domingo, 31 de octubre de 2010

1 de Noviembre

"--No sé si habrá pasado por el pueblo el delegado del Gobierno y apoderando para los asuntos guanches, el hombre más corrupto de Tenerife y uno de sus peores canallas.
"--Soy su peor enemigo --dijo Silver Kane--. Mi periodico hace constantes campañas contra él, pidiendo que lo destituyan. Me ha amenazado de muerte varias veces, pero no me disparan por la espalda mientras yo sea director de La Puerta. El escándalo sería demasiado grande."
Esto de la novela La dama y el recuerdo, de Silver Kane (Francisco González Ledesma), un catalán que escribió en español muchas novelas del oeste, de las que mi tío Felipe leía en la carretera vieja de San Andrés, tan enfrascado que se ponía en medio de la carretera y mandaba parar la guagua: "pare la diligencia". Mi tío Felipe acudía a la calle Miraflores con Sebastiàn, el padre de Chani... Antes de irse a Venezuela, dejó aquí un revólver. Yo lo vi sobre un aparador. No lo vi más. Ese revólver hubiera sido una buena herencia.
Día de todos los muertos hoy. El último capítulo de La identidad fragmentada, de Javier Hernández, transcurre en el día de los muertos, en Santa Lastenia. También el último capítulo de Vajo el volcán, con el cónsul Firmin en El Farolito. Novela inmejorable. El autor, el pobre borracho Malcolm Lowry, tuvo que beber botellas de mezcal para escribirle una carta al editor, para que dejaran su novela tal como estaba. Sobre el capitulo 12 escribe:
"Este capítulo lo escribí por primera vez a comienzos de 1937; me parece, definitivamente, el mejor de todos. Lo he modificado poco después de 1940, aunque hice algunos pequeños añadidos y alteraciones en 1942, y en 1944 sustituí con el pasaje "qué semejantes son los gemidos del amor y de los moribundos", otro que no era tan bueno. Creo que merece algo más que una relectura cuidadosa y no sólo es incorrecto decir que recuerda a The Lost Weekend, sino también ridículo. Considero, de todos modos, que incluso en el plano superficial profundiza más que The Lost Weekend en el tema de la agonía humana; tengo la convición de que el Volcán amplía nuestro conocimiento del infierno. En realidad, supongo que la impresión que debe de producir este capitulo es casi bíblica. ¿No ha sufrido ya bastante el personaje? Seguramente hemos llegado al fin. Pero no. Al parecer estamos tan sólo en el comienzo. Todos los hilos del libro, esotéricos, trágicos, cómicos, religiosos y demás, se entrelazan aqui, en El Farolito de Parián, donde encontramos la confusión de lenguas de la profecía bíblica. Parián, como ya he dicho, ha representado la muerte a lo largo de la obra."
Dos paginas más sigue escribiendo mi amigo inglés que vivió en México, país que escupirá sobre EE. UU. Ya que me puse, las seguiré transcribiendo en otro momento. El día de los muertos. Hoy fui al cementerio con mi sobrino, y puse flores sobre la tumba de mi abuela Estela. Y sobre la tumba del hombre de la tía de mi padre Estanislada, Guzmán,. el hombre que una noche se me apareció y me enseñó el miedo. Ya no tengo miedo. Ya no tengo nada. El Castillo, el Fatigas, que no entiende nada, pero es un buen barman y un buen pescador. De los pocos que quedan. Y esta noche me llamó al telefonito un antiguo militante del MPAIAC, que me encargó corregirle un libro, contra Cubillos, me llamó hoy. Le dije lo que valía la corrección.
--Mañana nos vemos en el Monterrery y te pago la mitad.
Así habla un hombre. Lo demás es día de Todos Los Muertos.

sábado, 30 de octubre de 2010

sin título

--Yo soy macho y quiero a mi hembra para mí --dice uno en la venta de Francisca, uno que estuvo en el programa Quiero ser como Pepe. Señor Cristo redentor, qué mal canta. Hacía mucho que no lo veía.
--Tú me dirás --pregunta la Julita, la hermana de Francisca, mientras vierte el ron en el vaso. Cuando ya me parece que se ha pasado tres medidas, le digo que pare, y regreso a casa, llorando como mujer el tercer gol del Ponferradina. Cosas del fútbol, lo que pudo ser el 2-3 fue el 3-2. la esperanza negra de Colombia, mientras Alberto Linares piensa en la blanca, no metió la pelota. Ponferradina de León, Barrio Húmedo, noches memorables en ese lugar inmejorable, la última, con una directora de cine gore, estupenda película que no apoyarán nunca los intelectuales de Zapatero, seguramente porque el protagonista tenía cara de Rubalcaba. Una joven directora, preciosa, inteligente, ¿por dónde habrá ido la derrota de su vida? ¿habrá hecho alguna película más? Me recuerda a otra directora, de EE.UU., que estuvo en el festival de cine de Gijón, celebrando una fiesta con Roger y Bigas Luna con una actriz italiana enigmática, que no recuerdo su nombre. Ya no recuerdo ningún nombre. El cine gore, con quien se emparenta el libro último de Javier Hernández, al que ni me acordaba que voy a presentar junto con Anghel en el TEA el día 5, el lugar mágico del prófugo de Tijuana Blues, hoy obsesionado con la ignominia española en el Sahara de los años en que yo servía a la patria. Nada que objetar a mi querido prófugo. Lo que dice es verdad. Progres turistas que... a la merde todos ellos.
--... y yo me voy a vivir contigo y te pago a ti --me dijo Orlando esta tarde.
No sabe que cuando llegue ese momento yo, si estoy sobre tierra, me iré con el Sol cuando muera la tarde y será el último capítulo que escribiré, si lo escribo, sobre este pueblo o barrio de San Andrés. Pesado es el poeta Orlando, hoy en boca conmiserativa de la gente del pueblo con buena voluntad. Un secreto me contó el otro día, "porque si no es un secreto no te lo digo, porque tú últimamente lo sueltas todo". No tenía que haberle admitido el secreto, pero como me lo repita otra vez (ya van ocho) lo cuento. No me cuenten secretos. No me gustan. Me desagradan.
--Chito --llama mi padre desde el patio de abajo--, cuando puedas le pones una tapón metálico al tubo del baño...
Eso me recuerda que hoy pude haber estado en La Gomera, con Marcelino, pero el cuñado del mago no quiso cargar con su suegro, porque lo estresa. No hace falta que lo jure. Y el sobrino del mago, tampoco, porque ya tenía sus planes. Quizá sea mejor así. Maleduca a Thor y se disparata el viejo perro.
--Espera, ahora te saco. Texaco con Techron --no sé si doc Thor habrá entendido el pobre chiste. 2-3, y luego Barcelona-Sevilla.

viernes, 29 de octubre de 2010

juicios y moscas

De pronto se vio espantosamente rodeado de fascistas. Estaba en el centro de un salón de espejos. Así le sucede también a ese cara de cagarrón, que comentó el libro del gofio. Huele el propio hedor literario y cree que procede de obra ajena. Sigan volando por esos claros cielos, principescos avechuchos sin intuición pero muy leídos. No hay autor que no conozcan. No hay disciplina que no dominen. Que vergüenza da estar en el mismo gremio, uno que lo más que vuela es un saltito, y poco. En fin, este pueblo, que es lo mío (en sentido figurado), sigue de proa al remolino. Ahora no sé qué diablos pasa con las campana de la iglesia, botín de un barco que naufragó hace tiempo en estas costas. Ahora el campanario está sin campanas, artísticamente envuelto con una lona verde. Más ingrato, incluso para un torpe estético como yo, es el barandal metálico que colocaron en la fea escalinata, frente a la fachada, para que bajen y suban los que necesitan apoyarse. En fin, quién no necesita algo en que apoyarse. Como el otro barandal, mi amigo Alberto Linares, con ganas de un juicio en el que barrunto que perdería hasta los calzoncillos. Esperemos que los lleve limpios, si se mete a oir esa trompeta.
--Está llegando la fin del mundo --decía Chani esta mañana, cuando entrábamos en El Castillo, donde Pedro, el barman de mañana, ha decidido no servirle a Orlando sino cerveza (nada de bebida blanca)--. Lo están anunciando las moscas.
No sé si la fin del mundo, pero algo está anunciando la invasión de moscas desde hace unos días. Desde la otra noche que llegó al pueblo un palmero viscoso y violento. El Castillo con más moscas que el rodar de las tragaperras, la Tijuana y la Viking, con Ivan el flaco ganando, más diestro que un chino, e Iván el gordo, aún más todavía. Cada uno en una.
--Preguntáselo a Poliana --dijo Imeldo, más calmado que la otra noche cuando le dijo al palmero, que se lamentaba por la muerte de un hijo: "Vete a tomar por saco tú y tú hijo".
El palmero portaba una seria navaja en la bota, pero no la sacó porque Chani se lo llevó al banco frente al edificio de la caja de ahorros. Fue alli donde los vi, bajo el laurel, y algo debió de decirle Chani que el palmero me llamó: "¡Compadre, ven paquí que pruebes esto"... "Dios es el Diablo!, continuó, iracundo, y sacó la navaja y se la pasó por frente de la cara a Chani. "Compadre, compadre, guarda esa navaja --dijo Chani--. Yo viví en Ofra y ya me cansé de la violencia, pero como te pongas violento..."
Violencia también había ayer noche en la zona. Violencia y moscas. Marcelino es testigo. Seguro que escribe un cuento, inspirado en la noche inefable de San Andrés y en la última noche del cónsul Firmin en El Farolito.
Al lado de todo eso, la historia del mago y su cuñado es velula. Una historia a la que nuestro amigo Anghel Morales puso broche magistral en unos pocos versos, agua de fuente, como todas sus coplas.

jueves, 28 de octubre de 2010

el llanto de los llorones

Vaya por dios, ahora cuando pienso en la experiencia profunda que tuve a los 13 años con la señorita X, intento convencerme de que fui una víctima y no un previlegiado, tal como yo pensaba hasta hoy, en que no sé cómo seguir los consejos de Maquiavelo y andar a favor de la corriente y no recorrer sino los caminos trillados. Zapatero ama a los que besan su mano izquierda, como don Paulino o la señora Oramas, canarios salvadores de la democrática legislatura. El tal Dragó no me despierta ni simpatía ni antipatía. Me importa un comino si se dejó violar por una muñeca hinchable o por una escarabaja protegida por la ley y la moral conveniente de los sindicatos estatales. Pérez Reverte es otra cosa. Un autor al que debo agradecerle la escritura. Libros entretenidos y sólidos. Y además, aunque estoy más lejos del conocimiento de causa, me atrevería a pensar que el tal Moratinos lloró hasta el rídiculo y vergüenza ajena la pérdida de lo que no supo defender como ministro, aunque no fue el único. La cobardía tiene un precio, y una imagen.

miércoles, 27 de octubre de 2010

cosas

--Una rubia bella y hermosa... esa está detrás de ti --dice mi padre, con el puro en la cama esperando que le caliente el potage...
Esa y mil más, no le digo, pero las espanto a todas menos a una.
Campanilla conecta vía móvil y me habla de Escocia. Recuerdo una película de un independentista escocés. Sibi vía móvil me habla de una grabación de Roger con no sé qué músico. Y Berto, vía móvil, mientras estaba en el norte, 1.30 horas, cambiando las gomas de atrás del pobre y degraciado clío, me dice:
--Me llamó un político que escuchó el programa... y allí dijeron que yo escribía con cocaína --¿qué novedad!-- y dice que va a grabar el programa por si procede una denuncia... Tú escúchalo y me dices si procede una denuncia...
Sí, yo le voy a decir, a un político cocainómano, que procede una denuncia... en fin, El sábado nos vemos, amigo Berto. Con la disculpa de Miguel Hernández en el cine Victor.
--Tu padre está mejor que tú... con el puro en la cama --me dice Beba mientras la llevo a la montaña. Ha estado malita la pobre, pero ya está buena. No se puede dudar. está a la vista.
Y ¿del viaje iniciático?... Nada, comida con mi hermana, mi cuñado, mi sobrino y mi padre en un lugar llamado El Refugio, en El Amparo. Y de paso por la casa de Icod, decirle a Felipe que no se le ocurra echar más quemahierba. Recuerdo cuando le saqué el machete cubano a ... porque me gritó que esa tarde mandaba él y sacó el quemahierba... Salieron pitando, él y su mujer... a quemar hierba al infierno. Suena el móvil: sms:
Migo. Ya toy cama. Gracias por estar
De nada, preciosa rubia cocinera del Petón.

martes, 26 de octubre de 2010

viajes

Antonio Núñez brilló por su ausencia, que es una forma de brillar. El que se presentó fue Charlín, dispuesto a seguir colocando sus libros como balas. Aunque seas lector de Saramago, bienvenido, viejo gerente del burdel del chulo de François Villon, "ni a vuestro honor le intereso yo, ni a mí me interesa vuestro honor", que le diría a Pajín, la nueva sex política del rasputín Rubalcaba. De política hablamos también un poquito en las ondas. De Sebastián Martín, nuestro amigo del Sur. Y él, amigo de Cuba, ¿pasa algo?
En fin, inhóspito diario, aquí me tienes de nuevo contándote las tonterías que passan. Ni los moribundos se libran, de las tonterías.
--Era invierno y el cementerio lleno de cajones --cuenta mi padre, de cuando Tenerife sufrió el cólera, que se lo hizo recordar lo de Haití.
Las fuerzas cantantes de la solidaridad humana se han quedado sin energía. Pienso, mientras en la tele del cuarto de mi padre, tele nueva, comprada en Mártinez, junto a la placita de toros, la pobre, ya sin películas por las noches de los sábados, verduras de las eras que ya se fueron... ahora alguna peli en la tele, y gracias. Esta vez Gilda.
--El odio puede ser una interesante emoción. Es tan intenso que se palpa. El odio es lo único que me sirve de aviso.
...
--La odiaba tanto que no podía quítármela del pensamiento.
...
--Un policía listo no detiene a un ratero si sabe lque ese ratero lo llevará a un pez gordo.
...
--Si yo fuera un rancho me llamaría tierra de nadie.
...
--Esa fornicó con doce hombres, ¿sabes, Chito?, pero sin películas --interrumpe mi padre el impecable decurso literario de Gilda. La película acaba a las tres y media madrugada.
--Si yo sé, te mando a la sala...
Y mañana norte de la isla. Viaje iniciático.

lunes, 25 de octubre de 2010

con Antonio Núñez

si no vuelve a pasar como el martes pasado, este martes 26 en La Puerta, Radio Unión Tenerife, con

Antonio Núñez

El Sur... ¿también no existe?

y el regreso de Charlín, con Boris Vian y su todos los gallegos tienen la misma piel...

viernes, 22 de octubre de 2010

en la inopia

--Cochear, coger, encestar, cajear... entalegar, cochear. Esta es la triste noticia del rumbo de nuestras vidas --es el planto de Ramón Herar, el antropólogo de los súper e hipermercados, y también cartelista que expone ahora en Granadilla, o poeta visual renovador, según Alberto Linares; poeta que devuelve la imagen a la palabra, según entendí de las críticas que he leído.
Puede que Berto tenga razón y que Ramón haya advenido a la escritura como un turista, como un intruso, pero fue un intruso que cayó en la trampa. No estoy de acuerdo tampoco con el katire, que incomprende argucias de Herar. Es lógico, un burro nunca podrá comprender a un cuervo. ¿o sí?

Como Campanilla entiende el aire saludable de las coplas de Anghel, que no se para en flores y va derecho al grano. Como el río al mar y la gaviota al pescado. No así fue un sevidor a S/C hoy de mañana. Sino pensando el dichoso poema de navidad. Recuerdo que en la preadolescencia quise hacer un poema a la Virgen de Candelaria, para presentarlo a un concurso que premiaba al que mejor cantara a la Virgen. No me salió ni metiendo la cabeza en el agua. La Virgen no era lo mío. Corrido el tiempo, supe (si mal no recuerdo) que hubo juglares y trovadores provenzales que desembocaron en expresarle a la Virgen todo el amor que antes habían derramado sobre las damas de buen ver. En fin, conocer ese truco me puede servir para fabricar el poemita de navidad.

A ver qué dicen Anghel y Campanilla... y usted.

jueves, 21 de octubre de 2010

Santa Rita, el katire, la noche y JRamallo

--Aunque me cueste trabajo, voy a ir a la misa --dijo mi padre, y fuimos.

Me fijé que el cura ya no tiene monaguillo. Cosa esporádica o estable, no lo sé. Debía ir más a la iglesia, para documentarme mejor del personaje de un cura en el informe...

--Mundi, ¿y la flores que trajeron... pa qué eran? --pregunta mi padre a su nieto, una dos horas después, después de misa y después de cenar.

--Para Santa Rita.

Mi hermana, un amiga llamada Teresa y mi sobrino cumplieron a esa santa una promesa hoy. Día de la octava misa de aniversario por la muerte de mi madre... Venir de La Salud a San Andrés caminando. Ojalá en la caminata hayan recordado bien que lo que se da no se quita, y por lo visto, lo que se quita no se da. Tengo que investigar esa santa.

--¿Qué dijo el cura de que la suegra contra la nuera? --pregunta mi padre.

El nuevo cura, en sustitución de al parecer el inolvidable don Bernardo (al que "aquella" le tendió una trampa en la plaza del Príncipe in illo tempore), leyó un pasaje del Evangelio según San Lucas. Dijo Jesucristo: "No he venido a traer la paz sino la división... y el padre estará contra el hijo, y la madre contra la hija, y la suegra contra la nuera...".

--Es verdad, eso es lo que sucede --dijo Teresa, con las piernas molidas de caminar para que santa Rita se acuerde...

El que no se acuerda de nada es el katire. Lo llamé antes de entrar a paliativos, donde tenía cita con el médico, a la hora del angelus, en un lugar a menos de 500 metros de la maltratadita de alegre memoria. No como la del katire, la memoria, que la pierde cada vez que se emborracha. Cuando recibió mi llamada, estaba preocupado porque había perdido el coche, y llevaba buscándolo hacía una hora... Fui piadoso y le revelé que el coche lo había dejado en San Andrés. No se acordaba de que la noche anterior lo metí a la fuerza en la furgoneta de Fernin ni, lo que es aún más grave, que estuvo bailando la danza del vientre con Karima cuando ya el Monterrey había cerrado la puerta, a media luz los dos, y Fernin diciéndome que ya que yo era poeta, le hiciera un poema de Navidad para bla bla bla... Navidad, que linda navidad... no sé, a lo mejor me da por ahí. Delitos peores he cometido.

Cuando arrancó Fernin, con Karima y el katire detrás, hacia la curva de la montaña del ojo, pasé por El Castillo. La zona estaba animada. Los polis tenían a los pibes bajo el laurel sin banco con las manos en la nuca, y buscaban medios gramos hasta en las raíces del laurel que ya no tiene banco al que dar sombra por el día. Y a Pol, simpática y bella chica, que a mí me tiene cariño y lo recibo con agrado, una policía, mujer morena, la obligaba a meterse en un celular, para registrarla. La danza policial duró tres cuartos de hora, espectáculo divino, aunque no hubo violencia.

La policía dejó libre a Pol, sin cargos. Y se fueron, después de advertir a Jose, el barman, que la próxima vez que vieran vasos y botellas fuera del bar... Pol, con la cara demudada, entró en El Castillo.

--Ay, Jesús, no sabes de la que me libré... La tía me registró todo el cuerpo, y le dije que no me apretara la tetas, que estoy embarazada, "bueno, quítese el sostén", dijo... De arriba a abajo me registró, y tenía el medio pollo en el bolso, a la vista... Jose, ponme una cerveza...


Seguramente santa Rita, mediando para que no le quitaran lo que le habían dado...


Y a pesar de estar hoy yo bajo el signo de El Colgado, el reverso de La Emperatriz, me encuentro el comentario, en la entrada anterior, de JRamallo. Un autor muy bueno. De los que uno agradece que sea autor y que escriba, mal que le pese. Lo conocía de su blog, y estaba esperando que el katire me dejara Ensalada de canónigos, su libro de cuentos en la editorial Idea, para leerlo e invitarlo a la radio. En fin, una aparición feliz en esta flor que obliga al katire a tener premura. Por lo demás, más nada, casi nada más. Antes me llamó Chani, que estaba en La Pandorga, con Suny, y la buena valenciana me invitó a un dedal de ron, y Jose, el dueño de La Pandorga, me dijo que tenía que hablar conmigo en privado.

--Si tú quieres me gustaría que me escribieras un poema de Navidad, para una postal que hago todos los años, y me dices lo que me cobras...

No le digo, aún, que un par de copas. Yo dinero no puedo cobrar, me lo impde la ley, y sobre todo cuando no creo tener ninguna musa adicta a la dichosa Navidad. Bibiana Aido ha sufrido una caida, pero nada grave, debajo había un colchón sin garbanzo.

lunes, 18 de octubre de 2010

fumaaando espero...

No sé qué rollo de fuentes me obstaculiza hacer ahora comentarios a las entradas del blog Bosque Quemado, de Ramón Herar. La actual versa sobre Malinowki (con w), un intruso hombre blanco en las tribus salvajes, incluida la guanchinerfe de Icod de los Vinos. Un hijodalgo entre paletos. Mejor un intruso que un pedante Rata de biblioteca, aunque a decir verdad, todo tiene su excepción. Jorge Luis Borges sigue estando aquí y ahora, incluso como antropólogo (¿no es verdad, Cuervo?). Pero por lo general, un intruso está mejor informado que un mero espectador, que ve la comedia por fuera y se piensa que ya sabe más que nadie (como el clásico godo, recientemente redifinido como "mártir" por mi admirado judío postizo). Esto me lleva a pensar que el testigo es un elemento perjudicial en la administración de justicia. Pero ese teatro rudimentario y rutinario en que se ha convertido la justicia, necesita emocionalmente al testigo, al público. Sin público, se sienten desamparados.

No hablaré mal de nuestro presidente plenipotenciario ni del poco potenciario. A ver si me invitan al festín y me compran las quincallas que aún me quedan del paso de las rapaces de la tribu. Aunque aún, antes de dar ese paso al pozo de los limosnero de la poca opulencia, espero aún la llegada de Robin Hood. Que podría ser José Rivero, pero este amigo y sabio hombre no tiene voluntad ni interés de meterse en política. Aunque se mantiene vigilante. Podría ser Holmes el Rata, pero su martirio de godo le tiene secuestrada las ideas, y con síndrome de Estocolmo. Podría ser, Anghel Morales, pero ahora tiene las armas averiadas. Podría hacer Antonio Curbelo, pero duramente encadenado con las ondas, está como Prometeo. No, ninguno me vale para héroe, aunque el poeta haya dejadop escrito que ya los héroes no existen o están en cualquier parte. Hace unos meses creí en Dulcinea Xerach, pero creo que me equivoqué. Por los datos que tengo, hay que prepararse para la guerra que ha de venir, y en cierto modo, necesariamente darle la razón (esa hetaira) al filosófo que abrazó al burro. No a Marcelino el Burro, sino otro. Al amigo Burro lo veremos en su inminente Y fumar puede matar.

Y lo que no mata, engorda.

(Me llama el italiano esposo de la poeta que escribió el libro "El último baile") Y la agencia de noticias virtuales, anuncia que mañana es el cumpleaños de Kimi, la amiga escocesa, una gracia de mujer.

domingo, 17 de octubre de 2010

naderías para entretener la hora del perro

La siguiente pelea de Quico podría ser ser en un pozo. El pozo de los mineros, el pozo del Tenerife, el pozo negro adonde, aún mediado del siglo XX, iban a parar los residuos de la ingesta humana. Oí decir in illo tempore que los chinos los aprovechaban para recolectar gas. En el juego de la oca, el pozo marca a la casilla donde tiene que permanecer el jugador que cae hasta que cae otro. Y en los barcos, dice Marichal, el pozo es la distancia desde la borda a la cubierta (?). Un pozo es también ese recinto subterráneo donde desembocan el tubo de la taza del wáter y del fregadero de la loza, en esta casa. El pozo sugiere la presencia de animales extraños, desconocidos o temibles. La rata, la cucaracha...

Del trabajo de ayer en ese pozo aprendí que el jabón tupe. Cuidado con el detergén de fregar los platos. La próxima vez compraré uno que anuncie que no obstruye las tuberías.

y ahora, los sms en el pozo del móvil. Roxana`Popelka (socióloga, y escritora, con dos libros publicados en Baile del Sol), después de un tiempo de silencio, me sorprende con un mensaje enigmático:

Sabias ancianas negras d dulce voz se ocuparon d ti entre los bejucos y paulonias con sus manchones d flores.

Pos muy bien. Ya me enteraré algún día qué fue eso. Más comprensible el del cuervo Ramón Herar:

Dile a tu pajaro q de eso nada, mas bien todo lo contrario, va sobre la pujanza de lo narrativo en lo visual. Saludos al pio pio.

y el último, porque con esto cierro el tonto capítulo de hoy, me recuerda que este

martes q viene Antonio Nuñez y el lema benneditiano El sur también existe.

Y mientras tanto, la vieja pantalla de este ordenador, amenaza con hundirse en un pozo oscuro. Y del libro de Malonowski, la voz de un nativo:

--Nosotros, los Tabalu de Omarakana, te permitimos que permanecieses aquí para vivir entre nosotros. En Omarakana tú tenías comida abundante, comiste nuestra comida, participaste de los cerdos y del pescado. Tú navegaste en nuestra canoa. Construiste una choza en nuestra tierra. y ahora nos has hecho daño. Tú has mentido. No te queremos más aquí. ¡Este poblado es nuestro! Tú eres un forastero aquí. ¡Vete! ¡Marchate!

Si pudiera manipular el capítulo del libro, diría que la ofensa fue que el forastero gri´to al nativo que se mandara a mudar, que rompiera el carnet y bajara al muelle a coger un barco... Pero no, el cuento de maliwski no tiene que ver con el cuento del cosmopolita y el mago. Ahul.

sábado, 16 de octubre de 2010

No, no pude ir al acontecimiento boxístico del Sur profundo, a la exposición de fotos, de Quico. Y no sé si podré ir mañana o pasado. Envidio a Paulino Rivero, que viaja no ya por el Sur isleño, sino por las soberbias ciudades del mundo. A ver si se le pega algo y deja de besar el honorable nombre de la espalda de Zapatero. No quiero imaginar los beneficios de tales actos honrosos. Pero cuando no son los griegos, son los troyanos. Qué guerra. Qué parecidos combatientes que se arrastran por el lodo en busca de las flores monedadas. Ser ladrón, en el clásico sentido del oficio, quizá sea hoy uno de los pocos menesteres honrosos de los que puede ejercer el humano ser. Pero ser ladrón de libritos con hojas amarillentas, efectos del tiempo, o de espátulas oxidadas... (lo dejo aquí).

A donde si fui fue al TEA, a ver la peli de este fin de semana, con Trini, que "te cuento esto pero no lo pongas en el blog"... "esto que te estoy diciendo, tampoco lo pongas". Una pena, una de las historias, con piscina municipal incluida, era... (lo dejo aquí). La peli me recuerda El negro, la historia que escribía el judío Elías, el negro de la novela, en revolución contra su propia estirpe. En esa novela también hay una muñeca hinchable, pero en segundo plano, no como en la película de este fin de semana en el Tea...

--Y tú... ¿por qué lo pones todo en el blog? --pregunta Trini mientras la noche inefable fluye sobre la plaza a la izquierda del mercado, al otro lado de la zona de los travestis...

¿Todo? Todo es imposible. Sería antiliterario. Aunque me la suda, la literatura y el arte de la literatura. Sigo en ello por inercia (me van a terminar por llamar "el hombre inerte", o mejor, "el muñeco parlante", al estilo de los circos del siglo XIX). En fin, literario o no, es una forma de conjurar la forma humana, perderla, perder la individualidad... (Don Juan yaqui dixit) que al individuo no le quede sino lo inevitable: hacer la digestión o sufrir el dolor de un golpe o... Por eso me pongo en el lado contrario de José Rivero Vivas (ver Nación Canaria). El autor individual es un ser lleno de defectos, y que alguien, aunque sea por inercia, corriga sus defectos, debería agradecerlo. Otro que eleve su obra sobre sus inclemencias meteorológicas frutos de la individualidad vanidosa, pretenciosa y universal. Aunque verdad es que a Juan Ramón Jimenez y a Miguel de Unamuno les costó fatigas hacer valer sus criterios sobre los de los editores impresores. Que les den a todos, y que al cabo predomine lo que el Sol ilumine.

En el Monterrey, Orlando deja sobre la barra un poema de EDB. No está mal. Aplico sobre el poeta muerto otra vez dadá:

Tal vez el amor
con esta piedra
disuelva
el río que es la vida.

Tal vez el tiempo
recoja un sueño.

Lo que recogió el amor... en fin, cuarenta días sagrados... aún no puedo hablar.

--Hijo de puta, envidioso --me dice Orlando cuando paso como una gaviota el bolígrafo sobre el soberbio poema del soberbio poeta--, eso no se le hace a un colega... él ¿qué culpa tiene?... ¿tú crees que él tenía culpa?...

Recuerdo un poema propio que hablaba de la culpa... mi amigo Berto se acordará, en La dama es una trampa... Ya lo dije todo allí sobre la culpa, y no tengo más que añadir, pero Orlando sigue moliendo la batata... en su pie izquierdo una chola y en el derecho una zapatilla pantufla... Ay Orlando, poeta de San Andrés... con su retahila: "tú no eres poeta, eres novelista"... nI SOY NOVELISTA NI SOY POETA, POR LO MENOS AHORA. Ahora tengo otras oficios... mi padre ingeniero y yo obrero, arreglando el desaguisado del fregadero de la cocina... que salía el agua al piso en lugar de al desagúe... No soy fontanero y no sé cómo se llaman los departamentos donde se alojan cientos de cucarachas, y la porquería... hierro por el tubo, ale, arreglado... y luego panda para dejar otra vez la cosa como estaba, y arreglado el problema... eso sí que es un oficio auténtico, y no poeta, ni narrador, ni filósofo...

Doy la espalda al mar y subo por la calle Belza, después de la retahila de Orlando en el Monterrey, y en el bar Plaza, lleno de gente, viendo el partido, encuentro a Mónica, que me acompaña a la plazoleta, con dos amigas...

--¿Cómo se te ocurrió escribir en el libro que Chani es un trabajador?... Este --le dice a las amigas-- es el autor del libro...

Me siento como Kavafis, celebrado en su propio pueblo. Ya vendrá el mundo, el universo y potages de berros... todo llega. Por ahora, hace su trabajo el duende de los tamarindos, del árbol en la casa de Marcelino... providenciales tamarindos... y en el móvil algunos sms, pero el móvil está abajo, junto al libro de Malinowski, y yo estoy arriba, en la habitación de arriba, y el planeta sigue en su órbita. Todo controlado.

miércoles, 13 de octubre de 2010

historias

Conversación telefónica por la tarde.
--Oiga bien lo que le voy a decir... ponga atención... ... y pregunte por Ignacio, el de Paliativos.
Hombre, otra vez Ignacio, el cliente de El Castillo, el del bigotito joseantoniano, el hombre que ya dio la información en el pueblo. Buena persona. Distante y educado. No sé si jugó al futbol con el San Andrés.
Tomo nota. 21 de septiembre a las 12.30 horas en Paliativos.

Todo esto lo pensaba escribir en lo oscuro. Pero mejor en lo claro. Una vez escrito aquí, quedas liberado del encadenamiento a la obra. Don Juan, el brujo yaqui, decía que una obra hay que publicarla o quemarla. Si no, es un peso sobre tu espalda, como ese viejo de las primeras páginas de Fetasa, ¿te acuerdas, amigo Berto?

Por la mañana fue día de mercado y mercadona, con mi padre. El hombre gastó cien euros. Euros que se van como agua en las manos con los dedos abiertos. Habría que hacer un protocolo, para que la fiesta nacional del euro no tuviera desagües.

El libro de Malinowski relata sus observaciones en las tribus de los Trobriand. Leyes y costumbres. Ya no existen. Ya no existen tribus primitivas. En los años de las pesquisas de Malinowski aún existían, aunque fiscalizadas por las leyes y costumbres del "hombre blanco".
Malinowski, en medio de sus hipótesis y teorías, cuenta mitos que son cuentos. Ignacio Gaspar, Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, y si me apuran, Antón Chejov, por no hablar de Marcelino Marichal, supieron que el cuento y el mito son lo mismo. En Crimen y costumbre en la sociedad salvaje, cuenta Malinowski que un padre, en una sociedad matriarcal, en cuanto a la sucesión del poder (el hijo o el sobrino de la madre), jefe de la tribu ese padre, favoreció a su hijo en lugar de a su sobrino, sucesor del poder. El hijo se creyó algo, cuando sólo era un acogido (en la descendencia, el padre no cuenta para nada). Su madre pertenecía a otra tribu.
En fin, mañana más, si diosquiere.

--Chavez y Correa hoy en el DA... los perros que le ladran a la poderoso Kin-kón del Norte. Vestido ahora de negro, para disimular, pero con sus vacas iluminadas de idiotez y clembuterol, McDónal, y sus novelistas asesinos, psico killer. Gran América de las grandes oportunidades, y déjame que te dé un rabo...
Así habla alguien, sin nombre. Bar inteledctual, El Castillo.
--Ha sido inevitable recordar los días en que me ayudaste a batallar, por los años noventa, los últimos días de la enfermedad de mi padre, en tu casa de Salamanca [se refiere al barrio de Salamanca, en S/C de T.), cuando casi me matas con una persiana. Y también de un viaje nocturno al sur fumando hachís y sacándole claves para nuestros cuentos a una cinta de canciones mejicanas...
Mi hermana abajo hace un potage en un caldero gigante. suena el teléfono. Es mi sobrina. Antes estuvo por aquí Marcelino pero no trajo los plátanos, de su reciente regreso de La Gomera Island. Mi padre lo conmina a que traiga también plátanos verdes.
Abajo, en el Monterrey (donde Fernin recuerda la solera del bar los martes antiguos, cuando los tripulantes acudíán a intelectualizar aquella barra, el rincón de los poetas), Marcelino me informa de que el vecino semita me borró de su mapa mundi. Bueno, eso es que me quiere tanto que no soporta que no vaya a darle un beso a cualquier lugar donde esté. Que espere. Que tenga paciencia.
--No me es difícil imaginar por lo que estás pasando y por lo tanto te voy a recordar que ya no somos los mismos, aunque no creo que haga falta. Sé que tengo un amigo experto en el arte del camaleón --me dice-- y que no dudará en enfundarse el atavío guerrero para los días que vienen. Por suerte, un corazón encallecido como el nuestro ayuda en estos menesteres...
Le digo que mandé un pajarito al sur, a la exposición. Se interesa por lo que cuenta el pájaro:
--De la exposición un poco de todo --cuenta el pajarito--. Me gustó lo de la sobrina de Lizundia, lo de Ramón, y una piedra de Sonia. Y con lo de Ramón, lo de la fotografía, el cartelismo y otras teorías, me meo de risa. Parece mentira que todos se hayan saltado a Engen Gomriger, Maz Bill y Vicente Huidrobo como si nada. Lo que llevó Ramón es ni más ni menos que poesía visual. La destrucción del lenguaje y su cruce con las imágenes ya se practicaba desde la poesía concreta por los años 40 y el resto lo anunció Huidobro en Altazor, tremendo poema. Lo que Ramón el herrado presentó es a la actualidad lo que el rescate de las canciones del dúo Dinámico. O sea, una propuesta retro, pues de esos años, 60-70, son las ofertas estetas de los experimentadores y especuladores de la vanguardia, bailando el twist entre la creación y la teoría y utilizando distintos tipos de soportes. Como es lógico, y como corresponde a este pájaro políticamente correcto que aspiro a dominar, no pié nada allí, y te lo digo a ti, que me cuidas y me das alpiste...

Señor dios del universo, qué pájaro más intelectual. Cuando tenga otro, simplemente narrador, hago una sopa con este...
--Jesús, ya sabes que aquí usted tiene un amigo --me abraza Chani mientras subo pr la muralla, bajo la luna ( es un decir), después de dejar al Fatiga barriendo con la hoja de palmera y a mi primo llamándome Jesús ("hasta mañana, Jesús"), y casi prefería el tiempo en que me llamaba Chito o sólo "primo".
Por lo demás, buenas cena con mi cuñado y mi hermana en el patio de abajo, hablando de Paco (el policía en la cárcel) y de otras historias.

martes, 12 de octubre de 2010

sociedad salvaje

Bronislaw Malinowski, como bien asevera Ramón, y el libro sobre la mesa del patio se titula Crimen y costumbre en la sociedad salvaje, que no es tan distinta ni mucho menos de la sociedad civilizada liberal y democrática. Es más, más pura y auténtica la sociedad salvaje, pero eso lo dice Malinowski, no yo. A mí que me registren. Editado por la Escuela de Criminología de la Uneversidad de Barcelona, en el año de gracia 1956.
--Oye --me llama a un aparte Juan, cliente del Castillo, y dejo la conversación con Tomás, hermano de Fabiola, la mar de cariñosa, demasiado cariñosa, que me cuenta cómo está el negocio de la hostelería (tiene un local en La Laguna)--, ¿cómo está tu padre?... me lo contó aquí esta mañana Ignacio, que es administrativo de paliativos en la Residencia...
Gracias a Ignacio el administrativo, todo el pueblo sabe cómo está mi padre, y mi primo David, cada vez que oye las campana de la iglesia, comenta: "eso es por mí tío, que ya se murió".
Costumbres en la sociedad salvaje. En ella vivimos, oh eminencias. Todo lo demás son fábulas, que también son válidas, no hay que negarlo.
--¿Te acuerda lo que te dije de la contraportada? Sigo diciendo lo mismo: no tiene nada que ver con el libro... el libro es maravilloso.
--Gracias, Fabiola, eres un encanto de crítica literaria...
--Pero lo que escribiste en la contraportada es una metedura de pata...
--¿Tú qué toma, Jesús? ---pregunta Tomás.
Día de posma en la Orotava. Gestos que son para estudiar (por Andrés Chaves, el especialista en el tema), y buena comida. El clima del día me recordó una novela inédita de Ignacio Gaspar. San Andrés fue otra cosa. La magia se disuelve. Mejor la clara realidad de la noche.

lunes, 11 de octubre de 2010

cosas y cosas

--Ustedes hagánse a la idea de que yo estoy muerto --dijo mi padre, en el coche de mi hermana, rodando junto a la vías del tranvía después de salir de la Residencia.
La doctora que vimos hoy era más mujer que la "niñata" (así la llamó mi hermana) que nos dio el otro día malas noticias sin hacer la biopsia. La biopsia es el cuento entre el mago y el cuñado, y eso, ya lo dije, que lo escriba Andrés Chaves, que es el que tiene el copirrái, y además escribe muy bien, y no está atado a nada, sino a lo que le gusta y le conviene. Zerolo en hojas bajas. Llanos, futura esperanza blanca. O negra, o gay.
La doctora mujer habló con mi padre y lo trató como a un hombre, le dijo lo que había. Me acordé de ún libro que tengo en Icod (ahora plantadas papas negras). Los últimos días de Kant, de Thomas de Quincey (?). Es un relato soberbio, impecable. Ves a Kant por dentro, aunque no hayas leído ni la razón pura ni la crítica moral ni nada. Yo conocí a Kant por ese libro, del laudanómano inglés, y ese día en Icod pensé rob´´armelo para releerlo. Hoy pienso que este tramo de esta obra novelística, que ensayo en estas flores y estas mierdas, sería reescribir Los últimos días de Kant.
Otro libro importante hoy es Crimen y castigo en la sociedad salvaje. (Mi hermana estuvo a punto de tirarlo a la basura el otro día, cuando hizimos limpieza en la casa de mi padre:) De Malinoski (el libro lo tengo abajo, en la mesa del patio, ya corregiré el nombre del autor y el título si me equivoqué). Malinoski. Otro hombre cuya patria estuvo en Icod un tiempo, almendro de donde también procede Antonio Cubillo. Mi hermana conoció a una descendiente, del Malinoski; al parecer dejó preñada a su criada, habría que investigar este caso, pedir una subvención al Cabildo y que lo emprenda el hombre adecuado, que no es otro que Ramón Herar. Su crónica de vamos a ver, Granadilla del Médano, más cercana al color local, aunque la descripción del edil en el cuento de Lizundia es insuperable. Seguramente se lo robe para ponerle la guinda descriptiva a un personaje de Informe para cumplir una condena.
Anghel me dice que los editores alemanes están presuntamente interesados en El pintor asesino. A ver si se va el presunto. Me imagino un destino medieval de esa novela. Una traducción alemana que se usa para una traducción al chino, y esta traducción china se traduce al inglés, y esta traducción inglesa se traduce al español. El resultado sería una novela genial o absolutamente olvidable. Hoy es una novela que debe pasar por las manos censoras de algunos lectores, pero no tengo nada que ofrecer para hacerles grato ese trabajo. Cada vez más descreo de la creación individual. Y confío más en la ley de la especie. Los futuros escritores no serán, en su mayoría, sino puros reescritores de obras fallidas. Regresa el medievo. Lo único que nos queda por saber es que nueva religión es la verdadera.
A Malinoski (lo siento, creo que está mal escrito) lo conocí en Gijón. En trabajando para editorial Júcar. Corregí --erratas-- de su diario en Tenerife (nada de que tuvo descendencia con la mujer que atendía su casa en Icod), el relato de su día más feliz sobre la tierra, un viaje con su madre en coche por la carretera del norte, a la altura de Tacoronte.
Buen antropólogo este... de ¿dónde era?... Cuervo Herar seguro que lo sabe. Y Berto el Lagarto, mi hermano amigo, también. Espero poder ir a la inauguración de las fotos de boxeo de Quico. Y de camino ver la exposición A ver, vamos. Aparte del cartelismos de Cuervo Herrar (errata válida), el silencio acompaña a las otras obras visuales. Y la página de Laureano de Lorenzo, pinches la que pinches, siempre sale la misma foto, de obra de Sonia Muñoz, que además se ve muy mal, por cierto. Siento decirlo, amigo Lorenzo.

sábado, 9 de octubre de 2010

fiestas

Imagino la máquina de escribir de Vargas Llosa y me entra envidia. la imagino con una definición en pantalla ultra alfa. Programa de organización de ideas, descripciones y diálogos afines. Un día vi a Vargas Llosa en el Reina Sofía. Yo llevaba El negro en la mano, y por un momento estuve tentado de hacerle un regalo, con dedicatoria incluida, pero dos razones, que yo sepa, me aconsejaron no regalar el libro. (Hoy no sé si me queda un ejemplar.). Una: uno que le envié por correo a Juan Cruz no sirvió para nada. En ese tiempo, nuestro paisano era director de Alfaguara. Dos: no había leído (salvo en los periódicos) nada de Vargas Llosa. pero tenía que habérselo dado. El negro es una buena novela, a la altura de Pantaleón y la visitadoras, que yo no he leído pero ví la película.
Hay intuición, intinto y pensamiento pitagórico en esas páginas. Allí resolví los defectos de Telarañas. Reduje tres tiempos a dos: ficción y ficción en la ficción, y prescindí de los sueños y de los personajes quintuplicados en su evanescente "yo". Me siento más en mi elemento con el 2 que con el 3. La espiritualidad me perturba. Prefiero la acción. Mejor soldado que monje. Sin embargo, hay ocasiones en que el pensamiento religioso asciende a un primer plano. "Los derechos humanos", por ejemplo, que en esencia no son sino mandamientos "de Dios", quizá bastante menos válidos que los Diez del Antiguo Testamento. Por ejemplo, el derecho a saber la verdad o vivir en la mentira. Quizá, toda una vida podríamos estar queriendo descubrir qué es verdad o es mentira. A menos que reduzcamos el campo de conocimiento. Llegar a un acuerdo de lo que es verdad y lo que no. Que respondan el instinto, la intuición y la razón. Espero la respuesta.

Por lo pronto, estoy intrigado por conocer las crónicas del Sur. Ver cómo fue ese expositivo conjunto de formas visuales: las esculturas informativas de Laureáno de Lorerenzo y el surrealismo visual de Ramón Herar, o qué misterios imagineros hizo ir a ver Sonia Muñoz. Como soy un pensionista congelado, he evitado usar el móvil. Todo lo que uno quiere saber le será revelado. No hay que inquietarse por saber, pues saber puede ser aún peor que no saber. Aunque en este caso, creo que no. Que aquello fue una fiesta. Fiesta en el Sur.

jueves, 7 de octubre de 2010

nada es algo, no lo dudes

--Esta cerveza no existe, la realidad miente --decía Cristo, seguramente contento de resolver un sudoku, cuando llegué al Castillo, después de que me llamara Beba al móvil.
--Baja, migo, que estoy aquí sola.
Sola no estba, estaba con otro. Contándole sus penas con el hermano, porque Geli la goda le dijo en la tasca El Asunto que su hermano no quería que lo estuviera agobiando.
--Ven aquí, migo.
--Sí, pa hacer un trío --dije, y la cosa es que rieron la gracia.

Pero antes quería hablar de la frase que me aplica la Artefactoría Herar, en su bosque quemado: "que hablen, aunque sea mal". Se equivoca míster Cuervo. La sentencia lapidaria, y creo que es de Dalí el copirrái, es "que hablen aunque sea bien". El mal hablar anima al lector a buscar al acusado. No queremos inocentes, queremos acusados. Si hablan bien, bueno, elogios, amiguismos, sentimentalismos... pero si hablan mal... ay, si hablan mal. Nos están inmortalizando, como dijo mi amigo Borges.

--Un millonario gana el Nobel, y le dan un millón de euros, y a ti, tú ¿qué pintas?, ¡no te dan nada!... --dijo Chani mientras Beba me contaba la historia con su hermano Jose.
--¿Tú no ves a Orlando? --dijo Cristo--. ¿quién es Orlando? Un borrachito que cuando se muera le van a hacer aquí una placa... ¿Y Jesús? Otro borrachito, otra placa...
Sin comentarios. así que llevé a Beba a la montaña, un paseo por el delirio de Nueva York en invierno, en el clío, en estado legal, gracias a mi viejo.

Tres son los órganos imprescindibles: cerebro, corazón e hígado. El buen entendimiento entre esos tres órganos anuncian a los sabios. Los otros, sufren enfer4medad: Alzheimer (?), Infarto, Cáncer...
Antonio Bermejo, un narrador de novela perdida, le dio importancia suprema a los pies. También tenía razón.
Y ahora hubiese aquí apuntado el sms de Beba a mi móvil, y el mío al suyo, pero dejé el telefonillo en el patio de abajo. Ale, variados lectores, y recordad: las moscas verdes están en todas las banderas con estrellas. Holmes el Rata lo sabe, aunque le dé por la floriputa poética-épica.

miércoles, 6 de octubre de 2010

ya veremos

El destino del mago es entenderse con su cuñado, saber sus trampas y ponerle contratrampas. En fin, eso lo sabe Andrés Chaves, que lo cuente él en su puto folio del maravilloso periódico independentista anti Las Palmas. Yo tendría que contar el laberinto que es la Clínica Universitaria La Candelaria. Los amantes de los laberintos, que vayan allí. Allí fue Anghel, a operarse, y por lo que sé, el minotauro de la medicina lo dejó aún más averiado todavía. Tendré que darme prisa con la novela de los chinos, pues la desgracia de no leer sus poemas, no oírlo en la radio, no verlo por los círculos de la corte inmisiricorde de literature canarien, ya es, no sé lo qué es, pero que encima no pueda publicar mi maravilloso libro, eso sí que no. Lo que no haré será regalárselo a mi amigo Holmes, que luego no dice ni negro ni blanco. Eso tampoco.

Marcelino está ahora en un cursillo en la escuela náutica de San Andrés. Me llamó justo cuando llegaba al pueblo y regaba las plantas, después de sacar a Thor. Estaba cansado pero a un bebedor se le convence fácil. Bajamos al Monterrey. En el camino nos encontramos con José. Y en la meta con Orlando. Mi madre con Orlando. Es monotemático el hombre. Y bebido, inuvocotemático. Una tarde de marras tachó un poema en un poemario inédito de Marcelino, que el hombre me dio a leer a cambio de un cherne con papas arrugadas y medio litro de vino en El Puntero. Lo leí en la barra del Monterrey. Llegó Orlando. Vio el primer poema y exclamó: "¡Esto está metido con calzador, y a este tal que me ha perdonado la vida, yo le tacho este poema!". Recordará su hazaña hasta el día del juicio final. Menos mal que apareció Beba con su amiga.

Y cuando llegué aquí arriba, carta de Berto. El Lagarto se ha espabilado escribiendo que ríete. Lástima que no pueda copiar la carta (secreto, me dijo) pero si el poema que escribió, en un reciente viaje a La Gomera, la isla de gomorra.

Aquí, frente al barranco
se sentaba el Divino
disfrazado de ti.

Todo el sedimento,
los mejoresn episodios
del río ardido de su vida
al rellano de los astros
ofreció
por nada a cambio

Él solo
sus pájaros tristes como único lastre

Se oculta
vendida estrategia
para curarse
del daño de pensar seriamente
en la forna de desentenderse del todo

Y ya me niego a seguir copiando. usted verá lo que se cuece. Hay mucho en el caldero. mañana más.

domingo, 3 de octubre de 2010

the ingenicus country gentleman

El nuevo tripulante que ha asido el remo de Shelock Holmes el Rata de la investigación iluminada por la cerveza, me envía un mensaje al movil:



Felix Rojas confirmó q

viene el martes con josé

antonio reverón
(La Puerta (o Bosque de Tijuana) Radio Unión Tenerife)



A felix Rojas, Diosmediante, lo conoceré. A José Antonio Reverón casi lo puedo considerar un amigo. Ojalá alcance el máximo poder en el estado de Arona, el territorio de Factotum, la opera prima de Javier Hernández, el nuevo tripulante. También español, ahora junto a la inimaginable aventura de estar protegido por la bella bandera de las siete estrellas verdes, que si son siete moscas también es bella.


La ignorancia propia y la valentía de Ramón el Cuervo en su Bosque Quemado, me hacen pensar en el Monterrey (hostoria secreta) que


... ya si me apuran no vale la pena crear nada. Lo que se impone es recrear.

Pierre Menard reescribió el Quijote. En un hacer menos metafísico, los imagineros medievales (peninsulares) recreaban obras que encontraban en sus villanas o caballerosas hazañas. Y qué lengua la de aquella gente. Afilada como la espada, veloz como el caballo, fuerte y alta como la almena de un castillo, sencilla como unos ojos bellos... La edad de oro del idioma. El Renacimiento fue bronce pulido, admirablemente válido pero de menor alcance. Los románticos intentaron recuperar aquellos tiempos, pero ya eran idos y cualquier recreación estuvo dañada por la nostalgia, que es la culpa bendecida por el agua de la tristeza (disculpame la retórica, esta verbosidad farsa). Cantinflas, Mario Moreno Cantinflas (me lo recordó está noche en el Castillo Quico el pescador), los aunó a todos ellos. Épica, humor y sentimientos. Algún día, hombre, mujer, descubrirás como yo que Cantinflas fue de lo más grande que alumbró el siglo XX. México --como profetizó Malcolm Lowry-- haciendo una balada sobre el cadáver prepotente de Norteamérica.


Qué es el personaje de un libro? --se preguntó Stevenson--: después de todo, un personaje es tan solo una ristra de palabras (si hubiese escrito "gavilla" en lugar de "ristra", al instante hubiésemos despreciado a todos los personajes de todos los libros).

A Stevenson lo cita ahora mi maestro en los sueños --el indigente Borges-- y añade, su cosecha: "De hecho, hay personajes que cobran vida en una sola frase". Y habla, este Borges, de sueño y realidad, o como queria Goethe: verdad y poesía. No les copiaré el discurso completo --a menos que me paguen o me inviten, como Juan Royo, a un buen vino-- pero sí al menos una conclusión: "Uno no debe quejarse si la gente se ríe de nosotros, porque por lo que sabemos, esa gente puede inmortalizarnos con su risa".

Es lo que hizo Ramón Herar en su tratamiento recreador sobre un cartel publicitario (reciente entrada en su blog). No sé si inlortalizarlo (errata por "inmortalizarlo"), pero sí despertar las ganas de ese día ir al Sur, al estado de Granadilla. A ver qué vemos. La recreación crea el poder de convicción que no tenía el original.

Sea como sea, el escritor es su poder de convicción. Como mi vecino Sherlock Holmes el Rata. Como el autor que creó la bandera de las siete moscas verdes (oye, Cuervo, ¿cuándo me vas a prestar ese libro?). Nos alegró con el afecto al personaje --la bandera esta vez-- su personaje contrario. Queremos a Sancho Panza por don Quijote. Queremos a Watson por Holmes el Rata. Más que por sus aventuras en El Tanque el otro día (lugar artístico simbólico que Anghel Morales, acierto poético, llamó El Bidón, y que yo defendí porque lo defendía Dulcinea Xerach), deseamos ir el próximo viernes al Bidón por el siguiente motivo: un beso de Watson, el ratoncito colorado, al retrato de Wagner en su móvil. Estamos interesados en el héroe. Y el héroe muere como debe morir. El otro --lo dijo maese Borges, o Cho Borges, si me permites ser infamemente localista-- muere de la manera más triste, sabiendo que ha estado equivocado. Como el Quijote, como yo, como Holmes el Rata, ese hijo pródigo del Bosque de Tijuana.
(Otro día hablaré del Hijo Pródigo, y de André Gide). Ahora, después del martes, espero el día 8 de este mes de octubre, ir en Granadilla. A ver qué vemos.)

sábado, 2 de octubre de 2010

dadá regresa

Un periódico de aquí publica su suplemento literario (aún quedan algunos, o sólo este) dedicado a un poeta (descanse en paz) que tuve la suerte y la desgracia de conocer. La suerte porque su lectura no te deja indiferente, y la desgracia... por cosas mías. De todos modos tiene razón Marcelino el oyente, cuando habla de veinte razones para no hablar bien de él cuando se haya obitado en el otro mundo, y en lugar de pena encuentre gloria y ninguna nube de la memoria, etc. etc. Las necrológicas, aunque sean visiones de la obra más que del difunto en sí, apestan con el tufo vengativo que el filósofo alemán Friedich Niettasche (lo intenté escribir correctamente, pero salió así y así lo dejo) aplicaba a los elogios: una venganza sutil, aunque creamos que son vulgares. Nada humano hay en ninguno de los trabajos dedicados al poeta, y narrador. Ni siquiera el de su amiga, que elude un cuento que quería escribir, y el tema era... ya lo diré, si hay suerte y voluntad, cuando pase el necesario tiempo sagrado. Y nadie tampoco acierta en el valor humano de tal hombre, relacionado con un cuento de Borges. Pero aún, lo dicho, estamos en tiempo sagrado, que hay que concederle incluso a los enemigos.
De otra cosa quería hablar, aunque relacionada con los trabajos publicados en ese suplemento literario, por lo menos en uno. Ernesto Sábato, en El escritor y sus fantasmas, señala locuciones, expresiones y otras indigencias del lenguaje que un escritor debe evitar. Se podrían añadir las pequeñas "joyas" en un artículo encontradas: "una suerte de expansión evolutiva", "certezas estilísticas y existenciales" "gavilla de poemas", "desactivación de las potencialidades regeneradoras", "afanarse a pie de cada verso", "la más genuina voluntad poética", "un sujeto mudado y mudable", "los poetas atienden al tiempo que el ser es en el tiempo", "transitorios espejos afectivos"... y más, de gente con mando en el poperío literario Canary Islands. Sin embargo hay una expresión que sí, que no está mal: "nunca evidencia". Evidentemente.
Más me interesaron los propios versos del autor celebrado. Que es lo que debe ser un recuerdo. Una recopilación de obra escogida del autor, y que calle el coro de cantores, o que hablen muy poco.
De los seís poemas que aparecn en una página, hice un ejercicio dadaísta. Esto acaeció:

Así, hacia seráficos altares
tu rostro,
su origen
suicida.
Decaigo,
sinrazones,
regresado al vivir,
satisfacción inexistente.
Pudimos tu abismo... besarnos.
Vida he sido.

Cualquier relación con la filosofía griega, española o alemana, etc. es ajena a la voluntad de este autor (me refiero a mí), y por tanto, mera casualidad, inorportuna coincidencia.
(A veces hacen más justicia en el valor de un autor sus enemigos que los supuestos amigos.) Queda por hablar, no de ignominias, a las que se enfrenta una tarde memorable en San Andrés con el poeta, pero sí del cuento de Borges. El heroísmo que nadie conoce.

viernes, 1 de octubre de 2010

hospitales, manicomios y bares peligrosos

--Apaga eso. Pocos tiros y mucha habladuría --mi padre, acostado en su cuarto, con tele nueva, recién estrenada.

Peli del oeste en la tele por la tarde, oeste decandente, donde los fuertes ya no son de palo postes sino... y los personajes hablan por los codos, haciéndose a cual más gracioso. Todo tiene su principio, su fulgor, su apagón, su fin y su resurrección. Ya veremos cuando Juan Royo y Anghel Morales decidan sacar adelante los cuentos del oeste...
Por la mañana, mi padre amaneció con escalofríos y me dijo que lo llevara a urgencias. Camino de urgencias, llamaron del hospital para que ingresara el domingo. Ya estaba mejor, así que decidimos ir el domingo, y evitar ese lugar depresivo, masificado... Tampoco quiso ir a la vendimia este sábado en La Orotava. Una pena, allí se bebe buen vino y la recogida de la uva da salud y buenos efluvios. Pero a veces es mejor sacrificarse y renunciar. Estoicismo frente a un Epicuro mal entendido, hedonista, individualista, pagado de sí y vociferante contra los que no son sus amos o ídolos. El ayuno frente a la hartanza. La contención frente al despilfarro. A veces es mejor así. A veces, silencio o tiros frente a la charlatanería.

Donde no hay tiros, porque no hay pistolas, es aquí en el pueblo. A punto de fajarse un tío y un sobrino en El Castillo, a cuenta de que el sobrino dijo que la madre era superior a la abuela. No hubo espectáculo. Si lo hubo una hora antes de ese momento.
El Fatigas, según el poeta, le dio un cabezazo a Orlando y lo dejó sin sentido en el suelo.
--Orlando está mal --dijo Deivi--, de manicomio.
Lo que no contó el poeta fue que le restregó la frente al Fatiga y el pibe lo apartó de un empujón y cayó al suelo. Jose salió de la barra y, buen samaritano, con una botella de agua ayudó a Orlando a recuperarse.

Día de noche espesa. Un aire enemigo que aconseja retirarse del mundanal ruido. Aunque los efluvios del soñar nocturno no sean el jardín de las Hespérides. Mejor el despertar, y antes de amanecer la primera brisa del día refresca los poros de la piel. Bar Castillo aún estaba cerrado, pero una tropa de gente de amanecida se arremolina en esa zona de la muralla. C..., uno de los pibes, increpa a gritos a otro que está en un coche, un deportivo de gama alta.

--¿Qué te crees, que porque seas de la Unipol vas a abusar de mí...?

El del coche se precipita afuera y se lanza sobre el muchacho. Un par de tortazos. "Y ahora avisa a la policía, niñato". Los colegas que están con C... se apartan, temerosos. Los que acompañan al presunto unipol, paisano del pueblo, son los que se acercan a evitar males mayores.

--¿Me invitas a una cerveza? --me dice...--. ¿No tienes un euro ahí? --repite cien veces, hasta que ya es inútil decirle que no, que no tengo un euro.

El suelo y el parterre del laurel frente al castillo están sembrados de cristales rotos, botellas de Heineken estampadas contra el suelo. Nadie somos allí el chico de la película. El presunto unipol vuelve junto al volante y arranca, con una preciosa mujer, y se larga.

--Hijo de..., se cree que porque sea de la Unipol, tiene derecho a avasallar a un pibe... Ahí en la playa toda la noche hartándose de coca y... y ahora voy a la Casa del Mar, a que me hagan un parte de lecciones, y lo denuncio. --En realidad, adonde va es a la esquina de los fumadores, a quemar una china de costo, fumar, y procurar no morir...

--C..., tienes que aprender a andar por la vida --le aconseja un colega.