martes, 29 de junio de 2010

diario hipócrita...

Mi hipócrita diario, esta mañana me he levantado y he visto el periódico en El Castillo. Nada nuevo bajo el sol. Una mujer apuñalada y los poemas breves y todo lo demás. Cuando volví a casa, mi padre me encargó ir a buscar su coche a La Salud, que lo tenía Mundi, su nieto. Allí, en el dormitorio conyugal, estaba mi hermana con la pata vendada. La pasada noche de San juan saltó un hoguera, en Teresitas playa, y cayó con el pie descalzo en el corazón del fuego. Esa noche le dije a mi cuñado que le echara aloe, del que hay en el patio de afuera de la casa de Thor, pero esto son cosas de brujero barato, pensó don Raimundo, y la quemadura se le complicó a su mujer. Mujer que metió la pata y la tiene quemada como el bosque de míster Herar. Mi sobrino Mundi me hizo en la cocina un café y un bocadillo de chorizo de perro. Se lo agradecí. A la vuelta a San Andrés, después de jacer gestiones bancarias en los ramblos laureles, vi al poeta Chani en el bar de la plaza y entré a beber una cerveza. El bar estaba animado, con Chuchi, y otro tan atlético como el primo de Chani, y uno de los hermanos Memo. Y Manolo, el dueño del bar. Estaban animados. Contaban el cuento de una peninsular que estuvo el otro día con un descapotable por el pueblo con las... los pechos al aire, y por la tarde, al anochecer, en las penúltimas palmeras de la playa ejerció de Mesalina con diversos maromos del pueblo que rondaban la escultural figura. Cuando llegué a casa, le dije a Thor que se fuera pa la azotea. Preparar la comida y luego la siesta. Luego guagua rumbo a Tijuana. Afeitadito, para solaz de Víctor Roncero. Otra noticia del periódico por la mañana es que mataron a un cantante de corridos los narcos mexicanos. Y en las páginas de cultura, Balbina con su novela y mi ex amiga Olga Luis Rivero con su libro de poemas traducidos al alemán. En fin, programaçao con Yaiza, que acaba de editar su diario de una vida en editorial Idea. A la salida del programa, la librería Melopea tenía el libro en el ordenador pero no lo encontró en las estanterías. José María Lizundia se quedó sin un ejemplar anhelado. Y todavía estaba anonadado con un poema de Anghel, que concluyó la cosa, esta vez con una abertura más digna, gracias a la intervención práctica de míster Herar. Manu Chau y su Tijuana. Dejamos a Yaiza en la parada de la guagua y a Lizundia en su BMW de época impecable. Me fui con Víctor al colegio de abogados, a ver el partido. Lo sentí por Víctor, pero ese colegio no sirve para ver un partido. Me fui antes del descanso. A un bar pequeño en la plaza España, con el barman diciendo que Del Bosque estaba tonto. Tenía que cambiar a Torres y nada. Llamó Campanilla al móvil, intrigada por no sé qué cosa sobre la pareja que yo dije en la Puerta de Tijuana. Ni me acordaba. Me fui del bar y cogí la guagua. El chófer tenía puesta la radio. ¡Gol de Villa! Al carajo Ronaldo. Y así, diario hipócrita, trasncurrió el día, y no te borro, como Lizundia hacía a sus 14 años de edad, porque más sencillos es pulsar publicar entrada.

lunes, 28 de junio de 2010

poemas de Chani en una noche rara

lunes por la noche

estamos borrachos
de alcohol.
Disminuidos.
Hombres tontos
buscando lunas
y universos.
Aquí se acaba
la tontería.

*

pecando

hombre sin nombre,
hermano del diablo,
amigo del ángel
que se cayó
y yo que me caigo
con el ángel
y el diablo.

*

Un hombre vestido
de azul me dijo:
"¿Qué haces tú aquí
en esta playa
dorada y con sol?".
Y me callé
por respeto.

*

Mi amigo Jesús
me dijo:
"¿me vas a hacer
copiar todos
estos poemas
esta noche?"

*
revolución

Consiente de tu labia
u tu perorata.
Amigo Jesús,
estando yo borrrado
te digo:
¡Aquí estoy yo,
hijo del pobre!
*

Diálogo de tontos

Tanto tienes
tanto vales.
Tantos fueron los hombres
que cuestionaron
la verdad.
Verdad de los incrédulos.
Escambre lo hambrer
in dewander...
¡Pan de lata
y pan de molde!


y hoy a las seis en radio La Puerta con Yaiza Suárez García. A ver lo que pasa.

viaje

Aquí de nuevo en el edificio lizundiano, de Lizundia el riveriano, entre los dos barrancos, donde el viento sopla y suena música wagneriana. Tres habitantes. La moza que lleva el oficio de acogida, asturiana, de Luarca, nostálgica de las lluvias y del verde diverso, y un mozo de cuarenta años que le da coba y la corteja.

Hoy fue viaje a Icod con mi padre. El millo aún verde. Esta vez el aguacatero lleno. Dicen que desde la floración a la madurez del fruto median nueve meses. Apacible día y la última garrafa del vino de Sibi, cada vez mejor. De vuelta, parada y fonda en Ravelo, en los Dos Hermanos, comida viva, con alma. Mi padre se olvidó la cartera, pero yo tenía dinero, sesenta euros de la máquina Tijuana anoche en bar Castillo. El barman Jose quiso meter la mano en la bandeja de los euros, pero le di un empujón que menos mal que estaba Cristo detrás.

--Es que se la tenía guardada a Cristo, y te utilicé, así que perdona --le dije a un Jose cabreado al máximo.

Y llegada a San Andrés, a la casa de Thor, después de bajar por pendientes incomensurables. En el Monterrey, Deivi y Orlando. Deivi pregunta por Campanilla...

Mañana radio, con Yaiza la del diario íntimo, ediciones ideas. Pasado mañana, Cabildo, con doñá Olga, y el jueves presentación de Umbilical, a ver cómo me enrollo para decir, por consejo de José Rivero Vivas, lo bueno y callar lo malo. Me estoy volviendo político. Es mi porvenir, mano. Hago mis cuentas.

domingo, 27 de junio de 2010

piña de poetas

Don José Rivero Vivas volvió a aparecer, entró con su honorable lector, el nahualt de Tijuana, en Monterrey. Allí estábamos, en el rincón de los poetas, la musa Campanilla, el poeta Orlando con su portátil lágrima viva bodoo badoo, casino cibernético con ofertas variadas, y también estaba el lector Marcelino celebrando a su autor el poeta Orlando Cova, "oh maestro, tú eres el mejor, tú eres el auténtico poeta de San Andrés"... la verdad es que este pueblo tiene varios aspirantes notorios al título de poeta del pueblo. Poeta es José Rivero Vivas, y Armando Rivero, que siempre habla de películas y de actores y de actrices con Deivi, y poeta, a veces, es también nuestro amigo Orlando el travieso. Peleón y discutidor a pesar de su amarga derrota. Espíritu colonizador. Como debe ser. Ya está bien de sentirnos anímicamente colonizados, y ahora debemos aprender del español, y nosotros colonizarlos a ellos. ¿Cómo? Por lo pronto, con la fiereza con que muestra sus colmillos de lobo nuestro poeta de San Andrés. Fiel, sin embargo, al sin par José María Lizundia, saludador de la bandera de España, aún sin la 7 estrellas.

Campanilla llegaba de la playa, con su bikini de rayas, donde encontró a un dibujante maravillado con sus alas. Marcelino venía de San Cruz y ponía una corona de laurel a Orlando, y entonces como dos apariciones solares, portando sendas bolsas, alumbraron la puerta del Monterrey Pepe Rivero y Lizundia, el escritor y su lector, fuertes y poderosos el uno en el otro. Dos maestros de la grima literaria, dos rudos batalladores el judío bilbaíno y el hombre libre de San Andrés.

Campanilla se fue volando y la casa parece vacía.

--Cuándo vamos a Icod a buscar el millo? --pregunta mi padre, con esa constante indagación preguntona que lo asemeja a Lizundia.

--No sé --le digo--. Tú verás.

Luego pienso que mejor veo yo primero. Y mañana es lunes. Buen día para cosechar el millo.

Los lunes, buen día para hacer un viaje.

viernes, 25 de junio de 2010

gañán

A falta de ángeles bueno son jesuses, o chitos, como ustedes quieran. Lo digo por la crónica del último acto de la identidad canaria en la librería del ex teatro Baudet. Palabras memorables, entre otras, la de un músico poeta recordando versos de un majorero de principios de siglo pasado y un credo de un venezolano. Hay que invitar a ese hombre a Tijuana, después de Yaiza, después de Quico el sureño, que tiene la sospecha de que el jazz y el blues es oriundo de los bimbaches, le gente de El Hierro. Ajolá tenga ocasión de demostrarlo. Es hora de dejar de pensar que somos una colonia y cambiar de música, con el contrapunto de que los canarios somos un país colonizador, y nuestro próximo objetivo es España, y para el día nueve en el sur Faro Chill le pediré a mi hermana que borde las siete estrellas verdes sobre el encarnado amarillo de la bandera española, con el significado de España colonizada por Canarias, y el monumento a San Godo Mártir lo pondremos donde está ahora la Cibeles, y a la Cibeles la traemos a Tenerife y la ponemos donde está ahora la fuente de la vergüenza, la actual en la plaza de La Paz.

Ahora aquí en el pueblo a todo el mundo le ha dado por la investigación de las palabras. En el Monterrey ya Fernin dispone del último puto diccionario de canarismos. Digo puto porque un poco pobre está el pobre diccionario, pero a falta de buenos investigadores...

--Jesús, ¿que significa gañán? --me pregunta Juan el segurita, el segurita del edificio lizundiano del pueblo, sobre el vértice donde se juntan los dos barrancos--. Luego lo voy a mirar. Yo tengo un diccionario allí en el trabajo, que lo miro cuando tengo dudas, porque no me gustan las faltas de ortografía. --Juan me sigue hablando luego del TDT que le regaló un amigo, de la tele que le regaló el suegro y de una antena que encontró en los containers de basura al lado del castillo, pero esto ya es otra historia, mientras Jose coloca una tele pantalla grande sobre la máquina de tabaco para ver el partido: Chile - España.

¿Que fue de José Rivero Vivas?, me pregunto. Ayer desapareción del recital...

lunes, 21 de junio de 2010

sabios reales e irreales

Ayer vi con Juana la película La última estación, presuntamente basada en los últimos meses de Tolstoi. El hombre, según se vio en la pantalla, no salió al mundo tanto a predicar con el ejemplo su doctrina como para escapar del agobio de su condesa esposa. Juana se puso de parte de la condesa, como es lógico. Por mi parte, volví a recordar el caso del futuro san Agustín, cuando decide dejar de lado a su concubina, Floria Emilia, para dedicarse de lleno a hacer carrera eclesiástica y escribir sus confesiones. Quizá la carta que le escribió Floria Emilia, plena de eróticos pensamientos que, en su día, encantaron a Marcelino, esté plenamente equivocada. Si el razonamiento está basado en datos no reales, de no comprensión de los motivos que mueven a una determinada realidad, su desarrollo es vacuo y a la postre le da la razón a la máxima de Anghel Morales: razonar bien no significa tener razón.
Y hablando de concubinas, sin desperdicio novelístico moderno la vida y obra del sabio Periandro ("tirano entre 625-585 a,C."), según las cuenta Diógenes Laercio. "Al pasar el tiempo, en un acceso de ira le tiró un escabel o le dio una patada a su mujer, que estaba encinta, y la mató, por hacer caso a las calumnias de las concubinas, a las que luego quemó vivas. ... su madre estaba enamorado de él y se unía con él en secreto, y él se complacía. Pero, al descubrirse el incesto, se volvió severo contra todos, a causa del remordimiento por quedar descubierto", y hay más.

Hoy oí dos veces "no me agobies", frase digna para razonar si las bases del razonamiento fuesen sólidas, bien plantadas en la realidad de los hechos. Pero ¿quien conoce la real realidad de los hechos?
Un hecho que parece real es la muete del escritor Saramago. Mis vecinos le dedicaron sendas entradas en sus blogs. Yo no lo conocí, ni como escritor ni como hombre. Así que me callo. Más interesante es Carl Schmitt. Anoche estuve hasta las tantas, con ayuda de Google, investigando vida y pensamiento de este controvertido alemán. Valió la pena. Y hoy me llamó Berto desde Los Cristianos. Dice que va a investigar la hemeroteca a ver cuánta gente había en el muelle cuando Antonio Cubillo regresó a Tenerife. Ajolá. El dato no es baladí.

sábado, 19 de junio de 2010

otra vez la Rosa.

Sigo el rastro de la Rosa. Y de la Estrella Polar, de la Osa Menor. Creo que está en el Puerto. Javier Hernández creo que tiene un cuento con ese título, en su próximo libro. O a lo mejro lo soñé. Raro son los sueños. El otro día un amigo corría en calcetines hacia un mar impetuoso. Tuve que subirme a una roca y entenderle la mano para sacarlo del oleaje. Al otro lado de las rocas, el mar estaba en calma. Al otro lado había una sirena. Lo dejé con la sirena y me fui a una playa cercana. Cuando me doy cuenta, la sirena me invitaba a un licor de pétalos de rosa.

viernes, 18 de junio de 2010

la rosa

... "cuando llegó del exilio (Antonio Cubillo) en 1985 fui uno de los pocos que fue a recibirle al puerto de Santa Cruz. Ninguna liberación de presos de ETA podía compararse mínimamente en número de asistentes, y mostraba a las claras la debilidad del independentismo". Así cuenta José María Lizundia el retorno de Cubillo a Canarias, después de las puñaladas de Árgel. No sé cuánta gente había, yo no estaba. Pero sí sé algo que me contaron, y que tiene que ver con un ramo de rosas. Vuelve otra vez la rosa de mi memoria su pétalo a colgar.
Otro que vio la debilidad del independentismo fue el policía asturiano Claudio Ramos, perseguidor de maquis y bandoleros asturianos, elevado a la categoría de héroe por Gómez Fouz, cuando, por orden del Ministerio del Interior, vino a Canarias a investigar el movimiento segregacionista. Y mandó un informe a Madrid de que el independentismo en Canaria era un movimiento flojo y que no tenía porvenir. Un servidor, encargado por la editorial Júcar pa corregir el libro del viejo campeón de Europa de boxeo, sintió el desprecio del godo y corregí que no era peligroso porque carecía de movimiento armado. Porque esta era la verdad. No tiene sentido mover armas donde hay que mover la fuerza de aquellas rosas. Esto no lo comprende Lizundia, ni lo comprendió Claudio Ramos ni lo comprende el economista independentista autor del libro Canarias, con futuro, de editorial Benchomo, que cuentan se presentará el miércoles próximo en el salón de actos del Parlamento de Canarias, cuyo autor, según informaciones, reniega de la bandera de las siete estrellas. Habrá que averiguarlo. Su libro, es verdad, quiere desplazar al MPAIAC con pretendidos argumentos de partido caduco e equivocado.
La fuerza de la rosa, amigo. Cuidado con eso.

jueves, 17 de junio de 2010

parte del día

Por la mañana, una noticia casi de obligación, arriconada en una página, da cuenta de cuatro muertos kurdos en territorio iraquí a mano de tropas turcas. Sin comentarios. Estoy esperándolos.
A mediodía, carne con papas fritas y mi padre brioso de nuevo con la transfusión que le hicieron en el hospital.
Por la noche. encuentro con Antonio Cubillo. Este hombre no es sólo gente de respeto sino un símbolo en los anhelos independentistas. Anghel supo llevar el acto, como él sabe hacerlo. Creo que debió aceptar el reto de una mujer del público, de acudir al salón de actos del Parlamento canario el próximo miércoles, donde varios economistas independentistas hablarán. De vuelta a San Andrés, le saco prestado a José Rivero su último libro publicado, aún con la tinta fresca: Hilván insinuativo de San Andrés, de editorial Benchomo.
Y por hoy más nada, que yo recuerde.

miércoles, 16 de junio de 2010

filias, fobias e indentidades

Vi el partido en casa de mi hermana, o de mi cuñado, depende cómo lo mires. Y debo confesar que mis ánimos estaban con Suiza. Ni siquiera cuando salió nuestro Pedrito, quise que marcase España. Mi padre, ya fuera de la morgue hospitalaria, tendido en un sillón de la sala con alfombra persa, quería regresar a San Andrés, a la plaza de Las Adelfas 19, frente a la venta de Francisca, en el descanso. Ya le habían dado de comer en La Candelaria. Menos mal que se quedó dormido. Mi hermana es buena cocinera y la comida no estaba sino para el segundo tiempo, y mi cuñado cosecha buen vino. La Aldea Perdida, de La Orotava. Pues lo dicho, quería que ganara Suiza, y eso que Del Bosque me cae muy bien, y Puyol e Iniesta, etc. La culpa es de Zapatero. Tanto confía el hombre presidente en el milagro del fútbol, que me puse contra España por no estar al lado de Zapatero, manías que le entran a uno. Si hoy dimitiera ese agarrado al poder, el lunes cambiaré de vibración ontológica.
En San Andrés me esperaban unos mangos suculentos. Me entran malas ideas, cometer la villanía de ir al sur y robar en la huerta de míster Herar. Los sabrosos mangos merecen el delito. Y pronto llegará Marcelino de La Gomera. Mangos del Sur y plátanos de La Gomera. La vida adquiere otro color. Color más desvaído la lectura en el patio. Egos revueltos lo leo casi por obligación. No está mal escrito pero no me atrae la música de la prosa de Juan Cruz. Demasiado ego para tan poca sustancia. Y los autores de los que habla, hasta el momento, salvo Onetti, del que habla poco, tampoco fueron santos de mi devoción. Ni Cela, ni Cortázar, ni Cabrera Infante... autores que leí con gusto pero olvidé sin disgustos. Pero el libro hay que leerlo, y después discutirlo con Charlín.
Este jueves a las 8 de la tarde, continúa el ciclo de Anghel Morales en la librería del Cabildo. Esta vez este buen periodista y mejor poeta tendrá a su lado a Antonio Cubillo. Buen ciclo está llevando Anghel aunque la identidad canaria me interesa muy poco, porque no me interesa ni mi propia identidad ni la de ningún sitio. Que no me mareen con la identidad. Lo que sí vale son los mangos y los plátanos. Eso sí es valioso. Lo demás, cuentos gastados.

martes, 15 de junio de 2010

Y hoy aún más

Por la mañana Hospital Universitario de La Candelaria. mi padre me despertó temprano. Poner la cafetera al fuego, decirle a Thor que se fuera pa la azotea. Arrancar el coche y rumbo al hospital de los cojones amargos. Recogemos a mi hermana en el barrio La Salud. En el hospital lo clásico, gente que se muere y se va de este mundo. Otros se empeñan en quedarse. Urgencias. La doctora de cabecera hizo volante para llevarlo a Urgencias. Lo dejo con mi hermana. Voy a aparcar el coche. Un apacacoches digno de Javier Hernández, pronto saldrá su libro. Me coy a leer el periódico. El columnisrta Andrés Chavez sigue siendo de los míos. Llama Juana. Me quitan el periódico, el diario que cada día me convence que ser independentista es del género bobo, pues si aquí se logra la independencia, a mí va a ser el primero que metan en la cárcel, y no por violencia de género, Dios me libre. Diógenes Laercio hace llevadero la estancia en Urgencias. Habla de Tales de Miletos. Bonito sabio, si señor. Un no sabio, amarrado a una... mi madre, no me acuerdo cómo se llama... ah sí, cama camilla, grita:
--¡Llamen a la policía! ¡Socorro, que me estoy asfixiando! ¡que me quiten las esposas! ¡Socorro! ¡socorro!, llamen a la policía...
La policía llega, a aflojarle las esposas.
--¡Estos son falsos policías! ¡Quiero que venga la Guardia Civil!
Cuatro horas más tarde estoy en San Andrés, comiendo un bacalao a la portuguesa con Charlín y Ramón Herar en la muralla. Y luego vamos al Monterrey. Vemos a Orlando. Le pido el portátil para ver el correo.
--Tú no eres poeta... --grita, y lanza Llorad las damas contra la máquina tragaperras.
No, no soy poeta, ni él tampoco. Esa es nuestra desgracia. Pretendemos a la poesía, pero como tantos otros aquí en Canary Island, nos acercamos pero no llegamos. Fernandito tampoco llega, está cabreado con la madre. Y luego Radio Tijuana. Ya lo cuenta Lizundia en su blog. A mí, lo siento, pero si Charlín piensa repetir lo de aburrir a las piedras, pues no, y si le gusta el pintor asesino, pos muy bien pero que cambie de onda en la radio y se deje de repetir lo bueno que es lo bueno y lo malo que es lo malo. Así no, gallego. Pero yo soy el director, el de la batuta, así que parte de culpa, etc.
En bar Castillo juego con Fufo a la máquina Tijuana. Ganamos. Estupendo. Esta noche puedo beber. En la plazoleta, veo a Itobal. se le quemó el ordenador. Me deja la pantalla. No las tenía conmigo, pero funciona. El mundo funciona.
Mañana juega España. Me gustaría ver a Anghel por el ojo de la cerradura, pero seguramente estaré en urgencias. Y en el próximo programa, tema inicial: DIOS.

lunes, 14 de junio de 2010

día ajetreado

El antiguo traductor y estudioso de la obra del ruso de El hombre del subsuelo, poco menos que perdona a Dostoievski haber escrito El hombre debajo de la cama. Le critica haberse rebajado a bailar el can can. Se ve que en aquel tiempo no habían oído a Aristóteles, con quien estoy de acuerdo (los días de luna menguante) cuando defiende que la comedia es superior a la tragedia. No sólo es más difícil lograr una comedia, sino que ésta ayuda más que la otra a que el ser humano tome la vida con filosofía.
En esto iba pensando cuando entré en el Monterrey. Noche cerrada. Escenario conocido por fuera y por dentro. Fuera las palmera, quietas, sin viento, y más allá en la mar los barcos fondeados con las proas hacia el poniente. Dentro, en el rincón de los poetas, Chani y Orlando. Esta vez, qué novedad, hablando de los españoles.
--No sólo eran enfermos sino hijos de puta asesinos --decía Orlando--, y que no me tropiece con ninguno esta noche porque...
--Esta muy bien el libro --dijo Chani, sobre El fulgor del barranco--. Lo estoy leyendo despacio para que me dure. Ahora voy cuando la hija del capitán se casa con el enano, con el primo, y después del viaje que hizo en barco, mandan al moro a vivir a la cueva. Estoy disfrutando la lectura.
--Sólo sé que no creo en mí --le oí decir a Orlando, con los ojos perdido en fotos de sugerentes damas que buscan beber una copa con cualquiera, en la pequeña pantalla de su pequeño portátil--. Un regalo, dice esta. Una bomba con una mecha encendida le voy a mandar, de esas que salen en los colorines.
La noche es apacible y me quedaría más rato en la barra del bar, pero al día siguiente temprano, con mi hermana y mi padre al especialista. El especialista, que del curso no es la anemia que tiene. Mañana ingresa en La Candelaria. Oh hospitales, peor que el mundo de las ideas.
En el regreso a S/C, subo a la editorial y recojo los ejemplares de Llorad las damas. Lo hojeo. Puede estar mejor. Creo que se sostiene en pie, aun a riesgo de alguna que otra aproximación al ripio. En fin, ya vendrá un lector crítico que diga esto y lo otro y nombre el dichoso can can. Mejor, no me gustan los halagos.
De todos modos, aburrido de leer la prosa memorística de Juan Cruz, me pasé a Vidas de los ilustres filósofos, de Diógenes Laercio. A mi gusto, gané mucho con el cambio. Un libro con el que uno disfruta, y de verdad.
El cíber público del pueblo, se llena de eso, de público. El calor humano no es lo mío este día de hoy. Y mañana radio. ¿De qué hablamos? De lo que quieran, de lo que salga, de lo yo qué sé. No tengo ni idea.

domingo, 13 de junio de 2010

Sueño y libros

Anoche soñe con Zapatero. Su mujer me venía a buscar para que le echase un cable a su presidente marido. Yo no soy como Berlusconi, así que allí fui. Vivía en lo alto de una montaña junto a un precipicio. Con la ayuda de dos delincuentes (no me acuerdo de qué ramo del delito eran especialistas) le sacamos al conturbado presidente las castañas del fuego, como suele decirse. Un plan estratégico político económico genial, lástima que ya no lo recuerde nada.

En la casa, los libros derraman el fruto de sus páginas. La obra completa de Dostoievski en el cuarto de arriba, abierto por una novelita del ruso que su traductor y estudioso desdora en comparación con otras obras más serias y contundentes del gran escritor. Sobre la mesa del patio, Umbilical, que resucita de un trecho de aletargada lectura y vuelve a cobrar interés. En otro sitio, Egos revueltos, que siento disentir de mis amigos, pero ofrece amena lectura, no carente de un humor tranquilo y de una ironía amable. Trata de encuentros del autor con vacas santificadas de tiempos ya pasados.

La polémica que rueda sobre el autor Juan Cruz en los ambientes que me muevo, me mueven a la reflexión. Los sistemas tienden a construir muros. Cualquier sistema se resiste a su quiebra, porque entonces dejaría de ser un sistema válido, verdadero, operante. El sistema colonial canario, el más cercano ejemplo, tiende a crear ese Muro inaplazable, el muro de todos los muros, el que han construido entre Las Palmas y Tenerife. Y por ende, entre todas las islas, y dentro de las islas, etc. Otro muro es entre el canario que ha salido fuera y el que se ha quedado dentro. Entre uno y otro se interpone el muro del rencor y/o del orgullo. El que ha salido de la isla, que ha visto y vivido otros orbes, siéntese orgulloso en relación con el isleño condenado a vivir dentro de los límites geográficos, y espirituales, de la isla. Pero también lo mira con el rencor del que no es aceptado plenamente, pues ¿a qué volvió? ¿a darnos lecciones de mundo? Ale, que se vaya por donde vino...

Esto es lo que oigo en algunos amigos en relación con Juan Cruz. Aquejados por el síndrome del hada número 13 (del cuento de la Belladurmiente), que no fue invitada al festín, le reprochan que, habiendo sido editor en Madrid, no haya publicado a ningún canario, y cuando viene a la isla, es maestro de ceremonia en todos los actos importantes, es decir, donde hay haberes por medio.

En fin, con esto barrullando la cabeza bajaba por la calle La Cruz. Chani en la ventana de la casa de su abuela.

--Está guapo el libro. Es bueno de leer --dice, refiriéndose a El fulgor del barranco.

Es lo que hay que pedirle a un autor. Que sea bueno de leer. Otra cosa que es no todos los lectores aprecien los mismo libros. Pero esto ya es de Perogrullo, al que de vez en cuando, aunque sólo sea por cortesía, conviene recordar.

viernes, 11 de junio de 2010

Papa y otros menesteres

Hoy estoy más ilustrado que ayer. Gracias al vecino Lizundia me entero que el Papa es un sabio. Lo de Zapatero no me sorprende. Hay quien había comprobado (no recuerdo ahora quién es la autoridad esa) que un médico que domina cuatro reglas médicas es capaz de curar mejor y a más pacientes que un doctor médico con muchos saberes y pocos resultados. Pero ya se sabe, la ciencia avanza y ahora lo que ayer era cierto... En fin, supongo que ese médico del alma habrá aliviado las congojas del presidente arropado entre Obama y Angela Merkel, y ahora por el Papa de Roma.
--Chito --me dijo Domitila cuando salía por la puerta de casa--. Ayúdame a ir al banco... Ay, hijo, bastante te rastré yo por esas calles, que te vi nacer, así que ahora rástrame tu a mí.
Supongo que algo así habrá hecho el sumo pontífice. Rastrarlo bajo el sol hasta la sombra de la plaza.
--En aquel tiempo se oía un rongo rongo en el pueblo... Gracias, Chito.
Chito me llamaba hasta que llegué aquí, ahora con menos gente, sólo dos chicas de buen ver que no dan ninguna lata. Y abajo, los últimos rayos de sol se deslizan sobre el barranco y ya no se mueven las ramas de los laureles de india. Aquí me llamo Chitowski, en honor a Chinaski o Bukowski, como quieran. Otro sabio, y con una lengua más convincente.

Me avisan de la editorial, una carta que parece decir que me prepare porque me van a fusilar sin miramientos, pero que en realidad me dice que mande los datos (?) para firmar y recoger los ejemplares que me tocan de Llorad las damas, pero tendré que esperar al lunes. Hoy fue día de Icod.
Y ayer de Miguel Angel Díaz Palarea. El libro que me llevé para ir leyendo en la guagua, decayó y me defraudó. No es conveniente hablar de ciertas cosas hasta haber oído la misa completa.
Y otra vez el vecino, que dice que la presentación de su libro va a estar llena de independentistas. En algo tiene razón, por lo pornto son los idependentistas sus mejores lectores. Cada cual tiene lo que merece, y ahora, ahul, que ya es hora de cerrar el centro este del Ministerio de Agricultura y Pesca. Encomiable centro, y que no me oiga el diablo y el Papa nos ayude.

jueves, 10 de junio de 2010

Chitowski

Ahora uso el sitio lizundiano del edificio entre los barrancos. Las Huertas y El Cercado. Aqui me llamo Chitowski. Es lo local en el universo. Es llorad las damas, que Dios os vala, Chitowski está en San Andrés... Abajo en Santa Cruz, sólo para valientes, Miguel Angel Palarean con nuesto Anghel, el de la h del hierro. La chica que lleva esto está atiendiendo a un patrimonio patronímico, que no dejan de dar la lata, y llegan dos pibes y esto se colma y son las siete. Interés tengo de oír la versión de Palarea, y buena lectura para el viaje en guagua, UMBILICAL de Alberto Comas Alcántara, de Ediciones Idea @ Ediciones Aguere. Bien humorado, vitriólico con los mitos, mejor (a mi entender) que la novela fantástico surrealista de Boris Vian. Alberto Comas está más empapado de realidad, una realidad de acido lisérgico. Bueno, esto se ha convertido en un gallinero y ya es hora de partir. Y nos vemos. En el antiguo Teatro Baudet.

miércoles, 9 de junio de 2010

Viaje al fulgor del barranco

Hay un tiempo para todo bajo el Sol. Un tiempo para los cuentos infantiles y un tiempo para los cuentos reales. Al argumento no le quita razón la pasión con la que es expuesto. Además, la pasión es señal de convicción. Y salir por peteneras no es la solución para que nuestra voz se alce con autoridad. Para mí, contrariamente al hombre del bosque quemado, Ramón Herar, fue un buen programa. Ese día tenía conmigo la carta sin nombre, la carta sin ideas, por lo menos ideas preconcebidas, y la supe aprovechar. Charlín embistió como un centollo gallego, pero Víctor no se amilanó y su argumentación era mucho más solida. La convivencia palestinos @ judíos es deseable. Quizá entonces Radio Tijuana viajemos a Israel. Israel bien vale un viaje. Un viaje iniciático como cuando un BMW donde viajo a San Andrés explora el espacio...

Como siempre, faltó el hombre categórico: Anghel. El sabe que razonar bien no es signo de tener razón. De igual manera que a veces los árboles no nos dejan ver el bosque, las ideas no nos dejan ver la auténtica realidad. Más valioso es un buen ojo clínico, como el de Cherlos Holmes.

También se ha dado a la ausencia Juan Royo. Este martes tampoco apareció. José María Lizundia releyó El fulgor del barranco . Elogia la construcción de la novela pero lamenta la ausencia de emoción. La construcción de la novela es impecable, en eso estoy de acuerdo. En lo otro no. La primera lectura ya dejóme un recuerdo de personajes inolvidables, empezando por el moro y terminando por su señora cristiana católica, después de pasar por algunos otros, como Franco, personaje vivo en El fulgor del barranco, donde sin embargo pudo haber muerto, asesinado por el moro Juan. Es verdad que Juan Royo mantiene a su narrador a cierta distancia, para conservar la objetividad y ser ecuánime, no contaminarse con la demasiada cercanía a los personajes de la novela. Pero eso también tiene la virtud de darle claridad al espacio de la novela. A cierta distancia vemos mejor lo que está ocurriendo. Son los personajes los que se olvidan del narrador y hablan por sí mismos. Al narrador no le cumple otra función que decir lo que están haciendo. Y se lo agradecemos. Una vez dentro de la novela un buen lector está condenado a convertirse en el moro Juan, y una lectora, en la anarquista o en la señora. A veces hubiera querido que el narrador le diese al pobre moro Juan algo más de fulgor con la señora, la auténtica antiheroina de fulgor en el barranco.

--Son unos abusadores. Tienen una técnica de lucha especial, que la inventaron ellos, los judíos, y podían haber reducido a los del barco con esa técnica que tienen, sin necesidad de disparar --dice Chani--... ¿qué libro es ese?, ¿también es de uno de esos del PP que van contigo a la radio?

Le informo de lo que va el libro, y dice que se lo deje para leerlo. Le pregunto que cuándo diablos va a volver a la radio. Ni caso. Lástima. El cabrón tiene sexapil radiofónico. Y leía los poemas de Octavio Paz como nadie. Es buen lector, a ver qué me dice de El fulgor...

y este jueves Miguel Angel Díaz Palarea en la librería del Cabildo, antiguo Teatro Baudet, con Anghel Morales de escudero. Acto sólo para valientes. Este jueves a las ocho. Un ciclo que comenzó con Victor Ramírez, el jueves pasado. Victor Ramírez, un hombre que no oculta nuestros defectos y tendencias mimosas o miedosas, y nos invita a ser rebeldes y auténticos, y cortar las amarras que nos ata a Borbonia.

lunes, 7 de junio de 2010

dESDE cIBER sAN aNDRÉS

Toda ideología está ahíta de ideas. El facismo, el democratismo, el comunismo. La tiranía de las ideas es el soporte de las dictaduras y la bandera de los fanáticos. Abogo por el hombre sin ideas. El hombre de conocimiento.
Estas tonterías estoy pensando, loco la cabeza, con las diatribas y confirmaciones eucarísticas de mis amigos los hermanos judíos, pero no se me aclaran aún las ideas cuando una rubia, ojos acuosos, en la puerta de bar Castillo habla con el pequeño Segurití.
--¿Sabes que El Parra cambió de dueño? Hubo un traspaso, y ahora lo cogió uno de los jefes de la Unipol. ¿Adónde voy yo ahora en Santa Cruz a fumar los canutos?
--Gracias a los canutos --dijo Segurití-- mi mujer se ha salvado de que le escache la cabeza. Merece que se la corten, pero eso que lo haga el chulo. A mí los canutos me calman y me dejan sin ganas de hacer justicia con esa...
--Lo mejor es escribir como Vargas Choza, y como él hay montones --dijo Alberto.
--Escritor --interrumpe Cristo--, el otro día te vi meando en la venta de Francisca, ¡qué guarrada lo que yo ví! y en un hombre que fue periodista, que yo leí su libro, no se crean --Se refiere al pintor asesino, el libro que me hizo célebre con Anghel Morales, mi lector preferido. Pero Cristo tampoco es mal lector, y además hace sudokus, y Yúnior, protegido a sus pies, ya no me ladra. Se ha hecho al olor de Thor. Huelo a Thor cuando regreso a casa. Entro en la habitación y veo a Sigrid, la princesa vikinga, y juro que no era ningún corcho, vestida, dormida en la cama. Yo estoy sin afeitar, huelo a perro, y ahora sólo tengo ganas de ladrar rabioso y decir cosas impropias de este blog y de la princesa de Thule. Me escabullo por el reloj de cuco que tengo a la entrada de la habitación, a la izquierda de la puerta. Siempre que me escapo de una situación comprometida por ese reloj de cuco, no sé adónde iré a parar. Esta vez me vi en el bosque de Tijuana. El mago Lizundia ocultaba tras un zarzal de ideas el castillo de Belladurmiente, y el príncipe Herar ni vio el castillo ni oyó el suspiro dumierte de la bella y siguió de largo hacia las roads del Sur, y Hansel Royo Iranzo no fue a la programasao porque estaba prisionero en la casa de chocolate, y yo era el enanito Zorrocloco Infrahumano y ayudé a la madrastra para envenenar con una manzana a Blancanieves Hernández Roncero, porque me tenía reprimido, no me dejaba decir incorrecciones políticas y me recriminaba mi olor a perro y mi falta de afeitado. Lo siento, señoría, tuve que obrar así. Esa es mi naturaleza.

Para escabillirme de la Justicia me confundí con el gentío en la feria del libro, en el prosparque,
y me encontré con el inspector Leal, que, decía, ustedes disculpen pero yo del libro policial de mi amigo no voy a hablar mal, porque él es mi amigo y además inspector jefe como yo, pero si puedo decir que su libro es una basurilla al lado del mío, el mío sí que tiene documentación, tiene enjundia, no ese libro de mi amigo y también inspector de la Policía, pero él es ahora en estos tiempos, y yo en cambio lo fuí en los tiempos difíciles... No, no necesito corrector. Yo escribo bien, tengo un estilo azoriniano, y además cuento con la ayuda del doctor Laureano y de míster Lorenzo...

Al final encontré a Cándido, celebrado entre sus discípulos predilectos en el campo de la edicción canariense. El promotor de La Puerta me corrompió con un libro de más de 500 páginas. Canarias, con futuro.
--Pero Jesús, no lo corrijas, que ya la está corrigiendo el autor.

El autor es economista. Sabe de lo que habla. Habla de que Canary fue una colonia, lo es y lo será si los canarios no nos deshacemos de España. Marcelino el oyente, que colonizó el culo una noche a la camarera de El Parra, pero con educación, habla de los tamarindos. El parque huele a Rosa del Líbano. Anghel se ofrece a corrompernos pagando la cuenta, pero por si acaso esperó a que se marchase el escritor policía Miguel Leal.
Se está haciendo esperar su libro de historias intrapoliciales. Si no se da prisa, no tendremos que conformar con el de su amigo también inspector jefe. Un día lo vi en el bar S/C, y ... timidez, no lo invité a Tijuana. Porca timidez de los cojones. El que no tiene ninguna es Charlín. Mañana viene. Le dije que trajera a caperucita o a la abuelita por lo menos, pero el gallego es mileurista y no puede. En fin, ya puse Canarias, con futuro junto a Canarias diversos nacionalismos. Uno dice una cosa, otro dice otra, la contraria, parece que se van a devorar el uno al otro, pero todo es película. Se llevan bien y le hacen compañía a Thor.

Martes La Puerta
asunto innicial: CUENTOS UNIVERSALES PARA NIÑOS

domingo, 6 de junio de 2010

marejadas

¿En qué se diferencia un militar de un terrorista? ¿en el uniforme? ¿en que uno es reconocido por la ONU y el otro no? Hoy vi un reportaje del casus belli Gaza-Israel-Tuquía, etc. Las madres lloran sobre las tumbas de sus hijos. Otras madres, que no tienen sino ojos para ellos, dicen que sus hijos son unos santos y los otros unos golfos que van por mal camino. Amor de madre, argumento categórico. Conmueve más la que llora. Sí es que algo sigue siendo motivo de quiebra emocional en este mundo frío y acerado. Luego vi al calvo activista español. Lo siento, no me gustó nada. Tal vez me equivoque, pero lo que vi es un tipo falso que utiliza la desgracia ajena para darse pisto. Que haga un recolecta, compre un yate y vaya ahora, de nuevo, rumbo a Gaza. Y luego que venga por aquí, y... como dice Maradona...

Con el independentismo canario pasa lo mismo. La falsedad, mimosería y babosería de El Día espanta. Hay que estar ciego y no tener vergüenza ajena para aliarse con ese independentismo. Cuando las cosas nacen torcidas y se empeñan en seguir torcidas... De la misma manera que ahora sí se podría creer en los activista pacifistas que fletaran nuevos barcos hacia Gaza, por lo menos en principio, sólo creeré en los independentistas que quemen esa mierda diaria disfrazada de buena voluntad y nobles intenciones, ese secarral de ideas. Conmigo que no cuenten. Sé lo que vale un fósforo.

A Ojos de Miel la dejé en el aeropuerto de Sevilla. Valió la pena el tiempo que pasé con ella. Ahora me voy a revisitar El fulgor del barranco. Novela situada en otro tiempo. Cuando los barrancos tenían fulgor, como ayer mismo (in illo tempore) el de Las Huertas, cuando me perdía con Thor...

Miel en los labios me dejó ayer la voz de una editora alemana, a quien me presentó un amigo que no voy a decir quién ni por qué esa miel. Hay mucho envidioso, comemielda y falso por estos mundos.

Viento en San Andrés. Buen aliado: el Viento.

viernes, 4 de junio de 2010

ideas

Ideas hay para todos los gustos, y consignas, y catecismos... otra cosa es ver lo que de verdad está sucediendo. Las apariencias dominan. La realidad se oculta. A carajo todos los ideólogos. Parecen hinchas de equipos baldados, unos y otros. Y ningún árbitro imparcial que imponga un poco del tan cacareado sentido común y restablezca, si no la verdad, que no es más que la otra cara de la mentira, la más cruel de todas, la verdad de hoy, mentira de mañana, y la mentira de hoy, verdad de mañana, por lo menos que restablezca las reglas del juego. Mañana te despertarás con un ejército de ideas, y después de defecarlas, te quedarás más aliviado. Espero que te queden dentro las más nutritivas. Actúan como abogados más que como filósofos, que por lo menos intentan ser ese árbitro imparcial, si es que existe eso de la imparcialidad. Ocultan los datos que les perjudican y multiplican el valor de los que favorecen la causa. Unos y otros, los dos equipos, y que mal están jugando. El partido provoca apoéticos bostezos. Mejor cambiar de canal. O apajar la tele. Cuando la cosa explote realmente, la idea única que servirá es cómo salvar el pellejo, si es que dejan opciones. Y ahí sí que no valen componendas. En fin, Maradona al poder, y mientras tanto, no seas tonto y quita el pie de debajo de la rueda.
Por otro lado, Marcelino obsesionado con los tamarindos. No sé lo que es peor, si las ideas o los tamarindos. Y en derredor propio, todo estropeado, la maquinaria entera estropeada. A perro flaco, leña al mono.
Buena cosa Ojos de Miel. Un tal Che, parisino de adopción, no recibe todo lo que merecía, como el otro pollaboba, el profesor Corcho... me dejó con esas ganas, de que al tal Che le quemaran los pelos de la barba, y ya puestos... Su voz, la de Ojos de Miel, discurre ahora por un viaje Holanda, Alemania... Cuando llegue a la última palabra de su última página, me espera con impaciencia El Fulgor del barranco, otra lectura, otro prueba de que, por lo menos en ficción narrativa, estas islas no están en crisis. Sus habitantes, independentistas, no independentitas, no sí independentista, sí no independentistas, están creando buena cocina literaria. Nutritiva y sabrosa, como la lengua de Anghel. Anghel ayer con Victor Ramírez en la Librería del Cabildo, pero esto ya es otro cuento.

jueves, 3 de junio de 2010

calor

--Los judíos son la basura del mundo --dijo Deivi.
--Hombre, están rodeados de enemigos --dije.
--Es mi opinión, Jesús.
Las opiniones son como los culos, escribió Roger un día en Gijón, cada cual tiene uno.
Orlando me pregunta si ya hablé con "aquel hideputa"...
Estupenda disposición al diálogo cordial, pienso. Mejor no hablar con nadie. Esta historia si la conozco, esta película ya le ha visto un par de veces. Y ninguna ganas de repetir altercados de niños que se creen más listos que el resto de la clase. De todos modos, quitando su insistencia porque hable con "ese marrano hijo...", hay ya cierto entendimiento con el poeta comunista. Hasta que llega don Anghel y me rebota al muchacho.
--Jesús te quitó el puesto como poeta de San Andrés.
Porque no tenía a mano la navaja de Albacete que Ferni tiene colgada sobre la máquina de café. Le hubiera cortado la lengua para que hiciesen un estofado en la cocina. Lengua nutritiva y sabrosa la de Anghel.
Le dejo a Pepe los poemas del oyente. Este t
ermómetro de la audiencia, elogió el último programa, pero critica a quien saca la pistola de palabras pero aún no ha matado a nadie. En fin, parábolas hay en todas las religiones. Al día siguiente lo acompaño a un asunto de dientes en La Laguna. Me corrompe con el regalo de un libro, de Diógenes Laercio; invitándome a comer, a cuatro rones y... ya estaba buscando las páginas de los breves en el periódico, pero no, a esto último no me invitaba. Yo no olvido, ya se lo tendré en cuenta.
Calor que rompe el aire, gasea el agua y aturde las ideas. Los Estados son criminales por definición. ¿A qué están jugando? ¿a yo más? ¿a yo menos? ¿a yo sin ti? ¿a yo contigo?... y mejor cumplir la normas y leyes de estas prisiones y, en ciertos momentos, mejor pasar desapercibido. Ya se hace uno viejo y hay que dejar las proclamas para quien vive de ellas. Lo demás es hacer el tonto. Otros hablan y vociferan, pero a la hora de la verdad huyen como ratas. En fin, quién se acuerda de los apresados entre Turquía e Irak. Ni yo, que los nombro, me acuerdo.
En eso me vence el sueño, la fantasía del soñar. Arriba me espera Ojos de Miel. Abro sus p...

martes, 1 de junio de 2010

mundo

Esta vez cíber del Gobierno en San Andrés, sito en el antiguo parque jurásico, en denominación de Diego el Mata. Ya el parque acabó, y habrá otra cosa, no sé si mejor o peor, pero aunque dé dolor alejarse de Sodoma, mejor no volver la vista atrás. Los militares, con toda clase de maquinaria de la construcción, han levantado tiendas en la zona y creo que están desmontando el puente que hace años ellos construyeron. Es un pequeño espectáculo, grato a la vista, esta gente uniformada haciendo el trabajo con precisión, sin prisas pero sin perder vanamente el tiempo.

El mundo se ha llenado con la noticia del buque asaltado... ¿zona de guerra?... ¿aguas internacionales?... opiniones encontradas en los blogs de los vecinos. En la historia de la humanidad, un episodio más, donde no me creo que haya unos más culpables que otros ni otros más inocentes que unos... El tiempo presente le da la calidad de noticia en curso... Seguramente los Mediocres (denominación made in Anghel) del Bosque de Tijuana abordaremos la cosa, no sé si como combate dialéctico o como intento de comprender què diablos está ocurriendo ahora en este limitado universo.
En esta pequeña parcela del mundo donde estoy ahora, a mi izquierda una rubia y a mi derecha una morena. Hablan entre ellas de sus novios como si yo no existiera. Tal vez me he vuelto invisible. El que no se ha vuelto invisible es el doc Thor, allí esperando, en casa, y un plato potage a fuego lento. Y vino de La Hacienda Perdida. El viaje a Icod el otro día, por lo menos sirvió para que el mago y el cuñado renovaran su imperecedero afecto. Los milagros existen, y las princesas también, y por supuesto, también el corcho. Todo cabe en la viña...
No sé si podré estar con Ojos de Miel, ahora contándome su viaje a París, donde la lengua viscosa de un mayo68...