barranco, una raya blanca va desde aquí hasta la desembocadura. El otro día le pregunté al Cuervo de qué podía ser esa raya, quién o qué la pintó en este barranco salvaje como el sexo de la serrana del Arcipreste de Hita. Coño hambriento de Santa Pus.  Un barranco vivo de flora y fauna. Animales salvajes (insectos, roedores...), o semisalvajes (cabras) que trasintan desde lo alto con dos pastores y varios perros. Pisando la raya por  la vía que llamo con el patronímico del anterior alcalde de S/C, que según me dijo Juan Royo fue quien la mandó construir, esa vía infrautilizada, donde la naturaleza y la civilización dialogan. No chirría la vía de Zerolo como lo hace el agresivo Auditorio de Calatrava o el espacio acuático estancado de la Plaza España.
*
Leo, con vistas a hacer la tarea para la programa radiofónica del martes, La galería de espejos, de la autora Gloria T. Dauden, una mujer a la que le faltan canas pero tiene oficio y energía, una narradora avisando que puede morderte y picotearte los hígados y romperte el corazón cuando eso, cuando tenga algunas canas, como Juan Royo, que es quien nos ha descubierto pal programa La Puerta (RUT) a esta autora que vale la pena acechar y que también es ilustradora, rotunda, tierna y fuerte. Sus cuentos en apariencia son fantásticos. No me gustan los cuentos fantásticos. Sin embargo a veces me creo lo que me está contando. Empecé por uno en que un pescador (nada que ver con el de Puerto Santo, de Juan Royo) se come a una mujer para tener poder. Ese poder termina convirtiéndolo en la mujer que ha matado y comido.
El libro está publicado por Colectivo de Ilustradores Canarios, con ilustraciones muy buenas, entre ellas también una de Gloria T. Dauden.
*
Andrés Chávez, en su puto folio de hoy en El Día, toca un tema que enlaza directamente con el día 9 próximo y El Generador.

Y en la misma corriente del día 9: Antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters, Cátedra, edición de Jesús López Pacheco.

Observad, caminantes, la profunda erosión
que han hecho en mi lápida el viento y la lluvia

(del poema titulado "El juez del Distrito").
*
De lo que cuentan que hay por los alredores, a vista de pájaro, señor director, parece de buen ver la nueva novela de Alexis Ravelo.
*
Noticia del puerto:
Habrá tormenta el domingo. Que todo vaya bien en el Sagitarius Star. Y que nuestras mujeres se levanten de sus baches y salgan a flote, a mandar, que es su obligación.