sábado, 19 de junio de 2010

otra vez la Rosa.

Sigo el rastro de la Rosa. Y de la Estrella Polar, de la Osa Menor. Creo que está en el Puerto. Javier Hernández creo que tiene un cuento con ese título, en su próximo libro. O a lo mejro lo soñé. Raro son los sueños. El otro día un amigo corría en calcetines hacia un mar impetuoso. Tuve que subirme a una roca y entenderle la mano para sacarlo del oleaje. Al otro lado de las rocas, el mar estaba en calma. Al otro lado había una sirena. Lo dejé con la sirena y me fui a una playa cercana. Cuando me doy cuenta, la sirena me invitaba a un licor de pétalos de rosa.

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